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jueves, 9 de julio de 2015

Las pruebas que ocultó Horacio Verbitsky sobre el General Milani... @dealgunamanera...

Las Pruebas Que Ocultó Verbitsky Sobre Milani...

Horacio Verbitsky

Vericuetos del casdo del conscripto Ledo. El desdoblamiento propuesto por Robert Louis Stevenson en “El Hombre y la bestia” es más común de lo que se piensa, especialmente en la escena política argentina.

El domingo 28 de junio pasado, haciendo uso de su añeja profesión de periodista, Horacio Verbitsky ironizó en Página 12 sobre el retiro de su ex aliado César Milani al titular su nota “Razones personales”. Sin asomo de rubor, Verbitsky apunta en el copete: “La razón personal de Milani fue que el poder Ejecutivo perdió la confianza en él. Nunca debería haberla tenido”. Ese “nunca” que transfiere alegremente al Poder Ejecutivo, lo comprende como cómplice y encubridor del asesino del conscripto Alberto Agapito Ledo.

En un alarde informativo, donde combina la pericia profesional con informaciones suministradas por fuentes judiciales y de inteligencia, el periodista Verbitsky aporta un dato clave que omitió prolijamente el Verbitsky Presidente del CELS, durante todos los años que eslabonaron el irresistible ascenso del general Milani a la jefatura del Ejército: el estrecho vínculo entre el renunciado y otros connotados represores “entre ellos uno de los condenados por el asesinato del obispo Angelelli”.

Al comentar la causa por enriquecimiento ilícito que el juez federal Daniel Rafecas, le sigue al teniente general retirado César Gerardo Santos del Corazón de Jesús Milani, el periodista Verbitsky constata (recién ahora) que el imputado le compró un departamento en Moldes 2372, al comodoro falangista Luis Fernando Estrella, condenado a cadena perpetua hace un año, junto con el archiconocido genocida Luciano Benjamín Menéndez, por el asesinato –en 1976- del obispo Enrique Angelelli. Estrella también fue condenado a perpetua por secuestrar, torturar y asesinar, en la base de Chamical,  a los sacerdotes Juan de Dios Murias y Gabriel Longeville, estrechos colaboradores del Pelado Angelelli “Después del golpe del 24 de marzo de 1976 –escribe Verbitsky- Estrella fue designado segundo jefe de la base de la Fuerza Aérea en Chamical, mientras Milani revistaba en el Batallón de Ingenieros en Construcciones 141 del Ejército con asiento en la ciudad de La Rioja. Estas dos unidades fueron el eje de la represión en la provincia”.

Efectivamente. Ambos, además, estaban bajo las órdenes de quien fuera Jefe del Batallón 141 e interventor militar en la provincia de La Rioja: el coronel Osvaldo Héctor Pérez Battaglia, un genocida a quien una muerte oportuna salvó de ser condenado a perpetua por el asesinato del obispo Angelelli.

El vínculo entre Milani y el comodoro Estrella, iniciado en la represión clandestina en La Rioja, continuado en el alzamiento carapintada de 1987 y comercializado a fines de los noventa en la operación inmobiliaria, que relató con precisión el periodista Verbitsky, nunca había sido tomada en cuenta por el Verbitsky presidente del CELS, esa especie de Cardenal Mazarino que –entre gallos y medianoche- asesoraba a la ministra de Defensa Nilda Garré y es, por lo tanto co responsable del irresistible ascenso del espía militar con más poder desde los tiempos de la dictadura.

En 2007, siendo coronel, Milani pasó a ocupar la Subdirección de Inteligencia del Ejército y a fines de ese mismo año fue ascendido a general de brigada, con acuerdo del Senado, sin que los senadores dijeran ni mú.

El 30 de enero de 2008, el flamante general de Brigada pasó a ocupar la Dirección General de Inteligencia sin que el CELS, ni su presidente Verbitsky se alarmaran.

El 31 de diciembre de 2010, el Senado aprobó su ascenso a general de división, y nuevamente el CELS se calló la boca. Por esas fechas su protectora, Nilda Garré, pasó de ministra de Defensa a titular del flamante ministerio de Seguridad.

