Mostrando las entradas con la etiqueta Sudán. Mostrar todas las entradas
Mostrando las entradas con la etiqueta Sudán. Mostrar todas las entradas

sábado, 29 de diciembre de 2018

Entre la insolencia de la ignorancia y el cinismo de la mentira… @dealgunamanera...

Entre la insolencia de la ignorancia y el cinismo de la mentira…

Pobreza cero. Macri: fin de año con Barrientos. Fotografía: Presidencia de la Nación.

© Escrito por Jorge Fontevecchia el sábado 29/12/2018 y publicado en el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. 

Confirmando el saber popular sobre que el pez por la boca muere o que se es dueño del silencio que se guarda y esclavo de las palabras que se pronuncian, dos frases condenan a Macri al terminar este 2018, su annus horribilis. Su promesa de pobreza cero en campaña junto al pedido de ser juzgado por la reducción de la pobreza en su primer discurso ante el Congreso, el 1º de marzo de 2016, y cuando dijo que la inflación era lo más fácil de resolver antes de ser presidente.

El contraste entre esas dos afirmaciones y la realidad encuentra explicación para algunos en la insolencia de la ignorancia de quienes, habiendo ido a buenas universidades, ignoran que ignoran con mayor petulancia, mientras que otros lo atribuyen al típico cinismo de la mentira habitual en la mayoría de los políticos, que buscan conseguir resultados en el presente esperando que la mala memoria de la audiencia o los éxitos en otros campos contribuyan al olvido o a la disculpa.

Qué tenía Macri en la cabeza cuando decía lo que dijo sería inescrutable hoy hasta para él mismo porque, después de tres años de gobierno, debe ser una persona distinta a la que era en 2015. Y dado que la ignorancia se corrige más fácil que el cinismo, es más útil discutir sus carencias cognitivas que las éticas.

Probablemente Macri o los asesores que le fueron dando letra deben haber leído la ponencia del Premio Nobel de Economía Robert Lucas, de la Universidad de Chicago, quien en 2003 dijo: “De las tendencias más dañinas para la economía sólida, la más seductora y, en mi opinión, la más venenosa es enfocarse en las cuestiones de la distribución de la renta (...) El potencial para mejorar la vida de las personas pobres mediante diferentes maneras de distribuir la producción actual no es nada comparado con el potencial aparentemente ilimitado de incrementar la producción”.

Eso es lo que hizo China, dedicar más esfuerzo al crecimiento futuro que a la distribución del presente, el logro más asombroso donde centenas de millones de personas fueron erradicadas de la pobreza en poco más de una generación. China no se concentró en combatir la desigualdad sino que hasta la fomentó mientras fuera útil para aumentar la producción.

Que Macri apostara a la inversión como tractor en el aumento de la producción podría ser coherente con la idea de bajar la pobreza. El problema no fue que sus ideas no pudieran reducir la pobreza sino que no supo cómo aumentar la producción, y así implementarlas.

El aumento del asistencialismo, con su consecuencia en el aumento del déficit fiscal del Estado y de la deuda externa, necesaria para financiarlo, tenía lógica si se trataba de una muleta transitoria en el proceso de cambio de un modelo económico de distribución a otro de acumulación de capital para que luego esa parte de la población tuviese una salida laboral.

Círculo vicioso: al no bajar la inflación, no baja la pobreza ni atrae inversiones, que bajarían la inflación y la pobreza.

Como bien repite siempre el senador Pichetto: “No conozco a nadie que haya progresado ni salido de la pobreza cobrando planes de asistencia social”.

También, al no haber podido aumentar la producción, le fue más difícil bajar la inflación porque, aunque la inversión inicialmente, durante la etapa de instalación de nuevas fábricas, es inflacionaria, luego, cuando suma una mayor oferta de productos al mercado o baja los costos logísticos de los productos, reduce la inflación.

Pero hay quienes piensan que, a diferencia del aumento de la pobreza, la inflación fue querida por el Gobierno para tratar de inflar el crecimiento de la economía y así ganar las elecciones, sin comprender que bajar la inflación es su mejor negocio electoral, y en este caso habría habido al mismo tiempo mentira e ignorancia.

Otro ejemplo es Trump que, también a dos años de las elecciones en las que buscará su reelección, está haciendo su propio 28D, por el día del año pasado en el que Marcos Peña, junto a los ministros del gabinete económico, anunció públicamente el fin de la independencia del Banco Central. En el caso de Estados Unidos, acusando a la Reserva Federal de ser “el único problema de nuestra economía” y proponiendo remover a su presidente, Jerome Powell, con argumentos similares a los de Argentina en 2017: “No se puede tener la política fiscal con la calefacción y la monetaria con el aire acondicionado”.

