jueves, 17 de enero de 2013

El secreto de tu enojo… De Alguna Manera...


El secreto de tu enojo…

Pizza y champán… Asado y Fragata Libertad… No es lo mismo… Pero comienza a ser demasiado parecido… (Aforismo implicado)
              
(Carta de la Presidenta) Mire Ricardo, sin ir más lejos hoy otro diario, La Nación, propietario de la revista Brando donde usted formuló las declaraciones que llamaron mi atención, publica en su página 16 un reportaje al Gobernador de la Provincia de Buenos Aires, Daniel Scioli. No sólo me enteré de que mantiene sus ahorros en dólares (está en todo su derecho a hacerlo) sino que cuando el periodista le preguntó por el monto de sus divisas, se rehusó a contestar y declaró que el monto figura en su Declaración Jurada, que es pública. En un apartado de la nota los periodistas se muestran luego sorprendidos porque además, cuando pretendieron acceder a la información, no se les permitió hacerlo.”

Este texto tiene la pretensión de ser una carta abierta. El tema es abierta a qué. Si a la estrategia del oficialismo o abierta a la travesía institucional del pensamiento crítico. Dime a que te abres y te diré quién eres, qué quieres y qué escondes. En ciencia, incluso en ciencias de la comunicación, podemos ser objetivos. Para eso es necesario poner en superficie algunos aspectos del análisis de nuestra implicación. Política en este caso.

Yo soy socialista. Y por serlo y además estarlo, fundé hace 26 años una cooperativa de trabajo. Un dispositivo de socialismo autogestionario. Casas más, casas menos, igualito que Santiago, si Santiago fuera socialista. El impacto en la subjetividad de la propiedad colectiva me ha permitido desarrollar ideas y vivenciar situaciones muy poco frecuentes, incluso totalmente ausentes, en los modos de producción del capitalismo. La propiedad privada organiza la subjetividad, de un modo tal que el ejercicio continuo del poder se enquista como una tercera naturaleza. Todas y Todos llegaron para quedarse por siempre jamás. Porque para ir “por todo” hay que intentar “quedarse para siempre”. Los votantes son accionistas de repúblicas perdidas, en las cuales los funcionarios, de acuerdo a su nivel, tienen la mayoría del capital accionario. La falacia de que el Estado somos todos, oculta que no lo somos de la misma manera. 

El Estado es una organización jerárquica, algo así como un gallinero 5 estrellas, y los destinos dependen del lugar objetivo y subjetivo que ocupemos en esa pirámide alimenticia y excrementicia. Hay momentos en que al CEO del Estado, que por convención llamamos Presidente/Presidenta, se le suelta alguna cadena. Se enoja. Pierde los estribos, pero sigue cabalgando con galanura y distinción. Aunque el baqueano observa, preocupado o divertido según su implicación, cierta contradicción insalvable entre jinete y el rocín.

Sin embargo, el capital accionario y financiero tiene límite, pero tan, tan lejano que más que límite es un horizonte. Y ese horizonte que siempre se aleja permite organizar la mega recepción de la Fragata Libertad cuyo mérito mayor es ser un buque de guerra y por lo tanto, impune a los embargos de los fondos buitres. No sé si impune a la historia, porque en esa misma fragata deben haber hecho sus viajes los marinos que respondían al “almirante cero”, el almirante Massera. Una fragata de Guerra, pero guerra sucia al fin. La marina sigue marcada por ese genocidio, pero endemientras la historia cercana siga siendo interpelada, ninguna fragata de guerra debería poder comprar impunidad. Curioso este inconciente colectivo que sigue sosteniendo la idealización del Militar.

