sábado, 19 de diciembre de 2015

Chauchas y palitos… @dealgunamanera...

Chauchas y palitos…


Es indiscutible que la cultura organiza de un modo concreto el mundo que nos rodea y a partir del cual se articulan formas de relación social. Es así que la cultura, no sólo se corresponde con el acondicionamiento estructural de esa socio-espacialidad que nos habita, sino que también interviene en su producción.


© Escrito por Mariana Mansilla (*) el jueves 17/12/2015 y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

Por lo que, este proceso, no está ajeno al trabajo permanente del sentido. De acuerdo a ello, el lenguaje, las prácticas políticas tanto como las instituciones se desacoplan de cualquier determinación esencialista - de un contenido adjudicado a priori- para lanzarse a la arena de las luchas por el significado en donde su especificidad es solo relativa y por lo que, todo análisis de lo particular, debe hacerse tomando como referencia un horizonte contextual. 
Esta perspectiva parece adecuada para advertir el modo en que, este nuevo gobierno, liderado por Mauricio Macri, a través de los discursos, de las estrategias, de los modos en que articula y objetiva la toma de decisiones, organiza la puesta en forma de lo político también como una puesta en sentido.

Así es que, durante estas horas, una de las primeras disputas, ha girado en torno a la interpretación del marco legal que regula el procedimiento elegido por el nuevo gobierno para designar a dos de los cinco jueces que integran la Corte Suprema. Esto, mientras permanece candente en la memoria colectiva el aluvión de jueces - en total sesenta y nueve- que fueron nombrados por Decreto - según el procedimiento - por la ex-presidente Cristina Kirchner, a poco de finalizar su mandato.


Sin embargo, este escenario resulta paradójico pues, las disputas en torno al proceso de designación de los supremos nos remite a la historia reciente. A la experiencia vivida durante más de una década en la cual se hubo organizado una cultura política signada por la exclusión de la disidencia.

Claro está, que en el último balotaje presidencial, se otorgó a "Cambiemos", la posibilidad de reinventar un significado a partir del cual inaugurar una cultura política novedosa y se rechazó la continuidad del proyecto kirchnerista como forma de habitar lo social.

Por otra parte, si bien es cierto que el orden de las transformaciones exige un trabajo sobre el sentido y que, en la mayoría de los casos va en rezago de las urgencias políticas, es necesario, al menos, trazar un orden de rupturas.
Si hay algo indiscutible en torno al último balotaje es que las preferencias ciudadanas por el cambio fueron mayores a las que optaron por la continuidad, pero en ajustada diferencia.
Esto implica pues, que en ningún caso, el gobierno de Mauricio Macri debe hacer uso de los signos habitados por la continuidad que fue derrotada en las elecciones pasadas; pero menos aún, reducir la lectura del resultado a una mera cuestión de chauchas y palitos.


En este orden, pero en una dimensión más operativa; tal como el proceso de designación de los postulantes para integrar la Corte Suprema es que pueden identificarse, por ejemplo, cuáles son los aspectos concretos que se involucran así como el sentido que socialmente organiza el significado del cambio.
(*) Socióloga (UBA). Profesora ordinaria e Investigadora tiempo completo en la Universidad Nacional de la Patagonia “San Juan Bosco” (UNPSJB). 




viernes, 18 de diciembre de 2015

El país de la ciclovía financiera… @dealgunamanera...

El país de la ciclovía financiera…


El salto devaluatorio fue el gran protagonista de estas jornadas. Pero detrás de esa gran noticia que les va cambiar la vida a los argentinos –a una gran mayoría, negativamente– pasaron desapercibidos otros anuncios, que hubieran merecido otra trascendencia o debate de no haber sido eclipsados por la novedad mayor. Estos son: la puesta en marcha de los mecanismos para volver al endeudamiento financiero y de corto plazo, la liberación de las tasas de interés en pesos y la del movimiento de entrada y salida de capitales financieros.

© Escrito por Raúl Dellatorre el vienes 18/12/2015 y publicado por el Diario Página/12 de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

Los anuncios que vino a dar “con alegría” el ministro Prat-Gay el miércoles incluían, entre otros, la eliminación, para los capitales provenientes del exterior, de la obligación de constituir un depósito no remunerado por un año de plazo, por un monto equivalente al 30 por ciento de los fondos ingresados al país. Además, se comunicó que todo nuevo ingreso de fondos del exterior podría volver a salir libremente por un monto equivalente, con un requisito de permanencia de sólo 120 días.

