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miércoles, 3 de enero de 2024

Menos democracia no es más libertad… @dealgunamaneraok...

Menos democracia no es más libertad…

Megaproyecto. El ministro del Interior, Guillermo Francos, entrega al presidente de la Cámara de Diputados, Martín Menem, la propuesta del Gobierno.

La supuesta búsqueda de «la libertad de los argentinos», como define el proyecto de Ley «Ómnibus» enviado por el presidente Javier Milei al Congreso, es presentada como justificación para promover un drástico giro, de carácter claramente regresivo. Lo que se busca, en realidad, es un cambio estructural profundo en el actual funcionamiento de la sociedad en diversos ámbitos, sin que la mayor parte de las medidas propuestas signifiquen mejoras en las condiciones de vida de los sectores populares. Todo lo contrario.     

© Escrito por Carlos Heller el domingo 31/12/2023 y publicado por la Revista Acción de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, República Argentina.

Tanto la iniciativa, como el decreto de necesidad y urgencia (DNU) presentado la semana anterior, alientan modificaciones de extrema gravedad, dado que suponen el recorte de las libertades públicas y apuntan a acabar con todo atisbo de un proyecto de desarrollo nacional, inclusivo y soberano.

Por más que se diga perseguir la «modernización del Estado», «la reducción de la burocracia» o «el reordenamiento de la economía y el fin de intervenciones en los mercados», lo cierto es que se despliega una batería que pone en serio riesgo el mismo funcionamiento de las instituciones democráticas.

Resulta difícil aceptar que existe una situación de emergencia tal que haga urgente retroceder hacia un tipo de capitalismo que supone borrar de un plumazo toda una serie de derechos esenciales, hasta arribar a una situación como la que regía en el mundo y en el país hace más de un siglo, previamente al paradigma de los Estados de bienestar.

Entre el conjunto de disposiciones impulsadas, que incluso van mucho más allá de la plataforma sostenida durante la campaña electoral, acaso lo más riesgoso es la idea de delegar amplias facultades legislativas en el Poder Ejecutivo. Lo cual, como se propone hasta el 31 de diciembre de 2025 con posibilidad de extensión por dos años, prefigura la virtual eliminación de uno de los poderes del Estado.

Así lo entendimos legisladores y gobernadores de Unión por la Patria, en una declaración de rechazo al DNU 70/2023 «porque claramente avasalla atribuciones del Congreso y vulnera la división de poderes y el funcionamiento de la República». A la vez, advertimos, la ley ómnibus «ratifica la pretensión del presidente de contar con poderes y facultades extraordinarias, que son absolutamente inconstitucionales».

Quienes tenemos presente los períodos dictatoriales de mediados y fines del siglo pasado sabemos que la ausencia del Poder Legislativo es tan grave como lo es asimismo la limitación al derecho de reunirse y a manifestarse. O el establecimiento de sanciones para los organizadores de protestas que obstaculicen el espacio público.

Podemos preguntarnos, además, qué libertad es la que se promueve mediante la supresión o el desfinanciamiento de áreas culturales como el Fondo Nacional de las Artes, el Instituto del Teatro o el Instituto del Cine. Tampoco se entiende el presunto beneficio de enajenar áreas de patrimonio público, mediante la privatización de empresas emblemáticas del desarrollo nacional, como el Banco de la Nación, YPF, Aerolíneas Argentinas o las integrantes del Sistema de Medios Públicos.

El impacto social del DNU y del proyecto de ley es también contundente. Véase, por ejemplo, la propuesta de suspender la fórmula de ajuste de haberes de los jubilados, para sustituirla mediante aumentos por decreto, la extensión del periodo de prueba de los trabajadores y trabajadoras de 3 a 8 meses, el recorte de indemnizaciones, la ampliación de la jornada laboral hasta 12 horas sin pago de horas extras y la eliminación de las multas por trabajo no registrado.

Esas y muchas otras modificaciones generan gran inquietud en la población. Al punto que gran cantidad de organizaciones políticas, sindicales, sociales y culturales iniciaron un proceso de movilización en busca de proteger sus derechos amenazados.

Las manifestaciones espontáneas de los últimos días serán continuadas por el paro nacional convocado para el próximo 24 de enero por la CGT y las CTA, una instancia que preanuncia la puesta en marcha de tradicionales formas de resistencia contra un modelo antidemocrático en lo social, lo político y lo económico. 

Megaproyecto. El ministro del Interior, Guillermo Francos, entrega al presidente de la Cámara de Diputados, Martín Menem, la propuesta del Gobierno.



