sábado, 22 de octubre de 2016

Para alimentar el relato macrista… @dealgunamanera...

Para alimentar el relato macrista…

Marcos Peña tendrá un límite del 10 por ciento para reasignar partidas aunque el kirchnerismo no había superado el 5. Imágen: DyN.

El Ejecutivo envió un proyecto al Congreso que establece un tope para la reestructuración de partidas por parte del jefe de Gabinete. Se pasa al 10 por ciento en 2017, 7,5 en 2018 y 5 en 2019. Se tratará en comisión la próxima semana.

© Escrito por Sebastian Abrevaya el sábado 22/10/2016 y publicado por el Diario Página/12 de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

Con el primer año parlamentario de Cambiemos entrando en su tramo final, el Poder Ejecutivo envió ayer tres proyectos de ley al Congreso con la expectativa de sancionarlos antes del 31 de noviembre. Se trata de una modificación a la ley de administración financiera para limitar los denominados “superpoderes”; la creación de un régimen de responsabilidad penal para las personas jurídicas por delitos contra la administración pública y un cambio en la ley de ART (ver nota aparte). 

Si bien el macrismo venía hace meses amagando con plantear el límite a la facultad del jefe de Gabinete para reasignar partidas, el proyecto llegó para su tratamiento recién ahora, mientras se debate el Presupuesto Nacional. Aunque no despertó rechazos, desde la oposición calificaron esta iniciativa como “marketinera” y advirtieron que en su artículo 51, el Presupuesto presentado por el PRO le otorga facultades extraordinarias a Marcos Peña, incluso superiores a las que ahora se restringen. “Lo que limitan por un lado lo dan por el otro”, aseguró el presidente del bloque del FpV, Héctor Recalde.

Con el ánimo de mantener en agenda su discurso de preocupación por la “transparencia”, el Gobierno envió al Congreso el breve texto de reforma de la ley de administración financiera. Se modifica el artículo 37, que en el 2006 había sido reformado por el kirchnerismo. La redacción vigente hasta ahora establece que “el Jefe de Gabinete de Ministros puede disponer las reestructuraciones presupuestarias que considere necesarias dentro del total aprobado por cada ley de presupuesto”. 

Si bien no existe un tope, fuentes del kirchnerismo remarcaron que la reasignación de partidas durante las gestiones del FpV siempre fueron por un porcentaje muy bajo, incluso inferior a la marca máxima que el macrismo establece ahora. La redacción propuesta para ese artículo fija una disminución gradual, de un máximo de 10 por ciento para el 2017, un 7,5 para el 2018 y un 5 por ciento para el 2019.

“Nosotros pedíamos la limitación de los superpoderes cuando éramos oposición y lo seguimos exigiendo ahora que somos oficialismo”, aseguró ayer el titular de la comisión de Prespuesto y Hacienda de la Cámara Baja, Luciano Laspina. El diputado macrista adelantó que la propuesta será tratada en comisión y que buscarán firmar dictamen el mismo día en que obtenga despacho de mayoría el Presupuesto 2017. Laspina señaló que el cinco por ciento de tope que se fijó para 2019 es el mismo que ya existe actualmente en la Ciudad de Buenos Aires.

En los fundamentos del proyecto firmado por el ministro de Hacienda, Alfonso Prat Gay, y por el jefe de Gabinete, Marcos Peña, se recuerda que la modificación de la ley de administración financiera de 2006 se produjo para evitar, como se hacía hasta el momento, prórrogar anualmente la facultad de reasignar partidas que se daba en la ley de Presupuesto. “Se considera necesario propiciar la sustitución del artículo 37 de la ley a fin de posibilitar una situación de mayor equilibrio entre las facultades propias reservadas al honorable Congreso de la Nación y una razonable flexibilidad en la ejecución presupuestaria por parte del Poder Ejecutivo nacional”, aseguran en su mensaje Prat Gay y Peña.

Contentos por la coincidencia con su prédica republicana, los radicales respaldaron el proyecto. El radical Miguel Bazze consideró que “es un avance para recuperar las atribuciones del Congreso” y agregó que se debería avanzar hacia la “eliminación” definitiva.

Desde la oposición no cuestionaron específicamente el proyecto, sino que advirtieron sobre la actitud del macrismo. “Limitar este artículo no es opinable, lo que llama la atención es que lo haga el propio Gobierno porque él tiene la facultad de no extralimitarse de lo que considere racional. Además, es bastante marketinero porque por otro lado hay otras leyes que autorizan la reasignación”, aseguró la diputada Diana Conti. “Nosotros relegamos lo secundario para priorizar lo importante. Y lo importante ahora es el Presupuesto”, completó Recalde, en diálogo con Página/12.

