sábado, 28 de diciembre de 2013

Pobres medios... De Alguna Manera...


Pobres medios...
Ayer la Afsca cumplió su último día laborable del año en que debió haber trabajado más activamente que nunca, ahora que el Gobierno consiguió la plena vigencia de la Ley de Medios. Sin embargo –como anticipó PERFIL el sábado pasado– postergó para el año próximo todas las resoluciones importantes: Clarín, Telefe, América/Grupo Uno, Telecentro y Prisa.

Los planes de adecuación a la ley ya fueron presentados por los medios hace más de un año (el 7D de 2012) y el de Clarín hace ya dos meses. Después de tanto reclamarle a la Justicia celeridad para expedirse, demorar su instrumentación es otra demostración de que ampliar la pluralidad fue, en el mejor de casos, una consideración secundaria y la principal será reducir el caudal de los medios críticos y aumentar de los medios afines a futuro.

Miopía

Ya verán cómo quienes nacen siendo mercenarios del gobierno que les facilitó su ingreso a los medios, serán mercenarios del próximo para atacar y destruir a su predecesor.

Todo indica que la Afsca pospone sus resolución principalmente por Telefónica, a quien no sabría cómo darle la mala noticia de que tendría que vender Telefe, mientras que Telefónica argumentaría que lo más seguro para cualquier político sería que siguieran ellos mismos siendo los dueños de Telefe, porque son unos de los pocos que garantizan no usarlo nunca para criticar a nadie, sea el gobierno del signo que fuere, mientras que si la obligan a vender a alguien hoy oficialista, cuando el gobierno cambie se hará oficialista del que venga y terminará difundiendo informaciones críticas al kirchnerismo.

Una señal de “trascendencia K” es Cristóbal López acordando con Macri (el costo político que en el futuro pagará Macri por esos 300 millones de pesos más que cobrará por año será mucho máyor que el beneficio que pueda conseguir por las obras que realice con ese dinero recibido). Y otra es la de Garfunkel –socio de Szpolski– junto a Massa. Garfunkel desearía  dedicarse a la política y, siguiendo los pasos de De Narváez, antes de candidatearse compró medios para tener una moneda de cambio.

Millonarios comprando medios para otros fines no son un fenómeno del kirchnerismo, Moneta hizo lo mismo en el ciclo anterior. Ni tampoco exclusivo de la Argentina. Lo que cambia en otros países es que los millonarios compran para otros fines. En Brasil compran medios los dueños de las iglesias evangélicas, que de iglesias tienen poco y funcionan como empresas cuya misión es captar clientes que aportan a través del diezmo. El principal competidor de Globo en Brasil es la red de televisión Record, de la Iglesia Universal.

En Estados Unidos, Jeff Bezos compró The Washington Post gastando sólo 1% de sus más de 20.000 millones de dólares de patrimonio. Ahora, por el módico precio de un yate grande o un cuadro caro, consigue que cualquier senador norteamericano le responda una llamada telefónica en el acto, algo que ni el más rico de su país logra.

No es que recién se descubra que los medios son una excelente forma de comprar capital simbólico para usarlo en la política, la conquista de fieles o para relaciones pública y lobby. Siempre sirvieron para eso, lo que ahora sucede es que los medios están tan pobres que se los compra por muy poco aumentando la rotación. El mejor ejemplo es el Washington Post, el principal diario de la capital del mayor país del mundo, vendido por poco más de 200 millones de dólares cuando la década pasaba estaba valuado en 1.000 millones. En pocos años, por la masificación de Internet y sus cambios de hábitos, perdió 80% de su valor.

En Francia, uno de los mayores constructores de obra pública –Bouygues– compró el principal canal de televisión, también uno de los mayores fabricantes de armas –Lagardère– adquirió la principal editorial de ese país y diferentes millonarios rusos compraron el diario France-Soir, intentaron comprar Le Monde y compraron el diario The Independent, de Londres.

Compran medios como compran clubes de futbol porque son una buena forma de ganar notoriedad. Y no sólo los rusos en Europa, en Estados Unidos el diario The Boston Globe fue vendido al dueño del equipo de béisbol Red Sox, que es como el Boca Juniors de Boston. El propio Macri, sin tener que comprarlo, utilizó su presidencia en Boca como trampolín para la política. El ejemplo precursor de Berlusconi como dueño del Milan no sería aplicable exclusivamente al fútbol, porque además era propietario del mayor grupo de medios, pero sí fue el mejor ejemplo del uso de los medios para construir una carrera política.

