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domingo, 29 de mayo de 2022

Mezquindades… @dealgunamaneraok...

 Mezquindades…

“Decir astutos es decir mediocres”. Víctor Hugo. Dibujo: Pablo Temes.

En la política argentina solo hay una disputa despiadada por el poder, nada más.


© Escrito por Nelson Castro y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, República de los Argentinos.



Si quiere protegerse de la inflación, invierta en un plazo fijo UVA”. Ese fue el consejo del presidente del Banco Central, Miguel Ángel Pesce. Una pintura de la desconexión de la realidad que viven algunos funcionarios y padecen los argentinos. 

 

“¿A quién le hizo esa recomendación? Sonó un poquito intempestiva para todos los que no tienen capacidad de ahorro y ven cómo su salario –si tienen la suerte de tenerlo– se deprecia día a día y el changuito del supermercado le queda cada vez más grande”, señaló un economista crítico del Gobierno que no podía salir de su asombro. “En este país el que no corre vuela y el que no vuela es porque está apalancado en inversiones con retornos aceptables en moneda extranjera. Hablamos del 2% de la población, con suerte”. 

 

Estamos en un país donde el que gana más de 130 mil pesos está en el 20% más rico de la Argentina. La cifra surge de una encuesta del Indec y corresponde al último trimestre de 2021. Asimismo, el salario promedio de un individuo con empleo fue de $ 55.823, según los datos oficiales. En este contexto se entiende la puja que explotó el jueves por la tarde para adelantar el anuncio de la actualización del tope a partir del cual los trabajadores tributarán el impuesto a las ganancias y que, según el anuncio que se hizo el viernes, pasó de los $ 225.937 mensuales últimos a $ 280.792. Rápido de reflejos, el presidente de la Cámara de Diputados, Sergio Massa, confirmó que quedará excluido del tributo el pago del medio aguinaldo que los trabajadores recibirán junto al sueldo de junio. “Massa hace su juego y logró que algunos medios lo pongan como el impulsor de la medida. ¿Presión? Lo que genera presión es estar gobernando y no poder pararte porque te sacan la silla. Lo de Massa es lo de siempre; su objetivo es quedar parado lo mejor posible para reciclarse de cara a 2023. No importa el color de la camiseta”, se quejó un aliado de la Rosada.  

Las mañas de Massa son incorregibles. “A cada paso hace honor al apodo de ‘ventajita’ que le puso Macri”, señalaba un funcionario gubernamental de trato frecuente con el ministro de Economía, Martín Guzmán, a quien el kirchnerismo colocó ya en la categoría de enemigo.

 

La semana abrió con la renuncia a su cargo del secretario de Comercio Interior Roberto Feletti. No hizo falta ningún ejercicio de imaginación para saber que la causa de esa renuncia había sido la decisión de Cristina Fernández de Kirchner de dejar solo a Guzmán y, por ende, al Gobierno ante el ajuste que se viene. Su intención es la de alejarse totalmente de Alberto Fernández con el objetivo de no quedar pegada a su fracaso para pagar el menor costo político posible. “La doctora está en otra cosa”, señalan en sus cercanías.

 

El texto de la breve carta de renuncia de Feletti –que no quería dejar su cargo– es una muestra típica de lo que es el relato K. En esas pocas líneas se presentan los fracasos como éxitos y se adjudican las culpas de todos los males a circunstancias ajenas. En este caso, es la guerra por la invasión de Rusia a Ucrania. Por si alguien no lo recuerda, el flamante ex funcionario llegó al Gobierno tras la derrota en las Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO), cuando la inflación era del 3% mensual, y deja el cargo con un índice del 6%. Es decir, en siete meses se duplicó. Por lo tanto, Feletti ha sido otro de los  muchos “vende humo” que forman parte y son la esencia del elenco con el cual se nutre el oficialismo. 