   

miércoles, 22 de noviembre de 2023

Entrevista a Eduardo Rinesi. Las razones y los votos…

 Entrevista a Eduardo Rinesi. Las razones y los votos…


Eduardo Rinesi

¿Cómo se explica el resultado del balotaje? Lejos del recurso fácil del desprecio o la simplificación, el politólogo apuesta a interrogar el sentido del sufragio a favor de Milei.

© Escrito por Osvaldo Aguirre el miércoles 22/11/2022 y publicado en la Revista Acción de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

A horas de la elección que consagró a Javier Milei y Victoria Villarruel como presidente y vicepresidenta de la Argentina los análisis resultan provisorios. El triunfo de La Libertad Avanza estaba dentro de las previsiones, pero no con la cantidad de votos que obtuvo. En la coyuntura, Eduardo Rinesi destaca la necesidad de evitar explicaciones apresuradas y de reflexionar «sin desprecios fáciles a la inteligencia y a la moralidad de los demás y con disposición a revisar nuestros propios modos de pensar».
Rinesi fue rector de la Universidad Nacional de General Sarmiento, donde actualmente es Consejero Superior y dirige la Carrera de Especialización en Filosofía Política; también integró el espacio Carta Abierta, es docente en la Universidad Nacional de Córdoba y en el Colegio Nacional de Buenos Aires y ha publicado numerosos libros sobre teoría social y filosofía política. «Enfrentamos un programa de gobierno que tendrá consecuencias destructivas para la vida social argentina», advierte.

–Después del último debate entre los candidatos hubo una expectativa por las chances de Massa que finalmente hizo más categórico el resultado de la elección. ¿Cómo observas la composición del voto a Milei?
–Está claro que hay muchas cosas que no vimos. Una es la que vos decís: el salto entre los argumentos presentados en un debate y la decisión de voto de la gente. Otra: creo que nos dejamos entusiasmar por el hecho de que una cantidad de organizaciones, instituciones y colectivos se habían expresado muy contundentemente en contra de Milei y en muchos casos a favor de Massa, porque pensamos que esas manifestaciones iban a determinar las decisiones individuales de los miembros de esos colectivos, o expresaban sus opiniones personales, mucho más que lo que lo hicieron. Fue un latiguillo repetido el de que a Milei lo votaban los repartidores de pizza; pero eso no explica el 55% de los votos con los que ganó.

–¿Qué se agregó a esa base de votantes?
–Todo esto es en borrador, a horas del escrutinio. Pero me parece que hay que sumar a lo que ya sabemos sobre la «desafiliación» de mucha gente (la palabra es de Robert Castel, y entre nosotros la usó Denis Merklen para pensar el 2001 y el 2002) respecto a las formas más estructuradas del mundo laboral, político o social, otra cosa que tal vez podamos llamar la «desafección» de millones de personas que sí forman parte de esas estructuras, pero que no necesariamente piensan o actúan como las declaraciones públicas de las dirigencias de esos colectivos nos podrían hacer pensar que deberían hacerlo. Digo: ni los hinchas de fútbol votaron como parecía sugerir que iban a hacerlo la declaración de la dirigencia de la AFA ni los estudiantes y los trabajadores de nuestras universidades votaron como parecía indicar que iban a hacerlo según la declaración que sacó el Consejo Interuniversitario Nacional.

«No diría que este es un país de desmemoriados, de reaccionarios ni de tontos. El voto en esta elección debe ser motivo de una reflexión mucho más serena.»

–¿Qué votó el que eligió a Milei?
–No lo sé. Sí sé que debemos evitar suponer que votó un sinsentido. El voto a Milei hacía, hizo, todo el sentido para quienes lo eligieron. No supongamos que nosotros podemos responder a la pregunta por el sentido de lo que votamos al elegir a Massa con una respuesta razonable y que los que eligieron a Milei no pueden responder a la pregunta por el sentido de lo que votaron sino con insensateces. Preguntémosles. Cuando andamos por la historia suponiendo que las únicas razones son las nuestras, nos pegamos sorpresas como esta que nos acabamos de pegar, que nos llevan a condenar rápidamente como irracionales o ignorantes de sus verdaderos intereses a quienes nos revelan que el mundo era más complicado que lo que creíamos.

