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domingo, 17 de marzo de 2024

El rey está desnudo… @dealgunamaneraok...

El rey está desnudo…

El presidente sigue desfilando sin ropas por los desvanes del poder. Su indumentaria fue adquirida por las corporaciones locales y extranjeras para que su desnudez sea menos evidente.

© Escrito por Jorge Elbaum el sábado 16/03/2024 y publicado por el Diario El Argentino de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, República Argentina.   

Repasemos: Javier Milei es el único presidente en la historia democrática argentina que asume el poder con menos de un 20 por ciento de legisladores propios, que carece de una estructura partidaria propia y que no cuenta con gobernadores acólitos. Sus alianzas políticas se sustentan en el conglomerado partidario que obtuvo el tercer puesto en las últimas elecciones, que se encuentra hoy fragmentado. Su soporte simbólico más compacto, sin embargo, se monta sobre las propaladoras mediáticas y las redes sociales que han logrado –hasta el momento– conferirle un halo de fortaleza y seguridad útil para disimular su escasa red de contención institucional y su endeble equilibrio psíquico. 

Los titulares de los últimos días corroboran esa hipótesis: el radicalismo entra en crisis por el voto partido en el Senado y el pretendido superhéroe libertario vuelve a extorsionar a la sociedad con la promesa de la dolarización. En este nuevo capítulo, a ser sustentada por otro crédito del FMI que ya le advirtió que no había plafón para esa política. Mientras vuelve a encaramarse en espejismos promisorios acelera en la curva amenazando con la confrontación contra los gobernadores. Mientras el palacio tiembla, los sindicatos empiezan a moverse en forma descoordinada y los usuarios del transporte se miran aterrados ante las amenazas de aumentos. La licuación de salarios y jubilaciones comienza a hacer mella entre los propios votantes libertarios y las derrotas políticas siguen acumulándose en los pasillos del Congreso.  

Las diferentes apuestas legislativas no encuentran apoyos sólidos y el engranaje simbólico que lo rodea continúa fingiendo demencia. Insisten en disfrazar la debilidad en virtud: frente a sus votantes de 2023 se sigue explotando el imaginario de una especie de superhéroe (Milei), encargado de combatir contra los 
molinos de viento del “poder profundo” de la política, de las castas y de los enemigos de la prosperidad económica. Muchos de sus acólitos empiezan a dudar acerca del tiempo disponible para evitar que se note su desnudez.  

Pero esa continúa siendo su fortaleza. La fantasmagoría del uso de un traje blindado que descree de fechas de vencimiento. Sin embargo, en el prospecto de la historia política se inscriben, también, los hitos de los límites, las postrimerías y los desenlaces. La vigencia de su firmeza radica en la paciencia –por ahora apenas alterada– de los sectores más postergados, que fueron también parte de su sustento electoral, luego de sufrir sendas frustraciones con Macri y Fernández. En ese rechazo de los dos últimos gobiernos aparece una de las explicaciones de la pasividad política actual de los opositores: en Unión por la Patria se asume la frustración por el último cuatrienio y/o se disimula la ingratitud hacia el último presidente, que buscó gobernar sin quien lo instituyó como primer mandatario.    

Los primeros cien días de gobierno de Milei ya han transcurrido. En el retrovisor se acumulan las pataletas y los despidos de colaboradores. Cada uno de los exonerados acumulan resentimientos que fagocitan el entramado interno de las derechas más o menos libertarias. El desorden, la impericia y la negación de la realidad se acumulan en los pliegues de la incremental suspicacia del 
círculo rojo: mientras apuestan en forma denodada al éxito del brutal ajuste se miran desconcertados ante el peligro de su potencial desilusión. Prevén que la contracara del Macri-Mileísmo pueda devenir en un populismo desenfrenado.   

Mientras tanto, las diferentes piezas del rompecabezas social continúan su tarea de alineación y balanceo, sin lograr compactarse. Sucede que la especulación política apela a una temporalidad masiva: los actores políticos consideran que hay que mirar en forma estratégica. Y que eso requiere la paciencia de un armado aluvional. Conjeturan que la lógica de la política ha sido cuestionada con la elección de Milei y que su potencial revalorización solo puede provenir de una efervescencia originada en el entramado social, tanto de los movimientos como del espacio intersindical, acompañada de una solapada presencia política. En lenguaje peronista: desensillar hasta que aclare.    