 

¿Cuál es la “otra cosa” en la que está “la doctora”? La respuesta es simple: la elección presidencial del año que viene. Lo que hoy ve es un horizonte de derrota. Por lo tanto, trabaja para ver cómo dar vuelta esa circunstancia adversa. Una de sus prioridades es buscar un candidato que le haga renacer la esperanza de una posible victoria. Sabe que con ella sola no alcanza. Los nombres no sobran. Massa es uno de ellos. Para alimentar su ilusión, la vicepresidenta le pone fichas tanto a la división de No Tan Juntos por el Cambio como al crecimiento de Javier Milei. Apuesta a que el grueso del electorado se divida en tercios y ella y su candidato entren a la segunda vuelta.

             

La convención de la Unión Cívica Radical en La Plata no aportó serenidad a las turbulentas aguas de JxC. Más bien fue un blanqueo de las intenciones y las diferencias. Tanto desde la UCR como desde el PRO repiten que hay que trabajar todos los días por la unidad. En los dos equipos saben que no hay lugar para la ruptura. La unidad viene dada por default: si quieren sostener las chances de llegar al sillón de Rivadavia deben seguir juntos, sea con la fórmula que fuere. “La interna va a recrudecer antes de aclarar. Hay más de un problema de fondo. A pesar de que la visión de país es similar, hay muchos caminos para llegar a un objetivo que es perseguido por demasiados jugadores”, se sinceró un miembro del radicalismo. 

 

Hay silencios que son indicadores de lo profundo de la tormenta. El presidente del partido, Gerardo Morales, parece vivir un presente de cierta tranquilidad desde que Martín Lousteau recorre la Capital Federal apuntando a convertirse en el sucesor de Horacio Rodríguez Larreta. Sin embargo, habrá que ver qué pasa cuando Facundo Manes suba su perfil en la búsqueda de su objetivo: la banda presidencial. En las encuestas que circulan por los ámbitos de la política, Manes supera a Morales con comodidad.

 

En el PRO llama la atención el bajo perfil que, desde hace algunas semanas, adoptaron Diego Santilli y María Eugenia Vidal. Ni hablar de la provincia de Buenos Aires, donde las alianzas duran menos de lo que canta un gallo. Cristian Ritondo dice correr con el caballo del comisario y las pujas de poder crecen de la mano de las actitudes del ex presidente Mauricio Macri quien, en la intimidad, deja en claro su intención de tener un “segundo tiempo” en el poder. 

 

La política argentina navega por un mar de mezquindades. 


“Donde no hay más que una mañosa astucia, necesariamente hay mezquindad. Y decir astutos es decir mediocres” (Víctor Hugo).




domingo, 22 de mayo de 2022

Desgobierno. Un fracaso de Cristina… @dealgunamaneraok...

 Un fracaso de Cristina… 

¡Campana! Alberto Fernández. Dibujo: Pablo Temes.

El Presidente suma y la vice se “corre” de la gestión, pero Alberto F es un invento de ella.

© Escrito por Nelson Castro el sábado 21/05/2022 y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, República Argentinos.


Fue un viernes de pesadilla para Alberto Fernández del cual tal vez no tenga registro, algo que se ha transformado en habitual en sus conductas. Comenzó temprano, con la entrevista radial que le concedió a Ernesto Tenembaum. Las falencias que exhibió el Presidente bien podrían servir como material de estudio para explicar con lujo de detalles que la comunicación política debe estar en manos de profesionales y que no se debe subestimar a los medios. 

En un momento, el jefe de Estado habló de las retenciones a las exportaciones agrícolas a las que calificó como “el instrumento con el que más fácilmente se desacoplan los precios internos de los internacionales”. Fernández luego dijo: “Ahora, las retenciones son un tema legislativo y necesito que el Congreso entienda el problema y llegado el caso acompañe una decisión de esa naturaleza”. Diferentes actores del Gobierno –funcionarios cercanos al Presidente– venían batallando para alejar cualquier tipo de conflictividad con el campo y han descartado, en más de una oportunidad, aquel instrumento de “desacople”. 

