sábado, 17 de diciembre de 2011

Esta hermosa locura llamada Huracán... De Alguna Manera...

Esta hermosa locura llamada Huracán...



© Producido por nahue12 y publicado por http://www.patriaquemera.com.ar

Diego Bonadeo: "Florencia Peña descubrió los Derechos Humanos el año pasado" ... De Alguna Manera...

Diego Bonadeo: "Florencia Peña descubrió los Derechos Humanos el año pasado"...


-¿No ve en este gobierno ningún rasgo progresista?
-¿Qué es el progresismo?

-Llevar adelante políticas que mejoren…
-Si no hay gestión, no puede haber rasgos de progresismo, ni de progresismo, ni de, como decía Perón, “apresurados ni retardatarios”. No hay gestión. Cristina lo único que hace es estrenar “pilcha” nueva, porque dijo el otro día que iba a haber default, y lo que hay es default de ideología. Ella no tiene ni default de pilcha, ni default de cirugía. Si lo único que hace es ir a actos y estrenar ropa.

-¿Y cómo ve a la oposición?
-¡Un desastre! ¡Un desastre!

- No se salva nadie…
- Rescato a Pino Solanas, Claudio Lozano, Marcela Rodríguez que es diputada de Elisa Carrió.

-¿A Elisa Carrió no la rescata?
-Yo fui concejal del ARI en algún momento. La última vez que hablé con ella fue en su casa. Y le dije: “Lilita estás construyendo para el orto”. Me dijo: “Tenés razón, pero es tarde”. Digo “¿Cómo, cómo es tarde?”. Esto era antes de las elecciones de 2001, nunca es tarde. La prueba está.

-¿Cómo tomó su renuncia al Acuerdo Cívico?
-Fulbito pa’ la tribuna. No es sustancial, no es importante, para nada.

-¿No ve una diferencia de fondo?
-¿Con quién?

-Con el radicalismo, con el GEN, con el socialismo…
-Me parece más clara Carrió que “Freddy” Storani o Leopoldo Moreau. A los nuevos personajes del radicalismo no los conozco bien, Morales, Aguad, o Sanz.

-¿De Cobos qué opinión tiene?
-Cobos es como Kirchner. ¿Cobos no sabía cómo era Kirchner? ¿O Kirchner no sabía cómo era Cobos?

-Descree de cualquier nueva generación política…
-No es culpa mía, me han hecho descreer. Yo creía a muerte sino no me hubiera presentado como candidato a concejal.

-¿Usted es muy crítico del Gobierno, no reconoce ni siquiera avances en la política de Derechos Humanos o cree que hay un uso de los Derechos Humanos?
-Hay un uso de los derechos humanos, pero en todo caso es la Justicia. ¿O no hay división de poderes?

-En democracia hay división de poderes…
-Por supuesto, no puedo negarme a eso. De todas maneras, creo que lo más importante de este Gobierno en esos términos es lo de la Suprema Corte, que hizo que yo en un momento me sintiera casi oficialista; estoy diciendo cuando apenas llegó este Gobierno. Yo no puedo creer prácticamente en casi nada, en la medida en que el Consejo de la Magistratura, que se encarga de la designación o remoción de jueces, esté en manos de dos personas -lo de personas es casi una generosidad de mi parte-, como Diana Conti y Carlos Kunkel, por favor… ¿Cómo van a manejar una cosa tan delicada Diana Conti y Carlos Kunkel?

-Hay muchos artistas que apoyan al Gobierno y dicen que son perseguidos por Clarín y otros medios opositores. ¿Cómo ve eso?
-Florencia Peña descubrió los derechos humanos el año pasado. ¡Que no me jodan a mí, que no me jodan! ¿O miento? Hablo de ella como militante de no se qué… Yo me manejo un poco con la memoria visual. Durante casi 30 años fui a prácticamente a todas las marchas que tienen que ver con DDHH, de toda esta gente que está hablando de esto. Allí encontré a Sandra Russo. Galende nunca estuvo; Barragán y Barone, tampoco. Sí Gerardo Romano, que el otro día dijo una cosa que yo no puedo creer. Dijo que Kirchner tenía que ser postulado a premio Nobel de la Paz porque impidió una guerra entre Colombia y Venezuela. A Raúl Rizzo y Arturo Bonin los encontré en muchas marchas, y hay varios más. Muchos músicos también, pero bueno, alguno será rehén del régimen.

-Quizás comparten lo que algunas vez dijo Hebe de Bonafini cuando sostuvo que el enemigo ya no está en la Casa Rosada…
-Hebe de Bonafini me llamó a los pocos días que pasara el episodio que yo conté de radio de la Ciudad, para invitarme a hacer el programa en la radio de las Madres. Fui a hablar con ella, le dije: “Hebe, acordate que yo no soy un chico K”. “No, acá podes hacer lo que quieras”, respondió. “Hablá con Lanteri, el director de la radio de las Madres”. Fui y le dije lo mismo: “Mirá que no soy un chico K”. “No, yo te voy a llamar para el presupuesto, para el horario, para todo”. No me llamaron nunca, nunca. Yo era amigo de todas ellas. Sólo me quedo con Nora Cortiñas. Norita es una maravilla. Hebe no, Hebe no.

-¿El estilo de Hebe le disgusta?
-Nora Cortiñas y Estela de Carlotto están prohibidas en la radio de las Madres, no jodamos. Por qué no dicen eso el programa de Gvirtz, por qué no se ocupan de eso en “6.7.8”.

-Ellos dicen que se ocupan de la otra censura, que son una manera de contrarrestarla.
-¿De qué otra censura? Hay que ocuparse de todas, porque esto no es la teoría de los dos demonios, no nos equivoquemos. ¿Por qué no dicen que hasta hace seis años Timerman era columnista de Mariano Grondona? ¿O estoy loco? No jodamos más. Yo no estoy en contra de Timerman, pero ya que estamos contando las costillas de todo el mundo, contemos las costillas de todos.

© Escrito por Pablo Javier Blanco y publicado por le Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires el martes 31 de agosto de 2010.

Moyano... De Alguna Manera...


Una solicitud muy pertinente…


En su ya muy charlado discurso del jueves en Huracán, Hugo Moyano en un párrafo sustancial y poco analizado, abrió la puerta de negociaciones salariales acordadas entre los trabajadores, el Gobierno y los empresarios que garanticen la competitividad de la economía.

La condición que pide el líder de la CGT es básica: que el sector patronal pusiera límites a su voracidad corporativa materializada en el proceso de aumento desmedido de precios para sostener tasas de ganancias récord y crecientes.

Un pedido muy pertinente. Sostener la competitividad de la economía no debe tener como variable de ajuste el salario ni el tipo de cambio, como antes de mayo de 2003. Es hora de discutir también la tasa de ganancia empresaria.

