El Papa le pidió a los
argentinos: "La Iglesia no puede ser una ONG"...
Frente a miles de jóvenes
en la catedral de Río, Francisco pidió "no licuar la fe" y admitió
sentirse "enjaulado".
En su cuarto día en
Brasil, el papa Francisco se reunió este mediodía con un grupo de jóvenes
argentinos en la Catedral de San Sebastián en Río de Janeiro. "El
encuentro fue en la catedral de Río después de la visita a la favela de
Varguinha", confirmó el portavoz del Vaticano, Federico Lombardi.
El sumo pontífice pidió a
los jóvenes que "hagan lío en las diócesis", que "salgan
afuera" y que "no se dejen excluir" porque "si la Iglesia
no sale, se convierte en una ONG y la Iglesia no puede ser una ONG".
"Quiero que la Iglesia salga a la calle, quiero que nos defendamos de todo
lo que sea instalación, comodidad, clericalismo, estar encerrados en nosotros
mismos, las parroquias son para salir".
"Los jóvenes tienen
que salir y hacerse valer. Tienen que salir por sus derechos y los viejos no
claudiquen ser la reserva cultural de los pueblos", afirmó el Papa,
durante un encuentro con los jóvenes argentinos en la catedral de Río de
Janeiro.
Y agregó: "La fe en
Jesucristo no es broma. Es un escándalo que Dios haya venido a hacerse hombre,
que haya venido a hacerse uno de nosotros, que haya venido a morir en la cruz.
Es un escándalo.
Por favor no licúen la fe
en Jesucristo, hay licuado de banana. hay licuado de durazno. No tomen licuado
de Fe, la fe se toma entera, es la fe en Jesús que me amó y murió por mi".
El Papa confesó esta
tarde que "por momentos" se siente "enjaulado" a partir de
la nueva responsabilidad para la que fue designado como jefe de la Iglesia
Católica.
"Me da pena que
estén enjaulados. Yo por momentos siento 'qué feo es estar enjaulados', se los
confieso de corazón. Me hubiera gustado estar más cerca de ustedes, pero
comprendo que por cuestiones de orden a veces no se puede", declaró.
El Papa brindó ese
mensaje a los miles de jóvenes argentinos que llegaron hasta la catedral de Río
de Janeiro para saludarlo y escuchar su mensaje.
De acuerdo al vocero del
Papa, la decisión de reunirse hoy sufrió "cambios de último momento",
porque "no es fácil agregar un evento en un programa tan cerrado". A
las 18, el pontífice argentino encabezará la fiesta de acogida de los jóvenes
en el paseo marítimo de Copacabana.
© Publicado el jueves
25/07/2013 por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
Mateo 25
1 Entonces el reino de los cielos será
semejante á diez vírgenes, que tomando sus lámparas, salieron á recibir al
esposo.
2 Y las cinco de ellas eran prudentes, y las
cinco fatuas.
3 Las que eran fatuas, tomando sus lámparas, no
tomaron consigo aceite;
4 Mas las prudentes tomaron aceite en sus
vasos, juntamente con sus lámparas.
5 Y tardándose el esposo, cabecearon todas, y
se durmieron.
6 Y á la media noche fué oído un clamor: He
aquí, el esposo viene; salid á recibirle.
7 Entonces todas aquellas vírgenes se
levantaron, y aderezaron sus lámparas.
8 Y las fatuas dijeron á las prudentes: Dadnos
de vuestro aceite; porque nuestras lámparas se apagan.
9 Mas las prudentes respondieron, diciendo.
Porque no nos falte á nosotras y á vosotras, id antes á los que venden, y
comprad para vosotras.
10 Y mientras que ellas iban á comprar, vino el
esposo; y las que estaban apercibidas, entraron con él á las bodas; y se cerró
la puerta.
11 Y después vinieron también las otras
vírgenes, diciendo: Señor, Señor, ábrenos.
12 Mas respondiendo él, dijo: De cierto os digo,
que no os conozco.
13 Velad, pues, porque no sabéis el día ni la
hora en que el Hijo del hombre ha de venir.
14 Porque el reino de los cielos es como un
hombre que partiéndose lejos llamó á sus siervos, y les entregó sus bienes.
15 Y á éste dió cinco talentos, y al otro dos, y
al otro uno: á cada uno conforme á su facultad; y luego se partió lejos.
16 Y el que había recibido cinco talentos se
fué, y granjeó con ellos, é hizo otros cinco talentos.
17 Asimismo el que había recibido dos, ganó
también él otros dos.
18 Mas el que había recibido uno, fué y cavó en
la tierra, y escondió el dinero de su señor.
19 Y después de mucho tiempo, vino el señor de
aquellos siervos, é hizo cuentas con ellos.
20 Y llegando el que había recibido cinco
talentos, trajo otros cinco talentos, diciendo: Señor, cinco talentos me
entregaste; he aquí otros cinco talentos he ganado sobre ellos.
21 Y su señor le dijo: Bien, buen siervo y fiel;
sobre poco has sido fiel, sobre mucho te pondré: entra en el gozo de tu señor.