–En el Día de la Soberanía Nacional, Milei anunció que privatizará Aerolíneas, YPF y los medios públicos. Nadie puede decir que no cumple una promesa.
–Ese anuncio, en efecto, no nos sorprende. Lo que me parece, ya que aludís a la idea de soberanía, es que vale la pena preguntarnos por el sentido de lo que dice Milei cuando dice la palabra que funciona como eje central de su discurso: la libertad, a la que piensa en los términos de un anti-estatalismo extremo, que es el que busca realizar con estas privatizaciones que ha anunciado y, más en general, con la fuerte reducción de las funciones del Estado que se propone llevar adelante. El problema es que en el modo en que solemos pensar la idea de libertad, que hereda las grandes tradiciones liberal, democrática y republicana, la libertad requiere y no rechaza, en su defensa, la intervención del Estado. Si creemos, como nosotros creemos, que nadie puede ser libre en un país que no lo es, para que haya libertad de los individuos tiene que haber libertad colectiva del pueblo, es decir, soberanía. Ahora: Milei no cree eso (y esto es lo que tenemos que discutir con él), porque no sostiene su idea de libertad sobre ninguna de esas tres tradiciones que mencioné, sino sobre un libertarianismo radicalmente individualista que expulsa a la noción misma de comunidad de su pensamiento.

«Fue un latiguillo repetido el de que a Milei lo votaban los repartidores de pizza; pero eso no explica el 55% de los votos con el que ganó.»

–¿Qué dice la elección de un candidato de ultraderecha acompañado de una negacionista de la dictadura en el marco de los 40 años de democracia?
–La pregunta es si algo de los grandes consensos que se fueron construyendo a lo largo de estos años corre el riesgo de resquebrajarse. Si atendemos a la superficie de los discursos de Milei y de Villarruel, diría que sí. Sin embargo, no me apuraría, y esperaría a ver qué dice sobre este asunto en particular (sobre todo si el presidente electo quiere llevar al plano de las políticas públicas las consecuencias de sus postulados sobre estas materias) una ciudadanía que no me parece que haya olvidado esos consensos. Se dijo mucho en estos últimos días: el voto a un candidato no supone necesariamente la adhesión a todos y cada uno de sus postulados. Creo que Milei no lo ignora. De hecho, sus primeras declaraciones y decisiones no se refirieron a estos temas, sino más bien a la orientación que quiere dar a la política económica.

–También habló de volver a la Argentina del siglo XIX, como su utopía de Gobierno.
–La Argentina del siglo XIX quiere decir la Argentina anterior a 1916. El rechazo de Milei a los grandes partidos democráticos de masas es mucho más furioso que el de Macri. La Argentina a la que quiere volver no es la anterior al peronismo: es la anterior al voto universal. Su utopía es la de la república conservadora de la generación del 80, que es desde donde lee, por cierto, muy sesgadamente las ideas de la generación del 37 en general, y de Alberdi en particular.

«Para que haya libertad de los individuos tiene que haber libertad colectiva del pueblo, es decir, soberanía.»

–El programa del nuevo Gobierno supone también volver a la universidad anterior a la Reforma de 1918. ¿Es posible?
–Las ideas que viene anunciando Milei sobre la Universidad implican, en efecto, un gran retroceso, y son además contrarias a una ley de la nación, la de Educación Superior, reformada en 2015, que indica que no se puede cobrar por garantizar el ejercicio de lo que esa misma ley considera un derecho universal. El problema es que Milei no cree en los derechos. O solo cree (mucho: lo repite todo el tiempo) en uno, que es el derecho a la propiedad privada, que es un derecho raro, porque, en la organización actual del mundo, no es, justamente, un derecho universal, sino un derecho particular… de los propietarios. El derecho a la educación superior, en cambio, sí es un derecho universal, que es o que tiene que ser de todo el mundo, y que para que lo sea de manera efectiva y cierta reclama la intervención activa del Estado. Milei no cree que eso esté bien. El pequeño problema que tiene es que eso no es una idea de algún loquito suelto: es lo que dice el texto de una ley. Hago votos porque el Gobierno que se inicia administre el país en el respeto de las leyes.

Hotel Libertador. Primer discurso de Javier Milei tras su consagración como presidente electo. Fotografía: Télam


–Milei plantea un programa económico que remite a épocas traumáticas del pasado reciente y reivindica a Margaret Thatcher, con lo que significa respecto de Malvinas. ¿No importa la experiencia histórica en el voto?
–A pocas horas de la elección no me apuraría a decir que este es un país de desmemoriados, de reaccionarios ni de tontos. El voto en esta elección debe ser motivo de una reflexión mucho más serena. Y que debemos hacer sin automatismos del pensamiento. El pasado al que nos referimos cuando reclamamos tener memoria no forma parte de la experiencia vital de la enorme mayoría de los argentinos y de las argentinas. No me parece que debamos suponer que todo sujeto que fue a votar sea un conocedor de la historia de la Argentina anterior a su nacimiento, y eso no debe ser motivo de una rápida condena, sino de una reflexión. En todo caso, deberemos preguntarnos qué hemos hecho en relación con la transmisión de esa historia.