Se podría decir que hay más millonarios que instituciones con capital simbólico, o en el ejemplo de personas físicas, hay más millonarios que Tinellis, quien sin duda si mañana deseara realizar una carrera política podría comenzar siendo gobernador. Pero una cosa es la espectacularización de la política y la búsqueda de transmutar fama por votos, que es un fenómeno que ya lleva varias décadas (hasta el Partido Comunista ruso usaba astronautas y el chino a los campeones olímpicos para engalanar sus listas de candidatos) que Guy Debord describió muy bien en su ya vetusto libro La Sociedad del Espectáculo, y otra distinta es la compra de medios que difunden noticias para que no las difundan o difundan solo críticas al adversario.

En parte, el ataque sistemático que en los últimos años se realizó sobre la denominada corpo –Clarín,  La Nación y Editorial Perfil– tiene también explicación en que estas son las únicas tres empresas periodísticas nacionales que durante las últimas tres décadas no fueron vendidas y continúan en manos de los mismos dueños o sus descendientes.

Hace unos años, cuando conducía YPF como socio argentino, Eskenazi padre se quejaba y atribuía las críticas que recibía por ser  empresario K a un rechazo de clase de quienes ya eran grandes empresarios establecidos desde antes del kirchnerismo, apelando a la noción clásica de aristocracia relacionada con el paso de tiempo en la misma posición. En el caso de los medios no se trata de nada de eso, sino de credenciales que permitan suponer que no se utilizará al periodismo como herramienta para otros fines (o principalmente para otros fines en el caso de Clarín).

Cuando Ben Bradlee, el célebre editor del Washington Post de la época de Watergate y los Papeles del Pentágono (equivalente hoy a WikiLeaks de cuando no había Internet) se jubiló, escribió en su libro de memorias –A good life– que para hacer periodismo de investigación hacia falta también buenos dueños de medios.

© Escrito por Jorge Fontevecchia el viernes 27/12/2013 y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.


jueves, 26 de diciembre de 2013

Discriminación, Xenofobia y Racismo... De Alguna Manera...


El aula y las diferencias...


Un informe nacional elaborado por el Instituto Nacional contra la Discriminación, la Xenofobia y el Racismo (Inadi) señaló que de cada diez argentinos, más de seis fueron víctimas o presenciaron un acto de discriminación, y que la mayoría de los casos ocurrieron en los ámbitos educativo y laboral.

La diversidad da cuenta que los seres humanos somos distintos y diferentes, que cada uno nace con una carga biológica y crece en múltiples contextos sociales, culturales, económicos y educativos.

En la educación, la preocupación por la diversidad se vincula a distintas cuestiones sociales, entre ellas la integración de minorías culturales y religiosas, los efectos e impactos de la globalización, las nuevas miradas acerca del género, la equidad y la justicia, a las que se considera imprescindible de analizar cuando se tratan de definir las políticas del sector.

Todos los niños, niñas, adolescentes y jóvenes tienen derecho a obtener una buena educación y una sociedad que se precie de democrática debe trabajar arduamente para lograrlo. Pero recién estarán situados en el centro del proceso educativo cuando reconozcamos quiénes son, cómo aprenden, cuáles son sus intereses, sus debilidades y fortalezas, sus entornos culturales y sociales.

Solo entonces desde la enseñanza les ofreceremos las mejores opciones para que todos se involucren activamente y encuentren sentido a lo que aprenden y al mundo en el que están insertos.

Diseñar la educación considerando el aula como un espacio de encuentro entre múltiples diversidades implica reconocer la existencia de diferencias entre las personas, no solo en lo discursivo sino también en las prácticas de enseñanza cotidianas en las escuelas.

El aula heterogénea, como la denominamos los educadores, es un espacio en el que todos los alumnos, los que presentan dificultades o se destacan favorablemente, pueden progresar y obtener resultados a la medida de su potencial real, tanto a nivel cognitivo como personal y social.

