sábado, 14 de marzo de 2015

San Lorenzo-Huracán, una pulseada de barrio... De Alguna Manera...

El clásico...


Los viejos rivales volverán a enfrentarse luego de cuatro años. Los dos presidentes, en nombre de una cita en paz, cuentan sus sensaciones de hoy, de ayer, de siempre
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Un hincha se lo dice al oído, casi en secreto: "¿Vos sabés cómo se llama esta esquina?" Matías Lammens, presidente de San Lorenzo, se ríe. Y dice, con esa experiencia en la comunicación forjada más en los barrios del sur que en el Nacional Buenos Aires: "Sí, ya sé quemero. Se llama Homero Manzi. Pero es nuestra...". La escena sucede en San Juan y Boedo, territorio de celebraciones azulgranas. Es la antesala del regreso del Clásico de Barrio más grande del mundo, que se disputará mañana, luego de cuatro temporadas.

-¿Cómo se construye un clásico en paz?
Lammens: -El que sea un clásico tan porteño lo dota de, además de rivalidad, de cercanía. Somos vecinos, amigos. Como ningún otro clásico, este ha conservado lo barrial. Tal vez sólo suceda en Rosario, pero esta es la ciudad más grande del país y este clásico es un clásico de vecinos. A la vez, tiene dimensión nacional por la importancia de los dos equipos. Esto de la rivalidad y la no enemistad tiene que ver con eso, con que el domingo a la noche habrá muchos hinchas de San Lorenzo y Huracán que estén comiendo juntos.
Nadur: -Tengo amigos, conocidos que son de San Lorenzo. Estamos todos unidos, siempre, incluso en la familia tengo hinchas de San Lorenzo aunque algunos ya no lo son tanto; seguro también le pasa a Matías, que nuestros afectos se inclinen un poco más por nuestro equipo por el lugar que tanto él como yo ocupamos. Compartimos la zona, los barrios de la ciudad de Buenos Aires. No somos enemigos; acá hay dos semanas -una antes y una después del partido- donde vivimos con las cargadas y el folclore. Dentro de los estadios hubo muchas veces comportamientos no deseados, pero somos sólo adversarios, los más importantes de la ciudad.

-El clásico no se juega hace cuatro años. ¿Cuáles son sus últimos recuerdos en los San Lorenzo - Huracán?
Lammens: -El que jugamos en cancha de Huracán, el del debut de (Félix) Orode (NdeR: un 2-0 en el Ducó con goles de Torres y Civelli). La pasamos mal, pero mal en serio. Estaba en la popular con mis amigos y tiraron gases lacrimógenos, quedamos como enfrascados y no había aire, por lo que mucha gente se tuvo que ir. Si bien el recuerdo futbolístico, con todo lo de Orode, quedó lindo y fue feliz, también fue una de las veces que peor la pasé. Lo que decíamos recién, por ejemplo: yo tenía amigos de Huracán en la Miravé que se vinieron para el lado en que estábamos nosotros para ver si estábamos bien.
Nadur: -El mío es el último que dirigió Brindisi, el 3 a 0 en el Ducó. Lo disfruté muchísimo por los chicos de las inferiores, que hicieron un gran partido y golearon a San Lorenzo. Y también el 1-4 en la cancha de Boca, que habíamos empezado ganando, se suspendió por lluvia, nos expulsaron a Pastore... Estábamos jugando muy bien, era el comienzo del gran equipo que tuvimos después y que lamentablemente no pudo salir campeón.

-¿Qué les genera jugar el clásico sin hinchas visitantes? A los demás ya les venía pasando, pero para San Lorenzo y Huracán será la primera vez.
Nadur: -El fútbol se desarrolló como tal contando con jugadores, arqueros, árbitros y público, tanto local como visitante. Ante la situación de inseguridad, no queda otra que aceptarlo, aunque no sea lo que nos guste ni lo ideal.
Lammens: - Falta el protagonista principal de todo esto. El fútbol argentino está devaluado a nivel técnico porque debe vender para fortalecerse patrimonialmente o, al menos, pagar las deudas que asume. En ese contexto, la gente pasa a ser el condimento más importante que tenemos. Y los San Lorenzo-Huracán, con los cantos, las cargadas de un lado a otro... Me acuerdo de una vez que empezaron con el "olé, olé, olá", de un lado a otro. Ellos nos cantaban "14 años que tuvieron que alquilar", y nosotros respondíamos "14 años que les dimos de morfar". Y así fue un ida y vuelta de un rato largo. Era lo más lindo que teníamos... Cuando vinieron con los salvavidas a nuestra cancha... Pero como dice Alejandro, hay disposiciones que tenemos que aceptar, y si son en pos del bien común, como dirigente tiene que primar el sentimiento de que la gente no sufra ningún daño. Hay que trabajar para que vuelvan los visitantes.
Nadur: -Sería hermoso tener a las familias en un clásico como este.

