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domingo, 5 de marzo de 2017

Carlos Gardini. Q.E.P.D. @dealgunamanera...

El cuento por su autor… 

El miedo a la oscuridad de Carlos Gardini. Dibujo: Rep

El pasado miércoles falleció el escritor Carlos Gardini, luego de pelear varios meses contra un tumor que le diagnosticaran hacia mitad del año pasado. Gardini había sido invitado a participar con un cuento suyo en este espacio, Verano 12, unos días atrás.


© Escrito por Santiago Fernández Subiela el domingo 05/03/20, editor de Letra Sudaca, que publicó La ciudad de los Césares, el último libro de Carlos Gardin y publicado por el Diario Página/12 de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

Según palabras de su hija, tenía la esperanza de poder juntar fuerzas para escribir la presentación de su cuento, pero con la quimioterapia y el dolor no encontró la manera de hacerlo. Nosotros tomamos su lugar y, en vez de presentar el cuento, lo presentamos y lo recordamos a él.

Aunque quizás su faceta más conocida haya sido la de traductor –labor que manejaba con maestría y con la cual se ganó incontables elogios–, Carlos Gardini fue probablemente el mayor escritor de ciencia ficción de Argentina.

Si bien él no se tomaba muy en serio las etiquetas y los géneros, no cabe duda de que la ciencia ficción fue su mapa, su territorio y su modo de ver el mundo. Haberlo editado y publicado en varias ocasiones nos dio la oportunidad (el plural es por Francisco Costantini, amigo y compañero en Letra Sudaca) de acercarnos en detalle y con pasión a su obra, compuesta de numerosos cuentos y novelas, varios de los cuales le merecieron prestigiosos premios y menciones.

Si por algo debemos recordar a Carlos Gardini, es por su manejo exquisito del lenguaje, protagonista absoluto de sus historias. Toda su literatura posee una calidad narrativa poco común, la combinación justa de lirismo, técnica y emoción.

Su mezcla de elegancia, oscuridad, coherencia y fluidez no son rasgos que puedan encontrarse a menudo. Carlos creía en la disciplina y en la estructura, en el labor y en el detalle: pasaba meses enteros escribiendo y reescribiendo el mismo texto, con una humildad, un compromiso y una dedicación admirables. Por eso mismo logró lo que pocos: obtener un lenguaje personal, único; exceder la ciencia ficción, la fantasía, el terror, y ser –como dice su amigo Alejandro Alonso– su propio género.