martes, 20 de junio de 2017

Nadur: “No vine a Huracán para hacer amigos”… @dealgunamanera...

Nadur: “No vine a Huracán para hacer amigos”…

Nadur "El Cotur"... Presidente del Club Atlético Huracán.

El actual presidente del club aspira a un tercer mandato. Además de enfrentarse a dos candidatos que crecen en las encuestas, su principal rival electoral es el riesgo latente de un nuevo descenso. En esta larguísima entrevista anuncia el levantamiento de la convocatoria de acreedores, la inminente sanción deportiva de FIFA a Cruzeiro y ensaya una teoría sobre la influencia del primer cordón de socios del club.

© Escrito por Marcelo Benini el viernes 09/06/2017 y publicado por el Periódico El Barrio de Parque de los Patricios, Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

Comenzó la cuenta regresiva que sellará, en las próximas dos semanas, el futuro de Huracán y del hombre que condujo a la institución durante los últimos seis años. Este junio es particularmente frío, aunque la temperatura de los hinchas está alta y sus corazones acelerados. Trepado a una cornisa de apenas un punto, el viernes 16 el Globo recibirá a Unión en el Ducó y el jueves 22 visitará la Fortaleza granate. El domingo 25 son las elecciones presidenciales en el club y al día siguiente el último partido del torneo, con Belgrano de Córdoba, otra vez en el Palacio, igual que en 2015. El principal factor para este sufrimiento ha sido el errático armado del plantel en los últimos dos mercados de pases. Desde su regreso, al equipo le costó asentarse en Primera División. Quizá porque anduvo tres años de copas, siempre que volvió a casa lo hizo mareado.

El contexto no es el ideal para una entrevista con Alejandro Nadur, el presidente de Huracán desde 2011: muchas de las preguntas que quisiera hacerle en este delicado momento difícilmente puedan ser respondidas sin generar más tensión de la que ya existe en el mundo quemero. Hay secretos a voces que es difícil revelar sin causar un daño mayor del que deportivamente ha sufrido el club. Y las semanas que se avecinan son demasiado importantes como para agitar aún más un ambiente que, por presiones futbolísticas y políticas, sin dudas se calentará. Lo único cierto es que, salvo el primer semestre de 2016, el Globo no la pasó bien hasta ahora en su retorno a la máxima categoría del fútbol argentino, a pesar del inédito orden económico alcanzado en dos gestiones simultáneas, los títulos obtenidos y la final sudamericana.

Después de varios intentos frustrados, Nadur accede finalmente a la entrevista. La cita es en Automotores San Jorge, la empresa que creó con un hermano hace tres décadas y que paradójicamente está ubicada frente al supermercado que alguna vez fuera la cancha de San Lorenzo. Rodeado por pintadas azulgranas, el exitoso empresario juega de local en un barrio visitante. No falta quien por este motivo lo ha tratado de cuervo, entre otros adjetivos humillantes que le dedican últimamente desde las redes sociales. A simple vista uno ingresa a una concesionaria Chevrolet, pero luego de subir escaleras, atravesar oficinas y recorrer pasillos accede a una propiedad de estilo clásico y exquisitamente decorada, de muchas columnas y habitaciones. Un enorme laberinto arquitectónico que, metafóricamente, podría ser la encrucijada en la que se encuentra Nadur.

Próximo a cumplir 65 años, Nadur impone respeto al hablar. Lo hace con firmeza y convicción. No en vano es el dueño de la empresa que más autos vende en el país. Antes de los 20 años manejó un remís Rambler, luego fue colectivero de la línea 85 y también taxímetro. Es Analista de Sistemas y en 1985 soñaba con tener cinco Súper Europa. No sólo lo logró, sino que se volvió millonario. Llegó a la presidencia de Huracán a mediados de 2011, económicamente hecho y con el 70% de los votos. El equipo había descendido recién a la B Nacional, tras una pésima gestión de Carlos Babington. Fue reelecto en 2014, semanas después de la final perdida por el ascenso a Primera con Independiente, con el 73% de adhesión. Ahora aspira a un tercer mandato, pero su crédito ha disminuido considerablemente…

-Pasaron ya seis años de su llegada a Huracán. ¿Qué recuerda de esos días?
-Cuando asumimos en Huracán, había 61 contratos profesionales, las divisiones inferiores estaban devastadas y ya se habían consumido los ingresos de la televisión correspondientes a la primera temporada en la B Nacional. Muchos jugadores, como CámporaQuiroga y Machín, habían solicitado la libertad de acción ante Agremiados. Llegué a poner tres millones de dólares de mi bolsillo para cubrir deudas. Huracán no sólo me devolvió esos préstamos sino que tiene activos por alrededor de 20 millones de dólares. Poseemos el 50% de Ábila, el 80% de Mendoza y la totalidad de las fichas, entre otros, de Romero GamarraDíazNervoBogadoPussettoBriasco y Angulo.

-¿Cuál es el presupuesto actual de Huracán?
-Hoy el club tiene un presupuesto de diez millones de pesos mensuales, que se autofinancia fundamentalmente con los ingresos provenientes de las cuotas sociales, el sponsor de la camiseta, la publicidad estática y los derechos de televisión.
Económicamente, Huracán está en orden. Deportivamente, no tanto. Nadur destaca el regreso a Primera División, la obtención de dos nuevos campeonatos después de 41 años, la participación en certámenes internacionales y el crecimiento patrimonial como sus principales logros. Pero el riesgo de un quinto descenso se acentuó desde la partida de Ábila hace un año exacto: “Ojalá hubiéramos podido retenerlo, pero era imposible. Quizá si la operación de Cristian Espinoza a Villarreal se hubiera producido algunas semanas antes se habría podido hacer un esfuerzo por Wanchope”. Por ese traspaso, que se concretó al mes siguiente, a Huracán ingresaron cinco millones de euros. El mérito de Nadur fue haber renegociado el contrato dos años antes y elevado el monto de la cláusula de rescisión: de un millón y medio de dólares a cinco millones de euros.

