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sábado, 24 de noviembre de 2012

Sebastián Humberto Viberti, Q.E.P.D. .. De Alguna Manera...


Sebastián H. Viberti, un gran tipo que forjó una vida hecha de fútbol y gloria...


"El Pelado", que murió a los 68 años, deja un legado rico y admirable. Su carácter le trajo problemas, pero siempre se mostró como un hombre honesto y de convicciones irrenunciables.

La peleó con las mismas ganas que lo hacía en el campo de juego, pero esta vez, en lucha desigual, no pudo forzar un suplementario. Su corazón ya no tenía las mismas fuerzas. Sebastián Humberto Viberti, todo un personaje adentro y afuera de la cancha, se nos fue con “juveniles” 68 años.

Estaba internado desde el lunes pasado en el Instituto Modelo de Cardiología, a donde llegó aquejado por un fuerte dolor en el pecho. “Estoy en terapia con un problemita y ahí viene el médico. Te hablo después”, le contestó a este periodista ante un llamado de rutina. Lamentablemente, esa respuesta nunca llegó.

“Doctor, por favor, quiero vivir”, le pidió después al profesional que lo atendió, mientras su hijo Martín se hizo cargo de atender la infinidad de llamadas que comenzaron a llegar ni bien alguien tiró el alerta.

De estilo frontal, sin vueltas, siempre dijo las cosas sin medir consecuencias, lo que le costó más de un dolor de cabeza, pero que, a la vez, lo desnudó como un hombre honesto y de convicciones irrenunciables.

En el fútbol no le quedó campo por explorar: fue jugador, director técnico, dirigente en Futbolistas Argentinos Agremiados y periodista, donde se desempeñó durante 15 años como panelista de Línea de 4, en Showsport.

Había nacido en El Crispín (departamento Río Primero) el 22 de abril de 1944 y su carrera como futbolista lo vio consagrar su clase desde Talleres de Jesús María, donde comenzó a escribir sus primeros capítulos como volante central. Alto y de cabeza levantada, su juego era de desplazamientos lentos pero con cerebral distribución.

En 1962 llegó a San Lorenzo para jugar en la Liga Cordobesa al lado de Julio Melián, Vicente Gambardella, Tomás Monserrat, Carlos Lacroix y dirigido por un “prócer” de la institución: Llamil Simes.

Un ídolo en todas partes

Al año siguiente, Manuel Giúdice, un cordobés ex Huracán de los ‘30/40, lo recomendó al club de Parque Patricios, que lo adquirió en 800 mil pesos (5.700 dólares) y lo convirtió en ídolo. Con el Globito jugó entre 1963 y 1969 y se ganó la consideración nacional.

Jim Lopes, entrenador de la selección argentina, lo convocó en 1967 para el equipo que disputó el Sudamericano de Montevideo, donde fue subcampeón al lado de Luis Artime, Rafael Albrecht y Raúl Bernao.

Pero sin dudas que lo más fuerte de su carrera lo hizo bien lejos del pago. En 1969 lo contrató el Málaga de España, con el que consiguió el ascenso a Primera en 1970 y se ganó una idolatría difícil de imaginar.

 Pero sin dudas que lo más fuerte de su carrera lo hizo bien lejos del pago. En 1969 lo contrató el Málaga de España, con el que consiguió el ascenso a Primera en 1970 y se ganó una idolatría difícil de imaginar.

Allí se convirtió en referente indiscutido de su equipo y lo pretendieron los grandes como Real Madrid y Barcelona, pero fue cotizado muy alto y llegó a ser uno de los futbolistas mejor pagos de la Liga española.

Él fue quien recomendó la contratación de otro cordobés, Carlos “Chupete” Guerini, que también alcanzó la consagración. “El Patón” se mantuvo en Málaga hasta 1974, cuando ya disminuido físicamente pasó al Tarragona, penúltimo escalón de una carrera que se cerró en 1976, cuando regresó a Córdoba para actuar en Belgrano.

Con los celestes apenas jugó siete partidos por pedido de su técnico, Pedro Dellacha, que lo convenció a dejar de lado un retiro ya asumido.

Un DT especial

Como entrenador se inició en el club de Alberdi, en 1977, con una de las mejores campañas del club en torneos de AFA. Fue segundo en su zona, detrás de Independiente, que a la postre resultó campeón.

Allí cosechó una de las mejores anécdotas: “Pedí un ‘5’ con voz de mando, que grite, que me ordene el equipo en el medio. Hasta hice algunas gestiones para que ese jugador sea Carlos Pachamé. Pero la dirigencia me contrató a Carlos De Marta, que era sordomudo”.

Luego pasó por Huracán y también hizo su experiencia europea en el club de sus amores, el Málaga, con el que repitió lo que hizo como jugador: en su primera campaña lo ascendió nuevamente al círculo superior.

Con distinto éxito condujo luego a Talleres e Instituto, hasta que un infarto lo sacó del circuito.

Desde 1997 analizaba y polemizaba todos los lunes en el programa Línea de 4, que lamentará su aporte desde el perfil de la experiencia y su inacabable anecdotario.

Se fue un grande del fútbol argentino. Descansa en paz, Sebastián. Te vamos a extrañar.

Velorio. Los restos de Sebastián Viberti serán velados en la empresa funeraria Caruso de Rafael Núñez al 5.500, a partir de las 16.30.

Homenaje. En el partido que Málaga sostendrá este sábado desde las 16, ante Valencia, por la Liga Española de fútbol, el equipo llevará un brazalete negro y habrá un minuto de silencio. También sonará el tango "Adiós muchachos" y a los 5 minutos, en memoria de la camiseta que utilizó en ese club, se vivará su nombre.

© Escrito por Gustavo Farías y publicado por el Diario La Voz de la Ciudad de Córdoba el sábado 24 de Noviembre de 2012.

Las fotos:



 Con Ayala y Vilanova.