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miércoles, 27 de junio de 2018

Reportaje a Gabriel Brazenas… @dealgunamanera...

“Hasta el último día de mi vida voy a decir que no fue foul”…


Enganche encontró a Brazenas en el medio de Moscú y, gaseosa de por medio, charló durante una hora con el ex árbitro sobre aquella mítica acción que lo marcó en el Vélez-Huracán y que quedó en la historia.

© Escrito por Sebastián Varela del Río el sábado 23/06/2018 y publicado por el Diario Página/12 de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

Cuenta que habló apenas tres veces en su vida con Julio Grondona. Una mañana de 2010, el árbitro tocó a la puerta del mandamás y le dijo que quería dejar todo. El Don le respondió dos palabras: “¿Estás seguro?”. Brazenas le insistió. El entonces presidente de la AFA, como un apóstol, dudó hasta tres veces. Finalmente, ante la certeza del referí, levantó el teléfono, llamó a recursos humanos y dictaminó: “Va Brazenas. Arreglale todo al pibe”. Se saludaron. La reunión duró, como mucho, cinco minutos. Gabriel Vito Brazenas asegura que ni ese día ni en los anteriores, Grondona le preguntó jamás por Vélez-Huracán.

En los suburbios de Moscú, donde el ex árbitro vive el Mundial de Rusia junto a su hija, Brazenas habla con Enganche y, lejos de ser un hombre rodeado de los misterios que dejó aquel mítico partido, se sienta durante una hora a comentar su historia sin tapujos. “Decime, ¿cuánto me pagaron?”, suelta, un poco en broma, un poco en serio, como para sacar solemnidad a su caso. Gran parte del fútbol argentino, ese permanente constructor de mitologías aparentes, cree, con firmeza, que este hombre sancionó con malicia el aquel encuentro que definía al campeón del torneo Clausura 2009. Él, que dice que se sentaría a hablar del partido con Ángel Cappa, se aguanta todas las preguntas y no se mueve un milímetro de su relato.

“Hoy mi vida está perfilada fuera del fútbol. Me dedico al manejo administrativo de una inmobiliaria grande del barrio de Palermo. Nosotros, los árbitros, vivíamos en vivo. Uno en una oficina está encerrado, no es lo mismo. Eso no lo voy a recuperar nunca”, suelta, mientras un camarero ruso vuelve a hacer de las suyas y trae, en vez de tres gaseosas sin azúcar, la misma cantidad de cafés con hielo. “¿Qué habrá entendido?”, pregunta Brazenas. Y pone play: “Arranquemos”.

-¿Cómo se lleva un árbitro con el engaño?

-Es difícil, porque el origen de los jugadores es el potrero, no este fútbol de teatro al que quieren llevarnos. Es complejo. ¿El fútbol perdió el potrero o lo vamos a seguir dejando ser eso? El origen de los grandes jugadores es el potrero. Si hay menos tolerancia, también hay más engaño. ¿El jugador saca ventaja para lograr su objetivo? Es difícil. Hay jugadores que entrenaban mirando la posición del árbitro para tirarse en el otro costado. Y lo entrenaban. Eso es profesionalismo. Había técnicos que lo practicaban, porque, claro, desde el ángulo más difícil el árbitro puede tener jugadores delante y confundirse. El fútbol es un juego de engaños. ¿Y cuál es el juego de cartas más preponderante de Argentina?

-El truco.

-Claro. ¿Y el truco qué es? El engaño constante. El jugador trata de engañarme a mí y yo trato de que no me engañe.

-¿Te molestaba el engaño?

-Hay que saber que el jugador te quiere sacar ventaja en todo. ¿Vos viste a algún jugador que diga algo cuando le dan un gol que no es? Es así. El fútbol es así. En Argentina te dicen que hay que ser honesto y festejamos todos el gol con la mano de Diego. Hay un mensaje ambiguo. Entonces, o somos pícaros o somos honestos. ¿La trampa es picardía o es engaño? Es bravo, eh.

-¿Por qué a los árbitros se les cuestiona la honorabilidad?

-El árbitro tiene un problema: cuando se equivoca es un corrupto. En cambio, cuando un jugador se equivoca, no pasa nada. Por ejemplo, cuando un jugador (Palermo) erró tres penales, siguió jugando. ¿Te imaginás un árbitro que cobre mal tres penales en un partido? Lo matan. El problema es la falta de credibilidad.