Quizá sea este el entramado que le brinda ventajas competitivas a Juan Grabois, quien transita un puente que va desde la dirigencia social hacia la referencia política. Juan no puede ser acusado de “casta” por quienes utilizaron el fracaso de Alberto Fernández para homologar a la reacción macrista con el movimiento nacional y popular. No fue parte del laberinto de la formalidad edulcorada de los consensos ni se postuló a través de las buenas maneras, asociadas a las prerrogativas de las sutiles imposturas.   

Los tiempos mediatos parecen encaminarse hacia propuestas esperanzadoras, pero al mismo tiempo radicalizadas.   

P
arece haber quedado atrás, por lo menos parcialmente, el consensualismo del empate suma cero, el acomodo de la rosca y la parafernalia de la retórica vacía. Milei desenmascara a la derecha y Grabois se postula para ser uno de sus antagonistas. Mientras que el presidente cabalga sobre la crueldad sacrificial de los más vulnerables, el reservorio de lo social se prepara para dar pelea. En apenas seis meses la ebullición será evidente. Las referencias políticas, para ese momento, podrán recuperar algo de su autoridad desteñida, solo si son capaces de asumir el fin de la timidez y la moderación.



   

domingo, 10 de marzo de 2024

Los ajustados de siempre… @dealgunamaneraok...

Los ajustados de siempre

 Javier Milei. Diujo: Pablo Temes. 

Ninguna repartición cercana o lejana a los libertarios aceptó la propuesta de reducir el gasto. El ajuste fue a los ciudadanos.    

© Escrito por Carlos Burgueño el sábado 09/03/2024 y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, República Argentina.


Cuando dos osos pelean, el que pierde es el piso. Esto dice un viejo dicho ruso, muy utilizado durante la Guerra Fría en ambos lados del conflicto. Y que aplica al debate sobre el ajuste fiscal argentino versión 2024. En general, los 
conflictos por dinero entre la Nación y alguna provincia que nacen por la disminución del envío de fondos desde el Ejecutivo a algún gobernador no terminan con un ajuste en la región perjudicada, sino en un aumento en la presión impositiva en ese territorio.

Aunque el debate entre el gobernante que quita el dinero y el perjudicado se vea embanderado por el recorte de gastos públicos, por lo mucho que gasta “la casta” y el hecho de que “no hay plata”, y que en el bando contrario se afirme que en realidad los poderosos quieren ejecutar su venganza y multiplicar sus panes, quitándole fondos al pueblo, siempre estos conflictos por dinero que van de un lado a otro terminan de la misma manera.

El damnificado descubre la manera de cobrar el faltante en los ciudadanos a los que se quiere defender. Sea desde la cúpula gubernamental o desde el responsable de una provincia o municipio. En la historia reciente de la Argentina, nunca un responsable de manejar un territorio (sea de la ideología que sea) cubrió el faltante con un ajuste interno, con una disminución de gastos superfluos, con la suspensión de algún recital o la eliminación de algún privilegio. Siempre, la solución del conflicto fiscal se resolvió aumentando la presión de fondos sobre el contribuyente local. El debate es en realidad por el impuesto o tributo a incrementar. Nunca en su disminución. 

Es lo que se vive hoy en día. Y lo que, por ejemplo, están experimentando los residentes de provincias como Buenos Aires, La Rioja, Misiones, Córdoba y otras, donde las facturas y boletas de rentas, impuestos locales e ingresos brutos se están multiplicando; mientras sus gobernadores están en plena pelea con 
Javier Milei por los fondos quitados de la coparticipación o las líneas discrecionales varias.

Confirmado: Argentina no crece hace 12 años (pueden ser 13)

Y es lo que determina el último informe del Instituto Argentino de Análisis Fiscal (IARAF) publicado esta semana, y donde se estudia detenidamente el conflicto surgido durante el gobierno de Alberto Fernández y Horacio Rodríguez Larreta, ante la quita de fondos de la Nación para reenviárselos a la provincia de Buenos Aires. Menciona la entidad que maneja Nadin Argañaraz que “los conflictos entre Nación y provincias por recursos fiscales terminan con subas de impuestos: el ejemplo reciente de CABA.

En 2023, el aumento de la presión tributaria de Ingresos Brutos originada en gravar intereses de pasivos monetarios del BCRA habría sido del 0,28% del PIB”. Afirma la entidad que “en 2023 CABA aumentó su presión tributaria efectiva de IIBB de manera significativa entre 2019 y 2023 respecto al grupo de provincias formado por Buenos Aires, Córdoba y Mendoza”. Menciona además que la presión tributaria efectiva de CABA aumentó 0,38 puntos porcentuales del PIB, mientras que la del grupo lo hizo solamente en 0,1 p.p. del PIB. El motivo principal que explica la diferencia, de 0,28 p.p. del PIB, habría sido el gravamen a las Leliq, que tuvieron un gran aumento en el año 2023.  


