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domingo, 17 de septiembre de 2023

Un moneda al aire... @dealgunamaneraok...

Una moneda en el aire…


Por las buenas, o por las otras... ‘Pato’. Dibujo: Pablo Temes

La incertidumbre y la crisis económica y social, han puesto en alerta a la sociedad.

© Escrito por Nelson Castro el sábado 16/09/2023 y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, República Argetnina.

La Argentina ha quedado a merced de un gobierno de nerones a quienes lo único que les interesa –y desespera– es mantenerse indefinidamente en el poder. A la cabeza de esta locura está Sergio Massa. El ministro de Economía y candidato está decidido a todo en pos del objetivo que lo obsesiona: ganar la elección presidencial de cualquier manera y a cualquier costo. El 12,8% de inflación del mes de agosto fue una cachetada para el exintendente de Tigre. Por eso salió el mismo miércoles, con una batería de anuncios que se ampliaron el jueves. Alguien debería decirle que no se puede tapar el sol con las manos. Todos esos anuncios, que responden a un “plan platita” de manual, son absolutamente inflacionarios. Claro, si nada de esto surge efecto –y la historia indica que no lo hará– el problema mayúsculo autogenerado, quedará para el ganador de las elecciones generales. 


Luego de perder las PASO en agosto de 2019, el entonces presidente Mauricio Macri, quiso poner en práctica una reducción del IVA, que es una de las medidas de alivio que tomó el Gobierno; los gobernadores peronistas lo amenazaron con recurrir a la Corte Suprema, visto que esos fondos que dejaba de percibir el fisco eran coparticipables. Por ende, esa menor recaudación los afectaba directamente. “Esa es plata nuestra y no puede apropiarse de ella” dijo el gobernador de Córdoba, Juan Schiaretti. Por lo bajo, otros gobernadores peronistas dicen lo mismo. Pero hay todavía más. El plan está hecho a las apuradas y contempla la reducción del IVA para las compras con tarjeta de débito. No tiene en cuenta las tarjetas prepagas emitidas por empresas del sector fintech que, justamente, están en manos de millones de argentinos que no tienen acceso a la banca tradicional. Luego del anuncio, en el Gobierno se comprometieron a revisar la medida en pos de incluir al sector. Otra consecuencia más de la improvisación empujada por la urgencia de los anuncios electoralistas, que terminan dando letra al otro plan recurrente: el “vamos viendo”. 


El anuncio de medir la inflación semanalmente responde a la misma lógica neroniana. Hace recordar mucho a lo que sucedió en aquellos días, en los que un enseñoreado Guillermo Moreno dispuso la intervención del Indec para distorsionar el índice de precios al consumidor (IPC), que tanto le disgustaba a él y a la entonces presidenta, Cristina Fernández de Kirchner. 

Todas estas iniciativas, que son disparatadas, persiguen un doble objetivo: cooptar electores y dejarle al próximo gobierno un campo absolutamente minado que afecte sus bases de sustentación política. Esto representa una verdadera perversión, cuyas consecuencias las va a pagar la ciudadanía. A decir verdad, esa cuenta inmoral ya la vienen sufriendo todos los argentinos. Como siempre, los que menos tienen son los más afectados. Desde hace más de un año la oleada de personas que cruza la General Paz para pedir ropa y alimentos en los edificios de departamentos de la Capital Federal no cesa. Hoy se ven con claridad las ferias en distintos puntos del Conurbano donde la venta de productos usados y el trueque por alimentos y productos de primera necesidad volvieron a ser protagonistas. Eso explica, en parte, la transversalidad de la intención de voto que ostenta Javier Milei. En la oposición se llenan la boca hablando de “voto bronca” y está claro que ese componente existe, pero sería de una mirada muy corta generalizar por completo esa presunción. En muchas provincias, localidades y municipios de la Argentina ya se habla del “voto en defensa propia”. ¿Cómo se explica que, en lugares alejados de las urbes, donde el libertario no puso un pie jamás, haya arrasado en las PASO? En la oposición se siguen rasgando las vestiduras echándose culpas porque nadie lo vio venir. La riña –porque se trató de una verdadera riña– que se vivió en la campaña de No tan Juntos por el Cambio, hirió de muerte las posibilidades de la coalición que, apenas unos meses atrás, tenía la elección ganada.  