El Bloque Justicialista, liderado por Diego Bossio, había denunciado que el macrismo había escondido en la ley de Presupuesto el otorgamiento de facultades extra para la cartera que conduce Peña. El artículo 51 de la previsión de gastos e ingresos le otorga al jefe de Gabinete la facultad de “crear unidades ejecutoras especiales para gestionar planes, programas y proyectos de carácter transitorio, pudiendo disponer de las partidas presupuestarias necesarias para determinar la estructura, el funcionamiento y la asignación de recursos humanos que correspondan”. “Con este artículo hay un super jefe de gabinete plus”, alertó Bossio hace 10 días.

Desde el macrismo explicaron que la reforma a la ley ya estaba lista desde hace un tiempo y que se envió ahora para que se tramite junto al presupuesto. Sin embargo, por lo bajo señalaban que el timming del proyecto coincide también con un momento en el que el Gobierno viene recibiendo algunas críticas de sectores no kirchneristas por una supuesta falta de compromiso en la lucha contra la corrupción.


Doble estándar… @dealgunamanera...

Doble estándar…

Massa crítica, Sergio Massa. Dibujo: Pablo Temes

El Presidente le pone energía y brazos a la batalla electoral. Sombra económica.

© Escrito por Roberto García el sábado 22/10/2016 y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

A veces cuesta entender a Mauricio Macri, al menos su método. Más de uno, por ejemplo, se pregunta: ¿cuál es la razón por la cual el ingeniero trata de utilizar todos los instrumentos musicales para la batalla electoral del año próximo, en la que objetivamente no tendría que tener problemas, mientras sostiene el combate contra la inflación con un solista, con una sola mano además, conservando la otra atada a la espalda? 

Para un boxeador sería letal esa práctica; para un economista, un desquicio a pagar el olvido del gasto público excesivo. Misterio bifronte y suspenso, entonces. En un área, la política, en la que no debería perder hasta por razones atávicas, un rostro de Macri consagra todo tipo de esfuerzos; y en la otra, la económica, el otro rostro hace sombra como en el boxeo, echa culpas, casi se distrae y exige a unos lo que no se demanda a sí mismo. 

En un rubro, es explícito y apela a recursos diferentes. Un modelo: en la provincia de Buenos Aires descuartiza adversarios o ex aliados para convertirlos en enemigos (Sergio Massa). Ni siquiera aguarda el apotegma de un ex ministro: “El mayor peligro de Massa es él mismo”. Lo necesita achicado. También alimenta, suma y agradece fracciones de otros partidos, sellos, intendentes, divisiones (Florencio Randazzo, Julián Domínguez), e intenta congelar los números de las encuestas como si fueran corazones a trasplantar dentro de un año. 


Tal el caso de Daniel Scioli: luego de la entrevista secreta que mantuvieron, el ex gobernador divulgó su vocación de postulante, justo cuando ya era un hombre descarnado y sin ambiciones; desde entonces, y manteniendo una obediencia inalterable, ha vuelto a confirmar su fe cristinista, superior a la que mostraba antes de la derrota. Para suspicaces: esa devoción, como se sabe, lo llevó al cadalso. Cristina, a su vez, se enorgullece por el lugar que encontró en la provincia –a la que seguramente no intentará representar, ya que Santa Cruz se presenta más facil–, el favor del auditorio (entre 20 y 30 por ciento superior al de otros centros del país) que, le satisfaga o no, quizá le traslade a Scioli el año próximo. 

Además, quienes creen que la Justicia posterga decisiones sobre la ex presidenta, que prefieren no encarcelarla antes de los comicios del año próximo, que el oficialismo la necesita viva, limitada pero coleando, le facilitan a Cristina la respiración –sobre todo, quien se cree el Ave Fénix– aunque sea humillante el ejercicio. Ese cuadro del PJ, su revoloteo, le permite al dúo Macri-María Eugenia Vidal imaginar a costa de otros la constitución de un aparato territorial del que carecen, expandir lo que no tienen e, incluso, agregar especies que desnaturalicen sin prejuicios la pureza étnica del PRO. Lo que era inconveniente para la elección nacional ahora puede justificarse en el orden provincial.

Distinto el modelo macrista en Capital. Consiste en atrapar otro público, no precisamente peronista, ampliar lo que sí tiene y dispone su aparato partidario –el dominio territorial del PRO–, insuficiente sin embargo para repetir una hegemonía en las elecciones. De ahí que, lejos de apartar socios contingentes, Macri los entusiasma, como a Martín Lousteau y Elisa Carrió , quienes presentarían lista propia en 2016 para disgusto y venganza de Horacio Rodríguez Larreta, quien ahora propone la interna que antes desechó. 