-¿En qué instancia se encuentra el reclamo por el pase de Ábila a Cruzeiro?
-Es inminente la sanción de FIFA contra Cruzeiro, que consistirá en quita de puntos e incluso el descenso de categoría, si no regulariza la deuda con Huracán. Además, seguramente en el próximo libro de pases, venderemos el restante 50% del jugador y no precisamente al Cruzeiro.
La salida de Ábila fue un dolor de cabeza para Huracán, ya que jamás se pudo reemplazar su promedio de un gol cada dos partidos: Mendoza nunca estuvo a la altura y los refuerzos que llegaron menos aún. Barrales, Lesman y Depetris, entre lesiones, sobrepeso y falta de nivel, resultaron un fiasco. Nadur admite con resignación esa realidad y trata de justificarla: “Habíamos llegado a un principio de acuerdo con el Palmeiras por el pase de Lucas Barrios y también con el salario del jugador. Luego el club brasileño solicitó no realizar la operación. En cuanto a Fernando Zampedri, luego de una negociación llegamos a un acuerdo económico con sus representantes y con el jugador por su sueldo. El tema era que sus derechos económicos correspondían dos tercios a su entorno y un tercio a Atlético Tucumán, existiendo una cláusula de rescisión que Huracán debía ejecutar contra una institución en Argentina. Solicitamos que lo hagan sus representantes, estos se negaron y la operación no pudo realizarse. Pero no decido yo solo: todas las determinaciones vinculadas a refuerzos están consensuadas con la mesa chica y el entrenador de turno”.

-Durante su mandato pasaron diez técnicos: Juan Amador Sánchez, Diego Cocca, Héctor Rivoira, Juan Manuel Llop, Antonio Mohamed, Frank Kudelka, Néstor Apuzzo, Eduardo Domínguez, Ricardo Caruso Lombardi y Juan Manuel Azconzábal. Salvo Kudelka, Apuzzo y Domínguez, aunque a la larga terminaron también yéndose mal, el resto fracasó. ¿Qué sucede en Huracán para que nada sobreviva?
-Hace mucho más de 30 años que Huracán padece problemas deportivos, económicos, financieros e institucionales. Hace mucho tiempo que en Huracán hay un primer cordón de socios -políticos y medios partidarios- que quieren siempre acceder al poder de Huracán sin tener una condición que debería ser de las más importantes: idoneidad. No se maneja fácil Huracán, es un club grande. Tienen que ser muy profesionales los que quieran conducir a Huracán. Durante mucho tiempo, los más idóneos estuvieron muy lejos de la política de Huracán. No importa de qué forma, pero ese primer cordón siempre quiere acceder a la gestión del club. Hubo un lapso corto, entre 2011 y 2014, que los integrantes de ese cordón político se alejaron un poquito de las ambiciones desmedidas y ahora volvieron otra vez. ¿Por qué? Porque hay un botín increíble en Huracán, en los próximos libros de pases, de más de 20 millones de dólares. No tienen idea de cómo manejar una institución como Huracán. Sin embargo, van a tratar de llegar al poder porque tienen como objetivo manejar el dinero en activos que hoy tiene Huracán. Somos el primer gobierno en 30 años que completará dos mandatos seguidos.

-Ese primer cordón al que usted se refiere, ¿es un problema de todos los clubes o sólo lo padece Huracán?
-Lo tienen todos los grandes clubes del fútbol argentino, pero en esos clubes grandes la influencia de ese cordón es menor comparada con la cantidad de socios y no se notan tanto. Es Huracán ese cordón es importante porque con la menor cantidad de socios que tenemos se hace notar. Pero ya se van a ir.

-¿Se puede conocer el pasivo?
-Menos de la cuarta parte de los activos. Hoy Huracán es activo total a corto plazo, transformamos económicamente al club. Además hay cuatro o cinco chicos en reserva que cuando lleguen a la Primera harán crecer en cifras mucho más altas ese activo. El trabajo que se hizo fue muy bueno, aunque fallamos este año por un montón de cosas. Pero Huracán va a salir. Tiene una combinación muy buena de juventud y experiencia. Ya hemos salido de crisis importantes. La del 1 de noviembre de 2014 fue muy grande y sin embargo, en menos de 45 días, Huracán transformó esa crisis en triunfos, los más importantes de los últimos 40 años. El 22 de junio la asamblea va a aprobar después de mucho tiempo el primer balance con resultado positivo de Huracán. Durante años eran negativos, lo que hacía aumentar el pasivo constantemente.

-¿Por qué no pudimos entonces consolidarnos en Primera estos tres años?
-Fíjese que Huracán es la única institución de fútbol en la Argentina que es campeón de un torneo importantísimo y clasificó a la Copa Libertadores estando en el Nacional B. Eso trae sus consecuencias. Normalmente, los equipos que clasifican a copas internacionales ocupan los primeros puestos en los torneos de liga y les permite acumular muchos puntos en el promedio para mantener la categoría. Competimos en torneos internacionales, llegando en algún caso a la final, con una declinación en el rendimiento en los torneos locales. Eso es lo que sucedió. Pero no podemos pensar en que Huracán va a perder la categoría: eso no va a suceder.

