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lunes, 14 de mayo de 2018

Buscan desclasificar documentos secretos alemanes sobre la dictadura argentina… @dealgunamanera...

Buscan desclasificar documentos secretos alemanes sobre la dictadura argentina…


Una periodista quiere esclarecer el caso de desapariciones de obreros de la filial argentina de la automotriz alemana Mercedes Benz y la apropiación ilegal de niños.


© Publicado el domingo 13/05/2018 por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

La justicia de la ciudad alemana de Münster analizará esta semana el pedido de la periodista Gabriele Weber de tener acceso a documentos clasificados del servicio alemán de inteligencia, el  sobre la época de la dictadura militar en Argentina, ocurrida entre los años 1976 y 1983. La historiadora y corresponsal alemana intenta desde el año 2014 que se desclasifiquen los expedientes del Servicio Federal de Protección de la Constitución (Bundesamtes für Verfassungsschutz), algo que es posible pasado un plazo de 30 años.

La periodista presume que el servicio secreto interior alemán tiene en su poder registros del intercambio de mensajes con la embajada alemana en Buenos Aires entre 1975 y 1983 y datos sobre secuestrados y asesinados durante la dictadura.

Weber se dedica desde hace años a esclarecer el caso de desapariciones de obreros de la filial argentina de la automotriz alemana Mercedes Benz y la apropiación ilegal de niños durante el último régimen de facto de nuestro país.


El servicio de inteligencia alemán dice que no niega a Weber el acceso a sus documentos clasificados, pero sostiene que no tiene material sobre este tema y que la búsqueda en actas no digitalizadas supondría un esfuerzo administrativo desmedido. Un tribunal de primera instancia de Colonia aceptó los reparos del servicio y rechazó la demanda en 20016 y recordó también que el Servicio Federal había cooperado en un caso anterior con Weber cuando puso a su disposición el expediente sobre Eichmann años atrás.



domingo, 5 de junio de 2016

La Unesco y la Dictadura Argentina... @dealgunamanera...

La Unesco entregó documentos secretos sobre la dictadura…

El escritor Julio Cortázar fue traductor de la Unesco.

Fueron solicitados por la canciller Susana Malcorra a través de la delegación argentina en París.

© Escrito por Rodolfo Terragno el domingo 05/06/2016 y publicado por el Diario Clarín de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

El Ministerio de Relaciones Exteriores solicitó en abril a la Unesco que diera acceso a documentos reservados relativos a las denuncias sobre desapariciones forzadas en la Argentina (1976-1983) y las respuestas ofrecidas por la organización.

El pedido, al cual accedió la Unesco, forma parte de la política de esclarecimiento iniciada con la solicitud presentada por el Presidente Mauricio Macri al Presidente Barack Obama, a fin de que Estados Unidos desclasifique documentos del mismo período que obran en distintas reparticiones del gobierno norteamericano.

La petición a la Unesco fue formalizada por mí ante la Directora General de la organización, Irina Bokova. La documentación me fue entregada diecisiete días más tarde por Eric Falt, Sub-Director General de la Unesco para las Relaciones Exteriores.

En Buenos Aires, el Ministerio sometió la documentación recibida a un riguroso análisis, luego de lo cual el vice-canciller Carlos Foradori, y el Secretario de Derechos Humanos, Claudio Avruj, anunciaron el 12 de mayo que el Gobierno tenía esa información.

La canciller Malcorra se comunicó la semana pasada con la Directora General, a quien le agradeció la receptividad que tuvo el pedido del gobierno argentino y la celeridad de la respuesta de la organización.

Los antecedentes recibidos consisten en actas del Comité de Convenciones y Recomendaciones del Consejo Ejecutivo de la Unesco, encargado de examinar “las comunicaciones relativas a casos y asuntos concernientes al ejercicio de los derechos humanos en las esferas de competencia” de la organización: es decir educación, ciencia y cultura.