Estas medidas fueron presentadas como un aliento a la inversión extranjera. En su enunciado, Prat-Gay se refirió a dicha facultad como una facilidad para “empresarios que adelantarían el ingreso de fondos previstos para inversiones”. Ese flujo que se espera está inserto en la estimación de ingresos de dólares por 15 mil a 25 mil millones de dólares “en las próximas cuatro semanas”.

Pero esas facilidades a la entrada y salida de capitales puede generar un atractivo distinto para los inversores especulativos. Ello puede ocurrir una vez que se entienda que el dólar “libre unificado” haya alcanzado un valor estable, quizás más cercano a los 15 pesos, que deje conformes a los exportadores cerealeros, que seguirán siendo los grandes proveedores de divisas del mercado. En ese horizonte, un ingreso de capitales del exterior que se convierta en pesos a esa paridad, se coloque –supongamos, por seis meses– en un activo financiero local (bonos públicos o bancarios a plazo fijo) a tasas que superen el 40 por ciento anual, podrían retirarse al vencimiento, cambiándose al dólar a una partida bastante similar a la vigente al ingreso. o levemente superior. Ello le permitiría, a quien ingresó y retiró los fondos, obtener un rendimiento en dólares que, seguramente, sería la mitad o más de la ofrecida en pesos (del 20 al 30 por ciento anual). Esta operación es la que, en diferentes ciclos económicos, se conoció como “la bicicleta financiera”.

Este mecanismo suele ser muy eficiente como “financiamiento de corto plazo”, constituido por capitales golondrina (denominados así por sus prácticas migratorias) que suelen entrar masivamente para aprovechar la oportunidad de ganancias en dólares difíciles de encontrar en el resto del mundo. Pero también es probable –en la historia argentina es recurrente– que estos capitales huyan tan masivamente como ingresaron, en bandada, al avizorar alguna dificultad. Por ejemplo, frente a la perspectiva de un alza del tipo de cambio que le reduzca el rendimiento esperado en divisas al salir.

El predominio del capital financiero especulativo en el mundo se alimenta de este tipo de políticas a favor de la libre movilidad de los capitales. También, de la acumulación de deuda por parte de los países dependientes. Otro de los mecanismos de “capitalización” de las reservas dispuesto en los anuncios es el acuerdo con un grupo de bancos extranjeros para obtener un préstamo de 5000 millones de dólares que pagará una tasa del 7 por ciento. Lo más llamativo es que el Banco Central se comprometió a dar, en garantía, letras del Tesoro Nacional. Es decir, deuda del Ejecutivo nacional con el BCRA, que hasta ahora era una deuda intra-Estado, no exigible sino negociable entre organismos públicos, pero que ahora podría pasar a ser parte de un reclamo privado extranjero.

Curiosamente, se trata de tres mecanismos de captación de recursos que, como admitió el propio Prat-Gay, fueron “condición necesaria” para poder ir hacia la unificación y liberación cambiaria. Pero que introducen dos factores que, inevitablemente, están destinados a generar inestabilidad financiera y cambiaria: la vuelta al endeudamiento externo de corto plazo y la recreación de la bicicleta financiera.





jueves, 17 de diciembre de 2015

Margarita Stolbizer: "Los Kirchner no pueden justificar su patrimonio"... @dealgunamanera...

Margarita Stolbizer: "La familia Kirchner no tiene posibilidad ni real ni jurídica de justificar el patrimonio que tiene"…


La diputada nacional habló sobre la nueva denuncia que radicó contra la ex presidenta; criticó la decisión de Macri de nombrar por decreto dos jueces de la Corte; y opinó: "Es un error político de gravedad"


© Escrito por Hugo Alconada Mon el miércoles 16/12/2015 y publicado por el Diario La Nación de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.



martes, 15 de diciembre de 2015

La locura y la razón… @dealgunamanera...

