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martes, 8 de noviembre de 2022

El fusilamiento de Severino Di Giovanni, por Roberto Arlt... @dealgunamaneraok...

El fusilamiento de Severino Di Giovanni, por Roberto Arlt...

 

El 1º de febrero de 1931 fue fusilado el anarquista expropiador de origen italiano Severino Di Giovanni, quien con asaltos y atentados, logró tener  en jaque a la policía del país durante seis años. Di Giovanni había nacido el 17 de marzo de 1901 y vivió su adolescencia en los escenarios  de posguerra, entre el hambre y la pobreza. Tipógrafo, maestro y autodidacta, se topó con las lecturas libertarias de Bakunin, Malatesta y Proudhon, entre otros teóricos del anarquismo.


Fallecidos sus padres, cuando tenía apenas 19 años, comenzó la militancia anarquista, al mismo tiempo que en Italia se producía el ascenso del fascismo de Benito Mussolini. Casado y con tres hijos que mantener, se exilió en Argentina, específicamente en Morón, donde se desempeñó como tipógrafo. Eran los años en que el anarquismo acusaba más que nunca los duros golpes recibidos desde 1910. Di Giovanni se alineó con los grupos más radicales del anarquismo en el país y participó en una serie de acciones violentas y atentados que entonces y hoy son motivo de polémica. El 31 de enero de 1931, fue capturado y condenado a muerte, luego de denunciar con dureza la represión y torturas producidas por el gobierno de facto de  José Félix Uriburu, que había derrocado a Hipólito Yrigoyen en 1930.

 

Tras despedirse de su familia, fue ejecutado el 1° de febrero de  1931 en el patio de la Penitenciaría Nacional ante varios testigos, entre los que se encontraba el escritor Roberto Arlt, quien en un artículo –transcripto a continuación– narró los últimos momentos de vida del anarquista.

 

“El condenado camina como un pato. Los pies aherrojados con una barra de hierro a las esposas que amarran las manos. Atraviesa la franja de adoquinado rústico. Algunos espectadores se ríen. ¿Zoncera? ¿Nerviosidad? ¡Quién sabe! El reo se sienta reposadamente en el banquillo. Apoya la espalda y saca pecho. Mira arriba. Luego se inclina y parece, con las manos abandonadas entre las rodillas abiertas, un hombre que cuida el fuego mientras se calienta agua para tomar el mate. Permanece así cuatro segundos. Un suboficial le cruza una soga al pecho, para que cuando los proyectiles lo maten no ruede por tierra. Di Giovanni gira la cabeza de derecha a izquierda y se deja amarrar. Ha formado el blanco pelotón fusilero. El suboficial quiere vendar al condenado. Éste grita: “Venda no”.


”Mira tiesamente a los ejecutores. Emana voluntad. Si sufre o no, es un secreto. Pero permanece así, tieso, orgulloso. Di Giovanni permanece recto, apoyada la espalda en el respaldar. Sobre su cabeza, en una franja de muralla gris, se mueven piernas de soldados. 


Saca pecho.

¿Será para recibir las balas?

— Pelotón, firme. Apunten.

La voz del reo estalla metálica, vibrante:

— ¡Viva la anarquía!
— ¡Fuego!

 

”Resplandor subitáneo. Un cuerpo recio se ha convertido en una doblada lámina de papel. Las balas rompen la soga. El cuerpo cae de cabeza y queda en el pasto verde con las manos tocando las rodillas. Fogonazo del tiro de gracia.


”Las balas han escrito la última palabra en el cuerpo del reo. El rostro permanece sereno. Pálido. Los ojos entreabiertos. Un herrero martillea a los pies del cadáver.

 

Quita los remaches del grillete y de la barra de hierro. Un médico lo observa. Certifica que el condenado ha muerto. Un señor, que ha venido de frac y con zapatos de baile, se retira con la galera en la coronilla. Parece que saliera del cabaret. Otro dice una mala palabra.

 

”Veo cuatro muchachos pálidos como muertos y desfigurados que se muerden los labios; son: Gauna, de La Razón, Álvarez, de Última Hora, Enrique González Tuñón, de Crítica y Gómez de El Mundo. Yo estoy como borracho. Pienso en los que se reían. Pienso que a la entrada de la Penitenciaría debería ponerse un cartel que rezara:

 

— Está prohibido reírse.
— Está prohibido concurrir con zapatos de baile.

 

Fuente: ARLT, Roberto, Obras completas, Buenos Aires, Omeba, 1981. 

