Mostrando las entradas con la etiqueta Orlando Barone. Mostrar todas las entradas
Mostrando las entradas con la etiqueta Orlando Barone. Mostrar todas las entradas

sábado, 7 de junio de 2014

Las vacunas de Cristina y los sátrapas de Amado… De Alguna Manera...


Las vacunas de Cristina y los sátrapas de Amado…

El escrache a periodistas, una constante.

El gobierno nacional lanzó el milésimo ataque contra el periodismo de investigación. El sábado 7 de junio se festeja el día del periodismo “pero no de los periodistas” como recordó Cristina Fernández de Kirchner en cadena nacional mientras lanzaba una empresa de medición de rating estatal supervisada por las “independientes” universidades públicas.

Horas después, el vicepresidente Amado Boudou, lanzaba insultos y amenazas contra ex funcionarios de su gobierno, como Graciela Ocaña, y le exigía a Ignacio Ortelli, periodista de Clarín, a que revelase sus fuentes de información para “salvar su alma”. El ex ministro de Economía miraba a cámara, desafiante, como Robert De Niro en Los Intocables, film en el que personificó al gánster Al Capone en los tiempos de la ley seca. Sería exagerado creer que el juez federal Ariel Lijo es el idealista agente federal Eliot Ness que llevó a los tribunales a Capone pero hoy sí representa su espíritu. Los que no son Rodolfo Walsh ni aspiran a parecerse, aunque se cansen de citarlo, son los panelistas de 678.

En pleno exabrupto discursivo, Boudou pidió no continuar hablando pues “me voy a ver tentado de decir cosas que voy a decir el lunes”. “Bueno, no diga” se apuró a contestarle Carlos Barragán deshonrando la profesión periodística mientras homenajeaba al Bernardo Neustadt que, durante los años noventa, le pedía a los funcionarios que si metían la mano en la lata, que no se vea. Barragán no quiso saber, mucho menos, preguntar. Para eso están las 740 preguntas que Orlando Barone se quedó con ganas de hacerle al ex Presidente Néstor Kirchner cuando visitó ese programa en enero del 2010 junto con, por ese entonces, la actriz militante, Florencia Peña.

Como anoche, ni Barragán, Barone, Dante Palma y el ex empleado de la jefatura de gabinete, Edgardo Mocca, le preguntaban nada, el propio Boudou se preguntó “¿Podemos ver quién es Graciela Ocaña? ¿Saben cuál fue el resultado de la gestión de Graciela Ocaña?” Silencio. El vicepresidente comenzó a citar datos extraídos del INDEC o del flamante rating estatal: “respecto del dengue, 26.644 casos, 6 muertos, la epidemia más grande en la historia de la República Argentina”.

Por esa razón, la tarea de Ricardo Forster como secretario del Pensamiento Nacional será ardua: en todos los manuales de historia argentina recuerdan la fiebre amarilla que inundó a nuestro país durante el siglo XIX provocando 14 mil muertos. Un poquito más que los 600 muertos que se llevó la gripe A de Ocaña, “la pandemia con la mayor cantidad de muertos en el mundo” según Boudou obviando recordar que la “hormiguita” fue funcionaria del gobierno de Néstor y Cristina Kirchner que, dicho sea de paso, alguna responsabilidad deben haber tenido en su, supuesta, mala designación.

Y con la frialdad de las estadísticas, ciertas o no, la Presidenta explicó que, gracias a su nieto Néstor Iván, la vacuna contra el meningococo será gratuita. “No sólo provoca la muerte, sino aquellos que quedan vivos, quedan con secuelas” resumió CFK que festejó que, luego de su medida merced a la queja de su nuera por el alto costo de esa vacuna, no morirán más 16 niños por año a causa de esa enfermedad. En 11 años se podrían haber evitado unas cuántas muertes pero, como para el kirchnerismo, la noticia no es el tren que choca sino los tantos que llegan, festejemos la buena nueva.

