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jueves, 16 de septiembre de 2021

Crisis en el Gobierno… @dealgunamaneraok…

Cristina Kirchner: "¿En serio creen que no es necesario presentar renuncias después de semejante derrota?"… 

Cristina Fernández de Kirchner, en el acto de Avellaneda. Fotografía: Presidencia de la Nación. 

En un extenso posteo en su blog, la vicepresidenta detalló los pormenores de la grieta en el gobierno. 

© Escrito el jueves 16/09/2021 y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, República de los Argentinos. 

La vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner se refirió por primera vez a la crisis desatada dentro del gobierno nacional para denunciar que no va a "seguir tolerando las operaciones de prensa que desde el propio entorno presidencial a través de su vocero se hacen sobre mí y sobre nuestro espacio político".

 

En una extensa publicación en su sitio web, la vicepresidenta relató que se reunió con Alberto Fernández el martes 14 después de "48 horas sin que se comunicara conmigo y me pareció prudente llamarlo y decirle que tenía que hablar con él".

 

"Deje pasar 48hs deliberadamente, para ver si llamaba", relató Cristina. En la reunión Cristina dijo al presidente "que era necesario relanzar su Gobierno y le propuse nombres como el del Gobernador Juan Manzur para la Jefatura de Gabinete". 

"Sé que sorprenderá mi propuesta, es de público y notorio las diferencias ya superadas que he tenido con quien fuera mi Ministro de Salud desde el año 2009, cuando debí remover a quien entonces era mi Ministra de Salud por el fracaso en el abordaje de la pandemia de la gripe A (H1N1), recordó.  

Cristina Kirchner dijo que esa propuesta no debería sorprender porque "el 18 de mayo de 2019 le propuse a todos los argentinos y argentinas como candidato a Presidente de la Nación a Alberto Fernández".  

"¿Por qué cuento esto?", prosigue Cristina. "Porque no voy a seguir tolerando las operaciones de prensa que desde el propio entorno presidencial a través de su vocero se hacen sobre mí y sobre nuestro espacio político: Alberto Fernández quería que el Dr. Eduardo De Pedro fuera su Jefe de Gabinete y fui yo la que no estuvo de acuerdo. Mal podría ahora promoverlo para ese cargo". 

Cristina reprochó al gobierno la actitud que tomaron después de las PASO: "Al día siguiente de semejante catástrofe política, uno escuchaba a algunos funcionarios y parecía que en este país no había pasado nada, fingiendo normalidad y, sobre todo, atornillándose a los sillones". 

"¿En serio creen que no es necesario, después de semejante derrota, presentar públicamente las renuncias y que se separan la actitud de los funcionarios y funcionarias de facilitarle al Presidente la reorganización de su gobierno?", reclamó la jefa del Frente de Todos. 

El mensaje completo de Cristina Kirchner.

"Una vez más me dirijo a mis compatriotas como lo he hecho en otras oportunidades. No es la primera vez. Hace ya casi un año, el 26 de octubre de 2020, me dirigía a los argentinos y las argentinas con el documento “27 de octubre. A diez años sin él ya uno del triunfo electoral: sentimientos y certezas”.  

Allí desgranaba reflexiones acerca del funcionamiento institucional, y de lo que considero el problema central de la economía argentina y la necesidad de abordarlo desde un acuerdo amplio de las distintas fuerzas políticas.  

Hoy, releo aquellas líneas de inusitada actualidad en las que también mencionaba que las decisiones en el Poder Ejecutivo argentino siempre las toma el Presidente de la Nación y en las que decía sin eufemismos ni operaciones de prensa en off, que había funcionarios y funcionarias que no funcionaban. 

También recuerdo el acto que se llevó a cabo en el Estadio Único de La Plata el 18 de diciembre de 2020, del cual participamos muchos compañeros y compañeras del Frente de Todos junto al Presidente de la Nación, cuando expresé textualmente: “… pero ojo, yo no quiero que ese crecimiento -el crecimiento económico del año 2021 que acertadamente pronosticara el compañero que me había precedido en el uso de la palabra- se lo queden tres o cuatro vivos nada más. Para esto, me parece que hay que alinear salarios y jubilaciones, obviamente, precios, sobre todo los alimentos y tarifas. ”. 

En esa oportunidad también señalé: “por eso le digo a todos aquellos que tienen miedo o que no se animan, por favor… hay otras ocupaciones además de ser ministro, ministra, legislador o legisladora. Vayan a buscar otro laburo. 

