viernes, 25 de diciembre de 2009

La infancia es un País... De Alguna Manera...

La infancia es un país...


Un niño es un niño
No es ni blanco ni amarillo
No es negro
¡Tiene color de niño!
No es ni rico ni pobre
es un tesoro en sí mismo

Un niño es un niño
No es del Este ni del Sur
No es del Norte, no es del Oeste
Es del país de la infancia

No es de derechas o de izquierdas
Es de la sigla NIÑO
No es judío ni mahometano
Cree en Dios NIÑO

Un niño es un niño
Pertenece al país de la Infancia

Borrad los odios y las barreras
Desconocidos en el país de la Infancia

Borrad los odios vivos
Estáis en el país de la Infancia
El país del sueño azul


Bernadette Sanou
Enfant sans frontières (Extractos)

jueves, 24 de diciembre de 2009

Navidad sin Hipocrecía... De Alguna Manera...

Navidad: la falsa y la verdadera...

La verdadera navidad sujeta la vida con los dos brazos como si se cargara a un niño

Las luces de la falsa Navidad nos ponen a gastar lo que no tenemos. Son aburridas, porque sólo iluminan artículos en venta.

La estrella de la Navidad es símbolo de la Luz verdadera que ilumina a todo hombre y a toda mujer que vienen a este mundo. Ella nos pone a caminar hacia lo importante. La estrella con ser tan seria, a veces se oculta, se niega a brillar sobre el palacio de Herodes y nos conduce hacia un pueblecito olvidado.

La falsa Navidad esconde la alegría mientras más la proclama, después, nos deja saqueados, resacados y vacíos. La Navidad verdadera celebra que Dios se revela escondiéndose en un niño frágil.

El derroche de la falsa Navidad divide: mientras unos despilfarran otros pasan hambre. La verdadera Navidad nos desafía con la generosidad de Dios que nos mueve a acercarnos para compartir.

Se acercan los pastores y los que no cuentan, los astrólogos ignorantes de la Sagrada Escritura, llegan los magos de lejos indagando y avergonzando la arrogante seguridad de los biblioblandientes.

La falsa Navidad regala interesadamente, “—yo ya te regalé, ahora regálame tú y quédate allá lejos—”. En la verdadera Navidad, descubrimos asombrados que Dios se nos regala en su Hijo y por eso regalamos y nos acercamos. Los sinceros, pobres, ricos y aspirantes, se abrazan en Navidad.

Para celebrar la falsa Navidad hay que alejarse del Señor, de la comunidad. La verdadera Navidad celebra que Dios se acerca tanto, que su cercanía en un niño nos queda grande.

Es falsa la Navidad que le canta al niño Jesús mientras se deshumaniza con excesos de bebida, comida e irrespeto violento. La Navidad verdadera nos pone a creer en la humanidad, porque hasta Dios cree en ella.

Los embaucadores de siempre usan la falsa Navidad para tapar los problemas, envolverlos en papel de regalo y tirárselos al año que viene, para que caigan del otro lado de enero, entre la Altagracia y Juan Pablo Duarte. Cantan, “Gloria a Dios en la alturas”, mientras dejan la tierra plagada de roturas.

Es verdadera la Navidad, porque naciendo, Jesús hizo suyos nuestros problemas. Dios anda con nosotros, para que nadie ande sin Dios.

La falsa Navidad está fabricada con risotadas que no logran acallar las preocupaciones, los abusos y los desafíos ignorados. La verdadera es suave, cuenta con los pequeños, valora las semillitas del Reino y agarra la vida con los dos brazos como si sujetara a un niño.

La Navidad mentirosa tiene mil voces viperinas que no aprendieron otra cosa que vender. La voz de la Navidad de Jesús tal vez nos llame como Juan, el Bautista, “raza de víboras,” pero nos anuncia un bautismo en el fuego del Espíritu, que le da la vuelta a los corazones y la historia.

Herodes reina en la falsa Navidad, esclavo de su castillo, de su frustrada seguridad egoísta y de su poder. Le hacen el juego los que citan la Escritura, presos de la Jerusalén soberbia.

Todos llevamos dentro un Belén abierto a la ternura. Ella permite reconocer la verdad del niño y el poder invencible de su sonrisa. Que en Navidad, al igual que los pastores, “de prisa, vayamos y veamos”.

© Escrito por el Padre Manuel Maza, S.J.


MANUEL PABLO MAZA MIQUEL, S.J


El Padre Maza nació en La Habana, Cuba en 1945, es ciudadano de la República Dominicana, país que conoce desde 1967.


