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sábado, 22 de junio de 2019

1973. Huracán Campeón por Osvaldo Ardizzone… @dealgunamanera…

1973. Huracán Campeón por Osvaldo Ardizzone… 


Las notas de Osvaldo Ardizzone se reconocían en el primer renglón. Disfrute de su crónica del día que El Globo cortó con esa “mishiadura que llevaba medio siglo de proletaria resignación”.

© Publicado el domingo 26/05/2019 por Redacción EG de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. 

Dos fechas antes del final del torneo, el 16 de septiembre de 1973, el Club Atlético Huracán del barrio porteño de Parque Patricios, a pesar de perder como local con Gimnasia y Esgrima La Plata, se consagra Campeón del Torneo Metropolitano, su quinto título de Primera División , primero de la era profesional. Vale mencionar que en ese partido tres de las principales figuras del equipo (Babington, Avallay y Brindisi) no jugaron por integrar la Selección Argentina que jugaba las Eliminatorias. 

Conversando con Dante Panzeri, director de El Gráfico, nació una amistad con Osvaldo que se plasmó en el papel adoptando el apellido materno (Ardizzone) en lugar del paterno (Bramante).

Queremos recordar ese campeón inolvidable, dirigido por César Menotti, con fragmentos de la nota que firma Osvaldo Ardizzone, el poeta y periodista deportivo que engalanaba por esos tiempos con su inigualable estilo las páginas de El Gráfico. Las imágenes son de otros monstruos pero de la fotografía: Alessandrini, Abaca, R. Alfieri (h) Maffuche, Speranza y Forte.

Huracán, Campeón Metropolitano 1973

Que uno se enfrenta a ese tipo disfrazado. Sí, disfrazado entre una banda de disfrazados. A esos de las pilchas grotescas del tony carnavalesco. A ese del rancho pintarrajeado, de los labios con carmín barato y la cara enharinada. Que uno la ve a esa muchacha con una vincha rubia sujetándole la cascada de pelo rubio, aprisionada en una casaca del Globo con el ocho en la espalda. Que uno la ve a esa pareja “veterana” tomados del brazo con el domingo brillando en los ojos húmedos. 

A ese don José, o don Antonio, con más de medio siglo del Viejo Parque en el pelo gris, orgullosamente envuelto en una bandera. Y a esa doña Juana o quizá doña Vicenta llevada casi a la rastra por él, ya metida en la danza desenfrenada que se agita dentro de la cancha. Y el pibe, y el más pibe. Y el padre, la madre, el abuelo, la abuela. Y la cuñada y el primo de la cuñada. 

La felicidad en el vestuario Quemero: Cantú, Menotti, Brindisi, Buglione, Bábington, Avallay, Basile y Larrosa. 

Están todos. Todos los que tenían que estar. Las caras de antes, las caras de ahora... Solo que aquí todas se asemejan hasta parecerse a una única y enorme cara que ensaya su único y exclusivo gesto. Que conoce esa única coreografía del contoneo clásico de la antigua comparsa. Que canta los mismos versos en un arreglo musical entre ellos, solamente ellos, conocen... 

Una identidad y un ajuste que no podría conseguir ni el mismísimo maestro Toscanini... Las ganas de juntarse, la necesidad de estrecharse, de mezclar las lágrimas, de cambiarse las risas, de fundirse en el gigantesco y estentóreo coro... ¡Cuarenta y cinco años! ¡Casi medio siglo de silencio! ¡Medio siglo amontonando el desconsuelo de cientos y cientos de domingos grises! Medio siglo con la protesta apretada entre los labios en la cónclave silenciosa del atardecer incoloro del café del barrio...


Por eso es esta fiesta distinta. La fiesta vestida con ese contraste que va de una lágrima a una carcajada. Que al cabo siempre irán juntas en la descarga de esa emoción que no cabe adentro.