Al día siguiente, el gobierno nacional que no es capaz de publicar cuántos pobres hay en el país, lanzó el rating para todos y todas. La revolución “nacional y popular” ingresa en su fase final peleando contra Ibope. “Nunca me llamaron” se quejó la abogada exitosa suponiendo que las consultoras del rating saben qué programas ve ella. A la fanática de Games of thrones le encantaría que Ibope le diese la razón y que el fútbol le ganase, todos los domingos, al programa periodístico de Jorge Lanata. Es extraño este país, los cráneos de los medios públicos, descorchan champagne cuando River o Boca miden 20 puntos aunque descreen de las mediciones de Ibope cuando “Esa Mujer” de Andrea del Boca no supera el puntito de rating. ¿En qué quedamos?

Mientras tanto, Hebe de Bonafini estudió el ciclo de la vida de esos pequeños roedores conocidos como “ratas”. Las ratas a las que aludió la mujer que festeja la estatización de su universidad, mientras Raúl Castells continúa una huelga de hambre para que el Ministerio de Educación, simplemente, le reconozca la suya, “viven más porque tienen quien las alimente”. Tanto para Hebe, Amado y Cristina, el periodismo crítico y de investigación obedece, vertical e incondicionalmente, a Héctor Magnetto. Desde 1930, casi todos los argentinos somos directores técnicos frustrados. Pero, cuando el grupo Clarín pasó de ser aliado a destituyente, millones de ciudadanos se transformaron en periodistas frustrados.

Sinó fuese por el periodismo de investigación, el escándalo Ciccone, Sueños Compartidos, la ruta del dinero K, no hubiesen existido para gran parte de la sociedad. Es como si los medios extranjeros, algunos pocos valientes periodistas locales no se hubiesen animado a publicar y difundir las denuncias de las Madres de Plaza de Mayo durante la última dictadura militar. La comparación suena exagerada pero para estos tres periodistas frustrados, la corrupción, el cinismo y la mentira siempre son pecados del “otro”: las corporaciones o un simple periodista que hace su trabajo: buscar la verdad oculta y cuidar a sus fuentes de información.

Mientras Boudou se defendía de las preguntas inquisidoras en 678, Dante Palma, en un rapto de masturbación académica, decía que “el periodismo quiere reemplazar a Dios cuando decía “hágase la luz” y creaba a través de la palabra”. Pero el filósofo fue más allá: “cuando el vicepresidente hablaba recordaba el mito que alguna vez mencionó Orlando, el de Casandra”. “Lo que hacen los medios es atacar a determinados referentes o funcionarios para que nunca se les crea”. (SIC)

En las universidades públicas en las que las carreras de Periodismo y Comunicación han sido mancilladlas, se proponen medir “objetivamente” el rating. Así, luego de difundir las novedosas pantallas en las que 678 será más popular que Lanata y Majul juntos, la Presidenta se irá a dormir contenta, aunque en el fondo sepa, que todo se trata de otro gran engaño. ¿Acaso importa?

© Escrito por Luis Gasulla el Sábado 07/06/2014 y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.


viernes, 23 de agosto de 2013

Todos Golpistas… De Alguna Manera...


Todos Golpistas…


Existe una subespecie del padrón electoral que sostiene no ser kirchnerista, pero que cree que hay muchas cosas que se hicieron bien y que por eso los vota. Algo así como el que te dice que no tiene problemas con el alcohol, sólo le gusta abrazarse a los postes de luz cada vez que sale de joda. O el que te tira que, más allá de conocer a todos los trabucos del bosque de Palermo, no es gay.

Sujetos simpáticos, putean a Amado Boudou por hacerle daño a la imagen de la década ganada, y a Julio De Vido porque hay que putearlo. De Guillermo Moreno sólo les molesta que mienta con la inflación, aunque está claro que los medios monopólicos exageran con la misma y que, en caso de existir, es culpa de los comerciantes. Cuando se les pregunta por el patrimonio de la Presidente, se relajan y afirman que la justicia ya se expidió y no pudieron probar nada. Obviamente, se trata de la misma justicia a la cual habría que democratizar.

Dicen no mirar 678 ni prestar atención a los somníferos escritos por Carta Abierta, dado que los consideran argumentos progres que no suman nada. Precisamente por ello, no se hacen cargo de la demencia senil de Orlando Barone, como tampoco cuentan las denuncias de Sandra Russo o Cynthia García cada vez que dan rienda suelta a las sospechas de complot de sectores financieros que buscan controlar la economía.