© Publicado el miércoles 
el miércoles 24/02/2021 por Cementerio de la Chacarita de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, República Argentina.


Severino Di Giovanni 1901-1931



Nació en Italia, el 17 de marzo de 1901. Creció en un escenario de posguerra, rodeado de hambre y pobreza.

Se inició de joven en las ideas anarquistas, y luego de quedar huérfano se dedicó de lleno a la militancia.

Mussolini impuso el fascismo en Italia en 1922 y persiguió a los anarquistas, por lo que Severino se tuvo que asilar en Argentina con su familia. Escribió y distribuyó su diario Culmine, además de organizar reuniones anarquistas entre sus compatriotas.

Severino di Giovanni solo vivió 30 años, intensos y violentos; mudándose continuamente por temor a ser apresado, y terminó sus días el primero de febrero de 1931 en Buenos Aires, fusilado después de haber sido apresado en una espectacular persecución.

Su cuerpo fue enterrado bajo una cruz sin nombre. Posteriormente, este fue removido y nadie sabe dónde están los restos de Severino, solo quedan las cartas que le escribió a su amada.

Cuenta la leyenda que, sin saber sus seguidores donde había sido enterrado, siempre amanecía su sepultura cubierta con rosas rojas. Poco se sabe dónde fue a parar, podría ser en el cinerario general o bien que algún anarquista haya recuperado sus restos después de que todo había sido olvidado.

Gracias a la investigación del historiador Osvaldo Bayer y a una gestión hecha ante el entonces Ministro del Interior del Presidente Menem, Carlos Corach, en 1999, América Scarfó pudo, 68 años después, reunirse con la cartas de amor de Severino, que hasta ese momento estaban en poder de la Policía Federal.

Era su idea tenerlas para releerlas y reclamar lo que con justicia le pertenecía. América murió en agosto de 2006, a los 93 años.

En sus líneas de despedida, antes de recibir las balas militares, Severino le escribió: “Carissima: más que con la pluma, el testamento ideal me ha brotado del corazón hoy, cuando conversaba contigo: mis cosas, mis ideales. Besa a mi hijo, a mis hijas. Sé feliz. Adiós, única dulzura de mi pobre vida. Te beso mucho. Piensa siempre en mí. Tu Severino”.
 

Extracto Ángeles de Buenos Aires: H. Vizzari – O. López Mato – 2011.

© Publicado el miércoles el miércoles 24/02/2021 por Cementerio de la Chacarita de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, República Argentina.



   

sábado, 13 de junio de 2015

Sergio Renán (1933 – 2015) QEPD... @dealgunamanera...

Sergio Renán (1933 – 2015)…


El actor y director de cine y teatro Sergio Renán falleció hoy a los 82 años en un centro de salud porteño en el que permanecía internado desde hacía más de una semana a causa de una infección.

Sus restos serán velados a partir de esta tarde en el Teatro Colón, institución que dirigió entre 1989 y 1996.

El artista falleció esta madrugada a los 82 años por un cuadro infeccioso que lo obligó a permanecer internado varios días.

El actor, director y régisseur había sufrido una pancreatitis y un cáncer de laringe, de los que pudo recuperarse, y luego había sido sometido a una traqueotomía.

Nacido como Samuel Kohan en Entre Ríos el el 30 de enero de 1933, el artista y creador tuvo una extensa y reconocida trayectoria en el mundo teatral y cinematográfico, donde se destacó como el director de la película La Tregua, de 1974, el primer film argentino nominado al Oscar como Mejor Película en Lengua extranjera. En 1981 recibió el Diploma de Honor en los Premios Konex, como director de cine.

En teatro se destacó su realización de Las criadas de Jean Genet en 1970, Drácula de Bram Stoker en 1980, Madame Butterfly, Ha llegado un inspector de J. B. Priestley en 1998 y Un enemigo del pueblo de Henrik Ibsen (2007).

Renán también se destacó como actor al participar de los films El poder de las tinieblas (1979) de Mario Sabato, o en Los siete Locos (1973), interpretando el memorable personaje de Roberto Arlt, el Rufián Melancólico.

Como director de ópera presentó, entre otras, en el Teatro Colón de Buenos Aires, Manon, Rigoletto (1985), Otello (1987) y Cosi fan tutte (1990).

© Publicado el sábado 13 de Junio de 2015 por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Fuente: DYN

miércoles, 31 de diciembre de 2014

César Luis Menotti y una entrevista a fondo... De Alguna Manera...

