Mostrando las entradas con la etiqueta Ricardo Casas. Mostrar todas las entradas
Mostrando las entradas con la etiqueta Ricardo Casas. Mostrar todas las entradas

sábado, 28 de diciembre de 2019

La Final Bastarda (Vélez Sarsfield vs. Huracán en el año 2009)... @dealgunamanera...

Presentación de la “Final Bastarda” con los estudiantes de periodismo deportivo…


Los periodistas Marcelo Benini y Pedro Fermanelli visitaron a los estudiantes de primer año de la carrera Periodismo Deportivo para presentar su libro “La Final Bastarda” escrito en base a más de 120 entrevistas y, también, charlar sobre el oficio.  La investigación aborda la polémica final del Torneo Clausura del año 2009 en el Estadio José Amalfitani entre Huracán y Vélez, y a su principal protagonista, el árbitro Gabriel Brazenas. 

© Escrito por Pablo Coronel el jueves 19/09/2019 y publicado en Pasa en Eter de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, República Argentina.


La visita se dio dentro del ciclo de charlas con profesionales en el marco de la materia Técnicas Gráficas dictada por el profesor Damián Cáceres.

“Nos llevó más tres años de investigación saber qué es lo que pasó realmente hace diez años en un partido de 90 minutos” abrió la charla Pedro Fermanelli, en referencia al libro de su co-autoría, a los estudiantes de primer año de la carrera de Periodismo deportivo. 

Claro, el 9 de julio de 2009, es una fecha en donde todos los hinchas de Huracán, de Vélez y del fútbol argentino en general recuerdan. Se trata de la polémica final en el que se disputaron el título el Vélez del Tigre Gareca y el Huracán de Ángel Cappa, con un cerrado resultado de 0-1 a favor de Vélez y con la participación decisiva del árbitro Gabriel Brazenas y su asistente Ricardo Casas.


Uno de los fallos más discutidos fue cuando al defensor de Huracán, Eduardo Domínguez, le anularon un gol válido por una posición adelantada inexistente. El segundo error arbitral fue la falta previa al gol de Moralez de Joaquín Larrivey al arquero Gastón Monzón. El árbitro Gabriel Brazenas no volvió a dirigir más tras ese partido. 


La temática del libro según sus autores, no solamente aborda el partido en sí, sino que intenta mostrar algunos de los entretelones de uno de los espectáculos deportivos más importantes en Argentina. 

“Lo que estamos poniendo en cuestionamiento con la excusa de este partido es cómo funcionaba el sistema y a partir de ahí fuimos encontrando un montón de cosas que iban más allá del partido, que nosotros lo utilizamos como núcleo principal. Esta historia va de eso y de todos los personajes que la rodeaban y sus principales protagonistas y, también, una mirada periférica de cómo funcionaba el sistema en la última etapa de la era Grondona”, afirma el periodista Fermanelli. 

Al tratarse de una de las pasiones de los argentinos, los autores, intentan entrar a un terreno polémico con autocrítica y responsabilidad intelectual: 


“La mirada de los hinchas es pasional y cada uno tiene una visión de lo que ocurrió que puede tener algún grado de construcción necesario para poder sentirte bien con lo que pasó. Después están los hinchas neutrales y ahí no podemos plantear una mirada parcial (...) El lugar del periodista es el de sacarse prejuicios y conocer a la persona sin demonizar. Este tipo de personajes -por Brazenas-  sirven mucho para humanizarlos, y fue una propuesta muy discutida entre nosotros ver cómo lo contamos, ya que es un personaje con muchas caras y muchas cosas para contar. Después quien completa la historia es el lector, nosotros no recurrimos a la adjetivación de los personajes”, remarcó Marcelo Benini. 


os periodistas, al final de la charla que se extendió por más de dos horas, aprovecharon la ocasión para brindar, desde su experiencia personal, algunos consejos a los estudiantes de Periodismo Deportivo: 

“Cuando uno hace un relato, con tantos testimonios, tenés que ver qué es lo que te dicen. No porque alguien te lo dijo algo, por más que haya sido autoridad o figura importante, es palabra sagrada. Hay que contrastar con otros testimonios y, por supuesto, con datos. Uno hace una construcción de la verdad, que no es lo mismo que tratar de llegar a la verdad absoluta. Trabajamos para aportar una mirada de lo que sucede”, aseveró Fermanelli. 



domingo, 5 de julio de 2015

2009-2015... A 6 Años del "Choreo" a Huracán... @dealgunamanera...