Aquel conflicto aún no resuelto marcó que como resultado neto final del descenso de envíos nacionales y la suba de presión tributaria de ingresos brutos, CABA en 2023 habría recuperado los ingresos perdidos y obtenido ingresos extras por $ 77 mil millones constantes de diciembre de 2023, pero terminó con un incremento de la presión tributaria efectiva del segundo impuesto más distorsivo que tiene la estructura tributaria argentina, más allá de estar oculto en el precio de bienes y servicios.

El FMI y el Papa advierten: sin clase media fracasará el ajuste

La metáfora del conflicto entre Alberto FernándezHoracio Rodríguez Larreta y Axel Kicillof es que la provincia de Buenos Aires mantuvo los fondos gracias a la licuación de gastos, la Ciudad los recuperó y la Nación no perdió. Pero la presión tributaria general se incrementó.  

La semana pasada, Axel Kicillof anunció que en la provincia de Buenos Aires se aplicará próximamente un pago extraordinario del impuesto a los ingresos brutos, el más distorsivo de todo el sistema tributario argentino y aquel que todos los analistas afirman que debe ser el primero en ser desmantelado con el objetivo de cubrir parte de los fondos quitados desde la Nación en medio del ajuste libertario. Se afirma que solo lo pagarán los sectores de mayores ingresos y que por ahora quedarán fuera las pymes.

Sin embargo, el análisis del mosaico tributario afirma que quienes liquidan ingresos brutos en Buenos Aires (aun los mayores aportantes) son grandes empresas industriales. Muchas de las cuales están hoy al borde de ingresar en terapia intensiva. Y que están en condiciones paupérrimas de calcular “ingresos”, aunque sean brutos. Mientras tanto, también en Buenos Aires, se está aplicando un ajuste en las tarifas locales de rentas superiores al 200%; mientras que en los automóviles la suba es del 180%. Se replica la foto en el resto de las provincias.

Hasta marzo de 2024, ninguna repartición, ni cercana ni lejana a los libertarios, aceptó la propuesta del Presidente de reducir el gasto público. La elección del ajuste fue trasladar el costo a los ciudadanos. Que curiosamente coinciden con los votantes. A los que se les prometió otra cosa para este 2024. Tanto desde la Nación como desde las provincias.
 



 

domingo, 4 de febrero de 2024

De ómnibus a minibús… @dealgunamaneraok...

 De ómnibus a minibús…  

Meter balas en el protocolo, Patricia Bullrich Pueyrredón. Dibujo: Pablo Temes.

Todo lo que ocurrió en los tres días de sesiones en Diputados era previsible. Habrá que seguir negociando. 


© Escrito por Nelson Castro el sábado 03/02/2024 y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, República Argentina.


“Bases y puntos de partida para la libertad de los argentinos” pasó de ser un proyecto de ley ómnibus a ser un proyecto de ley minibus. La sanción en general, por parte de la 
Cámara de Diputados augura nuevos cambios y /o recortes en la votación en particular. Lo evidencia la decisión de postergar el tratamiento de cada uno de sus artículos hasta el próximo martes. 
 
Habrá que seguir negociando. Todo lo que ocurrió a lo largo de los tres días de sesiones en los que se discutió el proyecto era previsible. A decir verdad, lo que hubo en el plenario de la Cámara baja no fue un debate sino una serie de peroratas interminables en la que, en medio de chicanas e invectivas, muchos decían cualquier cosa. Algunos dieron vergüenza. Lo marcó muy bien Miguel Ángel Pichetto que, de lejos, fue el mejor en cuanto a su conocimiento de la mecánica de funcionamiento de la Cámara y de la legislación. 

Fue malo lo del kirchnerismo que, fingiendo demencia, se expresó como si nada tuviera que ver en la catástrofe por la cual atraviesa la Argentina. ¿Podía esperarse otra cosa? Lo primero que deberían haber hecho es pedir disculpas por la horrorosa gestión de Alberto Fernández, Cristina Fernández de Kirchner y Sergio Massa.    

Milei presidente es la evidencia categórica del fracaso del kirchnerismo.

