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domingo, 14 de mayo de 2017

Causas pendientes…

2x1= -3 Elena Highton de Nolasco. Foto: Pablo Temes

La Corte debe atender sus cuentas internas, además del 2x1. Denuncias made in Brasil.

Hacía mucho tiempo que el Congreso no era protagonista central de la vida institucional del país. Ese rol lo retomó en la semana que pasó cuando, con conciencia política, apuró la sanción de un instrumento legal que clausura definitivamente la posibilidad de aplicar el 2x1 a los condenados por crímenes de lesa humanidad.

La marcha del miércoles fue un hecho contundente. El repudio social terminó de legitimar las críticas a la aplicación del 2x1 que ya habían sido expresadas por la mayoría del arco político y por muchos de los integrantes del Poder Judicial. La aprobación en forma unánime por parte del Congreso de la norma mencionada en el párrafo anterior sirvió para bajarle el volumen político al documento que en la Plaza de Mayo leyeron Tati Almeida, Nora Cortiñas, Lita Boitano y Estela de Carlotto.

Un experimentado juez acostumbrado al diálogo y a la generación de consensos expresó lo que está en la mente de muchos miembros de la Justicia: “El fallo fue desastroso, innecesario e incomprensible. Para ser juez supremo, además de un conocimiento técnico sostenido, hay que tener cintura política. El prestigio de esta Corte se acabó por los tres que votaron de forma extraña”.

En los pasillos de muchos tribunales se piensa que Elena Highton de Nolasco –la ministra que junto a sus pares Horacio Rosatti y Carlos Fernando Rosenkrantz votaron a favor de otorgar el beneficio del 2X1 al condenado Luis Muiña– deberá hacer malabarismos para permanecer en su cargo porque ahora tiene puesta sobre sí la lupa del bloque peronista del Senado. La especulación política sobre el porqué del fallo y su oportunidad estuvo a la orden del día.

¿Tuvo Mauricio Macri algo que ver con el fallo? Tres fuentes distintas que conocen al dedillo lo que pasa en el seno de la Corte coincidieron en una respuesta: “No”. De todas maneras, el Presidente reaccionó tardíamente. Su rechazo al fallo debió haber sido inmediato. En el interior de la Corte se vive un estado de revuelo como hacía mucho tiempo no se veía. Sobre sus miembros también recae la sospecha de maniobras con trasfondo político. Del lado del presidente del cuerpo, Ricardo Lorenzetti –cuyo voto, que terminó siendo el más razonable en cuanto a los argumentos lo dejó, junto con Juan Carlos Maqueda, mejor parado ante la opinión pública–, parecería demasiado rebuscado pensar el fallo como una jugada para conservar el poder.

El día de acuerdo de la Corte, los secretarios letrados acercan a la sala las fojas con las decisiones para su revisión y firma final. No es usual que un juez deje firmado de antemano un fallo de esta envergadura, es decir que todos pudieron revisarlo y firmarlo. Por lo tanto, si algún ministro advirtiera o sospechara una maniobra conspirativa tendría la oportunidad de discutirla con sus pares. Además, los jueces del voto mayoritario no son tan ingenuos.

“Del lado de los tres jueces que conformaron la mayoría –asegura otra fuente de vasto conocimiento de los pasillos de Talcahuano 550– sería un costo muy alto para una maniobra política. Aunque hay quienes miran de reojo su insistencia para tratar el expediente, cuando no había apuro para hacerlo”. En esa línea dos de los tres ministros que firmaron fueron Horacio Rosatti y Elena Highton de Nolasco. Uno fue ministro de Justicia y Derechos Humanos de Kirchner entre 2004 y 2005, la otra, nombrada por el mismo presidente en 2004.

Cuando parecía que el fin de la semana traería alivio para el Gobierno, se reabrió el caso que compromete a Gustavo Arribas.

Repasémoslo brevemente. La causa se inicia por una denuncia de la diputada Elisa Carrió, a raíz de una publicación del periodista de La Nación Hugo Alconada Mon, en la que se manifiesta que el actual jefe de inteligencia argentino recibió en cuentas suyas en Suiza por lo menos cinco transferencias por US$ 600 mil de parte de Leonardo Meirelles, operador financiero condenado en Brasil por el escandaloso Lava Jato.