También provoca tempestad en la UCR: hay muchos que no comulgan con el actual embajador en EE.UU., tanto que se le atribuye a Ernesto Sanz haberle pedido a Lousteau que no regrese a la Argentina. Parece que no le hará caso y, además, desde su marca poco conocida (Eco) ofrece una alternativa interesante a la insaciabilidad de otros radicales: pueden ir unos correligionarios en la lista de Rodríguez Larreta y otros en la que Lousteau comparte con Carrió. 

A su vez, la dama de la Coalición Cívica, vencida hasta ahora por el cigarrillo y orgullosa de fijarle condiciones a Macri, además de fotografiarse con “Rulitos” y contrariar a Sanz (lo que vendría a ser un placentero hobby para ella, después de haberlo agraviado en una reunión con el Presidente), brindará otro servicio: habrá de blanquear a ciertos radicales que también desean fotografiarse con Lousteau. Y para Macri, de continua y lisonjera comunicación con esos dos partners, el juego de alianzas se torna redondo: pretende, copiando a los peronistas de antaño, que colectoras del tipo Lousteau-Carrió lo favorezcan en los cómputos finales, sin importar que ese rédito implique cierta jibarización del PRO y del jefe de Gobierno porteño. 

Finalmente, como ha manifestado Jaime Duran Barba –ausente tal vez del país hasta después de las elecciones para no despertar iras–, no se trata de conseguir más diputados o senadores propios en los futuros comicios, sino de consagrar la sensación del triunfo. Como si el objetivo fuera ratificar una línea, una tendencia, un gobierno bajo la binaria repetición de “Venezuela o nosotros”. La experiencia de diez meses demuestra, por otra parte, que se puede administrar el Congreso sin necesidad de tantos fieles. Será costoso, temporario, pero las contrataciones rinden.

La otra faz de Macri, la económica, no registra la misma amplitud. Por el contrario, se encierra, revela inconsistencias preocupantes (déficit, actividad, desocupación, pobreza) y la superficialidad de Federico Pinedo o del propio Macri, tildando a los empresarios de “langas” o de que tienen que poner el traste, vulgaridades antes reprochables en funcionarios de menor jerarquía como Guillermo Moreno. No lo dijeron en el Mini Davos, son expresiones típicas de quienes no se preguntan de dónde proviene su sueldo ni de las implicancias finales por cambiar un lema de Bill Clinton por otro propio: “Es la política, estúpido”. Tal vez no alcance. 


Fantasmas 22 de octubre… @dealgunamanera...

Fantasmas 22 de octubre…

  Poder o no poder, Mauricio Macri. Dibujo: Pablo Temes

Macri avanza más con gremios y empresarios que con la economía.

© Escrito por Carlos De Angelis, Sociólogo Analista Político, el sábado 22/10/2016 y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

No se equivocaba el filósofo francés Michael Foucault cuando sostenía que “el poder se ejerce”. La palabra “poder” proviene del latín possum, que significa tener capacidad o fuerza para hacer algo. El poder no es una cosa fija, sino que se produce, se acumula, y seduce cuando pone a circular un discurso que se instala en un lugar de verdad.

Sin estas consideraciones no podría entenderse cómo un gobierno, basado en un partido nuevo, con escasa experiencia política, que ganó con lo justo, y con una minoría legislativa haya logrado consolidarse al punto de sentar en una mesa a una otrora poderosa CGT para ofrecer un escueto bono de fin de año, que incluso los empresarios dudan en poder o querer –según el caso– pagar.

El poder convoca, cautiva y gratifica, por eso otra forma latina de conocerlo es potentia. Pero también segrega y castiga. Lo curioso es que, para instituir el dispositivo, las cabezas ideológicas del Gobierno también leyeron a Ernesto Laclau cuando indicaba la polarización como la herramienta correcta para la acumulación de poder. Bajo esta idea se generó la exitosa narrativa de la pesada herencia, instalando que el gobierno anterior había sido algo cercano a una asociación ilícita.

Esta historia se vuelve “verdad” bajo el motor visual del olvidado José López y los bolsos voladores del monasterio. Pero el mismo movimiento coloca a Cristina Fernández de Kirchner en el sitial de la oposición, como lo reconociera en este mismo diario Marcos Peña. Cristina parece muy cómoda allí y, abandonando todo atisbo de tibia autocrítica sobre su gobierno –como la necesidad del conflicto con el campo o  la imposición del cepo cambiario–, se fortalece marcando las falencias de su sucesor y convocando a los –cada vez más amplios– sectores bajos de la sociedad.

