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domingo, 30 de septiembre de 2018

NET TV: nuevo aire a la tevé abierta… @dealgunamaenra...

NET TV: nuevo aire a la tevé abierta…

Diversión y actualidad. Pampita Ardohain, Mariano Peluffo, Luciana Salazar, El Pollo Alvarez y Marcela Tinayre son algunas de las figuras que integran la programación del lanzamiento de NET TV. Fotografía: CEDOC

Surgido de la alianza entre Perfil Network y Kuarzo Entertainment, la señal comenzará a transmitir desde mañana, lunes 1° de octubre.

“Aire fresco” es el eslogan de NET TV que comienza su transmisión inicial el 1º de octubre con un corte de cintas a las 12 del mediodía en sus estudios. “Aire fresco” es la síntesis con la que interpretó lo que significa el lanzamiento del primer canal de televisión abierta después de 52 años el multipremiado publicista Martín Mercado, de Mercado/McCann.

“Aire fresco” porque la televisión abierta vino perdiendo índices de audiencia por la competencia que le realizaron las señales de televisión por cable y últimamente la televisión por streaming con Netflix y YouTube como sus ejemplos más paradigmáticos. Y no hay mejor remedio para los problemas que la creatividad que impone toda novedad en su necesidad por buscar su camino.

La televisión abierta, que sumando entre los cinco canales (TV Pública, Canal 9, América TV, Canal 13 y Telefe) tenía en 2012 un encendido promedio a lo largo de sus 18 horas de transmisión –de lunes a domingo de 7 a 24– equivalente a una cuarta parte de todos los televisores, 24,9% para ser preciso, descendió en 2018 hasta 16,7% perdiendo entre 2012 y 2018 un tercio de su audiencia, mientras que la suma de todos los canales de televisión por cable creció 11% y la suma de todos los de noticias también creció 13% en estos mismos  seis años (ver infografía).

Infografía. Evolución en el encendido.

“Aire fresco” porque la aparición de NET TV preanuncia la progresiva sustitución de la televisión de transmisión analógica por la digital que se anticipa al futuro apagón analógico, cuando todos los canales abiertos pasarán a transmitir en digital dejando espacio en el espectro radioeléctrico para que, en lugar de haber un límite de solo cinco canales de aire, pudiera duplicarse porque ya no será necesario dejar uno libre entre medio de cada uno para evitar interferencias.

“Aire fresco” también porque la aparición de NET TV transmitiendo en HD por aire adelanta la progresiva sustitución de la televisión standard definition (SD) por alta definición (HD: high definition) porque cada vez más la mayoría de los televisores de los hogares argentinos son de alta definición, algo que no se podía aprovechar en la transmisión analógica que es solo en SD, pero en cable ya se viene disfrutando al punto que a partir del 1º de octubre  el mayor cableoperador argentino, Cablevisión, elimina la banda de sus canales 600 donde se duplicaban los canales de aire pero en HD y pasa a transmitir directamente HD donde estuvieron siempre los canales de televisión abierta en SD.

“Aire fresco” también porque hace solo 9 años no había teléfonos inteligentes, recién en 2009 se lanzó el primer iPhone con pantalla táctil que al eliminar el teclado convirtió al celular en una pantalla de televisión y una computadora móvil. Cada vez más la televisión abierta aumenta su audiencia también en las pantallas de los celulares al punto que en la mayoría de los países se comenzó a sumar al rating de hogares el rating en la web. Y NET TV fue el primer canal de televisión abierta en nacer primero en la web transmitiendo en vivo online su programación de prueba desde agosto o en canalnet.tv y ya en septiembre pasó en su audiencia digital a uno de los canales de televisión abierta existentes.

“Aire fresco” porque nunca antes en la historia de la humanidad se consumieron tantas horas diarias de contenido audiovisual sumando todas las pantallas, y NET TV nace como nativo multiplataforma.

“Aire fresco” porque más que nunca precisamos aire fresco.

Quiénes lo integran. NET TV es una asociación entre Perfil Network SA y Kuarzo Entertainment Group. Perfil Network es la división audiovisual de Perfil, que publica revistas como Noticias, Caras y una decena más de títulos, el diario PERFIL y Perfil.com. Kuarzo Entertainment Group es la continuadora de Endemol Argentina, que produce una decena de programas en los canales Telefe, El Trece, América TV y Canal 9.


