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sábado, 13 de abril de 2013

El Papa y la papisa… De Alguna Manera...


El Papa y la papisa…

El Papa y la papisa

Mientras el papa Francisco marcha firme por los senderos de un camino nuevo, cuya mirada fija su atención en la pobreza y no en el boato curial, la heredera natural de Chávez en versión tanguera, Cristina de Kirchner, aprovecha la ocasión para volver a excederse en histrionismo. Uno se pone las sandalias del pescador, y la otra rellena con bótox su falta de sentido del ridículo.

Y mientras Francisco demuestra una gran elegancia dedicando su primera audiencia a la presidenta que tanto lo ha criticado, la otra aprovecha para intentar crearle un problema diplomático que no es de su negociado. Que Kirchner hable de las Malvinas en su primera audiencia papal demuestra hasta qué punto esta presidenta ha perdido el sentido de la realidad. Como decía alguien de Arafat, tampoco ella "nunca pierde la oportunidad de perder todas las oportunidades".

Tenía un momento de oro para demostrar sensibilidad con la pobreza ante un Papa que ha empezado su mandato hablando de ella, y más viniendo ambos de un continente y de un país con severos problemas sociales. Pero prefirió sus aires de nueva rica, sus donaires de presidenta y sus tics de conocida prepotencia. Y como si estuviera en Camp David, a punto de negociar el conflicto de Oriente Medio, se equivocó de lugar, de interlocutor y de tema, y encima aprovechó la rueda de prensa para vender el producto. Sinceramente, no se puede ser más vulgar.

Lo cual nos retrotrae al tema argentino. Desde cualquier punto de vista es una auténtica desgracia que un país tan importante para el Cono Sur y para todo el continente esté en manos tan tramposas. Lejos de querer emular a los grandes estadistas, Cristina ha decidido pasar a la historia como una heredera del populismo chavista, y por el camino de vender humo social, mentir con los números económicos, pactar con Irán la venta de los muertos de la AMIA, e intentar desmontar toda la sociedad crítica con su Gobierno, puede convertirse en una gran pesadilla. 


En este sentido, la llegada de un Papa argentino que no ha formado parte de la corte kirchnerista, ni le ha rendido pleitesía, es una bocanada de oxígeno. Por supuesto el Papa debe hacer de líder espiritual y no político, pero a estas alturas de la fiesta tampoco pecaremos de ingenuos, ni obviaremos su enorme influencia, y saber que el Papa no milita en el verbo populista de la señora presidenta es toda una garantía.

También resultará muy útil para comparar los discursos sobre la pobreza de uno y otra. El primero, cuya música suena a compromiso serio. La segunda, cuya música resulta tan estridente como la del amigo bolivariano: tanta retórica sobre los pobres como corrupción política, enriquecimiento personal y corte de oligarcas que han hecho su agosto. 

El Papa parece auténtico. La presidenta ya sabemos que no lo es. Lo bueno es que ahora, por comparativa, se notarán más sus trampas.

© Escrito por Pilar Rahola el miércoles 20/03/2013 y publicado por el Diario La Vanguardia de la Cuidad de Barcelona, España.


domingo, 24 de marzo de 2013

Del cristinismo al cristianismo... De Alguna Manera...


La fe de los conversos... 


El primer milagro del Pontífice fue el cambio de actitud del oficialismo, de la crítica acérrima a un respaldo religioso. La conversión del cristinismo al cristianismo apenas necesitó agregar una letra. El viraje fue tan vertiginoso e implacable que Cristina, más papista que el papa, elevó al cielo a tres mujeres que odiaba y entregó al infierno a tres hombres que amaba. La tarea de reconciliación se la encomendó a Oscar Parrilli, el “Camarlengo”, quien se comunicó telefónicamente con las tres santas que Cristina nunca tuvo en sus oraciones: Alicia Oliveira, Graciela Fernández Meijide y Magdalena Ruiz Guiñazú. A los tres diablos los mató con la indiferencia. Horacio Verbitsky, Horacio González y Juan Pablo Cafiero recibieron una luz cegadora, un disparo de nieve, diría Silvio Rodríguez.

