Murió la jueza de la Corte Suprema Carmen
Argibay...
Estaba internada desde comienzos de mayo por
complicaciones respiratorias y cardíacas. Tenía 74 años.
La
jueza de la Corte Suprema Carmen Argibay
falleció este mediodía, a los 74 años. La magistrada estaba
internada desde comienzos de mayo por complicaciones respiratorias,
cardíacas y renales. La jueza, impulsora de la
Oficina de la Mujer en la Corte y quien se declaraba atea y a favor del aborto,
integraba el máximo tribunal de Justicia del país.
Argibay
había ingresado al Instituto Argentino de Diagnóstico y Tratamiento (IADT) el 1
de mayo, para realizarse estudios por diversas afecciones respiratorias
derivadas de un enfisema pulmonar, cardíacas e intestinales.
Nacida
el 15 de julio de 1939, en el barrio de Belgrano, era la tercera hija entre
siete hermanos, padre médico y madre pianista y profesora de inglés. En 1964 se
recibió de abogada en la Universidad de Buenos Aires.
Tras
pasar poco menos de un año detenida
por el gobierno de facto que derrocó a María Estela Martínez de
Perón, Argibay ejerció la profesión en el ámbito privado hasta el regreso
de la democracia.
En
1984 fue nombrada jueza,
cargo que ejerció hasta 2002. En diciembre de 2003, fue propuesta por el
entonces presidente Néstor Kirchner para integrar la nueva Corte Suprema de
Justicia. Siete meses después, el Senado aprobó su designación, con lo que se
convirtió en la primera
mujer en integrar el más alto tribunal en democracia.
Ante
el rechazo parcial que provocara su nominación, Argibay contestó: “Decir de
frente lo que uno es o piensa revela honestidad, que es el primer paso para la
ecuanimidad. Mis creencias (o su falta) no deben interferir en las decisiones
judiciales que tome”.
Previo
a integrar la Corte Suprema, la magistrada trabajó en la Corte Penal de la
Haya, en el Tribunal para la exYugoslavia y en el Tribunal Internacional de
Mujeres sobre Crímenes de Guerra para el Enjuiciamiento de la Esclavitud
Sexual, que condenó en 2000 a Japón por los crímenes cometidos durante la
Segunda Guerra Mundial. Además, fundó la Asociación Internacional de Mujeres
Jueces.
Autodefinida
como atea, la magistrada se pronunció en varias oportunidades a favor del
derecho de la mujer a decidir sobre su cuerpo -un respaldo a la despenalización
del aborto- y por ello recibió críticas de la Iglesia católica.
© Publicado el Sábado 10/05/2014 por el
Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
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