El reconocimiento del derecho de los seres humanos a ser diferentes no se contrapone a la función que le cabe a cada sujeto como integrante de una sociedad. Por lo tanto, por ser la atención a la diversidad un enfoque socio-humanista de la educación, no existe contradicción alguna entre el respeto al individuo autónomo y la respuesta a las necesidades colectivas de la sociedad.

Philippe Meirieu, pedagogo francés contemporáneo, se preguntó cómo hacer que los diferentes trabajen juntos y planteó la necesidad de generar un diálogo genuino entre las diversidades, que implique también salir de la escuela e interactuar con otras personas y realidades. No alcanza con reconocer que somos diferentes; también necesitamos definir cómo ponemos en conversación esas diferencias para lograr un mundo mejor en el que se tiendan puentes y disminuyan las brechas sociales.

© Escrito por Rebeca Anijovich, Profesora de la Escuela de Educación de la Universidad de San Andrés y Magíster en Formación de Formadores por la UBA, el viernes 20/12/2013 y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.


miércoles, 25 de diciembre de 2013

La costumbre de acostumbrarse a todo… De Alguna Manera...


La costumbre de acostumbrarse a todo…

El austral

Un viernes cualquiera del verano de 1988. Un hombre se levanta a las 5 de la mañana para hacer la cola en el banco. La inflación se dispara -y lo que falta para que frene- por lo que en el laburo le pagan por planilla complementaria cada vez que termina la semana. Podría ir en cualquier momento del día, pero quiere salir corriendo a darle la guita a la jermu, para que ella reviente el salario de varios ceros en dos changuitos llenos.

En el camino al super, la señora repasa la estrategia para hacer lo más rápido posible. Al llegar, ya tiene medio changuito menos. Corre por las góndolas, mide a los remarcadores, ya le alcanza para un changuito, llega a la caja, hay cinco tipos adelante, va sacando cosas a medida que aumentan, dos personas y llega, tres cuartos de changuito, falta uno, medio changuito, llegó su turno. Le alcanzó para un paquete de yerba, dos de harina, cinco sachets de leche y varios envases de polenta. Ya sabe cuál será el menú del resto del mes.

Luego del almuerzo -polenta con 38° a la sombra- los chicos disfrutan los últimos minutos de Canal 11. A las 13 cortan la transmisión. Atrás, se corta la luz. Hasta bien caída la tarde no habrá otra cosa para hacer que resistir el calor jugando al hongo. ¿Agua? Sí, en baldes. El gobierno le echa la culpa al clima pero, al menos, avisa cuándo cortarán el suministro eléctrico. No hay un mango ni para los sueldos de las empresas estatales, que encima funcionan como el totó, pero no se cuestiona.

Luego de un fin de semana hermoso en el que el plan del gobierno incluyó convertir al país en un sauna cada tarde, el lunes vuelven los carapintadas y otra vez todos con el upite en las manos. No pasó nada, la casa sigue en orden y sin energía, y felices vacaciones a la luz de las velas para todos.

Un día cualquiera de 1997. Durante el 96 vio como crecían las protestas piqueteras en Neuquén por los despidos en YPF. Por un lado sentía lástima por esos laburantes desesperados y por el otro una bronca tremenda por la fiesta que se dieron los gobernadores patagónicos. Pero ahora, en La Matanza, se replican los piquetes del sur y la cosa se pone interesante. Una radical excedida de peso dice que en Estados Unidos tienen cajas de información para demostrar que IBM pagó una coima de millones de pesos. Por la radio informan que la desocupación bajó del 18 al 11%, pero igual le parece una bestialidad. El oficialismo perdió las elecciones por paliza y le garantizan que no habrá re-re, lo cual es lo único que lo tranquiliza. Eso y que el opositor numero uno promete no cambiar el modelo en caso de asumir. Evidentemente, lo que molesta es Menem, no sus políticas.

Cavallo - De la Rúa

Un lunes de diciembre de 2001. El hombre todavía está a las puteadas porque la oposición ganó las elecciones de octubre y no se vislumbra ningún cambio, a excepción de alguna Senadora histérica que pide la renuncia del Presidente porque no puede contener los saqueos. Al hombre aún le dura la indignación del pago de 5 millones de pesos en coimas, más si una y otra vez, a lo largo del año, escuchó “lo que pasa es que no hay guita en la calle”.