Martín Kweller, con más de veinte años de experiencia creando programas para televisión abierta y ex director creativo de Endemol Latinoamérica, tiene a cargo la generación de contenidos audiovisuales. Cristian Hernández, reciente director digital del canal de mayor audiencia de Chile, Mega, tiene a cargo los contenidos digitales. Fernando False Roberto Iglesias, de Kuarzo y ex Telefe respectivamente, tienen a cargo la comercialización de publicidad.


NET TV es una licencia otorgada por el Estado nacional, en función de una ley aprobada por el Congreso de la Nación y otorgada tras una licitación cuya adjudicación tuvo obligatoriamente que firmar el presidente de la Nación, debido a que el espectro radioeléctrico es escaso, compartiéndolo con las bandas de telefonía celular de las licencias de las compañías telefónicas.





martes, 25 de febrero de 2014

Teoría de la Larga Cola... De Alguna Manera...

La teoría de la larga cola y la Ley de Medios...



Más allá del acierto o desacierto de quienes tomaron cada una de esas dos decisiones, que sólo podrán verse con el paso de los años, no habría que confundir WhatsApp o Facebook con internet, por un lado, ni a los diarios con el papel, por el otro. El mayor diario digital de Estados Unidos, www.huffingtonpost.com, también se vendió por poco más del 1% de WhatsApp.

Sea por internet o en papel, producir contenidos periodísticos es una actividad cada vez menos promisoria, mientras que las empresas que parecen lucir con un futuro infinito son las que comunican, tanto sea por internet (Google, YouTube, Facebook, Instagram o WhatsApp), por cable (Cablevisión, Fibertel), por satélite (DirecTV) o las telefónicas.

Una interface comunica, pero no enuncia, sólo es sujeto de enunciación aquel que produce contenidos. Y los que producen contenidos periodísticos profesionalmente y en gran escala, tanto sea en átomos o digitalmente, están en problemas.

Un caso emblemático es el del diario Libération, fundado por Sarte (sobre cuya inspiración se construyó Página/12), que directamente está a punto de cerrar después de ser durante más de cuatro décadas la más influyente voz de la izquierda en un país como Francia, donde la izquierda no es minoritaria. Pero el mejor ejemplo es que tres de los principales diarios en español del mundo, y el principal de Inglaterra, cambiaron al periodista que comanda sus redacciones durante el último mes. En El País de España, su director Javier Moreno le dejó su cargo al corresponsal en Washington, Antonio Caño. En El Mundo su director, el famoso Pedro J. Ramírez, dejó su cargo a Casimiro García-Abadillo, antes vicedirector del diario. Con un día de diferencia, Tony Gallagher editor en jefe del Daily Telegraph, dejó su puesto a su segundo, Chris Evans. Y en la Argentina, este jueves se anunció que Héctor D’Amico deja el puesto de Secretario General de Redacción, el principal sillón periodístico del diario La Nación, y lo reemplaza Carlos Guyot.

El caso de D’Amico merece un párrafo especial porque es el periodista que más ha mejorado una publicación existente. Sus 13 años al frente de la redacción de La Nación fueron los más exitosos en la historia contemporánea del diario. D’Amico continuará en un cargo corporativo en la empresa, pero la redacción pierde al más talentoso director de medios gráficos de las últimas décadas: previamente D’Amico había dirigido durante seis años la revista Noticias, durante otros dos, la revista Descubrir, y otros dos años fue subdirector de la revista La Semana, todas ellas de Editorial Perfil.

En el diario La Nación también asume un nuevo CEO, Guillermo Rivaben, ex CEO de Personal (Telecom), lo que para el diario El Cronista constituye un “enroque considerado estratégico del sector teniendo en cuenta que es la primera vez que un ejecutivo del mundo de las telecomunicaciones pasará a asumir funciones ejecutivas en un medio periodístico local”.

