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viernes, 9 de septiembre de 2016

Luis D’Elía sin filtro: “Macri va a necesitar el helicóptero”… @dealgunamanera...

Luis D’Elía sin filtro: “Macri va a necesitar el helicóptero”…

El dirigente social K sueña con un final anticipado del macrismo.

El piquetero K arremete contra el Gobierno. “Son la colonia de Estados Unidos”, dice. Y sobre Cristina Kirchner opina: “es Perón”.

© Publicado el viernes 09/09/2016 por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

El dirigente del Partido Miles, Luis D’Elía, invita a Noticias a su búnker, frente a Plaza Miserere. El único televisor de su despacho está sintonizado en Telesur, con el volumen tan fuerte que debe apagarlo antes de empezar a contestar las preguntas.

Noticias: ¿Cómo ve estos 9 meses del gobierno de Macri?
Luis D’Elía: La verdad es que peor no podían ser estos tiempos: ajuste, devaluación, inflación, una fuerte reducción del consumo popular y una caída notable de la actividad económica.

Noticias: ¿Cree que Macri no va a terminar su mandato?
D’Elía: El que abre indiscriminadamente la economía y hace que haya miles de trabajadores menos, puede tener un grave costo social. Yo pienso que el principal conspirador contra Macri es Macri.

Noticias: Pero ustedes piden que se agiten las protestas.
D’Elía: Ese comunicado es falso. Pero si Macri sigue así va a necesitar el helicóptero. El día que hubo helicóptero es porque hubo renuncia, no porque hubo golpe. Pero si tenemos dos millones de desocupados, ¿qué quiere? ¿Que lo vayan a felicitar?

Noticias: ¿Siente que el movimiento que usted apoyó lo está dejando solo?
D’Elía: No, al revés. Cuando al Partido Miles vienen a militar Amado Boudou, Gabriel Mariotto, Fernando Vaca Narvaja, Osvaldo y Carolina Papaleo y sindicatos importantes, no me siento solo.

Noticias: Pero no tienen el apoyo de Cristina.
D’Elía: Cristina nos acompañó cuando se hizo el acto del ND Ateneo. Y nos animó a seguir construyendo un partido importante.

Noticias: ¿Qué opina de la reconstrucción del peronismo sin el kirchnerismo?
D’Elía: Que es una actitud equivocada. Son una locomotora al abismo. Creo que el Partido Justicialista cada vez que se enfrenta al peronismo tiene graves problemas. Y el kirchnerismo es el peronismo del siglo XXI. Cristina es Perón.

Noticias: ¿Tienen pensado qué hacer si Cristina va presa?
D’Elía: Yo creo que Macri, Magnetto, Lorenzetti y la Embajada de Estados Unidos trabajan para que Cristina vaya presa. No sé si lo van a poder lograr. Para nosotros sería una presa política. Bueno, alguna vez lo tocaron a Perón y hubo un 17 de octubre. Que la metan presa, no hay problema, pero va a haber un 17 de octubre, no tenga duda.

Noticias: ¿Sigue odiando a la oligarquía?
D’Elía: Odio a la puta oligarquía argentina. Y este gobierno es más que eso. Esto es la colonia. Este es el gobierno de los Estados Unidos en Argentina.


sábado, 20 de junio de 2015

La toma del poder… @dealgunamanera...

La toma del poder…

Zannini. ¿Podrá o logrará Scioli transformarlo en otro Mariotto? Foto: Cedoc Perfil

Una vez que fracasó el proyecto de “Cristina eterna”, se obsesionó por mantener lo conseguido.

El liderazgo carismático es fastuoso, colorido, escenográfico. Tiene más que lo que la República ofrece como simbolismo abstracto o panteón nacional. Roberto Rossellini, el gran director italiano, filmó La toma del poder por Luis XIV, una película cuyo título ya es significativo: por herencia, Luis XIV era sucesor indiscutido, pero debió construirse como figura para tomar realmente el poder. En una escena inolvidable, el joven rey decide los detalles de las ropas que vestirá en la Corte, singularidades estilísticas de una majestad nueva y personal.Seguramente, la Presidenta aprende estas cosas en Game of Thrones, no en Rossellini.