Guaranga hasta el final…


La última grosería de Cristina Fernández de Kirchner como presidenta fue no asistir a la ceremonia de traspaso de mando. Según el diccionario, guarango significa “descortés, incivil, grosero”. En esta materia, la ex presidenta superó incluso a su difunto esposo y a Eva Perón.

© Escrito por Diego Bigongiari el lunes 14/12/2015 y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

Cuando el pasado mes de mayo entregué mi libro Guarangadas K al editor, quedé con la certidumbre de que Cristina Fernández de Kirchner no podría con su genio y en los seis meses que le quedaban de gobierno produciría más groserías que la última reflejada en el libro, con Barack Obama en la Cumbre de Panamá. No me equivocaba.

Desde entonces sumó una buena cantidad de groserías y destratos a su ya copiosa producción: en Roma,  ante una conferencia de la FAO, aseguró que en Argentina había 5% de pobres y 1% de indigentes.

Se despachó por cadena nacional contra los premios Martín Fierro: “Todos saben por ahí cómo se otorgan algunos premios”.

  • Inauguró un centro cultural al que le puso el nombre de su difunto esposo. Inspiró los ataques contra el “casi centenario” miembro juez de la Corte Suprema Carlos Fayt.
  • Usó la cadena nacional para informar que “el doctor Mariano Grondona, que es un chacarero, cobró 21.600 pesos de devolución de retenciones”.
  • Colgó en la Casa Rosada un retrato de su esposo y del dictador Hugo Chávez.
  • Bajó a Florencio Randazzo de su candidatura a la presidencia de tal modo que éste se enteró por televisión.
  • Hizo remover al juez Luis María Cabral de la Cámara de Casación. Afirmó que el tumor del canciller Héctor Timerman lo causó la comunidad judía con sus críticas.
  • Llamó “pistolero, mafioso, extorsionador” al juez federal Claudio Bonadio.
  • Se permitió arreglarle el cabello al periodista Dexter Filkins cuando la entrevistó, a quien le dijo su famoso “bad information”.
  • Usó la cadena nacional para hacer campaña electoral en favor de su propio hijo.
  • Tildó de “dispositivos antidemocráticos” a programas periodísticos como el de Jorge Lanata y dijo: “Antes había grupos de tareas con miembros de las fuerzas armadas. Hoy han cambiado los grupos de tareas, se conforman con un trípode: denuncia mediática, opositores de centroderecha y el Poder Judicial”.
  • Afirmó que la casa de la diputada Lilita Carrió “es casi un aguantadero”.
  • Aseguró que Skanska, uno de los primeros escándalos de corrupción del gobierno de su difunto esposo, “a mí me suena a nombre de yogur”.
  • Dijo que el nazismo “fue la consecuencia de las condiciones que los aliados impusieron a la Alemania vencida en el Tratado de Versalles” y llamó “burro” al profesor Alejandro Gorbacho, que la contradijo.
  • Violó la veda electoral en las elecciones de octubre y de noviembre. Ignoró a su candidato Daniel Scioli en un acto público.
  • Comparó al candidato Mauricio Macri con el ex presidente Fernando de la Rúa, denunciando una “campaña cloaca” en su contra.
  • Hizo afirmaciones grotescas en su último discurso ante la Asamblea General de Naciones Unidas.
  • Gastó fortunas a cuenta del próximo gobierno, nombró cientos o miles de empleados públicos semanas y días antes de abandonar el poder e incluso embajadores, que son representantes del gobierno y no del Estado.
  • Y puso la cereza sobre la torta con el vodevil egocéntrico del fallido traspaso de los atributos de mando presidencial: en un par de entrevistas radiales a propósito de Guarangadas K, dije hace meses que la última grosería de Cristina podría ser no asistir a esa ceremonia.
Hay kirchneristas que comparan a Mauricio Macri con Hitler. Pero en rigor, Cristina Fernández de Kirchner tiene mucho más de hitleriana que el nuevo presidente. Fue Hitler quien descubrió que tener un enemigo puede ser el mayor activo de los líderes carismáticos y que para éstos es más fácil definir su identidad por lo que se odia antes que por lo que se cree: la ex presidenta siguió al pie de la letra estas enseñanzas.