–¿Cómo podría comenzar la reflexión?
–Sin autocomplacencias, sin coartadas, sin desprecios fáciles a la inteligencia y a la moralidad de los demás y con disposición a revisar nuestros propios modos de pensar. Porque es cierto que fue difícil ser oficialismo en medio de la pandemia y de la sequía, es cierto que fue duro administrar un país con la deuda que el Gobierno anterior le había dejado y es cierto que la ultraderecha es un fenómeno global. Pero estas obviedades no deberían agotar nuestra reflexión: si no avanzamos un poco más que esto, estamos fritos.

–Los libertarios parecen moverse con consignas que clausuran la discusión antes que con discursos. ¿Cómo se puede debatir en esa escena?

–El Gobierno que tendremos será un Gobierno fuertemente doctrinario, que tiene un programa y que tiene una teoría. Tiene frases eficaces, desde luego, como las tuvo el peronismo y como las tiene toda fuerza política que se precie. La política siempre tiene algo de consignismo. Me cuidaría de pensar que enfrentamos un conjunto de frases sueltas y delirantes. Enfrentamos un programa que tiene una teoría. Una teoría que me parece que está mal, y cuya aplicación tendrá consecuencias que van a ser muy destructivas para la vida social argentina. Pero no diría que estamos apenas ante un conjunto de frases vacías. Eso sería muy autocomplaciente, y de autocomplacencia ya tenemos bastante. 

domingo, 23 de julio de 2023

Las tratativas y los rumbos… @dealgunamaneraok...

Las tratativas y los rumbos…


© Escrito el sábado 22/07/2023 por Carlos Heller, Presidente del Banco Credicoop Cooperativo Limitado y Dirigente Cooperativista y Publicado por la Revista Acción en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, República Argentina. 

La finalización de la quinta revisión, según se espera, permitiría el desembolso de fondos del organismo. De lo que se trata, en estas horas, es de minimizar las condicionalidades habituales del Fondo Monetario internacional (FMI), lo que implicaría una mayor libertad para las políticas públicas orientadas a la producción y el empleo.     

© Escrito el sábado 22/07/2023 por Carlos Heller, Presidente del Banco Credicoop Cooperativo Limitado y Dirigente Cooperativista y Publicado por la Revista Acción en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, República Argentina.    

Las medidas económicas que el Gobierno, según trascendidos periodísticos, se apresta a anunciar, se encuadran en ese marco y apuntan –lo cual es una obviedad– a reforzar las reservas monetarias. 

En tanto, los medios de comunicación concentrados, en gran medida afines a sectores de la oposición y a grandes grupos empresarios, tomaron un reciente informe del FMI para ejercer presión por una devaluación del peso. 

En rigor, el Reporte del Sector Externo difundido a mediados de semana se limita a calcular, como lo hace cada año al analizar las cuentas de los países integrantes, la supuesta brecha de competitividad en cada caso.  

En el capítulo argentino el FMI mantiene prácticamente invariables los conceptos incluidos en su análisis de 2022, cuando no podían preverse las consecuencias de la sequía. 

Señala que, para reforzar la sostenibilidad externa, las posibles respuestas de política son «una consolidación fiscal favorable al crecimiento, combinada con una política monetaria restrictiva y un régimen cambiario simplificado».

Los objetivos de esas medidas propuestas en términos generales (y que no se relacionan con las actuales tratativas) son «moderar el crecimiento de la demanda doméstica», «reforzar el balance comercial», «recomponer las reservas internacionales», entre los más importantes. 

Sobre esta cuestión, no se puede desconocer que el problema principal para las Reservas Internacionales radica en la reciente sequía y su impacto en las exportaciones agropecuarias.

De no haber sido por el déficit hídrico, se habrían exportado en granos y oleaginosas unos 25.000 millones de dólares más y se contaría con un ingreso fiscal (por retenciones) equivalente a unos 6.000 millones de la moneda estadounidense. 

Una devaluación de la moneda nacional no revertiría ese cuadro ni modificaría en lo esencial la competitividad. La realidad es que el tipo de cambio real multilateral se encuentra hoy en niveles superiores (es más competitivo) que en la etapa 2016-2017.

En ese momento el valor del dólar estaba determinado por «el libre mercado», antes de la crisis ocasionada por el sobreendeudamiento dispuesto por el expresidente Mauricio Macri.  

El puente 

He sostenido en forma reiterada que no hay acuerdos buenos con el FMI, lo que hay que lograr es el menos malo posible en esta coyuntura para conseguir un puente temporal. En 2024 las condiciones serán seguramente otras: se revertirán los efectos de la sequía, con el impacto positivo que ello tendrá en términos de reservas internacionales y en recaudación por retenciones. Y a la vez aumentará el aporte de divisas en sectores como el energético y la minería, que contribuirán a mejorar la balanza comercial.