Retenciones ¿sí o no? Luego de las declaraciones del Presidente sonaron todas las alarmas y revivieron viejas rencillas. El secretario de Comercio Interior Roberto Feletti –ahora bajo la órbita de Economía– promovía las retenciones y empujaba todo tipo de inquinas contra el campo para cumplir con los deseos de Cristina Fernández de Kirchner. Anida en ella y los suyos la sed de revancha desde los tiempos de la 125. Del otro lado de la grieta del Frente de Todos Contra Todos, el ministro de Economía, Martín Guzmán, las rechaza. Tanto fue el revuelo que generaron las declaraciones del primer mandatario, que el propio ministro de Agricultura, Julián Domínguez, tuvo que salir a desmentir al Presidente y descartó también el envío de un proyecto de ley al Congreso destinado a la suba de ese instrumento distorsivo. ¿Qué le pasa a Alberto Fernández?  

Quienes lo conocen manifiestan estar “hartos” de que se corte solo en los diálogos con la prensa. “No es que la entrevista no haya estado pautada, pero no hay manera de hacerle entender que, con todos los temas que tiene en su cabeza, es necesario repasar y consensuar ciertos aspectos con su equipo de comunicación”. Otra voz fue mucho más tajante: “Cree que se maneja bien, que puede sostener el vínculo con los periodistas de memoria, pero una cosa es la repercusión de lo que puedas decir como opositor, y otra muy distinta la dimensión que toman sus palabras al ser el Presidente”.

 

CFK es la mejor posicionada en el peronismo, pero los votos no le alcanzarían.

Con todo, no fue éste el único traspié que sufrió AF en la aciaga jornada del viernes. El otro lo padeció en el acto de apoyo a su gestión que organizó la Unión Obrera de la Construcción. La escasez de la concurrencia, la ausencia de la mayoría de los gobernadores peronistas –el único que asistió fue el gobernador de San Juan, Sergio Uñac– el faltazo de varios ministros y secretarios de Estado, el discurso crítico del secretario general de la UOCRA, Gerardo Martínez y los silbidos del final terminaron de exponer la falta de apoyo al Presidente y su gestión. Supuestamente, la convocatoria de marras tuvo como objetivo el relanzamiento del Gobierno. Lo que ocurrió quedó a años luz de tal propósito. “Ese acto nunca debió hacerse”, expresaba a modo de amarga queja una voz que habita un despacho de importancia en la Casa Rosada.   

Asoma la fecha del 25 de mayo como símbolo para encarar la revitalización del Gobierno, algo que nadie cree posible. Una de las acciones que el Presidente está llevando adelante es la de convocar a distintos personajes del ámbito político para invitarlos a incorporarse a su gobierno. Uno de los últimos fue Florencio Randazzo, cuya respuesta fue negativa. Nadie quiere subirse a este Titanic. 

Lo que está sucediendo en este presente aciago es algo que nunca se había vivido en nuestro país desde la recuperación de la democracia: al peronismo en el poder nunca le había estallado la bomba que el mismo peronismo contribuyó a configurar con un presidente carente de liderazgo. Las consecuencias de esto son fatales. La más evidente es la emergencia a la superficie de una interna feroz. “Cristina se corrió de la gestión” dijo con todas las letras Aníbal Fernández. Es la descripción de su conducta frente a lo que está pasando. CFK nunca se hace responsable de sus fracasos.  

Porque AF es un fracaso suyo. Y lo que sucede en cada una de las áreas en la que gestiona su gente –PAMI, Anses, YPF– también. La vicepresidenta da por perdida la posibilidad de alcanzar logros de aquí a agosto del año que viene, mes en el que se harán las PASO.  

Su preocupación es la elección del próximo año ante la posibilidad cierta de una derrota. Por lo tanto, su mente está puesta en torcer ese destino. La búsqueda de candidatos es decepcionante para ella. Ninguno despunta la posibilidad de alcanzar una victoria. Jorge Capitanich, uno de los señalados como alternativa, es humo. 

El espejo de la realidad le devuelve una imagen preocupante: al día de hoy, la mejor posicionada dentro del peronismo para la elección presidencial es ella, pero con los votos que obtiene queda lejos de cualquier chance de triunfo. 