Bajo el manto sagrado que brinda hacerse bien el boludo, el “simpatizante afín pero no kirchnerista”, junto con su primo hermano, el kirchnerista crítico, sostienen que todos estos factores le hacen daño al proyecto, pero que no hay que prestarles demasiada atención, dado que hacerlo es prenderse en el juego que busca desgastar la figura de Cristina. Este delirio de ser y no ser choca de frente con un punto básico: quién eligió a Amado Boudou, quién banca a Julio De Vido, quién paga los salarios de 678, quién defiende a Moreno. Y es que se trata de la misma persona que se jacta una y otra vez de ser la única que da las órdenes y de que nada de lo que pasa en su gobierno se hace sin su aprobación.

Para evitar que algún trasnochado perdiera el rumbo en medio de la facilidad que brinda no hacerse cargo nunca de nada, la Presi puso blanco sobre negro en su discurso del miércoles pasado en Tecnópolis, el cual debería ser enmarcado como máximo exponente del evangelio de la Iglesia del Cristinismo de los Últimos Días, dado que fue una apología pornográfica de todos los latiguillos con los que sus santos devotos han intentado convertirnos.

A menos de diez segundos de empezar su exposición, la Presi afirmó que sin los diez años de gobierno kirchnerista, no habría futuro en la Argentina. El cliché de que “el país no termina en la General Paz” se vio un poquito limitado después de las PASO, así que se trasladó a “el país no termina en el Islote Blanco al sur de Tierra del Fuego” y ahora hay que festejar que se ganó en la Antártida, donde habitan un puñado de estatales que dependen de la buena voluntad de Balcarce 50.

Al poner las cosas en orden, cada vez que D’Elía trata de yanki a Sergio Massa son solo “afirmaciones aisladas que no representan al conjunto”, pero Cristina tiró que en Wall Street están contentos con el resultado. En este sentido, cada vez que un sátiro de las veinticuatro cuotas sin interés nos dice que no importa que Abal Medina hable del pasado habiendo sido parte de la Alianza, dado que “es sólo su opinión”, hay que mostrarle que la Presi dijo que todos los demás son el pasado, menos su gobierno. Por supuesto, al momento de recibir la justificación de que el desprecio al que no los vota por parte de la prensa oficialista, hay que tirarles que la Presi sostiene que los votantes no cuentan, ya que ella quiere reunirse con los que no están en las listas.

Entre pucheritos, hombritos y montoncitos con los dedos, Cris hizo gala de sus profundos conocimientos en materia económica al sostener que “en economía cuando vos le das a uno es porque le dejaste de dar a otro, no hay ninguna otra posibilidad”. Obviamente, la generación de riqueza no entra en su cabecita lacrada y ni hace falta calentarse para preguntarle cómo cree que existen países que mantienen su calidad de vida a pesar de la constante expansión demográfica. También tuvo tiempo para enseñarnos que la costumbre de comprar dólares llegó con Martínez de Hoz en los setenta, algo que no me atrevería a cuestionar, dado que pocas personas deben saber tanto como Cristina sobre la gestión del rey de la 1050.

Luego de insultar a todo el arco opositor -y a sus votantes- dijo que quería debatir sin agravios, mientras algunos se preguntaban a quién le hablaba cuando decía que las deudas “las generaron ellos en anteriores gobiernos”, si el que ganó la provincia fue Jefe de Gabinete de su gobierno, asesorado económicamente por el ministro de Economía de Néstor Kirchner y el presidente del Banco Central que puso el difunto expresidente.

El estado de felicidad del kirchnerismo se tradujo en optimismo, las palabras tranquilizadoras de la Presi también sumaron su aporte y, en los últimos días, pudimos ser testigos de la buena onda que reina en el gobierno y de la seguridad que sienten por el futuro que les depara. Luego de que el programa Periodismo Para Todos pusiera al aire un informe en el que mostraron que Cristina paró en el paraíso fiscal Seychelles en su viaje a Vietnam, el Secretario General Oscar Parrilli emitió un informe en el que cuidó las formas protocolares del caso -Sicario Mediático de Magnetto Jorge Lanata, número de matrícula en trámite- y en salvaguarda del orden institucional, por lo que tildó de garcas a los miembros del Poder Judicial y afirmó que las denuncias son sólo con fines de promover la violencia, dado que la estadía en la paradisíaca isla se debió a una “escala técnica”. Y tiene razón: todos los que vamos a Vietnam paramos en el Atalaya de Seychelles para comprar medialunas, otros prefieren el Minotauro de las Maldivas.

