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sábado, 22 de julio de 2023

Islas Malvinas Argentinas. Se trata de un “avance histórico”…

Se trata de un “avance histórico”…


La Municipalidad de Ushuaia celebra la reciente declaración emitida en la cumbre conjunta de la Unión Europea (UE) y la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC). Daniel Arias, secretario de Asuntos de Malvinas, expresó su satisfacción frente a este importante comunicado.   

© Publicado el viernes 21/07/202 por el Diario El Sureño de la Ciudad de Río Grande, provincia de la Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur, República Argentina.


“Por primera vez la Unión Europea ha reconocido a las Islas Malvinas como territorio en disputa, dejando de considerarlas como parte integrante del Reino Unido”, enfatizó el funcionario. 

Arias remarcó que “la declaración en los puntos números 13 y 14 menciona: En cuanto a la cuestión de la soberanía sobre las Islas Malvinas, la Unión Europea ha tomado nota de la posición histórica de la CELAC, basada en la importancia del diálogo y el respeto del Derecho internacional en la solución pacífica de controversias y reafirma la adhesión fundamental a todos los fines y principios de la Carta de las Naciones Unidas”.  


El Secretario resaltó que “este avance es significativo en el reclamo argentino por la soberanía sobre el territorio malvinense, ocupado ilegalmente por piratas ingleses durante 190 años. Aunque el comunicado no mencione explícitamente que “las Malvinas son argentinas”, representa un paso esencial para continuar avanzando en el justo reclamo por la soberanía de Argentina sobre las Islas Malvinas”.  

Arias finalizó diciendo: “Este hito diplomático marca un progreso significativo en el camino hacia una resolución pacífica de la controversia territorial, sustentada en el diálogo y el respeto al Derecho Internacional. El reconocimiento por parte de la UE de la posición histórica de la CELAC es un reconocimiento del legítimo reclamo argentino y una invitación al diálogo constructivo, siempre por la vía de la paz”.


   

domingo, 29 de enero de 2023

Qué berreta… @dealgunamaneraok...

 Qué berreta…


Coincidencias sonoras, ¿Berretta o beretta? Dibujo: Pablo Temes

El Gobierno no para de hacer papelones: Celac, Corte, peleas... 

© Escrito por Nelson Castro el sábado 28/01/2023 y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, República Argentina. 

Berreta: adj. coloq. Arg. De mala calidad. Éste es el significado que aparece en el Diccionario de la Real Academia de la Lengua de una palabra que define a la perfección al desmembrado elenco de politicastros que hoy están a cargo de la administración del país.

En efecto, comenzando por el mismísimo Alberto Fernández, todo lo que exhibe el actual gobierno es berreta. Es berreta lo que dice y es berreta lo que hace. Un botón de muestra de ello fue la intrascendente reunión de la Comunidad de Estados de Latinoamérica y el Caribe (Celac).

Muy en off, algunos de los que acompañaron a Luiz Inácio “Lula” Da Silva no pudieron evitar la sorpresa al palpar el nivel de tensión interna y desorganización que se vive dentro del Gobierno. El hip-hop que hubo alrededor del frustrado encuentro entre el presidente del Brasil y la vicepresidenta de la Argentina fue propio de un reality. CFK exigía que Lula la visitase en su despacho del Congreso, mientras que el mandatario brasileño pretendía que, por razones de seguridad y logística, el encuentro se realizara en el Hotel Sheraton en el que se alojaba. En cambio, no hubo tal disputa con el expresidente uruguayo José Mujica, a quien Lula visitó en su chacra ubicada a las afueras de Montevideo. El kirchnerismo podrá armar el relato que crea conveniente para explicar el desaire; lo único cierto es que la reunión no se produjo. 

Argentina sigue siendo rehén de gran parte de una dirigencia política que solo busca proteger su interés. 

No fue muy distinta la impresión –decididamente mala– que se llevaron los empresarios que acompañaron al presidente brasileño. “Todo lo que pudimos ver del gobierno argentino es poco serio”, dijo uno de ellos que representaba el parecer de varios de sus colegas. 