La adversidad y la evidencia de un horizonte de derrota generan una situación de zafarrancho en la que cada cual atiende su juego.

A este mundo de internas tampoco le escapa la oposición. Mauricio Macri le da a entender a cada una de las personas con las que habla que su voluntad es la de ser candidato a la presidencia en 2023. Está esperando el segundo tiempo. Quienes lo han visto últimamente lo han escuchado decir cosas críticas y despreciativas de Horacio Rodríguez Larreta. También de Elisa Carrió y del radicalismo. Su nivel de autocrítica es mínimo, casi nulo. En las encuestas que se han conocido esta semana referidas a la interna de No Tan Juntos por el Cambio los candidatos del PRO superan a los del radicalismo.  

“La política es el arte de disfrazar de interés general el interés particular”, reza una frase del escritor y filósofo francés Edmond Thiaudière. Es la Argentina del presente.




domingo, 17 de abril de 2022

No soy yo, sos vos... @dealgunamaneraok...

 No soy yo, sos vos...


Tango feroz, los Fernández. Dibujo: Pablo Temes.

No cejan los mensajes envenenados entre el Presidente y la Vice, en una crisis creciente.

© Escrito por Nelson Castro el sábado 16/04/2022 y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, República de los Argentinas/os


Jugar con fuego siempre es peligroso. Pero la ex presidenta en funciones no puede con sus propias frustraciones y es capaz de empujar al país al precipicio con tal de someter a su designado presidente a la humillación y a una eventual rendición. Los ejemplos sobran. El último episodio de una saga que continuará ocurrió esta última semana en el Centro Cultural Kirchner en el marco de la apertura de sesiones parlamentarias de EuroLat 2022, que tuvo a Cristina Fernández de Kirchner como principal oradora: “Hablamos de poder cuando alguien toma una decisión y esa decisión es respetada por el conjunto. Que te pongan la banda y te den el bastón, créanme, no significa que tengas el poder, sólo un poquito de eso. Y lo digo por experiencia. Y ni te cuento si además no se hacen las cosas que hay que hacer, dejémoslo ahí”, sentenció. El inicio y el final de la frase tuvieron el mismo destinatario: la figura presidencial.

El reclamo podría traducirse como falta de capacidad ejecutiva, pero quien define las cosas que hay que hacer para la vice, es ella misma. Era tan evidente que la alusión apuntaba directamente hacia Alberto Fernández que, para que no quedaran dudas, varios de los secuaces de CFK se encargaron de hablar con los periodistas que estoicamente debieron cubrir ese bochornoso acto para aclararles que no era así. Una de las características del kirchnerismo es que cuando afirman una cosa en verdad quieren decir exactamente lo contrario.  

El Dr. Fernández resiste como puede. Así como la “reina” envió a sus laderos al ataque con dardos envenenados la última semana, ahora él hizo lo mismo en las voces de Martín Guzmán y Aníbal Fernández. La diferencia es que la vicepresidenta finalmente salió a confrontar a pelo y sin intermediarios en las últimas horas. ¿Qué hará, pues, el Presidente? Los suyos le reclaman acción. El anuncio de los casi 7 puntos de inflación del mes de marzo hicieron ascender el ruego. En el entorno de AF hicieron saber que “no entregará a Guzmán mientras dure su asedio” y que, incluso, “se busca liberar al ministro de Daniel Martínez y Federico Basualdo, la cúpula de la Secretaría de Energía que abiertamente sale a confrontarlo”.

Guzmán por su parte le exige a AF que eche al secretario de Comercio, Roberto Feletti, convertido en un quinta columna. La Cancillería e Interior son los otros ministerios de la discordia. El Presidente ya sabe que no puede confiar la relación con los gobernadores a Wado de Pedro y sigue sosteniendo a Santiago Cafiero contra viento y marea. En el kirchnerismo duro se lo toman a risa: “Hay que dejarlo que se envalentone por un ratito, sino se va a terminar quebrando y eso no le sirve a nadie. Va a terminar consensuando los cambios, él mismo o con emisarios. Da igual. Si se mira el tablero es fácil darse cuenta de que no le quedan muchas fichas propias”, resumen voces afines al Instituto Patria con sarcasmo.