Al igual que el Führer, fue de esos contados mandatarios que se permitió maltratar a reyes, presidentes y embajadores de otros países: la lista es larga. Y como el de Hitler, su legado será discutido largo tiempo entre quienes analizan la historia desde la racionalidad y quienes dejan la puerta abierta al fatídico influjo de la psicopatología.

La locura nunca puede ceder el mando a la razón.




Quién es quién… ¿Sabes si te mienten?... @dealgunamanera...

Quién es quién…  ¿Sabes si te mienten?...

La foto es producto de lo que súbitamente me encontré caminando por la calle el día de la asunción del presidente (2015).

Una serie de causalidades me llevaron al desafío de abrevar herramientas para descubrir un engaño. Espero no engañarlos.

© Escrito el domingo 13/12/2015  por  Mariano Marquevich y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

Primero lo básico. Un estudio minucioso del lenguaje no-verbal es vital para detectar índices de mendacidad en un corte transversal (es decir, en el momento en que se emiten). La coherencia de un sujeto entre lo que dice y cómo lo expresa brinda una información valiosísima para evaluar el grado de veracidad de su palabra. Ese sería un primer filtro.

Pero muchísimo más fácil –para quién prefiera no leer tantos libros acerca del comportamiento humano y contrastarlos con la práctica— es la siguiente consigna: “No te fijes tanto en lo que te dicen las personas, fíjate en lo que hacen”. 

Esa frase me repetía incansablemente mi sabia tía Mari. De tan obvia que es la sentencia, se nos hace difícil recordar, y hasta termina siendo fácil de olvidar. Pero muchos problemas hubiéramos resuelto y, otros tantos evitado, con sólo tener presente esa premisa.

Las personas demuestran la consistencia de lo dicho a través de su capacidad o incapacidad de plasmarlo en la realidad, de reflejarlo en hechos concretos.

Ahora bien, hay veces que no es tan simple. Puede darse el caso de que una persona decida llevar a cabo acciones con el objetivo de fingir o de ocultar otras que está haciendo; o que diga que va a realizar algo –y haga cosas para que “parezca” que las hace—, cuando en realidad no le importa o ni siquiera piensa en hacerlas. Ahí se nos complica más…

Bueno, para esos casos hay un tercer filtro que permite develar la esencia de los actos: cuando por alguna razón u otra se termina el verdadero interés por el cual algo se hace.

Un caso evidente y clásico de esto lo advertimos cuando una relación de pareja llega a su fin. A partir de la disolución del vínculo, se corre el velo de lo que siempre estuvo encubriendo la naturaleza de los actos. El comportamiento que adopte cada uno será lo que de algún modo siempre estuvo, pero se mantenía oculto. Con facilidad se pone en evidencia si se trataba de un amor genuino, o de una posesión enceguecida, o de una negociación egoísta.

Lo mismo cuando llegan las fiestas, se termina la inercia del año, ceden los automatismos anestesiantes y emergen sentimientos reveladores.

A modo en extremo ilustrativo de todo esto, recordemos la escena final de la películaTitanic: cuando ya es inocultable que el barco se está hundiendo, las personas develan con espontaneidad sus verdaderos caracteres. Se sabe a las claras quién es quién. Los amantes de la música siguen tocando; los enamorados corren a proteger a sus parejas; los altruistas se empecinan en salvar la mayor cantidad de personas posible; y los menos iluminados desprecian y rechazan todo lo que no les sirva para salvarse ellos mismos.

Lo mismo ocurre cuando el interés de determinados discursos o acciones se hacen no con el fin de ayudar a otros sino por el mero hecho de perpetuarse en el poder. Cuando el poder se termina se corre el velo. Creo haber escrito poco y demasiado; en ustedes está buscar la coherencia de esto con la realidad.



lunes, 14 de diciembre de 2015

Una gran noticia… @dealgunamanera...

Una gran noticia…


El “milico” Aguad anunciando que la ley de medios no subsistirá en el gobierno macrista y el reconocimiento por Alfonso Prat-Gay de que “la situación económica no era tan crítica” como lo habían pensado (esto es, que la campaña terminó y las órdenes del manual de estilo de Jaime Durán Barba, a propósito de nunca decir la verdad, ya no tienen por qué respetarse completamente) son dos estampas de los últimos días en las que vale la pena reparar junto con la cita de un Blaquier, Luis, sobrino del CEO del ingenio Ledesma, directivo de Clarín, socio del Fondo Pegasus y ex Goldman Sachs, al frente del Fondo de Garantía de Sustentabilidad de la Anses.