En una final caliente, los errores de Brazenas fueron determinantes…

Brazenas les da explicaciones a los jugadores de Huracán.  Foto: La Nación / Mauro Alfieri

El árbitro le anuló mal un gol a Huracán y hubo falta de Larrivey a Monzón en el decisivo tanto de Moralez; además, no le cobró un penal a Vélez.

Una de las frases de cabecera de Gabriel Brazenas es "el mejor árbitro es el que pasa inadvertido". Se había preparado mucho para este partido, a tal punto que reconoció que era "un honor" dirigir Vélez y Huracán. Pero ayer, en Liniers, entre sus fallos y las responsabilidades de los asistentes tuvo un muy mal arbitraje. Con sus errores fue determinante en el triunfo por 1 a 0, el mismo que coronó a Vélez como el campeón del Clausura 2009. Es cierto que la final tuvo muchos chispazos y factores extraños, como la suspensión por el granizo, la cantidad de gente que se coló en el campo de juego y la poca colaboración de los futbolistas a la hora de las simulaciones y las agresiones. Sin embargo, más allá de algunos aciertos (que los tuvo), cometió errores importantes.

Ya a los 9 minutos del primer tiempo el juez de línea Ricardo Casas le anuló en forma incorrecta un gol a Huracán tras un tiro libre desde la izquierda de Defederico y un cabezazo de Eduardo Domínguez. El defensor central estaba habilitado por Otamendi.

Tuvo aciertos: en esa primera etapa no hubo penal de Goltz a Papa ni tampoco de Eduardo Domínguez a Moralez. Acertó en sancionar el penal de Araujo a Moralez y en no convalidar por posición adelantada un tanto a López.

En la segunda etapa empezó el descontrol. Más allá de que le anuló bien un tanto a Nieto por offside a instancias del línea Hernán Maidana, Brazenas acumuló desaciertos: a los 22 minutos, Otamendi tocó la pelota con la mano y, como ya estaba amonestado, debió ser expulsado. A los 36, hubo un planchazo de Arano sobre Cubero dentro del área. Para el árbitro no fue nada, pero debió cobrar penal y haber expulsado al lateral izquierdo de Huracán.

El gol del triunfo también estuvo viciado de nulidad. Luego del cabezazo de López y antes de la definición de Maxi Moralez hubo una infracción de Larrivey a Monzón (similar a la anterior de Arano a Cubero) y la acción no debió seguir. El balón estaba por quedar en poder del arquero y Larrivey le cometió foul; en ningún momento logró conectar el balón.

Los jugadores de Huracán se fueron de control, le protestaron a Brazenas y el árbitro les repitió: "No hubo foul, no hubo foul; no fue foul".

Hubo un expulsado por doble amarilla (Moralez), por sacarse la camiseta en el festejo, pero en los ocho minutos que adicionó Brazenas debió expulsar a varios más: no había sancionado nada por las reacciones entre Cubero y Arano, pero los agarrones y las provocaciones continuaron. Tras un mano a mano que Monzón le desvió a Larrivey al tiro de esquina, varios futbolistas del Globo se le fueron encima al delantero de Vélez, que recibió varios golpes en la mandíbula y en las orejas.

Al final del partido, cerca de 300 hinchas de Vélez coparon el playón del club, cargaron a los jugadores visitantes y le "agradecieron" al árbitro porque se vieron favorecidos. Algunos hasta acompañaron a Brazenas en la retirada y le gritaron: "Gracias por todo" o "Tenés que ser el árbitro del Mundial". El juez dijo: "La verdad es que no sé la razón por la cual los simpatizantes de Vélez no paraban de decírmelo [muchas gracias], no me doy por aludido. Mi actuación la tengo que analizar con tranquilidad, viendo las jugadas puntuales varias veces por televisión".

Sobre el gol anulado a Domínguez sostuvo que se apoyó en el offside que le marcó el asistente Ricardo Casas y sobre el tanto que le dio a Vélez agregó: "No vi falta previa de Larrivey al arquero Monzón y por eso lo convalidé".

El marco y los protagonistas no lo ayudaron, pero no fue la final que soñó dirigir Brazenas en el Clausura 2009. Al margen de sus aciertos, los errores no permitieron que pasara inadvertido y terminó siendo decisivo en el resultado de la consagración.

10 partidos dirigió Brazenas a Huracán, de los cuales ganó uno (el último ante Central, en Rosario), empató otro y sufrió 8 derrotas.

26 partidos dirigió Brazenas a Vélez, de los cuales ganó 9, empató 10 y perdió 7. Con él como juez, llevaba 8 cotejos sin victorias.

© Publicado el lunes 06/07/2015 por el suplemento deportivo del Cancha Llena del Diario La Nación de la Ciudad Autónoma e Buenos Aires.