La Presidenta invitó a Alicia Oliveira a integrar la delegación oficial, y mientras le daba la paz, la besó y le dijo: “Gracias por haber venido, me ayudaste mucho”. Recién llegada de Roma, pude hacerle un par de preguntas a quien más defendió a Bergoglio de la campaña sucia.

—¿El cambio de la Presidenta es un gesto sincero y definitivo o sólo especulación electoral? Usted confesó que había votado tanto por Néstor como por Cristina, pero que ahora lo pensaría dos veces.
—De alguna manera me sentí un nexo para la comprensión entre Francisco y Cristina. Estoy contenta. Prefiero que trabajen juntos y que no se peleen.
—¿Pero la votaría nuevamente? ¿Es una autocrítica genuina de Cristina?
—Rezo para que así sea. Comprendo que es por el bien de todos.
—¿Ahora también comprende a Verbitsky? Hace una semana usted dijo que sus notas eran una infamia de mala fe.
—No tengo comprensión para Verbitsky. Lo que hizo no se lo perdono.

No corren buenos vientos para quien ayer fue vinculado por Jorge Lanata a la redacción de discursos de la Fuerza Aérea durante el terrorismo de Estado.

Graciela Fernández Meijide y Magdalena Ruiz Guiñazú trabajaron con igual coraje en la Conadep (Comisión Nacional sobre la Desaparición de Personas) y ambas fueron blanco de los ataques de parte del kirchnerismo en general y de Hebe de Bonafini en particular. Recibieron insultos terribles y Magdalena hasta debió sufrir un “juicio” en una plaza pública y la incitación a escupir afiches con su rostro. Fascismo primitivo que no tuvo ni una palabra de condena de parte de Cristina.

En su nueva etapa ecuménica, casi mimetizada como papisa del Calafate del fin del mundo, Cristina pareció decirles a Graciela y a Magdalena: “Ego te absolvo a peccatis”. Las invitó a un acto en Morón donde se lamentó porque no hayan podido concurrir y lo expresó con un afecto inédito: “Nos hubiera gustado tenerlas presentes”. La tropa de La Cámpora no entendió demasiado por qué ahora no tenían que silbar (tal como hicieron con Bergoglio en Tecnópolis) a esas “gorilas destituyentes”, como las llamaban hasta media hora antes.

¿Hay oportunismo berreta o lucidez estratégica en la nueva liturgia de Cristina? ¿Es un astuto intento de apropiación del Papa, como dijo uno de sus fieles empleados, o un cambio definitivo que implica arrepentimiento de sus actitudes agresivas y autoritarias?

Fernández Meijide dijo desde París: “Quiero pensar lo mejor. Celebro todo lo que sea amistoso porque nos sobra confrontación. Ojalá la actitud del Papa haya calado hondo en Cristina y comencemos una etapa nueva de unidad en las diferencias”. Magdalena tocó la misma cuerda: “No esperaba la invitación. Ojalá sea un cambio”.

Tal vez éste sea el primer milagro del papa Francisco. El discurso de Cristina en el ex campo de concentración de la Mansión Seré estuvo tapizado de terminología religiosa y finalizó con un insólito: “Que Dios los bendiga a todos y a todas”, que solía utilizar Carlos Menem y que fue prolijamente ocultado por las crónicas de los diarios adictos.

La Presidenta le recordó al papa Francisco que el 13 de marzo fue justo el día de Cristina, mártir de Persia, patrona de los imposibles, virgen y mártir que fue presa y asesinada a golpes de vara. La entronización del Papa desató encendidas polémicas, sobre todo en Carta Abierta, donde se rumorea que Horacio González y Juan Pablo Cafiero dejarían sus puestos en el Gobierno, aunque por distintos motivos.