© Escrito por Eduardo Aliverti el lunes 14/12/2015 y publicado por el Diario Página/12 de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

Lo último requiere de confirmación definitiva, al momento de escribirse esta nota, pero en nada variaría si acaso es que sólo se pensó en él para hacerse cargo de “la plata de los jubilados”. Los nombres elegidos y en danza corroboran, casi sin excepciones, una plana de funcionarios donde resulta muy complejo encontrar ese perfil meramente técnico y desideologizado de que hace gala el nuevo gobierno, y que ensalzan sus periodistas militantes.

Con todo, fue un diseño híper anunciado y no hay derecho al pataleo. La mitad ligera y legítimamente más grande de la sociedad votó eso. Si es por –relativas– sorpresas, en consecuencia, hay que mirar enfrente. Por mucho que se busque en los archivos, no se encuentran, en el mundo, antecedentes de una despedida popular a jefe de Estado como la que tuvo Cristina el miércoles. Ninguno. Ese dato, aun cuando hubiera tenido cotejo con otro similar, es el más significativo de todo cuanto aconteció en la semana de la transición.

Resultó hasta gracioso que, mientras la Plaza reventaba de gente y se cubrían sus aledaños a varias cuadras a la redonda, con una energía poca veces vista, los medios de la cadena de paz y amor titularan que la Presidenta daba su último discurso frente a “los militantes”. Más todavía, a la mañana siguiente uno de los diarios ahora oficialista privilegió, en cabeza de portada, el saludo de Mauricio Macri a “la multitud” que se congregó, apenas pasada la medianoche, frente a su domicilio palermitano. Tal juntada consistía en unos cientos de alborozados, mientras la impresionante manifestación del miércoles fue relegada a pie de página.

De todas formas, este señalamiento no trata de medir cifras de manifestantes. No quiere aprovecharse de que quienes se reunieron el jueves frente a Casa Rosada, para dar la bienvenida a Macri, sólo cubrían hasta la Pirámide, como hidalgamente lo reconoció Magdalena Ruiz Guiñazú en entrevista de Luis Novaresio al admitir que esperaba más gente.

Tampoco llama a la sorpresa por el modo de informar de quienes hacen gala de objetividad. Pero sí se pretende destacar que la medida del relegamiento periodístico de la despedida a Cristina está a la altura del impacto que provocó, porque haber reconocido su magnitud hubiera implicado aceptar la enorme potencialidad de la fuerza política o movimiento popular que se fue del gobierno. Y de su líder en particular. Ella brindó signos de que más tarde o más temprano se pondría al frente de la oposición, desde un peronismo en el que no se advierte figura que pudiera competirle o –mucho menos probable– desde una identidad política formalmente separada del tronco partidario. Además, queda por comprobar su capacidad constructiva una vez alejada del poder.

Sin embargo, esa auténtica multitud reunida el miércoles representa por sí misma un alerta fenomenal contra el trazado de la derecha ganadora. Pone en duda, incluso, que el macrismo vaya a gozar de la luna de miel acompañante de todo gobierno en sus primeros meses de gestión, aunque no se supone que tendrán la tara de estimular fiestas y verano en estado de convulsión.

Un aspecto estructural como el de Plaza del miércoles quedó postergado, también, por el insoportable culebrón sobre el traspaso del mando y, después, por el ensimismamiento de algunos comunicadores en torno de las diferencias estilísticas entre retirados y recién venidos. Como si lo primero tuviera alguna relevancia por fuera de la batalla de egos, y como si lo segundo no se supiera o significara algún cambio relevante en los contenidos ideológicos.


¿Cuánto puede tardarse en ratificar la obviedad de que el conflicto es inherente a la política? ¿Hasta cuándo se piensa que alcanzarán las estrofas escolares de la vocación de diálogo, la unión de los argentinos y el jueguito para la tribuna de convocar adversarios? Estamos hablando, por si poco fuera, de una sociedad dividida en dos mitades electorales prácticamente simétricas y que expresan aspiraciones de modelos antitéticos.