La pauta de esa realidad por ellos ignorada la tuvo Máximo Kirchner durante la pantomima que protagonizó en la noche del jueves cuando, durante los incidentes entre el grupúsculo de manifestantes que intentaban cortar las calles que enmarcan a la Plaza del Congreso, salió a la calle para hacer no se sabe qué y recibió críticas encendidas por el desastroso gobierno del que fue parte. Milei presidente es la evidencia categórica de ese rotundo fracaso. Por otra parte, los legisladores de Unión por la Patria tanto en Diputados como en la reunión de Comisión del miércoles en el Senado, donde el ahora oficialismo no pudo obtener dictamen para la modificación de la ley de Prevención de Lavado de Activos, se mofaban de lo difícil que le resulta a sus pares de La Libertad Avanza y Unión PRO, alcanzar sus objetivos. Chicanas propias de un grupo de alumnos del colegio secundario.  

Fue –como siempre– malo lo de los partidos de izquierda y los movimientos piqueteros, una mixtura para la cual el gran triunfo era poder cortar la calle. A medida que fueron pasando los días, la cantidad de gente que participó fue disminuyendo de manera apreciable. Ello permitió identificar muy bien a los violentos que se dedicaron a romper baldosas y cordones para agredir a las fuerzas de seguridad. Eran verdaderos provocadores cuyo objetivo era generar un accionar descontrolado de la Policía, la Prefectura, la Gendarmería y la Policía de Seguridad Aeroportuaria. La medida de la falta de apoyo a esta metodología, la dio la actitud de los automovilistas de transitar por la zona no bien se despejaba. Como se ha repetido una y mil veces en esta columna, el derecho a protestar y manifestarse contra un gobierno es absolutamente legal y legítimo, y forma parte de la esencia de la vida en democracia. Ese derecho debe ser ejercido con métodos legales. Cortar una calle, una ruta, una vía, no lo es; el vandalismo tampoco. 

Fue malo lo del Gobierno. Creyó que se podía llevar por delante todo y a todos

Fue malo lo del Gobierno. Creyó que se podía llevar por delante todo y a todos. El 56% de los votos no le da derecho a hacer cualquier cosa. Ese pensamiento es el mismo que tuvo CFK cuando fue reelegida en 2011 con el 54%. 

Hay errores conceptuales profundos en 
Javier Milei y el círculo áulico que lo rodea: uno es considerar que ser fuerte significa que a los que no piensan como ellos hay que agredirlos y tratarlos como enemigos y corruptos; el otro, creer que las únicas ideas buenas son las suyas. Sin embargo, nada de esto los preocupa. Están convencidos de que la magnitud del desprestigio de la dirigencia política es tal que, que es mejor estar lo más lejos posible de ellos.  

El Gobierno ganó el primer tiempo de un partido largo y complejo que aún no está terminado. En gran medida se aprovechó de una oposición absolutamente dividida y fragmentada. Aún así, para lograrlo tuvo que ceder y negociar. Lo que cedió no fue poca cosa: ni más ni menos que el paquete fiscal, que es el corazón del programa económico que lleva adelante 
Luis Caputo. Al día de hoy,  nadie sabe cuándo esto podrá ser tratado.  

En las cercanías del ministro tienen la convicción de que, tarde o temprano, serán los gobernadores los que pidan algunas de las medidas propuestas en el capítulo impositivo eliminado de la ley. Por eso en el Ministerio de Economía se trasunta un clima de optimismo. Hay dos datos positivos que les dan aliento: el aumento de las reservas del Banco Central y una caída del índice de inflación de enero que las consultoras están ubicando alrededor del 20%. La contracara de esto es la recesión que no durará poco tiempo. La caída en la actividad económica arrastra como consecuencia directa la falta de generación de nuevos puestos de trabajo.

La gente está aguantando como puede. Sin embargo, en el Gobierno permanecen inmutables. Aquellos a quienes les toca negociar, tienen algo más de autocrítica. Lo dicen en voz baja porque temen la ira de sus pares de paladar negro, dentro de la Libertad Avanza. Un empresario dio la alerta al describir lo que percibe como contraproducente para la gestión: “Una cosa es mostrar firmeza ejemplificadora y otra muy distinta es echar un ministro a los 60 días de iniciado el Gobierno. Si continúa esa inestabilidad terminará generando dudas respecto a la presencia de interlocutores válidos. Si hablás con alguien pensando que su gestión puede durar lo que canta un gallo, entonces la confianza se rompe”.

Argentina intenta ponerse de pie; pero deberá recorrer un largo camino a prueba y error con un gobierno que transita los vaivenes del aprendizaje constante.



   

lunes, 29 de enero de 2024

El humor presidencial. Enojarse es de necios... @dealgunamaneraok...

Enojarse es de necios...

Simpatía por el demonio, Luis Caputo. Dibujo: Pablo Temes

El malestar de Milei en la reunión de Gabinete, quedó en evidencia, fue resultado del límite que tienen las reformas.

