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martes, 7 de marzo de 2023

Falleció el Periodista y Amigo Enrique Vázquez. Q.E.P.D. @dealgunamaneraok...

 Falleció el Periodista y Amigo Enrique Vázquez. Q.E.P.D. 


Murió papá.

Enrique Vázquez, periodista, escritor, orador elocuente. Gran defensor y amante de los animales. Polemista y polémico él mismo. Amigo de sus amigas y amigos.

Amante y curioso de la música y de todos los cambios y dilemas éticos, políticos, culturales, sociales y económicos de la historia y de la actualidad. Con mirada crítica sostuvo una práctica de la comunicación social en sus términos.

Vivió y murió a su manera.

Con profundo amor lo despedimos.

Sus hijos.

Así despedían su hijos a nuestro Amigo Enrique Vázquez, fallecido en el día de la fecha.


Cada mañana anunciábamos a partir de la hora 08:00 que comenzaba el "Programejo", cada mañana recibíamos un "Muchas Gracias Señor Gerente de Marketing"



Video con Audio del su último prograna el viernes 3 de Marzo de 2023


Publicaron los diferentes medio de comunicación:

Murió a los 70 años el periodista Enrique Vázquez 


El periodista Enrique Vázquez. Fotografía: Facebook

El comunicador y escritor fue referente en los medios durante la vuelta de la democracia en Argentina. Su columna de periodismo político en la revista Humor, entre sus trabajos más recordados.

© Publicado el martes 07/03/2023 por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, República Argentina.


El periodista Enrique Vázquez falleció este martes 7 de febrero a sus 70 años. De amplia trayectoria, el comunicador se desempeñó en diversos medios y publicaciones y también como subdirector de Radio Nacional y director de la carrera de Ciencias de la Comunicación de la Universidad de Buenos Aires.

Entre sus trabajos más recordados se encuentra su columna de periodismo político en la Revista Humor en los años ochenta, como así también su rol como comunicador en la vuelta de la democracia en el país y su trabajo como periodista de investigación, que plasmó en documentales para Canal á y Canal 7.

Vázquez, nacido en la provincia de Córdoba en 1953, publicó además los libros "El osario de la rebeldía. Campo de Mayo, de Roca a los Kirchner” (Planeta), sobre el centro de detención de Campo de Mayo durante la dictadura, y luego, en 2018, “Aduana, corrupción y contrabando”.

La publicación de los hijos de Enrique Vázquez.


Fueron sus hijos quienes confirmaron la noticia de su muerte en sus redes sociales. “Murió papá. Enrique Vázquez, periodista, escritor, orador elocuente. Gran defensor y amante de los animales. Polemista y polémico él mismo. Amigo de sus amigas y amigos”, empieza el escrito que publicaron.

Y sigue: “Amante y curioso de la música y de todos los cambios y dilemas éticos, políticos, culturales, sociales y económicos de la historia y de la actualidad. Con mirada crítica sostuvo una práctica de la comunicación social en sus términos. Vivió y murió a su manera. Con profundo amor lo despedimos. Sus hijos”. 


Con esta fotografía lo despidieron sus hijos. 

Falleció el periodista Enrique Vázquez: la despedida de sus colegas y admiradores.

La periodista Natalí Schejtman escribió: “Murió Enrique Vázquez, símbolo de la apertura cultural y libertad de expresión de la vuelta democrática. Una vez, antes de empezar su programa, explotó una bomba en la terraza de ATC. Además, encabezó la protesta para que el Juicio a las Juntas se pasara en vivo y con sonido”.

“Uno de sus programas se llamaba "El país que tenemos que cambiar", y su misma producción y emisión, con sus amenazas y tensiones internas, mostraba lo complejo que fue para el periodismo y las instituciones públicas pasar de una dictadura a una democracia. QEPD”, agregó Schejtman, autora de "Pantalla Partida. 70 años de política y televisión en Canal 7”.


Javier Timerman, asesor y analista financiero, escribió: “Murió Enrique Vázquez un gran periodista. Durante mis años de exilio en Israel nos devorábamos sus artículos en Humor. Eran de una gran valentía. Se jugó x la democracia como pocos de su generación. Le agradecí siempre su solidaridad con Héctor. Te vamos a extrañar”.

