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martes, 5 de marzo de 2019

Anestesia o muerte, el dilema de la política económica de Cambiemos... @dealgunamanera...

Anestesia o muerte: el dilema de la política económica de Cambiemos…


Ante la suba de la inflación, el Banco Central endureció su meta monetaria y calmó el dólar, a costa de prolongar la recesión.

© Escrito poAlejandro Rebossio el lunes 04/03/2019 y publicado por la Revista Noticias de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

A la directora ejecutiva de la consultora Eco Go, Marina Dal Poggetto, le sucedió como Walter, aquel personaje de la publicidad de Telefónica que llegaba de los 80 al año 2000 y no entendía los cambios. Dal Poggetto, una de las economistas más pesimistas sobre la actividad y la inflación para 2019, se fue de vacaciones el 28 de diciembre pasado con un riesgo país por encima de los 800 puntos básicos, que reflejaba un escenario turbulento, y volvió a mediados de enero, cuando bajaba de los 700. Incluso a principios de febrero llegó a 630, mientras el dólar entonces estabilizado permitía que la tasa de interés de referencia bajara del 73% en octubre al 43%.

“Ya está bajando la inflación y lentamente va a mejorar la economía”, proclamó el presidente Mauricio Macri el 13 de febrero. “Hoy es el momento para volver a poner el foco en el desafío del crecimiento”, amaneció al día siguiente el jefe de Estado anunciando beneficios en grageas para ciertas exportaciones del interior. Pero a la tarde pasaron cosas: el INDEC anunció que la inflación de enero fue más alta que la prevista, del 2,9%, y que la interanual se acercaba al 50%. 

Algunos economistas comenzaron a predecir un febrero y un marzo peores en términos de precios y un 2019 con un índice más cerca del 35% que del 30%. A partir de entonces, el dólar comenzó a resucitar, el riesgo país traspasó otra vez los 700 puntos y el presidente del Central, Guido Sandleris, endureció la meta de la base monetaria, con lo que el mercado le exigió una tasa del 49%. Dal Poggetto observó que la realidad volvía a acomodarse.


“En enero, la Reserva Federal (Banco Central de EE.UU.) anunció que subiría más lentamente la tasa y vinieron fondos para los mercados emergentes, incluida la Argentina”, explica la economista.

“Se alineaban los planetas. El viento de cola internacional mataba la incertidumbre electoral. Ahora no cambió el viento de afuera, pero volvió a aparecer la economía real y empezaron a subir el dólar y la tasa”, completa la directora ejecutiva de Eco Go.

Dilema. Y es así como la política económica de Cambiemos vuelve a enfrentarse al dilema de sedación o muerte súbita. Esta última es la devaluación descontrolada del peso, que encendería más la inflación y hundiría aún más la actividad económica. Sería como lo que sufrió la Argentina en abril y septiembre de 2018. Macri quiere evitar ese escenario a toda costa en el año en que buscará la reelección, sin la economía como emblema, pero al menos sin caos. Por eso prefiere la sedación, los cuidados paliativos.

Es decir, el endurecimiento de la meta monetaria, que eleva la tasa de interés, calmar el dólar y la inflación, aun a costa de prolongar la recesion. Mientras, se suceden noticias de despidos, convocatorias de acreedores y cierres (ver recuadro).

En la autoridad monetaria no ven aquel dilema: “Nuestra meta es ser estrictos en la base monetaria para atacar la inflación de base, y reaccionamos tras el inesperado dato de enero. No intervenimos con el dólar mientras esté en la zona de no intervención (entre $ 38 y 49). Y el endurecimiento de la meta tiene un impacto hasta ahí en la actividad, en un país con poco crédito. Afecta más a las colocaciones financieras”.


“Sin el acuerdo de septiembre con el FMI hoy el derrape de la actividad sería más grande y habría más inflacion”, reconoce Dal Poggetto. “Ese acuerdo te alejó del precipicio, que contagiaba a bancos y la deuda. Pero tenés una recesión muy pronunciada y en poco tiempo, lo que se ve en mercado de trabajo, y tenés una inflación alta.