Una de las iniciativas que generó sorna en la delegación brasileña fue la de la moneda común, a la que se pretende bautizar con el nombre de “Sur”. Hay que recordar que ya en tiempos de los presidentes Raúl Alfonsín y José Sarney hubo un intento similar. La moneda común se iba a llamar “Gaucho” y la memoria nos trae al presente un hecho contundente: esa iniciativa murió antes de nacer. 

Enojos. Ahora sabemos que el ministro del Interior, Eduardo “Wado” de Pedro se enojó con AF porque no lo invitó a la reunión de Lula con las organizaciones de Derechos Humanos. Como hubiera dicho el inolvidable Antonio Carrizo, De Pedro ha ingresado al club de los ofendidos y humillados. 

El episodio escaló y tuvo ribetes novelescos. La ministra de Desarrollo Social, Victoria Tolosa Paz, le exigió a De Pedro que se defina: “o estás adentro o estás afuera”, en referencia a la “falta de códigos” de los que critican siendo parte del Gobierno. Lo curioso es que Tolosa Paz se definía a sí misma en público y en privado como “la más albertista de los kirchneristas y la más kirchnerista de los albertistas”. 

El episodio continuó subiendo de tono y personajes de segunda línea de la provincia de Buenos Aires cercanos a Axel Kicillof –que ni siquiera valen la pena mencionar– volvieron a cruzar a la ministra para ver si elevaban su propia estima interna y ganaban algunas líneas en los diarios.   

Desde el inicio de este Frankenstein que es el gobierno nacional cada uno tuvo que salir a explicar de qué lado estaba. En palabras de Diego Latorre en sus tiempos de futbolista del club de la Ribera: “Un Cabaret”. 

Reculando en chancletas

Otro papelón. Desde su génesis todo fue contra natura. El tiempo se encargó de confirmarlo. Berreta también fue la primera reunión de la Comisión de Juicio Político que tuvo lugar el jueves último y lo será todo el proceso en ese sentido. Iniciativa que sólo encuentra explicación en la desesperación del kirchnerismo por intervenir el Poder Judicial para cooptarlo.

Sus mentores saben perfectamente que no tienen los votos necesarios para avanzar en la Cámara de Diputados con semejante disparate. Sin embargo, condenarán al país a la parálisis legislativa extendiendo este proceso tanto como sea posible para mantenerlo vivo en vísperas electorales.

La maniobra no está destinada a sumarle votos al oficialismo; más bien a sostener el frágil equilibrio interno para tirarle un hueso a la militancia dura. Un show que le saldrá muy caro a nuestro país que se verá sometido a una discusión estéril y dejará en segundo plano los problemas y necesidades reales de los ciudadanos argentinos. La disociación con la realidad es total. 

“No saben qué decir cuando se les recuerda que esta Corte tuvo su origen en los inicios de la presidencia de Néstor Kirchner. Se les queman todos los papeles y responden con chicanas y agresiones. Estamos obligados a debatir en un proceso que ni siquiera debería existir y eso lo vamos a recordar en cada una de las reuniones”, se quejó un diputado de Juntos por el Cambio al retirarse de la escena por los pasillos del Congreso. 

Otro indicador de la intrascendencia del proceso fue la ausencia de los principales cronistas de exteriores y periodistas acreditados en el Congreso dentro de la sala A del edificio anexo al palacio legislativo donde se reunió la Comisión. Curiosamente en la sala contigua acondicionada con unos banners que hacían referencia al convite, un puñado de canales de televisión afines al oficialismo hacía desfilar a los diputados kirchneristas ante sus cámaras para garantizar la difusión. 

Si en este primer encuentro que debió ser informativo y reglamentario no faltaron los insultos, las bajezas y la falta de respeto, lo que vendrá será aún peor.

La Argentina sigue siendo rehén de gran parte de una dirigencia política que busca proteger sus intereses sin el más mínimo decoro e interés por la Nación.




     

domingo, 9 de enero de 2022

Idas y vueltas. Acuerdos que no llegan… @dealgunamaneraok...