Como no soy mentirosa y mucho menos hipócrita (nunca digo en público lo que no sostengo en privado y viceversa), debo mencionar que durante el año 2021 tuve 19 reuniones de trabajo en Olivos con el Presidente de la Nación. Nos vemos allí y no en la Casa Rosada a propuesta mía y con la intención de evitar cualquier tipo de especulación y operación mediática de desgaste institucional. 

En las primeras 18 reuniones, la última de ellas el 07/09/2021, siempre le plantee al Presidente lo que para mí constituía una delicada situación social y que se traducía, entre otras cosas, en atraso salarial, descontrol de precios -especialmente en alimentos y remedios- y falta de trabajo, sin desconocer, obviamente, el impacto de las dos pandemias: la macrista primero y la sanitaria a los 99 días de haber asumido el gobierno. Igualmente siempre remarqué la falta de efectividad en distintas áreas de gobierno. 

También que creía que se estaba llevando a cabo una política de ajuste fiscal equivocada que estaba impactando negativamente en la actividad económica y, por lo tanto, en el conjunto de la sociedad y que, indudablemente, esto iba a tener consecuencias electorales. No lo dije una vez… me cansé de decirlo… y no sólo al Presidente de la Nación. La respuesta siempre fue que no era así, que estaba equivocada y que, de acuerdo a las encuestas, íbamos a ganar “muy bien” las elecciones. Mi respuesta, invariablemente, era “no leo encuestas… leo economía y política y trato de ver la realidad”. Una realidad que me indicaba que en el año 2015 perdimos las elecciones presidenciales en segunda vuelta y por escasa diferencia, con el mayor salario en dólares de Latinoamérica -que representaba más del doble del salario actual-. 

Fui, soy y seré peronista. Por eso pensaba que no podíamos ganar. Y se lo decía no sólo al presidente. Muchos compañeros y muchas compañeras escucharon mis temores. 

El domingo 12 de septiembre de este año el peronismo sufrió una derrota electoral en elecciones legislativas sin precedentes. Mientras escribo estas líneas tengo el televisor encendido pero muteado y leo un graph: “Alberto jaqueado por Cristina”. No... no soy yo. Por más que intenten ocultarlo, es el resultado de la elección y la realidad. 

Es más grave aún: en la Provincia de Buenos Aires, termómetro inexcusable de la temperatura social y económica de nuestro país, el domingo pasado nos abandonaron 440.172 votos de aquellos que obtuvieron Unidad Ciudadana en el año 2017 con nuestra candidatura al Senado de la Nación… con el peronismo dividido, sin gobierno nacional ni provincial que apoyara y con el gobierno de Mauricio Macri y su mesa judicial persiguiendo y encarcelando a ex funcionarios y dueños de medios opositores a diestra y siniestra. 

Recuerdo que, cuando perdimos las elecciones legislativas en la Provincia de Buenos Aires del año 2009, con Néstor como candidato a Diputado Nacional -después de la 125 y de la crisis global del 2008-, quien Alberto considera con justicia el mejor presidente de la democracia , el día lunes siguiente a las elecciones no sólo renunció a la titularidad del Partido Justicialista, sino que yo como Presidenta de la Nación pedí la renuncia de quien fuera mi Jefe de Gabinete, entre otros. Y ¡ojo!… Habíamos perdido en la Provincia de Buenos Aires pero habíamos ganado a nivel nacional. A Néstor Kirchner hay que recordarlo en versión completa y no editada. 

Sin embargo ahora, al día siguiente de semejante catástrofe política, uno escuchaba a algunos funcionarios y parecía que en este país no había pasado nada, fingiendo normalidad y, sobre todo, atornillándose a los sillones. ¿En serio creen que no es necesario, después de semejante derrota, presentar públicamente las renuncias y que se separan la actitud de los funcionarios y funcionarias de facilitarle al Presidente la reorganización de su gobierno?

El martes 14 tuvo lugar, otra vez en Olivos, mi última reunión con el Presidente de la Nación. Habían transcurrido 48hs sin que se comunicara conmigo y me pareció prudente llamarlo y decirle que tenía que hablar con él. Deje pasar 48hs deliberadamente, para ver si llamaba (debo decir que de las 19 reuniones, la mayoría fueron una iniciativa mía). Allí le manifesté que era necesario relanzar su Gobierno y le propuse nombres como el del Gobernador Juan Manzur para la Jefatura de Gabinete. Sé que sorprenderá mi propuesta, es de público y notorio las diferencias ya superadas que he tenido con quien fuera mi Ministro de Salud desde el año 2009, cuando debí remover a quien entonces era mi Ministra de Salud por el fracaso en el abordaje de la pandemia de la gripe A (H1N1). 

