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domingo, 23 de marzo de 2014

Adolfo Suárez, el motor de la trasición española. Q.E.P.D. De Alguna Manera...


El motor de la Transición...

Adolfo Suárez. Foto: Fernando Quintella.

El ex presidente del Gobierno Adolfo Suárez, de 81 años, ha fallecido a las 15.03 horas en la clínica Cemtro de Madrid por "EPOC agudizado en el contexto de la enfermedad de Alzheimer", han informado los médicos que le han tratado. El portavoz de la familia ha anunciado a las 15.15 horas su muerte. Los testimonios de reconocimiento a su figura no han parado de sucederse, entre ellos el del Rey, quien ha ofrecido un mensaje de condolencia apenas 45 minutos después del fallecimiento.

Historia. Adolfo Suárez (izq.) el día del intento de golpe de Estado de Tejero en el Congreso, febrero de 1981. Agencia EFE 

Pocas veces un político recibe en vida el reconocimiento histórico a su labor. Adolfo Suárez González (Cebreros, Ávila, 1932 - Madrid, 2014), primer presidente de la democracia española, fue uno de esos pocos 'elegidos'. Las fechas clave de su vida política coinciden con los momentos más intensos de la Historia de España en los años que siguieron a la muerte de Franco.

Muy poco entusiasmo y muchas críticas provocó su nombramiento, el 3 de julio de 1976. Para los sectores más conservadores del régimen, el Rey había elegido a un político demasiado joven y sin experiencia; y la oposición que soñaba con la democracia tampoco recibió con buenos ojos a quien había sido gobernador civil de Segovia (1969-1973), director general de TVE (1969-1973) y ministro secretario general del Movimiento en el gabinete de Arias Navarro (1975-1976). Nadie imaginaba entonces que, 20 años después, aquel licenciado en Derecho recibiría el premio Príncipe de Asturias de la Concordia por su «ejemplar comportamiento político en la fundación de nuestra democracia».

Los 11 meses que gobernó Suárez hasta la celebración de las primeras elecciones democráticas estuvieron marcados por la oposición del búnker franquista, el terrorismo de ETA y los GRAPO y la violencia de los grupos de extrema derecha. Suárez llevó hasta el límite sus intenciones de diálogo y consenso, teniendo siempre en mente el objetivo de legalizar los partidos para garantizar unos comicios verdaderamente libres. Históricos son sus encuentros con líderes como Felipe González (PSOE), Jordi Pujol (CDC) o Santiago Carrillo (PCE).

La aprobación de la Ley para la Reforma Política, primer paso para la desaparición del régimen franquista, dio al proyecto de Suárez la legitimidad social que se le negaba en otras esferas. Después, la legalización de partidos y sindicatos, la amnistía para presos políticos y el regreso del exilio de los principales líderes del PCE son sólo los pasos previos hacia la primera cita con la democracia desde la época de la Segunda República: el 15 de junio de 1977 la mayoría de los españoles da su confianza a la coalición fundada por Suárez, la Unión de Centro Democrático (UCD). Comienza una etapa en la que se firman los Pactos de la Moncloa para el saneamiento de la economía, se aprueban los estatutos de preautonomía de Cataluña, País Vasco y Galicia y se redacta, con el consenso de todos los grupos políticos, la Constitución. El triunfo de la UCD en las segundas elecciones, las de 1979, convierte a Adolfo Suárez en el primer presidente constitucional.

Su protagonismo en política estuvo ligado a la época dorada de la UCD. Las críticas a su gestión provocan su dimisión, el 29 de enero de 1981. Y como presidente en funciones, jugaría un papel clave durante el golpe de Estado del 23-F. Después, las divisiones internas en el partido le llevan a abandonarlo y a abrir su propio bufete jurídico en Madrid. Pero no renuncia a sus aspiraciones políticas: el recién nombrado duque de Suárez funda el Centro Democrático y Social (CDS), que en las generales que en 1982 ganó el PSOE sólo logró dos diputados —la UCD, ya sin Suárez, se convirtió en la cuarta fuerza política, por detrás de AP y CiU— y que en los comicios de 1986, desaparecida la UCD, logró hasta 19 escaños. Pero el declive del partido en 1989 (perdió 5 diputados) y los malos resultados en las municipales y autonómicas de 1991 confirmaban que lo que Adolfo Suárez tenía que hacer en política ya lo había hecho en otra etapa de la Historia de España.

De los últimos años al frente del CDS destaca su actividad en el seno de la Internacional Liberal y Progresista, primero como vicepresidente de asuntos para América Latina y después como presidente de la organización. Su presencia activa en escenarios internacionales en esta época choca con su escaso protagonismo en la política española, causa —según muchos analistas— del declive que el CDS inicia en 1989.