Desde luego, el rumbo proyectado, a partir de un acuerdo con el FMI menos gravoso, es bien distinto al que prometen los precandidatos de orientación neoliberal, partidarios de un severo ajuste monetario y fiscal junto con una fuerte devaluación que acentuaría la transferencia de ingresos en desmedro de la mayoría de la población. 

Un modelo que prevé el cierre o achicamiento de empresas públicas, como anunciaron que harán con Aerolíneas Argentinas si triunfan en los comicios de octubre. Como también prometen suprimir ministerios (eliminar por ejemplo el de Mujeres, Género y Diversidad), recortar derechos laborales y reducir el «costo» del sistema previsional. Planes para una Argentina menos justa y socialmente más desigual. 


   

jueves, 16 de abril de 2020

Vuelo de Aerolíneas Argentinas a China en 1980… @dealgunamanera…

Coronavirus en Argentina: la verdad sobre el primer vuelo de Aerolíneas a China…

El primer viaje de Aerolíneas Argentinas a China fue un transpolar que trasladó al dictador Jorge R. Videla. 

El primer presidente en visitar china fue el dictador Rafael Videla, en junio de 1980. Volvió en un Jumbo de Boeing 747 de Aerolíneas Argentinas.

© Escrito por Natasha Niebieskikwiat el jueves 16/04/2020 y publicado por el Diario Clarín de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, República de los Argentinos.

El vuelo de Aerolíneas Argentinas que traerá 13 toneladas de insumos sanitarios comprados a China despegó el miércoles último rumbo Shanghai, en una operación sin precedentes. Volará un total de 55 horas para traer una carga considerada de extrema necesidad para la infraestructura hospitalaria local, que intenta no verse sobrepasada por la pandemia del coronavirus.

Pero la historia de este vuelo de Aerolíneas Argentinas a Shanghai ha opacado otra que también es oficial. La información oficial de la empresa, así como distintos comunicadores sociales afirmaron que este es el primer viaje de Aerolíneas a China. Eso no es así. 

El primer vuelo de la empresa de bandera nacional al gigante asiático tuvo lugar en junio de 1980, y lo hizo para trasladar a Rafael Videla. El dictador se convertía así en el primer gobernante argentino en visitar oficialmente el gigante asiático, que estaba gobernado por Deng Xiaoping. 

Ambos firmaron un acuerdo de Cooperación Comercial. Argentina había reconocido a la República Popular recién en 1972, 23 años después del triunfo comunista.

El miércoles último al salir Aerolíneas Argentinas rumbo a Shanghai con escala en Auckland, un tuit de la empresa decía  que, "en una operación sin precedentes, hoy volamos por primera vez en la historia a China para traer más de 13 toneladas de material sanitaria". Se reproducía en parte un comunicado sobre la salida del Airbus 330 re acondicionado especialmente para el transporte de cargas que traerán de China. 

"La operación de durará un total de 55 horas aproximadamente y están previstas seis horas de trabajo en el aeropuerto de Shanghai para la estiba de materiales médicos". El Secretario General de la Asociación de Pilotos de Líneas Aéreas (APLA), el ultrakirchnerista Pablo Biró, que viaja con una tripulación de 17 personas, hasta realizó una grabación con una épica descomunal para lo que es a su vez una operación comercial. China está vendiendo material a la Argentina, aunque también donó cantidad de insumos.

Link:


Pero aunque la historia lo tape, el más duradero de los gobernantes de la última dictadura militar llegó a la República Popular China el 4 de junio, en una gira que lo llevó por San Salvador de Bahía, Brasil, y por Hong Kong, por entonces bajo dominio británico. Estuvo en Pekín, y visitó puntos históricos centrales, entre ellos la muralla China. 

Como también lo mostraba en sus negocios con la ex Unión Soviética, a la que se le exportaba la mayor cuota de granos argentinos, el régimen militar argentino se debatía entre su pertenencia ideológica al campo occidental, cristiano y capitalista y los negocios internacionales. En 1972, Richard Nixon había abierto las relaciones de los Estados Unidos con China en su emblemático viaje a Beijing, y en 1979, Deng -padre de la apertura económica del comunismo chino- visitaba a Jimmy Carter en Washington.


Una publicidad de Aerolíneas Argentinas de la época hablaba de aquel vuelo con una épica parecida a la de ahora, aunque en sus propios términos. "Hoy traemos al presidente Videla desde China a Buenos Aires por la ruta transpolar", decían los Flyers del momento publicados en los diarios argentinos.

