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martes, 19 de enero de 2021

Dólar, soja y fuga… @dealgunamanera...

 Dólar, soja y fuga… 


 Fotografía: Pablo Anelli

Informe especial: Cómo opera el circuito del contrabando y la simulación de importaciones de la oleaginosa. En 2020 la Argentina perdió 1.900 millones de dólares por el rulo de importar soja para su procesamiento y exportación. Doscientos camiones semanales, sin embargo, llevan previamente los granos desde la Argentina a Paraguay y a Brasil para su reingreso posterior. Las sospechas de la UIF. Por qué no se sostienen los argumentos de productores y exportadores del complejo sojero sobre una maniobra que les reditúa fortunas y al país le provoca una sangría de divisas.  

© Escrito por Rubén Manasés Achdjian (*) y publicado por el Diario Página/12 de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. 

“En casa de herrero, cuchillo de palo” es un viejo refrán que alude a la paradoja de un bien que debería abundar en cierto lugar y que, muy por el contrario, escasea. Tal parece ser el caso de la economía argentina, considerada como la tercera productora mundial de porotos de soja pero que aun así debe importar desde terceros países esos mismos porotos que sus tierras producen en abundancia.  

Si esta paradoja ocurriera en nuestra economía solo de manera excepcional -por ejemplo, ante una disminución coyuntural de la producción agrícola por causas estacionales o por emergencias climáticas- o en contextos donde la existencia de importantes stocks de divisas disipara cualquier expectativa devaluatoria, no habría mayor motivo de preocupación. Sin embargo, la economía argentina no transita por ninguna de estas dos situaciones.  

Por el momento, el gobierno logró superar con éxito la tormenta cambiaria que se desató hacia fines de octubre cuando el dólar ilegal, el CCL y MEP iniciaron una escalada que parecía no tener techo. En esos días, los habituales voceros del establishment vaticinaban una inminente y brutal devaluación que, por otra parte, asumían como inevitable. Finalmente, ello felizmente no ocurrió y hoy la situación del mercado de divisas pareciera estar controlada.  

Claro que la estrategia de intervención para tranquilizar al mercado cambiario no fue gratuita y tuvo su trade off: el precio de esta tranquilidad se pagó con reservas del BCRA que, como ya todos sabemos, son escasas. El stock bruto de reservas al cierre de diciembre (39.216 millones de dólares) mostró que, durante la última turbulencia, el Central debió desprenderse de poco más de 2.100 millones en divisas para lograr que volviera cierta calma al mercado.  

Por su parte, el último balance cambiario publicado por la entidad señalaba que, al cierre de noviembre, se registró un nuevo déficit de 753 millones de dólares y que, a esa altura del año, la economía acumuló un “rojo” de 5.795 millones, lo que pone en relieve la clásica evidencia de que la economía argentina consume muchos más dólares que los que logra producir.  

La magnitud de déficit no es grave en sí -hablamos de un punto del PBI- sino que la gravedad que hoy representa se debe al contexto económico en el que tiene lugar. Por ejemplo, durante la gestión del macrismo en el Banco Central (2016-2019) se registró en el balance cambiario un déficit acumulado en cuatro años de 57.983 millones de dólares, a un ritmo promedio de casi 14.500 millones por año que fue cubierto a través de un gigantesco endeudamiento, de mayores liquidaciones de agrodólares y del ingreso masivo de capitales especulativos. Hoy, el actual directorio debe enfrentar una situación menos relevante en términos cuantitativos pero seriamente agravada por el hecho de no poder contar con ninguna de las alternativas mencionadas.  

La soja es hoy el “cuchillo de palo” del sector externo. Según datos del Indec, entre febrero y noviembre de 2020 se importaron poco más de 5 millones de toneladas de porotos de soja por un valor total de 1.900 millones de dólares, una cifra que tampoco sería relevante si no fuera por el contexto crítico que atraviesan las posiciones cambiarias. 

El 92 por ciento de la oleaginosa sin procesar proviene de Paraguay, el resto de Brasil y, en muy menor medida, de Uruguay. ¿Cuál es la razón que justificaría que Argentina les compre porotos de soja a los países vecinos cuando es capaz de producir 50 millones de toneladas al año? Los productores y exportadores del complejo sojero suelen recurrir a los siguientes argumentos.  

En primer lugar, destacan la necesidad del sector aceitero de cumplir en tiempo con sus compromisos de producción. Esto lo lleva a aprovisionarse en otros mercados de suficiente materia prima que ingresa al país en calidad de importaciones temporarias para, luego, procesarlo y exportarlo al mundo bajo la forma de aceite, harinas y pellets. Hasta aquí la respuesta parece más que atendible, si no fuera por algunas otras evidencias que la tornan inconsistente.  

