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domingo, 14 de octubre de 2012

Reportaje a Leandro Despouy... De Alguna Manera...


"El Gobierno ha aniquilado los organismos de control"…

Opinión. "Yo creo que hay razones coyunturales, estructurales y también la actitud epidérmica del gobierno respecto de todo lo que signifique control".

Reportaje a Leandro Despouy. El abogado y dirigente radical explica por qué el oficialismo quiere destituirlo de la presidencia de la Auditoría General de la Nación (AGN), y recuerda que desde la gestión de Néstor Kirchner se ignoran los informes del organismo, como el que advertía sobre los riesgos de que se produjera un accidente como el de Once.

Un hombre de carácter (de los primeros que volvieron del exilio cuando la democracia y, luego, en los 90 permaneciendo en soledad en Haití como cabeza de la delegación de la OEA, pese a la revolución que azotaba la isla) hoy recibe los intentos kirchneristas de echarlo de la Auditoría General de la Nación.

—Hace pocas horas usted tuvo un apoyo masivo de la oposición –recordamos–. Esto no es frecuente, ¿por qué piensa que se ha desencadenado ese ataque masivo del Gobierno contra su permanencia en la Auditoría? ¿Es acaso porque la catástrofe del Sarmiento, en febrero, ha puesto al desnudo el destino de cuantiosos subsidios que usted ha investigado?
—Yo creo que hay razones coyunturales, estructurales y, también, la actitud epidérmica del Gobierno respecto de todo lo que signifique control y, sobre todo, control creíble. Porque aquí no se trata de que haya solamente informes de la Auditoría. Hoy los informes de la Auditoría son comentados, transmitidos y comunicados y, al mismo tiempo, fuente de una actuación importante de la Justicia. Entonces, responder a la pregunta de si es meramente epidérmico o es un brote propio de un Gobierno que no acepta el control corrobora el hecho de que ha aniquilado ¡a todos los organismos de control! Los ha destruido. Los ha adormecido y podríamos hablar de ejemplos muy concretos. Pero, también, yo creo que hay situaciones muy específicas. Ahora bien, saber si esta actitud obedece a las auditorías que hemos aprobado, significaría que estamos hablando de la gota que rebalsa el vaso. ¿Y por qué digo esto? Pues porque fue realmente intempestivo el comportamiento de la Comisión Parlamentaria Mixta Revisora de Cuentas después de haberme reconocido siempre. Hace de esto más de diez años… Y, un día, ¡de golpe, me dice que no soy más auditor general desde los dos últimos años! Bueno, esto es un acto destitutivo infundado y no tiene ninguna solvencia ni siquiera como explicación lógica. Más allá de la ausencia de competencia jurídica. Pero son auditorías que están marchando; que han servido de fundamento a muchas decisiones.

—Pero también ustedes han presentado otras auditorías.
—Sí. Y la Comisión Parlamentaria Mixta las ha enviado al Congreso, las ha aprobado. Por ejemplo, hay un informe sobre la Oncca (Oficina Nacional de Control Comercial Agropecuario) que es realmente muy importante. Es todo un estudio que hemos hecho sobre la ejecución presupuestaria. La forma con la que se manejaban, por ejemplo, con apuntes, ¡miles de millones de pesos! Sin embargo, no logramos que el Congreso lo pueda tratar. Seguramente ellos, la Comisión Parlamentaria Mixta, sabían que yo plantearía este tema. Y otra de las cosas que no tiene explicación es que no traten la cuenta de inversión. Es cierto que hay observaciones muy serias de parte de la Auditoría en la cuenta de inversión. Pero es irracional que no lo traten teniendo ellos mayoría como para un debate. Ahí hay algo difícil de entender porque eso daña mucho al Ejecutivo. Imagínese, no tratar los informes.

— ¿Desde cuándo no se tratan los informes?
—Prácticamente desde la gestión de Néstor Kirchner. Tampoco en la de Cristina.