Aunque en realidad, nadie debería sorprenderse por mi propuesta: el 18 de mayo de 2019 le propuse a todos los argentinos y argentinas como candidato a Presidente de la Nación a Alberto Fernández.  

¿Por qué cuento esto? Porque no voy a seguir tolerando las operaciones de prensa que desde el propio entorno presidencial a través de su vocero se hacen sobre mí y sobre nuestro espacio político: Alberto Fernández quería que el Dr. Eduardo De Pedro fuera su Jefe de Gabinete y fui yo la que no estuvo de acuerdo. Mal podría ahora promoverlo para ese cargo. 

A propósito de la categoría de funcionarios que no funcionan… el vocero presidencial escaparía a esa clasificación. Es un raro caso: un vocero presidencial al que nadie le conoce la voz. ¿O tiene alguna otra función que desconocemos? ¿La de hacer operaciones en off por ejemplo? Verdadero misterio. 

Por la misma razón me comuniqué con el Ministro de Economía cuando se difundió falsamente que en la reunión que mantuve con el Presidente de la Nación, había pedido su renuncia. Las operaciones son permanentes y, finalmente, sólo terminan desgastando al gobierno. Es increíble que no lo adviertan. Es una pena tanto daño autoinfligido. 

Confío, sinceramente, que con la misma fuerza y   convicción que enfrentó la pandemia, el Presidente no solamente va a relanzar su gobierno, sino que se va a sentar con su Ministro de Economía para mirar los números del presupuesto. El año pasado, con ocasión de presentarse el mismo, se estableció que el déficit fiscal iba a ser del 4,5% del PBI sin pandemia a partir de marzo del 2021 -situación que no se verificó como es de público y notorio-. 

Cada punto del PBI en la actualidad es alrededor de $ 420.000 millones. A agosto de este año, a cuatro meses de terminar el año y faltando apenas unos días para las elecciones, el déficit acumulado ejecutado en este año era del 2,1% del PBI. Faltan ejecutar, según la previsión presupuestaria, 2, 4% del PBI… más del doble de lo ejecutado y restando sólo cuatro meses para terminar el año… con pandemia y delicadísima situación social. No estoy proponiendo nada alocado ni radicalizado. Al contrario, simplemente estoy recogiendo lo que en este contexto global de pandemia está sucediendo a lo largo ya lo ancho del mundo, desde Estados Unidos, pasando por Europa y en nuestra región también: el Estado atemperando las consecuencias trágicas de la pandemia.  

Ha sido presidente durante dos períodos consecutivos. En el 2008 nos tocó atravesar la crisis global más grande después de la Gran Depresión del año '30. Soportamos corridas cambiarias permanentes -con muchas menos reservas en el Banco Central que en la actualidad- y el asedio de los Fondos Buitre. Sé que gobernar no es fácil, y la Argentina menos todavía. Hasta que sufrió un vicepresidente declaradamente opositor a nuestro gobierno. Duerman tranquilos los argentinos y las argentinas… eso nunca va a suceder conmigo. 

También estoy convencida que será imposible solucionar los problemas que dejó el macrismo de bajos salarios, altísima inflación, endeudamiento vertiginoso con acreedores privados y la vuelta del FMI con un préstamo de 44 mil millones de dólares, etc, etc, etc, etc, etc, etc, etc, etc, etc, etc, etc, etc, etc, etc, etc, etc, etc, etc… votando al macrismo o votando sus ideas. 

Cuando tomé la decisión, y lo hago en la primera persona del singular porque fue realmente así, de proponer a Alberto Fernández como candidato a Presidente de todos los argentinos y las argentinas, lo hice con la convicción de que era lo mejor para mi Patria. Sólo le pido al Presidente que honre aquella decisión… pero por sobre todas las cosas, tomando sus palabras y convicciones también, lo que es más importante que nada: que honre la voluntad del pueblo argentino". 


  

domingo, 12 de septiembre de 2021

Balance Pre Paso. Campaña de la nada... @dealgunamaneraok...

 Balance Pre Paso. Campaña de la nada...


Votante indeciso. Dibujo: Pablo Temes

Fue un desierto. Era una ilusión vana esperar algo novedoso de los veteranos de la política.


© Escrito por Nelson Castro el sábado 11/09/2012 y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, República de los Argentinos.