Al respecto, hemos dicho en esta misma columna que aún hay mucho recorrido disponible para la suba salarial, teniendo en cuenta que hoy los costos laborales por trabajador son los más bajos desde el año 2005 y en promedio tras la megadevaluación, son aún (mucho) más bajos que en el año 2001.

Por otra parte, la alternativa de dólar alto como única vía realmente existente para mantener la competitividad de la economía en general y la del sector industrial en particular, no es posible. El impacto de una devaluación sobre los precios domésticos desarticularía el eje de inclusión social creciente, que el Gobierno debe sostener por diversos motivos, no sólo económicos vinculados al consumo doméstico como motor central del crecimiento. Sucede además que este es un gobierno peronista y despliega un proyecto histórico, si ese despliegue se suspende, el Gobierno ya no gravitaría.

Las presiones sobre el tipo de cambio recientes y las anteriores (hubieron cinco según Cristina) se inscriben en la saga –entre otras cosas– de perpetuar la competitividad vía tipo de cambio alto, exclusivamente. Complementariamente, debe señalarse que otras alternativas menos salvajes de ganancia de competitividad no se han transitado con la intensidad deseada.

Por ejemplo, los niveles de inversión privada en el país, no son aún los esperables en una etapa que permitió altísimas tasas de ganancia empresaria, mientras, cerrando el círculo, el sector financiero privado, otro gran ganador de la etapa, no presta a tasas y plazos razonables más que para el consumo y pareciera ya demandar a los gritos una ley de reforma que ordene el volumen, la orientación y costo del crédito.

Para enfocar aún más la problemática que enfrenta en el tercer mandato del proyecto nacional iniciado en mayo de 2003, un párrafo muy interesante de un nuevo-viejo artículo del Axel Kicillof, hoy viceministro de Economía, que permite analizar la extensión del campo del debate y los lineamientos probables de la política económica para un año donde “la etapa rosa” va concluyendo y se demanda “sintonía fina”.

Desde luego, se trata de “sintonía fina” sobre el gasto público, pero también sobre la competitividad empresaria, su tasa de ganancia media, costos laborales, montos de inversión, orientación y montos del crédito y, finalmente, solo como un componente importante del sistema, el nivel del tipo de cambio”.

El del dólar entonces es un precio de la economía de singular importancia, que no deberá se “alto” sino el valor resultante en el marco de un conjunto de políticas orientadas a darle la deseada “competitividad” a la economía.

Así las cosas, lo que primero debe garantizarse es el sustento político del Gobierno, puesto que como señalara Néstor en setiembre de 2003 frente a la asamblea de la ONU, “los muertos no pagan”, y está más que probado que “los muertos no compiten”.

Dice Kicillof: la política económica basada casi exclusivamente en el tipo de cambio tuvo indudablemente buenos resultados en términos de crecimiento. Pero su etapa “rosa” está llegando a su fin. Los aumentos de precios fueron limando la competitividad y los beneficios de la protección, porque con una paridad fija reducen el tipo de cambio real. Peor aún, aunque el empleo se expandió, los salarios no lograron siquiera superar, en términos reales, el techo de la década de 1990.

En la actual discusión, la ortodoxia atribuye todas las dificultades a la intervención del Estado y reclama “enfriar” la economía a través de la contracción del crédito, del gasto público y de los salarios. Se equivocan. A todas luces es necesario trascender la simple receta del “dólar caro”, pero para convertir al crecimiento actual en un verdadero proceso de reindustrialización.

© Escrito por Artemio López (*) y publicado por  el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires el viernes 16 de Diciembre de 2011. (*) Director Consultora Equis.

Diego Bonadeo: “Víctor Hugo Morales es un farsante”... De Alguna Manera...


Diego Bonadeo: “Víctor Hugo Morales es un farsante”...



Si bien fueron compañeros de trabajo en “Sport 80″ por radio Mitre, el periodista no ahorra palabras para expresar su desprecio hacia Morales.

Diego Bonadeo es una suerte de periodista ermitaño. Abuelo de varios nietos, sostiene que la “abuelidad” es el mejor estado del ser humano y que lo que más disfruta es pasar el tiempo con los hijos de sus hijos. Su casa de La Lucila da cuenta de ello. En la entrada, una bicicleta con rueditas obstruye el paso y en su hogar del living un juego de palos de golf de juguete se mezcla con los leños. De vez en cuando sale de su cueva, deja por algunos minutos su rol de abuelo e irrumpe en los medios para hablar de fútbol, política, periodismo y Víctor Hugo Morales.

Sí, Víctor Hugo Morales, el periodista y relator con quien compartió la mítica mesa de “Sport80” en radio Mitre, pero a quien hoy considera su enemigo, es otro de los temas ineludibles para Bonadeo. “Es un farsante, yo lo desprecio”, sentencia en diálogo con Perfil.com. Afirma que es un farsante ya que ahora critica a Clarín y “la estafa de las AFJP”, pero tuvo durante muchos años “la Máxima emoción del partido”, que no era otra cosa que una publicidad de la AFJP. “Víctor Hugo Morales es curiosamente el portavoz radial de este gobierno, que haces menos de dos años, decía cosas como estas”, dice y saca de su bolsillo un papel con anotaciones manuscritas. “Me las anoté porque realmente vale la pena”.
“En una publicación que se llamaba Alternativa periodística, número 6, diciembre de 2008-enero de 2009, decía Víctor Hugo Morales, el Oráculo de Cardona, tal como yo lo bauticé, subido a un púlpito como siempre, el paladín de la ética decía: ‘Este es un gobierno muy agresivo hacia el periodismo, con una actitud muy vigilante hacia los periodistas lo cual no es bueno’. De este gobierno”, afirma mirando a cámara.

“‘El multimedio que va y viene en su relación con el Gobierno, significa que no es bueno. Ellos son generadores de relaciones bastantes tortuosas con el poder’. Hablando del multimedio, no creo que el multimedio sea Veintitrés y Tiempo Argentino, debe ser Clarín. ‘Te doy tanto, me das tanto’. Ah, plan canje Víctor Hugo, Oráculo de Cardona. Que grande lo tuyo. ¿Cómo? No es que son prístinos los del Gobierno. No es que el único hijo de puta es Magnetto”, lanza.

Y continúa con su lectura de las frases de Víctor Hugo Morales: “‘Las tapas de los diarios vos no sabes si son el fruto de la verdad de las noticias o una negociación entre el poder y los medios en cuestión’. Esto decía el Oráculo de Cardona, no hace diez años, hace menos de dos años. Un farsante”, se enoja.

¿Por qué cree que Víctor Hugo cambió de parecer en su relación con el Gobierno?
-Y debe haber cientos de miles de razones.