Menotti y una entrevista a fondo: Guardiola, Messi, Pelé, Agüero, Simeone, la Selección del 78…

Menotti recibió a El Gráfico en su oficina de Buenos Aires. En una charla de poco más de tres horas no esquivó ningún tema. Desde sus inicios hasta su presente, habla de política, fútbol, éxito y fracaso.

En El Gráfico de diciembre, el Flaco se confiesa en un 100x100 extendido. Explica por qué Guardiola es el mejor entrenador de los últimos 30 años, elogia a Messi, se diferencia de Simeone y cuenta una anécdota increíble sobre el día en el que conoció al Kun Agüero. Además, no esquiva los temas políticos, remarca la importancia del director técnico y asegura que no está retirado. Un Menotti auténtico, en una nota imperdible en la última edición del año de la revista. No te pierdas el adelanto.

El Gráfico de diciembre es de colección, porque por la sección 100x100 pasa un prócer del fútbol argentino: César Menotti. Y como todos los grandes personajes, las 100 preguntas quedaron cortas: en total fueron 120, en casi cuatro horas de charla. Aquí algunas de las frases más jugosas, aunque nada se compara con leer la entrevista de Diego Borinsky sin interferencias.

Sobre Messi. 

“Puede haber una fatiga en Messi. Si es temporaria o se instala definitivamente, lo dirá el tiempo. Son muchos partidos, exigencias permanentes, ganar acá, ganar allá… todas finales, presiones alocadas y una prensa muy tensa en todo el mundo”. 

“Messi es increíble, pero en la mesa de los grandes Pelé es el mejor. Cuando hablo de fútbol yo lo saco a él de la lista, porque era un extraterrestre. Saltaba a cabecear y Rattin, que era altísimo, le llegaba a los huevos. Imposible”. 

“Si no estaba Messi, en el Mundial no pasábamos la primera ronda. No pienso que no haya sido tan desequilibrante como quieren hacernos creer. El problema fue que se quedó sin compañía ofensiva”.

Sobre Guardiola. 

“Guardiola tendría que haber sido el entrenador de la Selección argentina cuando se fue Sabella. Y yo le hubiera puesto tres entrenadores jóvenes de acá detrás de él pensando en el futuro, aprendiendo, y que mientras tanto viajaran a ver entrenamientos de la Selección de Alemania, de Estados Unidos, de muchos países”. 

“Lo de Guardiola fue un huracán devastador. Arrasó con toda la trampa y la mentira, las aniquiló de tal manera que ahora hasta los italianos quieren tener la pelota y jugar. El único que cada día juega peor es Brasil”. 

“No sé si el Barcelona de Guardiola fue el mejor equipo de la historia, porque hay que compararlo con el Ajax de los 70, pero sí fue el mejor de los últimos 30 años. Y Guardiola es el mejor entrenador de los últimos 30 años”. 

“En la última charla que tuve con Guardiola le dije: ‘¿Sabes que vos sos uno de los pocos entrenadores del mundo que abre la puerta del vestuario, dice buenas tardes, y todos saben cómo tienen que jugar? ¿Te das cuenta de eso?’ El me miraba y se reía, pero verdaderamente es increíble lo que generó”.

La tapa de la edición de diciembre de la revista. Menotti es el protagonista de un 100x100 de 120 preguntas, una excepción que sólo había tenido como protagonista a Diego Maradona.

Sobre Simeone.

“Me cuesta mucho ver al Atlético de Madrid de Simeone. Ojo eh, valoro mucho lo que hace, aunque no comparto nada con él. Simeone tiene un estilo muy diferente al mío, pero es un pibe laburador, que respeta su profesión”. 

Sobre Maradona. 

“Diego no me perdona que lo haya dejado afuera del Mundial 78. Siempre me lo recrimina”. 

“A mí Maradona siempre me gustó de 9. En la Selección lo puse de 9 y también en el Barcelona. Como Messi ahora, con la diferencia de que Maradona te ocupaba más la cancha”. 

Sobre la Selección argentina del Mundial 1978. 

“En la volteada del periodismo alcahuete cayeron todos los jugadores de esa Selección. No tuvieron el reconocimiento que se merecían. Me da bronca, pero no por mí porque me importa un carajo la verdad, pero lo lamento por ellos”. 

“(Norberto) Alonso lo único que dice sobre ese Mundial son pelotudeces. ¡Mirá si Lacoste me va a poner un jugador a mí! No entiendo lo que dice”. 

Sobre Agüero. 

“Agüero es un futbolista de la reputa madre que lo parió. En el área, está a la altura de los mejores del mundo”. 

Sobre Bielsa. 