-¿La falta de credibilidad en los árbitro está bien fundada?

-Es el país. Es Argentina. En nuestro país nadie le cree al presidente, ni al ministro de economía, ni a nadie. ¿Cómo le voy a creer a un árbitro? Mirá la justicia ordinaria. La justicia es cuando te favorecen. Cuando no, decís que te perjudicaron.

-¿Cuánto tiempo fuiste árbitro?

-Muchos años.

-¿Cuántas veces te ofrecieron plata?

-Ninguna. ¿Cómo arreglás a 22 tipos? ¿Cómo le decís a todos que tiren la pelota afuera? Yo tuve una conversación con un jugador de primer nivel en la que me dijo: “Si vos me querés cagar, yo te hago tres goles”. Es imposible. No se puede arreglar de esa manera.

-En la mitología del fútbol se dice que hay árbitros que te van empujando. Dos tiros libres por acá, un par de amarillas por allá y te ponen contra tu arco. ¿Es así?

-Eso es una payasada. Primero, si el árbitro logra hacer eso, pierde plata, porque tiene una inteligencia con la que podría ganar mucho más en otra cosa.

-¿Nunca escuchaste algo raro? ¿De verdad?

-Yo he escuchado que tal partido está arreglado y después termina para el otro lado. Lo que sí puede pasar es que haya tipos que se sienten a tomar un café con un árbitro y le digan al dirigente que arreglaron el partido. Yo te voy a contar cómo es esto, porque es interesante. El tipo va, es amigo o conocido de un árbitro, le dice al dirigente: “Che, tal los dirige el fin de semana y voy a ver si puedo hacer algo”. El tipo viene, se sienta a tomar un café con el árbitro, el dirigente lo ve y después le dice que está todo listo. Si el equipo de ese dirigente gana, pasa por caja a cobrar.

-¿Te pasó?

-Si me pasa, lo mato. Pero sé que pasó. Ahora, ¿cómo es la historia? ¿El corrupto es el árbitro o es el dirigente? A mí no me pasó, pero a otros árbitros sí.

-¿En la Libertadores tampoco escuchaste nada raro?

-Fui a todos lados y no me pasó jamás. Por mis hijos te lo juro. Una sola vez, en Colombia, fuimos a dirigir con el Sargento (Daniel) Jiménez y nos regalaron ropa antes del partido. Jugaba el DIM. Y es normal que te regalen remeras los jugadores o ropa. Fuimos al partido, el DIM perdió y cuando volvimos al hotel, nos habían sacado toda la ropa. Parece que no merecíamos tener la camiseta del DIM porque el equipo no ganó.

-¿Por qué te fuiste del fútbol?

-Por un problema físico. No por otra cosa. Fue eso.

-¿No te cansaste de ser Gabriel Brazenas, el tipo más puteado?

-No me podría cansar de ser yo, porque tendría que terminar con mi vida. Yo conozco el mundo gracias al fútbol. Fui un privilegiado. Por eso, hay que entender a la gente. Las puteadas me las como, porque, primero, no voy a hacer famoso a nadie. Por suerte, el fútbol me dio un nivel de tolerancia tremenda. Si un tipo me insulta, le pego una piña mal dada y pasa algo, después tengo una vida para pagarlo. Y no cambia nada. En vez de diez, elijo contar hasta cincuenta. En el fútbol y en la vida, todo lo que construiste podés perderlo en un segundo. También lo malo vende más que lo bueno. Yo hoy abro los diarios y veo cosas triviales, que no son importantes. Lo bueno nunca vende. Vende el lío.

-Te putearon en el Mundial hace poco. ¿Cómo lo viviste?

-Un hecho menor. Yo prefería dirigir los partidos importantes, no quedarme abajo de un escritorio dirigiendo partidos seis puntos y pasando desapercibido. Si querés estar arriba, tenés que estar preparado para eso y para los precios que hay que pagar.

-¿Volviste a jugar Vélez-Huracán en tu cabeza?

-Jamás. Nunca. Partido jugado, partido terminado. Para mí pasó y si decidí las cosas que decidí fue porque en ese momento tenía los elementos para decidir así.

