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viernes, 11 de diciembre de 2015

Carta de despedida a la Señora Presidente... @dealgunamanera...

Carta de despedida de Mario Markic a la Presidenta...


Señora Presidenta:

Pase lo que pase el domingo, estamos a horas del comienzo de su inevitable y acaso tan temida despedida del poder. Pase lo que pase, el domingo o será uno consagrado por el voto de los argentinos, o habrá que elegir entre dos opciones unos días más tarde pero todo está allí, a la vuelta de la esquina.

O sea, Presidenta, ya aparece el otro. Será una bisagra histórica. Recuerde que usted lleva casi ocho años ejerciendo el poder, "empoderada", como le gusta decir. Y por eso, nos imaginamos claramente su tristeza por estas horas frente al hecho consumado: la certeza de la ausencia de poder.

Usted señora, mostró en un tweet algo así como que lo que se viene es el fin del principio. Siempre fue rápida de reflejos señora, como para que nadie le diga 'esto es el principio del fin y bla, bla... Y está bien, y era lo esperable, confrontativa hasta el fin, siempre redoblando la apuesta.

Como cuando en aquel acto en Rosario frente al monumento a la Bandera Nacional usted dijo sin decir, pero todos lo entendimos, aquel propósito: el más antirrepublicano que se recuerde, por lo menos de un gobernante civil.

Y ese "vamos por todo" estruendoso fue, aunque todo puede discutirse, el principio del fin. Porque, señora, no pudo con todo. De hecho debe ser raro para usted sentir que no está en el lugar de los candidatos ahora, que no compite.

Esta vez, si o si señora Presidenta, se tiene que ir. Y lo que son las cosas: ahí lo tendrá a Massa compitiendo por la banda y el bastón. El mismo que le cerró la puerta a su propósito de reelección.

Y estará Scioli, el hombre paciente al que usted humilló sin contemplaciones. Y usted sabe, lo sospecha, lo malicia: si gana y si aflora su gen peronista de la auto preservación es muy probable que, más temprano que tarde, la deje de lado, se olvide de usted. Que la traicione, en una palabra.

Y Macri, que viene desde otro palo y otra condición, y que empezó su aventura política desde la capital Federal: imagine si fuera él el elegido. Por eso, se viene el largo adiós, la melancólica retirada. Porque así de ingrata es la cosa: usted, señora Presidenta, a partir del 11 de diciembre volverá a ser una persona común y corriente. Una ciudadana más de a pie.

O sea, no habrá Tango 01 a su disposición, tanto como para ir a buscar a su hijo o a su hija en cualquier momento que quiera hacerlo, o llevar a bordo los regalos para su pequeño nieto.

¿Se acuerda que hasta se rompió la cabeza precisamente cuando estaba en esos menesteres domésticos? Porque si quiere hacerlo deberá pagar su pasaje como cualquiera de nosotros. Y podrá viajar gratis, claro, si acumula millaje como cualquiera de nosotros.

¿Cuánto de difícil será acostumbrarse a ser una ciudadana común? No la primera ciudadana, sino una entre tantas. Y extrañará seguramente que nadie esté obligado a escuchar lo que piensa sobre política, economía, deporte y sus vidas pasadas.

Con seguridad señora Presidenta, ahora que tiene la certeza de que comienza su melancólico retiro de la escena, sabe que ya no habrá cámaras que registren sus alegres pasos de baile, que acaso sigan, pero con la salvedad de que quedarán reservados para la intimidad de las fiestas familiares.

O para Bailando por un sueño: experiencia acumula. Porque aquel baile de los días felices traspasó las fronteras. ¿Se acuerda de Angola y del tractor de Moreno? Ya nadie se acuerda de Angola. Y cualquiera podrá imaginarse que recordará con infinita nostalgia esos discursos que estaban obligados a seguir millones de argentinos y que calurosamente aplaudían sus fieles acólitos entre el agitar de las banderas en la Casa Rosada y las desentonaciones jingleras de Ignacio Copani.

¿Quién usará, si así lo decide, -¿por algo será presidente no?- su balcón señora? ¿Y qué pasará con el Salón de las Mujeres? Imagine que el próximo inquilino, con todo derecho por otra parte, lo deje de lado. Y peor aún, que a instancias de la primera dama se haga, por ejemplo, un salón de los estables de la patria para las cadenas nacionales.