Ha sido la campaña de la nada. Para que se entienda bien: la nada es la falta de proyectos que tengan carácter de verosimilitud. Decir que hay que mejorar la educación, defender la salud pública, combatir la inseguridad, acabar con los planes sociales y generar trabajo son obviedades de las que ni el mismo Perogrullo podría ufanarse. Lo que resulta trascendental y hace falta es decir qué se piensa hacer para lograr esos objetivos. Y ahí entramos en el desierto. Difícil encontrar un oasis. Era propio de una ilusión vana esperar algo novedoso de los veteranos de la política. La esperanza la representaban los recién arribados. Defraudaron. Usaron las mismas chicanas que les criticaban a sus adversarios internos y externos. Es verdad que hubo algunos –y algunas– que quisieron debatir, invitación que sus rivales no aceptaron. Fue lo único.   

En medio de tanto vacío, el cierre de una campaña con escasez de ideas dejó algunas pinceladas de color que ayudan a entender el entramado de relaciones, acuerdos –y desacuerdos– que pululan en el corazón de cada uno de los dos principales frentes electorales que se disputan el poder en el proceso proselitista que culminará en noviembre próximo. 

Los discursos del oficialismo –con el de Cristina Fernández de Kirchner a la cabeza– sonaron deslucidos y lejos de todo triunfalismo. Cabe destacar que el kirchnerismo nunca ha podido ocultar su ego cuando las cosas le van bien. Nada de eso ocurrió en los actos y las palabras que pasaron de largo como si se tratara de un trámite. “La coalición está en su peor momento ya no solo por los desaires entre albertistas y kirchneristas duros, sino por la pérdida de liderazgo del Presidente entre los propios. Más allá de la pandemia nadie imaginó que llegaríamos a las PASO con la grieta dentro de la propia Casa Rosada” –reconoció un funcionario desencantado. 

En el Patria no ocultan el descontento con la gestión, pero saben que les toca mover a ellos. “No hay que apurarse. Sabemos que es el momento de hacer cambios, pero también sabemos que no podemos salir a inmolarnos para tapar los errores del Presidente. Nuestro proyecto está más allá” –resumen. 

El pálido acto de cierre de campaña en Tecnópolis fue una radiografía de lo que pasa en el Frente de Todos contra Todos. No solo se refrendó ahí la centralidad absoluta de CFK, sino que se hizo visible su desaire hacia Alberto Fernández a quien no le prestó ninguna atención durante su desangelado discurso. Lo que compartieron fue el universo de la mentira. En eso no hay diferencias. Por un lado hablan de la necesidad de crear puestos de trabajo y por el otro no hacen más que desalentar y atacar la actividad empresarial sin las cuales no será posible generar empleo. Hablan de vacunas y se olvidan de la decisión que tomaron contra el laboratorio Pfizer, que pudo haber sido la primera vacuna con la que contara el país y evitar así los miles de casos y muertes que su falta produjo. 

En No Tan Juntos por el Cambio el ánimo varió en los últimos días. “Resolvimos nuestras diferencias de la mejor manera posible. Las PASO van a ser de gran ayuda para terminar de ordenar el juego” –reflexionan. En la provincia de Buenos Aires el cierre de Juntos de la lista que encabeza Diego Santilli fue explosivo y tribunero. Discursos moderados, pero cargados de mensajes hacia adentro y hacia afuera con, al menos, dos presidenciables: Horacio Rodríguez Larreta y Patricia Bullrich. A Mauricio Macri lo mostraron poco. En verdad, varios de los protagonistas de la campaña hubiesen querido que apareciera aún menos. Cada uno midió sus palabras y movió sus fichas como en un ajedrez. Hubo reproches por los cambios de último momento en la lista de oradores que finalmente incluyó a Juan Manuel López, candidato puesto por la Coalición Cívica, con un discurso que no cayó del todo bien por su “triunfalismo desmedido”. 

Sus competidores en las PASO –la lista encabezada por Facundo Manes– calificaron la campaña como “bastante ordenada y previsible”, por eso cuestionaron con dureza los desplantes del neurólogo. “Manes es un tipo muy raro. Es individualista y muy egoísta. Jugó para él, armó sus propios eventos sin abrirle el juego al resto de la lista. Incluso se cortó solo varias veces dejando plantados a sus compañeros. Fue una gran decepción” –aseguró una fuente que participó de la campaña, que concluye: “Todos presentaron quejas contra Manes. Todos. Emilio Monzó está furioso, no lo puede ni ver. No quiere ni hablarle.” 

Una de los hechos notables fue la búsqueda desesperada del voto joven. Es necesario detenerse aquí un momento. El estereotipo de los jóvenes que se exhibió fue penoso y preocupante. Es una caracterización que, salvo excepciones, habla de personas con poca aptitud para el desarrollo del pensamiento y centrada exclusivamente en una visión hedonista de la vida. A los jóvenes se les habla del futuro como algo etéreo que surge como por arte de magia. Es una manera fantástica de no hablar de la realidad. 