Ese Comité estuvo presidido hasta fines de 1978 por el noruego Gunnar Garbo, a quien el entonces embajador argentino ante la Unesco, Víctor Massuh, acusó de tener una actitud “inquisitiva y fiscalista” respecto del gobierno de la Junta presidida por Jorge Rafael Videla.

El representante argentino utilizaba frente a cada denuncia la estrategia que le confió al canciller Brigadier (RE) Carlos Washington Pastor: “Oponer reservas y observaciones en cuanto a la competencia, oportunidad o cumplimiento de tal o cual requisito”, y requerir que la denuncia fuera declarada “inadmisible”.

El 7 de junio de 1978, el Ministerio de Relaciones Exteriores le envió a Massuh (Nota N° 4580/978 Secreta) “una carpeta conteniendo nombres de delincuentes subversivos, organización a que pertenecen y acciones en las que participaron”. El propósito era proveerle elementos a usar en potenciales denuncias. La nota requería, por indicación del Presidente Videla, que la delegación enviara un “informe evaluativo” sobre dicha lista. Cuatro días más tarde, el embajador envió (Nota N° 262 Secreta/78) una respuesta en la que decía que “solamente uno de los mencionados” en esa lista de “delincuentes subversivos” estaba “vinculado a la Unesco”. Era Julio Cortázar, que desde hacía 25 años formaba parte del plantel de traductores de la organización. Massuh agregó: “No se ha tenido trato con él ni tiene relación alguna con las tareas de la delegación”.

Ese mismo año entró en vigencia un procedimiento para tratar las denuncias cuando los gobiernos no proveyeran información: esas denuncias no serían archivadas sino que se mantendrían en una “lista de comunicaciones pendientes”. Massuh criticó el procedimiento porque “frente una acumulación de denuncias que permitan deducir que no se trata de circunstancias aisladas y ocasionales, el Consejo Ejecutivo puede llegar a tratar en sesiones públicas la situación de los derechos humanos de un país” (SIC).

Pero en 1980 las cosas empezaron a cambiar, y no sólo porque los secuestros menguaron en la Argentina.

Garbo fue reemplazado por el escritor venezolano Arturo Uslar Pietri, de quien Massuh dijo que mantenía “relaciones amistosas con nuestro país” y que serviría para “moderar” la acción del Comité, “en desmedro de los que querrían hacer veladamente de la Unesco un tribunal de conducta internacional”.

Massuh tuvo, por otra parte, una relación estrecha con el Director de la División de Derechos Humanos y Paz de la Unesco, el checo-francés Karel Vasák. El embajador argentino envió el 14 de diciembre de 1978 una carta al canciller, Brigadier (RE) Carlos Washington Pastor, en la cual informaba sobre una conversación que había mantenido con Vasak. “Tuve ocasión de conocer la existencia de un número considerable de nuevas denuncias por supuestas violaciones de los derechos humanos en la Argentina, muchas de las cuales habían sido demoradas en su tramitación a fin de no afectar, según me expresó en una actitud de franca cordialidad (…) la elección de la Argentina en el Consejo Ejecutivo”. Todo esto consta en la Nota Secreta N° 498 “s”/78, de la cual se encontró copia en una vieja caja fuerte de la delegación argentina, donde había también documentos que estaban guardados allí desde 1983. Esos documentos fueron entregados a la Unesco por el ex embajador Miguel Ángel Estrella.

La aproximación de Massuh a Vasák le permitió a la Argentina ingresar al Consejo Ejecutivo aquel año. Y a partir de 1980, Massuh sería presidente del cuerpo. Ostentaría el cargo hasta el fin del gobierno militar. El Comité se volvió menos activo en 1981-1983.

La acción de la Unesco había sido notable en el período 1978-1980. Y aun con la mengua sufrida a partir de 1980, el tratamiento de las denuncias, incluidos los requerimiento de información al gobierno, resultaron presiones efectivas. Junto con la Comisión Interamericana de Derechos Humanos y otras organizaciones (con las cuales estuvo en permanente relación) la Unesco hostigó a la dictadura. Es imposible saber qué habría pasado sin ese hostigamiento, pero es probable que haya tenido fuerza disuasiva y prevenido más desapariciones.