-Está insinuando que hay…
-Cientos de miles de razones debe haber. No insinúo nada, digo que debe haber ciento de miles de razones.

-¿Que opinión tiene de que se lo considere uno de los referentes del periodismo?
-Lo que pasa es que en “678” acusan de desinformación al multimedio, lo que es verdad. De parte del multimedio, de parte de Jorge Fontevecchia que es el dueño de esto donde estamos hablando ahora, es verdad que hay desinformación. Pero no hablan de la desinformación de ellos. De la cosa absolutamente selectiva. Por ejemplo, no dijeron ni una palabra, y están vinculados al deporte de alguna manera, del envío de barrabravas del Gobierno a Sudáfrica, con la guita nuestra. A mí me habían llamado de “Tiempo Argentino” para escribir. Yo le dije: “Escúcheme, yo no soy un chico K como ustedes”. Responden: “No, acá somos plurales”. Escribí una nota sobre ese tema, no me la publicaron. Antes había escrito otra nota sobre la locura de los televisores cuando todo el mundo compraba televisores antes del Mundial, sí la publicaron. Esta no la publicaron. Esos son los pluralistas del Gobierno de Kirchner, de sus operadores, de los muchachos de Szpolski.

-¿Por qué esa relación tan tensa con Morales?
-No es tensa, yo lo desprecio.

-Y se lo ha dicho…
-No.

-Pero usted sabe que el sabe…
-Y me imagino que lo sabrá, pero no creo que le intereses demasiado.

-Nunca le planteo tomarse un café.
-¿Cómo? Él a mí o yo a él.

-Él a usted.
-No, no.

-Y a usted no le interesa.
-Yo te digo, con la única persona de mis enemigos que yo estaría en disposición para discutir es con Fernando Niembro, porque es al único que yo le reconozco entidad. ¿¡Cómo voy a discutir con Paenza!?

-Trabajó igual con varios de ellos…
-Sí, alguna vez sí. Ahí me di cuenta cómo eran.

-¿Cómo fue esa época? ¿Eran malos compañeros de trabajo?
-Yo creí que eran otra cosa. Porque, aunque no parece, soy bastante ingenuo.

-¿Lo desilusionaron de alguna manera?
-Y nosotros inventamos “Sport80” viejo, que fue una bisagra en el periodismo de fútbol en la Argentina en radio. Le peleamos la hegemonía al gordo Muñoz, a “La Oral Deportiva”. Con Niembro y con Araujo y Negro Eguía, y con Néstor Ibarra, y con Lujambio. Era otra época. Ellos aparentaban ser otra cosa de lo que eran, o capaz que la vida los cambio.

© Escrito por Pablo Javier Blanco y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires el jueves 26 de Agosto de 2010.

CKF y su nuevo bastón de mando... De Alguna Manera...


Será a todo o nada...

CKF y su nuevo bastón de mando. Cristina Fernández. Dibujo: Pablo Temes.

La Presidenta está decidida a encarar una batalla monumental contra “lo viejo”. ¿Podrá? ¿La dejarán?

Cristina Fernández de Kirchner va a gobernar los próximos cuatro años contra el Partido Justicialista y la CGT. Si se confirma esta provocación intelectual escrita sin anestesia, los argentinos asistiremos al desafío político más formidable desde 1983.

Nuestro país será el escenario de la confrontación de poderes reales de mayor magnitud desde la recuperación democrática. Arriba del ring estará una mujer de fuertes convicciones (que no es “presidente de las corporaciones”) y de matriz peronista, con un respaldo electoral impresionante dando una batalla refundacional contra la ortodoxia pejotista y la corrupción corporativa sindical. Claro que no será un proceso lineal ni algo que ocurrirá de la noche a la mañana. Tal como viene pasando hasta ahora, las cabezas se irán cortando de a poco. Ayer hubo un par de mensajes claros: Daniel Scioli no fue enfocado ni una sola vez por la televisión K y para Hugo Moyano, quien brilló por su ausencia, fue el mensaje de que “hay derecho de huelga pero no de chantaje ni extorsión”.

Es una tarea titánica en la que la Presidenta deberá invertir mucha energía. Si logra vencer, su coraje la depositará para siempre en la historia, como la responsable de haber sepultado a la vieja política. Si es derrotada, será acusada de irresponsable y de haber dilapidado una extraordinaria acumulación de poder popular sin que la realidad se lo exigiera. “Es ahora o nunca”, dicen los autores intelectuales de esta movida. “El cristinismo sin el peronismo es el Frepaso”, dicen los que se oponen.

Cristina es consciente de que este combate renovador se llevará a cabo al mismo tiempo que las esquirlas del euro, el freno de Brasil y la incógnita de China pongan a prueba a nuestra economía. Pero cree que atravesar ese tsunami internacional sin afectar a los que menos tienen debe ser realizado simultáneamente con la instalación de una nueva generación de dirigentes. Es como un parto de mellizos. Son dos caras de la misma moneda.

Habrá marchas y contramarchas; avances y retrocesos, pero la Presidenta ya eligió el rumbo. Está convencida de que la supervivencia del modelo nacional y popular está ligada al exterminio de lo que Carta Abierta advirtió como “la restauración conservadora que viene de adentro”.

¿Cómo manejó los tiempos y las políticas de alianza hasta ahora? Con el pragmatismo que caracteriza a los Kirchner, Cristina se apoyó en los aparatos tradicionales del peronismo y los gremios pero nunca terminó de casarse con ellos. Usufructuó ese concubinato hasta que llegó a la cima. Con las encuestas acusando una imagen positiva altísima y una intención de voto cómodamente ganadora, la Presidenta inició la actual etapa de diferenciación (y de castigo) a los feos, sucios y malos que la habían acompañado por temor y necesidad.

A partir de ese momento, que podríamos ubicar temporalmente a la hora del armado de las listas, la Presidenta no hizo un solo gesto favorable ni al PJ ni a la CGT. Todo lo contrario. Sus decisiones más importantes fueron en contra. Algunos ejemplos: bajó de un plumazo de sus candidaturas a integrantes de la CGT del ala izquierda del moyanismo como Julio Piumato y Juan Carlos Schmid. Intervino en cada provincia para colocar jóvenes camporistas, en algunos casos desconocidos hasta para ella misma, en lugar de históricos dirigentes justicialistas. Impuso en la línea sucesoria a Amado Boudou y Beatriz Rojkés de Alperovich, dos recién llegados al partido de Perón que no tienen nada que ver ni culturalmente con ese líder. Arrojó casi al llano, lejos del poder real, a Aníbal Fernández, alguien que simboliza como pocos esa estética y ética del peronismo menemista, duhaldista y hasta kirchnerista. La construcción del cristinismo en la provincia de Buenos Aires, donde está la madre de todas las batallas, la hizo intervenir de manera brutal tanto en la Legislatura como en el gabinete de Scioli. Gabriel Mariotto, el vicegobernador que actúa como delegado de Cristina en el territorio, fue el instrumento utilizado para quedarse con el manejo del poder y la caja del Parlamento provincial. Siempre con el mismo objetivo: desplazar de los lugares claves a los hombres que responden al gobernador o a los intendentes caracterizados como dinosaurios.