-Me decía que suele decidir la contratación de refuerzos con los directores técnicos de turno y la mesa chica. Algunos le reprochan que esas decisiones no son acertadas por la falta de un mánager. Huracán tuvo la breve y malograda experiencia de Mariano Juan, pero luego no buscó un reemplazante.
-En ese momento Mariano Juan era la persona ideal. Eligió buenos jugadores, entre ellos a Domínguez, pero no soportó las pintadas que en un momento determinado ese primer cordón realizó y decidió apartarse. No es fácil conseguir un mánager. River lo tiene, Boca no, Vélez lo tuvo por un momento y ahora no. Debe tener condiciones especiales, no podemos importarlo de otra institución ni mucho menos de otro país.

-Además de las ventas por jugadores, Huracán sumó grandes ingresos por los premios obtenidos en las diferentes copas nacionales e internacionales.
-Aquí corresponde hacer una aclaración. Cuando el dinero que le ingresa alcanza para pagar el traslado, la estadía y los premios, usted está haciendo una muy buena gestión. El mejor premio es la cotización de los jugadores.

-Los jugadores de Huracán están al día, ganaron importantes premios y se cotizaron. ¿Están satisfechos con Huracán, están aburguesados? ¿Por qué uno percibe desde afuera que la pertenencia no está al 100 por ciento?
-Lo que puedo decir es que los jugadores que Huracán, igual que los directivos, los socios y los hinchas, no están contentos con este momento.

-¿En cuánto influye en su rendimiento la distancia pública que ellos manifestaron tener con usted, la falta de diálogo? ¿Por qué se produjo ese distanciamiento?
-Distanciamiento o no, siempre las relaciones son buenas por momento y en otros no tanto. Es responsabilidad nuestra recuperarla.

-Usted me dijo que es una persona que no vino a hacer amigos a Huracán. ¿Esa cintura menos política que la habitual le juega en contra a veces?
-No tengo ninguna duda de que en Huracán, como en todas las instituciones, el responsable máximo además de ser idóneo debe tener autoridad. Sin autoridad no se consigue un campeonato, un ascenso, otro campeonato, jugar copas internacionales… Responsabilidad, dignidad, autoridad y honestidad son mis principios. Para romper ese cordón siempre dije que a Huracán no vine a hacer amigos. Mi otra premisa fue generarle activos. Daba el ejemplo de que así como en una concesionaria los activos son los autos, en un club de fútbol los activos son los jugadores.

-Muchos le adjudican a Gustavo Mendelovich, uno de sus rivales electorales, un rol decisivo en el éxito futbolístico reciente de Huracán y atribuyen a su partida los fracasos posteriores. ¿Por qué se fue?
-De ninguna manera es así. Le pido por favor que no confundamos a la gente. Gustavo me agradecía continuamente poder estar a mi lado porque decía que “estaba aprendiendo”, según sus textuales palabras. Hay premisas tan falsas… La gran ruptura con Mendelovich fue cuando me pidió manejar el presupuesto del fútbol profesional. Los recursos están, se manejan, pero no a discreción. También en la venta de Gonzalo Martínez tuvimos discrepancias. Él aceptaba que River cediera a Ezequiel Cirigliano en parte de pago y yo quería que la operación se realizara al contado. Y Huracán necesitaba los casi cinco millones de dólares en que vendimos a Gonzalo Martínez. Que quede claro: Mendelovich no participó tampoco de ningún contrato de los jugadores que llegaron en la época de Kudelka. A Wanchope Ábila lo ofreció Instituto y rápidamente hicimos la compra del jugador. La incorporación la concretamos con Fernando Moroni en Cariló, estando de vacaciones. Nadie se enteró del tema hasta que se firmó el contrato. La necesidad de Instituto era de contado, la posibilidad de Huracán era con cheques diferidos que estaba cobrando en ese momento de TBS. Yo le canjeé los valores a Huracán y así el club pudo adquirir al jugador en alrededor de 360 mil dólares.

-Jorge Anca, su otro adversario electoral y actual Presidente del Ducó, edificó su candidatura a partir de la falta de recursos del Palacio y del grupo de voluntarios que trabaja con él para mantenerlo, ya que las carencias estructurales son notorias. Dice Anca que la CD no le baja dinero ni para cambiar una lamparita. ¿Es cierto que el estadio no tiene presupuesto?
-El estadio tiene el presupuesto mayor dentro de las tres sedes de Huracán y quedó reflejado con los números en un acta de comisión directiva. Siempre fue así. No es verdad que no tenga presupuesto. ¿De dónde sale el mantenimiento de la cancha, el sueldo de los empleados, la pintura que él compraba para poder pintarlo?

-Lo que sucede es que él siempre hace convocatorias para que los hinchas aporten ladrillos, pintura y otros materiales para las obras de refacción…
-Por supuesto que es muy válida esa tarea, pero el aporte mayor proviene del Departamento de Compras de Huracán. Esto es totalmente demostrable. Sí deseo aclarar que tanto en mis empresas como Huracán nos manejamos con presupuestos. Pero esos presupuestos no los debe manejar el responsable de la Subcomisión.