Otro dato que no puede pasar desapercibido es la aparición del expresidente Mauricio Macri, para apuntalar la alicaída campaña de Patricia Bullrich y gritar a los cuatro vientos que “ella” es su candidata. La exministra de Seguridad ostentaba los valores más extremos en materia de orden, progreso y seguridad frente a su rival en la interna, Horacio Rodríguez Larreta. Hoy esos atributos quedaron devorados por Javier Milei y obligaron a 
Bullrich a reinventarse. “Hay cierto enojo con Mauricio. Es difícil olvidar que hubo un acercamiento o coqueteo cierto con Milei. No importa quién dio el primer paso. Lo que importa es que existió y eso lo terminó capitalizando el loco de la casta” –dijo un hombre que milita en las filas de la exministra. Hay preocupación porque la líder del PRO no termina de repuntar y el espacio en su totalidad no logra alinear el voto. En la Ciudad de Buenos Aires, una porción grande de los votantes de Martín Lousteau no acompañará a Jorge Macri para la Jefatura de Gobierno y se inclinará por Leandro Santoro. A nivel nacional, el votante de Horacio Rodríguez Larreta no se siente representado y entra en una zona gris. Si Bullrich no llegara al ballottage muchos de los votos larretistas, irían a Sergio Massa. 

Entretanto Milei ve cómo, en la vida real, se deshoja la margarita de la casta. Su acercamiento a Luis Barrionuevo le costó fuertes críticas de todo el arco político. Esta vez el libertario estuvo muy corto de reflejos. ¿Acaso los sindicalistas más poderosos de la Argentina, que viven del aporte de los trabajadores –que es obligatorio–, que no presentan declaraciones juradas y moran en lujosas casas, amasando una fortuna incalculable no son casta? Al libertario se le crispan los nervios cuando le señalan que es un fiel representante del teorema de Baglini que sostiene que, cuando un candidato se siente más cerca del poder, sus propuestas, declaraciones y sus acciones se vuelven mucho más conservadoras. Aunque les cueste aceptarlo, muchas de sus banderas más disruptivas, tuvieron que guardárselas en el bolsillo.  

La Argentina es hoy una moneda en el aire. La incertidumbre y la crisis económica y social, han puesto en alerta a toda la sociedad.



   

domingo, 6 de agosto de 2023

Rumbo a las Paso. Gestos que no dicen nada… @dealgunamaneraok...

 Rumbo a las Paso. Gestos que no dicen nada…


En ropa de combate. Patricia Bullrich. Dibujo: Pablo Temes.

Llega a su fin una campaña devaluada, en la que ya nada sorprende. Unos ignoran la realidad, otros privilegian la pelea fratricida.

© Escrito por Nelson Castro el sábado 05/06/2023 y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

“No puedo pagar la luz”. El testimonio de un habitante del Conurbano Bonaerense que muestra ante las cámaras de televisión la factura que lo ha dejado estremecido se reproduce por miles. También entre los comerciantes de distintos puntos de la Ciudad de Buenos Aires. 

Algunos de ellos piensan en cerrar. En contraposición a esta realidad indiscutible y dura las mismas pantallas traen la palabra de la inefable portavoz presidencial Gabriela Cerruti, negando que ello sea así. Una vez más, kirchnerismo puro. Aquí no pasa ni ha pasado nada.

En esa misma dimensión cabalga la campaña de Sergio Massa. El candidato habla como si el ministro de Economía y el Gobierno fueran de otro. Por eso, evita al máximo posible su contacto con periodistas que no le responden. Cuando eso ocurre, la insustancialidad de sus respuestas queda expuesta sin tapujos y su malhumor se hace indisimulable. Se enoja y, entonces, a quien le formula preguntas y repregunta con agudez y fundamentos, lo único que atina a decirle es que le está faltando respeto. Es lo que pasó en Córdoba el jueves pasado. Vale la pena recordarle al ministro-candidato que el enojo, es algo propio de los necios. 

Es cada vez más difícil hacer encajar la realidad en el relato. No hay peor ciego que el que no quiere ver.   