Menos de veinticuatro horas después, Parrilli volvió al ruedo para poner paños fríos y afirmó que Clarín le hace la campaña a Sergio Massa, que el que está loquito y nervioso es Lanata y que todas estas denuncias son para que la gente crea que Cristina gusta del lujo y preside un gobierno corrupto. Todas cosas que nadie pone en duda, dado que la eterna empleada estatal multimillonaria compra la ropa en los outlets de avenida Córdoba y que en la totalidad del arco kirchnerista no existe nadie que no se haya quedado jamás con algún que otro centavo.

Sincronizada, la diputada Juliana Di Tullio dijo que los que ganaron las elecciones democráticas en realidad lo hicieron para dar un golpe institucional a la democracia. Se ve que las técnicas cambiaron y lo que antes se lograba con tanques y militares, ahora se hace con votos y señoras metiendo un sobre en una urna.

Para finalizar el fin de semana a todo trapo, la Presi también se hizo eco del informe de Periodismo Para Todos y tiró la bronca en Facebook, al denunciar la impunidad de los que denuncian la impunidad. También afirmó que todo lo que se dice en contra del gobierno es para atacar la memoria del que ya no puede defenderse, o sea de Néstor.

Respecto de esto último, habría que aclarar algo: morir no salva. El hecho de contar con un impedimento permanente para ejercer la auto defensa no implica que no se pueda investigar ni contar lo que haga falta contar. Es una verdad un poco idiota como para tener que aclararla, pero la condición permanente de estar mirando al cielo por el resto de la eternidad, no es causal que justifique la inmediata suspensión de una investigación.


Además, resulta extraño que no se pueda hablar mal de quien no puede defenderse, pero sí se pueda decir que si Belgrano viviera, abrazaría al Modelo de Crecimiento de Villas de Emergencia con base en impresión de billetes, y todo sin que nadie se ofenda por la ausencia de opinión de don Manuel. Del mismo modo, se puede crear un Instituto Revisionista Histórico para que indague en la vida de personas que, por cuestiones biológicas, se encuentran impedidas de poder expresar su parecer sobre lo que dicen de ellos. También es posible decir que Julio Roca era un genocida, que Domingo Sarmiento fue un entreguista, o que los de la generación del 80 tenían tatuados al Tío Sam en las nalgas, que a nadie le preocupa ese temita de que no puedan defenderse.

En mi humilde modo de entender las cosas, que no se pueda siquiera sospechar cómo es que una mina que viajaba en bondi desde Tolosa hasta la facultad haya llegado a convertirse en multimillonaria sin haber ganado diez veces consecutivas el Quini 6, por el sólo hecho de que su marido ya no se pasea entre nosotros, no es más que un mecanismo pedorro en busca de la compasión.

No importa si la pesaban, no importa si se llevaron hasta los sobrecitos de azúcar, no importa si la juntaron con palas mecánicas. Lo único que importa es que Néstor se murió y no puede defenderse, como si no pudieran defenderlo los que supuestamente saben “la verdad”, como si Cristina fuera Kay Adams y nunca hubiera sospechado cómo es que vivían como millonarios con el sueldo de un gobernador, como si hubiera pasado los últimos cuarenta años de su vida en estado catatónico sin preguntarse cómo es que el jardinero llegó a tener una empresa o qué fue lo que pasó con el chofer municipal que terminó al mando de medios de comunicación.

Independientemente del detalle de que Néstor se vio imposibilitado de viajar a Seychelles en enero de 2013 por razones de público conocimiento -se ve que a Cristina le llegan tarde las denuncias y se queja de las bóvedas con delay- lo cierto es que cambiaron la forma de encarar la campaña. La denuncia del último domingo podría haber sido ignorada como ignoraron todas y cada una de las anteriores -convengamos que tampoco fue lo más grave que se haya dicho del oficialismo- pero acusaron recibo de un modo sobreactuado.