La polarización afectará a candidaturas alternativas, aun cuando el Gobierno complete su estrategia con el sostén de otras boletas que dividan el espacio opositor para poder plantar una bandera ganadora en 2017, aunque sea por un voto.

El triunfo de la pantalla.

Redondeando los preparativos para las próximas elecciones, ya tiene media sanción en Diputados la llamada “reforma política”, que es en realidad un cambio en los procedimientos electorales, con la imposición del voto electrónico y el abandono de la boleta tradicional de papel. La incidencia en los resultados de los sistemas de votación suelen ser impredecibles, como ocurre con las PASO; Macri ganó usando el sistema de primarias –contra Carrió y Sanz–, mientras que Vidal ganó como única candidata. 

Pero el principal efecto que se puede observar de la utilización del voto electrónico parece ser la neutralización del “aparato político” antes imprescindible para “asegurar la elección”. Ya no harán falta miles de militantes para garantizar la limpieza de los sufragios.

El voto electrónico, argumentado desde una visión modernizadora de la política, declara en el mismo acto prescindibles las estructuras partidarias ligadas al territorio coronando la tele-política. En plata, el PRO ya puede agradecer los servicios prestados a la UCR, y Cristina puede prescindir del auxilio de los “barones del Conurbano”. Se abre otra discusión: cómo se mostrará la oferta electoral en las pantallas de votación. La mesa, más allá de sus bemoles, exponía al votante a todas las boletas con la simultaneidad que permite la vida offline, y trasladadas a una pequeña pantalla electrónica generan una serie de incógnitas.

“Romperse el traste”.

Todo el entramado político cuya finalidad es un triunfo del oficialismo en 2017 depende del despegue de una economía que sigue sin entregar buenas noticias. La relativa baja de la inflación se está haciendo al alto costo del enfriamiento del consumo, que obviamente afecta principalmente a los sectores de la economía que dependen del mercado interno. Pero una inflación en dólares cercana al 40% para este año vuelve a colocar al país en la encrucijada de un dólar barato, lo que estimula las importaciones, el turismo y las compras en el exterior y complica las exportaciones.

Las declaraciones de consejero de la Embajada de China acerca del alto precio del aceite de soja deben ser una alarma sobre uno de los pocos productos argentinos posibles en el supermercado del mundo. La reticencia de los empresarios locales a invertir –real fórmula para mejorar la competitividad– ha llevado al Presidente al poco académico pedido de que se “rompan el traste”.

Pero los hombres de negocios, renuentes a abandonar el paradigma de “empresarios ricos, empresas pobres”, piden al unísono menos impuestos y flexibilidad laboral, y el clásico menos Estado. La caída del PBI en 1,5 que estima el FMI será la mala noticia que cerrará el año.

¡Ni una menos!

La violencia ejercida contra las mujeres enluta al país a la par que se hacen públicos en forma diaria casos de violaciones y muertes ejecutadas por hombres. Sobre estas situaciones se espera la actuación de una Justicia que muchas veces no llega. Principalmente contra estas circunstancias un grupo de mujeres tomaron la novedosa iniciativa de llamar a un paro de una hora el miércoles y marchar en plena lluvia, una acción colectiva que corre el riesgo de naturalizarse sin un programa concreto de iniciativas mensurable, así como tampoco puede ser un debate que sólo incumba a un pequeño grupo feminista activo.

Debajo de las situaciones extremas existe una multitud de eventos cotidianos y “no públicos” de maltratos, insultos y acosos que pueden provenir de desconocidos en la calle o incluso de compañeros de trabajo. Mujeres temerosas de tomar un transporte público o un taxi porque implican riesgos en determinados horarios del día, mujeres que deben evaluar su vestimenta para no ser  objeto de acoso en su lugar de trabajo y un largo etcétera son condiciones por las cuales jamás pasa un hombre.

Las formas de poder que los hombres ejercen a diario sobre las mujeres constituyen un fantasma autoritario que recorre a la sociedad argentina –y que frecuentemente recala en las formas políticas–, y que debe interpelar tanto al sistema educativo, a la organización familiar como a los mensajes que generan ciertos medios de comunicación con publicidades que insisten en formas esquematizadas de mostrar el mundo.



miércoles, 19 de octubre de 2016

Estúpida y sensual xenophobia… @dealgunamanera...

Estúpida y sensual xenophobia…

Argentinos nacidos en Europa descansan de a quinientos por metro cuadrado en un palacio de arquitectura neorrenacentista previo a salir a trabajar la tierra de San Telmo.