© Escrito por Nelson Castro el sábado 27/01/2024 y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, República Argentina.

Tal como se preveía, el paro y movilización organizado por la cúpula de la Confederación General del Trabajo el miércoles pasado, terminó haciéndole un enorme favor al Gobierno. La breve duración de la manifestación fue un indicio de la dificultad que hoy encuentra la cúpula sindical para movilizar a la gente. No fue casual que la medida de fuerza comenzara al mediodía. 


Así se aseguraron que la gente estuviera en sus lugares de trabajo y no hiciera falta transportarla en micros, lo cual no significa que no hubo aprietes. Por eso el paro del transporte –que fue dispar–, comenzó recién a las 19. El escaso involucramiento de los intendentes peronistas del Gran Buenos Aires debilitó la capacidad del vetusto aparato de un verdadero rejunte en el que confluyeron estructuras enfrentadas: la Central de Trabajadores Argentinos (CTA) siempre fue crítica de la CGT y lo mismo ocurrió con las organizaciones piqueteras. 


“Hemos escuchado a los que gritan”, dijo Caputo. ¿Recién el viernes?

Las alrededor de 100 mil personas que llegaron hasta el Congreso fueron parte de un acto desangelado y desprestigiado. Si algo más hacía falta para agregarle más desprestigio a esa dirigencia, fue el discurso de Pablo Moyano –malísimo– amenazando al ministro de Economía, Luis Caputo, con tirarlo al Riachuelo. Nada que sorprenda: es lo único que sabe hacer.  Creen que con el apriete y la prepotencia todo lo pueden. No comprenden que hay cosas que están cambiando. Subestiman a quienes votaron por Milei, sin advertir que mucha gente pobre lo hizo, harta de sentirse condenada a la pobreza perenne por estos dirigentes ricos. La metodología de la amenaza y del apriete tiene que ver con las ambiciones y necesidades de poder de los caudillos sindicales. Es una metodología que usan cuando no gobierna el peronismo. Las pocas explicaciones que dan acerca de por qué no le hicieron ningún paro al kirchnerismo que se fue dejando un 150% de inflación, tiene la endeblez de una hoja al viento. “Teníamos paritarias y había empleo” –dijo Hugo Yasky para justificarse. Es la cantilena que usan ahora estos dirigentes para intentar explicar lo injustificable. La verdad es que las paritarias estuvieron fuertemente condicionadas –recuérdese que Sergio Massa hablaba de un acuerdo paritario que no superara el 60%– y que el empleo que se creó fue mayoritariamente estatal. La cantidad de nombramientos en el Estado que se produjeron en el último tramo del gobierno de Alberto Fernández, Cristina Fernández de Kirchner y Sergio Massa fue bochornosa. 

Envalentonado por lo favorecido que salió el Gobierno de esta primera contienda contra el peronismo, Milei decidió apretar aún más el acelerador con el proyecto de ley ómnibus pomposamente llamado “Bases y puntos de partida para la libertad de los argentinos”. Estaba claro que esta actitud no era la más conducente a los fines de evaluar el poderío real con el que cuenta el oficialismo en el Congreso. Pasado el mediodía del viernes, en medio del anticipo que el mismo Milei había hecho respecto de reformas que podían quedar para más adelante en el reportaje con Patricia Janiot, se tomó nota de que el proyecto de ley no tenía ninguna chance de ser aprobado. 

El tema fiscal era un asunto sobre cuyo rechazo la oposición dialoguista se había puesto firme. Los gobernadores representados por esos bloques  –el PRO, la UCR y Hacemos Cambio Federal que encabeza Miguel Ángel Pichetto– se habían puesto absolutamente intransigentes en su rechazo. El capítulo fiscal incluía un blanqueo de capitales, una moratoria impositiva, el adelanto de Bienes Personales, el impuesto a las Ganancias, el cambio de la fórmula de movilidad jubilatoria y las retenciones. 

Estado y señores feudales 


En las febriles horas del viernes, el presidente de la Cámara de Diputados, Martín Menem –quien venía monitoreando el posible resultado de la votación en la sesión plenaria anunciada para el martes, tuvo la certeza de que al oficialismo le aguardaba una derrota apabullante. Tal circunstancia hubiese significado para el Gobierno un duro golpe de consecuencias políticas y económicas imprevisibles. “Le hubiéramos regalado al kirchnerismo la victoria que no obtuvo en la urnas”, señaló con alivio una voz de La Libertad Avanza luego de la conferencia de prensa de Caputo.     