El 4 de enero de 2011, el general de división Milani ascendió a Subjefe del Ejército, conservando la Jefatura de Inteligencia, sin que Verbitsky recordara la extraña amistad del flamante Subjefe con el asesino de Angelelli, el comodoro Luis Fernando Estrella. Apenas hubo una denuncia del Partido Obrero, acusándolo de haber participado en una de las intentonas “carapintadas”, lo cual fue desmentido por el CELS y su Presidente después de consultar una nómina elaborada por la Corte Suprema. Dijeron que “aparentemente” no había participado en asonadas.

El 3 de julio de 2013 ascendió a Jefe de Estado Mayor en reemplazo del Teniente General (retirado) Luis Pozzi.

Once días más tarde, en el programa PPT, que conduce Jorge Lanata, el ex preso de la dictadura en La Rioja, Ramón Olivera, lo acusó de haber secuestrado a su padre y hecho desaparecer al conscripto Alberto Agapito Ledo, al que le falsificó un acta de deserción.

Milani, el hombre que había servido en la sombra para espiar a los opositores del gobierno, la eminencia gris que se aprestaba a reemplazar con éxito a históricos buchones de la SIDE como “Jaime” Stiusso, el ex carapintada que se había adaptado con ductilidad al discurso “nacional y popular”, aparecía de golpe metido de cabeza en el genocidio que se ensayó en el Operativo Independencia y se generalizó con el golpe del 24 de marzo.

Al comienzo, como otros organismos de derechos humanos cercanos al gobierno, el CELS intentó una negativa tramposa: no se habían encontrado pruebas de que Milani hubiera participado en el sangriento Operativo Independencia, que condujo el feroz general “peronista” Acdel Vilas. Para ellos el Operativo en cuestión había terminado el 24 de marzo de 1976 con el golpe de estado que derrocó a la viuda de Perón y generalizó el terrorismo de Estado. Una delimitación burocrática y falsa, que pretendía dividir arbitrariamente –a partir del día del golpe- lo que sería el ensayo de la masacre con la masacre misma. En la realidad, el Operativo se prolongaría durante la dictadura militar con genocidas entrenados en Vietnam y expertos en el tema de las famosas “aldeas estratégicas”, como el general Antonio Domingo Bussi.

El 16 de  julio, el Presidente Verbitsky dijo al diario La Nación que en los archivos del CELS no había “informaciones que lo vincularan (a Milani) con violaciones a los derechos humanos o acciones contra el orden democrático”. En una inesperada fusión, el Periodista Verbitsky salió a respaldar a su doble del CELS, escribiendo: “Tiene razón el general de división César Milani cuando dice que las denuncias en su contra tienen el fin político de perjudicar al gobierno nacional”.

Al día siguiente (17 de julio) el Verbitsky del CELS emitió un comunicado de cinco puntos, para absolver al general de las críticas formuladas por el senador radical Gerardo Morales. El punto 3 merece ser citado en su totalidad:

“3. En ocasión del ascenso de Milani en 2010, se presentaron dos denuncias en su contra, sobre las que el CELS fue consultado. Una sostenía que participó en el alzamiento ‘carapintada’ de 1987. La fuente que el CELS utiliza para identificar a los partícipes en esa rebelión es la resolución de la Corte Suprema que, al decidir el pase del expediente a la entonces vigente justicia militar, identificó uno por uno a todos los que intervinieron. Milani no figura entre ellos. La otra impugnación le atribuía actividades violatorias a los derechos humanos durante la llamada Operación Independencia en Tucumán. La información consolidada presente en los registros del CELS no permitía constatar la información y, por lo tanto, cuestionar la proposición de ascenso. No obstante, se solicitó a la Comisión que amplíe la consulta con otras fuentes”.

Cuando empezó a escucharse la voz de las víctimas, especialmente las de Marcela Brizuela de Ledo, madre del conscripto Alberto Agapito, y su hija Graciela, el Verbitsky del CELS comenzó con discreción y muñeca un giro para no quedar pegado a un genocida carapintada, comprometiendo su relación y la del CELS con sus padrinos internacionales, como la Fundación Ford.