El titular de la Biblioteca Nacional en su intervención ante los intelectuales por ahora cristinistas condenó a Gabriel Mariotto a integrar una lista demoníaca de derechistas amantes de la superchería entre los que colocó a Elisa Carrió, Mauricio Macri y los genocidas. Créase o no. En pocas horas, Cristina adoptó (¿se apropió?) los mismos conceptos de Mariotto. ¿En la próxima asamblea de los pensadores a la carta, sumarán a la Presidenta a esa nómina? Sorpresas te da la vida. En esa misma discusión, Jorge Luis Bernetti definió a la Iglesia como la “monarquía absoluta más totalitaria que existe en el mundo hoy” y sus conceptos fueron coronados de aplausos cuando dijo: “Comparto la crítica a esta absurda posición demagógica de decir ‘tenemos un papa peronista’ que recoge lo peor del ser nacional argentino”.

La estabilidad de Cafiero también está comprometida (como anticipó PERFIL ayer), pero su situación podría calificarse como un caso de obediencia debida. Estableció relaciones con el ala más reaccionaria y conservadora de la Iglesia porque fue el único camino que encontró para su trabajo diplomático. No porque Esteban Caselli o el cardenal Leonardo Sandri hayan sido santos de su devoción.

Nuestra bendita Argentina no para de patear los tableros de los analistas. En medio de uno de los momentos más complicados e incendiarios de la economía, que tiene  al Gobierno corriendo detrás de los acontecimientos y tapando huecos; paradójicamente, la política le vuelve a sonreír a Cristina donde mantiene la iniciativa. Al principio, estuvo al borde del precipicio montada en su ira contra “ese opositor de Bergoglio”. Pero frenó a tiempo y dio un giro de 180 grados. Dijo aquí no ha pasado nada. “Yo nunca me enojé con Bergoglio, fue un invento de los medios” y a otra cosa mariposa.

Semejante cabriola borocotista fue rechazada por la elite más informada de la sociedad; pero será leída por el ciudadano común como un gran romance entre el Papa y la papisa. Fue un volantazo tan brutal como acertado. Los consultores más creíbles esperan un crecimiento de diez puntos de la imagen positiva de Cristina en la próxima medición. La fe mueve montañas.

© Escrito por Alfredo Leuco el domingo 24/03/2013 y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.



24 de Marzo, Día Nacional de la Memoria por la Verdad y la Justicia.



sábado, 23 de marzo de 2013

Bergoglio opositor... De Alguna Manera...


Bergoglio opositor…

26/5/2006. Clarín y apoteosis K: “La mayor multitud de los últimos veinte años”, destaca. Chiquito, la queja de Bergoglio.

El principal escollo que tiene el kirchnerismo para lograr perdurar en el poder por mucho más tiempo es el abuso que ha hecho de la mentira como herramienta política. Mentir descaradamente puede ser muy efectivo para conseguir determinados logros cuando se toma por sorpresa a los demás. Pero sólo funciona mientras quien recibe el mensaje no sabe que el otro utiliza la mentira como técnica. Cuando el procedimiento se hace obvio, ya tampoco se le cree cuando dice la verdad.

Las consecuencias actuales de las mentiras acumuladas sobre la economía son el mejor ejemplo. Ahora suman las que desmienten que haya existido alguna vez un enfrentamiento entre el Gobierno y Bergoglio cuando el hoy papa era cardenal. Para el jefe de Gabinete Juan Manuel Abal Medina, el distanciamiento entre la Iglesia argentina y el kirchnerismo es un invento de Clarín: “¿Cómo lo de Francisco puede ser algo malo? Uno agarra Clarín y lo central (...) es cómo eso impactaba, un papa argentino, en el Gobierno; si el Gobierno sí, el Gobierno no. Inventan que estábamos enojados y después, como no lo estamos, dicen que cambiamos”, dijo Abal Medina.

