Mostrando las entradas con la etiqueta Martín Sivak. Mostrar todas las entradas
Mostrando las entradas con la etiqueta Martín Sivak. Mostrar todas las entradas

miércoles, 14 de junio de 2017

Murió Ernestina Herrera de Noble… @dealgunamanera…

Clarín y el kirchnerismo: de aliados a enemigos…

Ernestina Herrera de Noble y Cristina Kirchner. Foto: Cedco

Durante la gestión de Néstor tuvieron una muy buena relación. Quedaron enfrentados en el primer mandato de Cristina, tras el conflicto agropecuario. La causa por los hijos Felipe y Marcela.

© Publicado el miércoles 14/06/2017 por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

Comenzaron como aliados y terminaron como enemigos. La relación del Grupo Clarín con el kirchnerismo fue de mayor a menor y terminó de la peor manera con acusaciones cruzadas por los hijos adoptivos de Ernestina Herrera de Noble, Felipe y Marcela.

Cuando asumió Néstor Kirchner en 2003 la buena sintonía llegó a tal punto que no había primicia política que no pasara por el matutino.

El presidente mantenía una buena relación y contactos frecuentes (desmentidos por ambas partes una vez comenzado el conflicto) con el CEO del Grupo, Héctor Magnetto. Días antes de entregar la presidencia en manos de su esposa Cristina Fernández, firmó el decreto que permitió la fusión de Multicanal y Cablevisión. 

La expresidenta se despegaría del tema años después: "La firma de Kirchner solo, no. Está la firma del Jefe de Gabinete también (por entonces, Alberto Fernández). Yo estaba en contra. Fui muy crítica (de esa fusión). Él la impulsó", señaló.

"Kirchner llega como la mayoría de los dirigentes políticos, con esa idea: estar con buenos términos con Clarín. Entonces arma esa suerte de apoyo en (Hugo) Moyano, las organizaciones de derechos humanos, Clarín y el peronismo, como una mesa en la que apoyarse.

Clarín era definitivamente muy importante. Por eso también el acceso periodístico, el buen trato y la cosa de 'amigotes'. Creo que es aparte, el estilo de Kirchner y que Magnetto fue muy receptivo y muchos empleados de su empresa también", señaló Martín Sivak, uno de los periodistas que más investigó la historia del Grupo, en una entrevista con La Izquierda Diario.

La relación comenzó a cambiar con el conflicto agropecuario por la famosa 125 en el año 2008. A partir de ese momento, el gobierno tensó el trato con el Grupo, que a su vez cambió su línea editorial. No hubo marcha atrás: en plena campaña electoral (marzo de 2009) Néstor Kirchner ya con el traje de candidato apuntó contra el multimedio en un acto en Tres de Febrero: "¿Qué te pasa Clarín? Habla con la verdad". 

Ese mismo año se aprobó en el Congreso la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual que comenzó un nuevo enfrentamiento entre el Estado y la empresa para lograr la adecuación de la misma a las nuevas reglas. Sin embargo, al no producirse la adecuación por cuenta propia, se inició una adecuación forzada. La tensión fue tal que hasta se produjo un conflicto gremial y el diario no pudo salir a la calle el 27 de marzo de 2011, con un bloqueo en sus plantas impresoras. 

Luego, se llegó al famoso "7D" impulsado por el entonces titular del AFSCA, Martín Sabbatella para que el 7 de diciembre de 2012 el Grupo presente los papeles como marcaba la ley. En 2013, tras el fallo de la Corte Suprema al respecto, el propio Sabbatella se presentó en las oficinas del Grupo para notificar sobre la adecuación de oficio. En abril de ese mismo año, Guillermo Moreno participó de una asamblea de accionistas del medio y provocó un vergonzoso show mediático frente a las autoridades de la empresa. 

En paralelo a la situación del medio, dos causas muy importantes avanzaron tras años de estancamiento. En primer lugar la de la adopción de los hijos de Ernestina, Marcela y Felipe. En 2010 la casa de San Isidro fue allanada por la Justicia. "Nos hicieron sacar la ropa adelante de siete personas", declaró anoche Marcela Noble Herrera a las cámaras de "El 13" tras el operativo. "A mí me sacaron la bombacha, las medias, el pantalón y la remera. Y a él (por Felipe) también le quitaron todo", relató la mujer.

Sin embargo, en 2015,
 la jueza federal de San Isidro, Sandra Arroyo Salgado, sobreseyó a la dueña de Clarín en la causa iniciada por la denuncia de Abuelas de Plaza de Mayo luego de considerar que no había ninguna evidencia sobre la apropiación tras cruzarse el ADN de los hijos de Herrera de Noble con datos del banco genético de familiares de desaparecidos.

"Nunca, jamás van a pedir perdón. Dicha palabra no esta en sus diccionarios”, escribió entonces Felipe Noble en Twitter, para luego agregar: “Hace tiempo que quedó demostrado, con los ADNs negativos primero, y ahora con el sobreseimiento, que el "relatito" K fue una mentira”.