Y ya como algo pesadillesco que el señor presidente decida terminar con el peregrinaje de Cristóbal Colón para devolverlo a su emplazamiento original.

Señora Presidenta, usted sabe que cosas así pasarán por su cabeza cuando deba despojarse del poder. Y tal vez el nuevo presidente decida cambiar el protocolo también y "ellos y ellas" o el "para todos y para todas" sea dejado olímpicamente de lado.

Y acaso en poco tiempo más, porque en Argentina el olvido no necesita tiempo, ya los slogans que acompañaron sus años de gestión como "tenemos patria", "no fue magia", "ni un paso atrás"; y sobretodo el temerario y agresivo "vamos por todo", tan poco digno de usted señora, pasen al limbo de las cosas descartables.


No podrá ya modelar ni formatear la vida ni la conducta de los argentinos. Podrá cambiar cosas en su vida o cercanas a usted, elegir también cambiar cosas en su lugar en el mundo, en el lugar que elija para vivir, tal vez pueda incidir en el dibujo de su jardín. Pero su revolución tendrá los límites de su vereda.

Porque señora, usted volverá a ser una persona común y silvestre, como se dice.

Y como pasaron al olvido cosas de Alfonsín y de Menem, uno se pregunta, y tal vez usted ya empezó a hacerlo, ¿qué pasará con Tecnópolis, nuestra feria tecnológica permanente? ¿Y con Zamba, el personaje para niños con su particular visión de la historia argentina totalmente repartida entre héroes y villanos, cipayos y patriotas, blancos o negros, buenos y malos? Visión que se parece tanto a su propio modo de entender la vida.

¿Y 678, el club de los amigos de la revolución nacional y popular seguirá en la misma pantalla o buscará refugio en las pantallas de los empresarios amigos? ¿Seguirá carta abierta exaltando las acciones de su gobierno? ¿O se encolumnarán como buenos soldados militantes con el mismo fervor de los que cambian de creencia religiosa de un día para otro?

Por ahora no señora, las tropas son leales. Ahí apareció Horacio González, el de la Biblioteca Nacional, diciendo que ellos van a votar a Scioli desgarrados, pero lo van a votar. ¿Y con Milani no estaban desgarrados-? ¿Y con Boudou tampoco estaban desgarrados? ¿Y con Jaime?

Usted se preguntará qué destino le espera a la Secretaría de Coordinación Estratégica para el Pensamiento Nacional -¿qué titulazo no?- que capitanea el intelectual del modelo Ricardo Forster.

¿Qué harán los artistas militantes frente a su inevitable ausencia? ¿Irán en busca de un nuevo productor? La palabra clave del tiempo que se avecina es "ex". Usted señora, será una ex con todo lo que ello significa y connota porque el poder será de otro.

Será inevitable, pero así son las cosas del poder: almíbar y amargura. Como "ex" usted vivirá de recuerdos. Y en esa caravana desfilarán los fastos del Bicentenario. ¿Se acuerda de la Vuelta de Obligado y de todos los actos militantes perfectamente armaditos como una gran película de Hollywood?

Y regresará también el recuerdo del regreso triunfal de la Fragata Libertad a Mar del Plata, y de su repentina amistad con el odiado Jorge Bergoglio.

Y toda esta película no es el principio del fin, pero tampoco es el principio de algo que continuará en el tiempo tal como usted lo dejó.

Señora: tampoco nos vamos a pasar la vida hablando de los buitres habiendo otros pájaros tan bonitos para ver.

No hay a la vista "Cristina parte 2". Todo se olvida rápido por aquí ¿Vio? Y volver al llano a algunos les cuesta mucho más que a otros. Depende de cómo se haya ejercido el poder.

Con toda humildad, no quisiera estar en sus zapatos señora Presidenta...


© Escrito por Mario Markic el viernes 23/10/2015 y publicado en http://tn.com.ar de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, República Argentina 





viernes, 29 de mayo de 2015

FIFAGATE: Alejandro Burzaco, del poder a la clandestinidad… @dealgunamanera...