 Idas y vueltas. Acuerdos que no llegan… 

“Vidala para mi sombra” María E. Vidal. Dibujo: Pablo Temes.

El Gobierno aleja al país del mundo y la oposición mantiene viva su división entre halcones y palomas.

Escrito por Nelson Castro el sábado 08/01/2021 y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, República de los Argentinos.

 

Se habló y discutió durante más de diez días. La idea inicial del Gobierno era que el ministro de Economía, Martín Guzmán expusiera ante los gobernadores y jefes de bloque de la oposición sobre lo actuado en la negociación con el Fondo Monetario.


Una forma de evacuar dudas, pero sobre todo, de comprometerlos de algún modo en los pasos a seguir para alcanzar un acuerdo que cada vez se torna más lejano. La invitación dividió las aguas de No Tan Juntos Por el Cambio. En el PRO halcones y palomas definieron que participarían en una reunión virtual antes del encuentro de la mesa nacional de la coalición que tuvo lugar el jueves. El tema también se discutió con vehemencia en la cumbre opositora y hasta ameritó el envío de un comunicado oficial en el que confirmaron su asistencia, pero reclamaron al Gobierno que “traiga información concreta sobre cuáles son los pasos a seguir para que la Argentina retome el camino de crecimiento”. Sin embargo, el convite con el ministro entró en una nebulosa sin fecha y lugar definidos al menos hasta la tarde del viernes.


La cumbre de los líderes de la oposición estuvo lejos de ser amable. Germina allí un empeño inentendible por transitar el camino de la borrasca. Otra vez, el blanco de las críticas fue el gobernador de Jujuy Gerardo Morales, quien había dicho días atrás y públicamente que: “la deuda la contrajimos nosotros, lo menos que podemos hacer es ir a escuchar a Martín Guzmán”. Sus palabras sonaron como un tiro por elevación a Mauricio Macri y su gestión ya que los radicales cercanos a Morales siempre se sintieron –y con justa razón– al margen.


“Los desplantes y pases de factura a esta altura no conducen a nada. Parece que las heridas de algunos no cierran. Nosotros aprendimos de nuestros errores ya es momento de mirar para adelante”–dijo un dirigente del PRO apuntando directamente contra el jujeño. También es cierto que Morales se ha venido mostrando intransigente en casi todas las negociaciones que le ha tocado encarar y eso empieza a ser un problema señalado por todos en el equipo amarillo.


“Siempre habrá temas por discutir y acordar, pero empieza a preocupar ese resentimiento que termina siendo disfuncional para todos. La unidad no está en discusión, pero necesita de cierta armonía. No se puede vivir en un terremoto constante” –dijo otro referente de la oposición más cercano al radicalismo disconforme con los últimos vaivenes del partido.


Finalmente –y a destiempo– María Eugenia Vidal habló. Dijo que en su gobierno no se armaban causas y condenó los dichos de su ex ministro de Trabajo Marcelo Villegas: “La expresión no constituye delito, pero es absolutamente repudiable e injustificable”. Aclaró además, que ya se pidieron las disculpas del caso y que se inicia el “camino de la reparación”.


Insuficiente. 


Todos estamos de acuerdo en que gremialistas de la talla del Pata Medina hicieron mérito propio para tener que dar explicaciones a la Justicia. Pero también es cierto que episodios que involucran espías, funcionarios e intendentes, terminan sin una explicación lógica y corren el riesgo de convertir en víctimas a los victimarios. Vidal solo se limitó a decir que la AFI deberá dar explicaciones por lo ocurrido. Una condena muy tibia para una agrupación oscura que estaba espiando a su propio gobierno.


En el Frente de Todos contra Todos las aguas parecen calmas. Es tan solo una apariencia. No solo por las evidentes dificultades para cerrar un acuerdo con el FMI sino porque parecen haber vuelto los cruces y declaraciones públicas entre los dos bandos del oficialismo. Alberto Fernández había dicho que “no se puede hacer política con la pandemia”. Debería recordárselo a Nicolás Kreplak, el impulsivo ministro de Salud bonaerense que responde al Instituto Patria.