En cuanto a la causa por la supuesta apropiación ilegal de Papel Prensa, en diciembre de 2016 el juez federal Julián Ercolini sobreseyó a los directivos de los diarios Clarín y La Nación en la causa que había promovido el kirchnerismo y que investigaba la adquisición de la papelera hace 40 años. 

A lo largo de 138 páginas, el fallo recorre las pruebas reunidas en el expediente (testimonios, contratos y documentos de la época, pericias contables y económicas) y concluye refutando todas las acusaciones y declarando la inexistencia del delito: “corresponde dar por cerrado este proceso en razón de que los hechos imputados sostenidos por el Ministerio Público Fiscal y por las querellas no se han cometido”.








domingo, 21 de julio de 2013

El día que "Clarín’ silenció a ‘The New York Times"… De Alguna Manera...


El día que "Clarín" silenció a "The New York Times"…

Distintos. Tapas de ayer de The New York Times-Clarín y la nota descartada porque “es un tema muy sensible”, según la explicación oficial. Foto: Cedoc

La columna explicaba el conflicto Gobierno-Clarín, pero "allí sólo se publica el relato de la empresa". Ayer (20/07/2013) Clarín publicó en la página 2 de su suplemento The New York Times International Weekly una nota sobre el primer ministro de Serbia, Hashim Thaci.  

Reemplazó de apuro una columna que escribí sobre los conflictos entre medios y gobiernos en América del Sur en general, y el de la administración Kirchner con el Grupo Clarín en particular. Esa columna, llamada “Inteligencia”, es una sección fija de la edición internacional del diario estadounidense que el diario argentino ha publicado regularmente.
Clarín no observó errores u omisiones ni reclamó mayor inteligencia. La breve explicación que le dio a The New York Times es que no la publicaría porque “es un tema muy sensible”

Fue una salida elegante para no explicitar que sobre ese tema sólo se publica el relato de la empresa.

The New York Times evaluó que mi columna es equilibrada y respetuosa. En un hecho inusual, decidió subir a su sitio la versión en español para que los lectores pudieran leerla.
La columna, en realidad, intenta sintetizar el conflicto con información familiar para una parte del lectorado argentino. Que las relaciones entre el gobierno de Néstor Kirchner y Clarín fueron mucho más armoniosas que conflictivas. Que el Gobierno le concedió favores estatales, como la fusión de Multicanal y Cablevisión. Que Clarín fue suave en la crítica y que relegó temas incómodos, como los relacionados con la corrupción gubernamental. Que cuando empezó el conflicto, ni el Gobierno ni Clarín dieron explicaciones convincentes sobre la mutua desilusión. Que la metáfora del divorcio parece mucho más precisa que la de la guerra. Que Héctor Horacio Magnetto no da entrevistas a medios argentinos pero sí a extranjeros. El foco de la columna había cambiado.

Semanas después de la salida de mi libro Clarín, el gran diario argentino: una historia, un editor de The New York Times me sugirió que escribiera una columna sobre la prensa “atacada y sitiada” en América del Sur. Le dije que quizás no era la persona indicada, porque esa perspectiva ha limitado la explicación del conflicto a las acciones de los llamados gobiernos populistas o de izquierda-centroizquierda. También ha relegado temas centrales como la propiedad concentrada del sistema de medios, su relación de give and take (toma y daca) con la política y su responsabilidad en el conflicto por coberturas sesgadas y por momentos incendiarias. Le dije que no creía que la democracia estuviese en riesgo y que las metáforas bélicas de las media wars merecían revisión.

El editor del diario me dijo que una lectura más matizada sobre las media wars despertaría mayor interés para los lectores de su edición internacional (llamada también “Lo mejor de The New York Times”). Tiene un público de seis millones de lectores de 35 diarios distintos, como el China Daily de China, El País de España, Reforma de México o Tages-Anzeiger de Suiza. Debería intentar explicar el conflicto a un comerciante en Zurich o a un universitario en Shanghái. Cerré los ojos, pensé en ellos y escribí.

El jueves a la noche, el editor me informó que Clarín no publicaría la columna. Enterados de la novedad, dos amigos que trabajan en otras secciones de The New York Times me llamaron escandalizados por la decisión del gran diario argentino. Me reprocharon que lo tomara como algo relativamente esperable por el conflicto actual y por la historia del diario (y que también pusiera en duda la supuesta condición de diario inmaculado de The New York Times).

Uno me dijo que Clarín estaba haciendo lo que le criticaba al gobierno argentino. El otro, un viejo columnista que ha recorrido medio mundo con el diario, habló con un mapamundi en la mano. “Creo que estamos eligiendo mal nuestros aliados en América latina: que un diario censure un artículo porque no le gusta es no haber entendido al Times: les gusta el prestigio que les otorga, pero rechazan el periodismo del Times cuando habla de ellos”.

© Escrito por Martín Sivak, periodista y autor del libro -Clarín, el gran diario argentino: una historia-, el domingo 21/07/2013 y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.