Samuel nació en Caracas hace 28 años. Llegó a la Argentina por primera vez de vacaciones y se enamoró de Buenos Aires. Años después, harto de la situación de su país y viendo que estaba al borde de la pobreza teniendo un trabajo que en cualquier otro país le permitiría llevar una vida holgada, vendió lo último que le quedaba –su “carro”– que, por esas cosas de las diferentes cotizaciones del dólar, le alcanzó para pagarse dos pasajes. Llegó a Buenos Aires con su esposa de manera legal, por el aeropuerto de Ezeiza y con los papeles en la mano.

Tanto él como su esposa tienen dos títulos universitarios cada uno. Ella trabaja de mesera en un bar de Palermo por unos pocos pesos más la propina. Él atiende un kiosco de siete de la tarde a siete de la mañana del día siguiente. La semana pasada fui testigo del primer comentario despectivo que recibió cuando un señor muy bien vestido le recriminó que le quitara el trabajo a los argentinos. Como si algún argentino con dos títulos universitarios aceptara atender un kiosco doce horas por noche seis días a la semana. Como si hubieran echado a un ingeniero para darle el puesto.


La primera vez que me llamó la atención la inmigración fue a mediados de los años noventa, cuando a Buenos Aires empezaron a llegar oleadas de bolivianos. El motivo principal por el que les presté atención obedece al más sencillo principio del asombro: no cumplían con el parámetro de porteño medio. De rasgos aborígenes, vestidos con ropas de colores insoportablemente estridentes y las mujeres con sombreros. No hubieran pasado desapercibidos ni con niebla.

Hoy, en tiempos en los que muchos se preocupan humanitariamente por el conflicto sirio o porque nadie llora por los muertos del huracán de Haití –que con la guita que recibe después de cada desastre ya debería tener la infraestructura de Dubai– nos hacemos bien los boludos con la inmigración silenciosa del hambre venezolano. Rostros europeizados en su mayoría, salvo que se pongan a hablar, ni nos enteramos de que no son de acá. Pero si alguno se pone a charlar con ellos –y no para pedirles que se vuelvan a su país– puede encontrarse con una realidad tristísima: el éxodo de gente que vende lo poco que le queda para poder irse del país al que aman. No es un detalle menor, ya que esos que pueden irse son los afortunados.


Natalín usa un ambo verde en la guardia de una clínica privada céntrica. Sí, es médica. Charlando con ella uno puede sacarse todos los prejuicios de encima –si hay algo que nunca sobra en ningún país son médicos– y anoticiarse que no vino al país para estudiar, sólamente, sino que vino a cumplir con los años de residencia que necesita para poder ejercer la medicina en su país, Colombia. Le pagan en blanco, tributa ganancias, paga el 21% de IVA en cada compra, usa el transporte público, alquila. En Colombia tendría que pagar para ejercer la medicina hasta sumar los años necesarios en un sistema perverso. Aquí trabaja.


Lo de la xenofobia argentina debería ser un tema para tratar en terapia. A veces solapada por la culpa, otras oculta tras la corrección política, otras tantas a flor de piel cuando necesitamos culpar a alguien por lo que otro nos sacó, el desprecio selectivo a quien no es de acá, es un asunto que se cuela alguna vez en todas las familias. En todas. Entre mis ocho bisabuelos sumo tres nacionalidades distintas y ninguna es inca o querandí. Ni siquiera tengo una gota de sangre española como para reclamar derechos naturales y coloniales. Y a excepción del puñado de 100 apellidos patricios y los pocos aborígenes no mestizados que quedan en el territorio, el resto de los argentinos llegó o nació de los que llegaron tiempo después. Mucho tiempo después.

Uno de mis abuelos nació en un conventillo. Está claro que el poder adquisitivo de su padre no podría costear los tributos al Estado que pudieran justificar el uso del pupitre en un establecimiento educativo. Pero tuvo educación primaria, secundaria y terciaria. Su hermana se recibió de abogada en la UBA. Mi otro abuelo no pudo terminar sus estudios, pero la realidad de un país en el que nadie le preguntaba la nacionalidad antes de darle un empleo lo hizo salir adelante y brindarle educación a sus hijos. Nota al margen: ninguno de mis abuelos se salvó del “tano de mierda”.

Ya sé, me van a venir con que la sociedad era distinta porque un europeo encajaba de lo más lindo en este paraíso de mansiones de la calle Alvear. Por eso terminaron todos viviendo en casas levantadas como pudieron en terrenos en Loma del Orto y laburando de albañiles, zapateros, verduleros y otros oficios propios de la nobleza europea y fueron tratados como aristócratas con títulos nobiliarios como Moishe tacaño, Gaita ignorante y Tano bruto.