En todo caso, los documentos provistos por la organización al actual gobierno permiten extraer lecciones. “La protección de los derechos humanos futuros”, decía el ex presidente Raúl Alfonsín, “requiere indagar las violaciones pasadas”.

Los siguientes son sumarios de los casos a los que se refieren los documentos entregados por la Unesco.

Elsa Alicia Nocent. 21 años. Estudiante de Psicología (Universidad Nacional de La Plata). Secuestrada en Mar del Plata el 16/12/76. [Comunicación Nº 26/78]. Massuh afirma que “la estudiante en cuestión no ha sido detenida, ya que su nombre no figura en ninguno de los registros de personas privadas de su libertad”. En una posterior comunicación sostiene que “el caso preocupa mucho” al gobierno argentino, y dice haber “verificado personalmente” que “se han continuado las investigaciones, pero en vano”.

Manuel Alberto Santamaría. 20 años. Estudiante de Derecho (Universidad Nacional de La Plata). Secuestrado en Buenos Aires el 10/4/77. “El representante del gobierno” argentino señala que “no hay pruebas suficientes de que el Sr. Santamaría sea un estudiante” y observa que “el interesado está domiciliado a varios centenares de kilómetros de la facultad”. El Comité no admite el argumento y decide requerir más información.

Fernando de Hallgarten. 20 años. Estudiante y obrero de la construcción. Secuestrado en Mar del Plata el 26/8/1976. “El representante del gobierno” argentino plantea que la denuncia es inadmisible porque “no especifica en qué universidad y qué disciplinas estudia la presunta víctima”. Un miembro del Comité pregunta si el gobierno argentino tiene algún elemento para negar que Hallgarten sea estudiante. El representante argentino responde que “una investigación de ese tipo no corresponde”. El Comité rechaza el pedido de que la denuncia se declare inadmisible. Solicitará mayor información.

Sergio Andrés Clar. 23 años. Empleado. Secuestrado en Buenos Aires el 18/5/1977, al mismo tiempo que su padre, Mario César Clar, contador. Massuh observa que “los señores Clar” han sido “miembros del Partido Comunista” y se pregunta “si los trotskistas no estarán implicados en la desaparición”. Asimismo, plantea que, siendo las víctimas un empleado y un contador, el caso no es competencia de la Unesco. Esto último es aceptado.

Alejandro Enrique Gutiérrez Penette. 22 años. Estudiante de periodismo. Secuestrado en Santa Fe el 24/7/1978. “El representante del gobierno” argentino señala que “algunas de las personas desaparecidas pueden, en realidad, haber pasado a la clandestinidad”. Sin embargo, luego se establece que Gutiérrez Penette ha sido sometido a juicio. El Comité decide dejar el caso abierto.

Perla Elizabeth Schneider. 26 años. Estudiante de Psicología (Universidad de Córdoba). Secuestrada en Córdoba el 6/12/1977. Masuh alega que “la presunta violación no se puede imputar a su gobierno, que no asume responsabilidad alguna en el caso de personas que han pasado a la clandestinidad, como puede suponerse en este caso en opinión de las autoridades argentinas”. Sin embargo, en respuesta a una pregunta responde que “las autoridades no pueden conocer la identidad de las personas que pasaron a la clandestinidad entre 1976 y 1977 porque el control de los grupos terroristas escapaba a la autoridad del Estado” (sic). El Comité decide dejar el caso abierto.