No queda clara cuál ha sido la estrategia que se planteó para llegar a este punto. Hay quienes piensan que, desde el principio, el oficialismo desplegó esta intransigencia extrema para negociar el apoyo opositor afín. No parece una decisión inteligente. Como tampoco fue una decisión inteligente enviar semejante mamotreto para ser aprobado en su totalidad. El Presidente insistía en hacer saber que ese capítulo de la ley era innegociable. Se podría haber acordado en las conversaciones durante el tratamiento en las comisiones, lo cual le habría evitado al Gobierno el estrépito. “Hemos escuchado a los que gritan”, dijo Caputo. ¿Recién los escuchó el viernes a la tarde?  

El enojo del Presidente en la reunión de Gabinete del jueves, en la que dijo que si no se aprobaba la ley, “a los gobernadores no le voy a mandar un peso”, fue producto de la dificultad que encuentra en el Congreso. Javier Milei debería saber que enojarse es de necios. La necedad obnubila y quita serenidad para el análisis. Es, además, una muestra de debilidad: quien se siente fuerte no necesita enojarse.   

El enojo del Presidente se dirige no sólo a los opositores y a los periodistas que lo critican sino también a los propios. Malquistado con el ministro de Infraestructura, Guillermo Ferraro, por haber filtrado la frase antes mencionada, lo echó. El episodio fue la gota que rebalsó el vaso. Las cosas no venían bien con Ferraro a quien consideraban un inoperante, porque no había podido poner en marcha su ministerio: faltaban cubrir cargos y había desavenencias con el jefe de Gabinete, Nicolás Posse, y con Caputo.

La salida de Ferraro y la disolución de Infraestructura como ministerio para distribuir sus secretarías en el ámbito de Economía, son la confirmación de la consolidación del poder de Caputo. El Ministerio de Infraestructura derivaba del original Ministerio de Planificación Federal, Inversión Pública y Servicios que entre 2003 y 2015 comandó Julio De Vido, mano derecha de los Kirchner. Ese ministerio fue la base de la maquinaria de corrupción puesta en marcha durante los años del kirchnerato. 

Al superintendente de Salud y Servicios Sociales, Enrique Rodríguez Chiantore, lo echaron sin darle ningún motivo con un mensaje enviado por WhatsApp, una muestra de maltrato innecesario. El maltrato y el enojo son parte de la ira, que es uno de los siete pecados capitales. Resulta contradictorio que Milei, tan imbuido de conceptos religiosos, reincida en un comportamiento que, hasta aquí, le ha traído más problemas que soluciones. “La ira es una locura de corta duración.” (Horacio).


   

domingo, 14 de enero de 2024

Cuando el éxito es un drama… @dealgunamaneraok...

 Cuando el éxito es un drama…   

Voraz, Javier Milei. Dibujo: Pablo Temes.

La inflación de diciembre es un disparate y no debería celebrarse. Un gobierno que es un experimento.

© Escrito por Nelson Castro el sábado 13/01/2023 y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, República Argentina.


La cifra dio la vuelta al mundo: 25,2%. El índice de inflación de diciembre es mucho más que un número: es la consagración del disparate. Es algo irracional que está sucediendo acá y ahora. Acá es la Argentina. Esto es de lo que habla la gente cada hora de cada día. Llamar esto un éxito es otro disparate.  

El Presidente debería ser cuidadoso con el vocabulario. Ese “éxito” significa para gran parte de la población un drama. Una cosa es que el índice de inflación haya sido menor al 30% que esperaba el Gobierno y otra cosa es llamar a ese guarismo un éxito. Para que se tenga dimensión de lo que enfrenta la gente en el día a día, conviene recordar algunos precios.  

Una docena de huevos, dependiendo de su clase, puede alcanzar los 3 mil pesos en un almacén de barrio; 200 gramos de jamón cocido oscilan entre los  mil y 3 mil pesos dependiendo de su calidad; el litro de nafta premium está cada vez más cerca de los 900 pesos. Llenar el tanque de un auto mediano, que tiene una capacidad de 55 litros, sale aproximadamente 40 mil pesos, dependiendo de la estación y barrio de la Capital. Es cierto que Javier Milei lo predijo, así como predijo que estos primeros meses serán duros. Es cierto que, a la luz de tanta mentira y promesa falsa del desastroso gobierno de Cristina Fernández de Kirchner, Sergio Massa y Alberto Fernández, la decisión de no ocultar la realidad es un valor. Pero con eso solo no alcanza. Con eso solo, la gente no llega a fin de mes.  