Radio Nacional despidió al periodista con el siguiente mensaje: “Con profundo pesar informamos el fallecimiento de Enrique Vázquez, periodista de amplia trayectoria y ex subdirector de Radio Nacional. Desde los tiempos de la revista Humor ejerció el periodismo de investigación, que plasmó en documentales para Canal á y Canal 7.”

Por su parte, el investigador y especialista en medios Martín Becerra publicó: “RIP Enrique Vázquez, periodista, ex director de la Carrera de Cs. de la Comunicación de la UBA en su creación, inquieto, polemista y abierto al debate”.

 

AG  / DS




   

domingo, 10 de julio de 2022

«En Colombia van a ser oposición los que usufructúan el conflicto armado”... @dealgunamaneraok...

 Luis Emil Sanabria Durán: «En Colombia van a ser oposición los que usufructúan el conflicto armado”

 

Los cambios en Colombia no serán sencillos. Luis Emil Sanabria Durán lleva décadas trabajando en la construcción de la paz, que se insinúa más próxima con el triunfo de Gustavo Petro. ¿Qué puede suceder en los próximos meses? 

© Escrito por Martín Appiolaza el sábado 09/07/2022 y publicado por La Vanguardia Digital de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, República de las/os Argentinas/os. 

El triunfo de Gustavo Petro de la presidencia de Colombia, ha sido interpretado de múltiples formas y con diversos grados de simplificación. Subyace un largo proceso de construcción de demandas por derechos humanos. Luis Emil Sanabria Durán es un actor protagónico en la construcción de esa mayoría, ya sea en su rol de docente universitario por la convivencia, la cultura de paz, el derecho internacional humanitario y la prevención de la violencia. También en la atención de las víctimas de la violencia política en el país como docente universitario con estudios en convivencia ciudadana, en la práctica de democracia local y participación ciudadana y responsable de programas de reinserción a la vida civil de ex combatiente de grupos insurgentes. 

Es uno de los fundadores de la Red Nacional de Iniciativas Ciudadanas por la Paz y Contra la Guerra (REDEPAZ) de la que fue director ejecutivo, desde donde también impulsó la creación de la Coalición Latinoamericana para la prevención de la violencia armada (CLAVE), impulsó la alianza por las víctimas “Colombia sin heridas” y fue miembro de la junta directiva de la Fundación para la Reconciliación. 

Como constructor de paz, Luis Emil Sanabria Durán entiende la complejidad del proceso que inicia Colombia y ya está sentado en las mesas de empalme Presidencia de la República-Sector Paz y Derechos Humanos. Desde esa amplia experiencia de trabajo en la pacificación y los derechos humanos, reflexiona sobre los desafíos que esperan a su país. 

«Afrontar el tema de los Derechos Humanos es hoy una tarea que no da espera para que la sociedad colombiana avance realmente hacia la profundización de la democracia y hacia la construcción de la paz». 

Articular una mayoría que logra vencer electoralmente a la derecha en Colombia, ¿representa un cambio sostenible que pueda dar gobernabilidad? 

Articular unas mayorías siempre tiene implícito un riesgo importante. Porque en un país como Colombia, tan polarizado, en donde se debate el tema de la vida o la paz; del modelo económico neoliberal o un proceso progresista; en donde hay tanta acumulación de tierras y, en fin, tantas inequidades; mantener unas mayorías siempre será un reto importante para un gobierno. 

Además, es la primera vez que en Colombia ocurre, luego de doscientos años de independencia, que un candidato abiertamente de izquierda logra acceder a la presidencia de la República. Eso en sí mismo encierra otro reto: gobernar bien. Pero también gobernar para todo el país, que es otro gran reto. Mas, sin embargo, yo creo que en sí mismo ese inicio del cambio se hace sostenible porque también existen en Colombia una fuerza importante de la sociedad que, a pesar de haber estado en minoría (me refiero que el gobierno que está entregando tiene mayorías no solo en el gobierno nacional, sino también en los gobierno departamentales y municipales), ha logrado construir una propuesta amplia, generosa, que mezcla elementos importantes del progresismo y la socialdemocracia, y reivindicaciones represadas de la sociedad colombiana. Es una tarea que debe llevarse con mucha cautela, sin embargo creo que esa sociedad respalda los cambios, respalda esa posibilidad. Y el hecho de haber ganado con tan pocas condiciones para hacerlo nos enseña que esos cambios hay que hacerlos y hay que llevarlos a cabo para no defraudar, sobre todo a las mayorías del pueblo colombiano que votaron por Gustavo Petro y que están ubicadas en las regiones excluidas, en las regiones empobrecidas del país. Fueron las zonas de los pueblos afrodescendientes e indígenas las más azotadas por la violencia, las zonas más excluidas, las que definitivamente –junto con Bogotá, que siempre ha demostrado ser una zona más abierta, más liberal– han decidido votar por Petro y llevarlo a la presidencia. 