José Carlos Prat Salvucci. 19 años. Estudiante de Ciencias Económicas que presta el servicio militar. Secuestrado en Buenos Aires el 1º/1/1977. El embajador argentino informa que los estudiantes tienen derecho a pedir el aplazamiento de su incorporación al Ejército y que no habiéndose Prat Salvucci acogido a ese derecho “perdió su calidad de estudiante, por lo cual la denuncia es inadmisible”. Agrega Massuh que la Unesco “no tiene por qué duplicar la labor de la Organización de Estados Americanos (OEA), que también está estudiando el caso”. Varios miembros del Comité deciden que “el hecho de que otro organismo estudiara el caso no es óbice para que el Comité también lo estudie”. Se decide dejar el caso abierto.

Federico Álvarez Rojas (h). 34 años. Físico, Comisión Nacional de Energía Atómica. Secuestrado en Buenos Aires, junto con su esposa, el 1/10/1976. “El representante argentino” precisa que Álvares Rojas “figura en la lista de personas desaparecidas” y que el gobierno, “muy preocupado por esto”, lo busca “activamente”, pero “no se han logrado resultados hasta la fecha”. Subraya luego que “la desaparición” de Álvarez Rojas constituye “una pérdida” (sic) que afecta al “potencial intelectual de Argentina”.

Juan Carlos Suárez. 30 años. Estudiante de arquitectura (Universidad Nacional de Buenos Aires). Secuestrado en Buenos Aires el 19/11/1977. Massuh dice que no está probado que Suárez fuera estudiante, pero señala que así lo fuera “no es motivo suficiente para que la Unesco se interese automáticamente” por el tema. El representante argentino advierte que de otro modo “la organización correría el peligro de ocuparse de todos los casos de desaparición de estudiantes” (SIC). El Comité no acepta el argumento y deja abierto el caso.

Anatole Boris Julien Grison (6 años) y Eva Lucía Julien Grisona (4 años). Fueron secuestrados junto con sus padres (uruguayos) en San Martín, provincia de Buenos Aires, el 26 de septiembre de 1976). “El representante argentino” subraya que el padre de las criaturas es “un ciudadano uruguayo que huyó a la Argentina y que luego habría desaparecido”. Añade que la denuncia “no proporciona ningún elemento concreto de prueba”. Se cita al representante chileno, dado que la abuela de los niños ha establecido que los ambos se encuentran en Chile, bajo otra identidad, en custodia de una familia que se propone adoptarlos. El representante chileno sostiene que la abuela de los niños ha prestado su conformidad. Sin embargo, el juez ante el cual se tramita la adopción no avanzará hasta que no se reciban “informaciones más amplias sobre la suerte de los padres”. El representante informa que se están haciendo “indagaciones” para determinar “el modo en que los niños llegaron a Chile”. El caso queda abierto.

Familia Tarnopolsky. Betina. (15 años), estudiante. Sergio (19 años), conscripto. Los padres de ambos: Hugo, químico, y Blanca, psicopedagoga. Secuestrados en Buenos Aires. Massuh sostiene “no existe un vínculo” entre los secuestros de la familia y “la esfera de la cultura”. Subraya que “no hay razones ni motivos para para que el caso se estudie en la Unesco”. El Comité le solicita mayor información. Y en tanto suspende el tratamiento del caso. Algunos miembros del Comité “aceptan con pesar y reserva” la suspensión.

Antonio Satutto. Estudiante de Ingeniería (Universidad de Mar del Plata) y su esposa, María Cristina Ortiz, estudiante de cine (Escuela Superior de Artes Visuales, Mar del Plata). Secuestrados en Mar del Plata el 26/7/1978. Massuh señala que hay en la denuncia “una grave contradicción” porque se dice que “las presuntas víctimas estaban cursando estudios en Mar del Plata y han sido secuestradas en La Plata, siendo que ambas ciudades distan 400 kilómetros una de otra” (sic). Luego dice que “según ha podido averiguar” el gobierno, las presuntas víctimas “no eran estudiantes al momento de producirse el supuesto secuestro” sino que él era obrero metalúrgico y ella empleada. No existiendo otras informaciones, el Comité no trata el asunto.