El poder puede heredarse. El carisma, en cambio, sólo se traspasa si se cumplen condiciones que han sido vastamente explicadas por la teoría política. El pasaje de un gobernante carismático a un gobernante legítimo, pero despojado de los sortilegios del carisma, implica dificultades y rituales. Cuando murió Néstor Kirchner, muchos nos preguntamos si su esposa renovaría el aura del jefe desaparecido. Nos preguntamos también si conservaría la potencia de mandar y ser obedecida.

Cristina hizo una prolongada ceremonia del luto: velorio con miles de fieles (incluyendo jefes de Estado, Tinelli y Maradona), Ave María de Schubert cantado a capella por el hermano de un funcionario de los medios públicos, multitudes en la Plaza, bóveda en Río Gallegos. En el centro, Cristina, cubierta de paños negros, el color que la protegía como heredera y la engalanaba.

Hasta que las cosas no cambien mucho, lo que hagan los peronistas se relaciona con "la realidad" de todos.

Tuvo éxito. Se convirtió en una figura doble: Viuda y Líder. Habría podido suceder que las dos caras de esa figura doble no coincidieran de modo tan impecable. Sin embargo, dosificó el dolor y la decisión de modo tal que la supuesta debilidad de la Viuda potenció la fortaleza demostrada por la Líder, y la soledad de una multiplicó la fortaleza de la otra. Una mezcla de tragedia y marcha triunfal.

Es cierto que tuvo un séquito de seguidores fieles que, como no estaban en condiciones de disputar el  liderazgo, consideraron que la fidelidad les daba más ventajas. Además, el derecho de sucesión fue confirmado, como se confirma el carisma en sociedades modernas, por  las elecciones de 2011. 

Hasta allí la sucesión carismática tenía bases que habían sido construidas antes de la muerte de Néstor y, muy probablemente, sin pensar en tal eventualidad. Se trataba simplemente de un anillo de Moebius, sobre el cual marido y mujer planearon sucederse indefinidamente, respetando la forma de la letra constitucional. Mezclaban la sucesión por traspaso de los atributos del poder con la sucesión por elección democrática. Esa mezcla no nos gusta nada a quienes valoramos el espíritu republicano, seamos de derecha o de izquierda (empleo estas denominaciones no para irritar a los asesores amarillos, sino copiando los adjetivos que se usan en casi toda Europa y algunos países de América Latina: son abreviaturas políticas).

Pero la cinta de Moebius fue cortada por la muerte de Néstor y, desde entonces, Cristina estuvo obsesionada por una sucesión que le permitiera conservar el poder, una vez que fracasó el electrizante proyecto que la instalaba como “eterna”. Es interesante que los kirchneristas que llegan del Partido Comunista a calentarse bajo el sol sean los que han demostrado un desprecio tan cínico ante la palabra eternidad, cuyo ejemplo está en la isla de Cuba, donde también la sucesión pasó por el derecho de sangre de hermano a hermano.

Los teóricos señalan una forma especial de traspaso del carisma que es a la vez simbólico y refrendado por el voto de los súbditos (o ciudadanos). Se asegura la cualidad al nuevo líder, pero este reconocimiento, en vez de provenir de la gracia de Dios, proviene de la gracia del pueblo. Nada asegura que ese pueblo refrende una segunda sucesión carismática, simplemente por portación de documento de identidad. Tampoco es seguro que el carisma no se pulverice al estar separado del poder. Carisma y poder se necesitan, aunque la supervivencia carismática de Juan Domingo Perón indica otras, muy difíciles, alternativas. 
La Presidenta, que es inmediatista, para evitarse estos problemas, resolvió estar material y simbólicamente presente en la fórmula presidencial que une a Daniel Scioli y a Carlos Zannini.

Si Scioli fuera capaz de “mariottizar” a Zannini, es decir, de neutralizar su tarea de convertir al presidente en un delegado de la ex presidenta, la batalla la ganaría la paciencia fría y estólida del gobernador. Si Zannini convierte a Scioli en el representante indispensable pero poco significativo de la Señora y de La Cámpora, estamos frente a una aventura personalista, carismática y autoritaria que adhiere formalmente a las instituciones, para transformarlas o reemplazarlas. Un paso hacia Venezuela.