FIFAGATE: Burzaco, del poder a la clandestinidad…


La Policía Federal allanó las oficinas del CEO de Torneos y Competencias. Quién es este empresario clave en el negocio del fútbol con vínculos en el Gobierno y en el Grupo Clarín.


Tras la denuncia de sobornos en la FIFA y por orden de Interpol, la Policía Federal allanó las oficinas de Torneos y Competencias, la productora de televisión cuyo CEO y accionista, Alejandro Burzaco, se encuentra con pedido de captura internacional, involucrado en este escándalo. Burzaco, un hombre fuerte en el negocio del fútbol local, gestó su poder de la mano del fallecido Julio Grondona.

Y, en las sombras, se convirtió en un nexo clave entre dos enemigos aparentemente irreconciliables: el Grupo Clarín y el Gobierno. 

Con ambos tiene negocios. De bajo perfil y siempre con gorrita, es el dueño de las transmisiones deportivas locales y de Latinoamérica.

¿Cuáles son los lazos que lo unen al Grupo Clarín y el Gobierno?

© Publicado el viernes 29/05/2015 por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.


lunes, 26 de enero de 2015

La impotencia de la política… De Alguna Manera...

La impotencia de la política…


Día a día vemos con estupor la aparición de nuevas sospechas, contradicciones y personajes que hacen más sombrío el caso de la muerte del Fiscal Nisman. Mas allá de las distintas hipótesis que se dispararon desde el terrible hecho, me quedan con nitidez tres tristes conclusiones.

Argentina esta indubitáblemente prisionera de una guerra de mafias y de poder, ajenas a la vida democrática. Se trata de una disputa en las sombras donde se mezclan operaciones de servicios de inteligencia nacionales y extranjeros; intervención irresponsable del Estado argentino en conflictos internacionales estratégicos; corrupción del Poder político y de las Fuerzas de Seguridad e intervención del Gobierno con total impunidad en un conflicto sórdido de criminales, corruptos, estafadores y viejos y nuevos ricos, donde se usa al Estado como una trinchera más.

El país empieza a desbarrancarse desde el estupor y el asombro, pasando por un peligroso acostumbramiento y resignación hasta llegar a la última estación lógica de este recorrido "destructor de democracia": el miedo.

El miedo todo lo corroe. Frena investigaciones. Agiganta la impunidad. Envalentona a los que actúan en las sombras. Adormece conciencias. Es el mejor trampolín de los oportunistas. Y profundiza una espiral de descreimiento de la democracia y viralización de la violencia.

Por último, una conclusión tan preocupante como las anteriores: la impotencia de la política.

Yo no tengo una visión binaria del kirchnerismo (a pesar del esfuerzo permanente que dicho espacio político hace para que así sea). Soy un opositor orgánico al actual proceso político argentino, no sanguíneo o epitelial. Por eso no interpelo a los viejos dirigentes, a los ideologos o a los que se enriquecieron en estos últimos años (esos no tienen retorno y los espera la justicia) sino a los muchos militantes, simpatizantes y votantes con capacidad de seguir fieles a una idea política, pero con capacidad también, de critica a dicha idea. A ellos va mi mensaje de que recuperen un camino de interpelación a esta etapa del gobierno, que es producto de anteriores, claro está, pero que es menester corregirla ahora antes que sea demasiado tarde. Salir de la impotencia de la política frente a esta situación es una tarea de muchos simpatizantes de este Gobierno.

Pero en donde es más peligrosa la visibilidad de la impotencia de la política, es en el amplio espectro de la oposición. Oposición que no tiene la responsabilidad de administrar el Estado, pero si de ofrecer una salida a la crisis desde la alternancia democrática.

Impotencia de la vieja oposición salida de las fauces del actual gobierno, pero también impotencia de todo el espacio progresista y por lo tanto, no lo digo desde una lógica de comentarista de la realidad, sino que lo digo desde la autocrítica de alguien que pertenece a ese espacio (incluyo por supuesto al Partido Socialista).