El 21 de julio de 2013 el Periodista Verbistky escribió en Página 12 que Milani tal vez debería “dar un paso al costado”, pero arropó el consejo con tres infamias de las que no tiene regreso por más esfuerzos que haga:

1)”Tiene razón el general de división César Milani cuando dice que las denuncias en su contra tienen el fin político de perjudicar al gobierno nacional”. O sea que la madre y la hermana de Alberto, que militaban en Madres de Plaza de Mayo de La Rioja, que defendían la política de derechos humanos y que le pidieron ayuda, sin éxito, a Hebe de Bonafini eran meros títeres de Magnetto y la oposición…

2) “No hay datos fehacientes de la relación de Milani con el soldado desaparecido Alberto Ledo”. ¿Y el sumario por deserción redactado y firmado por el subteniente Milani? Y los testimonios que ubican a Ledo como asistente de Milani? ¿Y el pedido de indagatoria formulado por el fiscal federal Carlos Brito, basado a su vez en nuevos testimonios que incriminan a Milani?

3) La famosa foto donde se ve a Milani con otros carapintadas durante el levantamiento “es apenas una conversación con ellos porque él no se amotinó?”. ¿Cómo lo sabe Verbitsky?. ¿Se lo dijo el propio Milani? El promotor de aquel levantamiento  y verdugo de La Perla, Ernesto “Nabo” Barreiro, no vacila en considerar al asesino de Ledo como un “compañero peronista”, según lo declaró a los medios hace poco tiempo, cuando proponía revelar donde había cadáveres de desaparecidos a cambio de una reducción de la pena.

Al acercarse el tema espinoso de las promociones militares de fin de año, en las que el jefe del Ejército debía ascender al grado máximo de teniente general, el Presidente del CELS optó finalmente por impugnar al hombre que hizo desaparecer al soldado Ledo, aunque todavía con un lenguaje lo suficientemente suave y ambiguo (ajeno a la mordacidad que se le conoce al Periodista Verbitsky), como para no molestar demasiado ni a Nilda ni a Cristina, fieles sostenedoras de “Nenino”.

Su cambio de posición, sin embargo, le valió una chicana del jefe del bloque mayoritario en el Senado, Miguel Angel Pichetto, que dijo sin ambages: “Milani era bueno cuando estaba en el ministerio de Defensa y de pronto es un personaje deleznable cuando no está acompañando a Nilda Garré”. Por cierto, la chicana del senador Pichetto desnuda que el jefe del Ejército no se limitaba a cumplir órdenes de la entonces titular de Defensa, lo que orgánicamente sería correcto, sino que la “acompañaba” lo cual marca una proximidad personal entre jefa y subordinado que no parece muy apropiada y que incluye al Presidente Verbitsky, en una suerte de asesoramiento clandestino que no se atreve a decir su nombre. Así fue, por otra parte, Pichetto sabía de qué hablaba.

A partir de ese momento, a medida que las causas judiciales por crímenes de lesa humanidad empezaron a multiplicarse, el Periodista y el Presidente coincidieron en tomar distancia de Milani. Su designación “fue un grave error”, sentenció Verbitsky, dando a entender que la calificación podría ser mucho más dura si no estuvieran Nilda y Cristina de por medio. Favor con favor se paga y una mano (sucia) tapa la otra, por eso cuando la unidad existencial llamada Horacio Verbitsky, que integran el periodista, el asesor en las sombras y el presidente del CELS, fue denunciada por Gabriel Levinas como colaborador de la Aeronáutica durante la dictadura, la Presidenta exhibió al Perro en su propio podio presidencial, como un triunfador en el Kennel Club para la Victoria.

Ahora, alentado por el auspicioso retorno al close up, Verbitsky recuperó durante un rato su añejo oficio periodístico y exhumó el vínculo inmobiliario entre César Milani y el comodoro Estrella. Que es como decir, el vínculo entre el asesinato de Alberto Ledo y el del obispo Enrique Angelelli.