Nunca se vivió algo así en los 40 años de la reganada democracia       

El gobierno de Milei es un experimento en toda la acepción de la palabra. Nunca se vivió algo así en los cuarenta años de la reganada democracia argentina. Es decir, un gobierno en minoría absoluta en ambas cámaras del Congreso y sin ningún gobernador que le responda queriendo imponer un megadecreto de necesidad y urgencia y un megaproyecto de ley sin ningún acuerdo con el resto de las fuerzas políticas. Hay que recordar que, en el apogeo de su poder, el menemismo tejió un acuerdo con el radicalismo para lograr la aprobación de la Ley de Reforma del Estado.  

Las cosas se hacen aún más complicadas cuando La Libertad Avanza (LLA) busca aplicar un criterio de todo o nada en su discusión parlamentaria. 

Otra vez aparece aquí el tema del fondo y de las formas. Muchas de las reformas que quiere instrumentar Milei son loables. Otras, decididamente no lo son. Es francamente curioso ver cómo algunas de las personas con experiencia en la función pública en anteriores gestiones que forman parte de la actual administración no se dan cuenta de lo vulnerable que, desde el punto de vista del derecho constitucional, es el DNU. Las sucesivas cautelares que se vienen dictando lo demuestran. A esta altura ya son más de 60 los amparos presentados. El Gobierno apuesta a que, una vez terminada la feria judicial, sea la Corte Suprema la que se aboque al tema y le dé luz verde. Hay que recordar a su vez que, antes de iniciarse la feria judicial, la Corte aceptó la presentación que hizo el gobernador de la Rioja, 
Ricardo Quintela –el mismo que dijo que si Milei ganaba renunciaría, promesa que no cumplió, algo habitual en muchos dirigentes del peronismo que hacen de la mentira un dogma– pidiendo la declaración de inconstitucionalidad del DNU. 

A pesar de su reticencia, el Gobierno en general y Javier Milei en particular chocaron de frente con la política y no tuvieron más opción que negociar en el Parlamento. Haber enviado a cada ministro a defender la ley ómnibus no fue una mala jugada, pero se notó la diferencia de experiencia y solvencia de cada uno. Lo que sigue generando roces con los otros bloques legislativos –y lo seguirá haciendo– es que el Presidente no oculta su desprecio por todo este ejercicio que se vio obligado a hacer para poder avanzar. Es en el fondo, desprecio por la política. Debería reflexionar y darse cuenta de que una cosa es “la casta” y otra muy distinta el ejercicio democrático. En JxC –sobre todo en el PRO– salieron de urgencia a reclutar gente de la sociedad civil (empresarios, cámaras y académicos) para ir a defender la ley ómnibus en el plenario de comisiones del Congreso que continuará mañana. Algunos expondrán en forma presencial y otros de manera virtual. En el equipo amarillo, con algunos matices, están trabajando a destajo para darle soporte parlamentario al oficialismo. 

Muchas de las reformas que se quieren implementar son loables. Otras, no.   

En la UCR la división es bastante más elocuente. Allí continúan las negociaciones para definir cómo pararse ante las reformas que plantea el Ejecutivo y ya se observa cierta tensión entre los duros y los dialoguistas. La Unión Cívica Radical es dueña de 34 bancas y se ha convertido en el principal bloque al que el Gobierno deberá convencer para poder avanzar con la ley ómnibus y el resto de sus proyectos. Facundo Manes, el jujeño Gerardo Morales y hasta Julio Cobos sostienen que la bancada debe adoptar una posición intransigente frente a los deseos del Gobierno.  

Del otro lado, 
Rodrigo de Loredo y Karina Banfi, entre otros, se anotan como una oposición constructiva y dialoguista. Aunque la ley ómnibus –con modificaciones– tiene grandes chances de ser aprobada, todo está por verse.  

El acuerdo con el Fondo Monetario Internacional se alcanzó tras un trámite rápido. Nada que sorprendiera: el programa ultraortodoxo que intenta instrumentar el Gobierno no puede cosechar más que apoyo por parte del organismo. Atrás quedaron las tortuosas negociaciones que fueron moneda corriente durante los cuatro años de la administración kirchnerista.  

La pregunta que –más allá de ese apoyo– se hacen desde Kristalina Georgieva hasta el último de los funcionarios involucrados en las tratativas con 
Luis Caputo y su equipo es si lo que propone LLA se podrá implementar o no. Y más allá de los planes en materia económica que figuran en el Excel, el termómetro de viabilidad lo seguirá marcando la gente.




    

jueves, 4 de enero de 2024

Cristina Kirchner critica a Alberto Fernández y ordena a sus legisladores para el primer test político de Javier Milei… @dealgunamaneraok...