Horacio Verbitsky y Nilda Garré realizaron un operativo de pinzas demasiado evidente para destituir al ministro Ricardo Casal, a quien Scioli defendió con uñas y dientes. Cristina ordenó una tregua durante la campaña pero ahora abrió nuevamente la temporada de caza. Casal, a esta altura, es mucho más que un hombre acusado por el cristinismo de haberle dado el poder absoluto a la policía bonaerense para fortalecer la corrupción, el gatillo fácil y las zonas liberadas. Hoy Casal es el límite de la autonomía del gobernador. Si lo entrega, para los intendentes será como darle definitivamente el manejo de la provincia a Cristina. Cada uno sabrá luego qué camino tomar y ante quién cuadrarse.

Las pocas designaciones ministeriales, en general, pero la de Juan Manuel Abal Medina, en particular, forman parte de esa misma estrategia anti PJ y CGT. Moyano tiene el olfato suficientemente desarrollado para advertirlo y por eso sus colaboradores difundieron una boleta electoral de la Alianza, en 2001, que mostraba a Juan Manuel y a Garré como candidatos cuando Fernando de la Rúa y Domingo Cavallo eran los emblemas de esa etapa.

Esta batalla apasionante que se viene estará tapizada de cachetadas y besos entre ambos grupos. En algunos lugares y momentos, todavía se necesitan mutuamente. Pero los viejos peronistas y gremialistas saben que, más temprano que tarde, van a ser fumigados como maleza y que su única tabla de salvación son los gobernadores con votos propios como Scioli, Jorge Capitanich, José Manuel de la Sota y Juan Manuel Urtubey, entre otros que, nada casualmente, conforman con Moyano el quinteto titular del fantasma de la restauración conservadora.

En cada detalle aparece como telón de fondo esta lucha que Cristina está librando con cautela táctica y sin comer vidrio. Todavía todo es muy nuevo y ni siquiera están nítidamente expuestos los principales generales de cada bando. Ni los buenos ni los malos están de un solo lado. Hoy empezó a reacomodarse el rompecabezas del poder. La pregunta del millón es si los dirigentes que acompañan a Cristina en esta cruzada renovadora son en su mayoría más honestos y revolucionarios que los que se quiere desplazar. Porque Néstor Kirchner tenía las mismas virtudes y los mismos vicios que esos caudillos conservadores que ahora Cristina no puede ni ver. Es un camino lleno de peligros y acechanzas que Cristina está dispuesta a transitar. Lo que se viene es a todo o nada. Quien quiera oír que oiga.

© Escrito por Alfredo Leuco y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires el sábado 10 de Diciembre de 2011.

Diego Bonadeo: “6,7,8 es repugnante”... De Alguna Manera...



Diego Bonadeo: “6,7,8 es repugnante”...


Compañero de Diego Gvirtz en los 90′ en Fútbol prohibido, el experimentado periodista carga contra el nuevo programa de su ex amigo y dispara, sin filtro, contra sus panelistas.

Una característica define la personalidad de Diego Bonadeo: nunca calla lo que piensa. Jamás. Aún cuando sus palabras puedan sonar perturbadoras e indeseables. El veterano periodista, creador del mítico programa deportivo radial “Sport80″ y del también recordado -aunque fugaz- “Fútbol prohibido”, se define hoy profesionalmente como “una mezcla de proscripto con autoproscripto”. En el plano personal, apela a tres palabras: “Anciano, prostático y memorioso”.

Esa memoria es la que le impide callar. “Soy un viejo choto, pero me acuerdo de todo”, aclara. En una extensa entrevista con Perfil.com, Bonadeo habló de todo y de todos. Sin filtro, como es su costumbre, disparó contra el programa “6,7,8” y todo su panel, incluyendo a su productor Diego Gvirtz, cargó contra los medios de Sergio Szpolski y habló del levantamiento de “Fútbol prohibido”.

-¿Extraña la radio y la televisión?
- El que dice que no extraña la televisión y la radio, habiendo estado allí mucho tiempo, o está desmemoriado o miente. Pero yo no puedo quejarme porque soy una mezcla de proscripto con autoproscripto, así que calavera no chilla.

-¿Por qué autoproscripto?
-Porque me aburrieron ciertas cosas, porque tome decisiones, cuando uno tiene nietos se da cuenta que la “abuelidad” es el mejor estado que puede haber. Y bueno, tiene que ver con eso.

-¿Lo de proscripto es por “Fútbol Prohibido”?
-Tiene un poco que ver con “Fútbol Prohibido” y la última experiencia que tuve fue bastante oxigenante al principio y nefasta al final, que fue en Radio de la Ciudad. Cuando durante la última parte de la gestión de Telerman me sentí absolutamente manoseado, me cambiaban el horario, el programa y los compañeros, entonces en el último programa le avise a mis compañeros, el Ruso Verea y Gustavo Campana, que me iba.

-¿Cómo ve a la televisión hoy? ¿Le gusta ver televisión?
-Veo mucha televisión, me hago bastante mala sangre por cierto y me doy cuenta por qué el canal Encuentro, pese a ser un canal de este Gobierno del que yo soy un entusiasta opositor, sigue siendo un canal que realmente vale la pena, porque tiene que ver con reivindicar algunas cosas de la cultura, que el que no las reivindica o valora eso realmente es necio. Además, también me doy cuenta por qué tiene audiencia el fútbol, porque las alternativas que hay son realmente de una mediocridad que me asustan realmente.

- El programa insignia de Canal 7 es “6,7,8″, ¿qué opinión tiene de él?
-Es repugnante, es repugnante el mensaje permanente, de estos individuos e individuas, tomando la terminología de Cristina que dice ‘Buenas tardes a todos y todas’, bueno, todos y todas, yo no sé si Carla Chudnovsky trabajó alguna vez en el multimedio, pero los demás sí. Barone, aparentemente, también trabajó en el multimedio aunque borró la palabra Clarín de su curriculum. Barragán lo reconoció el otro día. Sandra Russo no lo reconoció aparentemente, pero ella era apostilladora de Lalo Mir en radio Mitre, que yo sepa radio Mitre es del Grupo Clarín. Para qué hablar de Galende, que si no se hubiera muerto Jorge Guinzburg, seguramente todavía estaría trabajando para el multimedio de ahora cuestiona.