El eslabón perdido entre un crimen de lesa humanidad y un magnicidio, también de lesa humanidad, eslabón que alguien busca afanosamente en el áspero territorio de La Rioja.

© Escrito por Miguel Bonasso el miércoles 08/07/2015 y publicado por Tribuna de Periodistas de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.    

viernes, 3 de julio de 2015

Bonasso denuncia hackeo por publicar que "a Ledo lo ficharon los menemistas en 1974"... @dealgunamanera...

Bonasso denuncia hackeo por publicar que "a Ledo lo ficharon 
los menemistas en 1974"...

El periodista Miguel Bonasso. Foto: Cedoc

El periodista señala que el diario El Sol, de La Rioja, publicó en abril de ese año un listado de "Activistas de Izquierda", en donde figuraba el joven desaparecido.

El periodista Miguel Bonasso publicó un artículo que generó gran repercusión: "Un diario menemista fichó al conscripto dos años antes de que Milani lo hiciera desaparecer". Según su crónica, el diario El Sol, de La Rioja, publicó en 1974 una lista de "activistas de Izquierda",entre los cuales figuraba Alberto Agapito Ledo, de 18 años.

"El 11 de abril de 1974, dos años antes de que el subteniente César Milani lo hiciera desaparecer para siempre, Alberto Agapito Ledo había sido denunciado públicamente como “subversivo” por el diario El Sol, fundado en mayo de 1972 por el espía de la SIDE Tomás Alvarez Saavedra y dirigido en sus primeros meses de vida por Eduardo Menem", escribió Bonasso en su portal y agregó a Perfil.com que la publicación, por ese entonces, tenía influencia de Amado Menem, hermano mayor del expresidente.

"Amado dirigía un grupo de extrema derecha llamado 'Defensores de la Fe'. Directamente botoneaban ciudadanos, donde te podía matar la Triple A", señaló Bonasso a este portal. El joven soldado Ledo, que por entonces tenía 20 años, 
desapareció el 17 de junio de 1976, mientras cumplía el servicio militar.

Hackeado

Bonasso denunció que ni bien publicó el artículo ayer por la noche, el sitio fue hackeado, al igual que su cuenta en Facebook. Le había pasado algo similar en 2013. 

Aquel entonces Pedro Agote, responsable legal de la página en Argentina le dijo en un correo electrónico: "por lo que he consultado, el sitio ha sido declarado inseguro precisamente porque está hackeado"

El periodista relató que ese correo lo tiene la Justicia: “Lo mandé como prueba a (Sebastián) Casanello en la causa que el denuncia
 por amenazas de SMS en mi celular (2012) donde me dicen "Sr. Bonasso, desde la OJOTA-SI, Stiuso y Pocino le tienen interceptada la línea por orden de su ‘amiga’ Garré”.

© Escrito por Ramón Indart el viernes 03/07/2015 y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.


sábado, 27 de junio de 2015

Renunció Milani Ante Inminente Procesamiento… @dealgunamanera...

La política y la Justicia lo complican… 


Sorprendió que la renuncia del militar César Milani al cargo de teniente general del Ejército de la Nación. Lo hizo mediante un comunicado en el que alegó “motivos estrictamente personales” para confirmar su pase a retiro de las Fuerzas Armadas.


La dimisión del otrora hombre poderoso del kirchnerismo fue confirmada de manera oficial por el Ministerio de Defensa de la Nación.

¿El motivo? El inminente procesamiento que estaría por sufrir por parte de la Justicia en el marco del caso Ledo, donde se lo acusa por detención ilegal, torturas y desaparición de ese mismo conscripto.

También influyó en la decisión el hecho de que Cristina Kirchner, su madrina política, decidiera no continuar en cargos políticos a futuro, luego de que le toque dejar el poder.

No obstante, Tribuna de Periodistas pudo saber que Milani seguirá teniendo influencia en el área de la inteligencia, tanto militar como civil.