El futuro se construye en base al presente. Y este presente, deja a los jóvenes con muy pocas esperanzas de un porvenir mejor. La creciente cantidad de argentinos entre 20 y 30 años que se están yendo del país, lo atestigua.

Los adolescentes que hoy no terminan la escuela secundaria  no tienen ninguna chance de aspirar a trabajos de calidad que les aseguren la posibilidad de salir de la pobreza y la miseria. 

Si la Argentina se transformara por milagro en un imán para la instalación de empresas que dieran pie a la creación de miles y miles de puestos de trabajo, muchos de los jóvenes no podrían ser incorporados por falta de instrucción y formación. 

La campaña ha mostrado que el poder es lo único que interesa para una gran cantidad de dirigentes políticos vernáculos. Por lo tanto, cualquier método es válido para ganar un voto. 

Todo esto no ha hecho más que generar el desencanto, el escepticismo y el enojo de miles de ciudadanos y ciudadanas que han decidido no votar en los comicios de hoy. 

Triste realidad de un país en el que muchos dieron la vida por asegurar el derecho al sufragio, herramienta fundamental de la democracia.


jueves, 29 de enero de 2015

La Agencia Federal… De Alguna Manera...

La Agencia Federal…

Gustavo Beliz, el dia que mostró la foto de Stiuso. Foto: elsindical.com.ar

La AFI que lanzó la Presidenta es la misma que anunció Kirchner en 2004 para transformar a la SIDE y jamás se concretó.

Salió publicado en todos los medios: el Gobierno anunció la creación de la AFI, una agencia federal que, entre otras consideraciones, puso en debate los límites que deberían existir entre seguridad exterior, control interno de la población y el rol de los servicios de Inteligencia. “Reafirmo la defensa del derecho, la justicia, la libertad y los derechos humanos”, explicó Kirchner ratificando que los espías estarían ajenos a cualquier tipo de control de las actividades internas del país.

Sucedió en abril de 2004, acaparó la atención de todos durante varios días y fue la reacción oficial para correr el foco mediático del monotema de aquella época: el crimen de Axel Blumberg.

Quien hizo ese anuncio fue el presidente Néstor Kirchner, acompañado por su ministro de Justicia, Gustavo Beliz. El pomposo título de esa superestructura de seguridad era Agencia Federal de Investigaciones. Quedó en la nada rápidamente.

Más de una década después, aquella AFI resucitó en la desesperación de su esposa por, también, correr el foco de interés público sobre otro tema conmocionante, la muerte del fiscal Alberto Nisman. Sólo que en lugar de Agencia Federal de Investigaciones se llamará “de Inteligencia” y su objetivo exclusivo es acabar con la ex SIDE.

La versión 2004 de la agencia no funcionó, según recuerdan hoy protagonistas del proyecto, precisamente por la oposición de la SIDE, que presionó para no perder poder.

De hecho, la ida de Beliz de aquel Gobierno se dio tras una dura reunión en Olivos con Néstor y Cristina, en julio de aquel año, cuando denunció supuestas maniobras ilegales de los espías y de Jaime Stiuso. En ese encuentro le hizo saber al matrimonio que estaba al tanto de que ellos se beneficiaban con las pinchaduras telefónicas de sus espías.

¿Qué habrá pensado Cristina cuando decidió reflotar aquel plan anunciado con tantos bombos y platillos como el actual? ¿Se habrá dicho “igual que hizo Néstor, lo importante ahora es salir a anunciar algo y recuperar la iniciativa, después Dios proveerá”? ¿O directamente no se acordó que el relato ya había transitado el Capítulo “Ahora vamos por los Servicios” y decidió protagonizarlo como si fuera la primera vez?

Quizás la realidad la somete a ella misma a tantas sorpresas, que habrá perdido la cuenta de cuál relato es estreno y cuál remake.

El problema es que el argumento de este reestreno es malo. En 2004 podía ser creíble que un nuevo gobierno quisiera transformar al espionaje nativo. En 2015 no, después de tres mandatos consecutivos. Además, ahora el kirchnerismo tiene en contra a la mayoría de los medios que cuando lanzó aquel plan lo recibieron con optimismo o, al menos, con neutralidad.

No, segundas partes no son buenas. En especial, cuando ni siquiera la primera lo fue.

© Escrito por Gustavo González el jueves 28/01/2015 y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.