La causa cayó en manos del fiscal Federico Delgado y del juez federal Rodolfo Canicoba Corral. Para demostrar efectivamente dichas transferencias era necesario por lo menos tomar dos medidas de prueba: por un lado, pedir al banco suizo los movimientos bancarios de Arribas y por otro, pedir la declaración del arrepentido Meirelles como testigo. El fiscal Delgado impulsó la investigación y le pidió al juez que se realizaran estas medidas que, sin embargo, no fueron efectuadas. Dos meses después de iniciada la causa, el juez Canicoba Corral sobreseyó a Arribas. ¿Cuáles fueron sus fundamentos? Sostuvo que el fiscal había propuesto “una investigación abierta”, con lo cual faltaba un delito concreto para imputarle a Arribas.

Todo se da en el marco de múltiples investigaciones relacionadas al posible pago de coimas por parte de la constructora brasileña Odebrecht en la Argentina. La causa mayor es la del presunto pago de coimas por parte de la constructora brasileña a funcionarios de nuestro país en el marco del soterramiento del Ferrocarril Sarmiento, a cargo del juez Martínez de Giorgi y el fiscal Franco Picardi.

El contrato del soterramiento lo ganó una unión transitoria de empresas que, además de Odebrecht, integraron Iecsa (en ese momento empresa de Angelo Calcaterra, primo de Mauricio Macri), Ghella y Comsa-EMTE. Es curioso que la declaración de Meirelles se dé en la causa que parece ser la menos trascendente de todas, la de Aysa. Por eso será que cuando les preguntaron a los arrepentidos si conocían a Carlos Ben (presidente de Aysa) o si recordaban algo de la planta de Aysa dijeron que no.

Pero lo más llamativo es que no recordaban ningún nombre salvo el de Gustavo Arribas. Es decir, al ser consultados por Julio De Vido, por Ricardo Jaime o por José López (los investigados en la causa a cargo de Martínez de Giorgi) ninguno reconoció conocerlos ni recordar sus nombres. De todos modos, no cerraron la puerta respecto de la participación de ellos; sostuvieron que van a chequear la documentación y ver los nombres.

Todas estas incógnitas deberán ser esclarecidas por la Justicia. Mientras tanto, la situación de Arribas es complicada. La reapertura de la investigación ha sido ordenada por la Sala I de la Cámara Federal en lo Penal y Correccional integrada por el cuestionado juez Eduardo Freiler, Jorge Ballestero y el subrogante Leopoldo Bruglio. También Elisa Carrió y Graciela Ocaña, flamante incorporación de Cambiemos, pidieron lo mismo. El Presidente está en problemas.

Producción periodística: Santiago Serra, con la contribución de Lucía Lopreiato. 


sábado, 20 de septiembre de 2014

Derechos Humanos: todos somos Elia Espen... De Alguna Manera...


Derechos Humanos: todos somos Elia Espen...

Elia Espen, madre de Plaza de Mayo. Línea Fundadora se despegó de sus dichos contra el Kirchnerismo. Foto: Cedoc

Por qué Madres Línea Fundadora salió a despegarse de sus frases contra el gobierno.

En el día de ayer el aparato comunicacional oficialista difundió un comunicado firmado por Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora en el que explicaban que, más allá de que Elia Espen sea “una de las Madres de los 30.000 desaparecidos y que tiene la libertad de expresar sus opiniones, también es cierto que no nos representa institucionalmente”.

Elia Espen es una madre que perdió a su hijo durante la última dictadura militar y sufrió todo tipo de vejaciones y persecuciones durante aquellos años de plomo. En la actualidad es una incansable luchadora que ha apoyado a los trabajadores despedidos de Terrabusi-Kraft y de Lear, entre tantos otros. Integró las famosas listas negras elaboradas por Gendarmería Nacional en el tristemente célebre “proyecto X”. Ideológicamente, simpatiza con los partidos de izquierda.

La primera vez que hablé con Espen fue días antes de la presentación de mi anterior obra en la Feria del Libro 2013 en la que compartió la mesa con María Luján Rey, madre de Lucas Menghini, y el periodista Ceferino Reato. El encuentro fue muy emotivo. El público, sin coincidir necesariamente sobre lo que ocurrió en los setenta, aplaudió a la Madre a rabiar. 

Espen contó su historia personal y concluyó que, si en aquellos oscuros años no la pudieron silenciar, menos lo hará hoy un gobierno, sea cual sea su signo político. Espen se compromete y dice lo que siente. A ese primer encuentro se sucedieron varios más. La Madre jamás criticó a ninguna de sus compañeras. A comienzos de este mes, entrevisté a Elia en mi programa en FM Identidad. Perfil.com fue uno de los valientes medios que se animó a difundir la entrevista. Como periodista he entrevistado a Tati Almeida, Nora Cortiñas, Espen y, hace años, a Hebe de Bonafini. No creo en la censura previa e intento despojarme de preconceptos que nos suelen invadir y enceguecer.