-¿Están las circunstancias dadas para que eso suceda en el corto o mediano plazo?
Lammens: -Hay que repensarlo, porque la falta de visitantes no ha solucionado nada. Al contrario, hay casos cada vez más graves que terminan ocurriendo por las internas de las propias barras de los clubes. Sería bueno, y ya lo hemos hablado con Alejandro, propiciar un amistoso ida y vuelta, en las dos canchas, con público, para demostrar que se puede. Concientizando a la gente, que quiere que este partido sea en paz. El 99% del público quiere eso, no puede ser que gane el 1%, no nos podemos dar por vencidos. Como decíamos antes, hay mucha gente cruzada, con muchísimos vínculos entre San Lorenzo y Huracán. Entonces, ¿con quién te vas a pelear?
Nadur: -Hay que concientizar a la gente para que vaya al clásico a disfrutar y no a sufrir. Se puede sufrir por un mal resultado, obviamente todos nos ponemos tristes cuando perdemos el clásico, no queremos ir el lunes a trabajar o a estudiar, pero se termina ahí, en la cancha.
Lammens: -Sería una gran demostración hacer un partido en cada cancha con público de los dos, para salir de la inercia.¿Cómo vamos a terminar dentro de poco? ¿Viéndolo todo por televisión, sin nadie en la cancha? ¿Hacia dónde va esto?

-En lo futbolístico, ¿cómo ven a su equipo para el domingo?
Nadur: -Huracán es un equipo más defensivo, por momentos, y por ahora tiene poco gol. Pero estamos convencidos de que haremos un muy buen partido y disculpame, Matías, pero queremos llevarnos los tres puntos.
Lammens: -¡Nada que disculpar! Yo creo que es un partido que creo que San Lorenzo debería ganar. Jugamos con nuestro público, en nuestra cancha, tenemos un plantel importante que viene haciendo las cosas bien y los jugadores son conscientes de la importancia que tiene este partido. Te das cuenta por cómo declararon esta semana; perciben la efervescencia que hay en la gente. San Lorenzo lo irá a buscar, Huracán pienso que esperará un poco más por las condiciones que hablamos. A priori, San Lorenzo va como favorito, pero eso no asegura nada. El otro día a San Martín de San Juan le creamos 17 situaciones y perdimos.

-Matías, el año pasado, le dijiste a Clarín que querías que Huracán volviese a Primera...
-Sí, claro. Dije que a San Lorenzo le convenía tener a su máximo rival en la misma categoría.

-Y también dijiste que eran...
(Interrumpe, sonriendo): Que eran seis puntos asegurados. Esa chicana no puede faltar, si les llevamos 32 partidos...
Nadur: -La aceptamos, la aceptamos.

-Pero Huracán está en una situación totalmente distinta ahora.
Lammens: -Sí, eso lo fortalece a San Lorenzo. Cuando Huracán no está, nosotros estamos rengos. Boca tiene a River, Racing a Independiente y nosotros a Huracán.

-No sos el hincha de San Lorenzo que se llena con ganarle a Boca.
Lammens: -No, no. Disfruto ganarle a Boca porque tiene un sabor especial, diferente al de Huracán. Ahí hay una historia de sentir que le ganamos al poder, me enorgullece eso. Pero el clásico es de barrio, se vive con pasión y los hinchas de Huracán también esperan todo el año jugar con nosotros. Después de tanto tiempo sin jugarlo, tenemos una expectativa tremenda. Recién hablé por la venta de entradas y en un día de venta de plateas vendimos arriba de 500 mil pesos.
Nadur: -Para los dos es nuestro primer clásico como presidentes y los momentos de las instituciones son muy particulares. Creo que nunca en la historia se vivió como ahora, jugando copas internacionales los dos equipos, con muchas expectativas en torneos internacionales.
Lammens: -Es un momento importante para los dos, que no se dio nunca. Ellos campeones de la Copa Argentina, nosotros de la Libertadores, jugando la Copa por primera vez al mismo tiempo...

-Les planteamos un juego. Si tuvieran que elegir a un jugador del otro equipo, ¿cuál sería?
Nadur: -Ninguno (risas). Confío, me apasionan y estoy enamorado de los jugadores de Huracán. Pero me gusta Cauteruccio. Juega bien, tiene mucha técnica, es un gran definidor y tiene clase. Ojo, lo pondría de suplente porque nosotros tenemos a Wanchope Abila, eh.
Lammens: -A mí me gusta mucho Espinoza. Creo que tiene muchísimo futuro y además le tira bien los centros a Contreras... Es un proyecto interesante que está un poco en extinción, puede jugar de wing tranquilamente. Le va a dar muchas satisfacciones a Huracán y a nivel patrimonial también será muy importante.