Respecto a la Secretaría de Energía cabe recordar que, desde tiempos de Néstor Kirchner, siempre fue un lugar estratégico para el kirchnerismo. “Reúne dos condiciones fundamentales, la posibilidad de cuidar la caja y la de hacer política populista mediante precios y subsidios de tarifas. Es un área que difícilmente quede en manos del Presidente sin que se desate una pelea de consecuencias impredecibles”, aseguró una fuente parlamentaria.

El discurso de la vicepresidenta no fue el único dato político del bochornoso acto en el que CFK desató la repulsa de gran cantidad de parlamentarios europeos que se vieron sometidos a tener que ser parte de una arenga partidaria. El otro dato significativo lo dieron los cánticos de la claque kirchnerista cuando con notoria desafinación entonaron el estribillo “de la mano de la jefa vamos a volver”. He ahí el indicio de algo que no hay que descartar: la eventual candidatura presidencial de la vicepresidenta. Está claro que no hay hoy ninguna otra alternativa en su necesidad de mantenerse en el poder. A ninguno de sus delfines, Axel Kicillof y Máximo Kirchner, les da el piné.  

¿Nuevo viento de cola?

El clima que se vive puertas adentro del oficialismo es de tanta tensión que ya nadie oculta las conversaciones y escenarios eventuales si se llegara a un punto de no retorno, es decir, la convocatoria a la Asamblea Legislativa. Los opositores que aluden al tema son tratados como golpistas y destituyentes “pero ahora el tema está instalado en casa” reconoce una fuente oficialista con preocupación. “Son conversaciones informales que no le hacen bien a nadie pero sería necio negarlo, cada vez son más los que hacen cálculos y no se puede tapar el sol con las manos”.

Los que conocen el detalle de la conversación, que el ministro intentó mantener en secreto, sostienen que ese tema fue central durante la reunión de noventa minutos que el Papa Francisco le concedió a Wado de Pedro. Los que saben lo que sucede al interior de la residencia de Santa Marta señalan que habrá más reuniones del Sumo Pontífice con funcionarios del Gobierno. Cafiero será uno de ellos?

En la cúpula del Episcopado argentino hay una honda y creciente preocupación, que le fue transmitida al Papa, por la ferocidad de la interna gubernamental en el contexto del creciente deterioro socioeconómico que sigue experimentando nuestro país.

Hervor opositor. Wado de Pedro volvió a mostrarse activo y desató un hervidero dentro de No Tan Juntos Por el Cambio. La feroz interna kirchnerista todavía ayuda a disimular la tormenta que pasa bajo radar pero los problemas ya no son con los radicales díscolos. En el entorno del Gobernador de Jujuy Gerardo Morales se frotan las manos y se preguntan: “¿Qué van a decir ahora ante la intransigencia de su jefe? Parece que el segundo tiempo se va a jugar con unos cuantos lesionados.”

La mala imagen del ex presidente que registran todas las encuestas genera incomodidad en todos los integrantes de la coalición.

La Argentina navega por las procelosas aguas de la disputa política interminable de incertidumbre. “Allí donde el mando es codiciado y disputado no puede haber buen gobierno ni reinará la concordia” (Platón).




lunes, 6 de diciembre de 2021

Unos y otros. Diferencias que impiden… @dealgunamaneraok...

 Unos y otros. Diferencias que impiden… 

¿De quién es la Kulfas? Dibujo: Pablo Temes

Las internas en el Gobierno bloquean cualquier política racional. La oposición, enredada en pujas de nombres. 

Escrito por Nelson Castro el sábado 04/12/2021 y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, República de los Argentinos. 