Macri asumió con un registro en verdad objetivo, que es el cómodo endeudamiento en dólares del Estado. Alrededor de un 10 por ciento del tamaño de la economía, uno de los más bajos del mundo. El viernes, otro título periodístico cargado de veneno y falsedad indicó que la deuda pública creció en forma descomunal, este año, llegando a los 18 mil millones de dólares.

El pequeño detalle es que el informe oficial citado aclara que el 61 por ciento de la deuda estatal es intrasector público y que los mayores acreedores son el Banco Central, el Nación y el FGS de la Anses. Es decir que el Estado se debe básicamente a sí mismo, lo cual y por lo visto debe aclararse, en forma reiteradísima, frente al manipuleo informativo de las interpretaciones monetaristas, al igual que lo elemental de que no se conocen arcas públicas que hayan fundido por prestarse entre sí. Quienes las quebraron, como en el 2001 argentino, fueron justamente los que sometieron al país a una orgía de endeudamiento en moneda extranjera.

Sí es cierto que acecha el revoloteo de los buitres y el macrismo ya despachó sus enviados para negociar con ellos casi a como sea, en la presunción de que es un paso imprescindible para recolocarse en el mercado de crédito internacional. La pregunta, también subrayada hasta el cansancio, es endeudarse con quiénes y para qué, por aquello de la diferencia entre concretarlo a fines del desarrollo productivo y hacerlo simplemente con el objeto de allegarse dólares de especulación que refuercen las reservas, para luego reiniciar el círculo vicioso de tener que devolver esos billetes que el país no emite, desde una estructura económica cuya producción es dependiente de insumos externos.

Al comienzo, Macri podría usufructuar aportes de bancos extranjeros y cerealeras para levantar el denominado cepo sin mayores riesgos en la unificación cambiaria. Y a mediano plazo, estará el final de la película que ya vimos las veces necesarias sin que, dicho con todo respeto, alguna o mucha gente termine de aprender.

La devaluación achicará los costos salariales en dólares de las grandes empresas, en una economía fuertemente concentrada y extranjerizada, y podrá ser que en ese inicio, como en el menemato, el ajuste no se note para los sectores bajos y medios. Y al cabo, de nuevo la película. Habrá quienes se pregunten si acaso es sensato pensar que esta derecha, autopresentada como el nuevo partido latinoamericano más original del siglo XXI, será capaz de suicidarse repitiendo fórmulas tradicionales de resultado invariable.

Ese no es el interrogante, porque forma la parte de la esencia capitalista destruir, antes, las conquistas de variantes socialistas y socialdemócratas; y, ahora, de los populismos bien entendidos de izquierda o centroizquierda, como el kirchnerista. La maximización de la tasa de ganancia está demasiado por encima del destino que puedan sufrir sus agentes políticos circunstanciales. Macri será, para esos actores locales e internacionales, todo lo fusible que deba ser.

Si el único límite al ajuste es la capacidad de reacción de los ajustados, mejor tomar nota de que esos ajustados, una vez que el círculo vicioso se resetee para volver a empezar, ya no serán los de 2001 al grito de que se vayan todos. Ahora disponen, o dispondrían, de una herramienta política y liderazgo que después de doce años les demostró que se puede otra cosa.

o muy grande, según el izquierdómetro o la sensibilidad de cada quien, pero seguro que una cosa diferente a cuando estalló la crisis de credibilidad respecto de todo el andamiaje político-partidario. Ese fue el testimonio y advertencia de la fenomenal Plaza de Mayo del miércoles, mientras tantos y cuantos andaban distraídos entre el grotesco del acto de asunción, los oropeles de mando, Cristina en clase turista rumbo a Santa Cruz o Michetti reversionando a Gilda nada menos que en el balcón.

Esa Plaza fue probanza de una identidad política que las elecciones no derrotaron, porque toda esa gente no estaba derrotada. Habrá habido mancomunión en la tristeza, angustia, incertidumbre, temores, melancolía, preguntarse cómo puede ser que se termine lo mejor que nos pasó. Todo lo que se quiera. Pero de ninguna manera sensación de derrota. Ni los medios más salvajes de la otrora oposición, ni los gorilas más desencajados, se animaron a decir que esta vez hubo los micros, los planes, los choripanes, la dádiva. Lo que hubo fue agradecimiento espontáneo y necesidad de mostrar y mostrarse juntos. Cantar que acá estamos y que habrá de volverse pero ya con el instrumento a renacer o perfeccionar, no desamparados por completo.