22 Y llegando también el que había recibido dos
talentos, dijo: Señor, dos talentos me entregaste; he aquí otros dos talentos
he ganado sobre ellos.
23 Su señor le dijo: Bien, buen siervo y fiel;
sobre poco has sido fiel, sobre mucho te pondré: entra en el gozo de tu señor.
24 Y llegando también el que había recibido un
talento, dijo: Señor, te conocía que eres hombre duro, que siegas donde no
sembraste, y recoges donde no esparciste;
25 Y tuve miedo, y fuí, y escondí tu talento en
la tierra: he aquí tienes lo que es tuyo.
26 Y respondiendo su señor, le dijo: Malo y
negligente siervo, sabías que siego donde no sembré y que recojo donde no
esparcí;
27 Por tanto te convenía dar mi dinero á los
banqueros, y viniendo yo, hubiera recibido lo que es mío con usura.
28 Quitadle pues el talento, y dadlo al que
tiene diez talentos.
29 Porque á cualquiera que tuviere, le será
dado, y tendrá más; y al que no tuviere, aun lo que tiene le será quitado.
30 Y al siervo inútil echadle en las tinieblas
de afuera: allí será el lloro y el crujir de dientes.
31 Y cuando el Hijo del hombre venga en su
gloria, y todos los santos ángeles con él, entonces se sentará sobre el trono
de su gloria.
32 Y serán reunidas delante de él todas las
gentes: y los apartará los unos de los otros, como aparta el pastor las ovejas
de los cabritos.
33 Y pondrá las ovejas á su derecha, y los
cabritos á la izquierda.
34 Entonces el Rey dirá á los que estarán á su
derecha: Venid, benditos de mi Padre, heredad el reino preparado para vosotros
desde la fundación del mundo.
35 Porque tuve hambre, y me disteis de comer;
tuve sed, y me disteis de beber; fuí huésped, y me recogisteis;
36 Desnudo, y me cubristeis; enfermo, y me
visitasteis; estuve en la cárcel, y vinisteis á mí.
37 Entonces los justos le responderán, diciendo:
Señor, ¿cuándo te vimos hambriento, y te sustentamos? ¿ó sediento, y te dimos
de beber?
38 ¿Y cuándo te vimos huésped, y te recogimos?
¿ó desnudo, y te cubrimos?
39 ¿O cuándo te vimos enfermo, ó en la cárcel, y
vinimos á ti?
40 Y respondiendo el Rey, les dirá: De cierto os
digo que en cuanto lo hicisteis á uno de estos mis hermanos pequeñitos, á mí lo
hicisteis.
41 Entonces dirá también á los que estarán á la
izquierda: Apartaos de mí, malditos, al fuego eterno preparado para el diablo y
para sus ángeles:
42 Porque tuve hambre, y no me disteis de comer;
tuve sed, y no me disteis de beber;
43 Fuí huésped, y no me recogisteis; desnudo, y
no me cubristeis; enfermo, y en la cárcel, y no me visitasteis.
44 Entonces también ellos le responderán,
diciendo: Señor, ¿cuándo te vimos hambriento, ó sediento, ó huésped, ó desnudo,
ó enfermo, ó en la cárcel, y no te servimos?
45 Entonces les responderá, diciendo: De cierto
os digo que en cuanto no lo hicisteis á uno de estos pequeñitos, ni á mí lo
hicisteis.
46 E irán éstos al tormento eterno, y los justos
á la vida eterna.
Las Bienaventuranzas
1716 Las bienaventuranzas
están en el centro de la predicación de Jesús. Con ellas Jesús recoge las
promesas hechas al pueblo elegido desde Abraham; pero las perfecciona
ordenándolas no sólo a la posesión de una tierra, sino al Reino de los cielos:
Bienaventurados los
pobres de espíritu, porque de ellos es el Reino de los Cielos.
Bienaventurados los
mansos porque ellos poseerán en herencia la tierra.
Bienaventurados los que
lloran, porque ellos serán consolados.
Bienaventurados los que
tienen hambre y sed de justicia, porque ellos serán saciados.
Bienaventurados los
misericordiosos, porque ellos alcanzarán misericordia.
Bienaventurados los
limpios de corazón, porque ellos verán a Dios.
Bienaventurados los que
buscan la paz, porque ellos serán llamados hijos de Dios.
Bienaventurados los
perseguidos por causa de la justicia, porque de ellos es el Reino de loscielos.
Bienaventurados seréis
cuando os injurien, os persigan y digan con mentira toda clase de malcontra
vosotros por mi causa.
Alegraos y regocijaos
porque vuestra recompensa será grande en los cielos.
(Mt 5,3-12)
1717 Las bienaventuranzas
dibujan el rostro de Jesucristo y describen su caridad; expresan la vocación de
los fieles asociados a la gloria de su Pasión y de su Resurrección; iluminan
las acciones y las actitudes características de la vida cristiana; son promesas
paradójicas que sostienen la esperanza en las tribulaciones; anuncian a los
discípulos las bendiciones y las recompensas ya incoadas; quedan inauguradas en
la vida de la Virgen María y de todos los santos.
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