Analía Egle María Minetti. 24 años. Egresada del Instituto Superior de Comercio (Universidad Nacional de Rosario). Secuestrada en Rosario el 7 de marzo de 1977. Massuh dice que “no se justifica la intervención de la Unesco” porque lo que estudia Minettti es “taquigrafía y dactilografía” lo cual “no permite que se la califique de estudiante” El argumento es desestimado y el expediente queda abierto”.

Estos son apenas doce casos de los que aparecen en los documentos entregados por la Unesco. Sirven para mostrar el interés de la organización, que estableció un procedimiento especial a fin de considerar cada denuncia individual. También muestran hasta qué punto puede llegar la necesidad de justificar lo injustificable. Las dictaduras no sólo devoran enemigos; también ajan cerebros de quienes la sostienen.

Massuh fue doctor en filosofía, estudió en Tubingen y Chicago, estuvo al frente de la Facultad de Filosofía de la Universidad de Córdoba y dirigió el Departamento de Filosofía de la Universidad de Buenos Aires. Pero en sus años de la Unesco sintió que debía proclamar lo inverosímil, ocultar lo que no se podía ocultar y repetir los deshonestos argumentos que le ordenaban desde Buenos Aires.



domingo, 3 de abril de 2016

Robert Cox. Un pionero en las denuncias contra la dictadura… @dealgunamanera...

Robert Cox. Un pionero en las denuncias contra la dictadura…


El editor del Buenos Aires Herald fue protagonista en la búsqueda de la verdad sobre los desaparecidos.

© Publicado el martes 29/03/2016 por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. 


En su paso por Argentina, el presidente de los Estados Unidos, Barack Obama, rindió homenaje a las víctimas del terrorismo de Estado y recordó a los extranjeros que "lucharon mano a mano con los argentinos por los derechos humanos", entre ellos el editor del Buenos Aires Herald, Robert Cox. Este domingo, Perfil reveló audios inéditos de entrevistas que Cox realizó al represor ex ministro de Interior de la dictadura Albano Harguindeguy.

El mandatario estadounidense resaltó a "periodistas como Bob Cox, quienes con gran valentía informaron sobre los abusos contra los derechos humanos a pesar de las amenazas contra ellos y sus familias".

En 2009, Cox recibió el Premio Perfil Nacional a la Libertad de Expresión por su desempeño en el diario. Robert Cox llegó a la Argentina en 1959, contratado como redactor por el Buenos Aires Herald. Su influencia en el periódico fue tal que lo llevó a modificar completamente su dinámica y diseño, transformando un pequeño boletín dedicado principalmente a proveer información británica, en un diario respetado, del cual fue designado director en 1968.


Como cronista, el periodista británico iba personalmente a las rondas de las Madres de Plaza de Mayo y, también constató que los militares utilizaban los crematorios del cementerio de la Chacarita para incinerar los cuerpos de los desaparecidos. En los audios revelados este fin de semana, se percibe cómo Cox reclama por los desaparecidos al tiempo que denuncia que el trabajo de los jueces que avalan los hábeas corpus es inútil.



Harguindeguy respondió con fuerte tono desafiante: "En cuanto aparezca la lista (de desaparecidos) tienen dos horas para encontrarme 15 nada más. Nada más que 15 casos falsos. Yo voy a decir que en esos 5000, estos 15 están en esta situación, estos fueron liberados, o están aquí, o están allá, del resto ni me ocupo y lo tiro al canasto de los papeles. Porque si en dos horas comprobé 15, olvidate. Estoy esperando que salga la lista. En las dos primeras horas voy a demostrar 15 casos falsos".

Y admitió entrelíneas que los desaparecidos estaban muertos al ufanarse que "no era Jesúcristo" y "no podía decir "Lázaro, levántate y anda".


El viernes 25 pasado, Cox invitó a su departamento a distintas personas relacionadas con la resistencia a la dictadura. Se trató de un cocktail reservado entre quienes asistieron el CEO de Perfil Jorge Fontevecchia y Tex Harris, también mencionado por Obama. Harris fue el enviado permanente en la Embajada de Estados Unidos en Buenos Aires de la Secretaria para Derechos Humanos y Asuntos Humanitarios del presidente James Carter entre 1977 y 1980.