Si, cero respuesta de la oposición en todas sus variantes, por lo menos hasta hoy, de ponerle un freno desde el Congreso al país mafioso que avanza. Como si eso fuera una contradicción con la construcción de un proyecto progresista. Como si la participación institucional en una comisión del Congreso, después de una muerte conmocionante de un fiscal de la Nación, truncara el futuro de un ideal político.

Sencillamente infantil, miope e irresponsable.

Dije al principio de estas lineas que eran conclusiones tristes,si, pero al mismo tiempo útiles para saber lo que hay que corregir. Y a lo que hay que combatir. Combatir al país mafioso, combatir el miedo y combatir la impotencia de la política. Y por supuesto buscar el recambio que nuestra democracia necesita.

© Escrito por el Diputado Nacional del Partido Socialista Roy Cortina el domingo 25/01/2015 y publicado por facebook.


jueves, 17 de abril de 2014

El cuervo Milani... De Alguna Manera...

El cuervo Milani...


El Gobierno Nacional busca comprometer ideológicamente a las Fuerzas Armadas, otorgándole tareas que nada tienen que ver con sus verdaderas responsabilidades. Para encarar y comprender el núcleo de este editorial, es imprescindible hacer un poco de historia.

Pepe Eliaschev.

El 25 de mayo de 1973 asumió la presidencia de la Nación el doctor Héctor Cámpora, acompañado, como vicepresidente, del doctor Vicente Solano Lima. La muchedumbre en la Plaza de Mayo coreaba “¡Cámpora al gobierno, Perón al poder!”. Concluía ese día, cuando el teniente general Alejandro Agustín Lanusse impuso sobre el pecho del doctor Cámpora las atribuciones formales del poder presidencial, una dictadura que se había iniciado el 28 de junio de 1966, cuando las Fuerzas Armadas, asociadas y aliadas al movimiento sindical peronista, derrocaron al gobierno constitucional del presidente Arturo U. Illia. Siete años de dictadura quedaron atrás. “¡Se van, se van, y nunca volverán!”, gritaban los Montoneros y otros grupos políticos aquel 25 de mayo de 1973.

A poco andar, semanas más tarde, se anunció el desarrollo de un “Operativo Dorrego”, una iniciativa político-militar pergeñada entre Montoneros y el Ejército Argentino, que en aquel momento, en la región de la provincia de Buenos Aires, encabezaba el general Albano Harguindeguy. Ese “operativo” en varias localidades de la provincia de Buenos Aires que había sufrido inundaciones, constituyó una gestión asociada entre la Juventud Peronista conducida por Montoneros, y el Ejército, que acababa de retirarse del poder.


La historia que sigue a esto se conoce: cayó el gobierno de Cámpora el 19 de julio de ese mismo año, menos de tres meses después de asumir y el dominio del poder pasó a la familia López Rega. En septiembre, un voto plebiscitario llevo a la Casa Rosada a Juan Domingo Perón, quien habría de fallecer el º1 de julio de 1974. Se están por cumplir exactamente 40 años de la muerte de Perón.

El “Operativo Dorrego” duró unas pocas semanas y rápidamente se disolvió. La peregrina idea de que la Juventud Peronista podía penetrar las filas de las Fuerzas Armadas con un operativo de “reconstrucción social” se desmaterializó en el aire.

Un signo del atraso formidable de la Argentina es que algo similar a ese Operativo Dorrego regresa al país, 41 años más tarde: acaba de presentarse en dos villas de la zona metropolitana el primer capítulo de este nuevo “operativo” que comanda La Cámpora, con Andrés "El Cuervo" Larroque a la cabeza, en sociedad con el general César Milani y con la señora Hebe de Bonafini. Han tomado como escenario, como un ejemplo práctico, una villa porteña llamada La Carbonilla y otra de Florencio Varela. Son situaciones en las que el Ejército pone muy poco en términos efectivos y tangibles, pero mucho en términos simbólicos. 

En el caso de la villa La Carbonilla de la Paternal, son 19 soldados, una máquina retroexcavadora, picos, palas. Su proyecto es abrir calles, limpiar el terreno, un poco de obras sanitarias y cloacas. Los soldados trabajan ocho horas por día, de 8 a 15, y tienen absolutamente prohibido meterse en cuestiones de seguridad, porque la ley argentina así lo establece, las Fuerzas Armadas no pueden afrontar tareas policiales.