Un cacho de cultura tributaria. La educación pública en Argentina se financia con presupuesto estatal, en su mayor parte con recursos de libre disponibilidad. Esto quiere decir que se lo banca con impuestos en general, que no hay un producto o tributo específico que diga “mantenimiento educativo”. En una época lo hubo: en 1999 el Estado creó el “impuesto docente” mediante el cual los que tenían auto pagaban un tributo destinado, básicamente, a borrar la carpa blanca de la plaza de los Dos Congresos.

Al no existir un tributo directo, cualquier boludo que compra un alfajor, un champú, un dentífrico o una botella de gaseosa, está dejando poco más de un quinto de su precio en Impuesto al Valor Agregado. Y no es poca cosa: nuestro 21% es el sexto IVA más caro del mundo, sólo superado por los países nórdicos y Uruguay, donde tienen 22 puntos de IVA, pero son tantos los productos exentos que en la canasta mensual tiene menor impacto que el argentino.

La presión impositiva en nuestro país es insoportable. Lo sabemos y lo padecemos. Muchos ponen el grito en el cielo y ratifican su postura al saber que el impuesto inmobiliario también forma parte de la recaudación y eso es algo que se puede utilizar para financiar la educación pública. Relax, estimado lector: el inmigrante no es de residir en una alcantarilla, y, por lo general, el que viene a estudiar es de alquilar. Como todos saben, aunque la ley diga lo contrario, los que alquilan se hacen cargo de pagar los impuestos inmobiliarios y municipales.

A ello hay que sumarle que para poder mantenerse en la Argentina requieren de alguna de estas dos opciones: o reciben remesas de sus padres, que no es otra cosa que dinero contante y sonante que ingresa al país para circular en el comercio y terminar en buena parte recaudado por el Estado en impuestos, o trabajan. Y si laburan y no pagan el impuesto a las ganancias es porque cobran miseria. Para redondear, los que están en blanco pagan aportes patronales para una jubilación que, si se vuelven a sus países una vez finalizados sus estudios, no cobrarán never in the puta life.

Del otro lado de la misma moneda nos encontramos con el debate que algunos quieren dar también amparados en la falta de sentido común: el caso de los que provienen de familias pudientes y van a la universidad pública. Son los que el viernes a la noche estacionan el cero kilómetro en las inmediaciones de la facultad y faltan alguna que otra vez porque se fueron a pasar el fin de semana a Long Beach. Suponer que no se merecen la educación pública es, nuevamente, no entender que, si son los que más tienen, son los que más gastan y, por ende, los que más aportan al tesoro. ¿Por qué impedirles que utilicen una universidad que también financian?

Lo que sí es cierto es que muchos de los que ingresan a la universidad pública provienen de una educación primaria y secundaria privada. Estadísticamente, los que provienen de la educación pública son los menos y esto habla de distintas necesidades: el desastre del nivel educativo y la necesidad de salir a laburar full time picaban en punta hasta hace unos años. Hoy comparten el trono con las ganas de no hacer un choto.


Sí, es cierto que muchos avivados se aprovechan de las bondades de Argentina, pero no por nuestra legislación generosa que proviene de nuestra Constitución Nacional, sino por la falta de controles en la aplicación de la normativa. El ejemplo de los tours de salud que provienen de países limítrofes para atenderse en hospitales públicos con turnos que les sacan desde agencias de turismo, o los simpaticones que llegan al país, se toman un terrenito, y luego exigen que se los den o, en el mejor de los casos, se los vendan, que lo quieren pagar, como si estuviéramos en un universo paralelo en el que una propiedad se puede pagar en 550 mil cuotas de veinte pesos. Ni que hablar de los que cruzan el Pilcomayo, cobran el plan, votan y se vuelven a Paraguay. Solo un tuerto emocional puede cruzarse con un laburante o un estudiante extranjero y recriminarle la toma de terrenos o las chantadas clientelistas norteñas.

Ahora que está de moda revolearnos estadísticas por la cabeza, también hay que agregar que el 5,7% de todos los presos que tienen el sistema penitenciario argentino es extranjero. Como suena bajito, digámoslo al revés: el 94,3% de los presos de Argentina son argentinos. 94 personas y dos brazos de cada cien. Nueve personas y un torso de cada diez. O sea: en el único rubro en el que existen estadísticas reales para afirmar si nos sacan lugares de privilegio, es en el penitenciario. Y no, ahí les ganamos por paliza y nadie nos quita una celda para dársela a un foráneo.