Desde tu amplia experiencia desde sociedad civil y Red de Paz: ¿Cuáles son las prioridades en la agenda social del nuevo gobierno? ¿Qué resistencias encontrará? 

Indiscutiblemente, el presidente Gustavo Petro debe asumir el reto de responder a las reivindicaciones planteadas por los sectores sociales en el estallido social del 2021. Un reto inicial fundamental es iniciar la superación de la pobreza: 27 millones de colombianas y colombianos están por debajo de la línea de la pobreza, 7 millones por debajo de la línea de la indigencia y 100 mil colombianos viven en la calle. 

Esas son cifras muy dolorosas para nuestra sociedad que un gobierno del cambio, un gobierno progresista, debe asumir. Por eso su tarea fundamental es consolidar el apoyo social, generar empleo, generar riqueza, pues están al orden del día, e iniciar un proceso de reforma rural integral. Las tierras en Colombia están concentradas en el 1% de la población, es decir, el 1% de los colombianos son dueños de todas las tierras. Esa es una inequidad que no ocurre en ningún otro país del mundo. De tal forma que, en un país como el nuestro, que nunca ha hecho una reforma rural, que nunca ha delimitado con claridad los territorios de los pueblos étnicos, debe avanzar, conforme estuvo pactado en el Acuerdo de Paz, hacia una reforma rural integral que no solamente entregue las mejores tierras a los campesinos y campesinas, indígenas y afrodescendientes, sino que genere un profundo proceso para hacerlas productivas. 

Muchas de esas tierras están dedicadas a la ganadería, entonces hay que hacer un vasto proceso de reforma, lo que implica diseñar y construir distritos de riego, que los campesinos y campesinas tengan acceso a maquinaria y tecnologías, que haya la posibilidad del comercio justo y, por supuesto, las vías de comunicación para que esos campesinos y campesinas puedan sacar los productos. 

Todo eso va de la mano con la superación del fenómeno del narcotráfico: más de 200 mil hectáreas en Colombia están sembradas de coca. Eso implica que un gobierno progresista debe asumir con suficiente seriedad la reforma rural, pero también la erradicación concertada de los cultivos de uso ilícito o la transformación de los cultivos de coca en productos que puedan ser utilizados por la sociedad. Así que ahí hay otra tarea en términos de lo social. 

Hay muchas otras, que siempre se han planteado: el tema educativo, el fortalecimiento de la educación, y, por supuesto, la reforma del sistema de salud y de pensiones. Sobre todo el sistema de salud, porque Colombia tiene un modelo privatizado de la salud, son las entidades prestadoras de servicios –es decir, tercerizadores– las que reciben dinero del gobierno y cobran altas tasas por administrar ese dinero. Eso, a su vez, debilita la red pública hospitalaria porque la corrupción es bastante profunda. Yo diría que esos temas sociales son hoy de gran importancia para sacar adelante este país. Por supuesto que esos temas sociales van de la mano de definir el modelo económico y eso implica que Colombia debe iniciar un proceso de renuncia y de desmonte progresivo del modelo neoliberal. 

«El presidente Gustavo Petro debe asumir el reto de responder a las reivindicaciones planteadas por los sectores sociales en el estallido social del 2021. Un reto inicial fundamental es iniciar la superación de la pobreza: 27 millones de colombianas y colombianos están por debajo de la línea de la pobreza, 7 millones por debajo de la línea de la indigencia y 100 mil colombianos viven en la calle». 