Personalmente puedo dar testimonio de lo opuesto: mientras sólo PERFIL criticaba al kirchnerismo y Clarín vivía una luna de miel con el Gobierno, Bergoglio era una de las únicas voces disonantes con el discurso único pro oficialista y me invitó a reunirnos en la Catedral metropolitana. Lo que nos convocaba era precisamente el compartir visiones críticas sobre el Gobierno, mientras que en aquellos años Clarín no sólo no tenía esa perspectiva, sino que la suya era claramente favorable al Gobierno.

El mejor ejemplo es la tapa de Clarín que acompaña esta columna, del 26 de mayo de 2006, que tiene como título principal “Rotunda muestra de poder de Kirchner”; la foto es de una Plaza de Mayo desbordante, y el copete dice: “Habló ante la mayor multitud reunida en los últimos veinte años”. Mucho más chico, abajo, se agrega: “El cardenal Bergoglio criticó ‘la manipulación y la prepotencia’” (encomillando “la manipulación y la prepotencia”).

Aquella reunión con Bergoglio, en el contexto de un Clarín afín al kirchnerismo, fue en su angosta sala del anexo a la Catedral, frente a la Casa Rosada, y el entonces cardenal tenía la radio prendida para que los servicios de inteligencia del Gobierno no pudieran grabar el contenido de la conversación.

Esta es una opinión personal: creo que Bergoglio pudo haber hecho con el kirchnerismo el mismo recorrido que PERFIL, habiendo sido uno de los primeros y mayores críticos, y con el paso de los años quedó transformado en un moderado ante la conversión en antikirchneristas radicalizados de aquellos que comenzaron simpatizando con Néstor Kirchner.

En este tránsito, otro punto de coincidencia es que muchos de los actuales críticos de Cristina dejan a salvo de sus cuestionamientos a Kirchner, posición comprensible porque precisan autojustificar que antes hayan apoyado, mientras que tanto Bergoglio como PERFIL –aunque por distintos motivos– coinciden en tener una opinión desfavorable del ex presidente, y en diferentes campos, en tener una evaluación peor de Néstor que de Cristina. Por ejemplo, PERFIL considera que Cristina Kirchner es más honesta que su marido, y es de imaginar que la Iglesia rescate su mayor fe.

Pareciera que para el Gobierno su relación con Clarín hubiera comenzado recién en 2008, durante el conflicto con el campo, y hubiera borrado de su mente un pasado que ocupa nada menos que cinco de los diez años que lleva en el poder. Siguiendo el mismo comportamiento, eliminará de su mente la relación anterior con el cardenal Bergoglio, dándola por iniciada a partir del viaje de Cristina Kirchner a Roma a comienzos de esta semana. Si Clarín puede nunca haber sido aliado, perfectamente Bergoglio puede nunca haber sido opositor.

No sólo es comprensible, sino que es sensato que a partir de que Bergoglio fuera electo papa el Gobierno modificara su relación con él y la adaptara al nuevo marco de poder. Sería una gran demostración de inteligencia convertir un adversario en aliado. Pero no precisa mentir descaradamente.

Todos los políticos mienten por omisión, minimizando e ignorando temas que les restan votos y exagerando la visibilidad de aquellos que pueden resultarles positivos. Pero la mentira descarada es un acto de violencia intelectual que no suma electoralmente. Termina neutralizándose por la repetición de mentiras y aleja a quienes, pudiendo estar de acuerdo en lo sustancial de ciertas posiciones del Gobierno, no comparten sus formas.

¿Epílogo? Cristina Kirchner también tiene una gran oportunidad con el clima que genera un papa argentino. La de aprovechar la reinstalación de valores ecuménicos para darle una salida no violenta a su Gobierno –y a ella misma para cuando tenga que dejar la Presidencia– si es que Francisco realmente lograra influir de manera más o menos duradera en el ánimo de la sociedad.

Cristina podría cambiar no ya como resultado de un fracaso de su estilo anterior, sino como gesto de grandeza ante algo trascendente. No cedería a las corporaciones del mundo material ni a las limitaciones físicas que impone la economía, sino a una nueva forma de espiritualidad inspirada por un papa argentino.