-Hablando de presupuestos, ¿los diez millones de pesos mensuales que gasta Huracán son acordes a su realidad deportiva? Escucho que hay contratos que superan el medio millón de pesos de jugadores que hoy no tienen una prestación relevante.
-Es un presupuesto aceptable, podría ser de un millón más o menos. Si me habla de jugadores, puede haber cuatro o cinco jugadores muy bien pagos.

-A fines de 2015 adoptó una decisión delicada que le permitió a Huracán casi duplicar sus socios. Desde entonces no se ha crecido.
-Quiero que Huracán sea mucho más que el sexto grande. Para eso necesitamos los socios. Que la gente de Huracán se haga socia y le ofrezca al club esa cuota de amor que necesita. Cada 10.000 nuevos socios Huracán puede contratar dos jugadores de jerarquía de nivel internacional o tres jugadores de jerarquía de nivel nacional.

-Perfecto. Pero no olvide que necesitamos de una final internacional para sumar esa cantidad que usted dice. Pasamos de 14.000 a casi 22.000. En este momento de crisis parece imposible crecer tanto…
-Si los socios de Huracán no pueden ser más de 20.000 entonces estamos distorsionando el tamaño de nuestra institución. No es cierto eso, yo creo que vamos a llegar muy pronto a los 30.000 socios. Y lo que además estamos logrando es que los 20.000 sean constantes, que sigan pagando su cuota y la gran mayoría lo hagan con débito automático. Es una situación atípica para lo que era Huracán. No importa los directivos de turno, esa cuota social tiene que estar siempre. Y mucho más cuando hay comisiones directivas honestas y transparentes, que todo lo que Huracán genera por venta de jugadores le ingresa a la cuenta corriente de Huracán. Y lo que ingresa por socios no va a parar a un Banco de Clubes sino también a la cuenta corriente de Huracán.

-Le pregunto por los árbitros, un perjuicio histórico. Han sido tan recurrentes los errores que quizá sin ellos hoy no estaríamos peleando la permanencia en Primera.
-Es algo que viene desde 1986, el partido contra Deportivo Italiano. También sufrimos torneos distorsivos como el de 1976, que le permitió salir campeón a Boca a pesar de sacar menos puntos que nosotros. Y la mala suerte, como el campeonato de 1994, último que otorgó dos puntos por partido ganado, donde si hubiéramos sumado de a tres unidades éramos campeones antes de la última fecha. Huracán debe transformar ese destino. Esto se hace con mucha fortaleza y aprovechando las oportunidades. Hace mucho tiempo que Huracán no tiene directivos en la Asociación del Fútbol Argentino. El peso en AFA no se crea de un día para el otro.

-¿Se arrepiente de haberse quejado públicamente de los árbitros a mediados del año pasado? ¿Estamos sufriendo las consecuencias de esas declaraciones?
-Veníamos de haber sufrido un vergonzoso arbitraje en un partido de Copa Libertadores, hubo otra situación en el torneo local y la verdad es que en ese momento me salió decir que los hinchas de Huracán estaban podridos de los arbitrajes. Hubo una solicitada de la Asociación Argentina de Árbitros, pero quiero aclarar que no me referí particularmente a los árbitros de la liga local sino especialmente al partido jugado en Medellín. Hubo una queja formal de Huracán a la CONMEBOL y nunca la contestaron. Quiero aclarar igual que confío en la honestidad de los árbitros y admito que el fútbol se está jugando a mucha velocidad. A veces la vista del árbitro y de los jueces de línea no alcanza a advertir las jugadas y cometen errores.

-Hace un año se anunció el pago de todos los acreedores y el levantamiento de la convocatoria. Sin embargo, esta noticia luego fue desmentida. ¿Cuál es la realidad?
-Tengo una noticia fresquita. El Banco Central ya se presentó a ratificar el acuerdo y la carta de pago en el Juzgado. Huracán acaba de cancelar la deuda con todos sus acreedores. En total, durante nuestra gestión abonamos una cifra cercana a los cien millones de pesos.

-¿Se arrepiente de algo? ¿Cambiaría alguna decisión?
-No estoy conforme con el armado del plantel de esta temporada, me refiero a los últimos dos libros de pases. Les aseguro que pensaba que íbamos a tener un buen campeonato. Estoy convencido de que la mayoría de los jugadores son buenos, pero los resultados no se dieron. Y cuando los resultados no se dan tenemos que aceptar que no lo hicimos tan bien. La próxima tenemos que mejorar.

-¿Tiene confianza que logrará los votos necesarios para un tercer mandato? Las últimas encuestas no le son tan favorables…
-A los socios de Huracán les digo que el club necesita un nuevo mandato de Nadur. En medio de las crisis me reprogramo continuamente, estoy en combate. La crisis de la situación de nuestra querida Asociación del Fútbol Argentino supera la de Huracán del 2011 y me nombraron a mí para ocupar el lugar más complicado. Sé que los valores son diferentes, los quebrantos muy altos, pero vamos a solucionarlo. Y lo de Huracán también. Igualmente, si yo no fuera candidato y tuviera que recomendarlos a los socios de Huracán el nombre de mi sucesor, les diría que ninguno de los otros dos está preparado para manejar un club tan grande como Huracán. Ni ellos ni la gente que los acompaña. ¿Qué nosotros cometimos errores? Sí, por supuesto. Seis años de gestión es mucho tiempo y puede haber aciertos como desaciertos. Pero el desacierto mayor sería que Huracán comience una nueva gestión con alguno de los otros dos candidatos.


lunes, 19 de junio de 2017

Ángel Cappa. Un manifiesto contra la mercantilización… @dealgunamanera...