Volonté cantando Aurora me estremece, pero no de emoción, sino de malos augurios. Y eso que ya quedó demostrado para siempre que de santos de la espada nada tienen. La majestuosa recepción de la fragata debería ser repetida cada vez que un tren de la línea ex Sarmiento llegara sin arrasar a la estación terminal. O que un subte sorteando sus aberraciones mecánicas finaliza en la estación Constitución. Los marinos que llegan de Ghana han tenido mucho más suerte que los familiares de la masacre de Once, que a casi un año, no fueron recibidos por la más alta jerarquía del Estado. Ni los integrantes de la etnia qom, por el asesinato de Imer Ilvencio Flores, que sufrió en cuerpo propio los efectos letales de otros embargos, racistas, económicos y políticos. En un modesto homenaje, transcribo unos versos de los cuales no tengo el autor, pero que merecen ser leídos:

“Lejos del mar están los niños qom, lejos del mar están los olvidados, navegando en sueños incumplidos gambeteando la vida en cada trazo. Cuando las velas blancas esperadas del ARA Libertad suenen a triunfo, el alma del niño asesinado reclamará su lugar en el mundo.”

Lo reclamará, pero ya no habrá lugar en este mundo donde para algunos todo es fácil, incluso el gatillo, y para tantísimos otros, todo es imposible. Para el actor Ricardo Darín fue fácil cartearse con la presidenta. Para mí es imposible. Y está bien que así sea, porque el arte tiene su propia legitimidad, que alguna llama cholulez. Que viene de Cholula, la loca por los astros, según el personaje que inventara Abel Santa Cruz. La banalización del debate, incluso el debate por la Trata, ha transformado la cholulez en Razón de Estado.

El vicepresidente, vecino de la Gran Manzana de Puerto Madero, pudo más que el último camporista (Righi) al que ni la Cámpora quiso defender. El debate político y cultural sobre la vigencia de los derechos humanos, su defensa irrestricta, ha sido desplazado sobre la conveniencia o no de un asado en la Esma. Para los que bajar un cuadro de Videla en el 2003 es más importante que haber enfrentado a las dictaduras en las calles, obviamente el asado es un acto de comunión colectiva con el Poder de turno. Porque de eso se trata, de ser Muchos con el Todo. Especialmente cuando se pretende que el Turno del Poder se renueve, se renueve, se renueve…

No hay aplausos para ese asador. Una verdadera comunión, aunque sea laica, es mucho más austera. El show off, que de eso se trata, achuras más, bondiolita menos, es una muestra de vida, pero de vida loca. La vida del despilfarro, del oportunismo, del careteo miserable, de la apología del peor de los pecados: la soberbia.1 Acompañado siempre, siempre, siempre de otro pecado político: el culto a la personalidad. La idealización que siempre es enemiga del Ideal. Justamente, cuando algo roza la idealización, cuando algún riesgo, aunque lejano, exista de salpicar al inmaculado traje de la novia, y de paso a la novia, el enojo es la reacción más benigna. Pero nunca se sabe de lo que es capaz un cuerpo, dijo Deleuze, y menos de lo que es capaz un cuerpo y una mente que se sienten mancillados.

En El secreto de sus Ojos, película emblemática, hay una afirmación de la justicia por mano propia. Explícita. Y desde ese desenlace se juega la ideología del autor y director. Inapelable, aunque pocos la hayan resaltado. Esa película muestra que más allá del Derecho está la Justicia. Pero en la racionalidad invertida que la cultura represora no sólo propone sino que además sostiene y amplía, Justicia es igual a Derecho y Derecho es igual a “llamen a mis abogados”. Por eso fue ejectado Righi, al pretender que haya un poco más de Justicia en tanto Derecho. Por eso en esta carta abierta me autorizo no a twittear, pero si a tutear a nuestra Presidenta. La amabilidad, la cordialidad, poco tienen que ver con el uso del nombre propio.