Con característicos golpes de efecto, el peronismo armó el tinglado y apuró a la oposición. En el PRO, la estrategia ecuatoriana era amarillo canario, pero Cristina cantó antes el falta envido. Macri se equivocó cuando el miércoles dijo: “Lo que ellos hagan tiene que ver con su realidad”, refiriéndose a la fórmula diseñada por la Presidenta. Hasta que las cosas no cambien mucho, lo que hagan los peronistas tiene que ver con “la realidad” de todos. Por eso Macri perdió escenario. El viernes al mediodía eligió a Michetti. Jugó con lo que ofrecía pureza amarilla y algo más según las encuestas.

Y lo que sucede con el kirchnerismo tiene un malsano poder expansivo, lo que es una desgracia.

La decisión de Stolbizer también pierde, porque lo que sucede con el kirchnerismo tiene un malsano poder expansivo. Lo cual es una verdadera desgracia para el escenario donde  se representa la política ante los ciudadanos.
Stolbizer tendrá que triplicar esfuerzos frente al miedo de que gane Scioli bajo la tutela del lugarteniente de Cristina. Tendrá que triplicar esfuerzos para que sus votantes elijan una perspectiva de futuro y crean que vale la pena plantearse una pregunta: ¿tiene futuro el progresismo?


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© Escrito por Beatriz Sarlo el sábado 20/06/2015 y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.




domingo, 24 de marzo de 2013

Del cristinismo al cristianismo... De Alguna Manera...


La fe de los conversos... 


El primer milagro del Pontífice fue el cambio de actitud del oficialismo, de la crítica acérrima a un respaldo religioso. La conversión del cristinismo al cristianismo apenas necesitó agregar una letra. El viraje fue tan vertiginoso e implacable que Cristina, más papista que el papa, elevó al cielo a tres mujeres que odiaba y entregó al infierno a tres hombres que amaba. La tarea de reconciliación se la encomendó a Oscar Parrilli, el “Camarlengo”, quien se comunicó telefónicamente con las tres santas que Cristina nunca tuvo en sus oraciones: Alicia Oliveira, Graciela Fernández Meijide y Magdalena Ruiz Guiñazú. A los tres diablos los mató con la indiferencia. Horacio Verbitsky, Horacio González y Juan Pablo Cafiero recibieron una luz cegadora, un disparo de nieve, diría Silvio Rodríguez.

La Presidenta invitó a Alicia Oliveira a integrar la delegación oficial, y mientras le daba la paz, la besó y le dijo: “Gracias por haber venido, me ayudaste mucho”. Recién llegada de Roma, pude hacerle un par de preguntas a quien más defendió a Bergoglio de la campaña sucia.

—¿El cambio de la Presidenta es un gesto sincero y definitivo o sólo especulación electoral? Usted confesó que había votado tanto por Néstor como por Cristina, pero que ahora lo pensaría dos veces.
—De alguna manera me sentí un nexo para la comprensión entre Francisco y Cristina. Estoy contenta. Prefiero que trabajen juntos y que no se peleen.
—¿Pero la votaría nuevamente? ¿Es una autocrítica genuina de Cristina?
—Rezo para que así sea. Comprendo que es por el bien de todos.
—¿Ahora también comprende a Verbitsky? Hace una semana usted dijo que sus notas eran una infamia de mala fe.
—No tengo comprensión para Verbitsky. Lo que hizo no se lo perdono.

No corren buenos vientos para quien ayer fue vinculado por Jorge Lanata a la redacción de discursos de la Fuerza Aérea durante el terrorismo de Estado.

Graciela Fernández Meijide y Magdalena Ruiz Guiñazú trabajaron con igual coraje en la Conadep (Comisión Nacional sobre la Desaparición de Personas) y ambas fueron blanco de los ataques de parte del kirchnerismo en general y de Hebe de Bonafini en particular. Recibieron insultos terribles y Magdalena hasta debió sufrir un “juicio” en una plaza pública y la incitación a escupir afiches con su rostro. Fascismo primitivo que no tuvo ni una palabra de condena de parte de Cristina.

En su nueva etapa ecuménica, casi mimetizada como papisa del Calafate del fin del mundo, Cristina pareció decirles a Graciela y a Magdalena: “Ego te absolvo a peccatis”. Las invitó a un acto en Morón donde se lamentó porque no hayan podido concurrir y lo expresó con un afecto inédito: “Nos hubiera gustado tenerlas presentes”. La tropa de La Cámpora no entendió demasiado por qué ahora no tenían que silbar (tal como hicieron con Bergoglio en Tecnópolis) a esas “gorilas destituyentes”, como las llamaban hasta media hora antes.