En medio del pico de casos de Covid-19 y del colapso de los centros de testeo el gobierno nacional habilitó –con buen tino– el uso de autotest hogareños para descomprimir esa situación. En este marco, el Dr. Kreplak no perdió la oportunidad para salir a decir públicamente que los test rápidos de antígeno “son peligrosos porque se hacen sin capacitación y tienen muchas dificultades”.


Más allá que la discusión sobre las dificultades y falta de certezas sobre los autotest existe, hubo en la declaración del ministro una intencionalidad política evidente. “Olvidate, ya sabemos que nos van a venir a marcar la cancha cada vez que puedan. Sobre todo Kreplak y Daniel Gollán en todo lo referido al virus y Kicillof y sus amigos en todo lo referente a la economía” –asumió una fuente parlamentaria cercana al Presidente.


Hacia el abismo. 


Alberto Fernández dio otro paso en dirección al precipicio al asumir la presidencia de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC). La convalidación de los regímenes antidemocráticos y totalitarios de Cuba, Venezuela y Nicaragua que se hace desde esa organización, habla de por sí, de su inconsistencia e intrascendencia. ¿Aceptaría AF vivir en un país donde a los opositores se los persigue y se los encarcela? Seguramente no.


Entonces, ¿por qué calla ante semejante flagrancia? En la visión del pseudoprogresismo que encarna el kirchnerismo los abusos y violaciones de los derechos que se cometen en regímenes dictatoriales de izquierda son tolerables. Los de derecha, en cambio, no. He aquí una demostración clara del relativismo moral. Por lo demás, es poco probable que el gobierno de Joe Biden se sienta particularmente atraído por ayudar al gobierno de la Argentina.


“El presidente Fernández parece no comprender cómo funcionan las cosas aquí” –comentaba en la fría mañana de Washington un importante funcionario de carrera del Departamento de Estado.


Si lo que el Gobierno pretende es alejar a la Argentina del mundo, hay que reconocer que lo viene logrando con creces.

 





domingo, 8 de enero de 2012

Cinco Dimensiones... De Alguna Manera...

Cinco dimensiones...

Por primera vez en nuestra historia se han conjugado en la región cinco dimensiones estratégicas que permiten definir la situación latinoamericana como excepcional.

La primera: la consolidación de la democracia. Nunca el continente tuvo tantos gobiernos electos por la vía de sucesiones institucionales, en el contexto de competencias electorales sin restricciones. Al mismo tiempo, nunca se observó en la región un marco de gobernabilidad tan extendido, solamente perturbado por episodios resueltos todos dentro de la legalidad democrática. De la misma manera, también es inédita la existencia de una gran pluralidad. En Sudamérica gobiernos mayoritariamente de izquierda, nacionales, populares y democráticos, conviviendo con proyectos autodenominados de derecha, liberales o de centro, en otras partes del continente.

Liderazgos democráticos que poseen una gran legitimidad y con fuerte acompañamiento de mayorías es otro signo que informa una realidad singular en nuestra región.

El segundo punto: el crecimiento sostenido en la mayoría de los países, a través de fundamentos sólidos, políticas contracíclicas, cuentas públicas sanas, bajo nivel de endeudamiento e inflación y mayor capacidad y recursos para atenuar los impactos de la crisis del mundo desarrollado. Economías que dejan atrás viejas antinomias; Estado-mercado, agro o industria, mercado interno vs. exportaciones, inflación vs. recesión. En los últimos diez años se viene saliendo de las políticas pendulares y los países, cada uno a su manera, tratan de proyectar nuevos modelos de desarrollo con mayor inclusión social.

El tercer elemento: el combate eficaz a la pobreza y la indigencia. El actual crecimiento sostenido de las economías, en la mayor parte de los países, estuvo acompañado de una disminución sustantiva de la cantidad de personas por debajo de la línea de la pobreza y en condiciones de indigencia.

