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sábado, 22 de octubre de 2016

Para alimentar el relato macrista… @dealgunamanera...

Para alimentar el relato macrista…

Marcos Peña tendrá un límite del 10 por ciento para reasignar partidas aunque el kirchnerismo no había superado el 5. Imágen: DyN.

El Ejecutivo envió un proyecto al Congreso que establece un tope para la reestructuración de partidas por parte del jefe de Gabinete. Se pasa al 10 por ciento en 2017, 7,5 en 2018 y 5 en 2019. Se tratará en comisión la próxima semana.

© Escrito por Sebastian Abrevaya el sábado 22/10/2016 y publicado por el Diario Página/12 de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

Con el primer año parlamentario de Cambiemos entrando en su tramo final, el Poder Ejecutivo envió ayer tres proyectos de ley al Congreso con la expectativa de sancionarlos antes del 31 de noviembre. Se trata de una modificación a la ley de administración financiera para limitar los denominados “superpoderes”; la creación de un régimen de responsabilidad penal para las personas jurídicas por delitos contra la administración pública y un cambio en la ley de ART (ver nota aparte). 

Si bien el macrismo venía hace meses amagando con plantear el límite a la facultad del jefe de Gabinete para reasignar partidas, el proyecto llegó para su tratamiento recién ahora, mientras se debate el Presupuesto Nacional. Aunque no despertó rechazos, desde la oposición calificaron esta iniciativa como “marketinera” y advirtieron que en su artículo 51, el Presupuesto presentado por el PRO le otorga facultades extraordinarias a Marcos Peña, incluso superiores a las que ahora se restringen. “Lo que limitan por un lado lo dan por el otro”, aseguró el presidente del bloque del FpV, Héctor Recalde.

Con el ánimo de mantener en agenda su discurso de preocupación por la “transparencia”, el Gobierno envió al Congreso el breve texto de reforma de la ley de administración financiera. Se modifica el artículo 37, que en el 2006 había sido reformado por el kirchnerismo. La redacción vigente hasta ahora establece que “el Jefe de Gabinete de Ministros puede disponer las reestructuraciones presupuestarias que considere necesarias dentro del total aprobado por cada ley de presupuesto”. 

Si bien no existe un tope, fuentes del kirchnerismo remarcaron que la reasignación de partidas durante las gestiones del FpV siempre fueron por un porcentaje muy bajo, incluso inferior a la marca máxima que el macrismo establece ahora. La redacción propuesta para ese artículo fija una disminución gradual, de un máximo de 10 por ciento para el 2017, un 7,5 para el 2018 y un 5 por ciento para el 2019.

“Nosotros pedíamos la limitación de los superpoderes cuando éramos oposición y lo seguimos exigiendo ahora que somos oficialismo”, aseguró ayer el titular de la comisión de Prespuesto y Hacienda de la Cámara Baja, Luciano Laspina. El diputado macrista adelantó que la propuesta será tratada en comisión y que buscarán firmar dictamen el mismo día en que obtenga despacho de mayoría el Presupuesto 2017. Laspina señaló que el cinco por ciento de tope que se fijó para 2019 es el mismo que ya existe actualmente en la Ciudad de Buenos Aires.

En los fundamentos del proyecto firmado por el ministro de Hacienda, Alfonso Prat Gay, y por el jefe de Gabinete, Marcos Peña, se recuerda que la modificación de la ley de administración financiera de 2006 se produjo para evitar, como se hacía hasta el momento, prórrogar anualmente la facultad de reasignar partidas que se daba en la ley de Presupuesto. “Se considera necesario propiciar la sustitución del artículo 37 de la ley a fin de posibilitar una situación de mayor equilibrio entre las facultades propias reservadas al honorable Congreso de la Nación y una razonable flexibilidad en la ejecución presupuestaria por parte del Poder Ejecutivo nacional”, aseguran en su mensaje Prat Gay y Peña.

Contentos por la coincidencia con su prédica republicana, los radicales respaldaron el proyecto. El radical Miguel Bazze consideró que “es un avance para recuperar las atribuciones del Congreso” y agregó que se debería avanzar hacia la “eliminación” definitiva.

Desde la oposición no cuestionaron específicamente el proyecto, sino que advirtieron sobre la actitud del macrismo. “Limitar este artículo no es opinable, lo que llama la atención es que lo haga el propio Gobierno porque él tiene la facultad de no extralimitarse de lo que considere racional. Además, es bastante marketinero porque por otro lado hay otras leyes que autorizan la reasignación”, aseguró la diputada Diana Conti. “Nosotros relegamos lo secundario para priorizar lo importante. Y lo importante ahora es el Presupuesto”, completó Recalde, en diálogo con Página/12.

El Bloque Justicialista, liderado por Diego Bossio, había denunciado que el macrismo había escondido en la ley de Presupuesto el otorgamiento de facultades extra para la cartera que conduce Peña. El artículo 51 de la previsión de gastos e ingresos le otorga al jefe de Gabinete la facultad de “crear unidades ejecutoras especiales para gestionar planes, programas y proyectos de carácter transitorio, pudiendo disponer de las partidas presupuestarias necesarias para determinar la estructura, el funcionamiento y la asignación de recursos humanos que correspondan”. “Con este artículo hay un super jefe de gabinete plus”, alertó Bossio hace 10 días.