¿Hay oportunismo berreta o lucidez estratégica en la nueva liturgia de Cristina? ¿Es un astuto intento de apropiación del Papa, como dijo uno de sus fieles empleados, o un cambio definitivo que implica arrepentimiento de sus actitudes agresivas y autoritarias?

Fernández Meijide dijo desde París: “Quiero pensar lo mejor. Celebro todo lo que sea amistoso porque nos sobra confrontación. Ojalá la actitud del Papa haya calado hondo en Cristina y comencemos una etapa nueva de unidad en las diferencias”. Magdalena tocó la misma cuerda: “No esperaba la invitación. Ojalá sea un cambio”.

Tal vez éste sea el primer milagro del papa Francisco. El discurso de Cristina en el ex campo de concentración de la Mansión Seré estuvo tapizado de terminología religiosa y finalizó con un insólito: “Que Dios los bendiga a todos y a todas”, que solía utilizar Carlos Menem y que fue prolijamente ocultado por las crónicas de los diarios adictos.

La Presidenta le recordó al papa Francisco que el 13 de marzo fue justo el día de Cristina, mártir de Persia, patrona de los imposibles, virgen y mártir que fue presa y asesinada a golpes de vara. La entronización del Papa desató encendidas polémicas, sobre todo en Carta Abierta, donde se rumorea que Horacio González y Juan Pablo Cafiero dejarían sus puestos en el Gobierno, aunque por distintos motivos.

El titular de la Biblioteca Nacional en su intervención ante los intelectuales por ahora cristinistas condenó a Gabriel Mariotto a integrar una lista demoníaca de derechistas amantes de la superchería entre los que colocó a Elisa Carrió, Mauricio Macri y los genocidas. Créase o no. En pocas horas, Cristina adoptó (¿se apropió?) los mismos conceptos de Mariotto. ¿En la próxima asamblea de los pensadores a la carta, sumarán a la Presidenta a esa nómina? Sorpresas te da la vida. En esa misma discusión, Jorge Luis Bernetti definió a la Iglesia como la “monarquía absoluta más totalitaria que existe en el mundo hoy” y sus conceptos fueron coronados de aplausos cuando dijo: “Comparto la crítica a esta absurda posición demagógica de decir ‘tenemos un papa peronista’ que recoge lo peor del ser nacional argentino”.

La estabilidad de Cafiero también está comprometida (como anticipó PERFIL ayer), pero su situación podría calificarse como un caso de obediencia debida. Estableció relaciones con el ala más reaccionaria y conservadora de la Iglesia porque fue el único camino que encontró para su trabajo diplomático. No porque Esteban Caselli o el cardenal Leonardo Sandri hayan sido santos de su devoción.

Nuestra bendita Argentina no para de patear los tableros de los analistas. En medio de uno de los momentos más complicados e incendiarios de la economía, que tiene  al Gobierno corriendo detrás de los acontecimientos y tapando huecos; paradójicamente, la política le vuelve a sonreír a Cristina donde mantiene la iniciativa. Al principio, estuvo al borde del precipicio montada en su ira contra “ese opositor de Bergoglio”. Pero frenó a tiempo y dio un giro de 180 grados. Dijo aquí no ha pasado nada. “Yo nunca me enojé con Bergoglio, fue un invento de los medios” y a otra cosa mariposa.

Semejante cabriola borocotista fue rechazada por la elite más informada de la sociedad; pero será leída por el ciudadano común como un gran romance entre el Papa y la papisa. Fue un volantazo tan brutal como acertado. Los consultores más creíbles esperan un crecimiento de diez puntos de la imagen positiva de Cristina en la próxima medición. La fe mueve montañas.

© Escrito por Alfredo Leuco el domingo 24/03/2013 y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.



24 de Marzo, Día Nacional de la Memoria por la Verdad y la Justicia.



martes, 29 de enero de 2013

Paren de mentir… De Alguna Manera...


Paren de mentir…

PUNCHING BALL HUMANO, 'VOLVEDOR' EMPEDERNIDO. Daniel Scioli. Dibujo: Pablo Temes.

