jueves, 21 de marzo de 2013

Adolfo Perez Esquivell... De Alguna Manera...


Adolfo Perez Esquivel...

 
Francisco con Pérez Esquivel, uno de los primeros en salir a defenderlo. "Fue un reencuentro muy emotivo", dijo el premio Nobel de la Paz. Había negado cualquier relación de Bergoglio con la dictadura.

El papa Francisco, el argentino Jorge Mario Bergoglio, recibió este jueves en audiencia a su compatriota Adolfo Perez Esquivel, premio Nobel de la Paz 1980, informó el vocero vaticano Federico Lombardi.

"Fue un reencuentro muy emotivo. Estábamos muy emocionados los dos", comentó Pérez Esquivel ante la prensa a la salida del encuentro con el Papa. "Pidió que lo acompañemos con la oración, y yo ofrecí mi compromiso de trabajar para que su papado pueda estar al servicio del pueblo de Dios y de la humanidad", dijo el defensor de derechos humanos.

Y agregó: "Hablamos sobre la elección del nombre Francisco y sobre la importancia del diálogo ecuménico. 'Todos somos iguales, todos tenemos que construir la paz en el mundo', me dijo".

Esquivel viajó a Italia la semana pasada y después de conocerse la elección de Bergoglio afirmó que Francisco no fue cómplice de la última dictadura, como lo sostienen algunos medios periodísticos.

A Bergoglio "se lo cuestiona porque se dice que no hizo lo necesario para sacar de la prisión a dos sacerdotes. Sé personalmente que muchos obispos pedían a la junta militar la liberación de prisioneros y sacerdotes y no se les concedía", aseveró entonces Pérez Esquivel.

El Nobel de la Paz agregó que "Francisco podrá tener un papel de intermediación entre Argentina y Reino Unido en la cuestión de las Islas Malvinas". No obstante, se mostró poco optimista en que haya una solución rápida.

Esquivel, nacido en Buenos Aires el 26 de noviembre de 1931, fue apresado por la dictadura entre 1977 y 1978, período durante el cual recibió el Premio Memorial de Paz Juan XXIII otorgado por la Pax Cristi Internacional.

El titular de la organización no gubernamental Servicio Paz y Justicia (SERPAJ) obtuvo el Premio Nobel de La Paz en 1980 por "su lucha en favor de los Derechos Humanos".

"Recibo este Premio en nombre de los pueblos de América Latina y de manera muy particular de mis hermanos los más pobres y pequeños, porque son ellos los más amados por Dios; en nombre de ellos, mis hermanos indígenas, los campesinos, los obreros, los jóvenes, los miles de religiosos y hombres de buena voluntad que renunciando a sus privilegios comparten la vida y camino de los pobres y luchan por construir una nueva sociedad", dijo Pérez Esquivel al aceptar el galardón.

Poco después fue nombrado miembro del comité ejecutivo de la Asamblea Permanente de las Naciones Unidas sobre Derechos Humanos y contribuyó en numerosas misiones de paz.

© Publicado el jueves 21/03/2013 por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.



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