Un manifiesto contra la mercantilización…

Ángel y María Cappa, durante la presentación del libro en Deportea. Imagen: Guadalupe Lombardo

Diálogo con Ángel y María Cappa, a propósito de su libro "También nos roban el fútbol". Los autores reflejan en este nuevo trabajo lo que implicó la conversión del juego en un negocio millonario. “Los clubes se separan de la gente”, advierten, y denuncian el peligro de las sociedades anónimas.


© Escrito por Juan Pablo Csipka el lunes 19/06/2017 y publicado por el Diario Página/12 de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

Ángel Cappa sigue siendo uno de los hombres de fútbol más críticos del sistema que rodea al juego. Lo manifestó siempre que tuvo ocasión, ante un micrófono o en libros. También nos roban el fútbol es su cuarto libro, esta vez escrito a cuatro manos con su hija María, en el que desglosan el impacto del poder económico en el fútbol. El ex entrenador de Racing, Huracán y River, que vive en Madrid, pasó por Buenos Aires para presentar el libro. Ambos, padre e hija, se prestaron a una charla sobre un presente que pintan sombrío, aunque conservan la esperanza de un cambio en un fútbol hegemonizado por el negocio.

–El libro plantea dos momentos de quiebre en el último medio siglo: los ’60 y los ’90, ¿qué pasó en esos años para que el fútbol fuese, como dicen, un eslabón más del capitalismo?
María Cappa: –En los ’60 irrumpe la TV y los clubes pasan a depender de las transmisiones, que generan recursos. En los 90 tuvimos el fallo del caso Bosman, que liquidó los cupos de extranjeros. Ahí Europa saquea los jugadores de América Latina y vacía el continente. La brecha entre clubes ricos y pobres generó el robo a mansalva, quedarse con las grandes estrellas. En esos años, además se dio el fenómeno de la privatización de los clubes en España, algo que se quiere probar en la Argentina y hay que evitar. 
Ángel Cappa: –España es el país que menos respeta al espectador. Programan partidos a las diez de la noche o al mediodía. La Liga de Fútbol Profesional la maneja Javier Tebas, que quiere una liga a favor del Barcelona y el Real Madrid, y con horarios favorables al mercado chino.

– ¿Es posible dar marcha atrás con este panorama?
A.C.: –Sí. El poder dice que no, y así se impone el discurso de que no valés si no sos primero. Hay quienes se oponen al mercantilismo, yo veo clubes que acá no quieren saber nada con ser sociedades anónimas, que en Europa terminaron con clubes fundidos. Para dar vuelta esto hay que convencerse del cambio y asumir que el fútbol es de los clubes, de los socios, de los jugadores, no de los empresarios. 
M. C.: –El caso alemán es interesante. El Estado y la Federación han buscado un equilibrio entre la profesionalización y el respeto al fútbol. Los socios siguen conservando no menos de un 51 por ciento de los clubes, que a su vez financian escuelas, se juega de día para ahorrar energía y los precios de las entradas son muy accesibles, con transporte incluido.
A. C.: –Lo que ha ocurrido, y que Alemania trata de evitar, es lo que implica la entrada a mansalva del capitalismo: los clubes pierden pertenencia, se separan de la gente. Ya no hay más socios o hinchas, pasan a ser clientes que compran artículos del club, una camiseta de un ídolo a 100 euros. Así también se deja de ser ciudadano. Y además hay más y más partidos, jugadores sobrecargados, que encima no protestan, cosa que me sorprende.

– ¿Qué rol les cabe a los medios en este panorama?
A. C.: –Fundamental. Porque defienden negocios, la venta de un producto, no a partir del juego y la reflexión, sino a través de lo que sucede alrededor, fabricando ídolos. Así infantilizan a la audiencia. Cuando hablo de medios lo hago de megacorporaciones con negocios mezclados. Por caso, en el grupo de medios PRISA figura el Banco Santander entre sus accionistas.
M. C.: –En España, las canchas no se llenan con los horarios impuestos. Tebas obligó a vender entradas para las tribunas donde enfocan las cámaras de TV, para dar la sensación de estadio lleno.

– ¿Cómo evalúan la experiencia de Fútbol para Todos, que llega a su fin?
A. C.: –El negocio no quiere perder la televisación, es enorme lo que está en juego ahí. Fútbol para Todos era una buena iniciativa, podía seguir con correcciones.
M. C.: –Dicen que el fútbol no es rentable y esa es la excusa para sacar al Estado. La mejor síntesis la vi en Twitter: es tan poco rentable que ESPN y Fox se peleaban por transmitir.

– ¿Qué papel debería tener el Estado?
M. C.: –Es el que hace las leyes. Todos, incluso las federaciones, deben estar sujetos a las leyes. No puede ser que la FIFA obligara a Brasil a cambiar la ley para que se vendiese cerveza en los estadios en el Mundial 2014.
A. C.: –El neoliberalismo busca eliminar el rol regulador del Estado, que termina defendiendo a los poderosos, cuando se supone que debe estar en defensa de los más débiles.

– ¿Cómo ven al fútbol argentino?
A. C.: –En el caos absoluto. Técnicos que duran tres partidos, concursos para DT de juveniles del que eligen a alguien que no concursó..., el colmo es la votación empatada en la AFA, cuando había número impar para votar. Realismo mágico puro. Veremos qué puede hacer Sampaoli por la identidad, algo en lo que reivindico a Lanús y su entrenador, Jorge Almirón.