Y hay quienes piensan que al gobierno argentino, de cara a las elecciones de 2019, pareciera no haberle alcanzado con la experiencia del último año y, preocupado por la consecuencia electoral de la actual política monetaria recesiva, dice que va a emitir 2% de la base por mes cuando el tipo de cambio toque el piso de la banda y, en vez de buscar una inflación de un dígito con tasas de interés muy altas, prefiere una inflación del 25%/30% sin recesión para “garantizar” la reelección de Macri. O sea: un poco de inflación “anaboliza” y, de ser así, no sería que no supo sino que no querría cumplir con su promesa de 2015.

No luchan contra la inflación porque temen más a las consecuencias electorales de sostener una prolongada recesión.

Pero si la falta de crecimiento de la producción no contribuye a reducir la pobreza, peor aún, el aumento de la inflación la agrava demostrando la lógica sistémica de la economía que interrelaciona todas la variables: si hubiera bajado la inflación, tendría más inversiones y volvería a bajar la inflación. Es muy difícil invertir en un país con la cuarta mayor inflación del mundo, solo superado por Venezuela, Irán y Sudán, en una época en que la mayoría de los países tiene baja inflación.

Otro ejemplo que podría asociarse a la insolencia de la ignorancia es que Macri no suspenda sus vacaciones para ir a la asunción de Bolsonaro  en Brasil el 1º de enero. La ciudad de Brasilia es fea, queda lejos de Villa La Angostura, y Bolsonaro ya dio señales de poco aprecio por Argentina y el Mercosur. Pero se debería invertir energía en seducir al principal socio económico de la Argentina y revertir su mala predisposición.

En eso Macri demuestra falta de una de las principales habilidades de los políticos: la empatía y la seducción.


(Fuente: www.perfil.com). El periodismo profesional es costoso y por eso debemos defender nuestra propiedad intelectual. Robar nuestro contenido es un delito, para compartir nuestras notas por favor utilizar los botones de "share" o directamente comparta la URL. Por cualquier duda por favor escribir a: perfilcom@perfil.com 

sábado, 14 de junio de 2014

Brutal azote a una mujer cristiana en Sudán... De Alguna Manera...


Brutal azote a una mujer cristiana en Sudán...
  
Mariam Yahia Ibrahim Ishag

Las imágenes son estremecedoras y dieron vuelta al mundo. Condenada a la horca.


Mariam Yahia Ibrahim Ishag de 27 años fue condenada en Sudán a 100 azotes y a la horca por “apostasía” y “adulterio” por haberse casado con un cristiano y abandonar el islam. La mujer había sido detenida y condenada aún cuando estaba embarazada de ocho meses, hace aproximadamente un mes, por lo que dio a luz a su último hijo hace solamente dos semanas.

En un hecho propio de un extremismo religioso sin igual, un policía tuvo que dar 100 azotes a la mujer que pedía por favor que se detuviera. El hecho despertó la voz de varias organizaciones de defensa de Derechos Humanos que intentaron evitar la brutal sentencia.

La mujer siguió encarcelada con sus hijos, después de haber parido encadenada. Según publicó la agencia de noticias AFP, el juez expresó las siguientes palabras al momento de condenar a la mujer: “Le dimos tres días para abjurar de su fe, pero usted ha insistido en no volver al islam. La condeno a la pena de muerte en la horca”. La única defensa de la joven ante el letrado fue: “Soy cristiana y nunca he cometido apostasía”.

Posiblemente, la presión de algunas potencias occidentales y de organizaciones como Amnistía Internacional y Human Rights Watch, además de las ONG que se juegan el pellejo defendiendo derechos humanos y denunciando la criminal segregación que sufren las mujeres, logren finalmente revertir la sentencia. El duro pronunciamiento del gobierno británico logró que el régimen sudanés evaluara la posibilidad de liberar a la sentenciada. Los latigazos lacerando adúlteras son cosas de todos los días.

Pero ejecuciones por apostasía no hay desde la década del noventa, porque prácticamente todos los acusados aceptan volver al Islam cuando se les da una última oportunidad antes de la muerte. Aún así, el silencio suena a complicidad con el totalitarismo religioso que condenó a una mujer por quedar embarazada de su marido y por seguir la religión que le enseñaron desde niña. La mujer que siguió encarcelada con sus hijos, después de haber parido encadenada.


© Publicado el Jueves 12/06/2014 por la Revista Noticias de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.