Lo social ocupa uno de los centros de atención más importante y las políticas de distribución de rentas, de transferencias condicionadas o de subsidios universales aparecen extendidas a casi todo el continente. Ya pocos países avalan la teoría del derrame que había sido protagonista excluyente en la época de los ’90. Tampoco se adhiere al dogma de que las políticas sociales pueden ser compensatorias de los desajustes y las inequidades que generan las decisiones macroeconómicas.

La cuarta: la voluntad política y el compromiso del conjunto de las naciones de avanzar en las estrategias de integración. A pesar de las diferencias de proyectos, de visiones, a veces hasta contrapuestas, y de signos ideológicos diferenciados, la mayoría de los países han revalorizado el rol de América latina, su importancia en el mundo y la necesidad de aportar a las políticas de integración. Esto se percibe en el funcionamiento de UNASUR, la creación de la CELAC, la voluntad para renovar el perfil de la ALADI y las decisiones de los presidentes de diferentes tendencias de avanzar en la unidad asumiendo la diversidad.

Y el quinto y último elemento: vinculado al punto anterior, es la posibilidad de que América latina pueda ser una de las regiones protagonistas, tanto de una nueva etapa del desarrollo mundial como de la reconfiguración de un orden multipolar que se va constituyendo a partir de nuevos países emergentes y de bloques regionales de poder. Esto significa la necesidad y el desafío de afirmar una identidad propia, vertebrar con distintas velocidades el espacio interior e ir proyectando hacia afuera una imagen de unidad que permita visualizar al continente como un nuevo actor global.

La CELAC puede y debería convertirse en el instrumento capaz de vehiculizar acuerdos regionales, como también los debates de fondo que marcan la agenda global. En esta tarea la ALADI, en la que participan las mayores economías del continente, puede convertirse también en un organismo-puente al servicio de unificar posiciones, armonizar el gran mercado interior latinoamericano y ser uno de los principales escenarios para articular los distintos puntos de vista de los países, ante los principales foros internacionales.

Las cinco dimensiones descriptas: democracia, crecimiento, justicia social, integración y protagonismo global, hablan de una realidad concreta y también de desafíos auspiciosos. En ellos tenemos que poner todo nuestro esfuerzo en los próximos años.

© Escrito por Carlos “Chacho” Álvarez (*) y publicado por el Diario Página/12 el domingo 8 de Enero de 2012. (* ) Secretario General de ALADI.

domingo, 4 de diciembre de 2011

La Celac en diez claves… De Alguna Manera...

La Celac en diez claves…

 

En un mundo que transita hacia no se sabe qué, y tampoco cómo ni cuándo, la primera cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y del Caribe (Celac) es una buena noticia para Sudamérica.

La creación de la Celac, en 2010, fue una iniciativa impulsada por Brasil cuando era presidente Luiz Inácio Lula da Silva que la Argentina apoyó con entusiasmo y el venezolano Hugo Chávez acaba de aprovechar con habilidad en medio del cáncer y a 10 meses de las elecciones presidenciales del 7 de octubre.

El sistema planetario y la futurología son malos compañeros. Antes que definir cómo será la Celac dentro de 20 o 30 años parece más útil mostrar algunas claves de su debut en Caracas.

Clave uno. La Celac no sustituye a la Unasur, la Unión Sudamericana de Naciones creada en 2004, relanzada en 2007 y consagrada en su eficacia regional con la secretaría ejecutiva de Néstor Kirchner en 2010. En términos políticos la Unasur sigue siendo el núcleo homogéneo y, como tal, fue el motor de la Celac. Al impulsar el nuevo organismo, brasileños y argentinos se cuidaron de no diluir a la Unasur, así como la Unasur no diluyó al preexistente Mercosur.

Clave dos. La Celac incluye a México, y el propio presidente Felipe Calderón abrió las sesiones, pero la Argentina no repite viejos esquemas según los cuales México debe ser un contrapeso para el espesor internacional de Brasil.