En menos de dos meses, Débora Giorgi quedó fuera del Gobierno. Era la mano derecha de Roberto Feletti en la Secretaría de Comercio pero Alberto Fernández nunca le firmó su decreto de asunción en el cargo. Su jefe directo era el ministro de la Producción, Matías Kulfas, que semanas atrás había desautorizado a Feletti y le había recriminado públicamente haber instalado la versión de un posible aumento de los derechos de exportación a la carne justo en un momento de gran tensión con el campo.

Feletti tuvo una actitud que no es la más indicada, había dicho el ministro aclarando que “pensar en voz alta no es lo más apropiado” y que “de ninguna manera hay una decisión tomada, lo que se está haciendo es analizar diferentes alternativas respecto al tema”. La relación entre ambos se recompuso a medias pero lo cierto es que Kulfas y Giorgi nunca llegaron a trabajar juntos. El fondo de la cuestión está más lejos de los funcionarios de segunda línea. Luego de la remontada electoral en la Provincia y del acto falsamente triunfalista en la Plaza de Mayo, el presidente Alberto Fernández se convenció de que su momento había llegado y buscó empoderar su gestión con una impronta personal. Kulfas lidera la resistencia albertista mientras que Feletti responde al Patria y Débora Giorgi, a CFK.

Desde la usina de pensamiento kirchnerista aseguran que son “especulaciones y cruces domésticos” pero no le auguran mucha vida al ministro de la Producción en el Gobierno: “Hace rato que la jefa lo tiene entre ceja y ceja”, aseguran. 

Para ser exactos, no se trata de discusiones de cabotaje. Las diferencias internas en el Frente de Todos contra Todos ensucian cualquier intento de política racional y dejan a la Argentina renga a los ojos del mundo. La negociación para alcanzar un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional es una muestra de ello. La última carta de la ex presidenta en funciones dinamitó cualquier atisbo de cordura y cohesión interna. “La lapicera no la tiene Cristina... siempre la tuvo, la tiene y la tendrá el presidente de la Nación”. De esta forma, no solo no apoyó de manera clara y contundente las negociaciones con el Fondo, sino que se despegó de las exigencias naturales para llegar a un acuerdo con el organismo de crédito internacional y dejó el ajuste en manos del Presidente. La jugada es clara: ella no está ni estará para los momentos difíciles; es más, se cuidó de no quedar pegada en ninguna de las dificultades que vendrán de cara a la segunda parte del mandato. Si las cosas no marchan bien, la culpa será del Presidente.

Mientras tanto, la realidad sigue dejando su huella de espaldas a las internas. La inflación no cede, las reservas están al límite y el riesgo país sigue por las nubes. 

“Hemos trabajado de manera constructiva, pero hay mucho por hacer todavía. Seguimos comprometidos y estamos listos cuando estamos listos”, dijo Kristalina Georgieva en una entrevista con la agencia Reuters. Esta declaración muestra lo mucho que falta para lograr un acuerdo sin el cual el Gobierno no podrá articular ningún plan económico que augure crecimiento.

La permanente involución


Alberto Fernández finalmente volvió sobre sus pasos y decidió asistir a la jornada de cierre de la 27ª Conferencia Industrial de la Unión Industrial Argentina, pero los gestos ya no alcanzan. El jefe de Estado aseguró que “la Argentina está atravesando un claro proceso de recuperación económica” y volvió a cargar contra “los pícaros que abusan del contexto inflacionario” y aumentan los precios. Los empresarios descreen de cualquier iniciativa en el marco del doble comando y creen que “el Gobierno sigue estancado en persecuciones infantiles sin tocar los temas de fondo “. 

La crisis es de confianza y de credibilidad. Desde el Movimiento Nacional Pyme (Monapy) aseguraron que los hombres de negocios siguen aferrándose a la verdad objetiva. “Es cierto que el gobierno de Macri tomó una deuda impagable, pero también es cierto que con más impuestos hemos ido acumulando más desempleo y más pobreza. Es verdad que hay una incipiente mejora en el nivel de actividad económica pero lo que está logrando es mayor polarización social porque se da en sectores que tuvieron espalda para aguantar la crisis pero no llega al resto de las empresas. Hay que modificar las condiciones laborales y la base impositiva, y promover un desendeudamiento de las pymes, que generan el 70% del empleo en la Argentina”, remarcaron desde el sector. 