Mientras tanto, el deterioro de la situación económica no se detiene. La euforia del anuncio del nuevo acuerdo con el Fondo Monetario Internacional tuvo la duración y el efecto de un leve suspiro. No cambió nada. En el Gobierno viven día a día o, mejor dicho, hora a hora. Nada se puede planificar en este torbellino de impericia. Nada se puede prever. El dólar blue sigue imparable. Ya nadie tiene dudas de que seguirá en ascenso hasta las elecciones. El cepo a las importaciones y la falta de reservas del Banco Central dan testimonio en ese sentido. No hay “¡Ah, pero Macri!” que alcance a parar esta debacle. Lo único a lo que recurre el Gobierno es a estrangular aún más el cepo con el consecuente aumento de las dificultades para la importación de insumos que son esenciales para el aparato productivo. Aún así, el Presidente y el gobernador de la provincia de Buenos Aires se solazan hablando de cifras de un crecimiento económico que nadie ve. Otra vez, ¡kirchnerismo puro!  

Un condimento extra alimenta la incertidumbre política. La cantidad de encuestas que pululan entre los diferentes candidatos no sorprende por la polarización entre los competidores, sino por arrojar resultados muy dispares entre sí con diferencias que, en algunos casos, llegan a los 10 puntos. Otro dato que abona la falta de certezas: en las elecciones provinciales que ya se han celebrado con un cronograma diferente del nacional hubo hasta el momento, más de un millón de votos en blanco y un aumento exponencial del ausentismo. La gente no está yendo a votar.   

En el oficialismo temen que un resultado que lo deje relegado al tercer puesto o una derrota contundente, dispare una incontenible inestabilidad política, económica y social derivada de la falta de poder real hasta las elecciones generales. Sergio Massa ya ha tomado nota de esta posibilidad y se prepara para cubrir cualquier escenario. Puertas adentro se sigue quejando por el fogoneo a la candidatura de Juan Grabois, que distintos sectores estimulan a modo de fuego amigo. El tigrense está convencido de que Máximo Kirchner y su madre, la vicepresidenta en funciones, están a la cabeza de ese movimiento. La explicación es sencilla: el relato no puede claudicar y la figura del actual ministro de Economía no puede crecer lo suficiente como para acumular un poder tal que le permita borrar de un plumazo lo que queda de kirchnerismo duro. CFK es experta en los juegos de poder y sabe que Sergio Massa no es confiable para su futuro inmediato. En este contexto, todo puede suceder. Incluso lo impensado: parece una burla del destino, pero el principal candidato presidencial de Unión por la Patria aún no pudo hacer pie con un acto en La Matanza, bastión histórico del peronismo en general y del kirchnerismo en particular. Sucede allí algo muy particular.

Una campaña sin sorpresas


En el Movimiento Evita perciben cierta inclinación del ministro por el intendente Fernando Espinoza, quien deberá competir en la interna municipal con Patricia Cubría, esposa de Emilio Pérsico, líder del movimiento. Massa prefiere no correr riesgos y dejar que Axel Kicillof siga negociando para llegar a buen puerto. La otra razón por la cual el candidato oficialista no hace pie en lo más profundo del Conurbano es la propia realidad: con base en datos oficiales se estimó que la pobreza fue en el primer trimestre de este año de 38,7%. Prácticamente 4 puntos porcentuales más arriba con relación al mismo período de 2022 (34,3%). Peor aún, cerca de 100 mil chicos cayeron en la indigencia en un año. 

“En la Argentina no hay hambre”, había dicho sin inmutarse unos días atrás la vocera presidencial quien, además minimizó el impacto  de la pobreza en los niños. Más de lo mismo. Es cada vez más difícil hacer encajar la realidad en el relato. No hay peor ciego que el que no quiere ver. 

Dentro de No tan Juntos por el Cambio no existe la paz. La ex orgullosamente bonaerense María Eugenia Vidal lo sabe muy bien. Apenas se pronunció públicamente a favor de Horacio Rodríguez Larreta, una catarata de críticas de sus correligionarios le cayó encima. Uno de los más vehementes fue el diputado nacional 
Cristian Ritondo, quien aseguró que la exgobernadora le había dicho que se mantendría neutral. Ritondo fue ministro de Seguridad en el gobierno de Vidal, pero parece que la ferocidad de la interna está por sobre los vínculos y las lealtades. Es tiempo de pronunciamientos. Al menos eso creen en la coalición opositora. Jorge Macri le venía pidiendo un gesto inequívoco a HRL, y ahora Patricia Bullrich hace lo propio con Mauricio Macri. ¿Es acaso más importante forzar una declaración de un “compañero de equipo” que salir a buscar con propuestas y sentido común el apoyo de los votantes? 

Ya nada sorprende en una campaña devaluada y llena de gestos que no dicen nada.
 