¿Cuáles son las prioridades en materia de derechos humanos para el próximo año en Colombia? ¿El gobierno de Petro encontrará resistencias de qué grupos o sectores?   

Colombia es un país donde se violan constantemente los Derechos Humanos: los asesinatos de líderes y lidereresas sociales (más de 1300 desde que se firmó el Acuerdo de Paz); las masacres constantes (este año ya van cerca de 44 masacres en Colombia); las desapariciones; las torturas; el uso indebido del derecho para perseguir a los y las referentes sociales, lo que se llaman “falsos judiciales”; etcétera. Esa es toda una serie de prácticas desde el Estado colombiano que deben ser prontamente atendidas por un gobierno progresista. Afrontar el tema de los Derechos Humanos es hoy una tarea que no da espera para que la sociedad colombiana avance realmente hacia la profundización de la democracia y hacia la construcción de la paz. 

La persecución hacia el movimiento sindical es todavía bastante fuerte en Colombia. Tenemos una tasa de sindicalización de las más bajas del mundo por la persecución al movimiento sindical y social, a la oposición. Hay graves violaciones a los Derechos Humanos también en lo que refiere al conflicto armado interno: infracciones y violaciones al derecho internacional humanitario; el secuestro; el confinamiento; el desplazamiento forzado; está todo al orden del día. Así que el tema de los Derechos Humanos va de la mano de la superación del conflicto armado, es una tarea fundamental para el presidente Gustavo Petro superar el conflicto armado e iniciar inmediatamente un proceso de diálogo y conversaciones con los grupos armados ilegales de carácter político, como el Ejército de Liberación Nacional. Retomar las conversaciones que quedaron suspendidas en el 2018, pero también ampliar ese modelo, profundizar ese modelo, que sea la participación ciudadana eje fundamental de la construcción de un nuevo acuerdo de paz. Pero también iniciar un proceso de conversaciones para el sometimiento a la justicia de bandas criminales y grupos paramilitares que hoy también dominan importantes sectores y territorios del país. 

Asimismo, el tema de la paz va de la mano también con un ejercicio de reestructuración de las fuerzas armadas y de policía. 

En Colombia, la policía ha sido señalada por violar los Derechos Humanos, acusada de desaparecer, de torturar. Solo el año pasado fueron asesinados más de 80 jóvenes en medio de la protesta social a manos de la policía. Pero también las fuerzas armadas, el ejército y la armada, son constantemente señalados por violaciones a los Derechos Humanos, de infracciones al derecho internacional humanitario. Así que superar lo que se conoce como la Doctrina de Seguridad, que considera a la sociedad colombiana como “enemigo interno”, es una tarea que debe iniciarse también. Así que en ese tema de los Derechos Humanos y la paz son muchos los temas que han sido represados, y que un gobierno progresista debe afrontar y defender.      

Por supuesto que muchos sectores políticos, económicos y sociales van a tener resistencias, se van a oponer a los cambios que el gobierno de Petro va a plantear, que va a desarrollar. De hecho, ya se están oponiendo. Sectores importantes de la prensa tradicional están por todos los medios tratando de deslegitimar las propuestas que ya hoy están saliendo, tratando de señalar también al gabinete ministerial y a las personas que están asumiendo responsabilidades en el gobierno. Pero también porque el gobierno de Petro plantea reformas progresivas en relación con el tema del modelo económico, o de la política económica más allá del modelo. La política económica neoliberal está hoy siendo fuertemente cuestionada y, como lo dije anteriormente, en sectores importantes de la economía se va a sentir un modelo económico más social, más progresista. Y aquellos que han estado acumulando riquezas, asociados inclusive con el narcotráfico en el lavado de activos, pues se van a oponer a un gobierno que pretende superar esos fenómenos, superar la corrupción. 

Colombia es uno de los países más corruptos del mundo, así que quienes hoy se han enriquecido desde la corrupción van a hacerle oposición al gobierno de Petro. Pero también van a ser oposición aquellos sectores que usufructúan el conflicto armado, quienes amasan fortunas vendiendo uniformes, alimentos o tecnologías para la guerra. Así que todas esas oposiciones se van a hacer sentir rápidamente. 