© Escrito por Jorge Fontevecchia  el viernes 22/03/2013 y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.



Compartimos Esperanzas... De Alguna Manera...


El fenómeno del papa Francisco se mete de lleno en la campaña electoral… 

Oficial. El Gobierno empapeló la ciudad con una imagen del encuentro entre CFK y el Papa.

Los expertos en marketing político reconocen que modificará el tono de la competencia proselitista. Cómo lo usará la oposición. 

A pesar de que el papa Francisco dejó entrever que no visitará la Argentina hasta pasadas las elecciones legislativas de octubre, su figura igualmente promete impactar, y de diversas maneras, en el escenario político. En apenas diez días, Jorge Bergoglio se subió al pedestal de los referentes más importantes del país, lugar que ostentaba hasta ahora Cristina Kirchner en soledad.

Políticos, analistas y publicistas coinciden en que el papa argentino se convertirá en un foco de referencia para la política. Algunos creen que sus frases u acciones automáticamente serán reinterpretadas en clave local. Otros afirman que su estilo, humilde y austero, será un componente nuevo a considerar a la hora de confeccionar las campañas electorales y que incluso muchos lo podrán utilizar como ejemplo (y como reflejo de contrastes). Por último, desde la política ya están todos jugando a su alrededor: unos, abiertamente quieren “apropiarse” de su figura y mostrar buenos vínculos; otros, en cambio, se encargan de achacarle al Gobierno el cambio repentino en su relación, que tildan de “hipócrita”.

De todas formas, todos aclaran que todavía falta tiempo como para analizar el efecto concreto que tendrá la figura del Papa. Los primeros síntomas ya se visualizan en la calle: tanto el kirchnerismo como el macrismo pegaron afiches demostrando su simpatía con el flamante Sumo Pontífice. Para el publicista Martín Baintrub, “los afiches son las pruebas concretas de que al menos se va a intentar utilizar al Papa en la campaña”. Pero aclaró: “Esto es muy delicado porque puede tener un efecto de fuerte rechazo en la opinión pública”. De cualquier manera, consideró que “como dijo Carville en la campaña de Clinton, ‘es la economía estúpido’, termina siendo lo que define las elecciones, allá y acá”.

La socióloga Graciela Römer, por el contrario, sostuvo que “es difícil que la agenda política no sufra un impacto con esta nueva impronta” e hizo referencia a “los ejes que va a imponer Francisco, ejes que la ciudadanía está demandando”. “La ética, el estilo de gestión y la lucha contra la pobreza son temas que todos van a tener que tener. Va a salir mejor parado el que logre capturar todos esos temas”, concluyó.

Para el denarvaísta Gustavo Ferrari, “el cambio de actitud del Gobierno es la evidencia más clara de que su asunción no será neutra e influirá en el escenario”. Además, alertó a “aquellos que se pasen de vuelta” sumándose a su imagen, pero recalcó que podrá ser utilizado como una figura ejemplar. “El contraste con el Gobierno, todos los días, es brutal”, aseveró.

Desde el FAP, Margarita Stolbizer aseguró que ellos no tienen previsto ponerlo en la agenda. “Ya no es terrenal ni doméstico”, explica la diputada. Sin embargo, sus críticas “a los que aprovechan su figura” es otra forma más de girar en torno al Papa.

Amplios sectores de la oposición, además, se muestran contentos por la coincidencia entre algunos de sus reclamos y las posturas de Francisco. Eso, igualmente, difícilmente pueda ser capitalizado por alguien en especial. “Si la Iglesia comenzara a transformarse directamente en sujeto político, no haría más por los pobres y por la justicia, sino que haría menos, porque perdería su independencia y su autoridad moral”, reza un documento del CELAM (Consejo Episcopal Latinoamericano), de cuando Bergoglio lo presidía. Aunque no se identifique con ninguna fuerza, Francisco ya comenzó a ser un sujeto político clave.

© Publicado el viernes 21/03/2013 por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.