Decidieron colocarse en víctimas de un orden superior a todo -como sostiene el docente Luis D´Elía al afirmar que Magnetto gobierna el país desde el 24 de marzo de 1976- que busca impedir que el kirchnerismo se prolongue en el tiempo, que intenta que la gloriosa juventud monotributista no pueda lograr la liberación, que pretende que el país vuelva a épocas oscuras, como cuando gobernaban los jefes de Abal Medina, Diana Conti, Deborah Giorgi y Nilda Garré, o como cuando Cristina, Néstor, Aníbal Fernández y Julio Alak eran tan oficialistas que sólo les faltaba hablar turco, o como cuando César Milani jugaba al poliladron versión 220.

Como forma de recuperar votos, esto de tratar de idiotas a todos los que no los votaron, no creo que garpe mucho, aunque sí sirve de botón de muestra para que vayamos viendo qué nos espera en los últimos dos años de esta concatenación de cagadas empíricas, delirios fundacionales y choreo orgánico que hemos denominado kirchnerismo.

Martes. No todo puede justificarse.

PD: No jodan con que la cuenta de twitter de la Casa Rosada fue hackedada. La próxima, traten que la community manager no se confunda de cuentas en un ataque de nervios.

© Escrito por Relato del Presente y publicado el martes 20/08/2013 por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

 

domingo, 26 de agosto de 2012

Subsidios: no tantos voluntarios K… De Alguna Manera...


Subsidios: no tantos voluntarios K…


Kirchneristas pero no tanto. Quienes, pudiendo, no renunciaron a los subsidios.

El 23 de Noviembre de 2011 el Ministerio de Planificación puso en marcha una WEB para poder renunciar voluntariamente a los subsidios en los servicios públicos. Cristina Fernández de Kirchner apareció como la primera adherente voluntaria a la renuncia de subsidios. “El sistema empezó a funcionar hoy a las 8 de la mañana y ya hay 215 pedidos de eliminación del subsidio”, aseguró el ministro de Planificación Federal, Julio De Vido. Aníbal Fernández sostuvo que “La renuncia a los subsidios es un gesto de equidad” y agregó que ”los tres poderes se estarían sumando“. Veamos hoy, mas de 8 meses después, quienes, pudiendo, dada su situación económica, no se han adherido aún.

Diputados Nacionales.

Algunos que no figuran y fueron electos por la provincia de Buenos Aires son Edgardo Depetri, Remo Carlotto, Mario Oporto, Adriana Puigross, Carlos Kunkel, Luis Francisco Cigogna, María Balcedo, Griselda Herrera, del FPV de La Rioja aunque electa junto a Menem, tampoco. Por Formosa, no figuran los diputados Juan Carlos Díaz Roig y Luis Basterra. Nora Bedano por Córdoba, Isaac Bromberg por Tucumán, María Eugenia Bernal por Jujuy, Julio Catalan Magni por Tierra del Fuego (su compañera de bancada fueguina Rosana Bertone sí figura).

Senadores Nacionales.

No figuran Walter Barrionuevo, Inés Blas, María Jose Bongiorno, María Delarosa, Pablo Gonzalez, Juan Manuel Irrazabal, Sergio Mansilla, José Miguel Mayans. En el caso de Beatriz Liliana Rojkés no figura ninguna propiedad a su nombre, aunque su marido Alperovich sí. Carlos Saúl Menem , aliado al kirchnerismo con su “Bloque Federalismo y Liberación” tampoco figura.

Funcionarios y políticos varios.

Rafael Bielsa, secretario SEDRONAR. Héctor Icazuriaga, Secretaría de Inteligencia. Luis D’Elía (tampoco su Esposa, diputada provincial, ni sus hijos, empleados en ANSES “por contactos”), María José Lubertino, Felisa Miceli, Mario Ishii, Horacio Luis Tettamantti (Subsecretario de puertos y vías navegables), Emmanuel Agis, Subsecretario de Programación Macroeconómica. Eduardo Di Rocco, Secretaría de Asuntos Políticos y Electorales.

Empresarios y periodistas ligados al kirchnerismo.