Tratar de usted da cuenta de un vínculo aristocratizante. Usted es un apócope de “vuesa merced”. El plebeyo no podía tratar en forma directa al noble. Por eso triangulaba hablándole en tercera persona. En una república democrática, el tuteo debería ser obligatorio. “Por eso Presidenta, te digo que en la respuesta a Darín hay una estrategia que encierra un peligro inminente. Cuando uno es interpelado no es bueno sostener, como lo hizo Felisa Miceli, que otros también lo hacen. No se podría hablar de nada, ni siquiera de violencia de género, porque es obvio que siempre habrá muchos que lo hacen. El enriquecimiento ilícito, primo hermano del empobrecimiento lícito, denunciado por el abogado Monner Sans, no fue investigado por Oyarbide. Sin investigación, no puede haber convicción alguna.

Lo que Darín dijo, o lo que nos llegó de lo que dijo que no es lo mismo pero es igual, porque por algo le contestaste, se refería a “los Kirchner”. Continuidad acuñada por ti y reafirmada en cada discurso, incluso el de hoy al recibir a la Fragata Libertad. Pero creo que “los Kirchner” no es lo mismo que el kirchnerismo. La devoción o la obsecuencia, no puedo hacer el diagnóstico diferencial, del ministro De Vido, que entre paréntesis, ya se llevó puesto a Jaime y a Schiavi pero ahí sigue, tu sabrás porque, lo llevó a decir, no sé si a pensar, que la única garante del modelo eres tú. Un abrazo de un oso enojado, quizá por el asesinato del oso polar en el zoológico, no sería más destructivo.

Este debate con Darín, está en el marco de la re-re-re elección, lo cual es una muestra de debilidad y no una evidencia de fortaleza. Hay afiches que anuncian “re re refeliz 2013”. Un amigo especialista en descifrar jeroglíficos me dijo que deben tener que ver con tu tercer mandato consecutivo. Es obvio que te importa más lo que dice Laclau que lo que pueda decirte (bueno, escribir, debo estar empezando a alucinar un diálogo) yo. Pero será un error letal. Como visitar a Chávez que lo merece, pero no visitar a la etnia Qom, que está siendo masacrada en la provincia de un gobernador del Frente para la Victoria. Lo que no puede serte indiferente. Pero lamentablemente, lo parece. Hablar de los dólares de Scioli, es casi de mal gusto. Está bien atacar a Magnetto, pero ¿a Scioli? ¿Al vicepresidente de Néstor? ¿Re electo gobernador de la provincia de Buenos Aires?

Una estrategia peligrosa de la cual la oposición de izquierda nada tiene que ver. Pero en algo tenés razón. Bueno, en varias cosas. No hay oposición, porque también la oposición la tienen ustedes. O sea: por la ambición de ir por todo, más tarde, más temprano, se quedarán sin nada. El tema que no me deja dormir es si podremos desde la izquierda clasista y no clasista, quedarnos con mucho. Hoy no lo sé, pero esta carta es también para decirte que es mi más fuerte deseo. Y para mí, las paradojas entre el relato y la realidad cotidiana, son la clave del secreto de tu enojo”. El discurso de la Presidenta al llegar la Fragata Libertad, que pertenece a nuestra gloriosa Armada Embargable, me demoró la escritura de este trabajo. Ella hablaba, yo escribía. Pero no me queda mucho para decir. Para sentir sí. Ilmer Ivencio Flores, hermanito qom: siempre te recordaremos como uno de los verdaderos mártires de nuestra patria. Y lo único que nos embargará es una congoja y dolor infinitos.

Miguel Bonasso escribe: “Me enteré hoy que el saltimbanqui Julio Alak -defensor en 2001 de Carlos Menem- se refirió a mí, presentándome en connivencia con “Clarín” y “La Nación” y, a través de estos medios, como presunto negador de los crímenes de la última dictadura. Alak, además, me califica de progre impostado, un insulto gratuito que a esta altura del partido no le voy a permitir a quien fue menemista, duhaldista delasotista y cristinista”.

© Escrito por Alfredo Grande el miércoles 16/01/2013 y publicado en http://www.plazademayo.com


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