La violencia criminal sigue golpeando a todo el país y a las comunidades rurales. ¿Por dónde considerás que deberá avanzar la política de seguridad para proteger a los sectores más vulnerados?   

La política de seguridad debe iniciarse, a mi modo de ver, por tres o cuatro elementos. El primero que salta a la vista es todo el tema de la reforma a la policía y a las fuerzas armadas, reforma que tiene que ver, como lo dije anteriormente, con la doctrina de seguridad. Pero también tiene que ver con la defensa y promoción de los derechos humanos; con la superación de la pobreza y del hambre; con la generación de empleo; y con el acceso a la educación y la salud. Todos estos elementos como base de generación de inseguridad, unidos a otros que se han planteado desde el discurso de Gustavo Petro, como es el control de armas, nos ayudarán a superar todos estos altos índices de inseguridad. 

En Colombia se calcula que hay 5 millones de armas ilegales que están en poder de la sociedad civil. Se exporta cocaína y se importan armas, pero no existe en nuestro país, nunca ha existido, un plan, un programa para la persecución de las rutas del tráfico de armas, para la persecución de las mafias que trafican con armas, y tampoco existe un plan para el desarme de la sociedad, que implica no solamente un ejercicio de trueque de armas, sino también el tema cultural. Así que todos esos elementos deben estar integrados a un plan de seguridad que nos garantice superar estos índices tan altos de violencia.  


   

domingo, 12 de diciembre de 2021

Con el enemigo no se dialoga… @dealgunamaneraok...

 Con el enemigo no se dialoga… 

“Sacándole viruta al piso”. Cristina y Alberto Fernández. Dibujo: Pablo Temes. 

Para el kirchnerismo los opositores son malos por el simple hecho de pensar distinto. Y los necesita para crear su mística. 

Escrito por Nelson Castro el sábado 11/12/2021 y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, República de los Argentinos. 


La democracia es un logro que se conquistó con el esfuerzo de todos, y que llevó años de lucha y consolidación. Esto no es compartido por el kirchnerismo quien, en su pensamiento con aires de mesianismo, cree que la Patria nació con ellos. Por eso, el Gobierno celebró el Día de los Derechos Humanos y los 38 años del regreso de la democracia con un festival organizado por Alberto Fernández y Cristina Fernández de Kirchner convocando y llevando a la militancia a un acto político partidario de carácter excluyente. Si queda alguna duda del tinte del encuentro solo basta recordar el pedido de Máximo Kirchner hace algo más de una semana: “Hay que reventar en serio la Plaza de Mayo”. Objetivo que en la tarde del viernes repitió y que, finalmente, no logró. La Plaza no reventó. El pedido que el líder de La Cámpora había hecho a sus acólitos para que se movilizaran hacia el acto, que tuvo como oradores a su madre, al Presidente bendecido por ella, al ex presidente de Brasil Luis Ignacio “Lula” da Silva y el de Uruguay José “Pepe” Mujica, no dio resultado. En definitiva, el acto del viernes fue un acto faccionario, porque ni siquiera incluyó a todo el peronismo. Otra paradoja más del relato kirchnerista, un gobierno que llama a defender la democracia, uno de los valores por los que menos ha trabajado, como se desprende de la siguiente enumeración:


- Ausencia de diálogo político.


- Concepción del adversario como un enemigo.


- Generación y sostenimiento de la grieta.


- Utilización de la mayoría parlamentaria convirtiendo al Congreso en escribanía.


- Degradación de la Justicia.


- Reformas en el Consejo de la Magistratura que facilitan la concentración del poder oficialista.


- Elución de juicios y condenas, sin que se completen los procesos judiciales, como ocurrió en las causas Memorándum con Irán, Hotesur y Los Sauces.


- Una de las características sobresalientes del kirchnerismo es su amnesia política. 

 

Tiene su explicación: el archivo los condena ya que expone sus contradicciones y mentiras. 

 

¿Cómo olvidar que tanto CFK como su esposo, Néstor Kirchner, fueron parte del menemismo?


¿Cómo olvidar que Alberto Fernández fue funcionario del menemismo?


¿Cómo olvidar que CFK y Néstor Kirchner supieron derrochar elogios a Domingo Cavallo en sus años de ministro de Economía?