“Con Bielsa hablé hace un tiempo, cuando vino de México. Me llamó para charlar y me trajo de regalo la obra completa de Roberto Arlt. Siempre tuve mucho respeto por Bielsa, porque más allá de las diferencias, es un tipo que dignifica el laburo y que habla de fútbol de verdad, sin decir boludeces”

© Publicado el martes 02/12/2014 por la Revista el Gráfico de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.



viernes, 11 de abril de 2014

Alfredo Alcón, Q.E.P.D. De Alguna Manera…

Alfredo Alcón...
Alfredo Alcón con Leopoldo Torre Nilson en la filmación de la película El Santo de la Espada..
El prestigioso actor Alfredo Alcón murió hoy a los 84 años en su casa tras sufrir una complicación respiratoria, luego de haber permanecido internado desde diciembre hasta febrero en una clínica por una infección intestinal que había demandado una operación, informó su amigo personal Jorge Vitti.
Nacido como Alfredo Félix Alcón Riesco en el barrio porteño de Liniers el 3 de marzo de 1930, el artista pasó con éxito por el teatro, el cine y la televisión.
Como actor de teatro, representó personajes de William Shakespeare, Federico García Lorca, Arthur Miller, Tennessee Williams, Henrik Ibsen, Eugene O’Neill y Samuel Beckett, entre muchos otros.
Alcón había sido intervenido quirúrgicamente en diciembre en el Sanatorio La Trinidad Palermo.
Desde “El amor nunca muere”, de 1955, protagonizó más de cuarenta largometrajes, en los que compartió rodaje con Mirtha Legrand en “La pícara soñadora”, entre otras estrellas.
Con el reconocido director Leopoldo Torre Nilsson, hizo algunos de sus papeles cinematográficos más memorables, como el protagónico de “El santo de la espada”(1970), película basada en la novela de Ricardo Rojas sobre la vida del Libertador José de San Martín.
También con Nilsson, filmó los notables “Martín Fierro” (1968), sobre el poema gauchesco de José Hernández; “La maffia” (1972), “Los siete locos” (1973) -Oso de Plata en el Festival Internacional de Cine de Berlín- y “Boquitas pintadas” (1974) -Concha de Plata y Premio Especial del Jurado en el Festival Internacional de Cine de San Sebastián-, basadas las dos últimas en las novelas homónimas de Roberto Arlt y Manuel Puig, respectivamente.
Encarnó también uno de los personajes del filme más taquillero de la historia del cine argentino, “Nazareno Cruz y el lobo” (1975), de Leonardo Favio, con un récord de 3,4 millones de espectadores. Alcón obtuvo, entre muchos otros galardones, el Premio al mejor actor en el Festival Internacional de Cine de Cartagena por “Los siete locos”, y el Premio Cóndor de Plata al mejor actor por sus sendos protagónicos en “Los inocentes” y “Martín Fierro”.
Además, en 2005, la Asociación de Cronistas Cinematográficos de la Argentina le otorgó el Premio Cóndor de Plata a la trayectoria.

Biografíahttp://es.wikipedia.org/wiki/Alfredo_Alc%C3%B3n
© Fuente: DYN. Publicado el Viernes 11/04/2014 por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

miércoles, 22 de enero de 2014

Diálogo de lechería... De Alguna Manera...


Diálogo de lechería...


Días pasados, tabique por medio, en un lechería con pretensiones de "reservado para familias", escuché un diálogo que se me quedó pegado en el oído, por lo pelafustanesco que resultaba. Indudablemente, el indi­viduo era un divertido, porque las cosas que decía movían a risa. He aquí lo que más o menos retuve:

El Tipo. -Decime, yo no te juré amor eterno. ¿Vos podés afirmar bajo testimonio de escribano público que te juré amor eterno? ¿Me ju­raste vos amor eterno? No. ¿Y entonces...?

Ella. -Ni falta hacía que te jurara, porque bien sabés que te quie­ro...

El Tipo. -Un... Eso es harina de otro costal. Ahora hablemos del amor eterno. Si yo no te juré amor eterno, ¿por qué me hacés cuestión y me querellás?...

Ella. -¡Monstruo! Te sacaría los ojos...

El Tipo. -Y ahora me amenazás en mi seguridad personal. ¿Te das cuenta? ¿Querés privarme de mi libertad de albedrío?

Ella. -¡Qué disparates estás diciendo!...

El Tipo. -Es claro. Vos no me querés dejar tranquilo. Pretendés que como un manso cabrito me pase la vida adorándote...