Mientras tanto, la oposición sigue enredada en la puja de nombres y pases a tres semanas de los comicios. Las disputas internas dentro del radicalismo se dirimen públicamente. Mario Negri seguiría al frente del bloque en Diputados a pesar del pedido de renovación del ala más cercana a Martín Lousteau y el diputado electo Martín Tetaz luego del veredicto en las urnas. En el entorno del cordobés quieren dar por cerrado el tema pero para los que responden al ex ministro de Economía no está dicha la última palabra. “¿Cómo le explicamos a Rodrigo De Loredo que le ganó la interna por goleada a Negri, después que este le hizo cuatro impugnaciones para que no pueda participar, que llega como diputado con el apoyo del 56% de los cordobeses, que tiene que respaldar a un jefe de bloque repudiado en su provincia?”, se preguntó un diputado de Evolución. En el PRO son algo más discretos pero diferentes fuentes admiten que “el río está revuelto aunque es algo normal en la reconfiguración del poder interno que se inició luego de las elecciones”. Se cruzan los intereses dentro de la coalición opositora.

Por ejemplo, Patricia Bullrich había apoyado de manera explícita a la dupla ganadora de la interna cordobesa y Mauricio Macri quedó del lado de los derrotados. Entretanto, Horacio Rodríguez Larreta sigue sumando nombres del radicalismo en su equipo de la Ciudad de Buenos Aires y esta semana consumó la jugada que cauterizaría las heridas de las PASO: el intendente Jorge Macri desembarcó en el gabinete de CABA como ministro de Gobierno y Asuntos Interjurisdiccionales. El alcalde porteño busca blindarse y ganar apoyo de cara a 2023. 

Lo de Jorge Macri hay que ubicarlo en el contexto de muchos intendentes, tanto del FdT como de JxC que, con la renuncia a su cargo, buscan evitar las consecuencias de la ley que les impide la reelección indefinida, para así poder postularse nuevamente en 2023. ¡Un bochorno!



sábado, 6 de noviembre de 2021

En busca de buenas noticias... @dealgunamaneraok...

 En busca de buenas noticias. 


Lo importante es la salud. Cristina Fernández. Dibujo: Pablo Temes.
 

Congelar los precios de los medicamentos es la última puesta en escena de un gobierno que llega dividido a las elecciones. 

© Escrito por Nelson Castro el viernes 05/11/2021 y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. 

Los desajustes de una economía pisada para tratar de contener los precios reales de bienes y servicios, está empezando a repercutir de manera evidente en la escalada del dólar y en las expectativas del círculo rojo, de los inversores y hasta de la gente común. El blue ronda los $ 200 y la brecha con el oficial llegó al 100%. Nadie espera que esta tendencia se revierta. En el Gobierno no logran engañar a nadie: congelamiento de precios, tarifas atrasadas, controles que no existen y peleas en el seno del poder. El Frente de Todos contra todos llegará a las elecciones partido –al menos– en dos y es un misterio cómo reaccionará el día después de la contienda, sea cual fuere el resultado. En este contexto el pequeño y mediano ahorrista corre hacia el dólar en busca de seguridad.   

El último ejercicio del desangelado secretario de Comercio Interior Roberto Feletti –quien no alcanza a contener los precios ni la inflación– fue generar un acuerdo de “estabilidad de precios” con los laboratorios para sostener en el corto plazo el costo de algunos medicamentos. 

Es, en verdad, una puesta en escena para lograr transmitir una “buena noticia” en la semana previa a las elecciones. ¿Alguien puede creer que retrotraer los precios al 1º noviembre –es decir hace siete días– puede tener algún efecto real en la baja de los productos esenciales para el cuidado de la salud?  