El Profesor Maza trabajó en la Parroquia Domingo Savio de l os Guandules y en el Seminario Santo Tomás de Aquino por más de seis años.


Se doctoró en historia, en Georgetown University (1987) y es también Licenciado en humanidades (Fordham Univ., 1967), licenciado en Teología Fundamental, con estudios en la Universidad de Lovaina (1972, Bélgica), Loyola University (1974, Chicago) y la Pontificia Universidad Gregoriana (1975, Roma).


Desde 1987 el Padre Maza es profesor-investigador en el Recinto Santo Tomás de Aquino de la Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra, institución que ha apoyado sus investigaciones desde 1987. Desde 1983 es también profesor de historia en el Instituto Pedro Francisco Bonó de la Compañía de Jesús en Santo Domingo. El Dr. Maza fue durante más de doce años miembro del equipo editor de la revista Estudios Sociales en la cual aparecieron sus ensayos sobre la Iglesia y la sociedad cubana.




martes, 22 de diciembre de 2009

Abuelas de la Plaza... El Pueblo las Abraza... De Alguna Manera...

Recuperan al nieto desaparecido Nº 100

Matías Espinosa y la historia de su padre, una de las más dramáticas historias del enfrentamiento entre Montoneros y la Dictadura.

Tulio Valenzuela, asesinado por el Terrorismo de Estado, fue
también condenado por la Conducción Nacional de Montoneros.


La organización Abuelas de Plaza de Mayo tuvo la satisfacción de anunciar la aparición de Matías Espinosa, quien así se convirtió en el nieto recuperado número 100. Actualmente docente, el joven es hijo del militante desaparecido Tulio Valenzuela, protagonista de una de las historias más emblemáticas de la violencia en que estaba inmersa la Argentina.

Matías Espinosa (quien lleva el apellido de su madre Norma), es hijo de Tulio "Tucho" Valenzuela quien no pudo reconocerlo porque vivía en la clandestinidad debido a que era una de las cabezas de la columna de Montoneros en Rosario. Precisamente, "Tucho" Valenzuela fue protagonista de una las historias más dramáticas e increíbles del enfrentamiento entre Montoneros y la dictadura militar.

La historia de su padre. En uno en uno de los tantos operativos ilegales, la dictaduta captura a Valenzuela. Detenido en un campo de concentración el por entonces general Leopoldo Galtieri le ofrece liberarlo -pero dejando como rehen a su mujer Raquel Negro y su hija- a cambio de que conduzca a los militares hasta Mario Firmenich por entonces exiliado en México.

“Tulio simula comerse los argumentos e inician conversaciones políticas con él (en alusión a Firmenich)", contó Alfredo Álvarez, íntimo amigo del militante desaparecido. En febrero de 1977 Valenzuela viaja con un grupo de militares al Distrito Federal de México, pero antes de entrar en contacto con la cúpula montonera logra fugarse de sus captores.

Doblemente condenado. Posteriormente logra ponerse en contacto con los jefes máximos del grupo guerrillero a quienes les revela el plan siniestro de los hombres de la dictadura. Dan una conferencia de prensa donde cuentan los planes de Galtieri lo que desencadena un conflicto diplomático y los secuestradores son expulsados de México. Pero la decisión de "Tucho" de salvar a los jerarcas montoneros no fue bien entendida por la Conducción Nacional del grupo guerrillero que le realiza un juicio revolucionario en el que se reconoce su heroismo, pero se lo condena por traición.

Su compañera de entonces, Raquel Negro (que había dado a luz a la hija de ambos en 1978, la cual fue recuperada por Abuelas de Plaza en 2008), fue asesinada por las fuerzas represivas de la dictadura después de, aparentemente, haber dado a luz a mellizos.

Cinco meses después, Tulio Valenzuela volvió voluntariamente a la Argentina en el marco de la Primera Contraofensiva Montonera y, al verse cercado por integrantes de un grupo de tareas de la ESMA, se suicidó ingiriendo una pastilla de cianuro.Otras versiones dicen que murió acribillado. Su cuerpo nunca apareció.

El número 100. Matías Espinosa se crió con su madre Norma Espinosa -alejada de la militancia en 1975- y sus abuelos maternos, estudió Educación Física y actualmente se dedica a la docencia. A pesar de que desde niño su madre le contó detalles referidos a su padre, fue durante su adolescencia cuando el joven tomó conciencia de que su padre era Tulio Valenzuela y que se encontraba desaparecido.