— ¿Cuáles son los informes que no se trataron en la gestión de Néstor?
—Por ejemplo, los que corresponden a sus tres últimos años. Y todos los de Cristina Kirchner… entonces, yo me pregunto, ¿acaso la Presidenta no suele decir “a mí me interesa que me indiquen cuándo hay alguna situación y no que me anden criticando”? Bueno, lo que indico yo, como auditor general, es decirle que “no hay explicación de que, teniendo usted la mayoría, no trate los informes y los dictámenes acerca de cómo han ejecutado el presupuesto”. Es cierto que hay observaciones porque aparece muy probado que hay un presupuesto que se aprueba y un presupuesto que se ejecuta. Pero, bueno, le estoy dando un ejemplo claro de algo que no tiene explicación. Creo que habría un interés mayúsculo de parte del Ejecutivo para que se trate mientras Cristina cumple las funciones de Presidenta. Pero, si no lo hace, si alguien desconoce que su propia mayoría no impulsa el tratamiento de esas cuestiones. ¿Será también por algunas auditorías que vienen? ¿Por qué no pensar en eso?

— ¿Cuáles son las que vienen?
—Le explico: de las que ya hemos hecho, la auditoría que acabamos de realizar y que he mandado a la Comisión Parlamentaria Mixta. De ésas, una sola fue aprobada por la Comisión y enviada al Congreso. Otras son las que nosotros enviamos y que la Mixta no trata. Por ejemplo, la cuenta de inversión, y otras, como acabamos de enviar recientemente, acerca de la Asociación Tupac Amaru de Milagro Sala. Allí aparecen las mismas desviaciones que en todos los programas de vivienda.

— ¿Tipo los programas de vivienda de Hebe de Bonafini?
—En el caso de Sueños Compartidos, allí todavía estamos auditando. Pero en los otros, en los que ya hemos concluido, como Tupac Amaru no solamente hay un problema en la calidad de las viviendas, sino que vemos esencialmente una ausencia de rendición de cuentas, un manejo discrecional de los fondos y una forma de ejecución dentro de la cual se manejan con cheques diríamos… privados… Cheques de 50 mil pesos, por ejemplo, lo que permite que los reciba la Tupac Amaru y pueda distribuir todos los fondos de acuerdo a un manejo no registral ni contable y ni siquiera de acuerdo al nivel de administración financiera que establece criterios muy concretos de ajustes contables de rendición de cuentas propios de fondos públicos. Y estamos hablando de sumas muy importantes. Lo otro que se verifica es que la gente vive, efectivamente, en la vivienda, pero no tiene la propiedad.

— ¿Cómo…?
—Es decir que, misteriosamente, nos encontramos con una situación muy extraña.

—Pero, ¿no hay escrituras?
—No. No hay escrituras. Han hecho las cosas de manera de mantener una especie de dominio. Un dominio –reitera Despouy–… y esto es de enorme gravedad porque falta un control de todo tipo. Se trata de propiedad privada. Son viviendas. Son fondos del Estado. Entonces, ¿será que estos informes avanzan y que la Comisión Parlamentaria Mixta no quiere recibir más informes de esta naturaleza? ¿Serán los que vienen? Nosotros, en las próximas horas, tenemos en examen, en el Colegio de Auditores Generales, varios informes.

— ¿Por ejemplo?
—Son informes elaborados por los técnicos y los científicos. Están debidamente procesados y se encontrarían ya en condiciones de aprobación. Hay situaciones de manejo de fondos; venta de títulos. Nosotros hacemos una auditoría del Estado muy intensa y muy concreta, pero tenemos también sobre el Servicio de Superintendencia de Salud que habla muy claramente de la situación de cómo, en 2009, el Estado recibió 2.400 millones y solamente distribuyó (entre APE y las obras sociales) 128.400 millones. La mitad quedó entonces en propiedad del Estado cuando, en este país, más de la mitad de las obras sociales están al borde de llegar a una situación de emergencia. Hay comportamientos estatales muy graves con respecto a… y eso habilita a nuevos reclamos. Supongo que las obras sociales van a tener, a partir de eso, un fin muy claro para plantearse. Estamos por aprobar ese informe que ya está en condiciones. No lo pude hacer en la última reunión, pero lo haremos cuando haya quórum.

Por ejemplo, tenemos todos los informes sobre Acumar.

