Llegó en 1971 a La Quiaca , donde lo único que sobra es intemperie. Sabe que el peor enemigo de los pobres es el silencio.
Es andaluz, nació en Granada no en Belén. Es bajito, no tiene barba. No parece un rock star. Todo lo contrario: su cabello está perdiendo la batalla con el tiempo. Usa anteojos con vidrios gruesos. Igual se parece mucho al nazareno. Incluso, cuando siente que sus pedidos no son atendidos, se crucifica. Como si todo su cuerpo fuese una señal desesperada con destino al cielo y a la tierra, se crucifica.
El padre Jesús Olmedo es el párroco de
Años después tuvo que volver a España y, a comienzos de los 90, regresó a
En dos décadas de trabajo intenso, el padre Olmedo ayudó a establecer una decena de comedores. Es que el hambre es la necesidad más urgente. Según su propio diagnóstico, la mitad de los niños de esa zona de Jujuy están desnutridos. Por esa razón, la imagen de la leche derramada en la ruta, en mitad del conflicto entre el gobierno y el campo, lo indignó de manera especial y salió a decirlo: “mientras se pelean por las retenciones los pobres siguen pasando hambre”. Unos días antes, a comienzos de Junio, una movilización de pobres y desocupados fue reprimida de manera brutal por la policía provincial. Hubo varios heridos de bala, entre ellos, el propio Olmedo.
Jesús sabe que el peor enemigo de los pobres es el silencio. Escribió un libro sobre ese tema: La cultura del silencio. “Cuando un pueblo calla durante tanto tiempo es porque ha sido silenciado” y sugiere: “desde la cultura del silencio hay que pasar al grito de los excluidos”. Con esa idea, en la semana de los dos actos, bajó a Buenos Aires. En medio de la peor disputa de poder de los últimos años, Jesús bajó a
El padre logró algunas cosas, en medio de la disputa por la soja, la ministra de Desarrollo Social, Alicia Kirchner, le prometió hacer un relevamiento de la zona y ayuda oficial inmediata. El líder chacarero Alfredo De Angeli, que lo cruzó en un canal de televisión, le garantizó el envío de alimentos. También recibió apoyo de distintas parroquias y organizaciones sociales de todo el país.
Jesús agradece pero sabe que nada será suficiente sino se remueven las causas profundas de la iniquidad. Por eso sigue exigiendo a las autoridades políticas la generación de puestos de trabajo, más escuelas, cloacas, agua potable, obra pública, subsidios para los desempleados. También pide que se controle el contrabando de artículos de primera necesidad desde
Uno de los mayores desafíos asumidos por Olmedo es que la sociedad tome conciencia. Quiere que se asuma que en “
Es por eso que a Jesús le cuesta entender algunas cosas de este país, al que considera suyo: “En el 2001 veíamos por televisión como se hablaba de la crisis argentina por la plata que se había quedado dentro de los bancos y no se hablaba de la crisis argentina por el hambre y la miseria”. Un periodista porteño le pidió una definición: “¿Usted está con el campo o con el gobierno?” y el padre respondió: “Con ninguno de los dos. Yo estoy con los pobres”.
Jesús estuvo en Buenos Aires. No organizó ningún acto.
© Publicado por Reynaldo Sietecase en el Diario Crítica de
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