© Escrito por Carlos Forte el martes 23/06/2015 y publicado por Tribuna de Periodistas de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

lunes, 19 de enero de 2015

Caso Milani. El Ejército seguía al soldado Ledo... De Alguna Manera...

Caso Milani: documentos prueban que el Ejército seguía al soldado Ledo.

Documentos prueban que el Ejército seguía al soldado Ledo. Foto: Télam.

Perfil publica los originales de dos facsímiles de 1975 y 1977, que demuestran que los militares tenían en la mira al joven desaparecido.

Nuevas pruebas se acumulan contra el jefe del Ejército, César Santos Milani, en la investigación judicial por la desaparición del soldado Alberto Agapito Ledo en junio de 1976, cuando realizaba el servicio militar obligatorio y estaba a las órdenes del entonces subteniente Milani. Perfil muestra por primera vez dos documentos elaborados entre 1975 y 1977.

Aunque resulte paradójico, la información ya había sido presentada a la Justicia Federal en 2010 por el entonces secretario de Derechos Humanos de la Nación, Eduardo Luis Duhalde, cuando todavía Cristina Fernández de Kirchner no soñaba con promover al polémico Milani como jefe del Ejército.


El primer documento es un organigrama realizado por los oficiales de Inteligencia de la 5ª Brigada y Tercer Cuerpo de Ejército bajo el título “Frente Armado Estudiantil”. Señala en un cuadro (ver facsímil), con nombre, apellido y hasta apodo, a los estudiantes universitarios que en aquellos años participaban activamente en organizaciones de izquierda. El esquema, cuya tipografía parece de la época y su precisión asusta, identifica al estudiante “Alberto Ledo” bajo el apodo “Horario” como “Responsable Gremial y Reivindicativo”. En aquel entonces, Ledo estudiaba los primeros años de la Licenciatura en Historia en la Universidad Nacional de Tucumán. “Eso significa que cuando Ledo ingresó al Ejército Argentino ya estaba marcado”, le explicó a PERFIL el ex legislador justicialista Enrique Romero, que denunció la existencia de los documentos en la Justicia Federal. Romero sostiene que existen otros colimbas asesinados por militares y advierte que “el secretario (Eduardo Luis) Duhalde entregó al juez (Daniel) Bejas un sobre con ochenta folios con documentación de los militares de la época”.

El ex legislador tucumano se hizo conocido hace un tiempo por haber acercado información a la Justicia sobre un sitio denominado Pozo de Vargas, donde estaban enterrados cadáveres de estudiantes desaparecidos. Al comienzo, nadie le creyó. Ya se hallaron más de 12 cuerpos sepultados allí, víctimas de la última dictadura militar.

Graciela Ledo, hermana del soldado desaparecido, se reunió con él y pidió que la nueva documentación fuera incorporada al expediente que investiga qué sucedió con su hermano.
El otro documento cuyo contenido se conoce ahora es un amplio listado de casi dos páginas. Una carátula con la presentación “Lista de Revista-Batallón de Ingenieros 141 de Construcciones de La Rioja del año 1976”, donde en el margen superior se ve un sello del Ejército Argentino. Y, luego, otra página con todos los militares que prestaron servicio en esa repartición. En la mitad, Milani Cesár Santos figura con el grado de “subteniente” y  con el cargo de “oficial instructor”.  Unos renglones hacia arriba, en el quinto lugar de jerarquía, aparece Esteban Sanguinetti, el coronel retirado que habría llevado al conscripto Ledo a hacer una recorrida a la localidad tucumana de Monteros y nunca más se lo vio con vida. Sanguinetti es el jefe que le ordenó a Milani labrar el acta de deserción del conscripto Ledo.


El juez federal tucumano Daniel Bejas dictó la prisión preventiva a Sanguinetti por el soldado desaparecido. En diciembre, el fiscal federal Carlos Britos pidió citar a indagatoria a Milani por los delitos de encubrimiento y falsedad ideológica del acta de deserción. La defensa de Milani pidió su apartamiento de la investigación y esta semana se conoció que el fiscal seguirá a cargo de la causa por decisión de Alejandra Gils Carbó.