Bonadeo escupe críticas a los ex Clarín. Pero lo hace hilvanándolas con la elegancia de un lord inglés. “Ninguno de ellos jamás osaron, por supuesto, hacer alguna referencia a la adopción absolutamente irregular de los hijos de Ernestina Herrera de Noble”, recalca con su ronca voz. “Ahora sí hablan del tema porque están afuera del multimedio y porque ayudan a fogonear esta campaña del Gobierno. De todas maneras yo no estoy ni con ellos, ni con los otros”, aclara.

La traición de Gvirtz. Un denominador común une a Bonadeo con “6,7,8″, programa que le repugna pero reconoce ve seguido: el productor Diego Gvirtz. Cerebro de los nuevos programas mimados de la televisión K, Gvirtz también produjo “Fútbol prohibido”. El levantamiento de ese programa en 1999 por presiones de Torneos y Competencias a Canal 9, desencadenó una demanda judicial y marcó el punto sin retorno en la relación del periodista con el productor. Se produjo una traición.

“Gvirtz primero hace una denuncia junto con el Ruso Verea y conmigo en Defensa a la Competencia, y después Carlos Avila -Torneos y Competencias- le compra el silencio y lo contrata para que sea el productor de ‘Tribuna Caliente’ a cambio de que desista de la denuncia”, cuenta. “Eran época de menemismo puro”, gráfica el periodista, al recordar que se tiraban contra el Gobierno, contra Clarín, contra TyC y contra todos los que pudieran. “Ese fue el motivo por el cual nos levantaron el programa”, reflexiona.

-Diego Gvirtz es uno de los personajes más influyentes de este Gobierno, se dice que visita Olivos seguido…
-Sí, Diego Gvirtz y Sergio Szpolski. Szpolski que alguna vez fue el representante notorio del Banco Patricios -que alguna vez “esponsorizó” a José “Pepe” Ricardo Eliaschev, que ahora es opositor al Gobierno- y que aparentemente maneja radio Del Plata, Tiempo Argentino, Miradas al Sur, la revista Veintitrés. Y cuando Roberto Cox el otro día, en “6-7-8″, insinuó la posibilidad de que hiciera referencia de que se debatiera de que se trataba lo de Szpolski, hubo mutis por el foro, nadie dijo nada. Nadie dijo nada. Son una basura. Y Barone se arroga el derecho de haber inventado el periodismo de periodistas, Orlando Barone. ¿Cómo? Además, dicen que es un programa con mucha audiencia y que la gente se autoconvoca, mentira, lo convocan ellos, ellos convocan a que se convoquen. Es una mentira más del kirchnerismo.

-Detrás de “6,7,8” está Gvirtz, ¿lo volvió a ver alguna vez?
-Una vez me lo cruce en la cancha de River. Me dijo “Ey, como andas”. Y le dije: “Tomátelas de acá”.

-¿Nunca lo invitaron a “6,7,8”?
-Vos te pensás que osarían.

-El otro día se invitó a Robert Cox que los hizo tambalear por momentos…
-Lo que pasa es que Robert Cox, que es un tipo con una integridad absolutamente incuestionable, no conoce la trastienda de cada uno de ellos, o en todo caso, de todos ellos. Especialmente la de Gvirtz.

© Escrito por Pablo Javier Blanco y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires el domingo 24 de Octubre de 2010.


Grassi es bueno...

El cura condenado tiene quien le escriba...


El jurista que busca demostrar la inocencia de Grassi fue defensor de Boggiano y escribió otro libro a favor de Alfredo Yabrán.

Fue bajo la presidencia de Jorge Bergoglio. La CEA encomendó a un jurista una investigación sobre la supuesta falsedad de las acusaciones contra Grassi. El libro está siendo repartido a los jueces de la Corte provincial, que tiene en sus manos la causa.

En un libro que consta de dos tomos y cuya realización fue encomendada por la Conferencia Episcopal Argentina, en los tiempos en que su titular era el cardenal Jorge Bergoglio, el cura Julio César Grassi fue considerado “inocente” de los cargos que se le formularon por “abuso sexual y corrupción de menores”, por los que fue condenado a 15 años de prisión, pena que ahora está siendo analizada por la Suprema Corte de la provincia de Buenos Aires (ver nota aparte). El abogado Juan Pablo Gallego, querellante en la causa, confirmó a Página/12 que el trabajo, titulado Estudios sobre el Caso Grassi, fue realizado por el jurista Marcelo Sancinetti, quien sostiene “no sólo que Grassi es inocente de los abusos por los que fue condenado, sino que niega en forma rotunda que exista el abuso sexual infantil como tal, al punto que lo equipara con los juicios por brujería de la Edad Media”. Gallego sostuvo que, a través de fuentes del Poder Judicial bonaerense, supo que “ese libro fue hecho llegar a los jueces de la Suprema Corte que hoy deben decidir sobre el Caso Grassi, lo que constituye una maniobra de presión muy grave”.

El libro, de lujosa encuadernación, consta de un primer tomo de 423 páginas y de un segundo que tiene 646. Gallego, que en el juicio oral fue querellante en representación del Comité de Seguimiento de la Convención de los Derechos del Niño, precisó que el jurista Sancinetti despliega dos ejes centrales: “Por un lado, argumenta que la Iglesia Católica no está obligada a acatar los fallos dictados por la Justicia del Estado secular, y por el otro, afirma que la Justicia en la era kirchnerista es la más parcial desde el retorno de la democracia”. De todos modos, según el análisis que hizo Gallego de la lectura del libro, “lo más grave es que, sin base jurídica alguna, se expone una negación rotunda de la existencia misma del abuso sexual infantil y hasta se llega a decir que los que alientan condenas judiciales por abuso sexual buscan para sí mismos la imagen de que ellos no son abusadores sexuales”.

En la tapa del primer tomo, donde se analiza la denuncia realizada por el chico conocido como “Ezequiel” (sus iniciales son H. O. J.), el autor Sancinetti aclara que se trata de una “versión provisional sujeta a modificaciones y complementaciones” y que es una “edición privada para los comitentes”, esto es, para los integrantes de la Conferencia Episconal Argentina. El libro fue editado en el año 2010. El abogado Gallego reconoció que el jurista Sancinetti tiene “cierto nivel de prestigio”, al punto que, entre otras cosas, es profesor de Derecho de la UBA, pero a la vez recalcó que “lo que dice en el libro tiene un muy escaso valor jurídico, a la vez que revela una ideología reaccionaria y ultramontana hoy insostenible para cualquier jurista serio”.