Choque de realidad. El dislate devaluatorio de Moreno. La vieja receta de Cristina. Y la ausencia de república.

Fue una demostración de una impericia increíble. Pero así son las cosas en muchas áreas de la administración de Cristina Fernández de Kirchner. No crea el lector que estamos hablando del ministro de Defensa, Arturo Puricelli –a quien nadie respeta ya dentro del Gobierno– y el penoso episodio del Santísima Trinidad. Estamos hablando del inefable secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno. El hecho: su vaticinio de un dólar a fin de año de seis pesos. Es decir, habló de una devaluación. Alguien debería haberle dicho que una devaluación nunca se anuncia; se instrumenta. ¿Quién se va a desprender de un dólar que ahora vale cinco cuando sabe que a fin de año valdrá seis? ¿Piensa alguien en el Gobierno que los dólares de las exportaciones agrícolas se liquidarán así nomás sabiendo que quien lo haga ahora, o en los próximos meses, estará perdiendo dinero? Además, la declaración de Moreno implica un reconocimiento de que los números del Indek sobre la inflación son una mentira.

El problema que tiene la administración de Fernández de Kirchner con sus mentiras lo genera, como siempre, la realidad. He ahí, como botón de muestra, la discusión salarial. Es una espina que perturba al Gobierno. Y cada vez más, ya que desde un punto de vista político al Gobierno lo complica su relación no con Moyano u otros opositores –con quienes no la tiene ni la tendrá– sino con los que son de su mismo palo. Un ejemplo es la CGT Balcarce; otro, la actual conducción de la Unión Industrial Argentina; y un tercero, los gobernadores e intendentes K.

La CGT oficialista enfrenta una encrucijada, dado que hay allí quienes no quieren saber nada con cualquier cosa que signifique tener que compartir algo con Moyano. Sin embargo, la realidad los lleva a abordar una agenda con temas que no le permiten despegarse de la del camionero; ahí está, pues, el reclamo de aumento del mal llamado “mínimo no imponible”. Los aumentos en las paritarias no tienen sentido si ese techo no se eleva. Cualquier nuevo beneficio que reciban los trabajadores será devorado por la AFIP. “No sé cómo la Presidenta no se da cuenta de esto”, señala un hombre que comparte el mismo espacio gremial que Caló, y agrega: “Para la tribuna estamos obligados a decir que el Gobierno modificará esto, pero la verdad es que hasta ahora nadie nos dijo; estamos dibujados”.

El Aló Presidenta del viernes no ayudó a calmar mucho a las bases de muchos sindicatos. El consejo presidencial –de hacerles vacío a las empresas y a los comercios que aumentan los precios– tuvo olor a receta vieja. Lo han dicho mucho otros que pasaron por la Casa Rosada antes que Fernández de Kirchner. A ninguno le funcionó. Tampoco funcionará ahora. Si la Presidenta cree que ésa es la solución al problema de la inflación, se equivoca. La razón es muy simple: los aumentos no son exclusivos de un comercio o un rubro en particular, sino generalizados.

Las complicaciones no afectan sólo a los consumidores. También comprometen las cuentas fiscales, y eso es lo que muestran las economías de las provincias, cuyo deterioro es difícil de ocultar. Por eso el espinoso asunto de la coparticipación, ítem clave para la supervivencia de las gestiones de los gobiernos provinciales, hizo su aparición en la agenda. La propuesta de rediscutir los porcentajes que han hecho esta semana Scioli y Fellner surge de una necesidad cada vez más apremiante. Para paliar eso, a algunas –a cuyos mandatarios Fernández de Kirchner considera amigos– se les abre el chorro a través del cual distribuyen fondos extras con generosidad, alternativa que no comparten los que no gozan del privilegio de la simpatía presidencial. En consecuencia, en estas últimas los problemas se notan y mucho, algo que desde la Casa Rosada se encargan de resaltar. Un último ejemplo lo representa San Carlos de Bariloche. Al intendente removido le negaron hasta el saludo; a su reemplazante la recibió ni más ni menos que el jefe de Gabinete, quien le aseguró la ayuda que el destituido no tuvo.