—Explíqueme, por favor.
—Acumar es toda la cuenca del Riachuelo. Nosotros hemos hecho una auditoría ambiental muy completa. Hemos auditado también la ejecución de los fondos a través de los préstamos internacionales. También, antes, hemos auditado a Aguas Argentinas etc., y ahora se le obligó al Gobierno a establecer un plan único, que es el Plan Integral de Saneamiento Ambiental. Ahí tenemos más de 100 mil millones de pesos. Ya están en ejecución cerca de cuatro a cinco mil millones. Nosotros, por la sentencia de la Corte, tenemos la competencia para auditar cómo se ejecutan los fondos en el Saneamiento Ambiental. Bueno, todos estos son informes que tenemos que presentar a la Corte Suprema de Justicia por ser parte de la sentencia de la Auditoría. Hemos elevado también una solicitud muy importante de la Corte con respecto a la situación particular de las empresas que podrían haber tenido relación con una empresa familiar del juez interviniente y designado por la Corte para la ejecución de la sentencia… Nosotros ya tenemos todo ese material producido. Es muy importante para el país, para la Corte. Y hago toda esta reflexión porque tenemos también algunas cuestiones vinculadas a tarifas telefónicas.

—Mire, doctor Despouy, visto de afuera, periodísticamente, ¿podríamos decir que lo que ha reforzado esta ofensiva contra usted es el hecho de que hubo en la catástrofe del Sarmiento 51 muertos y 700 heridos? ¿Y subsidios cuantiosos que no se sabe adónde han ido? Todo esto es para que usted no avance. ¿O no?
—Yo creo que sí. Pensando en las auditorías que hemos hecho, ésta, la del Sarmiento, debe ser probablemente la más emblemática porque tiene la particularidad de ser una auditoría que, en principio, preanuncia que las prestaciones del servicio de trenes son deplorables, que la situación de inseguridad es alarmante. Y eso la auditoría lo prueba. Lo señala. Incluso advierte sobre cuestiones como la ausencia de frenos justamente en el lugar donde se va a producir el accidente. O sea que estamos hablando no sólo de la debilidad de los frenos, ¡sino también de todos los sucedáneos del freno! Me explico: cuando no funciona un freno hay otras alarmas, otros mecanismos. Está el freno de seguridad, la forma de contención que hace que un accidente ¡no se transforme en una tragedia! Cuando desaparecen todos esos elementos hay algo premonitorio que ya parece estar dicho. Cuando realizamos la auditoría hemos hecho este tipo de verificaciones en este tema y hemos tomado fotografías en nuestra página web y, de pronto, me he encontrado con que me llama un periodista y me dice que acaba de saber que ha ocurrido un accidente en tal lugar y me dice “… en el informe de ustedes, en la auditoría, hay una foto que justamente señala que allí hay condiciones pésimas, ¡y acaba de producirse un accidente en tal lugar!..”. Es decir que el periodista me contaba una historia que nosotros ya habíamos preanunciado.

— ¿Se trataba de la tragedia del Sarmiento?
—En este caso, del Mitre. Pero vuelvo a la tragedia de Once y a esa auditoría que habíamos hecho con anterioridad. En ella se mostraba que había un manejo de fondos completamente discrecional. Con desvíos, con posibilidades de corrupción. En fin, una serie de situaciones. Y ¿por qué lo decíamos? Simplemente porque no iban al destino correspondiente. Por ejemplo, los fondos no se aplicaban a las tareas de reparación o de mantenimiento. Tampoco a la inversión, cuando la propia empresa debía haberlo hecho. Un comportamiento del Estado en el que decíamos que se había formado ¡una especie de cultura del incumplimiento! Como que el Estado cultivaba el comportamiento de los incumplimientos de los empresarios. ¿Y de qué manera? Mire, cuando uno hablaba con los empresarios ellos argumentaban: “¡Nosotros no recibimos todos esos fondos que se dicen que recibimos!”. Y nosotros: “¡Pero ustedes dicen recibirlos!”.

—Perdóneme, Despouy, ¿acaso esos fondos no se entregan contra un recibo?
—En el caso de los subsidios, el gran problema (y lo hemos dicho desde el principio) es que no hay rendición de cuentas. Por lo menos no las ha habido en las gestiones anteriores. Este nuevo ministro ha tomado algunas disposiciones que podrían indicar lo contrario, pero en todo caso, nosotros les decíamos: “No puede ser que el Estado siga invirtiendo tantos fondos públicos sin rendición de cuentas. Sin examinar si se aplicaron o no a su destino y sin comprobar el impacto, que teóricamente, deberían tener por su naturaleza de subsidio.” Se transformaban entonces en una especie de pago para los operadores para que no aumentaran las tarifas, pero en todo caso, las empresas no cumplían porque si cumplían perdían el subsidio. Había entonces allí una actitud propia del Estado, pero además, nosotros veíamos que muchas veces los grandes liberales en la entrega de subsidios son los gobiernos.