Entre febrero y noviembre, mientras el sector aceitero importaba un promedio mensual de poco más de medio millón de toneladas de soja sin procesar, no se registraban faltantes que justificaran estas compras. Tampoco se interrumpió la exportación, lo que hubiese sido aconsejable para abastecer a la industria local en vez de importar.  

El ejemplo más claro para graficar esta situación tuvo lugar en agosto pasado: mientras los productores informaban la existencia de un stock de 14 millones de toneladas de porotos de soja, las aceiteras importaron 471.400 toneladas. Los agroexportadores, por su parte, declaraban ese mismo mes ventas al exterior por 250.150 toneladas que, de haber permanecido en el mercado local, hubiesen servido para absorber más de la mitad de los suministros externos demandados por las aceiteras. 

Estas operaciones cruzadas y aparentemente descoordinadas tienen, por cierto, nombre y apellido. En agosto, más de la mitad de las exportaciones de soja a granel (132.000 toneladas) fue realizada por la cerealera santafesina Díaz y Forti SA, firma que también exportó en el mismo mes 25.000 toneladas de aceite de soja. Recordemos al lector que hace un mes el BCRA suspendió las operaciones de cambio de Díaz y Forti SA, una módica empresa que creció exponencialmente gracias a vínculos bastante opacos -hoy minuciosamente investigados- con la intervenida aceitera Vicentin.  

Otra razón aducida por el complejo aceitero en favor de la importación es que la soja sin procesar de origen paraguayo posee un mayor contenido en proteínas que la que se cosecha en Argentina. Ello permite un proceso más eficiente de la molienda del poroto y, por ende, una mejor colocación del producto final en los mercados internacionales. Este problema planteado como una falta de aptitud de la naturaleza parecería no tener solución. 

Sin embargo, un estudio producido por Martha Cuniberti y Rosana Herrero, investigadoras del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) muestra que, entre 1997 y 2018, la soja cultivada en la Zona Núcleo (conformada por los principales departamentos agrícolas de Buenos Aires, Santa Fe y Córdoba) perdió 5 puntos porcentuales de valor proteico y que esta pérdida podría haber sido corregida con una adecuada rotación de cultivos y combinando, durante el proceso de industrialización, cantidades adecuadas de soja de 1ª (que tiene mayor contenido de aceite) con soja de 2ª (con mayor contenido proteico). “Estas pérdidas -señala este interesante estudio que el sector sojero parece haber ignorado- se trasladan al productor que recibe un precio menor, a la industria que disminuye su capacidad de molienda y al país por disminución de las primas de harina argentina implicando una caída importante en los ingresos por exportación, como primer exportador mundial de harinas proteicas”. De modo que no se trataría, entonces, de la falta de una aptitud natural de nuestros suelos ya que, luego de leer el informe, queda bien claro que “lo que natura non da, el INTA sí presta”.  

Una tercera respuesta al fenómeno de la importación de soja es la que el propio sector evita comentar. Recientemente, las autoridades policiales y tributarias misioneras detuvieron y decomisaron en la localidad de San Vicente una decena de camiones cargados con soja (aproximadamente 250 toneladas) que se dirigían a Colonia Alicia, en la frontera con Brasil. La fuga de soja argentina desde Misiones al Paraguay y Brasil para eludir el pago de derechos de exportación es una modalidad recurrente del contrabando y, según algunas fuentes, moviliza cerca de 200 camiones semanales que se desplazan desde Chaco, Santa Fe e, incluso, de Buenos Aires hacia la frontera noreste.  

En torno a este problema, el presidente de la Unidad de Información Financiera (UIF), Carlos Cruz, señaló que “cuando los granos no se liquidan oportunamente, no es sólo que quedan en el silo, sino que son objeto de contrabando”. Precisamente, parte de la soja que se fuga por la canaleta del contrabando es la misma que vuelve a ingresar al país bajo la modalidad de importación temporaria para ser procesada en las plantas de molienda locales.  

Es importante recordar, además, que el régimen de importación temporaria permite que el industrial aceitero pueda deducir el valor de la importación de la materia prima de la base imponible sobre la que se aplican los derechos de exportación que debe pagarle al fisco argentino, de modo tal que solo debe abonar el gravamen por el valor agregado del procesamiento industrial. Ahora bien: ¿qué sucede en términos tributarios si una empresa lograra pasar de contrabando soja a granel a través de alguna de nuestras fronteras con destino a una filial o empresa asociada, por ejemplo, en Brasil o Paraguay para, luego, importar legalmente esa misma soja, en carácter temporario, para producir aceite, venderlo al exterior y pagar derechos de exportación solo por la diferencia de precios existentes entre el aceite y la materia prima? La respuesta es bien sencilla. Tan sencilla, que obliga a mencionarla en voz baja.  