En la contratapa de uno de los tomos se confirma expresamente la intervención directa del Episcopado en los tiempos de Bergoglio: “La Conferencia Episcopal Argentina encomienda la realización de un dictamen al profesor Marcelo A. Sancinetti, consistente en un estudio del procedimiento en el que fue perseguido penalmente, enjuiciado y condenado respecto de dos hechos de abuso sexual (referidos a un denunciante) y absuelto por muchos otros (referidos a otros dos denunciantes), el reverendo padre Julio César Grassi”. En el segundo de los tomos, el más extenso, se consideran los dichos de A. O., el chico conocido como “Gabriel”, cuya denuncia fue considerada fundamentada tanto por el Tribunal Oral 1 de Morón como por la Cámara de Casación Penal bonaerense.

Gallego recalcó que “la edición de este libro, en el que se difunde material e información reservada de las víctimas que hasta aquí habían sido protegidos por la Justicia, revela ya una escandalosa acción de lobby y de presión sobre la Justicia para favorecer a un condenado por gravísimos delitos”. Agregó que “es gravísimo que se pretenda justificar el no acatamiento a las decisiones de la Justicia y que con ello se entorpezca aún más un proceso en el que escandalosamente el condenado cura Grassi es mantenido en una situación de libertad irrestricta”.

Sancinetti fue autor también de otro libro de 1141 páginas denominado El Caso Cabezas, análisis crítico de las acusaciones contra Gregorio Ríos y Alfredo Yabrán. Esta obra fue escrita a solicitud de la familia Yabrán y según se dijo en su momento, el autor recibió a cambio “el pago de un millón de dólares”, recordó Gallego. Allí se declaraba la “inocencia” del empresario. Por otra parte, Sancinetti fue uno de los defensores del ex ministro de la Corte Suprema nacional Antonio Boggiano, designado en el cargo por el ex presidente Carlos Menem y con fuertes vinculaciones con la Iglesia Católica. Boggiano fue destituido en 2005 por mal de-sempeño en sus funciones y se dispuso su inhabilitación para ocupar cargos públicos.

© Escrito por Carlos Rodríguez y publicado por el Diario Página/12 de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires el viernes 16 de Diciembre de 2011.

Mística y Silencio... De Alguna Manera

Del Gauchito Gil a Antonio Machado...

Moyano apela a su descarnada visión de la política; Cristina, a la mística en torno del difunto Néstor Kirchner.

Uno de los textos más corrosivos, ingeniosos y desconocidos de Antonio Machado es la historia de Juan de Mairena y su maestro Abel Martín, heterónimos del poeta: Mairena es un profesor de educación física que durante las horas libres da clases voluntarias de lógica y filosofía.

Como su maestro Abel Martín, Mairena, en el fondo, detesta la gimnasia (“no se puede educar físicamente a nadie”, dice) y aconseja a sus alumnos sobre la heterogeneidad del ser:
“El principal deber de la fidelidad es con la propia máscara”, les aconseja.

Hugo Moyano no debe haber pasado de Platero y yo, pero sin embargo se permitió citar las enseñanzas de Mairena a Cristina Kirchner, exigiéndole ser fiel con su personaje: si tan bien nos va, queremos nuestra parte del botín.

Moyano sabe, como decía el General, que “la única verdad es la realidad”, y que su poder real se asienta sobre los abultados salarios de los camioneros que se resisten a pagar impuesto a las ganancias.

Todo lo que rueda es camionero, y lo que rueda, rueda sobre concreto.Su visión de la política es descarnada: Moyano no sueña con Tecnópolis, ni con el Bicentenario, no invoca a “El” y sabe que el poder de la calle se arma con dinero, con piquetes, con porteros que aseguran el paso, con palos y carteles. En su tercer gobierno, el kirchnerismo deberá ser protagonista –quizá por primera vez en su historia– de ordenar las cuentas que desordenó: éste es el final de la ruta del doble discurso.

Aquí la inflación choca con la góndola, la “renuncia” a los subsidios se transforma en un cuentito de las damas mendocinas y la matemática se impone sobre la vida ideal.

Moyano ni siquiera está dispuesto a una “romana”: no quiere ser él quien pague la cuenta. Ante el exabrupto, la estrategia del Gobierno fue el silencio, falta de argumentos o simplemente nada para decir.

La imagen de Aníbal Fernandez, solo, buscando un móvil en el Congreso a las seis de la mañana, fue patética. Cuando le preguntaron por Moyano sólo atinó a decir que no lo había escuchado.

En la diagonal de la escena, la Presidenta plantó una flor de ceibo y le atribuyó un nuevo milagro a El, cada día más parecido al Gauchito Gil.

Va a hacer falta algo más que mística y silencio para responderle al futuro.

© Escrito por Jorge Lanata y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires el viernes 16 de Diciembre de 2011.

Ley Antiterrorista... De Alguna Manera...

El CELS cuestiona la Ley Antiterrorista…

A través de su presidente, Horacio Verbitsky, el organismo de derechos humanos comparó la norma con las leyes de Blumberg.

El Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS) insistió hoy en cuestionar el proyecto de ley para acciones terroristas, que recibió media sanción en Diputados, y advirtió que la iniciativa "crea un matete jurídico muy complicado".

"Si esto se aplica va a traer muchas complicaciones", vaticinó el presidente del CELS, Horacio Verbitsky, ante la posibilidad de que el proyecto sea votado en el Senado y se convierta en ley.

El CELS cuestionó la reforma del inciso 5 del artículo 41 del Código Penal "que establece en forma inapropiada un incremento al doble" de las máximas y las mínimas de todos los delitos si se cometieran bajo la figura del terrorismo.

Verbitsky afirmó que "es la misma técnica que se usó en el 2004 por la presión de Juan Carlos Blumberg", padre del chico secuestrado y asesinado Axel Blumberg, y sostuvo que "es una pésima técnica legislativa que carece de racionalidad".

Según dijo, "es absurdo agravar" la pena de todos los delitos por la posibilidad de que estén vinculados al terrorismo porque crea un desequilibrio en el Código Penal, donde estos hechos "pueden terminar teniendo penas más altas que delitos más graves".

En ese sentido, calificó de "matete jurídico" el proyecto que permitirá además dictar prisiones preventivas eternas por delitos leves por estar relacionado con el terrorismo.

"La ley debe ser clara y precisa, pero en este caso se habla de 'delitos destinados a aterrorizar a la población', lo cual es de una amplitud aterrorizante. Y además nos preocupa el contexto de este proyecto porque es una exigencia del Grupo de Acción Financiera Internacional (GAFI) bajo la amenaza de excluir a la Argentina" de ese organismo, dijo el titular del CELS.

Al menos, rescató Verbitsky, el proyecto de ley establece que estos hechos sean analizados por jueces federales y no por jueces provinciales.