Fue en ese momento cuando se acercó por primera vez a Abuelas, donde le facilitaron el contacto con sus tíos paternos en San Juan. En 2009, tras la restitución de Sabrina (su media hermana, hija de Valenzuela y Raquel Negro), Matías fue derivado a la Comisión Nacional por el Derecho a la Identidad (CONADI) para confirmar su filiación y convertirse en el nieto recuperado número 100.

© Publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, el martes 22 de Diciembre de 2009.


Iba a entregar a Firmenich y burló a Galtieri.

En los 70 fue una de las cabezas de Montoneros en Rosario. Cuando lo detuvo la dictadura, hizo un pacto con Galtieri: guiar a los militares hasta Firmenich y la cúpula de la organización que estaba en México, a cambio de su libertad. Pero al llegar al DF se escapó y reveló a la prensa el operativo. Lo pagó con la vida de su esposa, que estaba detenida y embarazada. PERFIL revela fotos y cartas inéditas de una historia conmovedora.

Desde Managua. Alfredo Alvarez, íntimo amigo de Tulio, le cuenta a Héctor Valenzuela cómo su hermano guerrillero frustró el operativo México. Comenta que al detenerlo, Galtieri trató de convencerlo para hacer un pacto con Montoneros, pero que el problema era Firmenich. “Tulio simula comerse los argumentos e inician conversaciones políticas con él.” En febrero de 1977, Valenzuela viaja con militares al DF, pero al llegar se escapa y delata todo ante la prensa. Los líderes montoneros logran huir.

Juventud. Tulio nació en 1945 en San Juan, donde vivió hasta que en 1963 fue a Buenos Aires para estudiar Derecho en la UBA. Allí inició su militancia en la Juventud Peronista. Después, se unió a Montoneros en Rosario. En Jujuy, se casó con Alcira Fidalgo, su primera esposa.

Confirmación. Firmenich le escribe a la madre de Tulio para decirle que su hijo falleció. Hay dos versiones sobre su deceso en 1978. Alvarez relata que muere durante un tiroteo con militares: “Tulio cae en combate junto con dos compañeros. Se sabe que es el último en caer y que cuando los verdugos llegan a él, el flaco ya está muerto”. Otra versión sostiene que antes de que lo mataran tomó cianuro. “Se mató con la pastilla, el hijo de puta”, habría dicho el represor Eduardo “Tucu” Constanzo.

Familia. Cuando conoció a Raquel Negro en Rosario, ella ya tenía un hijo de un matrimonio anterior, llamado Sebastián (fotos). Tulio se casó con Raquel y ella quedó embarazada. Pero al poco tiempo los dos fueron detenidos en el centro clandestino Quinta de Funes. Antes de hacer fracasar el operativo México, Tulio habló con ella para adelantarle su plan, y ella aceptó morir por la causa revolucionaria. Constanzo declaró después a la Justicia que la vio llegar a Paraná muerta y desnuda en el baúl de un auto, tras parir.

Desde el exilio. Valenzuela fue detenido tres veces. La primera fue en 1973 en Jujuy, en donde le dejaron medio cuerpo paralizado por las torturas. Tras dos experiencias similares en 1975 y 1977, se exilió en Costa Rica, Nicaragua, Uganda, Suiza y España. Desde allí mantuvo informada a su familia por correspondencia. En una carta dice no saber nada de Raquel y tampoco de su embarazo. “El segundo pibe debe haber nacido ya (...) pero no tengo la menor idea de él”, confiesa. Ignoraba que esperaba mellizos.

Militante. Tulio creció dentro de la estructura montonera hasta convertirse en comandante militar y encargado de prensa. También era miembro del Consejo Superior de la organización. Tras hacer fracasar el operativo México (foto izquierda, luego de hablar con la prensa), Montoneros le hace un juicio revolucionario en el que, según Alvarez, se reconoce su heroismo, pero “se le reprocha el haber puesto en riesgo a la conducción nacional. Como sanción lo degradan (foto abajo, partiendo hacia el exilio).

Gestiones. En una misiva reciente, el hermano de Tulio cuenta datos desconocidos hasta ahora. Dice que en su desesperación por saber algo de Raquel y de su hijo, Tulio “le envió una carta a Galtieri y otra a la Junta de asesinos”. También le escribió al Papa. Pero no obtuvo respuesta. Héctor Valenzuela relata, además, que tiempo después le remitió una carta al hijo que no llegó a conocer “donde le explica por qué había caído su mamá”. Tulio nunca supo que tuvo mellizos y que fueron apropiados por los militares. Se creía que uno murió al nacer, pero ahora hay dudas.