En muchos meses consecutivos de esta larga pandemia y sus consecuencias más evidentes (retracción económica, caída de reservas y restricción cambiaria), las miradas del gobierno y de los principales medios estuvieron puestas en el goteo incesante de reservas para satisfacer el deseo de atesoramiento de los pequeños ahorristas, habilitados a comprar de a 200 dólares por mes con el fin de preservar sus ingresos o para obtener una pequeña renta diferencial haciéndolos puré en el mercado ilegal. No intento minimizar este fenómeno sino señalar apenas que, mientras esto ocurría, también sucedían estas otras fugas más relevantes y sofisticadas, sin duda. Fugas sobre las que se habla muy poco y distorsionadas con operaciones mediáticas e infundadas denuncias sobre un supuesto avance del gobierno sobre la propiedad privada. 

Una decidida estrategia de intervención pública en el mercado de granos, que no se agote en su aspecto exclusivamente cambiario y que se proponga coordinar la demanda y la oferta, evitando faltantes para el proceso industrial y, al mismo tiempo, combatiendo el contrabando y otras operaciones más complejas de evasión o elusión impositiva, aconsejan a todas luces que la cuestión un lugar de primer orden en la agenda pública. Sin estridencias ni anuncios oficiales que luego deben ser retrotraídos.  

En nuestra economía el complejo agroexportador en general -y el complejo sojero en particular- es, tradicionalmente, el principal generador de divisas. Es razonable pensar entonces que el control, la regulación y la transparencia en todas estas actividades merecen una acción coordinada y efectiva de numerosas agencias gubernamentales, y no solo de la cartera económica o del Banco Central de manera aislada.  

Por lo pronto, el esfuerzo público por frenar el drenaje de más de 1.900 millones de dólares anuales que van a parar a otras economías en vez de reinvertirse en el país bien vale la pena.  

(*) Politólogo (UBA). Director de la consultora Tramas & Tendencias.  

CLAVES: contrabando dólares 

* El 92 por ciento de la soja sin procesar proviene de Paraguay, el resto de Brasil y, en muy menor medida, de Uruguay. 

*  La fuga de soja para eludir el pago de derechos de exportación es una modalidad recurrente del contrabando. 

* En agosto, más de la mitad de las exportaciones de soja a granel fue realizada por la santafesina Díaz y Forti SA, vinculada a la intervenida Vicentin. 

* El control, la regulación y la transparencia del complejo sojero merece una acción coordinada de las agencias gubernamentales.




sábado, 29 de junio de 2019

La UE y Mercosur logran un acuerdo de libre comercio... @dealgunamanera...

La UE y Mercosur logran un acuerdo de libre comercio “histórico” tras 20 años de negociación…

El presidente francés Emmanuel Macron y el brasileño Jair Bolsonaro, en la cumbre del G-20 (Jacques Witt / AFP)

El presidente brasileño Jair Bolsonaro se felicita por un acuerdo “histórico”.

© Publicado por el viernes 28/06/2019 por el Diario La Vanguardia de la Ciudad de Barcelona, España.


La Unión Europea (UE) y el Mercosur (Argentina, Brasil, Uruguay y Paraguay) lograron este viernes pactar un acuerdo de libre comercio tras veinte años de negociación. El acuerdo ha sido anunciado por representantes de Argentina y Brasil y posteriormente confirmado por el presidente de la Comisión Europea (CE), Jean-Claude Juncker, que lo ha calificado de “histórico”.

“¡El acuerdo comercial con Mercosur hecho! Un momento histórico. En medio de las tensiones comerciales internacionales, estamos enviando una señal potente de que apoyamos el comercio basado en normas”, escribió Juncker en su perfil de la red social Twitter.

Añadió que se trata del “mayor acuerdo comercial” que la UE ha cerrado en su historia y consideró que es un resultado “positivo” para el medio ambiente y los consumidores.


La satisfacción es absoluta entre los dos grandes impulsores del acuerdo, Argentina y Brasil. El Gobierno que encabeza Mauricio Macri indicó en un comunicado que se trata de un “hito para la inserción internacional” de Argentina porque aumentará las exportaciones de las economías regionales y consolida la participación de las empresas del país en cadenas globales, entre otros aspectos. “Es el resultado de un esfuerzo de diálogo, coordinación y entendimiento tanto entre los países miembros del Mercosur, así como entre sus gobiernos y el sector privado, cámaras sectoriales y asociaciones sindicales de cada uno de ellos”, afirmó.