Va en el auto por la autopista volviendo a su casa cuando escucha el anuncio de una cadena nacional. Es inconfundible esa voz de Superagente 86 con dolor de testículos. Domingo Cavallo anuncia que a partir de ese día, sólo se podrá retirar 300 pesos de los cajeros automáticos y que, el resto, deberá pagarse con la tarjeta.

Quiere prender fuego todo. No es el único. Un par de semanas después, una movilización masiva se dirigía hacia la Plaza de Mayo. El resto del país se repartía entre saqueos generalizados. Las manifestaciones eran consideradas actos patrióticos y un deber de ciudadano cogido por el Estado. Las fuerzas federales reprimen brutalmente. Muertos.

Pide que se vayan todos, se van algunos y por un tiempito, mientras lo empoman con una devaluación brutal y sin siquiera poder disponer de sus dólares. Entre tanto, el país se convierte en un desfile de zombies que juntan cartones, comen lo que encuentran en los tachos y duermen en la calle.

Un día cualquiera de diciembre de 2013. Un hombre cuelga el teléfono en su oficina. Era su mujer, que puteaba porque lo que ayer salía 15 hoy sale 20. La ansiedad por cobrar el aguinaldo le desapareció cuando el Gobierno avisó que descontarán ganancias del mismo, por lo que probablemente el aguinaldo lo cobre el propio Estado. En la cola del cajero automático, una piba, feliz de la vida, le comenta a otra que la mamá le había contado que en 2001 no te dejaban sacar más de 300 pesos y ahora te permiten retirar 3 mil. El hombre realiza una cuenta matemática en el aire entre los 300 pesos/dolares y los 3 mil pesos con el dolar a 10. Se deprime.

Camino a casa esquiva a tres familias que duermen a cielo abierto, cinco pibes que le piden una moneda para comprar leche, una batalla campal en la 9 de Julio, un piquete de los troskos en Callao, la vieja que vende maquinitas de afeitar en Sarandí e Yrigoyen desde 1995 y tres cortes más de calles, provocados por vecinos que no tienen luz hace días. Se siente afortunado porque vive cerca de un funcionario del Gobierno. Es fácil de reconocerlo, dado que es la única manzana con luz en el barrio. El gobierno le echa la culpa al clima y ni avisan cuándo cortarán el suministro eléctrico. No hay un mango ni para los sueldos de las empresas estatales, que encima funcionan como el totó, pero no se cuestiona.

CFK - Milani

Ya en su casa, el buen hombre se pone al tanto de las noticias. La ola de saqueos en el país tiene un nuevo culpable. De 2003 a 2011 fue Duhalde. En 2012 fueron Magnetto y Moyano. En noviembre de 2013 fueron las bandas narcos y dos semanas después los uniformados que quieren provocar un golpe de Estado. Escucha que la Presidente recuerda que lo mismo le pasó a Alfonsín, comparando a polis hambreados con militares que exigen el fin de los juicios a la Dictadura, mientras asciende a Teniente General a un militar de la Dictadura.

El hombre ni se asombra con las noticias. Si las manifestaciones multitudinarias dejaron de ser una muestra del hartazgo del pueblo para convertirse en intentonas desestabilizadoras financiadas por la oligarquía, todo es posible.

El gobierno que prometió durante 10 años que no habría cortes durante el verano, este año cambió el discurso y prometió más cortes para la temporada estival. La ciudad pasó de estar a oscuras a estar casi a oscuras, gracias a camiones generadores eléctricos gigantes a gasoil. Un ministro festeja un nuevo récord de consumo eléctrico y se lo agradece a El Modelo. El hombre mira la tele y se pregunta si lo que vio en la calle eran cortes de luz o personas jugando a las escondidas a gran escala.

Mucho no le llama la atención, dado que hace quince días leyó que ya había plena ocupación, que la Argentina erradicó el hambre y que la pobreza en provincias como el Chaco, ya no existe. La oposición ganó en octubre y hasta ahora hace lo mismo que venía haciendo, o sea, volteretas entre la nada y la poca cosa, corriendo atrás de la agenda de las cagadas provocadas por el Gobierno.

