sábado, 4 de mayo de 2013

Avión Solar Impulse... De Alguna Manera...


Un avión cruzará Estados Unidos impulsado por el sol...



Volará a 60 Km/h y tardará semanas en cruzar el país de costa a costa. Si bien no se trata de su primer vuelo, esperan que sea “un paso mítico en la aviación”.

Desde el 1º de mayo, el Solar Impulse, un avión impulsado únicamente por energía solar, intentará atravesar el territorio estadoundiense. Considerado el avión solar más avanzado del mundo, será piloteado por los suizos André Borschberg y Bertrand Piccard, también creadores del Impulse.

Haciendo una analogía con la historia de la aviación tradicional, Borschberg piensa que en este momento se encuentran en una etapa similar a la de 1915 a 1920, “cuando los pioneros intentaron sus primeros vuelos sin hacer paradas”.

Ya en 2010, pilotado por Borschberg, el avión realizó con éxito un vuelo nocturno de 26 horas. En 2011 voló de Suiza a Bélgica y Francia. Y en 2112, completó un vuelo trasatlántico, de Europa al Norte de África. Estos aventureros, de concretar la hazaña, buscarán dar la vuelta al mundo en 2015.

El avión partió desde San Francisco, en California, y hará paradas en cuatro ciudades: Phoenix, Dallas y Washington DC, antes de partir a Nueva York, la parada final, donde se estima que llegue a principios de julio. Cada vuelo tomará de 20 a 25 horas, con paradas de diez días en cada ciudad. La nave, de un solo asiento, se desplaza a unos 64 kilómetros por hora.

Cómo es el Solar Impulse

El avión recibe su poder de unas 12.000 células solares -fotovoltaicas- dispuestas a lo largo de sus alas, las cuales dan carga a sus baterías. “Estas células convierten los rayos del sol en electricidad, la cual provee simultáneamente energía a los motores y recarga las baterías, de forma que la nave pueda volar de noche”, explican los artífices del proyecto.

Lo primero que vieron Piccard y Borschberg fue la necesidad de que el avión tuviese una gran envergadura, a fin de reducir la resistencia del aire y de contar con espacio suficiente donde insertar las células solares.

Al mismo tiempo, necesitaban una estructura ultraligera, que ahorrase la mayor cantidad de energía, lo que permitiría volar de noche con la ayuda de baterías. “La envergadura de las alas es equivalente a la de un Jumbo 747 (63,4 metros), el peso es equivalente al de un automóvil pequeño (1.600 kilos) y el promedio de potencia de 24 horas de una motoneta”, cuenta Borschberg.

Se trata fundamentalmente de una demostración de ahorro de energía que se puede lograr con las actuales tecnologías, pero que difícilmente reemplazará a los vuelos comerciales actuales.

“El proyecto consiste en cero combustible y la aviación convencional no puede pasar directamente a cero combustible”, reconoce, pero aclara que “nuestro propósito primario no es revolucionar la aviación, sino la forma en el que la gente piensa en la energía y las tecnologías limpias”.

Ambos aviadores están convencidos de que si las soluciones tecnológicas de Solar Impulse se utilizan de forma rutinaria, el planeta podría ahorrar el 50 por ciento de su consumo de energías fósiles.

“Nuestro éxito no vendrá solo de completar una vuelta al mundo sin usar combustible, sino motivar a todo el mundo a tomar las medidas necesaria para reducir la dependencia en los combustibles fósiles. Lo que somos capaces de lograr en el aire se puede lograr en tierra, en la vida cotidiana”, señala Piccard. 


© Publicado en 29/04/2013 por la Revista Weekend de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.



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