Desde Brasil, el propio presidente Jair Bolsonaro –que que ha calificado de “histórico” el acuerdo a través de su cuenta de Twitter. Bolsonaro, quien se encuentra en Japón para participar de la cumbre del G20 que se está celebrando en la ciudad de Osaka, también sostuvo que el acuerdo comercial “será uno de los más importantes de todos los tiempos” y que resultará en “enormes beneficios” para la economía brasileña.


Por su parte, el Gobierno ha resaltado este viernes el papel “determinante” que ha jugado el jefe del Ejecutivo, Pedro Sánchez, para que se haya podido cerrar un acuerdo comercial. Fuentes del Gobierno han confirmado la consecución de ese acuerdo, que han calificado de una “muy buena noticia” tras veinte años de negociaciones. Además, han hecho hincapié en el papel desempeñado por Sánchez para que esas negociaciones hayan fructificado.

En el último Consejo Europeo, celebrado en Bruselas la pasada semana, el presidente del Gobierno impulsó la firma de una carta por parte de siete líderes europeos y dirigida al presidente de la Comisión, Jean Claude Juncker, reclamando que se culminaran esas negociaciones para un acuerdo de comercio con Mercosur. 

La carta promovida por Sánchez fue firmada por él, la canciller alemana, Angela Merkel; el primer ministro portugués, Antonio Costa; el holandés, Mark Rutte; el de la República Checa, Andrej Babis; el letón, Krisjanis Karins; y el sueco Stefan Lofven. En su misiva consideraban que había llegado el momento de cerrar el acuerdo ante la “amenaza del proteccionismo” y otros factores geopolíticos que afectan a las exportaciones.

A principios de mes, Macri y Bolsonaro se reunieron en Buenos Aires y anunciaron que el acuerdo estaba más cerca. “Estamos en la inminencia de firmar un acuerdo”, dijo Bolsonaro, mientras que Macri afirmó que “estamos muy cerca”, en una comparecencia conjunta ante la prensa, sin preguntas. Uno de los líderes más reticentes al acuerdo ha sido el presidente francés Emmanuel Macron, que este mismo jueves rebajaba las expectativas sobre el acuerdo, especialmente si Bolsonaro cumplía su amenaza de retirar Brasil del acuerdo climático de París.

Los ministros de Exteriores del Mercosur han encabezado la negociación desde el miércoles con varios comisarios europeos de los últimos detalles de ese acuerdo y, en paralelo, han trabajado los respectivos equipos técnicos. 


La UE y Mercosur logran un acuerdo comercial tras 20 años de negociaciones. Video: Diario El País de Madrid, España.



domingo, 4 de noviembre de 2018

Los ciclos dirigidos desde Estados Unidos de Norte América de la política latinoamericana… @dealgunamanera...

Los ciclos dirigidos desde Estados Unidos de Norte América de la política latinoamericana… 


Hay una ilusión bastante recurrente entre los latinoamericanos acerca de su autodeterminación política. ¿Realmente creen que sus políticas estatales son independientes de la influencia de la gran potencia global del norte, EEUU, que es capaz de ejercer presión sobre gigantes económicos como China o Alemania o sancionar a una potencia nuclear como Rusia? Si lo creen así están totalmente engañados y seguramente ese engaño sirve a los propósitos estratégicos de EEUU.

© Escrito por Héctor Casavieja Píriz y publicado el sábado 03/11/2018 por Red Filosófica del Uruguay de la Ciudad de Montevideo, República Oriental del Uruguay.

Pero antes de considerar nuestra situación veamos lo que ocurrió con África. Todos sabemos que los gobiernos africanos fueron levantados y depuestos según antojos de las potencias occidentales desde siempre, por lo menos hasta el ciclo de las “independencias” programadas en todo el continente que ocurrieron casi simultáneamente en los años 60. Es decir, es indudable en el caso africano que la política de casi todos sus estados es manipulada desde el exterior, incluyendo la política de los estados del norte de África cuyos gobiernos están siendo utilizados hoy día como un arma contra los propios africanos en su intento de migrar a Europa.

Y ahora regresemos al caso latinoamericano. ¿Acaso podemos pensar que la historia de América Latina no se encuentra tan manipulada por las potencias occidentales como la de África? Sería imposible sostener que la destrucción sistemática de los gobiernos nacionalistas latinoamericanos de los años 50 y 60 fue simultánea por otro motivo que no sea que el destructor de todos ellos fue, sin duda, EEUU.