En cualquiera de los casos, queda claro que la producción de contenidos periodísticos ya no es lo que era, algo que en gran medida se explica con el gráfico que ilustra esta columna titulado Teoría de la Larga Cola. Es un concepto difundido por la revista Wired, especializada en vanguardia informática, que trata de explicar la microsegmentación que produce internet, donde sólo una mínima cantidad de jugadores (o contenidos) son verdaderamente masivos –en el gráfico representados por la cabeza y el cuerpo del animal–, y luego viene una infinita cantidad de productores o contenidos de los que cada uno obtiene apenas un pequeño fragmento de un atomizadísimo espectro representado por la larga cola. Con lo cual, casi nadie alcanza la masa crítica necesaria para construir estructuras profesionales de producción de contenidos –periodísticos en nuestro caso– del tamaño habitual de hace veinte años, cuando no existía la web.

La larga cola explica también la televisión actual y futura, donde poquísimos programas tendrán rating masivos, pero habrá cada vez más programas y canales enteros de fracciones de punto de rating.

La larga cola no es aplicable exclusivamente a las transformaciones que internet genera en el mercado de masas de la era industrial, sirve también para graficar la regresiva distribución de la riqueza (una ínfima parte de la población concentra la mayor parte de la riqueza mundial y miles de millones se aglutinan en la cola), y es una exacerbación de la célebre teoría de Pareto, donde casi siempre el 20% de un total equis concentraba el 80% de ese mismo total, pero recargada en esta era digital, dónde ahora es sólo el 5% (y a veces hasta menos) lo que concentra el 80%.

En este contexto, la Afsca comenzó la aplicación efectiva de la Ley de Medios aceptando el lunes pasado la mayoría de los planes voluntarios de adecuación, lo que completaría (hay dudas sobre si lo hará este lunes, como estaba previsto) con los restantes, donde la expectativa estará colocada en su dictamen sobre Telefe. 

Respecto del Grupo Clarín, a quien la Afsca le aprobó la estructura de su división en seis partes, resta definir lo más importante: quiénes serán los accionistas de esas seis empresas. Es vox populi que no habría ninguna desinversión real y que las seis empresas se dividirán entre los mismos accionistas, por lo que al ser una separación meramente formal es difícil predecir sus consecuencias. Pero, en cualquiera de los casos, aun dividido en seis –en realidad, en dos áreas importantes y cuatro otras secundarias–, el Grupo Clarín será una de esas pocas excepciones que sobrevivirán la era de la microsegmentación. 

© Escrito por Jorge Fontevecchia el Sábado 22/02/2014 y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

sábado, 28 de diciembre de 2013

Pobres medios... De Alguna Manera...


Pobres medios...
Ayer la Afsca cumplió su último día laborable del año en que debió haber trabajado más activamente que nunca, ahora que el Gobierno consiguió la plena vigencia de la Ley de Medios. Sin embargo –como anticipó PERFIL el sábado pasado– postergó para el año próximo todas las resoluciones importantes: Clarín, Telefe, América/Grupo Uno, Telecentro y Prisa.

Los planes de adecuación a la ley ya fueron presentados por los medios hace más de un año (el 7D de 2012) y el de Clarín hace ya dos meses. Después de tanto reclamarle a la Justicia celeridad para expedirse, demorar su instrumentación es otra demostración de que ampliar la pluralidad fue, en el mejor de casos, una consideración secundaria y la principal será reducir el caudal de los medios críticos y aumentar de los medios afines a futuro.

Miopía

Ya verán cómo quienes nacen siendo mercenarios del gobierno que les facilitó su ingreso a los medios, serán mercenarios del próximo para atacar y destruir a su predecesor.

Todo indica que la Afsca pospone sus resolución principalmente por Telefónica, a quien no sabría cómo darle la mala noticia de que tendría que vender Telefe, mientras que Telefónica argumentaría que lo más seguro para cualquier político sería que siguieran ellos mismos siendo los dueños de Telefe, porque son unos de los pocos que garantizan no usarlo nunca para criticar a nadie, sea el gobierno del signo que fuere, mientras que si la obligan a vender a alguien hoy oficialista, cuando el gobierno cambie se hará oficialista del que venga y terminará difundiendo informaciones críticas al kirchnerismo.

Una señal de “trascendencia K” es Cristóbal López acordando con Macri (el costo político que en el futuro pagará Macri por esos 300 millones de pesos más que cobrará por año será mucho máyor que el beneficio que pueda conseguir por las obras que realice con ese dinero recibido). Y otra es la de Garfunkel –socio de Szpolski– junto a Massa. Garfunkel desearía  dedicarse a la política y, siguiendo los pasos de De Narváez, antes de candidatearse compró medios para tener una moneda de cambio.