¿Cómo olvidar que durante sus años como  gobernador de Santa Cruz, para Néstor Kirchner el tema de las violaciones a los Derechos Humanos sucedidas en la brutal última dictadura no estuvieron en su agenda pública? 

 

La intención del acto del viernes nada tuvo que ver con el festejo del renacimiento de la democracia argentina. Tuvo que ver, en cambio, con la interna sórdida por la que atraviesa el oficialismo.  

 

Como no podía ser de otra manera, el discurso central del acto fue el de la ex presidenta en funciones. La devaluación que ha sufrido la palabra del Presidente –abundante en mentiras– le ha conferido una robusta intrascendencia.

 

 

El primer rasgo que surge claro de la alocución de CFK es que habló todo el tiempo de ella. Nada que sorprenda: es una muestra indeleble de su patológica personalidad. Su egocentrismo permanece intacto.

 

Según la vicepresidenta, en todo lo ocurrido durante los doce años del kirchnerato, la Argentina fue un paraíso.


Olvidó mencionar las deudas que dejó con los “fondos buitre”, el mal arreglo con el Club de París, los altos índices de pobreza y de inflación, la corrupción y la persecución y hostigamiento a jueces y periodistas independientes. Recuérdese cuando se quiso eyectar de la Corte Suprema al Dr. Carlos Fayt, persona de honestidad y convicciones republicanas intachables. 

 

En este discurso típicamente kirchnerista, otro de los ejes fue la imprescindible presencia de los enemigos. Sin el concepto del enemigo, no hay posibilidad de crear mística. El elenco de enemigos de la vicepresidenta es siempre el mismo: el FMI, los jueces, los opositores, los medios y los periodistas. Los jueces malos son los que deciden investigarla y/o juzgarla en las varias causas que aún debe afrontar. Los que la absuelven sin juicio, son buenos. Los opositores son malos por el solo hecho de pensar distinto. Y los medios y periodistas malos, son los que la critican y/o investigan, los hechos de corrupción sucedidos en sus gobiernos. Los otros, son buenos.

 

En su tergiversación de los hechos, culpó al Fondo Monetario Internacional de haber sido el responsable de las crisis que desencadenaron la entrega del poder anticipada por parte del Dr. Raúl Alfonsín y de la caída del Dr. Fernando de la Rúa. Olvidó mencionar que, en ambos casos, el peronismo tuvo un rol activo que fue decisivo para precipitar los hechos. 

 

Y, lo último –pero no menos importante– fue el desprecio exhibido hacia la mayoría de la ciudadanía que no votó por el kirchnerismo. A esa ciudadanía no se la convocó al festejo del Día de la Democracia. A esa ciudadanía se la ignoró. 

 

Para CFK quienes no coinciden con ella están equivocados. 

 

El pensamiento distinto no forma parte de su pensamiento. Por eso nada de lo que dijo es creíble cuando, en su perorata del viernes, apareció la convocatoria a todas las fuerzas políticas a discutir la búsqueda de un acuerdo de cara a la negociación con el Fondo Monetario Internacional.  

 

Es muy difícil creer en la voluntad de diálogo de un gobierno que trata a sus opositores como enemigos y no como adversarios. Con el adversario se dialoga. Con el enemigo, no. 

 

El acto del viernes demuestra que el kirchnerismo volvió tan malo como lo fue siempre.







martes, 24 de marzo de 2020

A 44 años del 24 de marzo de 1976. La Memoria continúa… @dealgunamanera...

A 44 años del 24 de marzo de 1976. La Memoria continúa… 

A 44 años del golpe de estado...

En tiempos de pandemia, "el Pañuelazo blanco" y otras modalidades de participación son la forma colectiva no sólo de repudiar el terrorismo de Estado sino también el modelo económico, social y cultural que la dictadura intentó implementar.

© Escrito por Carlos Heller el martes 24/03/2020 y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. 


Hoy, 24 de Marzo, la Memoria no se interrumpe ni se detiene, sólo cambia la forma de manifestarse. Conmemoramos este Día Nacional de la Memoria, por la Verdad y la Justicia sin marchas en las calles pero con otros modos de movilización ciudadana: los organismos de Derechos Humanos nos convocan a todos y a todas a armar pañuelos blancos con servilletas, telas o afiches, a escribirles consignas y a colgarlos de balcones, puertas o ventanas; a sacarse fotos o filmarse con el pañuelo para luego compartir esas imágenes en redes sociales; y a utilizar diversos recursos multimedia para conmemorar en red el golpe de Estado del 24 de marzo de 1976.