La pregunta es si la economía pegará la vuelta, pero es difícil con las elecciones por delante. No tenés ‘drivers’ (impulsores) de crecimiento: la política fiscal y la monetaria son contractivas, sólo tira para adelante la cosecha y la intención del Gobierno de que los salarios le ganen un poco a la inflación, pero esto lleva a que empresas despidan gente”, advierte la economista, que igualmente valora algunos logros, como la reducción de la deuda pública en manos privadas (reemplazada por la del FMI), la mejora del balance del Central por la licuación de sus pasivos ante la devaluación y la reducción de los desequilibrios fiscal y de divisas.

A Rodrigo Álvarez, CEO de la consultora Analytica, no le sorprendió la alta inflación de enero: “La baja no iba a ser automática, sumado a los aumentos de tarifas de este año”. “La recesión es muy fuerte, lo que te genera una caída muy grande en la demanda de dinero. La gente sólo quería pesos en enero y a principios de febrero por especulación, porque mejoró el humor hacia los mercados emergentes, pero en la Argentina este componente es muy volátil y, cuando cambió la percepción por un elemento que preocupa, cambió la demanda y el Central sobrerreacionó con lógica para evitar otro cimbronazo como los de 2018, no lo puede permitir.

La contracara es la falta de financiamiento por el costo de fondeo altísimo, lo que trae muchas complicaciones para las empresas. Acá se va a discutir el empleo. No veo que vaya a mejorar el salario, al contrario, y eso te contrae más el consumo.

El Gobierno no tiene activos económicos para poner sobre la mesa, más que la estabilidad cambiaria, que puede atender la aspiración de la clase media de ganar más en dólares.

Terminás haciendo lo que el FMI te deja”, analiza Álvarez. Sólo ve brotes verdes en el agro y la construcción privada de quienes tenían dólares y vieron abaratados los costos, mientras prevé que en el segundo semestre los jubilados le ganarán a la inflación. Claro que lo harán después de haber perdido en 2018, de que a unos les quiten el reintegro del IVA y a otros les impongan el impuesto a las ganancias.






sábado, 13 de febrero de 2016

Del verbo Inflacionar... @dealgunamanera...

La inflación de febrero duplicaría a la de hace un año y complica a Macri…

Infografía: A.I.

Mientras el Gobierno considera que “lo peor ya pasó”, las consultoras privadas la ubican hasta en 3%, con un piso elevado para marzo. Diferencias en el equipo económico.

© Escrito por Patricia Valli el sábado 13/02/2016 y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

Febrero es, estacionalmente, una meseta entre los precios del comienzo del año, con incidencia de la temporada de verano, y los de marzo, donde llegan aumentos escolares y de prestadores de servicios. Pero este año, tras la salida del cepo, no lo sería tanto.

Para el Gobierno, lo peor ya pasó, con el pico de impacto con el cambio de administración y expectativa de devaluación, mientras resta ver el impacto de la suba de tarifas, que llegará con las facturas de marzo.

Sin embargo, los economistas advierten que el índice del segundo mes del año está por arriba de febrero del año pasado, de acuerdo a las mediciones de las dos primeras semanas. Las cifras privadas estiman una inflación de entre 2% y hasta el 3% para este mes, cerca del doble del 1,5% que marcó ese mes en 2015.

“Después de las subas con eje en turismo de enero, febrero tradicionalmente es un mes sin grandes aumentos”, explicó la economista del Estudio Bein & Asociados, Marina Dal Poggetto. En marzo, en tanto, además de los precios asociados a la vuelta a clases, impactarán las nuevas tarifas en la electricidad, en particular en el área metropolitana.