© Escrito por Andrea San Esteban y publicado en el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires el domingo 23 de Marzo de 2008.


domingo, 20 de diciembre de 2009

Yo te Amo Costa Rica... De Alguna Manera...

Historia de Costa Rica
El país estuvo habitado desde al menos 5000 a.c.,pero los amerindios de Costa Rica fueron poco numerosos en comparación con las grandes civilizaciones precolombinas.

Cristóbal Colón descubrió y bautizó Costa Rica en 1502 durante su cuarto viaje. La conquista española se hizo allí más tarde que en gran parte de la América Latina central en razón de la hostilidad virulenta de los amerindios. Juan de Cavallón llevó los primeros colonizadores victoriosos a Costa Rica en 1561. Juan Vázquez de Coronado le sucedió en 1562-1565 y estableció Cartago y otras colonias en el Valle Central. Costa Rica hizo parte de la capitanería general de Guatemala, en el virreinato de México, a partir de 1570, pero su alejamiento de la ciudad de Guatemala y su aparente falta de riquezas le permitieron desarrollarse sin sufrir la misma intervención directa que las otras provincias de América Central.

Bastante poco numerosos en el país, los representantes de la autoridad española y de la Iglesia dejaron el país desarrollarse apartado de la corriente histórica de la América Latina. La colonia no tomó una cierta importancia a los ojos de las autoridades guatemaltecas sino hasta fines del siglo XVIII, cuando los españoles pusieron el acento sobre la agricultura comercial e hicieron del tabaco, un importante producto de exportación.

Las exportaciones de tabaco favorecieron la creación de una sociedad más próspera y los costarricenses dominaron la vida intelectual y política de la América Central a comienzos del siglo XIX. La región siguió a México en su separación de España en 1821, después devino uno de los cinco Estados de las Provincias Unidas de América Central de 1824 a 1838. Costa Rica evitó comprometerse en las guerras civiles que exaltaron a la confederación. Formó a continuación una república soberana. La política costarricense fue similar a las ideologías liberales-conservadoras del resto de América Latina y las ciudades de Cartago, San José, Heredia, y Alajuela se disputaron la supremacía en el país, y San José logró tomar la delantera. El siglo XIX fue también marcado por el prodigioso desarrollo del cultivo del café que se volvió entonces un importante producto de exportación.

Bajo el mandato de Tomás Guardia (1870-1882), Costa Rica se benefició de grandes inversiones extranjeras en las vías férreas y otros equipamientos públicos. La implantación en el país de la United Fruit Company, imperio de la banana creado por el hombre de negocios norteamericano Minor C. Keith, permitió el desarrollo de las llanuras costeras, de las vías férreas, así como de otras infraestructuras, pero volvió también a Costa Rica más dependiente de los mercados y los capitales extranjeros.

El Partido Republicano Nacional Reformista (PRN) obtuvo la presidencia con León Cortés Castro en 1936, y nuevamente en 1940 con Rafael Angel Calderón Guardia. La victoria electoral del liberal Otilio Ulate en 1948 hizo estallar una guerra civil cuando el PRN intentaba permanecer en el poder. Una nueva fuerza política, el Partido de la Liberación Nacional (PLN), dirigido por José Figueres Ferrer, logró imponer a Otilio Ulate y llegó a ser el partido dominante del país, una posición que ocuparía siempre. Costa Rica llegó a ser entonces el país más democrático de América Latina. Figueres fue presidente de 1953 a 1958, y nuevamente de 1970 a 1974.

Le PLN venció en las presidenciales de 1974 con Daniel Oduber Quirós, pero el conflicto que lo oponía a Figueres, acompañado de problemas económicos, llevó al poder a una coalición de oposición dirigida por Rodrigo Carazo Odio en 1978.

Costa Rica conoció entonces un crecimiento demográfico rápido, lo que tuvo consecuencias económicas a comienzos de los años '80. Le PLN regresó al poder en 1982, con la elección para la presidencia de Luis Alberto Monge Alvarez; Óscar Arias Sánchez, también del PLN, le sucedió en 1986. El consagró su mandato a restaurar la paz en América Central y asegurar la estabilidad política de la región. Rafael Angel Calderón Fournier, hijo del antiguo presidente Rafael Calderón, venció en las elecciones presidenciales de febrero de 1990 por la Unidad Social-cristiana. En febrero de 1994, José-Maria Figueres Olsen, miembro del PLN e hijo del antiguo presidente José Figueres Ferrer, fue elegido presidente.

© http://www.americas-fr.com/es/historia/costa-rica.html