Un especial le cuenta que esa causa de corrupción que le indignó en 2001, fue al pedo, que todos fueron absueltos y que el único que la pagará es el que denunció falsamente a un puñado de monjes benedictinos. Cae en la cuenta de que es otra causa en la que alguien reconoce un pago de coimas, al igual que en el caso Skanska, y la justicia dice que no, que es mentira, que el denunciante soñó que pagaba coimas. Ahí se aviva de que esperar que la causa Cristina-Lázaro llegue a algún lado, amerita para competir por el Premio Boludo del Año.

Al hombre ya no le indigna nada. No sabe qué le pasó, ni cuándo, pero tampoco se calienta ni se pregunta por ello. Cada vez que sucedió algo que le pareció indignante, vino otra cosa que lo superó con creces. Durante años vio como todo lo que perdía lo recuperaba al poco tiempo, y también vio cómo un puñado de personas decían que esa recuperación no era producto de su esfuerzo, sino obra y gracia de un sólo hombre al que había que mantener en el poder hasta la eternidad.

En sólo una semana vio actos de corrupción que dejan a los escándalos anteriores al nivel de un hurto de caramelos Media Hora, se cruzó con cientos de pobres, cartoneros y linyeras, vivió en una ciudad sin luz, fue testigo de la impunidad judicial, sintió la vergüenza de un país agitado por los saqueos, vio recibos de sueldo de 700 pesos para policías, presenció la represión de Gendarmería y se anotició de que hubo doce muertos en el inicio de diciembre.

Al día siguiente, con el único motivo de sacar un tema de conversación, le pregunta al compañero de laburo cómo la pasó sin luz la noche anterior. El tipo le contesta que no ve la hora de que el Gobierno estatice las empresas que cobran por un servicio que no prestan. Casi le pregunta cómo pretendía tener un servicio como la gente, si paga de luz en pesos lo mismo que pagaba hace 12 años en dólares, pero se frenó.

Era al pedo

Tan al pedo como intentar dialogar con alguien que no se da cuenta que el Papa al que admira por peronista es el mismo Bergoglio al que puteaba por gorila. O como buscar una luz de sentido común en un sujeto que le muestra como logro la cantidad de autos patentados durante el año, a pesar de contar las monedas para cargar la SUBE. Tan al pedo como cuando le hizo un comentario irónico sobre los pobres que dormían en frente, y el compañero le reprochó que “la pobreza no es un chiste”, y que todo se soluciona con más militancia. Tan al pedo como pedirle que se llame a silencio antes de hablar de lavado de dinero, corrupción, pobreza, industria y derechos humanos, mientras todos los días aparece una propiedad nueva de Lázaro Báez, otra prueba en contra de Boudou, los pobres brotan de las baldosas, la industria no genera empleo hace un año y medio, y Bonafini y Carlotto elogian al General Milani, a pesar de que hasta el Cels de Verbitsky lo putea.

Tan al pedo como preguntarse por qué le resbalaban cada uno de los 12 muertos de la semana pasada, los 700 pesos de los policías, la represión de Gendarmería, los escándalos de corrupción y la impunidad judicial.

Así, mientras mira a su compañero casi con ternura, se da cuenta de que encontró la respuesta a por qué ya no se indigna por nada. Y es que hace rato cayó en que la historia está llena de líderes imprescindibles, como así también está llena de países que les sobrevivieron, que si se pudo sobreponer a cada momento “terminal”, este también podrá superarlo, y que la vida pasa por ser feliz a pesar de, y no gracias a nuestros gobernantes.

Finalmente, aprovecha el renovado catolicismo de su compañero, le da un fraternal abrazo y, luego de ofrecerle la heladera para guardar la ensalada rusa, le desea una muy feliz Navidad. En definitiva, su compañero hace lo mismo que todos: intenta ser feliz. Y para algunos, la felicidad pasa por decir que están en el mejor barco de todos los tiempos, aunque se encuentran abrazados a un tablón en el medio del Pacífico.

Papá Noel y el "Eternauta"

Martes 24 de diciembre. Espero que todos tengan una muy reconfortante Navidad. Va de corazón y sin chicanas. Y no se depriman, que a todos nos falta alguien, pero todos tenemos a alguien.
© Publicado por relatodelpresente y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.        

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