También sería imposible sostener que todas las dictaduras militares que se dieron en la región en los años 70, fueron simultáneas por pura casualidad porque bien sabemos que EEUU, a través de esquemas en los que la CIA fue una fundamental herramienta, usó a los ejércitos de los propios países latinoamericanos en su campaña contra la influencia del comunismo soviético y cualquier cosa que se le pareciera, mediante la práctica del terrorismo de estado, mediante la cual se exterminaron decenas de miles de personas por mecanismos tan feroces como la desaparición forzada.

Y fue el retroceso de esa política estadounidense, justamente, lo que permitió que de ese proceso de instalación de autoritarismo militar digitado se pasara en primer lugar a democracias con un sesgo neoliberal totalmente agradable a los ojos de nuestro gran hermano, también simultáneamente en todo el continente. Pero luego, y bien sabemos esto, EEUU concentró sus esfuerzos militares, políticos, económicos y de inteligencia en una campaña en el mundo árabe que duró hasta hoy día, una costosa y larga campaña iniciada allá por el año 2000, aproximadamente, y que tenía como principal objetivo desestabilizar la región sobre todo en países que fueron en el pasado aliados de la Unión Soviética como Libia, Siria, Irán, Irak, Afganistán.


Probablemente esta maniobra fuera al mismo tiempo el producto de la creencia en las alturas del poder estadounidense de que ya no había ningún obstáculo para políticas agresivas de cualquier tipo a partir de la caída de la URSS, algo que sin duda también se reflejó en la intervención de EEUU para desmembrar a Yugoslavia, en el avance de la OTAN hacia el este de Europa, y la introducción de un gobierno pro-occidental en Ucrania, así como en Georgia.

Pero esa zona de avance geopolítico de EEUU se ha enfriado últimamente a causa de la reconstrucción de las capacidades militares y económicas rusas, demostradas en su contención de la desintegración del gobierno pro ruso de Assad, en su creciente influencia sobre Turquía, en su apoyo tácito a Irán, en el aumento de los lazos geoestratégicos entre Rusia y Alemania y la alianza de tremenda profundidad y dimensión Rusia-China.

Lo que ocurrió mientras EEUU se distraía con sus grandes avances geopolíticos en Medio Oriente y el Este de Europa, es que bajo cuerda en América Latina se fueron creando algunos gobiernos claramente anti-estadounidenses como el de Venezuela, Ecuador, Nicaragua o Bolivia, y otros moderadamente nacionalistas o progresistas en sus políticas, como el de Brasil con Lula da Silva o el del Frente Amplio en Uruguay. Si miramos el mapa veremos que ese proceso nació básicamente hacia el año 2000, justo un poco antes de que EEUU iniciara su feroz campaña en el Medio Oriente y cuando todavía estaba más que ocupado en hacer avanzar a la OTAN hacia las fronteras de Rusia. 

Pero EEUU ya no está tan distraído en aquellas actividades por el simple hecho de que su avance se encuentra estancado por el contraataque geopolítico de Rusia y China en toda Eurasia e incluso en África. Y lo peor es que China, que todavía sigue siendo una potencia comunista que solo enfrió estratégicamente su conflicto con EEUU por un período corto de tiempo, ha hecho grandes avances para enlazar a África y a Latinoamérica a su poder económico de crecimiento imparable, lo cual tiene que resultar absolutamente preocupante para EEUU.

Y este es el momento en que debemos sacar las apropiadas conclusiones sobre el paso de un mapa naranja a un mapa azul: EEUU ha decidido no distraer más sus intereses en América Latina, y está interviniendo fuertemente para que se produzca este cambio de color en el mapa latinoamericano, de nuevo en simultáneo, como reflejo de su acción geopolítica total sobre este pobre continente que por el momento es incapaz tanto de unificarse, como de autodeterminarse frente al intervencionismo del hermano norteño.


Es EEUU el que está digitando en este momento con fuerza demoledora el avance del poder conservador favorable a sus políticas regionales en toda Latinoamérica, no solo poniendo bajo presión económica feroz a Nicaragua y Venezuela y manteniendo, por supuesto, la que ya tiene 50 años de historia sobre Cuba, sino usando los sistemas judiciales manipulables, la nostalgia de los militares por el pasado dictatorial, la cooperación de partidos políticos locales, su control corporativo sobre los medios de comunicación y sobre las redes sociales que usan los latinoamericanos, etc. 

Latinoamérica, como desde hace décadas, vuelve a ser encarrilada según los mandatos de su hermano intervencionista con engendros como Macri y Bolsonaro como piezas fundamentales de su ajedrez regional. Y es muy difícil que algo lo impida excepto una toma de conciencia sobre el intervencionismo estadounidense que parece muy lejos de concretarse dada la escasa criticidad y la perpetua distracción en asuntos locales que caracteriza el pensamiento político de los latinoamericanos.