En aquella ocasión, Espen habló de Sergio Berni, el gendarme “carancho”, César Milani y la política de derechos humanos kirchnerista. Nunca imaginó que un comunicado firmado por el organismo que integra, se desmarcaría de sus dichos. En la organización, hay Madres críticas y otras que simpatizan con el gobierno pero se respetan. Menos aún, Espen imaginó la repercusión maliciosa del comunicado en los medios de comunicación estatal y paraestatal que creen que la democracia llegó el 25 de mayo del 2003.

Nadie la llamó. 

Esta mañana, Elia Espen estaba profundamente angustiada. A pesar de su malestar, no renunciará a su lucha inquebrantable de siempre. En 1986, el día en que las Madres de Plaza de Mayo se dividieron por discrepancias con Hebe de Bonafini, juramentaron conformar un colectivo heterogéneo. Esto es, todas las Madres se respetarían mutuamente y tendrían la libertad de militar, apoyar o criticar al gobierno, funcionario o dirigente que quieran. En la actualidad, hay Madres que temen participar de un acto político crítico del kirchnerismo porque “me están apretando para que me vaya de aquí”. Seguramente no es sencillo para Nora Cortiñas respaldar a Félix Díaz o haber denunciado los aprietes de Andrés “el cuervo” Larroque cuando mandó a sacar las carpas de los qom instaladas en la avenida 9 de julio.

Ayer, Cortiñas estaba en Formosa respaldando a los wichis mientras la Presidenta se abrazaba con Gildo Insfrán, el eterno gobernador formoseño. Difícilmente haya firmado el comunicado que el aparato estatal utilizó para “escarchar” a Espen y para disciplinar a otras Madres críticas del estado actual del país. Línea Fundadora es diversa: conviven Marta Ocampo de Vásquez, la citada Espen y Cortiñas con Tati Almeida que participa, activamente, en todos los actos kirchneristas. Su imagen, su voz y su pañuelo formaron parte de decenas de campañas del gobierno incluidas la maniquea “Patria o Buitres”. Nadie emitió un comunicado contra Almeida y, si así lo hubiesen hecho, hubiese sido discriminatorio hacia sus creencias y convicciones. Desde ya que, es mucho más conveniente económicamente respaldar a este gobierno que criticarlo.

Los medios oficialistas no fueron capaces de darle un derecho a réplica a Espen.

Nadie la llamó. La señalaron con el dedo acusador. Formaron parte del proyecto final de este gobierno que no soporta la crítica: dividir a las Madres Línea Fundadora. Esos medios no publicaron las críticas de Estela de Carlotto al manejo discrecional de fondos de Hebe de Bonafini en la otra rama de las Madres de Plaza de Mayo. Ni Espen ni Cortiñas se han adueñado jamás de una asociación. No es el caso de Bonafini. Pero nada dijeron al respecto. 

¿Acaso alguien sabe qué piensa alguna de las madres que acompaña como ganado a Hebe? Una de esas Madres no comparte en absoluto las prácticas non sanctas de Bonafini pero la acompaña pues: "Adonde querés que vaya a esta altura de mi vida?"

El comunicado que difundió el aparato oficial buscó quebrar la pluralidad de las Madres Línea Fundadora. El kirchnerismo no soporta que se lo cuestione. Mucho menos, que lo haga una Madre de Plaza de Mayo. No lo aguanta. Ellos son los buenos, la izquierda revolucionaria, son los progresistas. Pero ese inmenso colectivo de los “buenos", "la patria" y "el pueblo" olvida que tiene metidos a los Boudou, Berni, Milani, Insfrán de la dirigente política. Se comen, gustosos, todos y cada uno de sus sapitos.

En la curva final del proceso kirchnerista, el brazo represivo de su estructura de poder, ha tomado el control ideológico y real de sus decisiones. A medida que se acerca el adiós, la Presidenta ha demostrado que lo que más le preocupa es garantizar su seguridad jurídica y la de sus súbditos. El rebaño debe seguirla adonde sea. La lucha y las palabras de Elia Espen son una patada en el traste del poder K. Mientras haya hombres y mujeres como ella, no todo estará perdido.

(*) Especial para Perfil.com. Twitter: @luisgasulla.

© Escrito por Luis Gasulla el Viernes 19/09/2014 y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.