Hasta ahora, esta situación de ahogo la venían expresando públicamente cuatro gobernadores: el cordobés De la Sota, el santacruceño Peralta, el correntino Colombi y el santafesino Bonfatti. Esta semana se les han agregado Scioli y Fellner. A Scioli salieron a “matarlo” su vice, Gabriel Mariotto, y Amado Boudou. Es para lo que están.

Es improbable que los gobernadores logren abrir la discusión por la coparticipación. En cuanto la Presidenta aceptara hacerlo, sabe que se queda sin caja y, por ende, sin poder para someter a los mandatarios. A propósito, en la semana se adoptó una decisión destinada a reducir al mínimo el poder de los ejecutivos provinciales. Fue la resolución por la que se habilitó a los intendentes a recibir fondos desde la Nación sin la participación de los gobernadores. Ha sido ésta la oficialización de una práctica que supo usar mucho Néstor Kirchner.

Más allá de las consecuencias prácticas que vaya a producir, esta determinación del Gobierno implica un avasallamiento no sólo de la autoridad de los gobernadores, sino también del concepto republicano y federal sobre el que descansa la estructura institucional de nuestro país. Con actitudes como éstas, la Presidenta no hace más que reafirmar el perfil absolutista de su gestión, que se asemeja más a un unicato que a una república.

Producción periodística: Guido Baistrocchi.

© Escrito por Nelson Castro el sábado 26/01/2013 y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

viernes, 23 de noviembre de 2012

Rebeldes con causa... De Alguna Manera...


Rebeldes con causa...

 'La voz de su amo.' Martín Sabbatella. Dibujo: Pablo Temes.

Gobernadores y dirigentes ya muestran un desafío leve. El cristinismo, en su laberinto y sin liderazgo.

El cristinismo carece de conducción estratégica y se quedó sin candidato presidencial. Ese olor a fin de ciclo obligó a la liga de gobernadores peronistas a recuperar protagonismo y autonomía. La rebelión en la granja está en ciernes. La ineptitud de muchos funcionarios y la ansiedad inexperta de La Cámpora los lleva a cometer torpezas seriales apañadas por Cristina. A José Manuel de la Sota le regalaron lo único que no tenía: visibilidad. Aumentaron su nivel de conocimiento público, que era su mayor debilidad en todas las encuestas. Una vez más lograron el efecto contrario al que buscaban. Con Scioli ya habían caído en el mismo error. Mientras más ministros le pegaban, el gobernador de Córdoba más crecía. Le subieron el precio en lugar de dejar que girara en falso.

Pero hay más chisporroteos con otros jefes territoriales del justicialismo. El jujeño Eduardo Fellner ya no sabe qué hacer para frenar a Milagro Sala y sus muchachos, que le arman futuras listas de candidatos por afuera de su estructura. Daniel Peralta en Santa Cruz sufrió algo parecido, pero demostró que el poder de daño de Cristina ya no tiene la misma potencia. Lo acusaron de lo peor: de espiar a la presidenta de la Nación. Y no pudieron voltearlo. Allí anda Peralta, desafiante, autodefinido peronista y nunca kirchnerista, abrazado a estibadores de Puerto Deseado, lejos del acto de Cristina en El Calafate. De paso dijo que el intendente del lugar en el mundo de Cristina era “un mendigo de dádivas”.

El caso de la agrupación DOS (Daniel o Sergio, ¿se acuerda?) es paradigmático. Ya no temen mostrarse una y otra vez juntos y sonrientes en actos no kirchneristas. El Gobierno nacional tuvo que calmar sus ímpetus destituyentes. Parece haber comprendido que sin tener de su lado a Scioli y a Massa en Buenos Aires están condenados a una derrota nacional en 2013. Y eso los embarca en un vuelo turbulento hasta 2015. Los otros cuatro distritos en importancia ya los dan por perdidos. En algunos, el cristinismo puro podría llegar a salir tercero:

1) Córdoba: El oficialismo provincial, con Juan Schiaretti a la cabeza, peleará, según todas las encuestas, por el primer lugar con el juecismo y el radicalismo. Chicanero, el ex gobernador dijo que los operarios mecánicos silbaron a la ministra Giorgi porque pagan impuesto a las ganancias y la renta financiera está exenta.

2) Santa Fe: Binner-Barletta encabezarían la lista que mide apenas por encima de la que liderará Miguel Torres del Sel.