Ella. -¿Manso cabrito vos?... Buena pieza..., desvergonzado hasta decir basta...

El Tipo. -No satisfecha con amenazarme en mi seguridad personal, me injuriás de palabra.

Ella. -Si no me juraste amor eterno, en cambio me dijiste que me querías...

El Tipo. -Eso es harina de otro costal. Una cosa es querer... y otra cosa, querer siempre. Cuando yo te dije que te quería, te quería. Aho­ra...

Ella. (amenazadora) -Ahora, ¿qué?

El Tipo. (tranquilamente) -Ahora no te quiero como antes.

Ella. -¿Y cómo me querés, entonces?

El Tipo. (con mucha dulzura) -Te quiero... Ver lejos...

Ella. -Un descarado como vos no he conocido nunca.

El Tipo. -Por eso siempre te recomendé que viajaras. Viajando se instruye uno. Pero no vayas a viajar en ómnibus, ni en tranvía. Tomá un vapor grande, grandote, y andate... andate lejos.

Ella. (furiosa) -¿Y por qué me besabas, entonces?

El Tipo. -Ejem... Eso es harina de otro costal...

Ella. -Parecés panadero.

El Tipo. -Yo te besaba, porque si no te besaba vos ibas a decir con tus amigas: "Ven qué hombre más zonzo; ni me besa"...

Ella. (resoplando) -¡Yo no sé como no te mato! ¿Así que vos me besabas por gusto de besarme?

El Tipo. -No exageremos. Algo también me gustaba... Pero no tanto como vos creés...

Ella. -Se puede saber, decime, ¿dónde te has criado? Porque vos no tenés vergüenza. No la has tenido nunca. Ignorás lo que es la vergüen­za.

El Tipo. -Sin embargo, yo soy muy tímido... Ya ves cuánto cavilo antes de mandarte al diablo... No, al diablo, no, querida; no te disgus­tés... es una forma de decir.

Ella. (agarrándose al tema) -De modo que vos me besabas a mí...

El Tipo. -¡Dios mío! Si uno tuviera que dar cuenta de los besos que ha dado, tendría que estar en presidio quinientos años. Vos parecés nor­teamericana.

Ella. -¡Norteamericana! ¿Por qué?

El Tipo. -Porque allá le pegás un beso a un palo de escoba y izas! la única indemnización tolerada es el casamiento... de modo que a los besos no les des importancia. Ahora, si yo hubiera echado a perder tu inocencia, sería otra cosa...

Ella. -Yo no soy inocente. Inocentes son los locos y los bobos...

El Tipo. -Convengamos que decís una verdad grande como una ca­sa. Y luego me reprochás de ser injusto. Te doy la razón, querida. Sí, te la doy ampliamente. ¿Qué pecado me reprochás, entonces? ¿El que te haya dado unos besos?

Ella. -¿Unos besos? Si fueron como cuarenta.

El Tipo. -No... Estás mal, o tengo que suponer que vos no enten­dés de matemáticas. Pongamos que son diez besos... Y estaremos en la cuenta. Y tampoco llegan a diez. Además no valen porque son ósculos paternales... Y ahora, después de enojarte que te haya besado, te enojás porque no quiero seguir besándote. ¿Quién las entiende a ustedes las mu­jeres?

Ella. -Me enojo porque me querés abandonar infamemente.

El Tipo. -Yo no te di más que unos besos para que vos no les dije­ras a tus amigas que yo era un tipo zonzo. No tengo otro pecado sobre mi conciencia. ¿Qué me recriminás? ¿Se puede saber? A mí no me gusta hacer comedias. Vos te aburrís en tu casa, te encontrás conmigo y te me pegoteás como si yo fuera tu padre. Y yo no quiero ser tu padre. Yo no quiero tener responsabilidades. Soy un hombre virtuoso, tímido y tranquilo. Me gusta abrir la boca como un papanatas frente a un pillo que vende grasa de serpiente o cacerolas inoxidables. Vos, en cambio, te empeñás en que te jure amor eterno. Y yo no quiero jurarte amor eterno ni transitorio. Quiero andar atorranteando tranquilamente solo, sin una tía a la cola que me cuenta historias pueriles y manidas... y que porque me des un beso de morondanga me hacés pleitos que si me hubieras pres­tado a interés compuesto los tesoros de Rotschild.

Ella. -Pero vos sos imposible...

El Tipo. -Soy un auténtico hombre honrado.

© Escrito por Roberto Arlt y publicado por De Alguna Manera el  miércoles 22/01/2014 en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.