Breve nota final:


Resta decir que en el cambio de color del mapa latinoamericano son Venezuela, Bolivia, Nicaragua y Uruguay los que aparentemente aún no han sufrido el proceso. Pero son casos muy distintos, sin duda. Venezuela es un enclave fuerte de los intereses de China y Rusia, que la están apoyando militar y económicamente desde la época de Chávez. Nicaragua tiene una vieja tradición antiestadounidense debida al sandinismo y también tiene cierto apoyo de China y Rusia, lo que la hace un hueso duro de roer para EEUU a pesar de su pequeñez.

En ambos casos la intervención militar directa escandalosa ha sido sustituida por la intervención indirecta mediante el agenciamiento de fuerzas internas poderosas y bien financiadas y por el bloqueo y el sabotaje económico. Con respecto a Bolivia, el gobierno boliviano ha tenido la temprana idea de expulsar todas las organizaciones no gubernamentales relacionadas con EEUU impidiendo la infiltración de inteligencia y se apoya, además, en una identidad indígena muy fuerte, muy nacionalista y que puesta a prueba, puede llegar a ser muy resistente.

Y finalmente nos queda considerar el caso de Uruguay, un caso muy especial, porque sin duda Uruguay, dada su total debilidad geopolítica, ha optado por mantener relaciones lo más amistosas posibles con EEUU (recordemos la recepción de prisioneros de Guantánamo en tiempos de Mujica, o las relaciones muy amistosas entre este y la embajadora de aquel país) al tiempo que liga cada vez más su economía a China, que constituye hoy día su principal comprador. La fortuna de Uruguay consiste, quizás, en que no tiene prácticamente importancia para EEUU y el discurso oficial uruguayo es sumamente apacible y silencioso cuando se trata de criticar las políticas estadounidenses en Latinoamérica o en el mundo.

La izquierda gobernante en Uruguay ha optado, por lo que se ve, por un pragmatismo de sobrevivencia frente a un poder que podría borrarla de un plumazo al primer pronunciamiento equivocado. Sin embargo, no es una izquierda como la de Bachelet en Chile, que de izquierda solo ha tenido el nombre ya que ha aplicado políticas neoliberales siempre y además, ha mantenido el eje Chile-E.E.U.U. sin cambio alguno.



domingo, 8 de abril de 2018

Eduardo Galeano. "Las venas abiertas de América Latina"… @dealgunamanera...

No volvería a leer ‘Las venas abiertas de América Latina"… 

Eduardo Galeano, en la Bienal del Libro de Brasilia. Fotografía

El escritor uruguayo opinaba que ni el fallecido Hugo Chávez ni Barack Obama "entenderían el texto" de la obra.



© Escrito por Marina Rossi el 05/05/2014 en São Paulo, Brasil y publicado por el Diario El País de la ciudad de Madrid, España.

Desde su publicación en 1971, Las Venas Abiertas de América Latina, del escritor uruguayo Eduardo Galeano, se transformó en un clásico de la izquierda latinoamericana.

En la obra, el autor analiza la historia del continente: la explotación económica y la dominación política a la que ha sido sometido, desde la colonización europea hasta los años setenta, época de su publicación. Esto, en el contexto de la Guerra Fría (1945-1991), y cuando se ponía en marcha la era de las dictaduras militares en América Latina.

El libro de Galeano era tan identificado con las ideologías revolucionarias y de izquierda que fue proscrito de Argentina, Chile, Brasil y Uruguay mientras estos países permanecieron bajo el yugo dictatorial. Galeano estuvo preso en su país tras el golpe de 1973 y después, obligado a exiliarse: primero en Argentina y después en España.

Cuarenta años después, Galeano confiesa que no leería nuevamente su libro más exitoso. “No sería capaz de leerlo de nuevo. Caería desmayado”. Así lo dijo durante una visita a Brasil el mes pasado, donde participó en la Segunda Bienal del Libro en Brasilia, realizada entre el 11 y el 21 de abril pasados. “Para mí, esa prosa de la izquierda tradicional es aburridísima. Mi físico no aguantaría. Sería ingresado al hospital”, dijo el autor, de 73 años, en una rueda de prensa recogida por Agencia Brasil y el blog Socialista Morena.

No me arrepiento de haberlo escrito, pero es una etapa que, para mí, está superada.

El episodio demuestra que Galeano asumió un tono más mesurado para analizar el maniqueísmo político de otrora. “En todo el mundo, experiencias de partidos políticos de izquierda en el poder a veces fueron correctas, a veces no, y en muchas ocasiones fueron demolidas porque estaban correctas, lo que dio margen a golpes de Estado, dictaduras militares y periodos prolongados de terror, con sacrificios y crímenes horrorosos cometidos en nombre de la paz social y del progreso”, dijo el escritor. “En otras ocasiones, la izquierda ha cometido errores muy graves”, añadió.