—Bueno, como el caso de Aerolíneas.
—… Veíamos una gran liberalidad en la entrega de subsidios por parte de Jaime, de Schiavi, pero al mismo tiempo, Jaime se beneficiaba de prebendas de las propias empresas que él favorecía. Con lo cual ahí vemos claramente una actitud que debería ser examinada por la Justicia y encuadrada dentro de lo que puede ser una conducta delictiva. Quizás le estoy dando demasiados detalles, pero después de la catástrofe de Once, hicimos otro informe con el cual ya tuvimos dificultades para que se aprobara. Recuerdo, por ejemplo, que los auditores del oficialismo me proponían que lo aprobáramos después etc., etc. A pesar de eso, lo sacamos. Pero allí aparece claramente que las observaciones que habíamos hecho en 2009/2010 se mantenían intactas porque la conducta no había cambiado. Y es importante saber que son estos informes de auditoría los que sirvieron en primer término para que el juez, después del accidente, decretara que nadie podía salir del país. Lo que se está examinando es el procesamiento de Jaime, de Schiavi y de Cirigliano. Y ahí voy a su pregunta inicial: ¿por qué este ataque? Bueno, puede ser un intento para que yo no avance o para invalidarme. Y le diré más: si yo fui un auditor ilegal entonces soy un auditor trucho. Y si soy un auditor trucho todo lo que he firmado no es válido y, por lo tanto, tengo que devolver los salarios que he cobrado (tal como plantea Aníbal Fernández) y cae la virtualidad jurídica. ¿Se imagina usted, si esto fuera cierto, a todos los abogados defensores de los principales personajes de este país acusados de corrupción, presentándose en Tribunales diciendo: “Que caiga ese informe de auditoría en el cual alguien está siendo procesado porque el presidente de la Auditoría era un presidente trucho”?

Como usted comprenderá, el tema es de enorme gravedad.

Tan grave que, horas más tarde de haber mantenido esta conversación, los auditores del Frente para la Victoria se negaron a dar quórum a la convocatoria del doctor Despouy porque recibieron órdenes de desconocer al presidente de la Auditoría General de la Nación. Tenazmente, éste convocó a otra reunión.

En el ínterin la Suprema Corte de Justicia convocó a la Audiencia Pública sobre el saneamiento de la cuenca Matanza-Riachuelo de la que, en este momento, está participando el presidente Leandro Despouy, a quien ciertamente no le ha tocado un país fácil.

© Escrito por Magdalena Ruíz Guiñazú y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires  el domingo 14 de Octubre de 2012.


jueves, 23 de agosto de 2012

De Pirañas, Trenes y CFK... De Alguna Manera...


La madre de una de las víctimas de la tragedia de Once reveló el duro diálogo con la Presidenta...


Familiares y allegados de las víctimas reclamaron justicia, a seis meses de la tragedia. Foto: DyN

Familiares y amigos de los 52 muertos cuestionaron al Gobierno nacional y volvieron a reclamar justicia para "las pirañas" responsables del accidente.

A seis meses de la tragedia, y ante la participación de familiares, amigos y allegados de las víctimas en el acto de conmemoración, la madre de uno de los 52 muertos por el choque de la formación de TBA en la Estación Once, recordó el incómodo intercambio que mantuvo con la presidenta Cristina Fernández de Kirchner en la Casa Rosada, casi quince días después del accidente.

Zulma Ojeda Garbuio había responsabilizado ante un canal de TV a la Presidenta por la tragedia de Once y regresaba a su casa, ubicada en la localidad bonaerense de Ramos Mejía. Su hijo, el gestor Carlos María Garbuio, de 32 años, había muerto en uno de los accidentes ferroviarios más grandes de la historia argentina.

Comenzaba marzo y al llegar a su vivienda escuchó que sonaba el teléfono. Levantó el tubo y le habló el secretario general de la Presidencia, Oscar Parrilli. Según reveló DyN, el funcionario le dijo que la jefa de Estado la había visto por televisión y que quería concederle una entrevista.

"Después recibí tres llamados más de Parrilli, con quien nos pusimos de acuerdo y pactamos una entrevista en la Casa Rosada para la tarde del 6 de marzo", recordó, al finalizar en el hall central de la terminal de la línea Sarmiento el oficio religioso en memoria de las víctimas.