Porque es la fiesta del seco. Es la explosión del postergado. El rechifle de una mishiadura que lleva medio siglo de proletaria resignación. Y, ahora, este domingo 16 de septiembre del año 1973. Domingo de Huracán. Domingo del Viejo Parque. De la Pompeya laburante. De la ilustre estirpe ciruja. De la lata y la madera de los caseríos de Soldati... Que, al cabo, ese Globo tantos años aprisionado en tantas manos temblorosas se hizo definitivamente pájaro... ¡Huracán campeón! Centenares de globos en la tarde... Centenares de sueños... De abuelos, de muchachas, de pibes, de señoras, de pibes más pibes... De todo un barrio, con pintoresco y emotivo color de barrio... “¡Que el sol sale para todos! / Y también saldrá para el Globo”, como en esperanzada inspiración del poeta popular que germinó en el rincón más mistongo de las calles del Viejo Parque o de la Pompeya de Homero Manzi... “Que el sol también saldrá para el Globo”.

Osvaldo Ardizzone (1973)


Alfio Basile encabeza la salida de Huracán, empezaba la fiesta.

Algunos testimonios de hinchas famosos de Huracán en la tarde que el Globo fue campeón:
Victorio Ádamo (actuó desde 1940 al 44)
"¿Sabe qué es lo que más lamento en un momento de tanta emoción? Que no esté Herminio Masantonio..."

Alfredo Barbieri (actor)
"El teatro me dio muchas satisfacciones pero esto es otra cosa... Soy del Globo desde que nací y por fin me doy el gusto de salir campeón. ¡Arriba Huracán!"

Oscar "Ringo" Bonavena (boxeador)
"Antes que ser campeón del mundo prefiero que salga Huracán"

Pascual Buglione (actuó desde 1936 al 40)
"Mi satisfacción es doble. Como ex jugador lo vivo como si integrara el equipo y además porque mi hijo Daniel salió campeón. Una palabra para el público de Huracán que sufrió 45 años"

Norberto "Tucho" Méndez (actuó desde 1943 al 48)
"Esta alegría de la gente del Globo es una alegría sana, pura, limpia ¡y qué lindo es ver cómo los hinchas están aquí con sus familias para festejarlo!" 

El loco en andas: René Houseman, una de las figuras del campeón, llevado en la vuelta olímpica por los hinchas que lo adoraban. Junto a él, Alfonso Roma.

Huracán contra todos

Desde la implantación del profesionalismo, todos los campeonatos disputados con el sistema de partidos y desquites de todos contra todos fueron ganados por Boca, River Plate, Independiente, Racing y San Lorenzo. Porque cuando se clasificaron campeones Estudiantes en el Metro de 1967, Chacharita en el de 1969 y Rosario Central en el Nacional de 1971, se dividió en zonas y no enfrentaron a todos los equipos y cuando fue campeón Vélez Sarsfield, en  el Nacional de 1968, tuvo una sola rueda.


En consecuencia, Huracán es el primer club, con excepción de los cinco mencionados, que gana por el sistema de partidos y desquites de todos contra todos. 

La alegría del Coco Basile en la soñada vuelta olímpica del Globo.

Los jugadores que integraron el Huracán Campeón Metropolitano 1973:

Miguel Á. Leyes
Ángel Tolisano
Edgardo L. Cantú
Nelso P. Chabay
Francisco F. Russo
Ruben A. Ríos
Alfio Basile
Héctor J. Roganti
Jorge Carrascosa
René O. Houseman
José R. Scalise
Carlos A. Leone
Francisco Leonidas
Nicolás del Valle

Eduardo E. Quiroga
Omar R. Larrosa
Alfonso D. Roma
Carlos A. Babington
Roque Alberto Avallay
Miguel A. Brindisi
Daniel Buglione

Huracán Campeón 1973

ESPN Recuerda Huracán 1973

Homenaje Huracán Campeón 1973 - Fútbol Para Todos.


Archivo histórico - El equipo de Huracán de 1973


Planeta Gol - Huracán Campeón Metropolitano 1973

Homenaje a Huracán Campeón Metropolitano 1973


jueves, 7 de noviembre de 2013

Sobre el “Flaco” Menotti… De Alguna Manera...