Además, el CELS sostuvo que muestra "lo superfluo de la reforma" la aclaración por parte del Poder Ejecutivo en torno a que la figura de terrorismo no se aplicará en caso de ejercicio de "derechos humanos y/o sociales o de cualquier otro derecho constitucional".

© Publicado por el Diario Perfil el viernes 16 de Diciembre de 2011.

Papel Prensa... La mentira oficial... De Alguna Manera...

Mienten con Papel Prensa...

TV K: me muestra como mascota de Magnetto.

Desde que el Gobierno se enfrentó a Clarín, varias veces sentí el abrazo del oso de los kirchneristas tratando de sumarme o usarme para sus intereses. Frustrados por el rechazo y reavivados esta semana por Papel Prensa, desde la televisión oficialista me acusan de ser “esbirro (persona pagada por otro para actuar violentamente en su lugar) de Magnetto”, y desde los diarios oficialistas, de padecer síndrome de Estocolmo por ser víctima del abuso de posición dominante de Clarín y La Nación y defenderlos. El propio jefe de la bancada de diputados del Frente para la Victoria, Agustín Rossi, en su argumentación a favor de la aprobación de la ley que declara de interés nacional la fabricación de papel para diarios, citó las críticas que fui formulando sobre Clarín.

Es cierto que Perfil padece la fuerte competencia de Clarín y La Nación más que ninguna otra editorial del país. A comienzos de este año, el mismo día que esta empresa lanzaba el diario popular Libre, Clarín lanzó otro similar llamado Muy, algo inédito en la historia de los diarios del mundo. Y con la advertencia de que si Libre costaba más barato Clarín también bajaría el precio de sus diarios, el sistema de distribución no permitió que Libre se vendiera a la mitad del precio de los otros diarios, como es lo normal en diarios populares de todo el planeta. Pero casi en la misma fecha La Nación sí pudo lanzar una competencia directa de la revista Caras, de Editorial Perfil, con un precio significativamente menor. Esto sólo por contar los conflictos de este año.

Pero el dolor que dejan los golpes en las batallas no puede alterar la percepción de la realidad. Personalmente, sigo juzgando inadecuada la intervención del Gobierno sobre Papel Prensa, lo que no quiere decir que Clarín y La Nación no merezcan críticas por Papel Prensa. Trataré de ser lo más equitativo posible con ambas partes en pugna.

Clarín y La Nación sostienen que hoy (en el pasado no era así) no se le produce ningún perjuicio a quien no tenga cupo para comprar papel de Papel Prensa y deba buscar papel de otra procedencia, porque el precio del papel importado es de US$ 680 la tonelada cuando el de Papel Prensa es de 753. Siguiendo la escuela del Gobierno, todos mienten a medias.

A US$ 680 la tonelada sólo pueden comprar Clarín, La Nación y Perfil, los tres mayores importadores de papel del país, porque para conseguir ese precio es necesario hacer una compra de 5 mil toneladas juntas y pagar al contado US$ 3,5 millones.

Además, tener depósitos para almacenar dos meses de stock. La mayoría de los diarios, y ni qué hablar los diarios pequeños del interior a los que no les vende Papel Prensa, deben comprar de a diez toneladas a un revendedor local, un mayorista que compra para fraccionar y revender (la diferencia entre el Mercado de Liniers y la carnicería) y pagar desde el 20% más caro.

Pero miente más el Gobierno cuando dice que al declarar de interés público la fabricación de papel beneficiará a todos los excluidos de Papel Prensa. El Gobierno declara que su plan es aumentar el capital de Papel Prensa con inversiones que permitan producir 30% más de papel: hoy fabrica 175 mil toneladas y el consumo de todos los diarios del país es 225 mil. El objetivo supuesto es que las 50 mil toneladas de papel que hoy se importan se fabriquen en el país.

Si así fuera, Editorial Perfil, que sí puede comprar su papel importado a US$ 680 dólares la tonelada, podría estar obligada a comprárselo a Papel Prensa a 753. ¿Cómo obligarían a Perfil a comprar su papel en Papel Prensa? Prohibiendo la importación de papel o colocándole un arancel a la importación de forma que el papel importado cueste más caro que el nacional. En cualquiera de los casos, ningún beneficio.

¿Por qué Clarín y La Nación no hicieron las inversiones necesarias que el Gobierno demanda para abastecer todo el consumo argentino?

Primero, porque no tienen el poder del Estado para garantizarse que todos los diarios estén obligados a comprarle a Papel Prensa. Perfil, más varios de los revendedores que compran grandes cantidades para fraccionar, preferirían seguir comprando papel importado que hoy se puede conseguir 10% más barato.

Segundo, porque no ganarían nada si Papel Prensa produjera todo el papel que Clarín y La Nación precisan más el de todos los diarios que deseen comprarle. Tendrían que invertir en una actividad que no da ganancia y que hoy (reitero, en el pasado fue distinto) les cuesta más barato importar lo que les falta para completar su consumo.

Clarín y La Nación se abastecen en el 90% de Papel Prensa e importan alrededor del 10% de su consumo. Así, la empresa puede justificar ante los diarios pequeños por qué no tienen más cupo para venderle, siendo que hasta sus propios accionistas deben importar papel.

¿Y, entonces, para qué Clarín y La Nación tienen Papel Prensa si ya no les trae ningún beneficio? Hay dos respuestas: en el pasado sí les trajo muchos beneficios. Y la respuesta actual sería que si la Argentina tuviera seguridad jurídica, Clarín y La Nación ya deberían haber vendido Papel Prensa como sí lo hicieron los diarios O Globo y O Estado de São Paulo, que eran dueños de la equivalente a Papel Prensa de Brasil. La fábrica se llama Pisa y hace diez años la vendieron a la multinacional noruega del papel Norske, que también es dueña de una de las dos empresas de Chile que fabrican papel para diarios: Bio-Bio. En Chile hay otra empresa similar que se llama Inforsa.

De las cuatro fábricas de papel en Sudamérica (dos en Chile, una en la Argentina y otra en Brasil), Norske es la única que actúa en dos países –Brasil y Chile– y hace algunos años quiso entrar a la Argentina ofreciéndole a La Nación y Clarín (fueron explorados en ese orden) comprar Papel Prensa. El precio que propusieron equivalía al 120% de las ventas. En 2003, Papel Prensa producía 150 mil toneladas y el precio por tonelada entonces era de US$ 500, lo que daba un valor total para el 100% de la empresa de US$ 90 millones. Hoy, con 175 mil toneladas de fabricación y US$ 753 dólares por cada una, el valor del 100% de Papel Prensa sería US$ 158 millones. La Nación recibiría por su 22,5% de las acciones alrededor de US$ 35 millones y Clarín por su 49%, alrededor de 77 millones.