De acuerdo con las palabras de Ojeda, durante su encuentro con la mandataria, le dijo: "Presidenta, usted está rodeada de pirañas y una es (el por entonces secretario de Transporte Juan Pablo) Schiavi".

"Ella me dijo: 'No hables así de él, pobre, que tuvo un grave problema de salud producto de este hecho", contó la mujer. Según relató la madre de la víctima, la Presidenta le habría manifestado: "Vos, ahora, hablás desde el dolor, pero todavía no sabés bien de qué se trata".

"No entendí qué me quiso decir... Si la muerte de su marido suponía un dolor mayor a la del deceso de mi hijo. No comprendí, pero lo único que me nació fue decirle: 'Haga el ejercicio imaginario de poner en el cajón en el que enterramos a mi hijo al suyo, Máximo. Nosotros a usted no le interesamos'. Y no habló más", relató.

Con esas palabras, la mujer pidió justicia por las víctimas del accidente. "Que me ayuden a llegar a las pirañas que mataron a mis hijos", exclamó, al tiempo que extendió el calificativo a otros funcionarios, como “(el ministro de Planificación Federal, Julio) De Vido".

"¿Te creés que la Presidenta y los funcionarios que la rodean no sabían de los negociados en los trenes?", interrumpió Graciela Bottega, madre de otra de las víctimas mortales.

© Publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires el miércoles 22 de Agosto de 2012.

Las fotos:











domingo, 11 de marzo de 2012

Efecto boomerang... De Alguna Manera...

Efecto boomerang...

'Unplugged'. ¿Hace falta que te diga quién es? Dibujo: Pablo Temes

Caso Boudou. Explicaciones que más que aclarar, oscurecen. El vicepresidente y Echegaray realimentan la crisis.

“Es notable ver cómo se desgarran la piel desde los comunicados, las solicitadas, las declaraciones, etc. Evidentemente no miden el riesgo al que se exponen cada vez que hablan.” La frase, dicha por una fuente judicial que sigue al detalle el caso Ciccone, Boudou y compañía, resume, a su vez, el verdadero zafarrancho que en el Gobierno está causando este caso. Por eso es que la Presidenta ordenó que el Gobierno salga al rescate del vicepresidente, tarea nada sencilla por cierto. Es que Amado Boudou está en el centro de una tormenta que se ha realimentado fuertemente. En menos de siete días el vicepresidente pasó de decir en el programa “goebbeliano” 6, 7, 8 que no iba a hablar del caso, porque eso equivalía a convalidar el armado de una mentira de los medios que no responden al Gobierno, a explayarse sobre el affaire a través de distintos reportajes que transitó con notable comodidad, a los que encima después debió salir a enmendar, ya que varias de sus afirmaciones fueron desmentidas por la realidad. 

Como parte de esas “aclaraciones que oscurecieron” que no coincidían con los hechos, Boudou tuvo que salir a reconocer que era mentira que no hubiera tenido nada que ver en el visto bueno que la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) dio para el levantamiento de la quiebra de la ex empresa Ciccone Calcográfica, acción que fue el puntapié inicial para esta maniobra –altamente sospechosa de fraudulenta– de la fabricación de billetes de cien pesos que, a causa del impacto público negativo que está teniendo su difusión, está por ahora congelada.

La decisión de defender a Boudou fue tomada por la Presidenta en la noche del miércoles, después de su “Aló Presidente” con el que inauguró la galería de los ídolos populares en la Casa Rosada. Como parte de esa defensa, se le ordenó al titular de la AFIP, Ricardo Echegaray, montar una conferencia de prensa destinada a quitarle envergadura a la participación del vicepresidente en el proceso que llevó al levantamiento de la quiebra de la empresa de los hermano Ciccone. En su exposición, Echegaray señaló que la participación de la AFIP no había sido algo inhabitual ya que había habido otras 350 empresas a las que se benefició echando mano de un mecanismo similar. 