Puedo entender otro tipo de soluciones que se podrían aplicar para paliar nuestra necesidad de culpar a otros por nuestros problemas, como arancelar la universidad para quien viene de afuera, o enviar el resumen de gastos hospitalarios a las respectivas embajadas de cada ciudadano del mundo, pero nuestra Constitución Nacional lo impide. Lo que sí es remarcable es que, todos aquellos que dicen que no se puede comparar esta inmigración que viene a utilizar nuestras universidades con las de nuestros abuelos, tienen razón: a nuestros abuelos el Estado les dio alojamiento, abrigo y comida, les buscó trabajo y les facilitó los trámites con ese temita del idioma. Ah, además les permitió usar la salud y la educación pública.

Nunca terminaré de entender esa cosa de recordar las raíces europeas de nuestros abuelos –que, si tan aceptados eran en sus países de origen, no tendrían que haberlo abandonado contándose las costillas del hambre–, mencionar nuestro pasaporte italiano/europeo en alguna que otra charla, y ratificarnos ultra nacionalistas para delirar a Brasil en un partido de fútbol o cada vez que aparece un tipo que habla con acento de telenovela y cuyo único pecado cometido es el de haber llegado después que nosotros.

Y todos nos hacemos los boludos con los destrozos de nuestros manifestantes vernáculos, de los robos, estafas y homicidios de nuestros compatrióticos compatriotas. Y mejor ni hablar de los problemas que generaron, generan y generarán nuestros políticos bien argentinos, en nombre de la Patria, ésa que nos ponemos al hombro cada cuatro años, siempre y cuando a la selección le vaya bien, o cuando vemos a una persona que habla el castellano con un acento extraño, sea venezolano, colombiano o correntino. Parte de nuestra idiosincrasia: si no se le entiende nada, lo vemos con otros ojos, aunque sea un mafioso ucraniano. Sólo por dar un ejemplo, desde 2013 ingresaron 25 mil ciudadanos italianos a la Argentina para probar suerte.

A diferencia de nuestros abuelos, vienen instruidos, con título y experiencia. Si no fueran físicamente idénticos al porteño promedio, serían el terror del nacionalista.

Supongo que está inexplicablemente en nuestra cultura. Vienen a quitarnos los trabajos que rechazamos, las camas de los hospitales que no usamos y los pupitres de las universidades de las que egresan sólo el 14% de quienes se inscribieron. Nadie saca cuentas de cuánto le cuesta al Estado cada estudiante crónico, ni mucho menos se hacen eco de la última encuesta universitaria de la UBA en la que el 84% de los alumnos se manifestaron a favor de un examen de ingreso.

Pero en definitiva, son detalles. Después de todo, con nuestra plata hacemos lo que queremos, qué carajos.

Martedì. “Patriotismo es tu convencimiento de que este país es superior a otros sólo porque tú naciste en él”. 

© Escrito por Lucca el martes 18/10/2016 y Publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Todo el contenido publicado es de exclusiva propiedad de la persona que firma, así como las responsabilidades derivadas.



Memorias del Exilio - Miguel Angel Estrella... @dealgunamanera...

Memorias del Exilio - Miguel Angel Estrella


© Publicado el sábado 19 abril de 2014 por Memorias del Exilio de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.


Dirección: María Bagnat
Director de fotografía: Pablo González Galetto
Jefe de editores: Marino Morduchowicz
Coordinación de producción: Pedro Tomás Guerri
Cámaras: Pablo González Galetto - Pedro Tomás Guerri - Gabriel Alejandro González
Edición: Marino Morduchowicz - Tomás Larriñaga - Pedro Tomás Guerri - Gabriel Alejandro González
Sonido directo: Pedro Tomás Guerri - Gabriel Alejandro Gonzaléz
Post producción de sonido: Sebastián Blejman
Música original: Mariano Bagnat
Transcripción de textos: Florencia Gallego - Viviana Picciulo - Fernanda Viziano
Traducciones: Agustina Blanco - Laura Tejera - Paula Almirón
Subtítulos: Gabriel Alejandro González

Biografía de Miguel Ángel Estrella.





lunes, 17 de octubre de 2016

#BrocheroSanto… @dealgunamanera...

#BrocheroSanto…

En una histórica ceremonia, el Papa declaró santo a Brochero. El Papa canonizó al sacerdote cordobés y a otros seis beatos de distintos países. "Ellos representan el estilo de vida espiritual que nos pide la Iglesia", destacó.


© Publicado el lunes 17/10/2016 por http://www.cadena3.com de la Ciudad de Córdoba, República Argentina.