Sobre el “Flaco” Menotti…


Una vez un cliente de dijo: -¡¡¡Claro, como no lo vas a querer si les dio un Campeonato!!! Ja…

No tendió nada, ¿Cómo le explico que nuestra devoción, nuestra militancia, va más allá de un éxito deportivo?...

Vos fuiste nuestro Jesucristo, nuestro mesías… El tipo que vino a coronar un sentir, una forma de ver el fútbol y la vida, el ensamble perfecto, porque a pesar de tu ADN “canalla” y que tú vida está emparentada con esa noble y gloriosa institución rosarina, nadie nos puede robar esa simbiosis histórica e irrepetible y que nadie puede siquiera poner en duda…

MENOTTI = HURACÁN

Así de simple, como Floreal Ruíz es tango, Aníbal Troilo bandoneón y asado es Argentina; es cierto que nos dejaste una herencia difícil de sobrellevar y viendo nuestra realidad hoy, sólo consigo avergonzarme, me doy cuenta que no entendimos nada, que dejamos pasar el tren miles de veces…

Vos fuiste el responsable de poner los cimientos de una idea, de una forma de jugar que encajó a la perfección en este “impredecible” Club…

Después de décadas perdidas, llenas de odio, de desencuentros, de egoísmos, de frustraciones, pareció en el 2009, que volvíamos a las fuentes, que recobrábamos la memoria…

Vi un ballet, vi llorar a gente mayor, vi a mis hijos ver un fútbol del cual se les rompía el pecho de orgullo… Pero duró eso, nada… nada… Y otra vez la misma historia de siempre, otra vez el abismo…

Sólo Dios sabe que nos deparará el destino, a medida que pasa el tiempo, siento en el alma que Huracán va camino a ser “un lindo recuerdo”… Hicimos todo mal y no sé como mierda, pero siempre nos arreglamos para hacer las cosas peor…

Por eso “Flaco Querido”, más allá de desearte un Feliz Cumpleaños, esto es más que nada un pedido de disculpas por tirar a la mierda en treinta, todo lo maravilloso que Ustedes hicieron…
 
Un abrazo a la distancia, ojalá algún día le demos sentido a aquel pensamiento sobre este Club… “Huracán es la hermosa excusa que eligió el barrio para ser feliz”…

¡¡¡Gracias Eternas y Feliz Cumpleaños “Flaco Querido”!!!
 






 

lunes, 16 de septiembre de 2013

Huracán Campeón 1973... De Alguna Manera...

1973 - 16 de Septiembre - 2013
Huracán Campeón Metropolitano
 

Cuando el Globo fue fiesta...

Los jugadores y la gente. Las grandes figuras del Huracán campeón posan mezcladas con sus hinchas. Equipazo.

Hace 40 años se consagró un equipo que entró en la historia del fútbol.

Ese equipo se transformó en preciosa mitología. Porque fue campeón, pero sobre todo porque generó lo que casi nadie antes ni después: fue una identidad. El Huracán del 73 resultó una de las últimas militancias en nombre del carácter lúdico de este deporte. Lo cuentan los que lo vieron y lo exhiben muchos de los videos que ahora se pueden observar: René Houseman gambeteaba rivales como si fueran postes; atrás de èl, Miguel Brindisi ofrecía una cátedra tras otra en cada una de sus presentaciones. A los costados, Omar Larrosa y Carlos Babington brindaban elegancia. En el fondo, el Coco Basile era un vozarrón que dirigía y Jorge Carrascosa era un líder que enseñaba adentro y afuera del campo de juego. Sí, arriba, Roque Avallay -con su sonrisa de gol- gritaba victorias.


Hoy, ahora, en este ratito, se cumplen cuarenta años de un equipo que fue un hito y una gloria sin olvido. Lo dicen muchos, incluso el padre de la cuestión, César Menotti: aquel Huracán resultó la matriz conceptual que permitió la consagración de la Argentina en su primera Copa del Mundo, en 1978. Decía el entrenador y lo repite ahora el sitio oficial de la FIFA: “Ese Huracán salvó al fútbol argentino”.

