Estudiantes argentinos lograron abaratar los SMS…
Bajaron el costo hasta 30 centavos por mensaje. Gerardo Cabero (28), Pablo Lugones (21) y Gabriel Fernández (21) inventaron Okeyko, un programa gratuito que se instala en celulares. Si el mensaje se envía al exterior, el ahorro es mayor.
Gerardo Cabero, un estudiante de Sistemas salteño, escuchaba una tarde la radio. Era noviembre de 2009 y los oyentes de la emisora protestaban, uno tras otro, por el aumento en el precio de los SMS que aplicarían en esos días las operadoras de telefonía celular. La andanada de quejas le dispararon a Gerardo una idea: qué tal si diseñaba un sistema alternativo para enviar mensajes escritos que resultara más barato que los SMS.
Sin perder tiempo, sumó al proyecto a dos compañeros de facultad, y después a un técnico en Informática de la Provincia de Buenos Aires, y se pusieron a trabajar en lo que sólo unas semanas después sería Okeyko ("Okey" más "OK" al revés). La aplicación lograba lo buscado: enviar mensajes escritos entre celulares a un costo que -aunque puede diferir según variables técnicas y de facturación de las operadoras- ronda los diez centavos, cuando las telefónicas llegan a cobrar 39 centavos por un SMS. Esta diferencia de precio es aun mayor cuando los mensajes son enviados desde o hacia teléfonos del extranjero.
En esos casos los "okeykos" mantienen su costo, mientras los SMS tradicionales pueden multiplicar su costo por cinco o más. Okeyko dirige los mensajes como pequeños paquetes de datos a través de Internet, y el único costo que genera es el que cobra la operadora celular por el tráfico de esos datos. Según los creadores de Okeyko, con un megabyte se pueden enviar más de 4.000 okeykos. Otra particularidad de Okeyko es que sus mensajes no cuestan todos lo mismo, los muy breves serán considerablemente menos costosos que los que utilizan el máximo de 140 caracteres que permite el sistema. Okeyko requiere la instalación de un software (que es gratis) tanto para enviar como para recibir los textos.
Este soft puede bajarse desde el sitio de Okeyko a la PC y de allí pasarse al teléfono, o bajarse directo al celular. Aquí los usuarios inexpertos pueden encontrar obstáculos, ya que en la presente versión de Okeyko (aún no definitiva) la instalación no es muy complicada, pero requiere de algunos mínimos conocimientos. Por requerir este soft, Okeyko funciona sólo en teléfonos compatibles con el lenguaje Java (una buena parte de los celulares cumplen este requisito). Y requiere una línea que tenga habilitado el tráfico de datos. Por ahora no es compatible con celulares BlackBerry, iPhone y cualquiera que use el sistema operativo Android. A diferencia de los SMS, el teléfono no alerta cuando ha llegado un nuevo Okeyko.
Es el usuario el que debe conectarse al servidor del servicio para verificar si ha recibido nuevos mensajes. Por eso, con Okeyko también tiene un costo la recepción de los mensajes. Los textos de Okeyko pueden también enviarse o leerse desde el sitio del servicio en Internet, y no van dirigidos a un número telefónico, sino a un nombre de usuario, por lo que un cambio de número de celular no afecta el uso. "Se trata de una aplicación Java que cada usuario debe descargar al móvil. En la aplicación cada usuario tiene su usuario (un mail) y una password, y sin haberlo utilizado imaginamos que es muy parecido a lo que conocemos como un Messenger", comentaron en Movistar sobre Okeyko ante la consulta de Clarín. Y agregaron: "Es así que no tiene nada que ver con un SMS, pero permitiría intercambiar mensajes entre usuarios que tengan la aplicación y la tengan activa al mismo momento. Dado que el intercambio de mensajes se hace por datos, el costo está dado por eso, y de ahí estiman que es más económico que un SMS".
De Personal, señalaron: "El 70% de los SMS de los clientes de la empresa se cursan a través de las promociones que ofrecemos a precios muy por debajo del nominal, hasta llegar a los $ 0,003. Los packs llevan el SMS a ese precio, y el año pasado nuestros clientes compraron 35 millones de packs". Cabe aclarar que esos costos se logran con paquetes que deben ser consumidos en pocos días. Los fundadores de Okeyko dicen que desde que el servicio está disponible, a principios de este año, ya tiene unos 9.000 usuarios de Argentina, México y España; y que ya recibieron propuestas para distribuir su sistema en Europa y la India.
La historia de cuatro fanáticos…
A la izquierda, de izquierda a derecha, Pablo Lugones, Gabriel Fernández y Gerardo Cabero ayer en Salta, donde residen. En diciembre de 2009 comenzaron a trabajar en el sistema de comunicación Okeyko. Luego sumaron al proyecto a Darío Gabriel Arias (arriba), un técnico en Informática de 24 años de Hurlingham, Buenos Aires. Aunque ahora son socios, Darío todavía no conoce personalmente a la parte salteña del equipo. Se comunican por mensajería instantánea y por Skype.
Tres fundadores del grupo son de Salta y no conocen a su socio bonaerense.
Gerardo Cabero tiene 28 años y está terminando la Licenciatura en Análisis de Sistemas en la Universidad Nacional de Salta (UNSA). Es un férreo militante del software libre, y el año pasado ganó una beca otorgada por Google para trabajar algunos meses en Wikimedia, la fundación detrás de Wikipedia. A él fue a quien se le ocurrió diseñar un sistema para enviar mensajes de texto que resultaran más baratos que los SMS.
Gerardo ya tenía algo bocetado y les mostró el proyecto a Pablo Lugones y Gabriel Fernández (ambos de 21 años), también alumnos de Sistemas de la UNSA. A ellos les interesó la propuesta, los tres se pusieron a trabajar, y al poco tiempo sumaron a Darío Gabriel Arias (24), un técnico en Informática de Hurlingham, que trabaja diseñando sitios. El equipo fundador de Okeyko estaba ya completo.
¿Cómo es que Darío se sumó a un equipo hasta ese momento cien por ciento salteño? El lo cuenta: "A través de un foro, le mandé un mensaje a Gerardo, sabía que él había ganado una beca de Google y quería ponerme en contacto con él".
A Darío no le falta empuje. Su fanatismo por Internet lo llevó años atrás, junto a su hermano, a generarle a su familia facturas de teléfono impagables: por una de ellas perdieron una línea. Sonrisa cómplice mediante, Darío dice que prefiere no hablar para el grabador sobre cómo se las arreglaron después para seguir usando Internet.
Primero, los salteños le pidieron un presupuesto para que diseñara la página de Okeyko; Darío les dijo que la haría gratis, y terminaron sumándolo al equipo. Cosas de la era de Internet; Darío y sus socios salteños no se conocen personalmente.
© Escrito por Leo González Pérez y publicado por el Diario Clarín de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires el sábado 13 de Marzo de 2010.
Un tutorial para ver paso a paso cómo funciona el programa.
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