   

domingo, 4 de junio de 2023

Prioridades invertidas… @dealgunamanera

Prioridades invertidas…


Primo Jorge, "El bonaerense". Dibujo: Pablo Temes


La ambición personal de oficialistas y opositores sigue por encima del interés en un futuro mejor.


© Escrito por Nelson Castro y publicado el sábado 03/06/2023 por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, República Argentina.

Las imágenes de la semana nos devuelven la pintura de un gobierno errabundo y mendicante que trata de obtener, a la manera de una limosna, la ayuda de los poderosos del mundo ante los cuales desnuda su incompetencia, escasez de ideas y falta de categoría. Todo es muy berreta. Lo más “relevante” de Alberto Fernández en la semana que pasó fue el saludo al presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, y la corona de flores que exhibió en La Paz, adonde fue a encontrarse con el presidente de Bolivia, Juan Arce.

A eso hay que agregarle el hilo de tweets con el que condenó el fallo de 
la Corte Suprema que inhabilita la candidatura a un nuevo mandato del actual gobernador de San Juan, Sergio Uñac. Para hacer las cosas un poco más desopilantes y marcar lo patético de lo actuado por el Presidente, el senador por San Juan, y hombre del riñón de Cristina Fernández de Kirchner, José Luis Gioja, afirmó que la decisión de la Corte era obvia, porque no hacía más que atenerse a lo que establece la Constitución de esa provincia. La intrascendencia del Presidente ya no se disimula.

En Beijing, Sergio Massa y la cohorte que lo acompañó mendigaron un préstamo en yuanes


Mientras tanto, la trastienda de las andanzas de la delegación argentina que viajó a Beijing a mendigar un préstamo de China mostró a 
Sergio Massa y su cohorte limosneando yuanes. Todo el dinero que China presta tiene un destino geopolítico claro: expandir y consolidar su presencia en la Argentina. No es algo que ocurre exclusivamente en nuestro país. La llamada “ruta de la seda” tiene como objetivo estratégico agrandar la presencia del gigante asiático en toda la región. En nuestro caso, la incógnita de estos préstamos es cuál es su costo. Son préstamos que están supeditados a que el Gobierno logre reconfirmar su acuerdo con el Fondo Monetario Internacional. A la hora de prestar plata, el gobierno de Xi Jin Ping es tan imperialista –o peor– que cualquier otra potencia mundial, mal que les pese a los admiradores locales del régimen, empezando por Máximo Kirchner.

En paralelo a esto, Cristina Fernández de Kirchner respira con alivio luego de que el fiscal Guillermo Marijuan pidió su sobreseimiento en la causa conocida como ruta del dinero K. Paradójicamente, el propio Marijuan había sido su principal impulsor. Por si esto fuera poco, la Unidad de Información Financiera (UIF) y la AFIP –dos organismos que dependen del Gobierno– decidieron no sostener la acusación contra CFK, motivo por el cual el cierre de la causa sería inminente. Vale la pena recordar que la imagen de los hijos de Lázaro Báez contando dólares en La Rosadita es una de las escenas más fuertes de la corrupción kirchnerista.


Con esta bocanada de aire judicial, la vice en funciones está dedicada a pleno a la campaña electoral. Esa es su nueva obsesión. Por su despacho de la presidencia del Senado pasa mucha gente que participa en un sinfín de reuniones. Son todos encuentros relacionados con la rosca política. A esta altura, a CFK la desviven dos objetivos: que 
Eduardo “Wado” de Pedro adquiera el nivel de conocimiento del cual hoy en día carece y lograr que no haya PASO en el Frente de Todos contra Todos. “Un triunfo de Daniel (Scioli) en la interna sería fatal para Cristina”, expresa sin tapujos un conspicuo intendente peronista del Conurbano. Es una verdadera paradoja del destino saber que la vicepresidenta intenta denodadamente bajar las Primarias Abiertas, Simultáneas y Abiertas que fueron, precisamente, creación suya. Junio ha comenzado, y el tiempo de las definiciones se acerca de modo inexorable.

Las encuestas que le llegan a la vicepresidenta muestran claramente el enojo a causa de la alta tasa de inflación que se expresa en las clases sociales más bajas, que han sido siempre el bastión del peronismo.