“La espera valió la pena”, escribía por aquellos días de hace cuatro décadas Osvaldo Ardizzone -crack de las palabras y del periodismo- en la revista El Gráfico. Tenía razón: Huracán volvía a ganar un título de Liga luego de 45 años, desde aquella consagración lejanísma de 1928, en tiempos de Stábile y de Onzari; y se consagraba tras 29 temporadas, luego de aquella vuelta olímpica en el Gasómetro ante Boca, en ocasión de la Copa Competencia Británica, su última celebración oficial en el ámbito de la AFA.

Hay una cuestión del tiempo que lo hace más relevante al logro: es, quizá, la única vuelta olímpica que disfrutó la amplísima mayoría de hinchas de Huracán que ahora viven. Desde la calle Viamonte homologaron en días recientes los once títulos de esta historia de más de 104 años, pero para casi todos los beneficiarios de ese pasado aquellas estrellas resultan un cielo en blanco y negro. Hermoso, pero así.

Lo contaba Angel Cappa, en las charlas de bar y vestuarios en aquel 2009 de refundaciones: “Ese equipo representó un modo de entender el fútbol. Se jugaba para ganar, pero también para gustar, para el espectador, para el hombre de fútbol. Y el aplauso era esa merecida consecuencia”. 

Roberto Fontanarrosa, hincha de Central desde lo más profundo de su alma, contó alguna vez en esta redacción que la única vez que en Arroyito se aplaudió a un rival fue en aquel año: en ese 5-0 mágico e inverosímil que Huracán ofreció bajo el cielo de Rosario. No fue la única actuación estupenda ni la única goleada. Huracán debutó con un set ante Argentinos, en el Palacio Ducó: 6-1. Luego goleó 5-0 a Racing, repitió el 5-2 ante Ferro y Atlanta, todo en esa primera rueda de encantos. El recorrido continuó más eficaz que brillante en la segunda vuelta (las convocatorias internacionales ausentaron a los magos). 

Pero cuando todos se juntaban parecían un ballet al servicio del buen gusto.

La campaña también brilló por sus números: 19 victorias, ocho empates y sólo cinco derrotas. Atrás quedaron Boca, River, San Lorenzo e Independiente. A pesar de la derrota ante Gimnasia La Plata, el 16 de setiembre, Huracán dio la vuelta en su cancha. También volvió a celebrar, en el mismo Ducó, frente a Boca, aquel viejo rival de los años veinte. Allí, en esa vuelta olímpica tardía estaba el inmenso Emilio Baldonedo. Lo contó antes de despedirse del mundo, a fines de los años noventa: “Ese equipo fuimos todos. Una manera de interpretar este juego. En definitiva, nosotros. Huracán”.

© Escrito por Waldemar Iglesias el lunes 16/09/2013 y publicado por el Diario Clarín de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.


Reivindicar aquel Huracán

Es habitual por estos días encontrar reiteradas referencias a lo que ya la memoria futbolera ha bautizado como “Huracán del ‘73”. 

Es que aquel equipo, que además fue campeón –el primer y único conjunto de ese club que alcanzó un título en el profesionalismo, más allá del abigeato (cuatrerismo) que le propinó Vélez en la definición de 2009– fue absolutamente representativo de lo que la mayoría de los argentinos entendemos por “jugar bien”.

Pasaron cuarenta años de aquel memorable cachetazo a lo que el pensamiento único –“lo único que importa es ganar”– pretendía por entonces establecer como verdad revelada, y continúa en su incesante y malsana prédica reivindicando ahora, ya en 2013, alfileres y bidones bilardeanos, y alguna frase pretendidamente graciosa de Juan Carlos Lorenzo como aquella bien de pícaro de café: “en eshte paí, cualquier gil ashe un reló”.

© Escrito por Diego Bonadeo el lunes 16/09/2013 y publicado por el Siario Página/12 de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.