La española María Consuelo Castaño Blanco también estuvo entre los invitados del ágape. Ella fue ilegalmente arrestada junto a sus tres pequeñas hijas en 1979 sólo por estar casada con un argentino buscado por la dictadura. Escribió un libro contando su historia, uno de cuyos ejemplares obsequió a Fontevecchia durante la velada.


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martes, 9 de febrero de 2016

Hablando mal y pronto… @dealgunamanera...

Hablando mal y pronto…

Darío Lopérfido. Foto: Cedoc

La reacción de la comunidad literaria y artística no se hizo esperar. Las declaraciones de Darío Lopérfido no dejan opción. Cualquiera que se sienta con algo de sensibilidad está más o menos compelido a pedir la renuncia de Lopérfido, quien acusa a los firmantes de la solicitada de ser “comisarios políticos del kirchnerismo”.

© Escrito por Rafael Spregelburd el sábado 06/02/2016 y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

Los firmantes son, digamos, casi todos. Casi todos los que se dedican al pensamiento o a la cultura. Es difícil sostener lo que él pretende. Además, es claro que si se intentara juntar firmas a favor dentro del medio que Lopérfido pretende administrar, el resultado sería flaco y vergonzoso. No recuerdo ningún acuerdo tan masivo de artistas e intelectuales contra un ministro que debería representarnos aquí y hacia afuera.

La acumulación de cargos incompatibles hace pensar en alguien con una sed de algo sin nombre: no dejó el Festival de Teatro cuando agarró el Colón, ni ninguna de estas dos cosas cuando se lo nombró ministro de Cultura. No es lo que Cambiemos vendía como pluralidad en su campaña. Pero no es fácil encontrar en sus filas gente idónea para la cultura. O la sensibilidad. ¿Por qué nadie de ellos milita en Cambiemos?

El debate que Lopérfido impulsa diciendo que no hubo 30 mil desaparecidos es una cortina de humo. Bien sabe que la cifra es ardua cuando son los genocidas los que la ocultan. El diálogo oral es tramposo y Lopérfido se expresa mal: “Si algún error cometió la dictadura militar, enorme, fue no hacer un proceso legal y hacerlos desaparecer”. Son meros deslices de sus ganas de hacer lío y de su antiperonismo confeso, pero obnubilante.

Una frase que empieza con “si algún error cometió” revela una tácita defensa de los genocidas y se usa cuando se piensa en realidad: “Los militares fueron muy prolijos, pero si algún error cometieron fue éste”.

Yo no tengo ganas de pensar que Lopérfido pueda pensar eso. Pero caramba, pertenece a un gobierno de derecha que demuestra con actos contundentes lo que él apenas manifiesta con torpes lapsus.

Funcionó. La desviación del tema de fondo sirvió para tapar la brutal represión “por error” en la murga del Bajo Flores. Las grabaciones con celulares son contundentes, pero Bullrich elige fotografiarse con los gendarmes “atacados” y los medios esconden las fotos de niños heridos que hemos visto todos en Facebook. Ellos toman partido por el represor.

Como Vidal, que canceló la Dirección Provincial de Políticas Reparatorias, la que relevó 53 cementerios buscando información de entierros clandestinos, obtuvo 2.066 muestras de sangre de familiares de desaparecidos, querelló en más de 18 juicios de lesa humanidad, etc. Ya no se hará más este trabajo. Esto es gravísimo. Lopérfido lo sabe. Y un ministro de Cultura, que debería estar de este lado y denunciar este vacío, insulta nuestra inteligencia con un debate lo suficientemente escandaloso como para llenar de humo el ambiente.


martes, 5 de agosto de 2014

Estela de Carlotto recuperó a su nieto Guido... De Alguna Manera...