En tiempos de pandemia, “el Pañuelazo blanco” y las otras modalidades de participación propuestas son la forma colectiva de seguir ejercitando la Memoria y de continuar perteneciendo a una mayoría social que no sólo repudia el terrorismo de Estado sino también el modelo económico, social y cultural que la dictadura intentó implementar.


Por eso, no nos encontraremos, esta vez, en la Plaza de Mayo detrás de la gran bandera de las Madres, Abuelas y demás organismos de Derechos Humanos, pero estaremos desde nuestros balcones, ventanas y redes participando y movilizándonos como cada 24 de Marzo desde hace 37 años. Será una manifestación ciudadana desde los espacios privados: haciendo confluir el cuidado del otro con el ejercicio de la Memoria.

El pueblo hoy está en sus casas y las marchas del 24 de Marzo han sido siempre con el pueblo. Por lo cual, esta modalidad de hacer visible física o virtualmente el pañuelo blanco desde los domicilios particulares es una forma creativa de movilizarse cumpliendo, a la vez, con las reglas establecidas por el gobierno en términos de aislamiento en los espacios privados.

Como todos los años, denunciaremos, a través de los pañuelos levantados, que la dictadura cívico-militar iniciada en marzo de 1976 intentó poner en práctica una combinación de Estado represivo ampliado con Estado mínimo en lo económico y social. Fueron aquellos tiempos de la Escuela de Chicago y de la consigna “achicar el Estado para agrandar la Nación”.

Es decir: tiempos en los que aspiraban a lo que muchas veces hemos llamado el “Estado canchero”, en el que los gobiernos preparan la cancha y luego se retiran para que jueguen los grandes actores concentrados de la economía. En estos escenarios, los gobiernos sólo administran para que estos conglomerados poderosos lleven adelante sus políticas.


Lo ha dicho recientemente con precisión el premio Nobel de Economía, Joseph Stiglitz, en su último libro “Capitalismo Progresista. La respuesta a la era del malestar”: “La Escuela de Chicago tuvo una influencia desproporcionada en nuestra política y en nuestros tribunales.

Llevó a un debilitamiento de la causa antimonopolios, ya que los tribunales asumieron, pura y simplemente, que los mercados eran competitivos y eficientes y que todo comportamiento que pudiera parecer contrario a la libre competencia en realidad no era más que una serie de respuestas eficientes a las nuevas complejidades del mercado”.

En la misma perspectiva, Stiglitz afirma que “la investigación económica moderna –tanto la teórica como la práctica– ha realzado nuestra comprensión del papel fundamental que el Gobierno desempeña en una economía de mercado. Se lo necesita tanto para hacer lo que los mercados no hacen ni pueden hacer como para asegurarse de que éstos actúen de la forma que se supone que deben hacerlo”.

En la encrucijada en la que nos encontramos en la actual coyuntura, estas palabras del premio Nobel adquieren especial relevancia: ese Estado mínimo que intentó implementar la dictadura y que luego buscaron restaurar algunos de los gobiernos constitucionales que la sucedieron, dejó a la economía y a la sociedad en manos de “los mercados”, es decir de los grandes conglomerados económicos locales y globales y, por lo tanto, abandonó a la mayoría de la sociedad a su propia suerte.


Por eso, en este escenario donde enfrentamos la expansión del coronavirus Covid-19 a escala global, hacer Memoria es también recordar críticamente cada una de esas experiencias de nuestra historia reciente, donde el “Estado canchero” se desinteresó o no tuvo en cuenta una serie de derechos humanos básicos de las mayorías, entre ellos el derecho humano a la salud.

En cada uno de los pañuelos con que hoy nos manifestamos conmemoramos el golpe de Estado del 24 de marzo de 1976, recordamos a los 30 Mil compañeros y compañeras detenidos-desaparecidos y reivindicamos un modelo de país con crecimiento e inclusión, con la gente adentro, y con un Estado activo, fuerte y solidario.