El papa Francisco proclamó ayer santo al "Cura Gaucho", el argentino José Gabriel Brochero, ante miles de fieles que asistieron a la ceremonia en la plaza de San Pedro en el Vaticano.

Después de pronunciar la tradicional formula en latín para proclamar al primer santo argentino, el papa rezó por él y elogió el "corazón generoso y fiel" de quien que supo recorrer a lomo de mula los cerros cordobeses para transmitir la palabra de la religión católica.

El sacerdote cordobés que evangelizó a lomo de mula en las sierras de Córdoba e hizo propias las necesidades de los sectores más pobres de esa región mediterránea, se convirtió así en el primer santo que nació, vivió y murió en la Argentina.

En la misma ceremonia, el Sumo Pontífice proclamó santo al "niño mártir", el mexicano José Sánchez del Río, un joven cristero de 14 años procesado y ejecutado por oficiales del gobierno de su país, durante la guerra cristera en México en 1928.

Los dos nuevos santos latinoamericanos, que vivieron a comienzos del siglo XX, son figuras que representan a la iglesia católica en el continente: uno comprometido con los pobres y enfermos, otro dispuesta a sacrificar su propia vida por la fe.

"Los santos son hombres y mujeres que entran hasta el fondo del misterio de la oración. Hombres y mujeres que luchan con la oración, dejando al Espíritu Santo orar y luchar en ellos; luchan hasta el extremo, con todas sus fuerzas, y vencen, pero no solos: el Señor vence a través de ellos y con ellos", explicó el papa ante miles de fieles.

Durante la ceremonia también fueron canonizados otros cinco santos: los franceses Salomón Leclercq (1745-1792) e Isabel de la Santísima Trinidad Catez (1880-1906), el español Manuel González García (1877-1940) y los italianos Ludovico Pavoni (1784-1849) y Alfonso María Fusco (1839-1910).

Las reliquias de los nuevos santos, entre ellas fragmentos de huesos, fueron bendecidas por el papa Francisco.

"Ellos representan el estilo de vida espiritual que nos pide la Iglesia: no para vencer la guerra sino para vencer la paz", recalcó el papa, recordando que "hay que orar siempre sin desanimarse".

Una celebración de la Iglesia junto a 80.000 fieles

Unas 80.000 personas, según precisó la oficina de prensa del Vaticano, asistieron a la ceremonia, entre ellos unos 2.000 argentinos y 1.000 mexicanos, además de religiosos y autoridades como el presidente Mauricio Macri.

También, estaban presentes familiares de los nuevos santos así como de los dos niños que se recuperaron milagrosamente e inexplicablemente para la ciencia por intercesión de los dos santos.

Al término de la ceremonia religiosa, bajo un sol primaveral, al son del himno de la virgen de la Guadalupe, inició la fiesta en honor de los nuevos santos.

Miles de peregrinos vitoreaban a los nuevos santos, entre ellos los cientos de argentinos de la provincia de Córdoba, que exhibían fotos y estatuillas del "Cura Brochero", con su típico sombrero, algunas montado en una mula y otras con las frases célebres del religioso.

Por su parte unos 800 mexicanos, guiados por una enorme cruz, se congregaron en un sector de la explanada, muchos de ellos izaban banderas tricolores, estandartes y carteles con el nombre de "Joselito", como llaman al joven mártir.

El papa Francisco lucía particularmente emocionado, abrazó y saludó uno por uno al centenar de obispos argentinos y mexicanos que viajaron especialmente para la ocasión, marcada también por el fervor religioso.

"Envío un pensamiento especial a las delegaciones oficiales de Argentina, España, Francia, Italia y México. Que el ejemplo y la intercesión de estos iluminados testigos (de fe) los ayuden en sus compromisos tanto en el campo laboral como de servicio", dijo el Papa.

Además de los latinoamericanos, se suma a la lista de nuevos santos el español González, obispo de Málaga y Palencia y conocido como el "apóstol de la eucaristía".

Por su parte, el francés Salomón Leclercq, que fue mártir de la Revolución Francesa y miembro de los Hermanos de las Escuelas Cristianas La Salle, llega a la santidad por haber intercedido en la curación milagrosa de la niña venezolana María Alejandra Hernández, quien fue mordida en una pierna por una serpiente.

Con esas canonizaciones, Francisco se convierte en uno de los pontífices que más ha proclamado santos en tres años de pontificado, entre ellos a los pontífices Juan XXIII y Juan Pablo II en 2014 y a madre Teresa de Calcuta este año.

Los dos chicos con los que argumentaron milagros de Brochero –Nicolás Flores y Camila Brusotti– estuvieron presentes en la ceremonia junto a la postuladora de la causa de canonización, Silvia Correale.