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viernes, 15 de mayo de 2015

¡Viva Fayt!... @dealgunamanera...

¡Viva Fayt!...


A mí no me inquietan los 97 años del doctor Fayt sino los 58 del ministro Fernández.

Suelo verlos en la calle en el mismo instante en que ellos me ven. Tras advertir que somos de la misma leva temporal, aquietamos el paso y ya próximos, nos cedemos recíprocamente la pared y sonreímos. Esto último de un modo, creo, ligeramente cómplice. ¿De qué? No lo sé.

Somos los viejos. Algo así como árboles humanos de ex follaje que suelen moverse con bastón por la ciudad de taco y punta. Ninguno recuerda cuándo le empezó su actual condición. Varía la edad según sean costumbre o asombro los que sellan sus vidas. 

Pruebas y confesiones hay que marcan ciertos signos. Por ejemplo la de Alphonse Daudet quien decía que las 3 de la mañana era “la hora en la que los ancianos se despiertan”. O Trotsky cuando, expulsado de la historia por Stalin y huyendo hacia México (huérfano de toda masa, solo consigo mismo) advierte por su cara en el espejo que “el momento más grave de la vida es cuando uno descubre que ha comenzado a envejecer”.

¿Miraba yo a los viejos cuando joven? Sí. La memoria no me pasa factura de culpa. Y por la experiencia en estos ya 15 años de viejo mirón tampoco creo se las pasará a los jóvenes de hoy. Podrá resultar increíble el dato pero lo tengo más que comprobado: no recuerdo en todo ese tiempo un solo gesto joven de discriminación o burla o indiferencia a mi persona como abusivo profesional del tiempo. Al revés, sea en la calle, en cines o en recintos concurridos, lo que experimento, es un cálido, atento cuidado de mi edad. No pasa igual cuando se trata de adultos ya hechos. Por lo general (como si alguna voz les recordara ya que la mitad de la vida está cursada) respetan al viejo en frío, ponen pronta distancia, temen un contagio.

No así las mujeres. Y habrá que agregar esta misma virtud de ellas en su probada dedicación a los padres cuando entran en la ancianidad. Hasta el propio Cervantes certifica esta verdad con apunte de maravilla. “La mitad de la vida son los hijos. Más las hijas, la mitad más entera”. Y sí.

Sobre todo esto venía meditando yo a propósito del crimen de lesa sensibilidad practicado por el gobierno con el juez Fayt, nonagenario él. Y molesto y mucho por el nuevo despropósito urdido en las bajas esferas del relato nacional. Y sobre todo, indignado. Es que a mí no me inquietan los 97 años del doctor Fayt sino los 58 del ministro Fernández. ¿O no es acaso él, la más agotada, imprevisible y peligrosa figura pública que campa a su capricho entre nosotros?

Visible y audible es que nuestro jocoso reino del revés atraviesa un estridente período de locuacidad feroz. La empecinada locutora oficial es imparable a la hora de sumar extravagancias al relato que ella supone historia. En él caen Onur, Sherezade, Cutzarida, Tinelli, Samid, Bocas-Ríveres, como nosotros estupefactos y revueltos dentro. A su consumado y consumido ego le cuesta aceptar que la realidad (de las urnas) es la única verdad (de las urnas) bien sea lo dijese Perón o que sin saberlo nosotros Aristóteles se hubiese copiado de Perón. Y como si algo faltara, al más ácido y vocinglero de sus ministros le da por salir a perseguir ancianos.

En el país viven un millón de habitantes mayores de 80 años. ¿Puede cualquier Fernández llegar a los 100? Según la ciencia, no. Se arriba a esa cima o a sus cercanías, como llegó el doctor Fayt por obsequio, seguro, de la genética y de los dioses. Y de él mismo. Hay que saber vivir (y perdurar) en consecuencia. Envejecer de modo dilatado convierte a quien le toque en depositario activo del más antiguo anhelo de la humanidad: vivir más y mejor. Y en este sentido, un Bunge, un De Vicenzo, una Legrand, un Fayt merecen un amoroso cuidado social y no el tratamiento “a lo bestia” que desde del gobierno se viene dando estos días al magistrado.