No figura el santacruceño Lázaro Báez, el ex CEO de YPF Sebastián Eskenazi, el futuro socio de YPF Eduardo Eurnekian, Alberto Grimoldi (felicitado por Cristina hace días, ex Secretario de Industria de Martínez de Hoz).

Tampoco los empresarios de medios (y otros rubros) Sergio Szpolski, Matías Garfunkel y Daniel Vila.

No figuran los panelistas de 678 Dante Palma, Orlando Barone, Carlos Barragán, Luciano Galende. Horacio Verbitsky, y en caso de que no estuviera a su nombre, tampoco figura su mujer Mónica Müller. Ernesto Tiffenberg director de P12, tampoco figura.

Tampoco figuran sindicalistas como Antonio Caló (UOM) o Gerardo Martínez (UOCRA).

Los herederos Máximo Kirchner y Florencia Kirchner tampoco figuran como propietarios o inquilinos de ninguna vivienda.

Página del Ministerio de Planificación. Podés verla ingresando a:
http://www.minplan.gov.ar/subsidios
              
Nota del redactor: Si me buscas por apellido, mi número de inscripción es: 2836

© Escrito por Gabriel Levinas, Paloma Navarro Nicoletti y Lucas Tabaschek y publicado por plazademayo.com el viernes 24 de Agosto de 2012.


domingo, 5 de febrero de 2012

José Luis Cabezas... De Alguna Manera...

No entrar en el juego...

 José Luis Cabezas. Dibujo: Pablo Temes.  

Quince años del asesinato de Cabezas. Vi por la Web el fragmento del programa 6,7,8 en el que Orlando Barone habla de José Luis Cabezas. Desde mi punto de vista, el periodista toca un punto sensible de la labor periodística en la Argentina. Se trata de la relación de la prensa con el entramado mafioso del poder. No me pareció que Barone degradara la labor de Cabezas, sino que sostenía que el fotógrafo era una parte menor de un engranaje mediático con piezas de mayor importancia en las llamadas investigaciones sobre ciertos personajes públicos.

Decir que no murió en Afganistán, como afirmó Barone, no parece contribuir a la buena fe de sus dichos, pero nuevamente creo que no se puede soslayar un tema, y su correspondiente debate, por una desgraciada expresión o una supuesta mala intención del autor de ésta.

Estamos ya adiestrados en calificar las expresiones de acuerdo con quien las emite. Identificamos a nuestros adversarios como si fuéramos burócratas al servicio de una causa sagrada y hacemos lo posible para desestimar, cuando no distorsionar, sus dichos.

Hoy, la prensa oficial y opositora, en general, no parece tener otro modo de acción que el de mostrar la perversión de los de la vereda de enfrente, y en este mundo de perversiones globales, la información no existe; el análisis, menos, mientras se multiplican las acusaciones a los difamadores que siempre están en la vereda de enfrente.

Yabrán era un intocable, e invisible. Por supuesto que nadie podía suponer que la publicación de su foto en un medio masivo iba a provocar su asesinato con dos tiros en la cabeza, y menos aún, que sus asesinos estén en libertad. Nadie lo esperaba ni podía suponerlo, pero esto no significa que no se estuviera consciente de que sí podía suceder, en un país en el que el Estado y sus servicios han llevado a cabo crímenes de todo tipo cuando se descubre una verdad que desnuda su estructura de poder, y que en los llamados gobiernos democráticos este dispositivo no ha sido desmantelado. Ni en tiempos de Menem ni ahora.

Muchos recordarán que en la misma época, en una entrevista a un poderoso dirigente gremial, por la molestia que le causaban las preguntas del cronista, le preguntó sin inmutarse si no quería terminar en el Riachuelo. O la epopeya dolorosa que padecían periodistas y fotógrafos cuando querían conseguir alguna primicia de María Julia, cuando lucía sus pieles, y la funcionaria mandaba a su custodia a que apaleara a los entrometidos paparazzi.

El crimen de Cabezas no sólo está impune, sino que confirma que hay límites por todos conocidos que nos obligan a preguntarnos sobre la protección que reciben o que deberían recibir cronistas, periodistas, fotógrafos, camarógrafos, etc., en investigaciones en las cuales sus espaldas no están cubiertas y la impunidad de los poderosos es la regla.