–El gobierno de Macri es proclive a la privatización de los clubes, algo de lo que alertan. ¿Es factible una reacción en contra si hay un avance?
A. C.: –El fútbol es una construcción colectiva, que no se sabe cuándo empezó, con mucho arraigo y mucha tradición. Son los socios los que espero que salgan a evitar que los empresarios se aprovechen.
M. C.: –Yo imagino protestas si hay señales de privatización. Si la gente se mueve el Gobierno cede. Lo hemos visto con lo de las pensiones a discapacitados y el 2x1 a los represores.


domingo, 18 de junio de 2017

Malvinas: errores de la diplomacia a 35 años de la guerra… @dealgunamanera...

Malvinas: errores de la diplomacia a 35 años de la guerra… 


De poco y nada sirven las estrategias que adoptó la Argentina, propias del siglo pasado, para con las Malvinas. Pero hay espacio para redefinir la estrategia.

© Escrito por Claudio Negrete (*)  el miércoles 14/06/2017 y publicado por la Revista Noticias de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

Luego del 82, el Foreign Office llevó adelante una política de congelamiento del reclamo argentino hacia los países centrales y supo producir hechos de valor jurídico y diplomático que debilitó aún más nuestra posición.

El primero de ellos, y quizá más significativo, fue la inclusión de un nuevo y decisivo actor: los isleños. Y lo hizo al reconocerles su autonomía con la sanción de la Constitución del Territorio Británico de Ultramar de las Islas Malvinas aprobada el 5 de noviembre de 2008 por la reina Isabel II.

En el primer capítulo, de los 22 que tiene, se establecen los derechos y las libertades fundamentales de los isleños, poniendo énfasis en el derecho de la libre determinación. Y con este reconocimiento legal, la Unión Europea ratificó con el Tratado de Lisboa que las Malvinas son territorio británico de ultramar siendo incluido en los mapas oficiales de la comunidad.

Otro hecho jurídico-político a favor de Gran Bretaña fue el ocurrido en diciembre de 2012 cuando la diplomacia inglesa declaró que “el territorio antártico británico es parte importante y único de los 14 territorios que el Reino Unido tiene en ultramar”, entre los cuales para ellos se encuentran las Malvinas.

Lo hizo con motivo del anuncio de que 271.000 kilómetros cuadrados de territorio antártico fueron bautizados como la “Tierra de la Reina Isabel” como un regalo en honor a los 60 años de la soberana en el trono, área que también asumen como propias Chile y Argentina.

La zona en disputa, que hasta el momento no tenía nombre, aparece ahora como “Tierra de la Reina Isabel” en todas las cartografías británicas y de los países europeos. “Es un gran honor asociar de forma permanente a la Antártica con su Majestad y de esta forma reconocer el compromiso que el Reino Unido tiene con este territorio”, explicó el Foreign Office.

Fracaso

En más de un siglo y medio desde que Inglaterra usurpó las Malvinas, la Argentina sólo puede exhibir una serie de fracasos en su intento de retrotraer la situación a febrero de 1833, cuando ejercía la plena soberanía heredada de España.

A 35 años del fin de la guerra, es decir de una rotunda derrota argentina en todos los campos, la única salida que se presenta a la propia impotencia y a la encrucijada de la constante frustración pasa, ineludiblemente, por la construcción de un dialogo directo, firme, sin ambigüedades con británicos e isleños, al que pueden aportar otros actores internacionales.

Abordar una nueva relación que amalgame confianza abrirá caminos  hacia un futuro acuerdo que necesariamente contemple sesiones y satisfacciones mutuas. O como define el historiador Luis Alberto Romero: “no debemos conquistar su territorio sino a su pueblo, sus corazones y su razón”.

Es desbloquear la tensión con un diálogo franco y sin que ello implique debilidades identitarias. La intransigencia unilateral impuesta por el kirchnerismo por más de una década, que fue absolutamente funcional a los intereses de Gran Bretaña ya que congeló su posición favorable de fuerza por aquello de “ellos no quieren hablar”.

La actual iniciativa del gobierno argentino, que debería ser complementada con una generosa y amplia convocatoria interna para consensuar una política de largo plazo, saca al país de una actitud infantil defensiva y victimizante, instando ahora a Gran Bretaña a exponer su real interés ante la opinión pública mundial. Se empieza así a hablar de muchas nuevas cosas y reaparece, al menos en la formalidad simbólica, la palabra soberanía.

Sin embargo, el comienzo de un nuevo diálogo político entre los gobiernos no alcanza pero sí reconoce lo que venía sucediendo desde hace muchos años en la base social. Hoy los ex combatientes de ambos países se reconocen, se admiran, comparten recuerdos, duelos, experiencias y amistades.

Con la voluntad de las dos partes se acordó construir un cementerio con los restos de nuestros combatientes cuyos familiares viajan libremente a las islas para homenajearlos. La Cruz Roja garantiza el proceso de identificación de restos de soldados argentinos; y se avanza con información argentina en el retiro de las miles de minas diseminadas en todo el territorio. Competencias deportivas unen a isleños y argentinos.

Alumnos del continente viajan para conocer las islas; y contingentes de turistas son recibidos como un hecho natural. Investigadores y periodistas producen en los mismos lugares de la guerra toda clase de documentos testimoniales. Es decir, el diálogo está siendo cincelado por la gente y los mismos protagonistas del conflicto bélico. Un proceso humano que en el fondo tiende a cerrar un pasado doloroso para todos a partir de la convicción de que nadie quiere más una guerra.

