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lunes, 17 de diciembre de 2012

El problema es Clarín, no la justicia… De Alguna Manera...


El problema es Clarín, no la justicia…


Dos siglos de vida independiente y ciento cincuenta años de constitución no han alcanzado para que la Argentina encuentre un consenso estable, sólido, acerca de la forma de gobierno. Los tres poderes del Estado, concebidos como mutuos contrapesos para limitar el poder y garantizar los distintos derechos de los habitantes, están casi continuamente en pugna procurando librarse de las tutelas de los otros, o frecuentemente entrando en colisión dos de ellos para neutralizar al tercero. A lo largo de nuestra historia, algunas Cortes avalaron los golpes de Estado, algunos ejecutivos intervinieron en la conformación de los cuerpos judiciales e interfirieron en sus decisiones, el nombramiento de los jueces muchas veces se produjo de maneras improcedentes y el papel del Legislativo no siempre fue decoroso. 

El tema debería entrar en la agenda de los consensos políticos imprescindibles, para lo cual es preciso sustraerlos de la política cotidiana y las pequeñeces de las luchas de poder. Es cierto que la vida real es la suma de innumerables matices y complejidades; por eso las instituciones sólo pueden ser diseñadas –si es que se quiere ‘diseñarlas’ para mejorar la calidad esperable de la vida– poniéndose por encima de esas complejidades un excelente resumen de esto puede verse en el artículo de Martín Bohmer:

Corte Suprema: ¿Deferencia mayoritaria o activismo constitucional?, en chequeado.com

El tema que estos días acapara la atención del país, la Ley de Medios audiovisuales y las acciones ante la Justicia de algunas de las partes alcanzadas por la ley, es casi un caso perfecto de libro de texto que ilustra acerca de las difíciles relaciones entre los tres poderes y las dificultades para encontrar un equilibrio entre ellos. Si no llega a ser un caso perfecto es porque está demasiado contaminado de ingredientes políticos.

Cualquier argentino, desde el más ingenuo hasta el más politizado, cree hoy que lo que está en juego no es una concepción teórica o doctrinaria del Estado ni un debate sobre las mejores maneras de regular los medios de comunicación, sino una puja política entre el Gobierno y el Grupo Clarín. El procedimiento esperable, cada vez que una norma legal afecta algún derecho de alguna parte, es ahora definido por el Gobierno como una batalla política. 

La situación me hace recordar un caso que a veces utilizo en mis clases: en la década de los 70, en plena locura terrorista y represiva, un médico pediatra de la mayor reputación profesional cuyas ideas políticas lo acercaban inocultablemente a los grupos subversivos, recibió un pedido de emergencia para atender a un niño de la familia de un alto jefe militar, y se preguntó qué hacer. Según contó tiempo después a quienes lo conocíamos, su decisión fue atender al pequeño paciente cuya vida peligraba; no hacerlo, dijo, hubiera sido politizar indebidamente un caso profesional y confundir sus distintas responsabilidades en la vida; su problema, en todo caso, era el general, no el nieto.

El Gobierno nacional está arremetiendo políticamente contra la Justicia. Su problema es Clarín, no la Justicia; tal vez, mirando más allá, está pensando también en otros objetivos políticos. En esa perspectiva, el Gobierno presiona políticamente a la Justicia y los jueces se resisten. El Gobierno pide a la Justicia que “respete la voluntad popular”; es obvio que esa “voluntad” puede conferir un mandato al presidente de la Nación; según como se interprete lo que eso significa, también a los legisladores; pero los jueces no tienen nada que ver con ella. Los jueces trabajan sobre otra materia prima. Si hiciesen lo que el Gobierno les reclama dejarían de dar sustento al principio básico de la división de poderes, en un sentido, dejarían de ser jueces para ser parte del Ejecutivo. Esa no es la idea detrás de nuestra Constitución; posiblemente tampoco es una idea predominante en la sociedad acerca de un orden institucional mejor.

© Escrito por Manuel Mora y Araujo, Sociólogo y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires el domingo 17 de Diciembre de 2012.