Un golpe directo a la línea de flotación. A la inflación se le agregan otros factores que conciernen a la deficitaria calidad de la salud pública, la inseguridad y el abandono. El votante kirchnerista ha perdido la esperanza y no se termina de entusiasmar del todo con la figura del ministro del Interior, “hijo de la generación diezmada”. Esa realidad también está impactando fuertemente en bastiones del peronismo, que han comenzado a mirar con simpatía creciente a 
Javier Milei. Esto lo viene siguiendo con atención el precandidato a gobernador del economista libertario, Guillermo Britos, quien ha comenzado a tirar líneas con concejales e intendentes K que están viendo con creciente preocupación su futuro. En el entorno de Milei aseguran que no están preocupados por los nombres propios. Saben que su líder es la figura que tracciona y que prácticamente cualquiera que vaya bajo su ala en la lista será beneficiado por la transferencia de votos.


En la esquina de No tan Juntos por el Cambio, las disputas de poder están lejos de solucionarse. Mauricio Macri volvió a su lugar de “armador”. Ya está definida su inclinación hacia Patricia Bullrich mientras se saca de encima las molestias personales que le generan los desacatos de Horacio Rodríguez Larreta. El eje conformado por Gerardo Morales, 
Martín Lousteau y el alcalde porteño lo saca de quicio. Pero como buen ingeniero, es un hombre metódico y se prepara para apuntalar cada paso de la batalla interna. “Su encono con Horacio no ayuda. Debería colocarse por encima de la disputa y no tirar nafta al fuego; si no, el día después de las PASO será mucho más difícil sostener la concordia”, se quejó una fuente clave del armado opositor.  


En el radicalismo hay aires de revancha. Aun cuando no decanta por naturaleza una figura capaz de disputar seriamente el poder, no están dispuestos a ser “ninguneados por el PRO nuevamente”, aseguran en el entorno de Gerardo Morales.


Los días transcurren, y lo único que está claro es la interminable disputa por el poder que transitan tanto oficialistas como opositores. A nadie le importa seguir metiendo la cuchara para desgranar una Argentina que ya no soporta más que las prioridades de la dirigencia estén invertidas: la ambición personal por encima del interés real en la construcción de un futuro mejor para todos.



   

lunes, 22 de mayo de 2023

Ingratitudes y traiciones… @dealgunamaneraok...

 Ingratitudes y traiciones…

Hasta que rompa el hervor. Ilustración: Pablo Temes

La campaña genera demasiadas preguntas ante una realidad dura que no ofrece respuestas al ciudadanía.

© Escrito por Nelson Castro el sábado 20/05/2023 y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

“Tenemos que entrar en el ballottage”, fue la frase con la que Cristina Fernández de Kirchner reconoció la posición de debilidad en la que se encuentra el Frente de Todos contra Todos. Y, al hacerlo, confirmó implícitamente la razón por la que decidió no presentarse como candidata a la Presidencia en las elecciones de octubre próximo: el objetivo del oficialismo ya no es ganar. 

“Se bajó, porque no le dan los números y encima está molesta porque siente que todos en el peronismo están tratando de exprimir hasta la última gota del limón” –dijo un dirigente que la conoce bien y agregó: no puede seguir cobijando al movimiento detrás de su pollera, más aún cuando siente que nadie, pero nadie, se jugó por ella en estos cuatro años para el olvido”. Ella sabe que el FdT se encamina a perder. Sabe también que no hay magia posible que pueda revertir la debacle económica que castiga a los sectores más pobres de la sociedad, a los que la vicepresidenta dice cuidar. 

La aparición televisiva de CFK en C5N, en lo que quiso disfrazarse de una entrevista a la que ella manejó en todo momento y con total comodidad, generó mucha atención mediática, a la vez que careció de peso político. La expresidenta en funciones ha perdido poder. Es el resultado obvio de una gestión gubernamental catastrófica de la que, por más relato que haya, no se puede despegar. Alberto Fernández es a quien ella designó como candidato hace cuatro años. Sergio Massa es ministro de Economía porque ella lo decidió y dio su visto bueno. 


Lo más notable de las apariciones y manifestaciones públicas de CFK es que generan un zafarrancho interno que hacen más compleja la complicada situación interna del FdT. Viene el tiempo de los hijos de la generación diezmada, dijo, y mencionó a su hijo Máximo –cuya relevancia deviene del hecho de ser su hijo y ninguna otra cosa más– a Eduardo “Wado” de Pedro y a Andrés Larroque. 