Y justificando que se trataba de un viaje que ratificaba la "condición de nuestro país de interlocutor válido con todos los países del mundo", ampliaba "las posibilidades de cooperación recíproca en el campo cultural comercial y técnico", y daba cuenta de ese viaje de vuelta de la aerolínea nacional desde Asia y Oceanía a Buenos Aires, a través del Polo Sur. Fue el 7 de junio de ese año. Clarín no pudo saber con exactitud por qué no figura cómo llegó Videla a China. Pero el vuelo que lo trajo fue un Jumbo 747 de Aerolíneas.

Desde Aerolíneas Argentinas defendieron ante Clarín la presentación del viaje del Airbus a China. "Los registros de Aerolíneas Argentinas, respecto al vuelo realizado a China en 1980 por el presidente de facto Jorge Rafael Videla, indican que se trató de un vuelo de carácter diplomático. Que no realizó transporte de pasajeros, más allá de la comitiva presidencial, ni traslado de cargas.

Los vuelos diplomáticos tienen un marco regulatorio distinto que nada tienen que ver con los vuelos de las compañías aéreas, ya sean de carácter regular o especial, como es el caso del vuelo a China para traer insumos sanitarios. La compañía no registra el vuelo como una operación propia sino como una cesión de equipamiento para un viaje presidencial.", señalaron los voceros de la compañía a este diario.

En la historia oficial de la empresa figura que Aerolíneas Argentinas "nació en 1950 por un decreto del Presidente Juan Domingo Perón, mediante la unión de cuatro aerolíneas (Aeroposta, A.L.F.A., FAMA y Z.O.N.D.A.)".

Sobre el año 1980 sólo se informa que "se incorporó a la flota el Boeing 747SP y se abrieron las primeras rutas transpolares hacia Melbourne, Australia y Auckland, Nueva Zelanda".

El primer viaje de Aerolíneas Argentinas a China fue un transpolar que trasladó al dictador Rafael Videla (AP Photo/Eduardo Di Baia, File)




domingo, 5 de enero de 2020

"Aerolíneas Argentinas estaba en proceso de vaciamiento"… @dealgunamanera...

"Aerolíneas Argentinas estaba en proceso de vaciamiento"

Imagen: Jorge Larrosa

Pablo Ceriani, nuevo titular, recibió la línea de bandera descapitalizada y con capacidad operativa reducida. "El objetivo era reducir los aportes del Estado y lo hicieron desfinanciando la compañía", relata Ceriani, que comparó la situación actual con la que dejó la gestión privada de Iberia, American y Marsans hasta su renacionalización en 2009.

© Escrito por Cristian Carrillo el domingo 05/01/2020 y publicado por el Diario Página/12 de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, República Argentina.

“Había comenzado un vaciamiento al mejor estilo Marsans”, resume Pablo Ceriani, flamante presidente de Aerolíneas Argentinas, con respecto al estado en que recibió a la compañía de la administración anterior. El titular de la línea de bandera habló en exclusiva con Página/12 y dio detalles de la frágil situación en que está la empresa estatal. “Nosotros dejamos una compañía con un patrimonio neto de 75,9 millones de dólares y 200 millones en concepto de caja (liquidez). y ellos la dejan con un patrimonio negativo en 441,9 millones y 24 rutas menos”, resume Ceriani, quien tras la estatización de Aerolíneas estuvo a cargo de la gestión financiera de Aerolíneas y Austral hasta 2015.

Hace diez años la empresa estuvo a punto de desaparecer, cuando a través de una ley aprobada en el Congreso e impulsada por el oficialismo, se nacionalizó y se denunció el vaciamiento del Grupo Marsans. “Ahora en estos cuatro años hubo una fuerte descapitalización porque el objetivo de ellos era fundamentalmente reducir los aportes del Estado y lo hicieron desfinanciando la compañía. Una de las cosas que no pasaba desde la época de Marsans, es que comenzaron a canibalizar aviones (usar repuestos de aviones parados para otros operativos)”, ejemplifica el titular y CEO de todo el grupo de la línea de bandera.

--¿Cómo encontraron esta vez a Aerolíneas?
--Finalizaron la gestión con un déficit de 563 millones, cuando lo habíamos dejado en 335 millones. Además, maquillado, porque se tomó deuda en el mercado privado y eso dejó un tendal de proveedores sin pagar. Seguramente para este año se requerirá financiamiento presupuestario del Estado en torno a los 700 millones de dólares, similar al que tuvo el año pasado la compañía, pero este año sin maquillaje.