Hay un elemento exógeno nuevo que inesperadamente beneficia a la Argentina. Gran parte del sustento de los derechos de los isleños era su condición de nacidos y criados en las islas y por varias generaciones. Pero ese argumento fue perdiendo fuerza con los años. Desde 1985, Gran Bretaña condujo una campaña para atraer y radicar inmigrantes en las islas.

Hoy una porción importante de sus mil habitantes son de otros lugares. Llegaron de países como IrlandaRepública Checa, Inglaterra, Alemania, África, Australia, y Nueva Zelanda, entre otros. Todos conservan su propia nacionalidad y logran sus residencias por ser europeos o integrantes de la Commonwealth británica. Además, hay que sumar la inmigración latinoamericana principalmente de Chile y Perú.

En las islas viven alrededor de 1.000 militares retirados que se jubilaron y que se quedan allí por los beneficios sociales que obtienen. Asimismo, existe una enorme base militar que es, de hecho, el principal empleador de los isleños y los residentes extranjeros. Todos los años, las islas atraen a 1.500 soldados que rotan, gastan sus ingresos en alquileres de casas, coches, comidas y turismo.

Junto a los parientes que los visitan constituyen el llamado turismo militar para el cual se usa la base como estructura logística. Entonces, ¿son los mismos derechos históricos que tenían los isleños de la época de la guerra que los actuales que no la vivieron y, además, provienen de otros países? En un futuro, ¿los actuales habitantes querrán ser argentinos y dejar de ser ciudadanos de sus naciones? Como se ve, el conflicto por las Malvinas también quedó impregnado por el problema de la inmigración mundial.

Fronteras

El mundo no es el mismo de antes. Como consecuencia del Brexit, Gran Bretaña dejará la comunidad europea en dos años y perderá apoyo político del bloque al aislarse de su continente. Cerca del 70% de la actividad económica de los isleños depende de los accesos al mercado europeo.

El nuevo poder de los Estados Unidos de Donald Trump está poniendo a prueba el statu quo de contención y seguridad internacional. Las instituciones surgidas al fin de la Segunda Guerra Mundial y sus burocracias viven en crisis y han sido superadas por la velocidad de los nuevos acontecimientos.

En política internacional nada es estático como tampoco permanente. El mundo está con una crisis sistémica y en un proceso de transición hacia una nueva organización con otros jugadores y, por lo tanto, una ampliación de espacios de decisión que renueva pujas y tensiones. Con este fenomenal escenario en movimiento, de poco y nada sirven las estrategias que adoptó la Argentina, propias del siglo pasado, para con las Malvinas. Hoy, las relaciones personales son determinantes.

El sujeto toma centralidad, un protagonismo quizá desmedido, en los acontecimientos locales y mundiales, y se instala como un factor decisorio de nuevos liderazgo que prescinden de visiones dogmáticas; son pragmáticos y por eso crecen por fuera de las viejas estructuras políticas conservadoras que los promueven e intentan contener. Un buen ejemplo de ello es la llegada al poder francés de Emmanuele Macron.

Este es el actual escenario internacional sobre el cual la Argentina debe repensar una nueva estrategia de su ubicación mundial y que contemple el tema Malvinas. Por fuera de los laberintos de la burocracia diplomática racionalista se desarrolla una diplomacia humana, de contacto directo, marcada más por vínculos de confianzas personales que por ideologías y prejuicios que ponen límites.

Y en esta dimensión ahora se igualan tanto la influencia del funcionario de un gobierno como la del isleño y de la multitud de individualidades que conforman los nuevos movimientos sociales y una opinión pública que elimina anonimatos y al mismo tiempo presiona a los poderes a escala planetaria con las redes sociales.

Son evidentes los límites de la lógica de la política tradicional para resolver conflictos irresueltos por década o centurias.

Se abre paso la construcción de acuerdos sociales locales y mundiales con los involucrados directamente en cada crisis. En definitiva, el camino hacia una solución al complejo problema de Malvinas es un montaje de conjunto, horizontal, desprovisto de manipulaciones políticas, que permita llegar a acuerdos duraderos en el tiempo basados en la aceptación del otro y también de concesiones mutuas.

Porque, en última instancia, las guerras suelen instigarse casi siempre por intereses inconfesables del poder, pero alcanzar una paz justa y permanente desde la verdad histórica sólo es posible de lograr con legitimidad cuando ese proceso lo protagonizan las víctimas.

(*) Periodista y escritor. Magíster en Relaciones Internacionales (FLACSO) y miembro del Club Político Argentino.



Aprontes de campaña… @deagunamanera...

Aprontes de campaña…

Nueva ‘V’ Peronista. Cristina Fernández. Foto: Pablo Temes

La incertidumbre que creó Cristina está latente. El Gobierno, escrachado, respira.

© Escrito por Nelson Castro el domingo 18/06/2017 por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

Miedo, personalismo y la destrucción del camino andado. Es ésta una buena introducción para definir la increíble situación que ha generado dentro del peronismo la actitud de Cristina Fernández de Kirchner. ¿Es ésta la misma persona que se la pasa hablando de la necesidad del Partido Justicialista como única forma de enfrentar a Mauricio Macri? ¿Es ésta la misma persona que en el reportaje concedido a C5N habló de lo imperioso de superar los personalismos? ¿Alguien diferente de sus acólitos fanáticos puede entrever en su actitud algo distinto al egoísmo?