Mientras tanto los jubilados que hoy son los nuevos pobres de la Argentina miran con espanto una película que ya conocen. Los adultos mayores mastican bronca, tristeza e impotencia al ver que la vice en funciones y el condenado Amado Boudou cobrarán pensiones millonarias frente a los $ 25.900 que ellos perciben y que no les alcanza para vivir. La falta de empatía es escandalosa.  

También puertas afuera todo el Gobierno actúa con una precariedad y falta de seriedad absoluta. Quien escribe esta columna tuvo la oportunidad de observar los movimientos de la comitiva presidencial en Roma en torno a la cumbre del G20. Me encontraba allí en ocasión del lanzamiento del libro “La Salute Dei Papi” que fue presentado en el Vaticano. Los diálogos y conductas de los funcionarios argentinos denotaban una falta de profesionalismo asombroso. Aunque lo negaron públicamente, es cierto que buscaron concretar un encuentro con Su Santidad el papa Francisco para llevarse la foto de cara al escenario electoral. Fuentes inobjetables del entorno papal lo confirmaron.  

Parece que tampoco se enteraron que en la era de la información y las redes sociales, no se puede actuar de una manera fuera de la Argentina y al regresar, querer venderle al país un éxito que no fue. El episodio con el presidente de Francia es una muestra de ello. Emmanuel Macron, contó vía Twitter que en la reunión con Alberto Fernández trató la situación de Latinoamérica, en especial de países como Nicaragua y Venezuela, con sistemas políticos inestables que persiguen a opositores. El presidente Alberto Fernández también compartió la reunión con su par francés: “Con @emmanuelmacron, presidente de Francia, reafirmamos las visiones compartidas en torno a la acción climática, la preservación de la biodiversidad, la defensa de los DDHH y la igualdad de género. Agradecí el apoyo de su país a la negociación con el Club de París y el FMI”. Dos versiones para un mismo hecho. 

Entre otras cosas, la intención de propiciar encuentros fortuitos con figuras como el presidente de los Estados Unidos Joe Biden, tampoco pasó desapercibida para nadie. Para el oficialismo fue casi un encuentro bilateral, pero a los ojos del mundo no fue más que la intención de mendigar una fotografía con fines de utilización en la política doméstica. Hombres de talla mundial como “el compañero Biden” saben detectar a kilómetros de distancia este tipo de situaciones que los incomodan. 

El último tramo de la campaña recalienta los ánimos de ambos lados de la grieta. El Frente de Todos contra todos llega partido y con pocas esperanzas de remontar la derrota sufrida el 12 de septiembre en las PASO. Las peleas internas no se disimulan y es una incógnita qué puede pasar el 15 de noviembre con el resultado puesto. Solo los intendentes han logrado acumular poder como para sostenerse de cara a los dos años que restan de mandato. Su protagonismo en los gabinetes de Nación y Provincia, les devolvió la certeza de no dejarse amedrentar nunca más por lo que queda de La Cámpora.  

En Juntos por el Cambio, hay una mezcla de optimismo y cautela. Nadie quiere arriesgar un resultado. “Llegamos a las PASO con expectativas modestas, ahora estamos obligados a sostener un resultado que generó ilusión y la posibilidad de volver a pensar en un proyecto de cara al 2023” –describió una alta fuente de Juntos en la PBA. Ésta fue la primera semana con las boletas circulando por el territorio. Hasta la semana pasada algunos sentían ciertos niveles de apatía en vastos sectores del Conurbano. En los últimos días eso se modificó. Hay en la oposición la conciencia de que aún con un resultado positivo, sobrevendrán dos  años oscuros. “No sabemos cómo puede reaccionar el Gobierno, pero tenemos la responsabilidad de generar un clima propicio para que la gobernabilidad se mantenga sin sobresaltos. Ellos son peligrosos y lamentablemente les gusta jugar con fuego” –describieron cerca de un intendente. 

La Argentina necesita tranquilidad y un largo período de reflexión. Los Nerones del Gobierno no pueden volver a poner en peligro nuestra institucionalidad. 

Producción periodística: Santiago Serra.