--¿Hubo irregularidades en contrataciones?
--Se había contratado un servicio tercerizado de atención de redes sociales. A partir de este año el servicio será prestado por personal propio generando un ahorro estimado de 87 millones de pesos anuales. En 2019 se gastaron 13 millones de dólares en publicidad en Google, casi un punto (porcentual) de las ventas de la compañía. También hubo grandes gastos en contrataciones por asesorías jurídicas externas. Se van a revisar caso por caso, dado que se detectaron 160 contrataciones por un total de 160 millones de pesos.

--¿En que se parece a la situación de 2009?
--En 2009 encontramos una compañía desvastada, en una situación de quebranto y bastante complicada desde el punto de vista operativo. Era una compañía vaciada por las distintas administraciones, como Iberia, American Airlines y luego el Grupo Marsans. Había una flota muy venida abajo y una situación social con los gremios muy complicada. En ese momento nos hicimos cargo y llevamos a cabo un proceso de transformación muy importante. Hoy la compañía tiene 80 aviones. (26 Embraer, 44 Boeing NG 737 y 10 Airbus 330). Esa flota la trajimos nosotros. Incluso los que ingresaron con el gobierno de Macri.

--¿En estos cuatro años no hubo venta de aviones?
--El macrismo hizo varias cosas. Por un lado, usó la flota como activo para endeudar a la compañía. Una forma es vender el avión y luego volverlo a alquilar. De esa manera, se consiguen fondos frescos, pero se reduce el activo. La otra es endeudarte y que el avión sea la garantía. Esta es la que más utilizó el macrismo. Los aviones son muy buenas garantías porque son activos de mucho valor que se pueden trasladar y, por lo tanto, son fáciles de ejecutar. Por eso, las compañías, aunque muestren problemas económicos, logran tomar deuda porque les aceptan los aviones. Y esa deuda la usaron para pagar gastos corrientes. Nosotros tomamos deuda, pero para comprar flota nueva.

--¿No hubo inversión?
--Básicamente no. Hubo algunos desarrollos en sistemas informáticos. Nada más. En términos netos, lo que hubo fue una fuerte descapitalización de la compañía. El objetivo de la anterior gestión era fundamentalmente reducir los aportes del Estado, y lo hicieron desfinanciando la compañía y descapitalizándola. Nosotros dejamos una compañía con un patrimonio neto de 75,9 millones de dólares, después de recibir de Marsans un patrimonio neto negativo de 1000 millones. El macrismo nos deja otra vez un patrimonio negativo, de 441,9 millones de dólares. También dejaron pasivos ocultos, o contingencias ocultas, que tienen que ver con el mantenimiento de las flotas.

--¿Coincide con el diagnóstico de algunos gremios de que el objetivo fue llevar a la quiebra a Aerolíneas?
--La actitud de gobierno nacional anterior fue claramente de desprecio por Aerolíneas. El propio Macri habló en contra de la compañía, de sus trabajadores y hasta dijo que había que volar por Iberia. Lo que sea, menos usar Aerolíneas. Fue una posición permanente, insistiendo en que la plata se debería usar para otra cosa y no para sostener la línea de bandera. Había un claro mensaje político. Inexplicable, pero lo había. También estaba Guillermo Dietrich (ex ministro de Transporte), que buscaba beneficiar a las compañías extranjeras y desreguló el mercado aerocomercial salvaje e irresponsablemente. Se hicieron audiencias públicas en las que se otorgaba infinidad de rutas sin ningún criterio de sustentabilidad ni de racionalidad. Se les dio prioridad a las extranjeras y a las low cost, como el espacio en Aeroparque que se les cedió a costa de Aerolíneas.

--¿Hubo riesgo en la seguridad por esta situación?
--Aerolíneas es una de las empresas más seguras del mundo y eso responde a que los pilotos están muy empoderados con el tema de la seguridad y se mantuvieron así. La tradición de Aerolíneas es que la seguridad es una prioridad. Ante la menor duda el avión no sale, por lo tanto, de ninguna manera se vio comprometida la seguridad en estos años. Dicho esto, lo que sí hubo es una desinversión en mantenimiento. Si bien no tiene impacto en la seguridad, sí lo tiene en la disponibilidad de aviones, porque al no haber realizado el mantenimiento programado, esos aviones no salen porque no están en condiciones.

--¿Cómo quedó la flota?
--Una de las cosas que no pasaba desde la época de Marsans es que comenzaron a canibalizar aviones. Entonces, hoy tenemos aviones en tierra, a los que ya les sacaron repuestos para ponerlos en los que están volando. Una de las primeras tareas es recuperar todo eso, que implica una erogación importante de fondos (desmonte de motores, trenes de aterrizaje y chequeo de las estructuras). Pero además de las inversiones, va a insumir mucho tiempo. El mantenimiento no se puede hacer a todas las unidades juntas instantáneamente. Se tiene que programar con los talleres y hangares. En este sentido, la flota de Austral es la más castigada, porque entraron todos juntos y habría que haber escalonado las tareas de mantenimiento.