Hasta ahí las cosas iban bien. Pero todo eso se desmoronó de un soplo cuando un colega preguntó, con tino, si en todos los otros casos se había verificado la misma intervención por parte del entonces ministro de Economía, Amado Boudou. La respuesta –que no sorprendió– de Echegaray fue rotunda: “no”. Y con esa respuesta todo el andamiaje defensivo de la figura del vicepresidente, trabajosamente elaborado durante 48 horas, se vino abajo. Claro que todo ese embrollo en el que se metió el administrador de la AFIP no terminó ahí; su exposición y las acusaciones de evasión impositiva, emisión de facturas “truchas” y sellos apócrifos que hizo contra la empresa Boldt son delitos por los que hay también causas abiertas contra Ciccone. Pero eso Echegaray no lo dijo. ¿Acaso lo olvidó?

Para empeorar las cosas, también las solicitadas de parte de la empresa. Fueron dos. En la primera de ellas Guillermo Reinwick, que firma como el principal accionista de The Old Fund SA, poseedora del 70% de la Compañía de Valores Sudamericana (CVS), actual nombre de Ciccone, señala que Alejandro de Paul Vandenbroele es director a cargo de la presidencia de dicha empresa. Curiosamente Reinwick, que es yerno de Tadeo Ciccone y figura como deudor impositivo en la provincia de Buenos Aires, señaló que demoró la respuesta a las denuncias por hallarse de vacaciones en el Uruguay (sic). 

Las cosas, evidentemente, no han ido bien ya que el jueves 1° de marzo Alejandro Vandenbroele publicó su propia solicitada en la que se presenta como presidente de la Compañía Sudamericana de Valores. Todo esto es llamativo, ya que Vandenbroele figura en la AFIP como trabajador autónomo categoría T1, lo que significa que no podría tener ingresos superiores a los 15.000 pesos anuales. ¿Será eso lo que cobra como presidente de CVS?

Aún falta saber varias cosas. Una de ellas –fundamental– es quiénes son los reales propietarios de la empresa The Old Funds, que fue la que aportó los fondos para el levantamiento de la quiebra de Ciccone. Como ya se adelantó en esta columna, uno de los que tuvo activa participación como aportante fue Jorge Brito, el presidente del Banco Macro –a quien hasta hace poco se lo apodaba “el banquero del poder”–, decisión por la que su socio de entonces, Eduardo Ceballos, decidió alejarse del banco.

Lo más duro para Boudou es que, más allá de lo que vaya a suceder en el ámbito judicial, para cuya comprensión es importante tener en cuenta que la maniobra de la contratación de la ex Ciccone con el objeto de fabricar billetes de cien pesos no se concretó, está claro que los hechos que se vienen denunciando a través de la investigación periodística son ciertos, circunstancia que al vicepresidente lo deja mal parado.

El pedido de juicio político que ha hecho la oposición no tiene ninguna posibilidad de prosperar, pero los que dentro del Gobierno a Boudou lo quieren tanto como a la nada, no hacen nada por ocultar el placer que les produce verlo en este trance que socava sus ambiciones políticas.

Con todo, Boudou no es el único problema que enfrenta el Gobierno en estos días. La discusión en comisión del proyecto de ley de reforma de la Carta Orgánica del Banco Central de la República Argentina ha dejado al desnudo los problemas económicos de Kirchner. La confesión clara que hizo la presidenta del Banco, Mercedes Marcó del Pont, fue una confirmación de esa situación. “Es esta reforma o el ajuste fiscal”, reconoció la funcionaria.

A Juan Pablo Schiavi, el inefable ex secretario de Transporte de la Nación, lo echó la realidad. Cuesta creer que a la Presidenta le haya llevado tanto tiempo darse cuenta de ello y pedirle la renuncia recién dos semanas después de sucedida la tragedia de Once que, con su saga de 51 muertes, enluta nuestro presente. Nadie sabe por qué laberíntico proceso la Presidenta eligió como nuevo secretario a Alejandro Ramos, intendente de reconocida gestión en la localidad santafesina de Granadero Baigorria, que no tiene ninguna experiencia en el complejo campo del transporte público. 

Lo ocurrido en la ceremonia de su asunción no dejó de llamar la atención. El punto más impactante sucedió cuando, al ser pronunciado el nombre de Juan Pablo Schiavi, la concurrencia prorrumpió en aplausos. Fue, al fin y al cabo, una muestra de indiscutible desprecio a los 51 muertos y los centenares de heridos que dejó la tragedia de Once que, a la manera de un karma, habrá de cargar por siempre sobre su espalda el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner.

Producción periodística: Guido Baistrocchi

© Escrito por el Doctor Nelson Castro y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires el sábado 10 de Marzo de 2012.