Cristina Kirchner critica a Alberto Fernández y ordena a sus legisladores para el primer test político de Javier Milei…  

CFK. Fotografía: NA (Archivo)     

Cree que es urgente conformar la Bicameral para frenar el DNU del Presidente. Mensaje al resto del peronismo para reordenar. El "chiste" sobre el festejo de su ex aliado en España.

© Escrito por Ramón Indart el miércoles 03/06/2024 y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, República Argentina.     


"Por lo pronto, no la vas a ver en un restaurante de lujo comiendo uvas". Esa fue la primera frase de un dirigente que habla todas las semanas con la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner. Así dejó en claro la distancia que la separa de Alberto Fernández, que volvió a ser noticia en los últimos días por su festejo de año nuevo en España.

Lo concreto, más allá de la anécdota, es que Cristina entendió que no habrá tiempo para descanso político en el verano de 2024, por la idea del presidente Javier Milei de avanzar con todas sus reformas de manera inmediata. Aunque no se detenga en el poroteo del PJ, la ex vicepresidenta bajó línea para analizar el juego de pinzas entre el mega DNU y la Ley Ómnibus que propone el Poder Ejecutivo.

Javier Milei, en su mensaje de año nuevo, volvió a defender las reformas contenidas en su DNU y en la llamada Ley Ómnibus.

Mensajes de CFK al peronismo.

Cristina Kirchner "sigue pensando que hay que buscar una alianza de todos los sectores para frenar el atropello a la división de poderes. Pero tiene en claro también que el peronismo está en un nuevo proceso y hay que ver cómo decanta", afirman en su entorno. En el último tiempo, la expresidenta tomó de buena manera los dichos de su hijo Máximo, diputado de Unión por la Patria, quien apuntó contra Mauricio Macri.

CFK avisó, vía terceros, a gobernadores y al Frente Renovador que la horizontalidad que tanto se pregonó sin llevarlo a la práctica, esta vez podría ser algo más armado. Quizás porque ahora es consciente que su centralidad se apagó un poco tras el fallido experimento de su gobierno con Alberto Fernández.

Sobre la 
CGT, entendió la estrategia de no ir al paro general de entrada, sino hacer un paro parcial para marchar al Congreso. A pesar de no confiar en la central obrera, entiende que no hay muchas más alternativas de resistencia.

Como en la asunción de Milei, Cristina sigue marcando distancia con Alberto Fernández.
        

José Mayans, jefe del interbloque UxP en el Senado, fue el único que reveló que habló con Cristina después de la cadena nacional en la que Javier Milei explicó el decretazo. "Hablé con Cristina anoche, está muy preocupada por todo esto. En primer lugar, por la soberanía del país porque es todo lo inverso a la proclamación de lo que nosotros hicimos cuando proclamamos la independencia", remarcó el senador. 

Con respecto a la Cámara de Diputados, la expresidenta se encargó de estar al tanto de la conformación de comisiones, que quedaron ordenadas el martes a última hora, a través de Anabel Fernández Sagasti y Juliana Di Tulio. En la intimidad dejó en claro que la urgencia es armar la Bicameral para frenar el DNU en el Congreso. "Está convencida que el Parlamento lo frena", dicen cerca de ella. El Senado ya eligió a los legisladores que estarán a cargo de 7 comisiones clave para analizar las reformas.


Críticas a Alberto y nuevos canales de comunicación.

"Pensar que Alberto se asustó por Vicentin", lanzó otro de los laderos de la ex vicepresidenta cuando Perfil consultó por las reformas y la lectura de Cristina Kirchner. Su último acto público tras dejar su cargo en diciembre de 2023, fue durante la asunción de Axel Kicillof al frente de la provincia de Buenos Aires por segunda vez el pasado 11/12.

¿Esperaba Cristina un arranque así de Milei? Si bien no dejó trascender mayores opiniones sobre los primeros días del libertario, puso todo su énfasis en comenzar a ser oposición en las sombras. "La derrota nos vuelve al llano de la discusión, nadie puede decir quien habla y quien no, sería estúpido pensar algo así", se sinceró uno de los operadores peronistas del Senado.

La ex vicepresidenta abrió dos nuevas vías de comunicación esta semana a través de las aplicaciones más reconocidas de mensajería en la actualidad: WhatsApp y Telegram. "Abrimos nuevos y únicos canales de Telegram y WhatsApp para estar en contacto", informó la expresidenta a través de su perfil oficial en la red social X (ex Twitter). Y dejó los enlaces a ambos canales de difusión para que sus seguidores puedan unirse y, eventualmente, estar al tanto de sus actividades.