-¿No cambiarías ninguna decisión en tu carrera?

-Ni una. Las decisiones tomadas en ese momento son así. Es el vivo. Uno no tiene la posibilidad de editar y volver para atrás. Los que trabajan en vivo son los mejores, hablo de locutores, famosos y figuras. El vivo te obliga porque no tenés marcha atrás. Por eso Mirtha Legrand es la uno, Marcelo Tinelli es el uno y Susana Giménez también. Ahí hay adrenalina pura.

-¿Manejaste mal el post Vélez-Huracán?

-En este país, todo lo que diga puede ser usado en mi contra. Las cosas tienen que ver con un contexto. Me fui porque la parte física predominaba sobre lo técnico, porque así lo empezó a dictaminar la FIFA. Yo nunca fui un dotado físicamente. Me han criticado que no corría, pero siempre trataba de estar al lado de la jugada. Después, sobre ese partido, si la gente quiere pensar que atrás de todo eso hubo otra cosa, es un problema de cada uno. Sabés la cantidad de cosas que yo pienso de todos y no las digo. Cada uno hace lo que quiere con sus actos y sus ideas.

-¿Cómo lo tomó tu familia en ese momento?

-Nunca me dijeron nada de ese partido. Mi señora falleció hace dos años. Mi viejo, también. En el mismo mes que mi mujer. Mi hijo tiene el mismo nombre que yo y, cuando le han dicho algo, le respondió que vengan a hablar conmigo. Mi hija, igual. Yo a mis hijos los preparé. Sabíamos que teníamos que cambiar el número a cada rato. Pero todo existió desde siempre, aunque hoy las redes sociales lo agranden. Hoy viene un muchacho, me saca una foto, pone algo y se hace el piola. Me parece bien. Pero internet no se creó para eso. La gente puede creer alguna decisión desacertada y me parece bien. Cada uno es libre.

-¿Te sentarías a tomar un café con Ángel Cappa?

-Yo tomo un café con cualquiera. No tengo nada que decirle, porque él defiende su postura y yo la mía. Es el contexto. Cada uno sabe lo que hizo y lo que pasó. Hace unos meses me llamó la producción de Coco Silly, que es hincha de Huracán, para que hable con él. Y hablé. Yo tomo un café con cualquiera. Son ellos los que tienen problemas conmigo, yo no tengo nada con ellos. Tengo la tranquilidad por cómo obré.

-¿Pensás que te van a preguntar muchos años por esto?

-Seguramente. A Guillermo Nimo le preguntaron por el penal de Gallo hasta que se murió.

-¿Volviste a ver esa jugada, la de la supuesta falta de Larrivey a Monzón?

-Una o dos veces. Pero nada más. La verdad, la decisión que tomé, la tomé tranquilo de lo que hacía. Y lo sigo pensando.

-¿Qué significa la palabra “corrupto” para vos?

-Es alguien que no aplica la ley. Y no es sólo conseguir dinero. Puede ser tener favores, o algún puesto mejor, o alguna ventaja, o un beneficio...

-Para cerrar, ¿fue falta de Larrivey?

-Para mí no. Sigo insistiendo en lo mismo. Para mí no y por eso no lo cobré.

-¿Hasta el último día vas a pensar igual?

-Sí, hasta el último día de mi vida voy a decir que no fue foul. A veces las cosas son así.






domingo, 5 de julio de 2015

2009-2015... A 6 Años del "Choreo" a Huracán... @dealgunamanera...

En una final caliente, los errores de Brazenas fueron determinantes…

Brazenas les da explicaciones a los jugadores de Huracán.  Foto: La Nación / Mauro Alfieri

El árbitro le anuló mal un gol a Huracán y hubo falta de Larrivey a Monzón en el decisivo tanto de Moralez; además, no le cobró un penal a Vélez.

Una de las frases de cabecera de Gabriel Brazenas es "el mejor árbitro es el que pasa inadvertido". Se había preparado mucho para este partido, a tal punto que reconoció que era "un honor" dirigir Vélez y Huracán. Pero ayer, en Liniers, entre sus fallos y las responsabilidades de los asistentes tuvo un muy mal arbitraje. Con sus errores fue determinante en el triunfo por 1 a 0, el mismo que coronó a Vélez como el campeón del Clausura 2009. Es cierto que la final tuvo muchos chispazos y factores extraños, como la suspensión por el granizo, la cantidad de gente que se coló en el campo de juego y la poca colaboración de los futbolistas a la hora de las simulaciones y las agresiones. Sin embargo, más allá de algunos aciertos (que los tuvo), cometió errores importantes.