Clave tres. La prueba de los dos primeros puntos es que Cristina Fernández de Kirchner y Dilma Rousseff utilizaron el marco de la cumbre de Caracas para anunciar la creación de un llamado por los gobiernos Mecanismo de Integración Productiva entre la Argentina y Brasil. “Cuando Brasil crece, crece la Argentina”, dijo el canciller Héctor Timerman en una síntesis que pareció apuntar a una visión: más allá de las diferencias comerciales, que no superan el 10 por ciento del volumen total del intercambio entre los dos países, la Argentina apuesta a subir la escala de la relación con Brasi. Y aquí no hay espacio para la nostalgia sobre el PBI de cada país hace 100 o hace 50 años. Brasil está a punto de superar al Reino Unido en el ranking de las economías más poderosas del mundo y resulta que es el gran vecino de acá al lado. Pragmática, la Argentina actúa según esa realidad y se beneficia de ella tanto en términos económicos como políticos. Un ejemplo del último aspecto es el respaldo de la Celac al reclamo nacional de abrir negociaciones diplomáticas con el Reino Unido para recuperar las Malvinas.

Clave cuatro. Brasil y la Argentina no abandonaron a Venezuela ni como apuesta regional (centrada en el potencial energético de los venezolanos y en su rol creciente de puente entre Sudamérica y el Caribe) ni como apuesta política (Cristina y Dilma prodigaron gestos de cariño incluso personal a Chávez, que pelea con la biología y contra el tiempo para un eventual armado oficialista de cara a las elecciones).

Clave cinco. La euforia del presidente cubano Raúl Castro, que calificó a la Celac de la iniciativa más importante de los últimos 200 años, muestra otra cara del nuevo organismo. No reemplaza a la Organización de los Estados Americanos, que sí incluye a los Estados Unidos y tiene apartada a Cuba, pero sigue vaciando de contenido concreto a la OEA. Y, de paso, ofrece un paraguas de amplio espectro político para que Cuba pueda emprender una transición lo más ordenada posible desde la revolución hacia la construcción de un capitalismo mixto que no termine un buen día con una invasión de empresas inmobiliarias de Miami.

Clave seis. La Celac es otra forma más de reunirse y discutir en un mundo multipolar que se encuentra en plena reformulación. Los Estados Unidos, que aún son la única hiperpotencia militar, estos días respiran aliviados ante la caída del índice de desempleo al 8,6 por ciento, por debajo del 9 que parecía imposible de perforar. La Europa comunitaria discute ya sólo la medida en que cada país se reservará alguna cuota de soberanía ante la decisión alemana de convertirse en el gendarme fiscal de sus 27 socios, que así dejan de serlo para transformarse en pupilos. Beijing desacelera el crecimiento sin enfriarse mientras avanza en una sorda disputa naval, típica de la Guerra Fría, a ver quién predomina sobre quién en el Pacífico y el Mar de la China. Rusia hace lo propio con su marina en el Báltico. En ambas regiones está en juego no sólo el acceso a mercados, sino el control de riquezas naturales submarinas a explotarse en el futuro, desde petróleo y gas hasta yacimientos de oro.

Clave siete. En la multipolaridad hay instancias de construcción de poder regional nítido, como Unasur o el Nafta, y también instancias más débiles con objetivos menos permanentes, de composición más heterogénea o de conversión en foros de debate. Un ejemplo son los Brics, que integran Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica. No tienen un objetivo militar común, pero sí disputan juntos cuotas mayores de poder en el Fondo Monetario Internacional e intentan terciar en la crisis europea para evitar una caída brusca de la UE. Otro ejemplo, donde hoy se concentra la tensión de la discusión sobre los modelos internacionales de desarrollo, es el G-20, con presencia de dos latinoamericanos en sintonía (la Argentina y Brasil) y otro alineado con Washington, como México.