Estela de Carlotto, tras recuperar a su propio nieto: "Esto es un premio para todos"

La presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo brindó una conferencia de prensa tras la identificación de Guido, apropiado durante la Dictadura.

La presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo brindó una conferencia de prensa tras la identificación de Guido, apropiado durante la Dictadura. "Me llamó Cristina, llorando". 

Anunció la recuperación de un centenar de nietos, hasta que tocó confirmar el propio. "Esta alegría enorme que me brinda hoy la vida. Pude encontrar lo que busqué y buscamos", exclamó Estela de Carlotto, presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo, durante una conferencia de prensa en la que confirmó que, horas antes, había encontrado a su nieto apropiado durante la Dictadura.

Guido Montoya

"Yo no persigo más que justicia, verdad y esto que vivimos hoy, que es el encuentro de los nietos", celebró Carlotto. "Esto es un premio para todos", añadió. 

Guido Carlotto es hijo de Laura Carlotto y Oscar Montoya, militante montonero de Caleta Olivia. Nació luego que su madre fuera secuestrada y asesinada por la última dictadura cívico-militar.

La titular de Abuelas se refirió a algunas de sus sensaciones en torno a la restitución del primogénito de su hija. "Que Laura, que pronto se van a cumplir años de su asesinato, sonría desde el cielo y me repita lo que ella sabía antes que yo: 'mamá, ganaste'", consideró. "Me diría 'mamá, ganaste una batalla larga'", siguió.

"Ya tengo a mis 14 nietos conmigo", celebró. "La silla vacía va a estar con él. Los portarretratos vacíos van a tener su imagen", expresó la mujer, visiblemente emocionada por el hallazgo.

"Ya lo he podido ver, es hermoso. Es un artista, un chico bueno", contó sobre Guido. Emocionada, se animó a expresar: "Dicen que se parece a mí".​

"Le mandó un mensaje a mi hija, Claudia. Le dijo que estaba muy bien y feliz, y que ya nos íbamos a ver", relató.

No obstante, aclaró: "No podemos dar muchos mas detalles". En este sentido, Carlotto pidió "que no lo molesten". "Está muy conmocionado", argumentó.

No fue el único. Según contó Carlotto, la presidenta Cristina Fernández de Kirchner la llamó para felicitarla. "Me llamó Cristina, llorando", contó.​

Mensajes. Hacia el final de la conferencia, la titular de Abuelas comentó: "Esto es para los que dicen 'basta', los que pretenden que olvidemos".

"Esto es una reparación para él, nuestra familia y para la sociedad en su conjunto", aseguró. 

"Hay que seguir buscando a los que faltan".

"Hay que decir gracias, gracias a Dios, a la vida. No quería morirme sin abrazarlo", dijo, y afirmó: "Esto es un gran triunfo de los argentinos".

Encontraron al nieto de Estela de Carlotto, apropiado por la Dictadura.

La presidenta de Abuelas lo buscó por 35 años y en el camino identificó a más de cien hijos de víctimas de la represión militar.

Histórico. Identificaron al nieto de Estela de Carlotto, la titular de Abuelas de Plaza de Mayo, informó la agencia Télam.

Durante 35 años, Carlotto llevó adelante una incansable lucha por encontrar al hijo de su hija Laura, secuestrada en noviembre de 1977 y luego asesinada, en plena dictadura militar.

Según las primeras versiones, se trata de un músico oriundo de Olavarría, quien se acercó voluntariamente a hacerse un examen de ADN, y todavía no se encontró con su abuela biológica.

Guido es el 114º nieto recuperado y se suma a la restitución, anunciada en febrero, de la hija de Oscar Rómulo Gutiérrez y de Liliana Isabel Acuña, secuestrados el 26 de agosto de 1976.

Laura Carlotto fue secuestrada por la dictadura en 1977 y luego asesinada. El bebé nació en junio de 1978 y fue bautizado Guido, como su abuelo, y tenía nacionalidad argentina e italiana. 

© Publicado el Martes 05/08/2014 por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.