Ya a los 9 minutos del primer tiempo el juez de línea Ricardo Casas le anuló en forma incorrecta un gol a Huracán tras un tiro libre desde la izquierda de Defederico y un cabezazo de Eduardo Domínguez. El defensor central estaba habilitado por Otamendi.

Tuvo aciertos: en esa primera etapa no hubo penal de Goltz a Papa ni tampoco de Eduardo Domínguez a Moralez. Acertó en sancionar el penal de Araujo a Moralez y en no convalidar por posición adelantada un tanto a López.

En la segunda etapa empezó el descontrol. Más allá de que le anuló bien un tanto a Nieto por offside a instancias del línea Hernán Maidana, Brazenas acumuló desaciertos: a los 22 minutos, Otamendi tocó la pelota con la mano y, como ya estaba amonestado, debió ser expulsado. A los 36, hubo un planchazo de Arano sobre Cubero dentro del área. Para el árbitro no fue nada, pero debió cobrar penal y haber expulsado al lateral izquierdo de Huracán.

El gol del triunfo también estuvo viciado de nulidad. Luego del cabezazo de López y antes de la definición de Maxi Moralez hubo una infracción de Larrivey a Monzón (similar a la anterior de Arano a Cubero) y la acción no debió seguir. El balón estaba por quedar en poder del arquero y Larrivey le cometió foul; en ningún momento logró conectar el balón.

Los jugadores de Huracán se fueron de control, le protestaron a Brazenas y el árbitro les repitió: "No hubo foul, no hubo foul; no fue foul".

Hubo un expulsado por doble amarilla (Moralez), por sacarse la camiseta en el festejo, pero en los ocho minutos que adicionó Brazenas debió expulsar a varios más: no había sancionado nada por las reacciones entre Cubero y Arano, pero los agarrones y las provocaciones continuaron. Tras un mano a mano que Monzón le desvió a Larrivey al tiro de esquina, varios futbolistas del Globo se le fueron encima al delantero de Vélez, que recibió varios golpes en la mandíbula y en las orejas.

Al final del partido, cerca de 300 hinchas de Vélez coparon el playón del club, cargaron a los jugadores visitantes y le "agradecieron" al árbitro porque se vieron favorecidos. Algunos hasta acompañaron a Brazenas en la retirada y le gritaron: "Gracias por todo" o "Tenés que ser el árbitro del Mundial". El juez dijo: "La verdad es que no sé la razón por la cual los simpatizantes de Vélez no paraban de decírmelo [muchas gracias], no me doy por aludido. Mi actuación la tengo que analizar con tranquilidad, viendo las jugadas puntuales varias veces por televisión".

Sobre el gol anulado a Domínguez sostuvo que se apoyó en el offside que le marcó el asistente Ricardo Casas y sobre el tanto que le dio a Vélez agregó: "No vi falta previa de Larrivey al arquero Monzón y por eso lo convalidé".

El marco y los protagonistas no lo ayudaron, pero no fue la final que soñó dirigir Brazenas en el Clausura 2009. Al margen de sus aciertos, los errores no permitieron que pasara inadvertido y terminó siendo decisivo en el resultado de la consagración.

10 partidos dirigió Brazenas a Huracán, de los cuales ganó uno (el último ante Central, en Rosario), empató otro y sufrió 8 derrotas.

26 partidos dirigió Brazenas a Vélez, de los cuales ganó 9, empató 10 y perdió 7. Con él como juez, llevaba 8 cotejos sin victorias.

© Publicado el lunes 06/07/2015 por el suplemento deportivo del Cancha Llena del Diario La Nación de la Ciudad Autónoma e Buenos Aires.


miércoles, 7 de mayo de 2014

Copa Argentina: Huracán 0 vs. Crucero del Norte 0... De Alguna Manera...


 Pasaje de ronda a lo Huracán…


Huracán venció esta tarde a Crucero del Norte por penales en un partido correspondiente a la Fase Final II de la Copa Argentina en el estadio de Arsenal de Sarandí.