Por eso todavía nadie puede explicarse de manera racional el tenor extremista de la maniobra que la ex presidenta ha urdido hasta aquí con el único objetivo de evitar una interna con su ex ministro de Interior y Transporte Florencio Randazzo.

Por un lado, se fue del justicialismo, y por el otro, le puso punto final al Frente para la Victoria, que, técnicamente, no existe más. Cómo habrán cambiado las cosas que, hace exactamente tres años, ella misma se había encargado de sostener y llevar adelante el operativo para quedarse con el PJ, sometiéndolo a un blindaje y colocando en cargos ejecutivos a los jóvenes de La Cámpora, tanto a nivel nacional como provincial.

Un poco de memoria. 

En el congreso partidario que se llevó a cabo en Parque Norte en mayo de 2014, Wado de Pedro fue nombrado vicepresidente del Partido Justicialista nacional. No sólo eso, sino que también fue elegido apoderado del PJ bonaerense. La Cámpora estaba exultante; y no era para menos: la secretaría general había quedado en manos del diputado provincial hoy denostado por sus propios compañeros José Ottavis.

En la anterior conducción, ese puesto había sido ocupado por 
Alberto Fernández. Ese cargo es de peso ya que la firma de quien lo desempeña es necesaria para avalar la formación de las listas. La Cámpora controlaba también la Secretaría de Derechos Humanos con Juan Cabandié, la de la Mujer con Mayra Mendoza, la de Juventud con María Luz Alonso y la de Educación mediante Martín Gil. Además, la agrupación kirchnerista ocupaba otras tres secretarías y más de veinte vocalías. Nada de eso importa hoy. Cristina Fernández de Kirchner juega por fuera del PJ y más temprano que tarde la renovación de sus autoridades echará por tierra lo por ella construido.

¿Unidos triunfaremos? 

Los intendentes peronistas de la provincia de Buenos Aires aún buscan una explicación a todo este sinsentido. Y esto es común para los que la siguen y para los que no. Cuentan fuentes cercanas a ese núcleo duro del kirchnerismo que, si bien parecería ilógico que la ex presidenta tuviera la capacidad de volver sobre sus pasos, “es alto el temor a quedar varados a mitad de camino. Si no juega, se termina nuestra supervivencia política”, dicen con indisimulada preocupación. Quizás el más explícito en sus palabras haya sido el intendente de Ensenada, Mario Secco, quien aseguró públicamente que “Cristina no quiere ser candidata, nosotros somos los que trabajamos para que ella nos salve”. Y agregó: “No le vamos a perdonar al Flaco lo que está haciendo, es un capricho que nos está jodiendo a todos”. A pesar de estos temores de los intendentes K, es impensable que CFK no presente su candidatura.

Por eso, desde el randazzismo impulsan un cambio de discurso: “Basta de hablar de las PASO y de la ex jefa. Ahora vamos a hablar de las elecciones y de los problemas que tiene el gobierno de Mauricio Macri”. Lo último que se ocuparon de dejar en claro es que el intendente de José C. Paz, 
Mario Ishii –una cuña que les puso la ex presidenta para molestar y embarrar la cancha–, no les preocupa. “Es un corrupto útil. Nosotros apostamos a la construcción de un nuevo peronismo sin contaminaciones, y ese objetivo puede ir más allá del resultado electoral. Trabajaremos a largo plazo”, se entusiasman los partidarios de Florencio Randazzo.

En el oficialismo, todo este embrollo ha generado una cierta euforia, a pesar de que los números de la gestión todavía no son los que esperan ni el Gobierno ni mucho menos la gente. “Nosotros enfrentamos al peronismo, y llegar a la contienda con el PJ dividido en tres casi que nos asegura un triunfo y el logro de dos bancas en el Senado”, aseguró un diputado que conoce el pensamiento que hoy en día predomina en la Rosada.

Además alguien fuera del oficialismo advirtió: “Ojo con la billetera de Vidal. Que cada uno juegue como quiera pero es mejor no dejar de ser dialoguistas, sabemos desde dónde baja la plata para obras; mejor no hacer locuras, a ver si se corta el chorro”, resumió esta voz del peronismo.

En medio de estos aprontes de campaña, ocurrieron en las últimas horas episodios que son inquietantes. Los escraches por parte de grupos kirchneristas al Presidente y al ministro de Justicia, Germán Garavano, la golpiza de la que fue víctima el abogado de la ex presidenta, Gregorio Dalbón, y la amenaza que recibió el escritor Federico Andahazi en la puerta de su casa son muestras de un clima de intolerancia y violencia que alarma. ¿Estará condenada la Argentina a la resignación de aceptar esta circunstancia como un sino fatal?

El presente de la economía sigue siendo duro. 

Las cifras del desempleo del primer trimestre del año que dio a conocer el Indec –9,2%– fueron una mala noticia que dejó mal parado al Gobierno, que desde hace meses habla de un crecimiento del empleo. La verdad es que, así como se han creado muchos nuevos puestos de trabajo, también se han destruido otros tantos. La economía no termina de arrancar. La inflación, especialmente en el rubro de los alimentos, sigue bien por arriba del 1,3% del Índice de Precios al Consumidor.

Es lo que le señaló en su carta a Macri el trabajador que le dijo: “Te creí pero creo que me fallaste”. El Presidente le dio la razón en todos y cada uno de sus reclamos, lo cual no es poco. Sin embargo, no es suficiente. Quienes lo votaron –y quienes no– esperan soluciones. Ese es su desafío.

Producción periodística: Santiago Serra.