3) Capital: Gabriela Michetti gana en todas las opciones y en segundo lugar aparece Pino Solanas, que tal vez consiga el respaldo de todo el Frente Amplio y hasta del radicalismo.

4) Mendoza: Asombran en su propio partido los números de intención de voto que tiene Julio Cobos.

Tal vez esto explique el perfil bajo cero de Gabriel Mariotto, los elogios del camporista Santiago Carreras y que José Ottavis se haya puesto a trabajar para sacarle leyes al gobernador.

¿Se terminó el látigo o ya casi no duele para los sciolistas? El seminario que hizo ayer La Juan Domingo a pocas cuadras de la Casa Rosada es todo un símbolo. En otro momento hubiera sido leído como un desafío imperdonable. En esta ocasión fueron convocados para exponer todas sus críticas tres símbolos del peronismo que hace mucho rompió con los K: Jorge Sarghini, Jorge Remes Lenicov y hasta Roberto Lavagna, que no pudo concurrir por problemas personales pero que estaba dispuesto. Daniel Scioli aseguró frente a esos dirigentes que “la lealtad es un camino de ida y vuelta” y todos entendieron.

Otro dato inédito fue la fiereza con que Alberto Pérez cruzó a Martín Sabbatella. Por radio, y en medio de la discusión por el paro docente encabezado por Roberto Baradel, lo acusó de jugar para el partido “Nuevo Desencuentro” y aseguró que “ningún manual de ciencias políticas dice que quien sacó el 55% de los votos debe debatir con quien logró apenas el 5%”. Estaba hablando de Sabbatella, que hoy es el principal ariete que tiene Cristina en la única batalla que la ocupa, que es la del 7D contra Clarín. Subrayo: ese castigo provino del jefe de Gabinete y la persona de mayor confianza de Scioli.

El peronismo que todavía sigue acompañando al Gobierno (Julián Domínguez, Florencio Randazzo, Juan Manuel Urtubey, entre otros) ya reconstruyó los puentes que habían roto con sus compañeros que están en la vereda contraria. Cada vez son más frecuentes las reuniones y los intercambios de información con Lavagna, Alberto Fernández, Julio Bárbaro, Jorge Busti, Enrique Thomas, Francisco de Narváez, Graciela Camaño, Alberto Iribarne, Jesús Cariglino y Hugo Moyano, que pasado mañana clavará en el lomo del Gobierno la primera banderilla de un paro nacional al kirchnerismo.

El peronismo tiene una sola lealtad: el poder. Por eso está en asamblea permanente y en estado deliberativo. A todos los une la inquietud por la falta de un candidato ganador para reemplazar a Cristina y les molesta que la Presidenta los quiera conducir a través de los muchachos que militan en “La Máximo”, como dicen con mordacidad.

El aparato propagandístico de ayer en el Luna Park, los fondos de una caja cada vez más flaca, el freno de la economía y la falta de iniciativa han abierto más preguntas que certezas de victoria.

El gobierno de Cristina salió en bloque a castigar a José Manuel de la Sota, que simplemente pidió diálogo, que le paguen la deuda, y que propuso que los trabajadores no paguen Ganancias. Obvio: fue ovacionado por los obreros mecánicos y la ministra Débora Giorgi recibió algunos silbidos. Luego llegaron las presiones. A la empresa Renault para que repudie al gobernador o se atenga a las consecuencias de las demoras burocráticas para habilitar el nuevo modelo. Y a Ricardo Pignanelli, que sacó una solicitada inflamable contra De la Sota acusándolo de cobarde e irresponsable. Antes había dicho que los peronistas no deben pelearse en público. Dos preguntas: ¿desde cuándo Giorgi es peronista? ¿Sabe que el jefe del Smata Córdoba es el actual ministro de trabajo de De la Sota?

El delincuente y barrabrava Richard apareció en una foto con Néstor Kirchner, lo que no quiere decir más que eso. Pero integró la agrupación kirchnerista Hinchadas Unidas Argentinas. Sin embargo, los medios adictos recibieron la orden de vincularlo a Hugo Moyano y el aire de la tele se llenó de operaciones. Falta candidato y conducción, pero sobra manipulación extorsiva.

© Escrito por Alfredo Leuco y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires el sábado 17 de Noviembre de 2012.