Millonarios comprando medios para otros fines no son un fenómeno del kirchnerismo, Moneta hizo lo mismo en el ciclo anterior. Ni tampoco exclusivo de la Argentina. Lo que cambia en otros países es que los millonarios compran para otros fines. En Brasil compran medios los dueños de las iglesias evangélicas, que de iglesias tienen poco y funcionan como empresas cuya misión es captar clientes que aportan a través del diezmo. El principal competidor de Globo en Brasil es la red de televisión Record, de la Iglesia Universal.

En Estados Unidos, Jeff Bezos compró The Washington Post gastando sólo 1% de sus más de 20.000 millones de dólares de patrimonio. Ahora, por el módico precio de un yate grande o un cuadro caro, consigue que cualquier senador norteamericano le responda una llamada telefónica en el acto, algo que ni el más rico de su país logra.

No es que recién se descubra que los medios son una excelente forma de comprar capital simbólico para usarlo en la política, la conquista de fieles o para relaciones pública y lobby. Siempre sirvieron para eso, lo que ahora sucede es que los medios están tan pobres que se los compra por muy poco aumentando la rotación. El mejor ejemplo es el Washington Post, el principal diario de la capital del mayor país del mundo, vendido por poco más de 200 millones de dólares cuando la década pasaba estaba valuado en 1.000 millones. En pocos años, por la masificación de Internet y sus cambios de hábitos, perdió 80% de su valor.

En Francia, uno de los mayores constructores de obra pública –Bouygues– compró el principal canal de televisión, también uno de los mayores fabricantes de armas –Lagardère– adquirió la principal editorial de ese país y diferentes millonarios rusos compraron el diario France-Soir, intentaron comprar Le Monde y compraron el diario The Independent, de Londres.

Compran medios como compran clubes de futbol porque son una buena forma de ganar notoriedad. Y no sólo los rusos en Europa, en Estados Unidos el diario The Boston Globe fue vendido al dueño del equipo de béisbol Red Sox, que es como el Boca Juniors de Boston. El propio Macri, sin tener que comprarlo, utilizó su presidencia en Boca como trampolín para la política. El ejemplo precursor de Berlusconi como dueño del Milan no sería aplicable exclusivamente al fútbol, porque además era propietario del mayor grupo de medios, pero sí fue el mejor ejemplo del uso de los medios para construir una carrera política.

Se podría decir que hay más millonarios que instituciones con capital simbólico, o en el ejemplo de personas físicas, hay más millonarios que Tinellis, quien sin duda si mañana deseara realizar una carrera política podría comenzar siendo gobernador. Pero una cosa es la espectacularización de la política y la búsqueda de transmutar fama por votos, que es un fenómeno que ya lleva varias décadas (hasta el Partido Comunista ruso usaba astronautas y el chino a los campeones olímpicos para engalanar sus listas de candidatos) que Guy Debord describió muy bien en su ya vetusto libro La Sociedad del Espectáculo, y otra distinta es la compra de medios que difunden noticias para que no las difundan o difundan solo críticas al adversario.

En parte, el ataque sistemático que en los últimos años se realizó sobre la denominada corpo –Clarín,  La Nación y Editorial Perfil– tiene también explicación en que estas son las únicas tres empresas periodísticas nacionales que durante las últimas tres décadas no fueron vendidas y continúan en manos de los mismos dueños o sus descendientes.

Hace unos años, cuando conducía YPF como socio argentino, Eskenazi padre se quejaba y atribuía las críticas que recibía por ser  empresario K a un rechazo de clase de quienes ya eran grandes empresarios establecidos desde antes del kirchnerismo, apelando a la noción clásica de aristocracia relacionada con el paso de tiempo en la misma posición. En el caso de los medios no se trata de nada de eso, sino de credenciales que permitan suponer que no se utilizará al periodismo como herramienta para otros fines (o principalmente para otros fines en el caso de Clarín).

Cuando Ben Bradlee, el célebre editor del Washington Post de la época de Watergate y los Papeles del Pentágono (equivalente hoy a WikiLeaks de cuando no había Internet) se jubiló, escribió en su libro de memorias –A good life– que para hacer periodismo de investigación hacia falta también buenos dueños de medios.

© Escrito por Jorge Fontevecchia el viernes 27/12/2013 y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.