Desde el macrismo explicaron que la reforma a la ley ya estaba lista desde hace un tiempo y que se envió ahora para que se tramite junto al presupuesto. Sin embargo, por lo bajo señalaban que el timming del proyecto coincide también con un momento en el que el Gobierno viene recibiendo algunas críticas de sectores no kirchneristas por una supuesta falta de compromiso en la lucha contra la corrupción.


viernes, 25 de enero de 2013

Diputado Roy Cortina... De Alguna Manera...


“Podemos ganarles al kirchnerismo y al macrismo”...


El diputado socialista Roy Cortina es uno de los dirigentes del espacio no kirchnerista y no macrista que ya se anotó en la pelea por la candidatura a senador por la Ciudad de Buenos Aires. En diálogo con Página/12, asegura que en 2013 habrá un esquema de tercios en la política porteña y que “cualquier división de ese tercio lo único que va a ser es regalarle el segundo senador al kirchnerismo”. Convencido de que tienen que confluir el FAP con Proyecto Sur y al menos un sector de la UCR, asegura que si no se logra consensos habrá que dirimir las candidaturas en las primarias.

–¿Usted tiene mandato de diputado hasta 2015, pero ahora va a ser candidato a senador?
–En nuestro partido se evaluó la posibilidad de que yo lance mi precandidatura a senador. Somos respetuosos de todas las candidaturas pero entendemos que una candidatura del socialismo, del partido de Hermes Binner, sería positiva para la ciudad. De todos los candidatos soy quien mejor la conoce. Básicamente porque soy el único que ha sido convencional constituyente, legislador, que nunca ha cambiado de distrito y que sabe lo que es gobernar porque ha sido ministro. Hoy los senadores están atados al mandato del gobierno nacional como Daniel Filmus, o como Samuel Cabanchik o María Eugenia Estenssoro, que han entrado por un partido y terminan en otro. La gente necesita en la Ciudad senadores que no sean saltimbanquis.

–Estenssoro forma parte del FAP...
–Sí, la respeto, ha sido una buena legisladora y no le cerramos la puerta a nadie. Ella pidió sumarse al interbloque. En tanto comparta nuestro programa no hay ningún problema. Pero a nosotros nos parece que tiene que haber una representación en el Senado más orgánica e institucional.

–Binner había criticado a Rubén Giustiniani por querer dejar la banca en el Senado para ser gobernador, ¿no le cabe una crítica similar por renunciar eventualmente a su banca para ir al Senado?
–Ese no era el problema real con Giustiniani. Todos, desde Julio César para acá, han dejado algún cargo para ir a otro más importante. Finalmente quien decide es la gente. Binner es candidato a diputado y en 2015 estoy seguro de que va a ser presidente de la Argentina. Esas hoy son decisiones que no representan anomalías institucionales graves como cuando se cambia de distrito o como la que hizo el kirchnerismo con las candidaturas testimoniales, que es no asumir el cargo.

–Varios dirigentes de su espacio anticiparon que quieren ser candidatos a senadores, ¿cómo van a resolver esas aspiraciones?
–Muchos porteños están de rehén entre el PRO y el kirchnerismo. Por eso, hay que agotar todas las instancias de diálogo y, si no, se pueden utilizar las primarias abiertas. Igual, no hay muchos candidatos. Eramos Claudio Lozano y yo, y Victoria Donda también quería...

–Bueno, pero también está Pino Solanas y la UCR que tiene sus candidatos. ¿Ya los cuenta afuera de un posible frente?
–Ahí pasamos a la política de alianzas del FAP. La Ciudad tiene consolidados dos tercios, que son el macrismo y el kirchnerismo, que pueden bajar o subir. Pero hay otro tercio que es un electorado progresista liberal, que se perdió desde la época en que gobernaban Ibarra y Telerman. Hay que reconstituirlo. Hay que agotar todas las instancias de diálogo para que el eje de ese tercio lo constituyan el FAP y Proyecto Sur. Además tenemos la suerte de que hay otros dos candidatos como Rodolfo Terragno y Ricardo Gil Lavedra que son radicales progresistas. Cualquier división de ese tercio lo único que va a ser es regalarle el segundo senador al kirchnerismo. Y si logramos armarlo, no sólo le podemos ganar al kirchnerismo sino también al macrismo, pavimentando el camino para la jefatura de Gobierno en 2015. Creo representar al partido que más conoce del gobierno local y creo ser el político de mi generación que mejor conoce la ciudad, así que aspiro a competir por la Jefatura de Gobierno.

–¿A nivel nacional y de cara a 2015 también habría que replicar ese esquema de la Ciudad?
–Eso hay que hablarlo a partir de 2014. Ahora estamos concentrados en que el FAP duplique o triplique sus diputados y senadores. El contendiente del Gobierno va a ser Binner.

–¿La crisis en Santa Fe no afectó a Binner y al socialismo?
–Si fuera así, la primera que se tendría que ir es Cristina Kirchner, después se tendría que ir Daniel Scioli, el resto de los gobernadores y entonces habría que discutir el grado de responsabilidad que pueda tener Antonio Bonfatti. El problema de la inseguridad tiene que ver con la exclusión y Santa Fe no es una isla. Convertir a la provincia en el punto focal de lo que pasa con el narcotráfico tiene un alto grado de cinismo.

© Escrito por Sebastian Abrevaya y publicado el jueves 24/01/2012 por el Diario Página/12 de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.