La pobreza de ese elenco habla a las claras de la falta de visión política de CFK, y a la ausencia de figuras con llegada real al electorado. Es lo que le ocurre cada vez que se siente arrinconada. Nada que sorprenda. Esa falta de visión política y esa angurria de poder y plata del matrimonio político que constituyó con Néstor Kirchner, está en la base del fracaso del proyecto que intentó imponer el kirchnerismo.

No fue precisamente un tono de alegría el que utilizó el ministro Massa en su perorata del viernes pasado, para fustigar a quienes pretenden competirle en la interna. El exintendente de Tigre estaba exultante con el elogio que le prodigó CFK cuando dijo que “había agarrado una papa caliente”. Sin embargo, no lo incluyó dentro de la lista de posibles presidenciables. No es un dato menor. El efecto “humo” de toda la gestión de Massa se va diluyendo día tras día. Se hace un despliegue sobreactuado de reuniones, declaraciones y medidas que tiene efectos escasos o directamente nulos. Claro ejemplo fue lo que pasó a comienzos de la semana con las inspecciones a los que importan frutas y verduras en el Mercado Central, cuando una veintena de camionetas con agentes de la AFIP y de la Aduana ingresaron en medio de un gran aspaviento para controlar tan sólo diez puestos de venta de verduras y frutas. 


Tamaño despliegue no hizo más que espantar a los compradores, lo que generó un enorme perjuicio a la mayoría de los puesteros que viven al día. Si esa es la metodología con la que el Gobierno pretende controlar o hacer bajar la inflación, el fracaso está asegurado. Pero hay otro motivo determinante para que la vice en funciones no termine de bendecir al superministro. Cristina Fernández no confía en Sergio Massa. Sabe que si colabora para sentarlo en el sillón de Rivadavia, finalmente la traicionará. La soledad del poder abraza a la líder del Frente de Todos como nunca antes. Son horas aciagas que deberá transitar. Ni siquiera la promocionada marcha del 25 de Mayo podrá llenar ese vacío. 


La misma sensación de ingratitud cubre a varios de los soldados del PRO. La brutalidad de la interna no cesa y sigue minando las posibilidades de No tan Juntos por el Cambio de volver al poder. Todos en la coalición opositora siguen con atención las desventuras de los miembros del equipo amarillo un poco por preocupación y mucho de oportunismo y sarcasmo. La Unión Cívica Radical espera su momento como si semejante revuelo no afectara las chances del conjunto. 


Ya no se trata de la pelea en la Ciudad donde Jorge Macri dio a entender que no aceptaría un resultado negativo de las encuestas que propusieron para dirimir entre su candidatura y la del ministro de Salud porteño, Fernán Quirós. ¿Para qué tanto revuelo entonces? ¿El primo Jorge tiene tanto miedo a perder?


También en la provincia de Buenos Aires el desenlace será áspero y abierto. Patricia Bullrich eligió al intendente de Lanús, Néstor Grindetti como su delfín. Por estas horas en el entorno de Diego Santilli se preguntan si no hubiera sido mejor ir por la vía del acuerdo. Demasiadas preguntas, para una realidad dura que no ofrece respuestas al ciudadano de a pie. 




   

domingo, 27 de noviembre de 2022

Se complica el ‘vamos viendo’… @dealgunamaneraok...

 Se complica el ‘vamos viendo’… 


Preparando los cambios. Horacio Rodríguez Larreta. Dibujo: Pablo Temes

Mientras la política baila el minué de las candidaturas, los empresarios temen un diciembre difícil por la crisis.

© Escrito por Nelson Castro el sábado 26/11/2022 y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, República Argentina.


El plan “vv” (vamos viendo) de Sergio Massa va encontrando dificultades a cada paso que la Copa del Mundo no tapa. Fue lo que evidenció la escalada del dólar de los últimos días. Los mil millones de dólares que el Banco Central puso en la calle para intentar frenarla fueron en vano, reduciendo aún más sus lánguidas reservas. El jueves por la mañana nadie se animaba a soltar al blue. Las operaciones que se mueven en ese mercado clandestino estuvieron frenadas casi hasta el mediodía por falta de precio.