¿Cuál es el pensamiento estratégico de la Secretaría de Coordinación Militar de Asistencia en Emergencias, del Ministerio de Defensa, cuyo titular es Agustín Rossi? ¿Cuál es, sobre todo, la estrategia de la Comisión Nacional de Tierras, encabezada por Rubén Pascolini, un hombre muy cercano a Luis D'Elía? ¿De qué se trata? ¿Es que acaso el Estado argentino reconoce ahora su impotencia, su inutilidad, su esterilidad, su negligencia, su falta de posibilidades reales de hacerse cargo de situaciones en las que se requieren obras civiles? ¿Por qué el Gobierno militariza tareas de promoción social, once años después de haber asumido el poder? ¿Qué es lo que no está funcionando en este país? ¿No funciona el Ministerio de Desarrollo Social? ¿No funciona el Ministerio de Salud? ¿No funciona el Ministerio de Educación?

Recurrir a las tropas uniformadas, aun cuando no estén armadas con fusiles, gente con borceguíes y vestidos de fajina, implica una renuncia de la potestad civil. ¿En qué punto tan dramático está la Argentina que abrir una calle, hacer zanjas o hacer obras cloacales se equipara con una tragedia? Naturalmente, si la Argentina tuviera que vivir una tragedia de las dimensiones que está viviendo Chile con los incendios de Valparaíso, se justificaría la incorporación de fuerzas de seguridad o militares, por un breve lapso, para socorrer a la población. Pero no es esto lo que está pasando en las villas: este emprendimiento ha sido tramado y tejido, minuciosa y prolijamente, por el general César Milani -imputado por cuestiones de derechos humanos-, y la señora de Bonafini y su grupo, que tanto tuvo que ver con el frustrado intento de Sueños Compartidos y Sergio Schoklender. Todos de la mano de La Cámpora. 

El gobierno argentino renuncia al poder civil, un retroceso de las instituciones, una confesión de que, ni siquiera para hacer obras de infraestructura en villas carenciadas, el Estado argentino se siente competente, responsable y, sobre todo potente, como para poder efectivizar esas tareas.

Ésta es la pregunta que hay que hacerle al Gobierno, al ministro Agustín Rossi, si se dignara a afrontar un reportaje, cosa que hemos intentado en vano, ¿por qué se convoca al Ejército a realizar unas obras que no tienen ninguna complejidad que no pueda enfrentar cualquier ingeniero civil o cualquier equipo de Vialidad Nacional u obras públicas? La respuesta es obvia: no se trata de hacer lo que otros no pueden hacer, y por eso se convoca al Ejército, sino de comprometer política e ideológicamente a las Fuerzas Armadas con el actual curso político del grupo gobernante. 

Por eso, la emblemática fotografía de Hebe de Bonafini junto a César Milani: estamos en presencia de un proyecto explícito, confeso, ostensible y evidente de chavización del Gobierno. Están tratando de imitar la peripecia de Hugo Chávez, que él sí era un militar de carrera. Lo fue desde su primer día como militar golpista y hasta su muerte; a lo largo de toda su trayectoria en política en Venezuela, Chávez asumió con orgullo su condición militar.

Pero la Argentina no tiene un gobierno militar. Néstor Kirchner no era un oficial de las Fuerzas Armadas, ni tampoco lo es Cristina Fernández de Kirchner ¿Por qué, en consecuencia, se patrocina una artificial, compulsiva y absolutamente contra natura- unión cívico–militar? ¿Con qué objetivos? ¿Con qué pretextos? ¿Con qué proyecto? ¿Con qué idea de país? Uno solamente puede conjeturar. Las conjeturas, lamentablemente, no son promisorias: son oscuras y sombrías, además de preocupantes. 

Al incorporar al Ejército a obras civiles elementales, el actual gobierno está tratando de comprometer, de aquí en más, a las Fuerzas Armadas. Ese compromiso le haría un daño enorme, no solo a las Fuerzas Armadas, sino a la totalidad de la institucionalidad argentina.

© Escrito por Pepe Eliaschev el Miércoles 17/04/2014 y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.