No han arribado porque sí a su “alta edad”. Llegan a ella por destino y, como apuntan gerontólogos de fuste, por lo singular de su nivel psicológico y social. Para Cicerón, los mayores deben asumir asuntos sociales y políticos que no requieren prisa sino prudencia y reflexión, que suelen desarrollarse con el envejecimiento. También afirma que el adulto mayor está en mejor situación que el joven porque ha conseguido lo que aquél espera. Por lo general, el individuo mayor se muestra más atento al resguardo y guía de su grupo de pertenencia. La ciencia en esto es terminante. 

No se conoce caso alguno de individuo que haya alcanzado los 100 años si en el transcurso de su vida escapó de la justicia oculto en el baúl de un automóvil. Un baldón así reduce toda chance.

Vuelvo. Digo que regreso de esta caminata que suelo dar a la hora del véspero y me invade otra vez el tema Octo. Es recurrente. También yo tengo mi Relato de la Última Edad. Pertenezco por tal a un colectivo humano que reúne en el país a un millón de personas. Exceptuando el grupo de innombrables genocidas que habitan en la Nada, se trata de un millón de veteranos y veteranas que podrían llenar varias “bomboneras” y “monumentales”.

Cada uno posee a su medida experiencia y memoria para trasvasar a la joven sociedad que los sucede. Este millón sobreviviente posee conocimientos que pueden reforzar los proyectos de la nueva generación. Mucho que dar y proponer. No ser sensible a esta herencia elemental de los pueblos es un despropósito imperdonable.

Y atacarlos, un crimen.

¡Viva Fayt!

© Escrito por Esteban Peicovich el jueves 14/05/2015 y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.


domingo, 26 de abril de 2015

Las PASO 2015 en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires... @dealgunamanera...

Las PASO 2015 en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires...

Foto: Cronista.com

Quiénes están habilitados para votar y quiénes quedan exentos. Qué justificativos deberán presentar. Las multas.

Los porteños celebran, entre las 8 y las 18, por primera vez las elecciones primarias abiertas simultáneas y obligatorias (PASO) en la Ciudad para puestos locales. Elegirán un precandidato a jefe de Gobierno, un precandidato a vicejefe, 30 legisladores y 105 representantes en las Comunas.

Votantes. Los mayores de 18 años -o que cumplan hasta el 25 de octubre- deben concurrir en forma obligatoria a las urnas. Mientras que es optativo para los adolescentes a partir de los 16 años, que pueden depositar su voto si cumplen hasta el 25 de octubre. También se consideran votantes optativos a las personas mayores de 70 años.

Ausentes. Los ciudadanos que estén en condiciones de votar y no lo hagan deberán abonar -según la ley- una multa de entre 50 y 500 pesos, no podrán realizar trámites públicos por un año ni ocupar cargos estatales. 
Tales penas serán aplicadas siempre y cuando no presenten justificativos, en un plazo de 60 días, ante la Justicia Nacional Electoral. Quedarán exentos de las sanciones quienes comprueben que estaban enfermos o imposibilitados, que se encontraban a más de 500km de lugar del sufragio o que cumpla funciones públicas durante la votación. 
Documentos. Los votantes pueden concurrir a sufragar con los siguientes documentos: libreta de enrolamiento, libreta cívica, DNI (verde), DNI (celeste), DNI tarjeta y el nuevo DNI. Si bien, el DNI tarjeta posee una leyenda que dice “no válido para votar”, el mismo podrá utilizarse.

Cómo votar. Se debe ingresar una sola boleta por categoría: un solo precandidato para jefe de Gobierno, una sola lista de legisladores y una nómina de comuneros. No es necesario votar al mismo partido en las tres categorías ya que se puede cortar boleta. 

No se necesita el sello para justificar el sufragio. Sólo basta con la firma del votante en el padrón y el troquel de constancia de emisión de voto firmado por la autoridad de mesa.  
Para consultar dónde concurrir a votar se puede visitar la siguiente página: www.dondevotociudad.gob.ar o llamar al 0800-999-PADRON (7237). 

Vedados. La veda engloba a cualquier manifestación propagandística de candidatos, funcionarios o periodistas. También alcanza a la difusión de encuestas y sondeos preelectorales. La prohibición, sin embargo, no incluye a las redes sociales.

No están permitidos los espectáculos masivos -cultural, social o deportivo- durante el domingo, así como la venta de bebidas alcohólicas desde la cero hora del día de la elección hasta que se cumplan tres horas de finalizado los comicios.
Los ciudadanos que infrinjan la veda podrán ser denunciados por violación al Código Electoral y sancionados.
© Publicado el sábado 25/04/2015 por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.