Se viene una etapa de disputa que es exactamente la misma de siempre, pero ahora con los roles invertidos desde el ejercicio del poder y la oposición. La novedad es que las proporciones de quienes representan intereses distintos están emparejadas, nada menos que a la salida de un gobierno con tres gestiones consecutivas. Y es una gran noticia. A explorar, pero una gran noticia.



Los "Gases" de De Vido... @dealgunamanera...

De Vido le contestó a Perfil por la "compra fantasma" de gas licuado...

El ex ministro de Planificación desmintió el pago de US$ 57,3 millones por un barco de Gas que nunca llegó al puerto. Foto: Cedoc

El ex ministro de Planificación negó el pago de US$ 57,3 millones por un barco de Gas que nunca llegó. Los documentos de la investigación.

© Publicado el domingo 13/12/2015 por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

El ex ministro de Planificación Julio De Vido intentó hoy desmentir la investigación de PERFIL sobre el pago de US$ 57,3 millones por un barco de Gas Natural Licuado (GNL) que nunca llegó al país. 


Perfil reveló en su edición de hoy documentos oficiales nunca antes vistos que prueban que Enarsa, la empresa de energía del Estado, firmó en agosto de 2008 un contrato con una firma fantasma, Contrater Consulting, para la primera importación de gas licuado, que iba a llegar desde Rusia, según el contrato oficial. 

Además, en la edición de hoy se revela el extracto bancario con la transferencia millonaria ordenada por Enarsa tres días después de la firma del contrato. Los fondos salieron del Banco Macro a una cuenta en Suiza por pedido de Enarsa y en beneficio de Contrater Consulting, una firma de Madrid que no tiene ningún antecedente en el mercado de hidrocarburos y que funcionaba como pequeña y mediana empresa. Dos meses después, Contrater Consulting cedió el negocio a las empresas del ex ministro menemista Roberto Dromi, asesor de De Vido.

Durante dos horas, el ahora diputado nacional se defendió en Twitter y dijo: "Reitero que mientras las realizó Enarsa, las compras de GNL fueron transparentes y mediante concursos públicos, con participación de todos los organismos de control como SIGEN, AGN".

La Auditoría General de la Nación (AGN) realizó en 2010 un informe crítico sobre Enarsa y al dar cuenta de la existencia de un contrato con esta firma española exigió copia del contrato que hoy sale a la luz. Jamás pudieron hacerse de una copia, ya que la empresa estatal nunca lo aportó. El informe del organismo de control puede leerse en la web.

Durante su descargo en la red social, De Vido no se refirió al contrato firmado con Contrater Consulting ni tampoco se expidió específicamente sobre los documentos publicados por Perfil. Sus voceros fueron consultados por este medio, pero el ex funcionario no quiso dar su versión de los hechos. Hoy dijo que el "único objetivo " de Perfil es: "Atacarme una vez más en forma personal, con acusaciones que no resisten ningún análisis. De irregularidades y sobreprecios en la importación de gas licuado, se habla desde que tuvimos la obligación de gestionar y tomar decisiones en relación a la demanda de gas licuado para el país. Todo operado por las mismas empresas depredadoras.

“Mi mayor preocupación como Ministro fue el crecimiento de la demanda de gas, para la industria, el comercio, los hogares y el crecimiento con inclusión de estos 12 años".
"Para que nadie se engañe, NO SALE DINERO DEL PAÍS, y menos de las arcas del Estado, si no interviene el Banco Central de la República Argentina (BCRA), AFIP, y los organismos de control.

Nunca el Banco Central podría haber autorizado un giro de 57 millones de dólares por un barco que nunca llegó", aseguró. Sin embargo, Perfil publicó el swift bancario de Enarsa que prueba que el dinero salió de una cuenta de la empresa estatal hacia Suiza.

Se trató del primer contrato de importación de gas licuado que realizó la Argentina pero el cargamento nunca llegó. 

Los documentos a los que accedió Perfil confirman la transferencia. Fotos: Cedoc


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