Cuando se habla de calidad institucional, no es sólo una remisión a una treta de campaña electoral ni un artilugio de republicanos cesantes; se habla de vida y muerte, y cuando esta calidad –para llamarla de un modo poco adecuado– no sólo está ausente; más aún, cuando se la descuida con sorna, hay que tener cuidado.

La paranoia –por no decir la prudencia–, en nuestro país, es un mecanismo de defensa necesario y urgente ante un poder impune con pretensiones de expansión a cualquier costo.

Responsabilizar a editores o dueños de medios de aquel crimen es de cobardes, y una muestra de la degradación, esta vez sí, a la que ha llegado la tarea periodística en la Argentina. Se usa cualquier información con total impudicia con el objeto de denostar a quien se declara enemigo. Pero no por eso hay que entrar en el juego, aunque más no fuere para no colaborar con la decadencia general y avalarla con procedimientos sino similares, con el riesgo de ser confirmatorios, a pesar de las intenciones, de la situación comunicacional que vivimos. Por el contrario, es mayor la exigencia que debemos tener con nosotros mismos para no dejarnos mimetizar por la mediocridad de un periodismo degradado.

Segundo tema. En estos días hemos presenciado una discusión con varios personajes acerca de la identidad política e ideológica de Jorge Abelardo Ramos. Sin entrar en la búsqueda de situaciones, palabras, gestos y cartas personales, que rectifican o ratifican su adhesión menemista, no resulta claro en qué puede llamar la atención que un hombre clave del revisionismo histórico haya apoyado a Menem, a su política de privatizaciones, a sus relaciones carnales con los EE.UU, a su abrazo con el almirante Rojas, los ositos de peluche a los kelpers, porque no sólo fue el único, sino uno más de tantos peronistas que lo hicieron con entusiasmo, lirismo y argumentos. El riojano con patillas, repatriador de Rosas, evocador de las montoneras, representaba lo más noble de la tradición nacional y popular.

Había derrotado a esa especie de socialdemocracia peronista que era el movimiento de la renovación que imitaba al alfonsinismo, y su simbología permitía que se volviera a las fuentes que hicierona la patria grande antes de la integración en el mercado mundial y del aluvión inmigratorio que produjo a la Argentina gringa.

La política de Menem estaba subordinada en importancia a su ideología con sus referentes históricos alabados por la tradición a la que pertenecía. La realidad mundial podía obligarlo a tomar medidas en apariencia no acordes con el nacionalismo de otras épocas, pero a nadie se le ocurría que por eso era un traidor; todo lo contrario, lo consideraban fiel en su amor al pueblo peronista y a los héroes epónimos de la nostalgia colonial y al caudillismo de chiripá, poncho y facón. Sus medidas políticas tan admiradas no hacían más que reflejar su visión de estadista. Veía el horizonte.

Puede recorrer quien disfrute de este tipo de hallazgos las frases de los discursos y declaraciones de políticos y de gente de la cultura nacional y popular, para detectar todas las veces que emplearon la palabra “estadista” cuando se refirieron al ex presidente.

Hoy no sucede algo muy diferente. Lo que importa es la ideología –llamada por los avances de la República de las Letras “relato”– que ha sumado a la epifanía nacional a la juventud maravillosa de la década del setenta y a las Madres y Abuelas de Plaza de Mayo, lo que subordina a esta fe política cualquier medida que pueda ser cuestionable por quien no profese la religión de la argentinidad. Ni los glaciares ni la explotación minera ni los negocios energéticos ni los secretos de Caja ni Sueños Compartidos ni los esfumados fondos de Santa Cruz, nada de una larga lista de objeciones, podrán hacer mella en el credo nacional y popular.

La palabra “estadista” también ha recuperado vigor en la figura esta vez de Néstor Kirchner para trasladarla de acuerdo con el vértigo de los acontecimientos a la actual figura presidencial. Nada cambia, la variación de los factores conserva el producto.

© Escrito por Tomás Abraham (*) y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires el sábado 4 de Febrero de 2012.

(*) Filósofo. (www.tomasabraham.com.ar).