Un hombre que conoce ese mundillo lo describió así: “No es cierto que no hay precio. Siempre hay un número, el problema es que nadie tiene los huevos para ponerlo primero”. La confesión refleja el estado de ánimo de un mercado, muchas veces considerado marginal, pero influyente: nadie quiere perder por temor a una disparada. El dólar soja se iba a anunciar entre el lunes y el martes de la semana que viene. Pero claro, el ministro propone y el blue dispone. Por eso, el viernes –de apuro– Massa debió convocar a los representantes de las entidades agrarias para anunciarles el nuevo dólar soja, cuyo valor será de 233 pesos. En la primera ocasión, en septiembre pasado, se liquidaron 8 mil millones de dólares. Lo que se espera ahora es más modesto: 3 mil millones.

Larreta no oculta su enojo con Jorge Macri, quien teje alianzas con Patricia Bullrich.

La falta de dólares está golpeando de manera creciente a un extenso número de sectores productivos. Por las redes circulan videos en los cuales los propietarios de pequeñas y medianas empresas se quejan por la falta de dólares para importar insumos esenciales para la elaboración de sus productos. Lo mismo ocurre con quienes importan servicios digitales, la canilla se sigue cerrando para todos.  

En el discurso que Massa dio ante lo más granado del empresariado en el Consejo Interamericano de Comercio y Producción reconoció que, si no logra controlar la inflación, el Frente de Todos contra Todos habrá de perder las elecciones en 2023. Dijo también otras cosas que motivaron el aplauso de la nutrida concurrencia. Por lo bajo, fueron muchos los que hicieron saber que al ministro no le habían creído nada. “Ojo que si se baja Massa, viene Fernanda Vallejos”, era una frase que se hizo circular entre algunos de los presentes. Las malas lenguas aseguran –y reaseguran– que esa frase fue lanzada al ruedo desde el entorno del ministro. “Se non è vero, è ben trovato”.
 

La economía no es la única preocupación que perturba el atribulado espíritu de 
Cristina Fernández de Kirchner. Su delicadísima situación judicial la enfrenta a un futuro incierto. El próximo martes el Tribunal Federal Oral Nº2 escuchará las últimas palabras de los acusados para luego proceder a anunciar la fecha del veredicto. Quienes transitan por los pasillos de los tribunales de Comodoro Py al 2000, dan como opción más probable, la de un fallo condenatorio de la expresidenta en funciones. De serlo así, el impacto será enorme y con repercusión internacional. Eso es lo que la atormenta. Por su parte a Sergio Massa le preocupa la reacción que pueda montar la militancia en la calle. En un escenario de tensión social se pueden colar toda clase de reclamos. En el kirchnerismo duro no se van a quedar de brazos cruzados ante esa posibilidad y echarán mano a la estrategia de la supuesta persecución de su jefa. Vale recordar que en la Argentina no hay Ley de Ficha Limpia, motivo por el cual CFK aún condenada, puede presentarse a competir en las próximas elecciones aunque desde sus filas agiten la idea contraria. Una estrategia burda y de patas cortas para agigantar su figura de la mano del operativo clamor. 

Puertas adentro ella insiste en posicionar a Axel Kicillof, seguido de cerca por el ministro del Interior Wado de Pedro. Máximo Kirchner mira con desconfianza desde el paravalanchas, pero sabe que si no queda otra opción su madre será candidata. Hay quienes desde ambas coaliciones empujan la contienda con el ex presidente Mauricio Macri. Para ser justos, hay que decir que las dos figuras sienten el deseo casi enfermizo de enfrentarse cara a cara para dirimir su poder. 

Dentro de No Tan Juntos por el Cambio, las aguas vuelven a agitarse. Hay un cambio de formas y de estilo; sin amenazas y con buenos modales, pero la bronca existe. Para algunos el olor a traición es innegable. Es que 
Horacio Rodríguez Larreta ya no oculta su enojo con “el primo Jorge”, a quien no hace mucho tiempo nombró como ministro de Gobierno de la Ciudad. La relación comenzó a deteriorarse cuando Jorge Macri aceptó tejer alianzas con la presidenta del PRO Patricia Bullrich, rival directa de Larreta en la interna del equipo amarillo. Como se ve en todos lados se cuecen habas. 

La pregunta del círculo rojo, sin embargo, no pasa por la política y el minué de las candidaturas. Los empresarios tienen un temor creciente a que las reservas del BCRA no lleguen al mes de marzo. Con un dólar en alza, la inflación incontenible y el malhumor social en ascenso por la escalada de precios y la inseguridad, sólo resta prenderle una vela a Lionel Messi para pasar diciembre sin sobresaltos. Aún así, nadie olvida que el peronismo es experto en manejar la crisis en la calle.