Pero este febrero “está dando más alto que el año pasado”, sostuvo la economista, de acuerdo a las mediciones semanales. Entre los factores que explican el nivel del mes, están las subas de peajes y el precio de algunos productos de la canasta como la carne. Los peajes aumentaron un 25%, lo que se suma a patentes y la suba de las naftas, costos que encarecen el transporte, un factor que cruza a todas las cadenas de producción.

Una de las consultoras que encuentra que, en cambio, la suba de precios volvió a los mismos niveles del año pasado en febrero es Elypsis, fundada por Eduardo Levy Yeyati, hoy integrante del directorio del Banco de Inversión y Comercio Exterior (BICE). Los datos preliminares marcaron una suba del 0,3% en la última semana, lo que acumula 0,7 puntos en la quincena.

Según IPCOnline, que mide tendencias de precios en Bahía Blanca, en la primera semana de febrero la suba fue de 0,69%. Otra de las consultoras que miden semana a semana, M&S, la que dirigía Carlos Melconian –ahora en el Banco Nación–, proyectó la inflación en torno al 3% para febrero.

La estimación mensual, en tanto, se encuentra por debajo del 4,3% que marcó en el segundo mes del 2014, cuando sufrió en buena parte el traslado a precios de la devaluación del 22% en enero de ese año, bajo el gobierno de Cristina Fernández. El más reciente traslado a precios, producto de la devaluación del 40% que representó la eliminación del cepo cambiario, tuvo su fuerte en diciembre, que dejó una inflación mensual por arriba del 4%.

Febrero sigue así la tendencia de enero. El lunes, de la mano del diputado massista Marco Lavagna, volverá el IPC Congreso, que estará entre 2,9 y 3,5% para el primer mes del año. El promedio de consultoras privadas vuelve para paliar el vacío estadístico de cara a las discusiones por paritarias, donde la brecha se amplía: los gremios reclaman un piso del 33% y el Gobierno estima que la inflación será del 25%. Los privados, si bien estiman que el segundo semestre podría ser más calmo –a fuerza de recesión– no bajará del 30%.

Temblores. Que no ceda la inflación genera tensiones y desarreglos en el equipo económico y en sus planes para los próximos meses:

* Los economistas que no están junto al ministro de Hacienda,
Alfonso Prat-Gay, le achacan “inconsistencias fiscales” en su plan de metas de inflación.
* En el Banco Central (ver aparte), se juegan todo a la reducción de la emisión monetaria, aunque admiten que daría resultados en seis meses.
* Hay dificultades en planes de créditos oficiales que atribuyen a la suba de precios.
* En toda la organización pública, además, critican que el Indec se haya tomado hasta septiembre para tener datos fiables.

Prat-Gay: “Se baja de a poco”

En medio de las subas disparadas tras la apertura del cepo y que se extienden hasta hoy con nuevos valores para tarifas, prepagas, naftas y peajes, entre otros factores,  el ministro de Hacienda y Finanzas, Alfonso Prat-Gay, reconoció que “no están dadas las condiciones” para bajar rápidamente la inflación por considerar que esto tendría su efecto sobre el empleo y la actividad económica.

El funcionario consideró que la inflación se bajará “de a poco, porque la alternativa de bajarlo rápido implicaría despidos, ajuste fiscal y ajuste social”.

Desde Tucumán, Prat-Gay también aseguró que el Banco Central, concentrado en la política de aspirar pesos para controlar la inflación, es “independiente” y cuenta con  “herramientas para asegurarse de que puede ir de a poco cumpliendo la meta”.


Por otro lado, ayer el Director Nacional de Defensa del Consumidor, Fernando Blanco Muiño, recibió a más de veinte organizaciones de consumidores en un encuentro para presentar las primeras propuestas de gestión. Blanco Muiño adelantó a las asociaciones que se lanzará próximamente un sistema electrónico de publicidad de precios donde los supermercados deberán informar en tiempo real los valores de aproximadamente mil artículos de la canasta básica, que se podrá ir actualizando si lo piden las asociaciones.