Pero no venden por la falta de seguridad jurídica, algo que no padecen Brasil y Chile, donde a diferencia de la Argentina no existen mayorías legislativas aplastantes que pueden cambiar las leyes de importación o funcionarios con el poder de Moreno para imponer trabas a la importación de todo tipo o a la adquisición de divisas. Tampoco existe en Brasil y Chile la volatilidad cambiaria que hubo en la Argentina y tener una fábrica de papel con costos y precios de venta en pesos, que abastezca sin necesidad de pedido de permisos de importación, resulta un seguro que no necesita ningún diario brasileño o chileno.

Actualmente, el papel se importa con licencia automática, es decir, sin tener que esperar autorización del Estado, pero si esto fuera modificado y/o se colocaran gravámenes que encarecieran la importación de papel, allí se estaría produciendo la paradoja de que “papel para todos” sea papel preferentemente para los amigos.

Entre las voces de la oposición que se escucharon en el Congreso, la frase más lograda fue la de Eduardo Amadeo, quien dijo: “La verdadera intención del oficialismo es declarar de interés público (no al papel sino) al libre pensamiento para que pueda ser objeto de control de Estado”.

Mañana PERFIL publicará una excelente columna de Jorge Lanata, donde recorre la historia del peronismo con el papel, los diarios y el periodismo, y empíricamente se comprueba que cuando se declaró de interés público el papel fue para quitarlo de la esfera privada y darle el control arbitrario al Estado.

La falacia kirchnerista está muy bien construida: ¿quién se puede oponer a que todo el mundo tenga al mismo precio todo el papel nacional que quiera, y todos, amigos y no amigos, en las mismas condiciones? Nadie mientras no sea ésa la única alternativa y se pueda comprar libremente y sin encarecimientos papel importado. De lo contrario, el fin declamado termina siendo el opuesto al logrado.

Otra garantía jurídica que se debe cumplir será el justo resarcimiento a Clarín y La Nación por los cambios de condiciones. Si el Estado piensa aumentar el capital de Papel Prensa para producir más pero, también, para dejar en minoría accionaria a estos dos diarios, debería preguntarles si desean continuar siendo socios de la empresa en estas nuevas condiciones y, en el caso de que prefirieran dejar de ser socios, que se los indemnice comprando sus acciones al valor que podrían haberlas vendido en el mercado.

Aquí aparece la otra paradoja de esta construcción: si Clarín y La Nación dejaran de ser dueños de Papel Prensa, que es lo que correspondería si el Estado los indemnizara, ¿para qué Clarín y La Nación querrían comprarle el papel a Papel Prensa y no comprar en su lugar papel importado, que cuesta 10% menos? Y en ese caso Papel Prensa quebraría, porque hoy Clarín y La Nación compran el 74% de todo el papel que se fabrica allí. No tendrían a quién vendérselo y mucho menos si invierten en ampliar la fábrica para que produzca un 30% más. En esa hipótesis, Papel Prensa pasaría a fabricar 225 mil toneladas por año y solamente tendría compradores por alrededor de 70 mil.

Claro, siempre y cuando no prohíban la importación.

Todo indica que para que se cumplan los propósitos de la nueva ley el Gobierno prohibiría o limitaría drásticamente la importación, en cuyo caso el remedio sería peor que la enfermedad. He escuchado a tanta gente opinar sin conocer y, manipulada por las usinas del Gobierno, con buena intención creer que es bueno aquello que puede ser malo porque carecen de la información completa, que es compleja y requiere un conocimiento técnico profundo.

Por último, para ser justos, deseo criticar a Clarín. Cuando dice que el Gobierno hará con el papel lo mismo que hizo con la publicidad oficial, esto es, repartirlo entre amigos y castigar a adversarios, sería justo decir que también Clarín hizo eso con el papel de Papel Prensa: mientras el papel nacional fue más barato que el importado, Editorial Perfil no tuvo acceso a comprar en Papel Prensa. Y lo mismo se podría decir de la publicidad: el diario PERFIL no puede contar con los avisos de grandes vendedores de electrodomésticos porque Clarín tiene contratos de exclusividad que expresamente penalizan a esos anunciantes por publicar en medios competidores.

O sea, el Gobierno y Clarín se comportaron igual tanto con la publicidad como, se supone ahora lo harán, con el papel. Pero siempre serán más graves malas prácticas en el Estado que en cualquier privado, tenga el tamaño que fuere, como bien quedó demostrado en la última dictadura.

© Escrito por Jorge Fontevecchia y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires el viernes 16 de Diciembre de 2011.

viernes, 16 de diciembre de 2011

Vuelos de la muerte... De Alguna Manera

La CIDH entregó a la Justicia argentina fotos de los "vuelos de la muerte"...

 
Los escabrosos documentos son parte del archivo de la Comisión. Estaban en una caja bajo la etiqueta "Visita in loco Argentina". 

El juez federal Sergio Torres recibió más de un centenar de fotografías de víctimas de los “vuelos de la muerte” en la última dictadura tomadas por un fotógrafo uruguayo cuando los cuerpos eran hallados en las orillas del Río de la Plata en ese país vecino, que fueron entregadas por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).

La documentación, que consta de fotos de cuerpos con pies y manos atadas con anotaciones mecanografiadas en cada una, fue entregada por el secretario ejecutivo de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, Santiago Cantón, quien se entrevistó con Torres en su despacho del cuarto piso de los tribunales federales de Comodoro Py.

El magistrado tiene a su cargo la megacausa por delitos de lesa humanidad cometidos en la Escuela de Mecánica de la Armada (ESMA), desde donde muchos secuestrados fueron llevados en aviones para ser arrojados al Río de la Plata.

Según explicaron a Télam fuentes judiciales, los próximos pasos serán ahora intentar identificar al fotógrafo que tomó las imágenes, quien ya no viviría en Uruguay y sobre quien se cuenta con datos como para comenzar una búsqueda. El objetivo sería lograr su declaración para contextualizar los momentos de toma de las fotos, donde hay datos sobre los hallazgos, coordenadas geográficas, fechas y en base a eso y otras circunstancias intentar dar con más testigos, informó Télam.

Los documentos forman parte de los archivos desclasificados de la CIDH, parte de los cuales ya fueron traídos al país por una comisión enviada por Torres a la sede de la Comisión, liderada por su secretario, Pablo Yadarola. En ese viaje se trajeron 35 legajos reservados de la CIDH y que fueron desclasificados con datos sobre violaciones a los derechos humanos en Argentina.

La carpeta contiene aproximadamente 130 fotografías de cuerpos o partes de cuerpos encontrados en la costa uruguaya, con documentos de archivos de inteligencia de ese país que revelan información sobre los hallazgos, que datan desde 1975.

© Publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires el viernes 16 de Diciembre de 2011.