Tal como reveló el ciclo Periodismo para todos, que conduce Jorge Lanata, Milani figura en el libro Nunca más de la provincia de La Rioja como uno de los militares que participaba en los operativos de secuestro nocturnos. Allí, Alfredo Ramón Olivera lo reconoció como uno de sus captores. Lo mismo sucedió con el ex fotógrafo Plutarco Schaller, que lo reconoció estando detenido en el Hospital Vera Barros. La causa penal en esa provincia tiene el impulso de un misil sin pólvora. Hace dos años que está paralizada.


© Escrito por Rodrigo Alegre el domingo 18/01/2015 y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.




domingo, 22 de junio de 2014

Caso Ledo: informes de inteligencia complican a Milani... De Alguna Manera...


Caso Ledo: informes de inteligencia complican a Milani y piden indagatoria...

El jefe del ejército, más complicado.

La querella de la familia del conscripto desaparecido pidió que declare el jefe del Ejército como imputado.

A pesar de la falta de acción de la fiscalía del Estado para avanzar en la investigación que liga a César Santos Gerardo del Corazón de Jesús Milani por su posible participación en crímenes de lesa humanidad bajo la dictadura, la querella del caso Ledo complicó más al actual jefe del ejército. Los familiares del desaparecido soldado Alberto Agapito Ledo solicitaron a través de sus representantes legales que se llame a prestar declaración indagatoria como acusado a Milani.

En el escrito presentado ante el fiscal Carlos Brito para que cite a declarar a Milani toma como nueva prueba una serie de informes de inteligencia militar que mencionan a Ledo como “marxista-trotskysta, perteneciente a la zona La Rioja del PRT-ERP y responsable del frente político del PRT-ERP en la Universidad Nacional de Tucumán; de haber participado en el intento de copamiento del Regimiento R-17 Catamarca; de llevar la misión de realizar actividades de captación de soldados en la unidad”. El informe de inteligencia que menciona con tanta especificidad a Ledo se encuentra entre la documentación judicial de la investigación del asesinato del soldado Roberto Nicolás Villafañe, sindicado en los informes de inteligencia como compañero de militancia de Ledo. 

Villafañe había sido asesinado en agosto de 1976. Luego del acto criminal, el hermano de Villafañe fue interrogado por personal militar y le preguntaron, tal como se señala en el expediente: “Si el ex soldado Villafañe conocía al soldado clase 1955 Alberto Ledo, a un señor de apellido Godoy, Díaz Romero o Minué”. Estos dos ultimos permanecen aún como desaparecidos.

En el momento de la desaparición de Ledo, producida el 17 de junio de 1976, el conscripto actuaba como asistente personal de César Milani. Los testimonios del entonces conscripto y luego detenido por la dictadura Álvaro Illanes y de Jorge Nicolás Bonadre Mac Donnell señalan que Milani cumplía funciones de inteligencia entre los conscriptos a su cargo. Illanes asegura que habían conversado con Ledo acerca de saberse reconocidos por Milani como militantes políticos. La querella de la familia Milani solicita entonces al fiscal Brito que llame a Milani para que declare sobre la relación entre los informes de inteligencia encontrados en la causa Villafañe que muestran a Ledo como un militante del PRT, miembro de la subversión y plausible de ser blanco del “accionar antisubversivo”.

Luego de la desaparición del soldado Ledo, Milani elaboró un informe en el que lo sindica como desertor del Ejército, en una flagrante falsificación de documento público, ya que el soldado había sido “chupado” por las fuerzas de seguridad. A este informe de inteligencia se le deben sumar los testimonios de los hermanos Illanes, que lo señalan como ejecutor de actos de espionaje sobre Ledo, y el nuevo testimonio que lo involucra como jefe del operativo de detención de Verónica Mattauna ex detenida desaparecida riojana que decidió hablar. El elegido por la presidenta Cristina Fernández para dirigir el ejército cada vez más complicado.

© Escrito por Diego Rojas1 el Martes 17/06/2014 y publicado por plazademayo.com de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.