El comienzo del partido mostró que el globo tenía todas las de ganar, avanzado en el campo, con la posesión de la pelota y con Crucero relegado, el equipo de Parque Patricios presentó condiciones para llevarse la victoria. Las primeras ocasiones de gol llegaron de la mano de Lucas Villafañez que se mostró muy incisivo, movedizo y veloz a la hora de profundizar. Ya a los 8 minutos, aparecería la primer caída del arco misionero. Tras un córner, cuando Leandro Caruso se disponía a cabecear, el defensor adversario le cometió penal que un minuto más tarde, el mismo delantero sería el encargado de transformarlo en gol.

El elenco quemero encontró espacios en la defensa contraria que con el resultado en desventaja, fue en busca de la igualdad. Todo era tranquilidad hasta que a los 25 minutos, un tiro libre no tan cerca del área, se convirtió en el equilibrio en el marcador. Diego Torres miró el arco y le apuntó, un mal cálculo de Gastón Monzón derivó en el gol de la nómina mesopotámica. Lo que restó de la primera parte no modificó el resultado, sin embargo, Huracán siguió insistiendo en busca de ponerse arriba nuevamente pero sin éxito. Alejandro Romero Gamarra y Matías Defederico no pudieron convertir en distintas ocasiones desperdiciando claras chances.


El segundo acto trajo muchas emociones. El equipo dirigido técnicamente por Frank Darío Kudelka, mantuvo sus ambiciones pero al mismo tiempo también mostro algunas falencias en defensa que supieron aprovechar los dirigidos por Schurrer. Tras varias ocasiones desperdiciadas por los delanteros quemeros, en un centro cruzado, Claudio Fileppi cabeceó de palomita para dar vuelta el resultado. De ahí en más, el encuentro se convirtió en un ida y vuelta que no permitió respiro. Con los cambios de Mauro Milano y Jonathan Bustos, Huracán encontró nuevos aires en busca de la igualdad que llegó en el final de manera similar a como llegó en Mendoza. Tras una falta a Caruso, Milano fue el encargado de rematar el tiro libre que impactó en el travesaño para que el mismo Caruso convirtiera la igualdad que llevó a la definición por penales.

Nuevamente las esperanzas se renovaban pero con las atajadas de Juan Mendonca, Crucero se puso a tiro de pasar de fase. Con dos goles arriba en la serie, era el turno de Facundo Torres, que remató fuera y mantuvo con vida al Globo. Tras la fallida definición de Víctor Aquino, Gastón Monzón se vistió de héroe para atajarle el último penal a Franco Cabrera y que una nueva victoria se dé de la manera que nos acostumbra Huracán, sufriendo, “a lo Huracán”.


Síntesis:

Huracán 2

Gastón Monzón, Leonardo Zaragoza, Leonardo Correale, Víctor Cuesta, Guillermo Sotelo, Lucas Fernández, Ezequiel Gallegos, Lucas Villafañez, Alejandro Romero Gamarra, Matías Defederico, Leandro Caruso.

DT: Frank Kudelka

Convirtieron penales: Leandro Caruso, Mauro Milano, Juan Arraya, Leonardo Zaragoza y Lucas Villafáñez.

Erraron: Víctor Cuesta y Leonardo Correale.



Crucero del Norte (Misiones) 2

Juan Mendonca, Leonardo Chávez, Federico Rosso, Facundo Torres, Juan Cabrera, Franco Cabrera, Marcelo Lamas, Blas Irala, Claudio Fileppi, Diego Torres, Víctor Aquino.

DT: Gabriel Schurrer.

Convirtieron penales: Claudio Fileppi, Juan Cabrera, Marcelo Lamas y Federico Rosso.

Erraron: Facundo Torres, Víctor Aquino y Franco Cabrera.

Goles: 8′ Leandro Caruso -p- (HU), 25′ Diego Torres (CR), 60′ Claudio Fileppi (CR), 90′ Leandro Caruso (HU)

Árbitro: Andrés Merlos

Estadio: Julio Humberto Grondona


Las fotos:


El partido

Video: Patria Quemera.

© Publicado el miércoles 07/05/2014 en http://www.clubahuracan.com.ar