Pero el ocaso del político no es nada comparado con la tragedia personal que en esos momentos está a punto de asomarse a su vida. En 1991, asumiendo su responsabilidad, Suárez dimite como presidente del CDS, renuncia a su escaño y se retira de la política. Aún no sabe que su mujer y su hija le necesitarán a su lado en su batalla perdida contra el cáncer.

Dedicado por completo a su familia, Suárez sólo rompió su silencio en 1995, para pedir diálogo en medio de la crispación política que se vivía en el país, y en 2003, para apoyar la candidatura de su hijo a la presidencia de Castilla-La Mancha. Después, se 'esfumó'. Una enfermedad degenerativa le fue consumiendo poco a poco hasta privarle de sus recuerdos.

Afortunadamente, la Historia no olvida.

© Escrito por Sonia Aparicio el Domingo 23/03/2014 y publicado por el Diario El Mundo de la Ciudad de Madrid, España.

lunes, 16 de abril de 2012

Rey de España, asesino de Elefantes... De Alguna Manera...

El rey de España se quebró mientras 
cazaba elefantes...

Fuego. El rey junto a un elefante muerto.

Ayer, Juan Carlos fue operado de la cadera que se lastimó en un lujoso safari de US$ 58.500 en Africa. Una fractura de cadera y la indignación de gran parte de la opinión pública española dejó como corolario un viaje del rey Juan Carlos a Botswana, en el sur de Africa. Y es que el motivo de la “escapada” no tuvo nada de protocolar: mientras el país ibérico atraviesa una de las peores crisis económicas de su historia, el monarca se encontraba embarcado en un safari de lujo para cazar búfalos y elefantes.

Según informó la Casa Real en un comunicado, Juan Carlos de Borbón, de 74 años, “sufrió un tropezón casual en un escalón” en la madrugada del viernes que provocó una “torsión en la cadera derecha, con la consecuencia de una fractura desafortunada”. Así, debió ser trasladado en avión a Madrid, donde ayer por la mañana fue sometido una exitosa intervención quirúrgica.

Mal tiro. Más allá de la “desgraciada” caída del monarca, la polémica en España se desató por una serie de fotos que develaron el motivo de su estadía en el sur africano. Fue a través del sitio de Rann Safaris –una empresa dedicada a organizar cacerías de animales salvajes en Botswana– que comenzaron a circular por las redes sociales imágenes del rey posando junto a los restos de dos búfalos y frente a un elefante muerto, una especie que se encuentra en peligro de extinción. Lo llamativo es que, con la controversia ya en marcha, la página comenzó a mostrarse “no disponible”.

Según la prensa ibérica, las fotos fueron tomadas durante 2006, por lo que se deduce que el monarca ha incurrido en este tipo de prácticas al menos en dos oportunidades. En la misma web se consignaba que la tarifa por una safari cazando elefantes asciende a 58.500 dólares, un número que resonó como un cachetazo para una España rigurosamente ajustada para combatir su deuda  interna y con más de cinco millones de personas sin trabajo y un futuro que se preanuncia aun más complicado.

Políticos de izquierda y asociaciones ecologistas del país ibérico no demoraron en mostrar su disconformidad con la actividad de Juan Carlos de Borbón. “Parece vergonzoso que, mientras el presupuesto asignado a la Casa Real sólo ha sufrido un recorte de un 2%, el rey derroche dinero de todos en una práctica carente de ética hacia los animales”, apuntaron desde el Partido Animalista, mientras que desde la Izquierda Unida española se repudió la “falta de ética” imperante en la Casa Real.

El 2012 no empezó de la mejor manera para los habitantes del Palacio de la Zarzuela. Tras el escándalo por el desvío de fondos públicos presuntamente efectuado por el marido de la infanta Cristina, Iñaki Urdangarin, la propia hija del rey se vio salpicada por la investigación a comienzos de año. Por lo pronto, el propio Juan Carlos de Borbón habría decidido alejar por un tiempo al cuestionado matrimonio de los actos oficiales, tal como sucedió durante la última misa de Pascua –el pasado domingo– en la catedral de Palma de Mallorca.

El lunes pasado, en tanto, trascendió que uno de los nietos del monarca español, de tan sólo 13 años, resultó herido en su pie derecho mientras realizaba prácticas de caza junto a su padre en una finca en Soria. Se trata de Felipe Juan Froilán de Marichalar y Borbón, hijo de la infanta Elena y su ex marido, Jaime de Marichalar. Actualmente, el niño se recupera en una clínica cercana a Madrid de una limpieza quirúrgica en la zona afectada y se esperaba que mañana reciba el alta médica.

La mala racha de la familia real con las armas y las situaciones de caza no es nueva: el 29 de marzo de 1956, Alfonso de Borbón y Borbón Dos-Sicilias resultó mortalmente herido por un arma calibre 22 disparada accidentalmente por su hermano, el actual rey, durante unas vacaciones en Estoril, Portugal. Por entonces, los hermanos tenían 14 y 18 años respectivamente.

© Escrito por Martín Artigas y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires el domingo 15 de Abril de 2012.