Las Venas Abiertas de América Latina se publicó cuando Galeano tenía 31 años y, según el propio escritor, en aquella época él no tenía la formación suficiente para rematar aquella tarea. “[Las Venas Abiertas] intentó ser una obra de economía política, solo que yo no tenía la formación necesaria”, valora. “No me arrepiento de haberlo escrito, pero es una etapa que, para mí, está superada”.

En 2009, durante la Quinta Cumbre de las Américas, el expresidente de Venezuela, Hugo Chávez, le regaló un ejemplar de Galeano al presidente de los Estados Unidos, Barack Obama. En esa ocasión, la obra saltó de la posición 60.280 de la lista de los títulos más vendidos de la web Amazon.es a la décima posición en solo un día.

El escritor fue cuestionado sobre el episodio. Respondió: “Ni Obama y ni Chávez entenderían el texto […]. Él [Chávez] se lo entregó a Obama con la mejor intención del mundo, pero le regaló a Obama un libro en un idioma que él no conoce. Entonces, fue un gesto generoso, pero un poco cruel”.





sábado, 2 de septiembre de 2017

Vuelta al mundo en motorhome: el viaje soñado..@dealgunamanera...

Vuelta al mundo en motorhome: el viaje soñado...


Después de 15 años de preparativos, la familia Di Leo salió a recorrer el mundo a bordo de Libertad con un plan y sin fecha de regreso. Galería de imágenes.

© Escrito por Noelia Graguela en Agosto 2017, en el Nº 539 de la Revista Weekend de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

Tal vez todo empezó esa fría noche de 1999 en la Autopista 25 de Mayo, cuando Silvio Di Leo sintió a la muerte respirarle en la nuca y la vida le dio otra oportunidad. Primero fue el impacto del adoquín en las ruedas delanteras y la imagen de aquel hombre apuntándole con un arma en la cabeza. Luego, el freno en seco del auto y tres jóvenes que bajaron a socorrerlo. Finalmente, el ladrón esfumándose en la oscuridad y el aire helado que le volvía a los pulmones. ¿Y si no me salvaba? ¿Y si moría esa noche con mis sueños sin cumplir? A pesar de tener 38 años, cuatro hijos pequeños y una vida armada, Silvio no podía sacarse de la cabeza aquel deseo que lo había invadido desde la adolescencia, así que se armó de coraje y una tarde de domingo, entre mate y mate le preguntó sin rodeos a su esposa Carla: “¿Dejarías todo para ir a dar una vuelta al mundo con los chicos?”. “Sí, sería un sueño hacerlo”, dijo ella. Él tenía un buen trabajo en el sector informático y hacía sólo un año que la familia se había mudado a una casa quinta con parque, pileta y cancha de fútbol en el barrio El Trébol (cerca de Ezeiza, Buenos Aires) que tanto esfuerzo les había costado edificar. Sin embargo, los Di Leo decidieron salir de la zona de confort y empezar a planificar el viaje de sus vidas.

El Plan

“Hicimos una reunión familiar con los 4 abuelos y fue una mala experiencia porque se enojaron, nos dijeron que estábamos locos”, recuerda Silvio. “Cuando uno está decidido a hacer algo, tiene que hacerlo sin buscar la aprobación de nadie.” Así empezaron diagramando rutas con el Google Maps, hablaron con viajeros que pasaban por el camino, hicieron amigos virtuales a través del Messenger, iban comprando guías de distintos lugares y se fueron nutriendo de historias que los ayudaron a perder el miedo.

“Fueron 15 años de preparación, de trabajar y de luchar contra la opinión negativa de la gente”, dice Carla. Y agrega: “Después de inagotables años de esfuerzo, el 23 de agosto de 2012 partimos a bordo de Libertad, nuestra casa rodante”. Silvio (51), Carla (44), Ornella (15), Lara (17), Fabricio (19) y Patricio (21) comenzaban la aventura.



Encontrar el vehículo ideal fue todo un tema. Tenía que ser algo seguro para la ruta, seguro contra los robos, confortable como para vivir allí por muchos años, y ecológico, ya que los Di Leo son fervientes defensores del cuidado del medio ambiente y promueven el ahorro de energía. “Vimos cientos, pero ninguno era el adecuado. También buscamos ómnibus para convertirlos en motorhome y pasó lo mismo”, cuenta Carla.