Clave ocho. México ya eligió el Nafta (fruto de una decisión política de integración con los Estados Unidos y a la vez consagración de una dependencia comercial y económica respecto del mercado norteamericano), pero un futuro gobierno del Partido Revolucionario Institucional que surja de una victoria eventual el 1ª de julio puede necesitar que a mano haya un foro donde retomar cierta dimensión simbólica de autonomía cultural respecto de su gran vecino. Esa perspectiva sería aún más acuciante si el presidente que suceda a Calderón, del conservador PAN, decidiera cambiar la actual estrategia de enfocar la lucha contra el narcotráfico como una guerra. El enfoque no es sólo intelectual: en México ya murieron más de 40 mil personas en los últimos cuatro años, el narcotráfico no se redujo y el contrabando de armas entre el sur de los Estados Unidos y el norte de México es tan fluido como la trata de inmigrantes.

Clave nueve. La Celac no surge como un organismo dirigido contra los Estados Unidos, y no podría hacerlo por la pluralidad de sus integrantes, pero la mera ausencia de Wa-shington es un indicio de que, siempre que los latinoamericanos eviten el delirio y se abs-

tengan de dar por extinguido el poder de los Estados Unidos, tienen un espacio de autonomía para construir instituciones como Unasur o el Consejo Sudamericano de Defensa.

Clave diez. Chávez no sólo estuvo hábil para utilizar la Celac como una forma de legitimación interna. No podría haber llegado a este punto sin haber desplegado en el Caribe, donde no todos los países son Cuba, Nicaragua o El Salvador, aun con todas las diferencias entre los tres, una diplomacia basada en el activismo que México dejó hace ya 20 años y en la provisión de petróleo más barato.

© Escrito por Martín Granovsky y publicado por el Diario Página/12 de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires el domingo 4 de Diciembre de 2011.

Comunidad de Estados Latinoamericanos y del Caribe... De Alguna Manera...

Por el camino de la unidad latinoamericana...

 

Por primera vez todo el bloque se unió y decidió dejar afuera a los Estados Unidos y Canadá. “Que la Celac avance en el proceso de integración haciendo un sabio equilibrio entre la unidad y la diversidad de nuestros pueblos”, reza la Declaración de Caracas.

“No exageramos si decimos que es una jornada histórica.” Su tono chévere tenía motivos: Hugo Chávez sentó a la mesa a treinta presidentes, a un vicepresidente y a dos cancilleres. Durante dos días estuvieron en Caracas debatiendo para darle vida a la Comunidad de Estados Latinoamericanos y del Caribe (Celac). Por primera vez todo el bloque se unió y decidió dejar afuera a los Estados Unidos y Canadá. En línea con lo que había advertido la presidenta argentina, Chávez antes de cederle la palabra a Sebastián Piñera, el nuevo presidente pro témpore de la Celac, advirtió que “ahora todo esto no puede quedar en papel, tenemos el compromiso de actuar, de prender motores”. La priorización de las coincidencias y la convicción de aprovechar en “beneficio propio y no en contra de otros” las potencialidades económicas en un mundo en crisis signaron las exposiciones mechadas con comentarios del anfitrión. “Que la Celac avance en el proceso de integración política, económica, social y cultural haciendo un sabio equilibrio entre la unidad y la diversidad de nuestros pueblos”, reza la Declaración de Caracas.

El respaldo común al reclamo de soberanía argentino en las Islas Malvinas, el repudio al bloqueo económico financiero a Cuba y la defensa de la democracia como requisito para integrar la Celac fueron sólo algunas de la veintena de declaraciones que emitió el cuerpo. Chávez, munido de un martillito de madera, dio un golpe ante la aprobación unánime de cada documento. La única disidencia se zanjó con una postergación: los presidentes no se pusieron de acuerdo sobre si las decisiones se debían tomar por consenso o debían ser sometidas a votación. Rafael Correa (Ecuador), Chávez, Raúl Castro (Cuba) y Evo Morales (Bolivia) encontraron la fórmula: mantener el criterio de consenso hasta que la próxima cumbre de Chile resuelva el tema. Correa era uno de los más críticos al criterio del consenso. Para diplomáticos argentinos ese mecanismo garantiza igualdad en un escenario donde la heterogeneidad de los países es muy grande.