-Si tienen que elegir dos clásicos; uno, el más feliz; el otro, el más triste, ¿cuáles serían?
Lammens: -El 5 a 0 en cancha de San Lorenzo, en el 95. San Lorenzo estrenó una camiseta ese día. Mi vieja, Esperanza, me llevó a la cancha; mi viejo ya había fallecido. Estuve en la platea Sur con ella, fue una de las pocas veces que fuimos juntos. Y el más feo, por la desilusión que me llevé, fue cuando tenía diez años. Perdimos 1 a 0 con gol de Herrero, en cancha de Ferro. Yo estaba en la platea techada con amigos de mi viejo.
Nadur: -El mejor, el que dirigió Brindisi, el 3 a 0 al San Lorenzo de Ramón. El peor, ese del 2008 en cancha de Boca. Pensábamos que los íbamos a golear y terminamos goleados... Se jugó en dos días, cuando estábamos 1 a 0 se suspendió y recuerdo que se reanudó un día martes.

-¿Qué dinámica creen que debería tener el clásico a partir de ahora?
Lammens: -El vínculo no está roto. Alejandro tiene amigos de San Lorenzo; el mejor amigo de mi hermano, que es como un hermano para mí, es de Huracán. Y cada vez que uno pierde, el otro manda mensajes para cargar. Eso está bárbaro, no hay que perderlo nunca. Pero de ahí a una piña, un tiro, hay una distancia enorme... El vínculo está construido así, es lo mejor de este clásico. Este clásico estuvo marcado por episodios de violencia que han tenido una trascendencia mediática que tapó todas las cosas lindas que tiene. ¿Por qué no hablamos de todo lo bueno? Hagamos un amistoso con las dos hinchadas, institucionalmente es clave para los dos clubes.
Nadur: -Lo vamos a fomentar ofreciendo mensajes desde las inferiores, desde los partidos en todas las demás disciplinas. Todo eso le va a dar un valor adicional al clásico, de modo que en lugar de enfrentarnos estemos entrelazados. Sería muy bueno hacer un amistoso en el que valoricemos la fraternidad y la sana competencia. Este es un clásico bendecido por el Papa. Lástima que es de ellos... Igual, nosotros tenemos al padre Pepe.
Lammens: -Eso marca un poco la situación de cada uno (risas)... Igual Pepe es un fenómeno, un gran quemero...

© Escrito por Waldemar Iglesias y Mauricio Codocea el sábado 14/03/2015 y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

El Papa del Fin del Mundo... De Alguna Manera...

El recuerdo de la histórica noche de Francisco, "el Papa del fin del mundo"…

Después de la fumata blanca llegó la sorpresa: hace dos años un argentino se convertía en Papa. Foto: Cedoc

Hace dos años, el jesuita argentino Jorge Bergoglio conquistaba el Vaticano. Las mejores postales de una jornada inesperada.

Hace exactamente dos años, la fumata blanca de la Basílica de San Pedro hizo que todo el mundo posara sus ojos en el Vaticano, donde el protodiácono Jean-Louis Tauran dio a conocer una de las noticias más importantes del último siglo: el arzobispo de Buenos Aires Jorge Mario Bergoglio había sido electo como el nuevo líder de la Iglesia Católica, tras otro momento no menos inesperado, la renuncia del cardenal alemán Joseph Ratzinger al trono de San Pedro.

La Plaza San Pedro miraba azorada al nuevo obispo de Roma, que asombró a todos por su austeridad desde su primera aparición, en la bendición "urbi et orbi" ("a la ciudad y al mundo").

“Comenzamos este camino con el pueblo, un camino de fraternidad y amor”, expresó, luego de las primeras oraciones en el balcón desde donde se presentó a los fieles. Después, ofreció uno de los títulos con los que sería recordado: “El objetivo del cónclave era darle un obispo a Roma, me parece que mis hermanos cardenales lo han ido a buscar casi al fin del mundo”.

Durante su primera semana como sucesor de Pedro, Francisco ya dejó a entrever lo que serían sus días en el mando de una de las instituciones más poderosas del planeta.

Durante su asunción, inició sus discursos de denuncia contra el poder del dinero, la guerra y la corrupción y conmovió a muchos cuando, entre otros gestos recordados, realizó el tradicional lavado de pies en un reformatorio de menores
en vez de en la tradicional Basílica de San Juan de Letrán
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© Publicado el viernes 13/03/2014 por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.