Un nuevo hogar

Libertad apareció recién en el año 2006. “Reunía todo lo que necesitábamos pero no teníamos el dinero suficiente, así que debimos esperar. A los pocos días, el dueño se arrepintió de la venta y levantó la publicación. Lo único que lo convenció (¡¡¡3 años después!!!) fue nuestro sueño y nuestra historia”, recuerda Carla. “Lo compramos en el 2009 con la idea de salir ya, pero al final lo terminamos desarmando todo”, cuenta Silvio. El resultado fue una verdadera casa rodante de 12 metros de largo divididos en tres sectores y con capacidad para 6 plazas: dos adelante en el living-cocina (que es oficina y comedor) con un sillón que se hace cama y tiene dos colchones de 190 por 80 cm. Dos camas cuchetas en el medio, y atrás la cama matrimonial. Antes están los dos baños (uno con ducha y otro con inodoro y lavatorio) y el placard. Además, el vehículo cuenta con 8 cinturones de seguridad, un cómodo sistema de escritorios de trabajo, heladera, lavadora, aire acondicionado y varios muebles a medida que aprovechan cada recoveco para guardar un montón de cosas.

El recorrido

El plan original de los Di Leo era hacer un viaje de 10 años para recorrer más de 300.000 km a lo largo de los 5 continentes y pasando por más de 110 países. Llevan 5 años en la ruta y, si bien van respetando bastante el itinerario, ya no se preocupan por el tiempo. “Nuestro viaje es muy lento y la verdad es que nunca pensamos en la vuelta porque no es algo que queramos hacer en el corto plazo. Seguiremos viajando mientras nos guste. Y por ahora nos gusta mucho”, asegura Silvio. Partieron de Buenos Aires hacia Uruguay, donde “dimos una vuelta corta” y volvieron al país para recorrerlo de norte a sur durante un año. Cruzaron a Chile, después fueron a Ecuador, Perú y Colombia. En Medellín trataron de entrar a Venezuela pero las fronteras se encuentran cerradas, así que volvieron a Ecuador y ahora están en Lima, Perú. La idea es bajar por Cuzco, entrar en Bolivia, ir a Paraguay, luego a Brasil e intentar una vez más pasar a Venezuela. “Ahí vemos cómo seguimos. Una opción es subir la motorhome en un barco hasta México, la otra es ir a Europa, pero tratamos de respetar el recorrido lo mejor posible”, dice Silvio. Probablemente entre Brasil y Venezuela vuelvan a la Argentina para lanzar el libro en el que están trabajando. “Va a ser en papel, pero también interactivo, a través del celular, donde la gente va a poder escuchar y ver las experiencias que vivimos en el viaje”, explica Silvio.

Aventureros y no tanto

Si bien los Di Leo se han lanzado a la aventura, no son ningunos improvisados. Cuentan con todas las herramientas necesarias como para reparar el vehículo y conocen toda la mecánica a la perfección. Armaron un sistema de purificación de agua por ósmosis inversa a través de una bomba, que les permite usar agua de río. También colocaron sistemas de bajo consumo, iluminación LED e islas solares, y van consiguiendo Internet con unas antenas que amplían el espectro. Cuentan con una cámara HD que atornillaron artesanalmente al frente del vehículo para ir filmando el viaje. Piensan producir cerca de 2.000 horas de vídeo, grabar más de 1.500 horas de audio y sacar cerca de 100.000 fotografías. Parte del material lo van compartiendo en su página web y en Facebook (Los rodando ando, Página Web de los rolando ando...) y el resto lo van produciendo para armar documentales.

Por más que vayan conociendo gente en el camino y los inviten a pasar la noche en una casa, ellos siempre duermen en el motorhome por seguridad. Para financiarse durante el viaje van vendiendo artesanías, merchandising y hacen trabajos de Internet a distancia para comprar combustible y los víveres. Han canjeado atenciones médicas y trabajos de taller mecánico por publicidad en la web. “Salí de viaje con 51 años, tengo 56 y en estos 5 años hice más amigos que en toda mi vida”, dice Silvio y jura que jamás sintió miedo. “Lo único que te limita a veces es el tema de las visas que tenés que negociar, comprar o extender; pero después no hay limitaciones. Y con respecto a la educación de los chicos, te puedo asegurar que viajando se aprende más de la gente y de las cosas que en la universidad”. “Nos pasaron cosas difíciles, pero todo se resuelve. Permanecer en la zona de confort es estar rodeado de gente que conocés, ir de tu casa al trabajo en una autopista congestionada en hora pico, volver por la misma autopista en la que te pueden robar como me paso a mí y tener los problemas habituales. Cosa que está lejos de ser lo ideal. Lo comprobamos a bordo de Libertad: nuestro Scania 1980 modelo BR 116 convertido en hogar rodante.”

Nota completa en revista Weekend 539, agosto 2017.