Sucesión

La Celac queda en manos de una “troika”, así denominó Chávez al trío encargado de darle actividad al bloque hasta el próximo plenario que tendrá lugar en Chile. “Con el comandante Chávez y con el comandante y presidente Raúl Castro formamos una troika. ‘Viva la diferencia’ como dirían los franceses. Pensamos distinto, en una de esas podemos acercar posiciones”, dijo Piñera. Castro sucederá al presidente de Chile. La armonización de intereses tan divergentes requerirá de la maestría de los ingenieros de esta nueva estructura. En la Celac conviven países bloqueados por los Estados Unidos como Cuba, con otros que avanzan en Tratados de Libre Comercio como Chile, Perú, Colombia y México y otros con una dependencia histórica de esa relación como gran parte de las islas caribeñas.

Intereses

El presidente ecuatoriano fue el más frontal al cuestionar el rol de la Organización de Estados Americanos (OEA). “Necesitamos un nuevo sistema interamericano. La OEA ha sido históricamente capturada por los intereses norteamericanos. Esto la convierte en poco confiable para los tiempos de América latina”, dijo y abundó en que “sólo por la actitud que tuvo durante el conflicto de las Islas Malvinas merecería desaparecer”. Correa eligió como segundo tópico de su ponencia a los medios de comunicación concentrados. Remarcó que es un defensor absoluto de la libertad de prensa pero no de la “mentira”. Advirtió que el “poder fáctico planetario que constituyen los monopolios intenta reemplazar el Estado de Derecho por el Estado de Opinión y expresa los intereses del gran capital”. Chávez recordó cómo los medios habían jugado a favor de su derrocamiento en el golpe que lo sacó del poder en 2002. Evo Morales también señaló que su principal oposición la representan los medios.

El nicaragüense, Daniel Ortega, que acaba de ser reelecto, repudió el rol de los Estados Unidos en la región y la sucesión de bombardeos a Siria y a Libia. “Las potencias no tienen reparos en defender sus intereses cometiendo delitos de lesa humanidad”, repitió. Chávez se preguntó entonces “qué hubiera sido de América latina si los Estados Unidos no hubieran promovido tantos golpes de Estado”.

Poco antes, Chávez le había dado la palabra al “presidente de Honduras, Porfirio Lobos”.

–A propósito, ¿cómo está el amigo Mel Zelaya? –siguió el venezolano ante la incomodidad de Lobos, que terminó presidente tras una elección condicionada luego del derrocamiento de Zelaya.

–Muy bien, me pidió que le mande saludos. ¡¡Qué bien se lo ve!! No parece que estuviera enfermo –devolvió el hondureño y pasó a hablar de las bondades de la integración regional.

El colombiano Juan Manuel Santos se hizo cargo del pedido de las FARC y ELN para que la Celac intercediera en el proceso de paz. “La paz es una cuestión de Colombia, tengo la mejor predisposición a sentarme si advierto que ellos están dispuestos a conversar seriamente. Agradezco a la Celac”, dijo tras recordar el asesinato de cuatro rehenes hace pocas semanas. El colombiano también aludió a la necesidad de afianzar el comercio intrarregional, tal como había planteado Cristina Kirchner en la convicción de darle contenido concreto a la integración y señaló que “ahora no es como antes que todas las inversiones venían de los Estados Unidos”. Chávez instó a formar un Fondo de Reservas “con aporte de todos los países de la región. ¿O no confiamos en nosotros? ¿Confiamos más en la banca de Basilea?”.

“Uno de cada diez habitantes del mundo vive en la región de la Celac, crecimos a un promedio del 5,6 por ciento el año pasado y este año al 5 por ciento. La Celac es fundamental, muchos piensan que solos se puede andar más rápido pero juntos podemos llegar más lejos y seguros. Hoy, la unidad es el camino”, sintetizó Piñera, el empresario chileno que llegó a la Presidencia y quien las vueltas de la historia lo colocaron junto a Chávez y Castro en el vertiginoso proceso de diseño de este nuevo organismo.

© Escrito por Nora Veiras, desde Caracas, Venezuela y publicado por el Diario Página/12 de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires el domingo 4 de Diciembre de 2011.
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