--La gestión anterior había deslizado la idea de reemplazar todos los Embraer.
--Eso es una locura, porque la flota de Embraer es propia y una parte importante del activo de la empresa. Un orgullo, porque somos uno de los más grandes operadores de Embraer en el mundo y que lo hace con más productividad. Uno va por las provincias y se encuentra siempre un Embraer, porque es un avión muy versátil que permite hacer operaciones que con uno más grande no se puede hacer. Por el contrario, el objetivo sería poder ir renovando con la nueva línea de Embraer 195, que se adapta el mercado argentino. No tiene sentido pasar de una flota propia a una alquilada. Creo que lo que quisieron es hacer cash, tal como también lo hacía Marsans.

--¿Quién se benefició con esto?
--No sé si lo hicieron a propósito. No es rol mío juzgarlos, pero que lo hicieron, lo hicieron. Beneficiaron a empresas extranjeras, y entre ellas a LAN, a Copa y a American Airlines, permitiendo hacer vuelos desde distintas partes de la Argentina a los hub (puntos de conexión) que tienen instalados en sus países de origen. La autoridad aeronáutica le permitió hacer vuelos desde ciudades turísticas argentinas directamente a los hub de sus compañías en otra parte del mundo, como Santiago de Chile, Lima y Panamá. ¿Qué reciprocidad podemos tener con Panamá?

--Si bien técnicamente no hubo una política de cielos abiertos, estos acuerdos de reciprocidad de rutas y frecuencias cumplen una tarea similar. ¿Qué se puede hacer?
--El daño que hicieron en muchas cuestiones es irreversible. Se pueden rediscutir, pero son derechos adquiridos y acuerdos entre países. Va a llevar un trabajo importante darle un cauce o una instrumentación que sea razonable. Nos dejaron en una situación de vulnerabilidad que no va a ser fácil de revertir.





sábado, 27 de julio de 2019

Defendamos a Aerolíneas Argentinas... @dealgunamanera...

Defendamos a Aerolíneas Argentinas...


Aerolíneas Argentinas es la línea aérea de bandera de la República Argentina, dedicada al transporte comercial de pasajeros y carga. Es la mayor aerolínea del país, el quinto operador más importante de América del Sur y la aerolínea estatal más grande de la región.


Historia…


Como resultado de la fusión de Alfa, Zonda, Fama y Aeroposta (las denominadas “aerolíneas argentinas”) en 1950 surge la principal compañía de transporte aéreo del país.

En sus primeros años incorpora algunas de las aeronaves icónicas de la industria aérea, como el DC-3 y el Comet IV el cual inaugura la “era del jet”, un salto tecnológico que permitiría reducir los tiempos de vuelo a la mitad. Aerolíneas Argentinas es una de las empresas pioneras en el uso de este tipo de aviones, así como también en la realización de vuelos internacionales de manera directa.

A comienzos de 1965, la compañía adquiere cuatro aviones Boeing 707 para vuelos de largo recorrido. Un año después realiza el primer vuelo sin escalas entre Buenos Aires y Madrid, en 11 horas y 31 minutos, récord mundial de velocidad para la época.

En 1969 se suman los primeros Boeing 737 y a mediados de la década del 70 comienza a operar el Boeing 747, conocido universalmente como “Jumbo”. Dicho avión realizó el 7 de junio de 1980 el primer vuelo transpolar: salió de Buenos Aires, hizo escala en Río Gallegos, atravesó el Polo Sur y llegó a Auckland, Nueva Zelanda.

Aerolíneas Argentinas fue privatizada a principios de la década del 90’, más adelante Austral Líneas Aéreas se une al grupo empresario. En 2008, las cinco empresas que componen el Grupo Aerolíneas vuelven a formar parte del Estado Nacional.

Aerolíneas Argentinas ha realizado una importante renovación de su flota y de su infraestructura general contando, por ejemplo, con su propio centro de instrucción de pilotos (CeFePra) o el nuevo Hangar 5, el más grande de Latinoamérica. Del mismo modo, se encuentra en un constante proceso de modernización en todas sus aéreas tanto operativas como de servicio al pasajero.

Actualmente el Grupo Aerolíneas cuenta con una flota compuesta por aeronaves Embraer 190, Boeing 737-800 y Boeing 737-MAX8, Airbus 330-200 y 340-300. Aerolíneas Argentinas cubre, junto con Austral Líneas Aéreas, una extensa red de destinos domésticos, regionales e internacionales.